| ANTERIOR | EL
                  CONDE-DUQUE DE OLIVARES | SIGUIENTE | 
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En 1621 George Calvert, un consejero
      del rey
      Jacobo I de Inglaterra, fundó una
      colonia en Terranova, bajo el gobierno de John Mason, que elaboró
      el
      primer mapa completo de las costas de la isla, pero la colonia no
      sobrevivió mucho tiempo, a causa del mal clima.
    
Por otra parte, un poeta escocés llamado William Alexander, que
      había
      sido preceptor de los hijos del rey, obtuvo del monarca el permiso
      para
      colonizar la península que los franceses habían
      bautizado
      como Acadia, pero que él decidió llamar Noua Scotia (Nueva Escocia, un
      nombre muy razonable para el territorio situado al norte de Nueva
      Inglaterra). En las
      décadas
      siguientes, ingleses y franceses se disputarían la
      región.
    
El parlamento inglés acusó a Francis Bacon de haber
      aceptado sobornos, a raíz de lo cual perdió su cargo
      de
      gran canciller y fue encarcelado. El rey Jacobo I lo
      indultó,
      aunque quedó excluido de la vida pública.
    
Álvaro de Bazán, el marqués de Santa Cruz, dirigió varias expediciones exitosas contra los piratas berberiscos.
El sha de Persia, Abbás I, había reorganizado su
      ejército con la ayuda de dos hermanos ingleses, Anthony y Robert Sherley. Ese año
      tomó Kandahar al gran mogol de la India y expulsó a
      los
      portugueses de Ormuz.
    
El rey Gustavo II Adolfo de Suecia se había dotado
      también de un poderoso ejército. Reclutado
      exclusivamente
      entre suecos y con una disciplina religiosa muy estricta (las
      tropas
      marchaban cantando salmos), estaba provisto de material de primera
      clase: mosquetes y cañones móviles tirados por
      caballos.
      Su país seguía en guerra con Polonia, ya que el rey
      Segismundo III seguía reivindicando su derecho a la corona
      sueca, así que Gustavo II Adolfo decidió probar su
      potencia militar contra los polacos. Pronto tomó Riga y la
      costa
      de Livonia. 
    
Polonia estaba luchando contra los turcos, que atacaban sus
      fronteras dirigidos por el sultán Osmán II en
      persona,
      pero Segismundo III pudo resistir el ataque al tiempo que
      recuperaba
      Riga y emprendía una campaña para reconquistar
      Livonia.
      Los suecos ensayaron nuevas estrategias que más tarde
      crearían escuela, basadas en agrupar los soldados en grupos
      reducidos para favorecer la movilidad de las tropas y reducir las
      pérdidas.
    
Grocio logró escapar de su prisión en las
      Provincias
      Unidas y huyó a Francia, donde fue protegido por el rey
      Luis
      XIII.
    
Thomas Middleton estrenó Women
        beware women, así como The
        pilgrim, en colaboración con John Fletcher. Pero
      el
      éxito del año en Inglaterra fue La anatomía de la
        melancolía,
      escrita Robert Burton bajo el pseudónimo de Democritus Junior. Es una
      compilación de autores griegos y latinos escrita con un
      gran
      sentido del humor y que incluye numerosas descripciones y
      anécdotas sobre los autores clásicos.
    
Lope de Vega publicó La
        Filomena y La
        Andrómeda, de temas clásicos. La primera
      incluye
      una novela corta de estilo italiano titulada Las fortunas de Diana,
      dedicada a Marcia Leonarda
      (su último
      amor, Marta de Nevares). 
    
Quevedo había regresado a la corte, pero en 1622 fue condenado nuevamente al
      destierro, ahora por sus implicaciones en los asuntos del duque de
      Osuna, que seguía en prisión.
    
El emperador Fernando II se casó con Leonor, hija del duque de
      Mantua
      Vicente I Gonzaga.
    
Johannes Kepler fue nombrado matemático de la corte del
      emperador.
    
Ese año murió el duque de Parma Ranucio I, que fue
      sucedido por su hijo Eduardo.
      
    
El sultán Osmán II trató de modernizar el
      ejército otomano, pero los jenízaros se
      oponían a
      cualquier modificación en manteria militar, así que
      se
      rebelaron y lo derrocaron. El sultán fue sustituido por su
      tío
      Mustafá I y poco después fue estrangulado por orden
      del
      visir Daud Bajá. 
    
En Ormuz murió el navegante inglés William Baffin.
    
En Abisinia murió el jesuita Pedro Páez,
      probablemente
      de malaria, poco después de haber convertido al catolicismo
      al
      rey Susenios. No se sabe dónde está enterrado, pero
      se
      conserva un libro suyo escrito en portugués con mucha
      información sobre Abisinia. Desde la antigüedad, el
      nacimiento del Nilo era una cuestión que había
      intrigado
      a los geógrafos, ya que las numerosas cataratas que hay en
      su
      curso hacían muy difícil remontarlo, y nadie
      había
      llegado hasta sus fuentes (al menos, nadie que luego hubiera
      regresado
      para contarlo). En teoría, Páez desveló parte
      del
      misterio, ya que estuvo en el
      nacimiento del Nilo Azul, pero en la práctica no
      desveló
      nada, porque nadie leyó su libro y el enigma siguió
      siéndolo durante mucho tiempo después de su muerte.
    
Los recelos del jefe Opechancano contra los colonos de Virginia
      lo
      llevaron a tomar la decisión más insensata que
      jamás podría haber tomado: el 22 de marzo, en un ataque por
      sorpresa,
      sus hombres se lanzaron sobre la colonia matando
      indiscriminadamente
      hombres, mujeres y niños. Murieron trescientos cuarenta y
      siete
      ingleses, aproximadamente un tercio de la población,
      mientras
      que el resto pudo rechazar el ataque.
    
El Papa Gregorio XV canonizó a san Ignacio de Loyola, san
      Francisco
      Javier, san Felipe Neri y a santa Teresa de Jesús.
      Además
      creó cardenal
      al obispo Jean Armand du Plessis de Richelieu y fundó la
      congregación
      de Propaganda fide, que
      ya
      había sido proyectada por Clemente VIII y que estaba
      dedicada a
      buscar la
      reconciliación con la Iglesia Ortodoxa y a detener los
      avances
      de la
      Reforma.
    
El Papa medió también en un conflicto
      diplomático: cuando España envió su
      ejército en apoyo del emperador Fernando II contra la
      rebelión de Bohemia, el gobernador de Milán
      ocupó
      el valle de la Valtelina,
      de
      gran importancia estratégica en la
      comunicación entre Italia y Austria. El valle había
      pertenecido a Milán hasta que un siglo atrás fue
      ocupado
      por los grisones, que,
      sin
      formar parte de la Confederación Helvética, eran
      aliados
      de
      los suizos. Pero los grisones eran calvinistas y la
      población
      del valle era católica, así que ésta
      recibió complacida
      la ocupación española. Los grisones reclamaron el
      apoyo
      francés, y la diplomacia francesa, con la mediación
      papal, logró que el conde de Olivares se comprometiera a
      retirarse del valle.
    
Thomas Middleton estrenó la tragedia The changeling, sobre los
      efectos
      psicológicos del crimen.
    
Van Dyck marchó a Italia a completar su formación
      como
      pintor.
    
En abril, Diego
      Velázquez
      marchó a Madrid con la intención de introducirse en
      la
      corte de Felipe IV. Allí se hizo amigo de Luis de
      Góngora
      y pintó su retrato. No obstante, en la corte nadie le hizo
      caso
      y tuvo que volver a Sevilla.
    
El 27 de abril, los
      príncipes protestantes Ernesto
de
        Mansfeld y el margrave Jorge
Federico
        de Baden-Durlach derrotaron al conde de Tilly en Wiesloch. 
    
En los Países Bajos, Ambrosio de Spínola se
      apoderó de Jüllich
      y puso sitio a Bergop-Zoom,
      aunque tuvo que retirarse cuando llegó Mauricio de Nassau
      junto
      con Ernesto de Mansfeld.
    
El 5 de junio, el conde de
      Tilly
      logró una victoria aplastante en Wimpfen contra el margrave de
      Baden-Durlach, y el 20 de junio
      derrotó a Cristián
        de
        Brunswick en Höchst.
      
    
El 10 de agosto, Ferdinando Gorges y John Mason obtuvieron el
      permiso del rey Jacobo I de Inglaterra para fundar una colonia en
      Nueva
      Inglaterra, que recibió el nombre de Maine. 
    
El 19 de septiembre Tilly
      aceptó la
      rendición de Heidelberg y el 2
        de
        noviembre Mannheim se
      rindió ante las tropas imperiales. En enero
        de 1623, el emperador Fernando II transmitió al
      ducado de
      Baviera la condición de electorado que hasta entonces
      había ostentado el Palatinado.
    
Los neerlandeses tomaron la ciudad de Pernambuco, en Brasil, desde donde
      iniciaron su expansión por la región.
    
Cuando los Países Bajos se sublevaron contra
      España,
      contaron con el apoyo de Inglaterra, pero ahora Inglaterra
      y las Provincias Unidas rivalizaban por el control del comercio
      con las
      Indias Orientales, así que el rey Jacobo I de Inglaterra
      decidió aliarse con España. Para estrechar las
      relaciones
      entre ambos países, envió a Madrid a su hijo Carlos, el príncipe de
      Gales,
      que cumplía entonces veintitrés años,
      acompañado del conde de Buckingham (previamente ascendido a
      duque de Buckingham) con el propósito de negociar el
      matrimonio
      del príncipe con María,
      la hermana del rey Felipe IV, de diecisiete años.
    
Los españoles ofrecían una cuantiosa dote, pero a
      cambio exigían que los hijos del matrimonio fueran educados
      por
      su madre en la religión católica. Por su parte, los
      ingleses pedían ciertas ventajas políticas que
      "casualmente" desaparecieron del documento final que se les
      presentó para su aprobación. Al descubrir este
      "error u
      omisión", el príncipe y el duque regresaron
      indignados a
      Inglaterra. Buckingham se convirtió entonces en la voz
      principal
      del partido antiespañol.
    
Ese año murió el duque de Lerma.
    
El entusiasmo inicial con que había sido recibido el conde de Olivares empezaba a desvanecerse a medida que trataba de obtener recursos para la guerra de los Países Bajos. Las cortes castellanas aprobaron un importante presupuesto para financiar la guerra, pero que era mucho menos de lo que el conde había solicitado; tras muchas negociaciones, las cortes aragonesas aprobaron una leva de soldados; a base de amenazas, las cortes valencianas también aportaron una considerable suma; Cataluña dio un gran recibimiento a Olivares, pero no soltó ni una libra. Olivares escribió al rey:
Tenga V.M. por el negocio más importante de su monarquía el hacerse rey de España; quiero decir, Señor, que no se contente con ser rey de Portugal, de Aragón y de Valencia, y conde de Barcelona, sino que trabaje y piense por reducir estos nervios de que se compone España al estilo y leyes de Castilla; que si V.M. lo alcanza será el príncipe más poderoso de la Tierra.
Con "el estilo y leyes de Castilla", Olivares se refería al estado de sumisión en que Castilla se encontraba desde la revuelta de las comunidades, reprimida durante el reinado del emperador Carlos V. La poca colaboración de Cataluña y los otros reinos españoles se debía en parte a que la nobleza castellana copaba los altos cargos, y no estaba dispuesta a renunciar a ellos, de modo que Olivares estaba pidiendo que todos arrimaran el hombro aunque sólo los castellanos se beneficiaran de los resultados.
El 1 de mayo, el ahora conde
      palatino Federico V firmó un armisticio con el emperador.
      Fue
      proscrito del Imperio, y el Palatinado quedó bajo el
      gobierno
      directo del emperador, aunque éste lo confió al
      nuevo
      príncipe elector Maximiliano I de Baviera. Sin embargo,
      algunos
      príncipes protestantes continuaron la lucha por su cuenta.
    
El 6 de agosto, el conde de
      Tilly
      obtuvo una nueva victoria aplastante en Stadtlohn contra Cristián de
      Brunswick. 
    
Un jesuita llamado Marin Mersenne, que vivía en el convento de la Anunciación de París, publicó dos artículos contra el ateísmo y el escepticísmo: L'usage de la raison y L'analyse de la vie spirituelle. A continuación se disponía a escribir contra la magia, pero un monje le cuestionó si eso no sería contrario a las Escrituras, así que escribió las Questiones celeberrime in genesim, que incluye argumentos contra la magia basados en el Génesis.
En Roma murió el Papa Gregorio XV, y fue sucedido por el
      cardenal Maffeo Barberini,
      de
      cincuenta y cinco años, que adoptó el nombre de Urbano VIII. Galileo
      recibió
      la noticia con alegría, ya que el cardenal Barberini
      siempre
      había destacado como uno de sus admiradores y protectores.
      Precisamente estaba a punto de publicar un libro titulado Il saggiatore (el ensayista)
      y se
      apresuró a dedicárselo al nuevo pontífice.
    
El libro es una de las mejores piezas de la literatura italiana
      de
      la época. Galileo trata de forma amena una gran diversidad
      de
      temas sobre la naturaleza y los métodos para estudiarla. El
      pasaje siguiente es famoso:
    
La filosofía está escrita en este gran libro, el Universo, que está siempre abierto a nuestra vista. Pero el libro no puede ser entendido a menos que uno aprenda primero su lenguaje y sea capaz de leer los caracteres en que está escrito. Está escrito en el lenguaje de las matemáticas, y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es humanamente imposible entender una sola palabra de él; sin ellas uno está vagando en un oscuro laberinto.
Todavía hoy en día hay quien cree que puede saber
      (e
      incluso opinar) algo sobre el Universo sin saber
      matemáticas, y
      es que la Edad Media no acaba de acabar. Entre otros asuntos, Il saggiatore refutaba las
      afirmaciones del jesuita Prazio Grassi sobre la naturaleza de los
      cometas. A pesar de no tener razón, su retórica era
      aplastante y su reputación de sabio se multiplicó a
      la
      par que el número de sus enemigos humillados.
    
La literatura italiana de la época no estaba muy boyante.
      Destacaba un poeta que vivía en París bajo la
      protección de María de Médicis. Se llamaba Giambatista Marino, y
      tenía
      ya cincuenta y cuatro años. Ahora publicaba su obra
      maestra, un
      poema en veinte cantos titulado Adonis.
      
    
Un poeta hugonote llamado Théophile
de
        Viau fue acusado ante el parlamento por la
      publicación
      de su Parnaso satírico,
      y fue encarcelado a la espera de juicio. Por esta época el
      rey
      Luis XIII firmó con los protestantes el tratado de Montpellier, por el que se
      reconocían las reivindicaciones del duque de Rohan.
    
John Webster estrenó La
        duquesa de Amalfi, sobre las persecuciones que
      sufrió la
      duquesa por haberse casado con su mayordomo. Thomas Middleton
      publicó The Spanish
        gipsie,
      basada en La gitanilla,
      una
      de las novelas ejemplares de Cervantes.
    
Lope de Vega estrenó El
        mejor alcalde el rey: Don Tello rapta a la novia de uno
      de sus
      labradores, el cual pide justicia al rey Alfonso VII. Éste
      obliga a don Tello a casarse con la muchacha y, a
      continuación,
      lo manda ahorcar.
    
Luis de Góngora tenía ya sesenta y un años.
      De
      esta época datan unos magníficos sonetos sobre la
      brevedad de la vida y la proximidad de la muerte, así como
      otros
      tantos suplicando ayudas económicas al conde de Olivares y
      reclamando después una pensión que éste le
      concedió, pero que no le pagaban, al parecer por cuestiones
      burocráticas.
    
Un joven autor de veintitrés años llamado Pedro Calderón de la Barca
      obtuvo una buena acogida con su comedia Amor con honor y poder, que
      inició una carrera imparable de éxitos teatrales.
    
Velázquez viajó a Madrid por segunda vez, pero esta vez iba debidamente asesorado sobre cómo mover los hilos adecuados para llegar hasta el rey. Pintó su retrato y poco después, en octubre, fue nombrado pintor de cámara.
A Virginia llegaron nuevos hombres bien armados. Los
      supervivientes
      del salvaje ataque de Opechancano del año anterior no lo
      olvidaron, y desde entonces los colonos realizaban tres
      incursiones al
      año en las que mataban a todos los indios que encontraban y
      destruían sus cosechas.
    
El sha de Persia Abbas I invadió Iraq y tomó
      Bagdad.
      El sultán Mustafá I no tardó en ser derrocado
      por Murat IV, pero no
      pudo evitar que
      Abbas I conservara Iraq bajo su dominio.
    
En Japón, el shogun Tokugawa Hidetada abdicó en su
      hijo Iemitsu, que
      intensificó las disposiciones contra los extranjeros. El
      año anterior ya había decretado la
      persecución de
      los misioneros cristianos; concentró a los comerciantes
      neerlandeses en una isla y confirmó a ingleses y
      portugueses la
      prohibición de comerciar en el país.
    
En 1624 el rey Jacobo I de
      Inglaterra decidió que Virginia dejara de ser una
      propiedad privada para convertirse en una colonia real, de modo
      que
      quedaba bajo su soberanía como cualquier otro territorio
      inglés. (Hasta
      entonces, cuando los españoles se le habían quejado
      de
      que Inglaterra
      estuviera ocupando territorio americano, el monarca se
      había
      excusado
      alegando que él no tenía nada que ver con la
      colonia,
      pero, tras el
      desaire diplomático hacia su hijo, ya no tenía
      motivos
      para mantener
      las formas.) Los conflictos de los colonos con los indios le
      habían
      dado la excusa perfecta para "ofrecer" a la colonia la
      protección de la
      Corona.
    
Ese año murió el dramaturgo inglés John
      Webster. Thomas Middleton publicó La partida de ajedrez, una
      sátira antiespañola que fue prohibida a
      petición
      del embajador español.
    
El rey Felipe IV de España había indultado al duque
      de
      Uceda, pero se le abrió un nuevo proceso que lo
      llevó de
      nuevo a prisión, donde murió. También
      murió
      en prisión el duque de Osuna. Su hijo, Juan Téllez-Girón,
      fue
      enemigo acérrimo de Olivares durante toda su vida.
    
Lope de Vega publicó La
        Circe, de tema mitológico, que incluye la novela
      corta Guzmán el Bravo.
      
    
La situación económica de Luis de Góngora
      era
      desesperada. Lleno de
      deudas, su ropa y su coche están tan deteriorados que
      procuraba
      no
      salir de casa, haciéndolo tras la puesta del sol, siempre
      que
      era
      posible.
    
Frans Hals estaba pintando algunos de sus mejores retratos. El
      año anterior había pintado el de Yonker Ramp y su novia, y
      ahora El caballero sonriente,
      que es
      considerado una obra clave de la pintura universal.
    
El año anterior había entrado al servicio de la
      Compañia Neerlandesa de las Indias Occidentales un
      navegante
      llamado Pieter Pieterszoon,
      más conocido como Piet
        Heyn.
      Ahora derrotaba en Salvador
      a
      la armada española, que trataba de impedir las actividades
      comerciales neerlandesas.
    
Los comerciantes portugueses abandonaron definitivamente
      Japón, mientras los ingleses se veían obligados a
      clausurar sus establecimientos en las islas. Los neerlandeses
      conquistaron la ciudad de Bahía,
      en Brasil, y fundaron también la ciudad de Anping en la isla de Formosa,
      en la
      que los portugueses no habían logrado establecerse
      anteriormente.
    
En abril, el cardenal Richelieu ingresó en el consejo del rey Luis XIII de Francia.
Aunque la guerra contra los protestantes alemanes podría haber acabado con la toma del Palatinado, el emperador Fernando II quiso aprovechar su supremacía militar para imponerse también sobre los príncipes del norte, ahora que todo el sur del Imperio estaba en su poder. Los príncipes protestantes se agruparon en torno al más poderoso de todos, que no era sino el rey Cristián IV de Dinamarca (que técnicamente era súbdito del Imperio, ya que la casa de Oldenburgo poseía los ducados de Schleswig y Holstein desde mucho antes de acceder a la Corona danesa). El rey envió extraoficialmente un ejército al norte de Alemania, pero fue derrotado por Wallenstein, que en junio recibió el título de duque de Friedland.
La guerra había favorecido la aparición de
      caudillos
      mercenarios que cobraban un tributo a los territorios que ocupaban
      a
      cambio de "protección". Wallenstein era el más
      famoso de
      todos (famoso por pagar bien), pero había varios centenares
      de
      tales "condotieros" que a menudo escapaban a la autoridad de los
      príncipes y sembraban el caos por donde pasaban.
    
Un incendio destruyó la ciudad noruega de Oslo, y el rey
      Cristián IV la reconstruyó con el nombre de Cristiania. 
    
En agosto Richelieu se
      convirtió en el primer ministro del rey Luis XIII. Mientras
      Catalina de Médicis era partidaria de la paz y de la
      alianza con
      España, Richelieu veía con preocupación el
      triunfo
      de los Austrias en la guerra de Bohemia y del Palatinado. El
      cardenal
      era de los que tenían bien claro que la religión es
      la
      religión y la política es lo que cuenta, así
      que
      empezó a establecer contactos con el rey Cristián IV
      de
      Dinamarca ofreciéndole financiación si se
      decidía
      a declarar la guerra al emperador. Por otra parte, los grisones
      habían invadido el valle de la Valtelina y, poco
      después,
      el ejército
      del
      Papa Urbano VIII lo había recuperado para los
      católicos.
      El 5 de septiembre, Francia
      firmó con Venecia y Saboya el tratado de Saint Germain-en-Laie contra
      Génova, que era el principal apoyo de España en el
      norte
      de Italia. Así, Richelieu pudo apoyar a los
      grisones a través del duque Carlos Manuel I de Saboya.
    
Sin embargo, en Francia el cardenal combatió con mano dura
      a
      los protestantes, que amenazaban la autoridad real. No
      respetó
      las condiciones del tratado de Montpellier, por lo que los
      hugonotes no
      tardaron en alzarse en armas nuevamente, siempre con el duque de
      Rohan
      a la cabeza. Los tratados de paz
      firmados en el transcurso de las guerras de religión
      habían concedido a los hugonotes el control de un cierto
      número de ciudades o "plazas de seguridad" dotatas de su
      propio
      ejército. Sumando sus fuerzas, los hugonotes podían
      reunir unos 25.000 hombres, muchos más que los que
      integraban
      los regimientos permanentes del rey. Su mayor debilidad era que
      estaban
      dispersos por Francia y mal coordinados. En los últimos
      tres
      años, el ejército real había tenido que tomar
      por
      la fuerza algunas de estas plazas, a menudo con el propio monarca
      al
      frente de la campaña.
    
Ese año murió el duque Enrique II de Lorena, que
      fue
      sucedido por su hijo Francisco
        II.
      
    
Marin Mersenne publicó La
impiedad
        de los deístas, ateos y libertinos refutada y
        confundida. Ese año conoció a un profesor
      de
      retórica llamado Pierre
        Gassend, más conocido
      por Gassendi, que acababa
      de
      publicar una crítica contra Aristóteles titulada Exercitationes paradoxicae aduersus
        Aristotelicos. Aunque Mersenne era un fervoroso
      partidario de
      Aristóteles y detractor de Galileo, el hecho fue que
      terminaron
      haciéndose amigos.
    
Henry Briggs publicó su tratado Arithmetica logarithmica, en el que
      incluye tablas con los logaritmos decimales de todos los
      números
      naturales de 1 a 20.000 y de 90.000 a 100.000, calculados con 14
      cifras
      decimales, junto con tablas de razones trigonométricas
      (senos,
      tangentes y secantes).
    
Algunos colegas habían recomendado a Kepler que no se
      fiara
      de los logaritmos, ya que nadie comprendía cómo
      funcionaban (más o
      menos lo mismo que se decía de los ordenadores en sus
      primeros
      años). Kepler respondió publicando pruebas rigurosas
      sobre la teoría de los logaritmos fundamentadas en los Elementos de Euclides.
    
El 9 de enero de 1625 el rey
      Felipe IV de España concedió a su valido, el conde
      de
      Olivares, el título de duque
de
        Sanlúcar la Mayor. No obstante, Olivares
      prefirió seguir llevando el título de su familia,
      por lo
      que desde entonces es más conocido como el conde-duque de Olivares (que
      significaba "conde de Olivares y duque de otro sitio").
    
Luis de Góngora había proyectado publicar sus
      poemas
      (cosa que nunca había hecho) para salir de sus aprietos
      económicos, pero se encontró con que dos importantes
      nobles, uno de ellos Olivares, se interesaron por la dedicatoria,
      de
      modo que no se atrevió a llevar adelante su plan por no
      ofender
      a ninguno de los dos. La pensión que le había
      prometido
      el conde-duque seguía sin llegar.
    
Lope de Vega publicó sus Triunfos
        divinos con otras rimas sacras, un poema en cinco cantos,
      a
      imitación de los Triunfos
      de Petrarca, seguido de una colección de sonetos.
    
Ese año murió Juan de Oñate, el conquistador
      de
      Nuevo México.
    
También murió Mauricio de Nassau, sin haber
      obtenido
      ninguna ventaja de la guerra contra España que tanto
      había insistido en reanudar. Ambrosio de Spínola
      conquistaba a los neerlandeses la ciudad de Breda, mientras, en Brasil,
      los
      españoles recuperaban Bahía.  Mauricio de
      Nassau no
      dejó descendencia, así que el principado de Orange y
      el
      condado de Nassau pasaron a su hermano Federico
        Enrique, que fue, como su hermano, la máxima
      autoridad de
      las Provincias Unidas.
    
En París murió el poeta italiano Giambattista Marino. Póstumamente se publicó su poema La degollación de los inocentes, de tema bíblico. En Londres murió el dramaturgo John Fletcher. Ben Jonson estrenó La mercancía de las noticias.
Mersenne escribía La
        verdad de las ciencias contra los escépticos y los
        pirrónicos (Pirrón
      fué un filósofo griego que defendió una forma
      sutil de escepticismo). Mientras tanto, Gassendi escribía a
      Galileo para expresarle su admiración por sus trabajos.
    
Rubens llevaba tres años trabajando en París, donde
      pintó 21 cuadros sobre la Historia
        de María de Médicis. Entre ellos figura,
      naturalmente, un Retrato de
        María de Médicis y, como la reina se
      lamentara de
      que su difunto esposo no pudiera verlo, Rubens pintó
      también la Presentación
del
        retrato de María de Médicis a Enrique IV
      (en
      el que unos ángeles llevan el cuadro al monarca).
    
En mayo, el rey
      Cristián
      IV de Dinamarca se decidió finalmente a declarar la guerra
      al
      emperador Fernando II. Wallenstein ya se había enfrentado a
      los
      daneses en los años anteriores, en lo que suponía el
      inicio de un nuevo periodo de la guerra
        de los Treinta Años, el periodo
        danés. El 25 de julio
      Wallenstein se
      presentó ante el emperador para ofrecerle los servicios de
      un
      ejército reclutado por él mismo a título
      personal.
      Fernando II cedió a su hijo Fernando,
      de diecinueve años, la corona de Hungría.
    
El rey Gustavo II Adolfo de Suecia, prosiguiendo la guerra contra Polonia, conquistó algunos puertos de Prusia. Por otra parte, Polonia tuvo que librar otra guerra contra los cosacos del Dniéper, con los que había chocado en su expansión hacia las estepas ucranianas.
Grocio publicó su tratado De
        iure belli ac pacis, en el que propone unas normas de
      derecho
      internacional para prevenir y reglamentar las guerras, a la vez
      que
      censura la esclavitud.
    
George Calvert, uno de los consejeros del rey Jacobo I de
      Inglaterra, anunció su conversión al catolicismo, lo
      que
      lo obligó a renunciar a todos sus cargos oficiales. No
      obstante,
      el rey lo nombró barón de Baltimore, que era el nombre de una
      de las muchas posesiones de Calvert en Irlanda. Poco
      después
      murió el rey Jacobo I, y su hijo se convirtió en Carlos I, el nuevo rey de
      Inglaterra, Escocia e Irlanda. 
    
Apenas fue coronado, Carlos I, resentido por el desplante que le
      habían hecho los españoles con motivo de las
      negociaciones de su boda, declaró la guerra a
      España. El
      duque de Buckingham marchó a Francia a negociar, esta vez
      con
      éxito, el matrimonio del rey con Enriqueta María, hermana de
      Luis XIII. Las constantes visitas del duque a la reina Ana dieron
      lugar
      a algunas habladurías que bastaron para que el rey
      decidiera
      separarse de ella.
    
En cuanto a las negociaciones matrimoniales, Francia, al igual
      que
      había hecho
      España, exigió ciertas concesiones para los
      católicos ingleses, que fueron aceptadas, aunque provocaron
      cierto malestar en Inglaterra. Buckingham se volvió
      impopular, y
      su impopularidad aumentó cuando la flota inglesa, bajo el
      mando
      de sir Edward Cecil,
      sufrió
      una grave derrota frente a las costas de Cádiz. (Buckingham
      estaba a la cabeza de los que habían apoyado, junto al rey,
      la
      guerra contra España.) Desde ese momento, la "guerra" se
      limitó a que los barcos ingleses ejercían la
      piratería contra España con más libertad de
      lo
      acostumbrado.
    
Los colonos ingleses de Virginia cayeron por sorpresa sobre un
      poblado indio y mataron a unos mil de sus habitantes (entre
      hombres,
      mujeres y niños).
    
Al norte de China, los manchúes dominaban una amplia
      región conocida desde entonces como Manchuria, y establecieron la
      capital del nuevo reino en Mukden.
      La aristocracia manchú estaba asimilando rápidamente
      la
      civilización china.
    
En enero de 1626 los franceses
      volvieron a tomar el valle de la Valtelina mientras su flota
      bloqueaba
      el puerto de Génova. Sin embargo, los españoles
      repelieron el ataque y, en marzo,
      Richelieu, traicionando al duque Carlos Manuel I de Saboya,
      firmó con España la paz de Monzón, que
      suponía un
      equilibrio de fuerzas en el valle. El ministro de Estado de
      Richelieu,
      que llevó la negociación con España, era
      Pierre de
      Bérulle, el fundador del Oratorio de Francia.
    
El rey Luis XIII de Francia nombró duque de Orleans a su
      hermano Gastón,
      que
      acababa de cumplir dieciocho años.
    
El conde-duque de Olivares elaboró un proyecto de Unión de Armas, por el
      que
      todos los reinos de España debían colaborar en el
      reclutamiento de soldados, pero las cortes catalanas rechazaron la
      propuesta.
    
En Inglaterra, la Cámara de los Lores acusó de
      corrupción al duque de Buckhingham, y fue necesaria toda la
      presión del rey Carlos I para librarlo de los cargos.
    
Francisco de Quevedo publicó la Historia del buscón llamado don
        Pablos, una de las mejores novelas del género
      picaresco.
    
Lope de Vega publicó sus Soliloquios
        amorosos de un alma a Dios, en los que se arrepiente de
      su vida
      pasada, así como La
        corona
        trágica, sobre María Estuardo.
    
Luis de Góngora sufrió un ataque cerebral. La reina
      le
      envió sus médicos. El 29
        de
        marzo hizo testamento.
    
Ese año murieron:
    
La colonia puritana de Plymouth estaba prosperando. Los colonos
      ya
      habían reunido el dinero necesario para pagar una deuda con
      los
      comerciantes ingleses que aportaron financiación para su
      viaje,
      y el número de habitantes había crecido lo
      suficiente
      para fundar nuevos asentamientos. Ese año fundaron la
      ciudad de Salem, sesenta
      y cinco
      kilómetros más al norte.
    
El 25 de abril Wallenstein
      venció a Ernesto de Mansfeld en Dessau.
      Desde hacía un tiempo, Wallenstein había tomado a su
      servicio a Johannes Kepler, no como astrónomo, sino como
      astrólogo asesor.
    
El 4 de mayo, el
      neerlandés Peter Minuit
      desembarcó en la isla de Manhattan y realizó la que
      probablemente sea la operación comercial más famosa
      de la
      historia: compró la isla a los indios que la habitaban por
      unas
      baratijas valoradas en sesenta florines, suma que tradicionalmente
      se
      ha traducido a veinticuatro dólares. Al norte de la isla
      fundó una ciudad poblada inicialmente con unos trescientos
      hombres, que fue llamada Nueva
        Amsterdam. La región circundante era ya conocida
      desde
      hacía un tiempo como Nueva
        Holanda. 
    
Mientras tanto, Piet Heyn volvía a derrotar a los
      españoles en la bahía de Todos
        los Santos. 
    
El 27 de agosto el conde de
      Tilly
      derrotó a Cristián IV de Dinamarca en Lutter. Esto le
      permitió
      adueñarse de los ducados de Schleswig y Holstein.
    
El rey Gustavo II Adolfo de Suecia tenía ya en su poder el
      ducado de Prusia, además de Livonia. La dejó bajo el
      gobierno de Axel Gustavsson
        Oxenstierna. 
    
 En los
      últimos años, los intereses de
      Mersenne
      habían ido
      desplazándose desde la teología hacia la ciencia.
      Había creado un
      círculo de estudiantes parisinos, a los que había
      que
      añadir otros con
      los que se mantenía en contacto por correspondencia que
      había llegado a
      ser conocido como la Académie
        Parisiensis o, entre amigos, la Académie Mersenne. Ahora
      publicaba su Synopsis
        mathematica,
      en la que aborta, entre otras cosas, el estudi de la curva que el
      llamó roulette, y
      que
      ahora se conoce
      como cicloide (que es la
      trayectoria que sigue un punto de la rueda de un vehículo
      cuando
      éste avanza).
En los
      últimos años, los intereses de
      Mersenne
      habían ido
      desplazándose desde la teología hacia la ciencia.
      Había creado un
      círculo de estudiantes parisinos, a los que había
      que
      añadir otros con
      los que se mantenía en contacto por correspondencia que
      había llegado a
      ser conocido como la Académie
        Parisiensis o, entre amigos, la Académie Mersenne. Ahora
      publicaba su Synopsis
        mathematica,
      en la que aborta, entre otras cosas, el estudi de la curva que el
      llamó roulette, y
      que
      ahora se conoce
      como cicloide (que es la
      trayectoria que sigue un punto de la rueda de un vehículo
      cuando
      éste avanza).
    
En 1627, Piet Heyn
      saqueó
      la ciudad brasileña de Bahía.
      
    
Los ingleses fundaron un asentamiento en las islas Barbados, en
      las
      Antillas.
    
Johannes Kepler publicó las llamadas Tablas rudolfinas (en honor
      al
      emperador Rodolfo II) para el cálculo de las posiciones de
      los
      planetas, tablas basadas tanto en las observaciones de Tycho Brahe
      como
      en las leyes del movimiento planetario descubiertas por el propio
      Kepler.
    
El pintor Van Dyck, después de pasar cinco años en
      Italia (donde se le llamó Il
        pittore cavalieresco) marchó a Amberes, donde se
      reunió con su maestro Rubens, que había llegado
      recientemente desde París y no había tardado en
      convertirse en el hombre de confianza de la gobernadora, Isabel
      Clara
      Eugenia.
    
Frans Hals pintó otro de sus célebres retratos de
      grupos: el Banquete de los
        oficiales
        de la Compañía Cívica de San Adrián.
      
    
El conde-duque de Olivares creó para un primo suyo, Diego Mesía Felípez de
        Guzmán, el título de marqués de Leganés, que desde
      entonces
      ocupó los más altos cargos en el ejército.
    
Por esta época se presentó la propuesta de
      convertir a
      santa Teresa de Jesús en copatrona de España, junto
      al
      apóstol Santiago. Entre los detractores destacaba Francisco
      de
      Quevedo, caballero de la orden de Santiago, que defendió el
      patronato único del apóstol con escritos en verso y
      en
      prosa, como el extenso poema "Contra
el
        patronato de santa Teresa de Jesús". Otra obra
      suya Los sueños,
      una
      colección de relatos que habían circulado
      manuscritos
      durante una década, fueron publicados sin permiso del autor
      y
      denunciados a la Santa Inquisición.
    
En Sevilla se publicaron los primeros dramas del mercedario fray
      Gabriel Téllez, que
      los
      firmaba con el pseudónimo de Tirso
        de Molina. Tenía ya cuarenta y tres años y
      se
      conocen pocos datos sobre su vida (se sabe que sufrió
      varias
      condenas y amonestaciones por escribir comedias profanas que
      podían atentar contra la moral).
    
Ese año murieron:
    
Abahai, el kan de los manchúes, se proclamó
      emperador
      y bautizó a su dinastía con el nombre de Qing (pura). Sus
      ejércitos
      empezaron a enfrentarse a mongoles, coreanos y chinos.
      Llegó a
      cruzar la Gran Muralla y amenazó Pekín, pero fue
      rechazado.
    
| La guerra de los Treinta
              Años | Índice | El cardenal
              Richelieu |