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El 1 de enero de 1914 se inauguró la St.
        Petersburg-Tampa Airboat Line, la primera compañía aérea que
      ofreció un servicio de transporte aéreo regular con aparatos más
      pesados que el aire. Unía las ciudades de San Petersburgo y Tampa
      (ambas en el Estado de Florida).
    
El 5 de enero Henry Ford anunció el
      nuevo programa retributivo de su empresa: aumentaba el salario de
      sus trabajadores hasta 5 dólares al día siempre y cuando tuvieran
      más de 22 años y hubieran trabajado al menos seis meses para la
      empresa. Además tenían que pasar un "control sociológico" que
      excluía a quienes bebían en exceso o se daban al juego o a otros
      vicios y excesos. Los trabajadores cualificados recibirían un
      incremento aún mayor. Además rebajó unilateralmente la jornada
      laboral de 9 a 8 horas al día, 5 días a la semana. Dijo: "Quiero
        unos trabajadores bien pagados para que puedan comprar mis
        coches". Estas medidas fueron muy criticadas por otros
      empresarios.
    
El 10 de enero el presidente
      ecuatoriano Leónidas Plaza ordenó a la armada que bombardeara
      Esmeralda para acabar con la rebelión de Carlos Concha, pero el
      ataque a la población civil le restó gran parte del apoyo de la
      opinión pública.
    
El 27 de enero una insurrección obligó
      al presidente haitiano Michel Oreste a abandonar el país. Se formó
      entonces un "comité de salvación pública" que unos días más tarde
      nombró presidente a Oreste Zamor, que nombró a su hermano
      Charles Zamor ministro del interior.
    
El 30 de enero se estrenó en Viena la
      opereta Por fin solos, de Franz Lehár.
    
Mack Sennett, Mabel Normand y Roscoe Arbuckle se habían fijado en
      un mimo británico llamado Charles Spencer Chaplin, que el
      año anterior les había impresionado en un teatro de Nueva York
      interpretando un papel de borracho. Lo convencieron para que
      aceptara un contrato en la Keystone Pictures Studio y el 2 de febrero se estrenaba su primer
      cortometraje, de 13 minutos de duración, titulado Ganándose el
        pan, en el que Chaplin interpretaba un personaje pintoresco,
      bien vestido, con un gran bigote,  sombrero de copa y bastón.
    
El presidente peruano Guillermo Billinghurst estaba proponiendo
      medidas de protección a los trabajadores, como la limitación de la
      jornada laboral a 8 horas, el reconocimiento de los sindicados y
      del derecho de huelga, etc., pero una parte importante del
      congreso se oponía a las reformas. Billinghurst amenazó con
      disolver el congreso y modificar la constitución. Por las noches
      salían a las calles grupos armados de obreros que defendían al
      presidente, mientras que los contrarios insistían en la
      legitimidad del congreso y pedían al ejército que se encargara de
      garantizar su inviolabilidad. El coronel Óscar Raimundo
        Benavides se prestó a usar sus tropas en favor de los
      congresistas y el 3 de febrero
      Billinghurst lo destituyó. Pero esto sólo precipitó los
      acontecimientos, pues el 4 de febrero
      Benavides dio un golpe de Estado que obligó a Billinghurst a
      marchar al exilio. Se formó entonces una junta de gobierno
      presidida por Benavides con la aprobación del congreso, que luego
      lo nombró presidente provisional.
    
El 7 de febrero se estrenó el segundo
      cortometraje de Charles Chaplin. Se titulaba Kid Auto Races at
        Venice (Carreras de coches para niños en Venice, que es un
      distrito de Los Ángeles), en la que el actor interpreta por
      primera vez el personaje que lo haría célebre, conocid como Little
        Tramp (pequeño vagabundo) o Charlot, con su
      bitotito, su bombín y su bastón, un vagabundo torpe, pero de buen
      corazón, que se esfuerza por actuar con modales de caballero. En
      realidad Chaplin concibió su personaje para la película Mabel's
        Strange Predicament, que fue rodada antes, pero se estrenó
      el 9 de febrero. 
    
Tras un largo año en el gobierno, Alfonso Augusto da Costa fue sucedido por Bernardino Luis Machado Guimarães, como presidente del consejo de ministros de Portugal.
Hacía 25 años había llegado a los estados unidos un judío húngaro
      de 16 años llamado Adolph Zukor, que dos años atrás había
      fundado una productora cinematográfica llamada Famous Players
        Film Company, que había contratado a Mary Pickford y la
      estaba lanzando a la fama. El 10 de febrero
      se estrenó Hearts Adrift (Corazones a la deriva), dirigida
      por Edwin S. Porter, y su éxito fue tal, que Mary Pickford pudo
      exigir un aumento de sueldo. Por primera vez, su nombre se
      anunciaba en las marquesinas bajo el título de la película.
    
Dieciséis años atrás había llegado a los Estados Unidos otro
      judío, esta vez polaco, llamado Szmuel Gelbfisz, que ahora
      se hacía llamar Samuel Goldfish, y que el año anterior se
      había asociado con su cuñado Jesse Louis Lasky para
      formar otra productora cinematográfica, la Lasky Feature Play
        Company, al frente de la cual pusieron a Cecil Blount
      DeMille, que tenía cierta experiencia como director teatral, pero
      ninguna en el mundo del cine. Sin embargo, el 12
        de febrero se estrenó la primera película dirigida por
      DeMille, en colaboración con Oskar Apfel, y fue un récord
      de taquilla. Duraba 74 minutos, estaba ambientada en el Oeste, fue
      uno de los primeros largometrajes rodados en Hollywood, y se
      titulaba The Squaw Man. Su beneficio neto ascendió a los
      244.700 dólares. La otra gran producción del año fue un serial de
      23 capítulos titulado The Million Dollar Mystery,
      producida por una de las compañías cinematográficas
      estadounidenses más antiguas, la Thanhouser Company,
      fundada cinco años atrás por Edwin Thanhouser. Las
      compañías de Lasky y de Zukor se asociaron ese año para formar una
      distribuidora que fue bautizada como Paramount Pictures.
      La Paramount ofreció a Roscoe Arbuckle la oferta jamás
      vista de 1000 dólares por día de rodaje más el 25% de los
      beneficios que obtuvieran sus películas. Fatty había empezado su
      carrera como extra el año anterior cobrando 3 dólares al día.
    
El primer ministro ruso Vladímir Kokovtsov fue sucedido por el
      ultraconservador Iván Goremykin. 
    
Las grandes potencias habían tomado finalmente una decisión sobre
      Albania: se convertiría en un principado regido por el príncipe Guillermo
        de Wied, sobrino de la reina Isabel de Rumanía, la
      esposa del rey Carlos I. El 21 de febrero
      el príncipe recibió a una comitiva de dieciocho representantes de
      las distintas regiones de Albania que le ofrecieron formalmente la
      corona y éste aceptó.
    
El 22 de febrero la tripulación de una
      cañonera de la armada mexicana, el Tampico, se amotinó
      bajo las órdenes del lugarteniente Hilario Malpica para
      unirse a los rebeldes constitucionalistas que se oponían a la
      dictadura de Victoriano Huerta. 
    
El 28 de febrero los griegos que
      vivían en el sur de Albania fundaron la República Autónoma del
        Epiro del Norte y se declararon independientes con el apoyo
      extraoficial de Grecia.
    
El 4 de marzo dos cañoneras mexicanas
      avistaron el Tampico en Topolobampo y se inició un
      combate que terminó cuando el Tampico optó por refugiarse
      en el puerto. Entonces una de las cañoneras gubernamentales
      mantuvo el puerto bloqueado mientras la otra marchaba a repostar.
    
El 7 de marzo llegaba a Durrës,
      la capital de Albania, el príncipe Guillermo de Wied, que fue
      proclamado príncipe de Albania con el nombre de Vidi I. A
      los pocos días estalló en el país una revuelta de campesinos
      musulmanes que se oponían al primer ministro Essad Bajá Toptani, y
      a la intervención extranjera.
    
Las sufragistas británicas estaban radicalizando sus acciones. Su
      última estrategia era provocar incendios. En los dos últimos años
      habían incendiado una casa de refrescos, un puesto de venta de
      orquídeas, y un vagón de tren. Emmeline Pankhurst declaró no estar
      relacionada con esos incidentes, pero dio su apoyo a las
      sufragistas incendiarias. Algunas usaron ácido para marcar
      mensajes en favor del voto femenino en la hierba de campos de golf
      usados por parlamentarios. Pankhurst era arrestada una y otra vez,
      y puesta en libertad al poco tiempo por los problemas de salud que
      le provocaban sus huelgas de hambre. El 10 de
        marzo, para protestar por uno de sus encarcelamientos, la
      sufragista Mary Richardson apuñaló siete veces la Venus
        del espejo, de Velázquez, que estaba expuesta en la National
        Galery de Londres. Fue condenada a seis meses de prisión, la
      pena máxima contemplada por destruir una obra de arte. El cuadro
      fue restaurado y no quedó huella de los daños causados.
    
El 12 de marzo murió en Nueva York el
      ingeniero y empresario estadounidense George Westinghouse. 
    
El 13 de marzo el Tampico salió a toda
      máquina de Topolobampo tratando de dejar atrás los dos barcos
      gubernamentales que bloqueaban el puerto. Éstos se lanzaron en su
      persecución y, tras un enfrentamiento en que ninguna de las partes
      logró causar daños serios a la otra, el Tampico volvió a
      refugiarse en el puerto.
    
El presidente ecuatoriano Leónidas Plaza se había puesto
      personalmente al frente de las operaciones contra los rebeldes de
      Esmeraldas, y el 15 de marzo logró que
      éstos desalojaran la ciudad y volvieran a Tachina.
    
El periodista francés Gaston Calmette había desatado una
      violenta campaña desde Le Figaro contra el ministro de
      Finanzas Joseph Caillaux, en el transcurso de la cual
      había publicado una carta que Caillaux había dirigido a la que
      después sería su esposa, cuando todavía era su amante y estaba
      casada con otro hombre. El 16 de marzo
      Henriette Caillaux se presentó en el despacho de Calmette
      y, tras intercambiar con él unas pocas palabras, sacó una pistola
      y le disparó cuatro veces. Luego se dejó detener por la policía
      sin oponer resistencia. Calmette murió unas horas después y
      Caillaux no tuvo más opción que dimitir. Estos sucesos terminaron
      de hundir al primer ministro, Gaston Doumergue, que ya había se
      había ganado muchos enemigos entre los conservadores con la
      creación de un impuesto sobre la renta y entre la izquierda por la
      prolongación a tres años del servicio militar obligatorio.
    
El 20 de marzo se estrenó Tess of
        the Storm Country, (Tess, del país de las tormentas),
      dirigida por Edwin S. Porter, que terminó de consagrar a Mary
      Pickford como la actriz más popular de los Estados Unidos, si no
      del mundo entero.
    
El 21 de marzo cayó el gobierno de
      Giovanni Giolitti, que fue sucedido como primer ministro italiano
      por Antonio Salandra. 
    
El 27 de marzo el belga Albert
        Hustin realizó la primera transfusión de sangre indirecta,
      es decir, no directamente de un donante a un receptor, sino que la
      sangre del donante era almacenada para ser traspasada a un
      receptor cuando fuera requerida. No obstante, Hustin tardaría unos
      años en encontrar un sistema para que la sangre pudiera ser
      conservada durante un periodo razonablemente largo de tiempo sin
      que coagulara.
    
El 31 de marzo el Tampico
      trató una vez más de salir del puerto de Topolobampo aprovechando
      que uno de los dos barcos que lo bloqueaban había marchado a
      repostar. Esta vez el combate fue más efectivo por ambas partes,
      el barco del gobierno resultó dañado y el Tampico se
      hundió mientras trataba de llegar una vez más al puerto.
    
El 6 de abril se firmó el tratado
      Thompson-Urrutia entre Colombia y los Estados Unidos en virtud del
      cual Colombia recibía una indemnización por la pérdida de Panamá,
      así como el derecho a usar el canal de Panamá sin pagar nungún
      peaje. El acuerdo también reconocía la frontera entre Colombia y
      Panamá fijada por los colombianos, pero Panamá se negó a aceptar
      este punto sobre el que nadie le había consultado.
    
Los rebeldes mexicanos dirigidos por Venustiano Carranza se
      acercaban a Tampico, donde había una considerable población
      estadounidense debido a la existencia de pozos petrolíferos. Por
      ello algunos barcos estadounidenses estaban en la zona a la
      expectativa, para defender las propiedades estadounidenses en caso
      de que se produjera un enfrentamiento armado. El 9 de abril los mexicanos arrestaron a un
      grupo de nueve marines estadounidenses que habían desembarcado
      para comprar gasolina. Los marines no hablaban español y los
      mexicanos no hablaban inglés. El almirante Henry Thomas Mayo
      protestó enérgicamente por el arresto y planteó un ultimátum por
      el que exigía la liberación inmediata de sus hombres en un plazo
      de 24 horas, así como que las autoridades mexicanas se disculparan
      izando la bandera estadounidense en Tampico y la saludaran con 21
      salvas. El general Morelos Zaragoza ordenó que los marines
      fueran puestos en libertad y constestó que con mucho gusto
      rendiría los honores pedidos a la bandera estadounidense siempre y
      cuando los estadounidenses hicieran otro tanto con la bandera
      mexicana. Mayo no aceptó la condición y redujo a 12 horas el
      término de su ultimátum, que no fue atendido.
    
Mientras tanto un biplano pilotado por el capitán Gustavo
        Salinas despegó de Topolobambo y lanzó unas bombas sobre los
      barcos que bloqueaban el puerto, si bien ninguna acertó en su
      objetivo.
    
El peruano Leónidas plaza envió un ejército desde Esmeralda para
      atacar Tachina. Puso al mando al coronel Moisés Oliva, que
      dividió sus fuerzas en dos columnas, una bajo su mando y otra bajo
      el del coronel Enrique Valdez Concha, sobrino del
      insurrecto Carlos Concha. El 10 de abril
      la columna de Valdez fue víctima de una emboscada y sufrió una
      estrepitosa derrota en la que murió el propio Valdez. Entonces
      Plaza, ante el temor de ser atacado en Esmeraldas, ordenó que se
      cavaran trincheras.
    
La prensa japonesa sacó a la luz un caso de corrupción, según el
      cual la compañía japonesa Siemens y la británica Vickers habían
      sobornado a varios oficiales de la marina japonesa para asegurarse
      contratos millonarios. Como consecuencia, gran parte del
      presupuesto japonés se había dedicado al ejército en detrimento de
      otras partidas. La noticia provocó manifestaciones violentas
      contra el gobierno y finalmente el 16 de abril
      el primer ministro Yamamoto Gonnohyoe tuvo que dimitir y Okuma
      Shigenobu formó un nuevo gabinete.
    
El 18 de abril se estrenó Cabiria,
      una película producida por la compañía italiana Itala
        Films, dirigida por Giovanni Pastrone. Tres años
      atrás había dirigido La caída de Troya, de treinta minutos
      de duración, y tras el éxito que la compañía había tenido el año
      anterior con Quo Vadis?, Pastrone había recibido el
      encargo de dirigir la mayor "superproducción" realizada
      hasta el momento, de 247 minutos de duración y con un presupuesto
      millonario. Estaba ambientada en la Segunda Guerra Púnica
      y contaba con unos efectos especiales innovadores, entre los que
      destaca una erupción del Etna.
    
El dictador venezolano Juan Vicente Gómez había nombrado a José
      Gil Fortoul como presidente títere como una estratagema para
      mantenerse en el poder. El 19 de abril
      el congreso volvió a elegir a Gómez como presidente, pero éste
      decidió permanecer en Maracay como comandante del ejército
      nacional. Como consecuencia, Victorino Márquez Bustillos,
      que había sido nombrado presidente provisional, fue ascendido a
      presidente títere, que ejercía como tal consultando con Gómez
      todos los asuntos.
    
El incidente de Tampico dio pie al presidente Wilson a solicitar
      permiso al Congreso para ocupar el puerto de Veracruz como
      respuesta al incumplimiento del ultimátum del almirante Mayo por
      parte del gobierno mexicano. Mientras estaba esperando el trámite
      parlamentario, recibió noticias de que un buque alemán se dirigía
      a Veracruz con un suministro de armas para el gobierno mexicano.
      El año anterior los Estados Unidos habían decretado un embargo de
      armas para México, y tanto Gran Bretaña como Francia habían
      decidido acatarlo, pero Alemania se prestó a colaborar con
      Victoriano Huerta. Para evitar que la entrega de armas se llevara
      a cabo, Wilson autorizó la ocupación de Veracruz aun sin contar
      con el permiso del Congreso. Mayo recibió instrucciones de dirigir
      la flota a Veracruz y el 21 de abril se
      inició el desembarco. La población de Veracruz se opuso al
      desembarco. Al parecer, el primer disparo lo realizó un policía
      que fue inmediatamente abatido. Los estadounidenses fueron tomando
      posiciones en la ciudad, pero los combates se prolongaron varios
      días hasta que la resistencia fue sofocada. Los estadounidenses
      contaron 22 muertos y 70 heridos, mientras que hubo unos 160
      soldados mexicanos y una cantidad indeterminada de civiles
      muertos, y unos 200 heridos.
    
A primeros de año el presidente chino Yuan Shikai había disuelto
      el parlamento y había formado una asamblea de 66 partidarios suyos
      que el 1 de mayo presentaron un "pacto
        constitucional" que sustituía de facto a la
      constitución provisional china y que confería a Yuan Shikai
      poderes ilimitados sobre el ejército, la economía y la política
      exterior. Yuan justificó la reforma afirmando que la democracia
      representativa había demostrado ser ineficiente por las luchas
      políticas. A continuación reorganizó los gobiernos locales
      asignando a cada provincia un gobernador militar y un gobernador
      civil.
    
El 4 de mayo se estrenó Caught in
        the Rain, el primer cortometraje dirigido y protagonizado
      por Charles Chaplin. Sennett le había permitido dirigirla después
      de que Chaplin se comprometiera a pagarle 1.500 dólares si
      fracasaba, pero lo cierto es que fue un éxito. Desde ese momento
      dirigiría sus propias películas, a un ritmo aproximado de una a la
      semana.
    
El 8 de mayo Alfredo González
        Flores tomó posesión como presidente de Costa Rica. En
      realidad su partido no había ganado las elecciones, pero sus dos
      rivales más votados no podían asegurar una mayoría absoluta y
      renunciaron a la presidencia.
    
El 9 de mayo se estrenó en los Estados
      Unidos La vida del general Villa, una película documental
      sobre Pancho Villa dirigida por D.W. Griffith en la que participó
      el propio Villa, que había recibido 25.000$ por adelantado más el
      50% de los beneficios. Pancho Villa tenía ya 36 años, y las
      escenas correspondientes a su juventud las rodó un actor de 27
      años llamado Raoul Walsh, que era también ayudante de
      Griffith.
    
El 15 de mayo el rebelde peruano
      Carlos Concha apresó a Moisés Oliva. Plaza ordenó a sus tropas
      que, ante un eventual ataque, resistieran hasta el final, pero él
      se marchó a Quito para que le contaran allí cómo había ido la
      cosa. Pronto surgieron nuevas revueltas en otros puntos del país.
    
El 17 de mayo el gobierno albanés
      firmó el protocolo de Corfú con representantes del
      gobierno provisional del Epiro del Norte, por el que se acordaba
      que esta región gozaría de total autonomía dentro del principado
      de Albania. Mientras tanto llegaba a Durrës la noticia de que
      miles de rebeldes musulmanes estaban rodeando Shijak, a sólo diez
      kilómetros de la capital albanesa. El primer ministro Essad Bajá
      fue acusado de fomentar la revuelta y el 20 de
        mayo fue exiliado a Italia.
    
El 23 de mayo los rebeldes musulmanes
      albaneses capturaron a una fuerza de policías enviados contra
      ellos y por la noche soltaron a un oficial para transmitir sus
      exigencias, que eran la amnistía total y que Albania volviera a
      ser declarada protectorado otomano.
    
Una de las posibilidades para que Servia pudiera conseguir un
      acceso al Mediterráneo era la anexión de Bosnia, a la sazón
      ocupada por el Imperio Austrohúngaro. Ese año, los servicios
      secretos servios se pusieron en contacto con miembros de una
      organización terrorista bosnia conocida como la Mano Negra,
      dirigida desde Belgrado por Danilo Ilić.
      Paulatinamente, la Mano Negra pasó a estar controlada por un grupo
      de militares servios que habían participado en el golpe de Estado
      que había culminado con el asesinato del rey Alejandro I de Servia
      y su sucesión por Pedro I. Se fraguó entonces el plan de asesinar
      al gobernador austriaco de Bosnia, Oskar Potiorek. El
      encargado de llevar a cabo el atentado era un carpintero llamado Mehmed
      Mehmedbašić. Sin embargo, el 26 de
        mayo, cuando todo estaba ya preparado, Ilić lo convocó a
      una reunión en la que le informó de que había habido un cambio de
      planes: el archiduque Francisco Fernando de Austria, el heredero
      del emperador Francisco José I, iba a visitar Sarajevo para
      presenciar unas maniobras militares, y había pasado a ser el nuevo
      objetivo. Para ello Ilić había reclutado a otros cinco hombres que
      se unirían a Mehmedbašić.
    
El 28 de mayo se estrenó en Madrid Maruxa,
      una de las óperas más conocidas de Amadeo Vives.
    
Un joven ingeniero británico de 26 años llamado Archibald Low
      hizo una exhibición pública de un invento que llamó Tele
        Vista, con el que transmitía imágenes a través de un cable
      eléctrico. El prototipo era muy rudimentario, pero Low afirmaba
      que si se desarrollaba adecuadamente se podrían construir
      teléfonos con los que los interlocutores no sólo se oirían, sino
      también podrían verse.
    
La ocupación francesa del sur de Marruecos se encontraba con la
      oposición de algunas tribus, que se iba haciendo más intensa a
      medida que la zona controlada efectivamente por Francia iba
      creciendo. Las tribus más hostiles eran las tribus bereberes que
      formaban la confederación de los zayanes, dirigidas por Mouha
        ou Hammou Zayani, que tenía su base en Khénifra.
      Finalmentelos franceses lanzaron un ataque sobre la ciudad que
      supuso en la práctica una declaración de guerra. Avanzaron con
      unos 14.000 hombres divididos en tres columnas. Los zayanes
      lanzaron tres ataques contra los campamentos franceses en tres
      noches sucesivas, y el 10 de junio los
      franceses contraatacaron. El 12 de junio
      llegaron a Khénifra, pero la encontraron abandonada, con lo que la
      ocuparon sin resistencia. Ese mismo día tuvieron que repeler un
      ataque de los bereberes, y lo mismo sucedería en los días
      siguientes.
    
Tras unas elecciones en las que la extrema izquierda obtuvo la
      mayoría en la Asamblea Nacional, el 13 de
        junio René Viviani fue elegido presidente del
      consejo de ministros de Francia.
    
Los rebeldes mexicanos habían reflotado el Tampico, que se había
      hundido muy cerca del puerto de Topolobampo, y el 16 de junio estaba en condiciones de tratar
      de romper el bloqueo por cuarta vez. Aprovechando nuevamente la
      ausencia de uno de los dos barcos salió y presentó batalla al
      otro, pero esta vez el Tampico salió mucho peor parado. Se declaró
      un incendio y sus calderas quedaron inutilizadas. La tripulación
      tuvo que abandonar el barco en botes salvavidas y, cuando fueron
      rescatados por el barco enemigo, el capitán Malpica sacó su
      revólver y se disparó en la sien.
    
El 23 de junio Pancho Villa atacó la
      ciudad de Zacatecas con unos 23.000 soldados. La defendía el
      general Luis Medina Barrón con unos 12.000 hombres. Los
      constitucionalistas entraron en la ciudad y mataron
      indiscriminadamente a soldados y a civiles. Terminado el combate,
      los hombres de Villa fueron casa por casa asesinando y saqueando.
      No se libraron los hospitales, donde la población trataba de
      refugiarse.  Unos 6000 soldados gubernamentales resultaron
      muertos, a los que hay que sumar las víctimas civiles. Villa no
      ordenó detener el saqueo hasta el día siguiente.
    
El 24 de junio el rey Pedro I de
      Servia nombró regente a su hijo, el príncipe Alejandro,
      alegando problemas de salud.
    
El 28 de junio el archiduque Francisco
      Fernando de Austria llegaba en tren a Sarajevo con su esposa,
      donde fue recibido por el gobernador Potiorek. Desde la estación
      la comitiva se desplazó en seis coches hacia el ayuntamiento.
      Danilo Ilić había dispuesto a sus seis terroristas en distintos
      puntos del trayecto. Los primeros a los que llegó la comitiva eran
      Mehmedbašić y el servio Vaso Čubrilović. Cada uno de los
      cuales llevaba una bomba. Sin embargo, ninguno de los dos logró
      llevar a cabo el atentado. Luego la comitiva se acercó al
      servobosnio Nedeljko Čabrinović, también armado con una
      bomba. Éste sí logró lanzarla, pero el aparato rebotó contra la
      capota abierta del automóvil, y explotó bajo el coche siguiente
      causando heridas a unas veinte personas. Entonces Čabrinović se
      tragó una cápsula de veneno y se arrojó al río Miljacka.
      Sin embargo, vomitó el veneno y se dio de cabeza contra el fondo,
      pues el río sólo tenía 12 cm de profundidad. Una multitud empezó a
      golpearlo hasta que lo detuvo la policía. El coche que llevaba al
      archiduque aceleró su marcha hacia el ayuntamiento, y su gran
      velocidad impidió que los terroristas siguientes, el servio Cvjetko
        Popović y los servobosnios Gavrilo Princip y Trifun
        Grabež, pudieran lanzar sus bombas.
    
Una vez en el ayuntamiento, se decidió cambiar los actos
      previstos: el archiduque iría al hospital a visitar a los heridos
      por el atentado. Durante el trayecto el coche se paró en una
      maniobra, casualmente cerca de donde se encontraba Princip, que
      vio su oportunidad. Sacó su pistola y disparó dos tiros a una
      distancia de cinco metros. El primero alcanzó al archiduque en la
      yugular y el segundo a la duquesa en el abdomen. Posteriormente,
      en el juicio, Princip declararía que su intención no era disparar
      a la duquesa, sino al gobernador Potiorek. Las últimas palabras de
      Francisco Fernando fueron: ¡Sofía!, ¡Sofía!, No te
        mueras, ... vive para nuestros hijos, seguidas de
      varios "no es nada", en respuesta a los que le
      preguntaban cómo estaba. Sofía murió antes de llegar a la casa del
      gobernador, y el archiduque murió diez minutos después. Princip
      fue capturado inmediatamente por la policía, y pronto fueron
      arrestados e interrogados Ilić y los otros terroristas excepto
      Mehmedbašić, que logró huir a Montenegro. Allí fue capturado algo
      más tarde, pero las autoridades facilitaron su huida a Servia. El
      emperador Francisco José I nunca había perdonado a Francisco
      Fernando que se casara con la condesa Sofía, una mujer de la baja
      nobleza, y no se dignó a asistir a su entierro.
    
La línea sucesoria de Francisco José I continuaba por los hijos de su hermano Carlos Luis, que había muerto diez años antes. Éstos eran: Francisco Fernando (enfermizo y débil), Otto (con fama de libertino) y Fernando Carlos, que había renunciado a sus derechos en favor de su primogénito Carlos. Tenía 27 años, hablaba alemán, inglés, francés y húngaro, y buenos conocimientos de política y derecho. Tres años antes se había casado con Zita de Borbón-Parma, la decimoséptima hija del duque Roberto I de Parma.
El 31 de junio las tropas francesas
      que ocupaban Khénifra atacaron un campamento de los zayanes, que
      habían localizado unos días antes y los derrotaron en una batalla
      en la que les infligieron considerables bajas. Los franceses
      esperaban que los bereberes tardaran un tiempo en recuperarse,
      pero no fue así. Durante los días siguientes los ataques no
      cesaron.
    
China, Gran Bretaña y las autoridades tibetanas estaban
      negociando en Simla un acuerdo según el cual el Tíbet
      sería dividido en un Tíbet interior, gobernado por China y
      un Tíbet exterior bajo protectorado chino, pero
      independiente. Sin embargo, China no estuvo dispuesta a ratificar
      los acuerdos a los que se estaba llegando y el 3
        de julio el representante chino se retiró de la
      negociación. Ese mismo día los representantes británicos y
      tibetanos firmaron un acuerdo bilateral.
    
Las declaraciones de los arrestados por el atentado contra el archiduque Francisco Fernando involucraban a Servia en el atentado (aunque no podían considerarse probatorias), y así en Viena surgieron dos partidos agriamente enfrentados: los belicistas que consideraban el atentado como la excusa perfecta para declarar la guerra a Servia y acabar con su potencia militar, y los pacifistas que lo veían muy arriesgado. El emperador Francisco José I veía la guerra con buenos ojos, pero no quería lanzarse a ella sin contar con el apoyo indiscutido de Alemania. La diplomacia alemana se apresuró entonces a aconsejar a Austria que declarara la guerra a Servia lo antes posible, pues Alemania (aliada de Austria) estaba mejor preparada para la guerra que Rusia (aliada de Servia) o Francia (aliada de Rusia), por lo que las potencias enemigas no se atreverían a intervenir y la guerra se reduciría a un conflicto entre Austria-Hungría y Servia, tal vez apoyada por algún otro Estado de los Balcanes. El 4 de julio el propio Kaiser Guillermo II declaró que estaba totalmente a favor de "ajustar las cuentas a Servia". También dijo: "Debemos acabar con los servios, ahora o nunca".
Ese día se produjo una explosión accidental en Nueva York en un
      piso en el que varios anarquistas estaban acumulando explosivos.
      Hubo cuatro muertos y varias decenas de heridos. Los anarquistas
      preparaban un atentado contra John Davison Rockefeller,
      como venganza por una matanza que se había producido unos meses
      antes en una mina de Colorado, propiedad del millonario, cuando la
      guardia nacional asaltó un campamento de mineros en huelga, lo
      incendió y varias mujeres y niños murieron víctimas del fuego y
      del humo.
    
El 5 de julio el ministro
      austrohúngaro de asuntos exteriores visitó Berlín. Entre otros
      documentos llevaba una carta del emperador Francisco José I en la
      que afirmaba que la única forma de prevenir la desintegración del
      Imperio Austro-Húngaro era eliminar a Servia como Estado, y
      también confesaba que la decisión de declarar la guerra a Servia
      se había tomado antes del atentado, y que éste no había hecho sino
      confirmar la necesidad de la guerra. El Kaiser confirmó que
      Austria podría contar con el pleno soporte por parte de Alemania
      en caso de guerra contra Servia, incluso en el caso de que Rusia
      decidiera apoyar a Servia, y que lamentaría que Austria no
      aprovechara la oportunidad que se le presentaba. Estas
      declaraciones se conocen como "el cheque en blanco" que
      Alemania dio a Austria.
    
El 7 de julio se reunió el Consejo
      Imperial, cuyos miembros apoyaron todos la guerra contra Servia
      excepto el primer ministro húngaro, el conde István Tisza,
      quien alertó de que si se declaraba la guerra a Servia, Rusia
      intervendría, y con ella Francia, luego también Alemania, y el
      conflicto se convertiría en una guerra mundial. Los demás
      replicaron que si Austria mostraba debilidad y no declaraba la
      guerra perdería el apoyo de Alemania, lo cual la dejaría en una
      peligrosa situación de debilidad. Todos menos Tisza convinieron en
      que lo procedente era dar un ultimátum a Servia planteado de forma
      que no pudiera ser aceptado. Mientras tanto, Alemania urgía cada
      vez más a Austria a declarar la guerra.
    
La censura zarista clausuró el periódico Pravda, que
      durante los dos años siguientes tuvo que cambiar de nombre ocho
      veces para burlar el acoso de la policía.
    
El 12 de julio el zar Fernando I de
      Bulgaria anunció que su país permanecería neutral en caso de
      guerra en Europa. Básicamente, Bulgaria consideraba que las
      grandes potencias la habían traicionado tras las Guerras
      Balcánicas y no se fiaba de ellas, ni de las de un bando ni de las
      de otro.
    
Ese día los rebeldes albaneses capturaron Berat. 
    
Rasputín se encontraba en Pokrovskoye acompañando a su
      padre en un viaje. Cuando salió de la casa en que se hospedaba fue
      atacado por una mujer llamada Khionia Guseva que le clavó
      un puñal en el estómago. Al parecer era una fanática seguidora de
      un monje ortodoxo radical llamado Sergei Trufanov, y al
      apuñalar a Raputín gritó: ¡He matado al anticristo! Pero
      debió de haberlo matado otro día, porque Rasputín no murió. Cayó
      al suelo ensangrentado, fue llevado a su casa y al cabo de diez
      horas llegó un médico que lo operó en plena noche. Unos días más
      tarde fue trasladado a un hospital. El zar envió a su médico
      personal. Guseva, que negó cualquier implicación de Trufanov, fue
      internada en un manicomio. Trufanov había huido del país.
    
Venustiano Carranza, Pancho Villa y Emiliano Zapata avanzaban
      imparables hacia la Ciudad de México, así que el 15 de julio el dictador Victoriano Huerta
      dimitió y marchó al exilio.
    
Exiliado en Japón, Sun Yat-Sen fundó el Partido Revolucionario Chino, que sucedía al proscrito Kuomintang. Para inscribirse Sun Yat-Sen exigía un juramento de lealtad hacia su persona, pero esto hizo que muchos de sus partidarios lo abandonaran, al considerar que sus exigencias eran contrarias a la democracia y al espíritu de la revolución que el propio Sun trataba de organizar.
El 23 de julio el embajador austriaco
      en Belgrado presentó un ultimátum a Servia en el que exhortaba a
      satisfacer los puntos siguientes:
    
El plazo para aceptar el ultimátum se fijaba en cuarenta y ocho
      horas. Esa misma noche el príncipe Alejandro visitaba la embajada
      rusa para expresar su desesperación por el ultimátum austriaco,
      "que no podía aceptar ningún Estado con un mínimo de dignidad."
      Solicitó el apoyo de Rusia, pero lo único que obtuvo del embajador
      fue "apoyo moral". El zar Nicolás II aconsejó a los servios
      aceptar el ultimátum y esperar que la opinión internacional
      forzara a los austriacos a cambiar de idea.
    
El ultimátum causó conmoción en Gran Bretaña. Winston Churchill,
      a la sazón Primer Lord del Almirantazgo, escribió:
    
Europa está temblando al borde de una guerra general. El ultimátum austriaco es el documento más insolente jamás ideado en su género.
El secretario de asuntos exteriores británico, Edward Grey,
      se ofreció como mediador y sugirió a Austria que ampliara el plazo
      del ultimátum como mejor medida para salvar la paz. El único
      diplomático alemán presente en Gran Bretaña y que era contrario a
      la guerra era Karl Max, príncipe Lichnowsky. Grey
      le dijo que "cualquier nación que aceptara las condiciones del
        ultimátum dejaría de ser realmente una nación independiente",
      y Lichnowsky incluyó esta declaración en un informe al Kaiser,
      quien escribió en un margen: "Eso sería muy deseable. Servia
        no es una nación en el sentido europeo, sino una banda de
        ladrones". 
    
El ministro de asuntos exteriores ruso envió una carta a todas
      las grandes potencias en la que les pedía que presionaran a
      Austria para ampliar el plazo del ultimátum. Austria rechazó
      varias peticiones rusas en este sentido. Mientras tanto Rusia
      trataba de convencer a Servia de que aceptara el ultimátum.
    
La respuesta de Servia fue aceptar todos los puntos excepto el
      sexto, es decir, que no estaba dispuesta a permitir que la policía
      austriaca operara en territorio servio. El 24
        de julio movilizó a su ejército ante la inminente
      declaración de guerra por parte de Austria. El 25
        de julio Grey sugirió a Alemania que declarara a Austria
      que consideraba aceptable la respuesta servia al ultimátum, y la
      nota británica fue transmitida a Austria sin más comentario, lo
      cual, según los convenios diplomáticos, se interpretaba como una
      recomendación de no aceptarla. El emperador Francisco José I
      ordenó la movilización del ejército austriaco y llamó al embajador
      austriaco en Belgrado. 
    
El 26 de julio el canciller alemán,
      Bethmann Hollweg, envió un mensaje a los embajadores en Londres,
      París y San Petersburgo advirtiendo de que el punto principal de
      la política exterior alemana era entonces aparentar que si
      Alemania entrara en guerra lo haría forzada por Rusia. Esto
      eximiría a Gran Bretaña del compromiso de apoyar a Rusia. Además,
      el partido socialdemócrata alemán había condenado la actitud de
      Austria, y estaba organizando manifestaciones de protesta por la
      actitud del gobierno alemán, pero a la vez los dirigentes
      socialdemócratas habían prometido en privado su apoyo si Alemania
      se veía obligada a enfrentarse a un ataque ruso.
    
Así pues, Alemania apoyaba débilmente todas las propuestas que
      hacía Gran Bretaña para encontrar una forma de mediación, fuera
      bilateral, fuera en una cumbre de las grandes potencias, etc.,
      pero la actitud ambigua alemana causaba cada vez más recelos entre
      los británicos, que sospechaban cada vez más firmemente de la mala
      fe subyacente en las reacciones alemanas. El 27
        de julio Gran Bretaña movilizó a su flota para dar la
      impresión de que estaba dispuesta a entrar en guerra, con la
      esperanza de que esto podría mover a Alemania a buscar la paz con
      más interés.
    
El 28 de julio Gran Bretaña presentó a
      Alemania su cuarta propuesta de mediación, esta vez firmada por el
      propio rey Jorge V, pero Alemania terminó rechazándola aduciendo
      que no estaba dispuesta a sentar a Austria ante un tribunal de
        justicia por su pleito contra Servia. Mientras tanto las
      tropas austriacas se estaban concentrando en Bosnia, a la espera
      de la orden de invadir Servia.
    
El Kaiser Guillermo II había permanecido de crucero por el mar
      del Norte, según tenía previsto, para aparentar normalidad cuando
      Alemania fingía no saber nada de las intenciones de Austria, pero
      finalmente había regresado a Berlín y al ver la respuesta servia
      al ultimátum austriaco consideró que "eliminaba toda razón
        para una guerra", pues los pocos puntos de desacuerdo
      podrían resolverse fácilmente en una negociación, así que él mismo
      presentó una oferta que coincidía con otra hecha por Gran Bretaña,
      según la cual Austria ocuparía Belgrado, pero no iría más allá, y
      usaría dicha ocupación para negociar con Servia desde una posición
      de fuerza. Según Guillermo II, "los servios eran orientales,
        luego mentirosos, tramposos y maestros de las evasivas", por
      lo que una ocupación de Belgrado sería necesaria hasta que Servia
      cumpliera su palabra.
    
Esto exasperó al canciller Bethmann-Hollweg, que hizo lo posible
      para sabotear el ramalazo pacifista del emperador. Para empezar
      suprimió las frases de la propuesta en las que aconsejaba a
      Austria no declarar la guerra a Servia, pero además retrasó la
      entrega del documento, de forma que a las 11 de la mañana Austria
      declaraba la guerra a Servia y a las 12 recibía la propuesta del
      Kaiser. Unas horas más tarde la flota austriaca iniciaba un
      bombardeo contra Belgrado.
    
Guillermo II envió un telegrama al zar Nicolás II pidiéndole
      ayuda para Austria, pero Nicolás II le respondió:
    
[...] solicito tu ayuda. Se ha declarado una guerra innoble contra un país débil. [...] Pronto me veré abrumado por presiones para adoptar medidas extremas que llevarán a la guerra. Para evitar la calamidad de una guerra europea, te ruego en nombre de nuestra vieja amistad que hagas lo que puedas para impedir que tus aliados vayan demasiado lejos.
Mientras tanto, Austria informó a Alemania de que no estaría en
      condiciones de invadir Servia hasta dentro de dos semanas, lo cual
      exasperó a los alemanes. Un comunicado diplomático decía:
    
El gobierno imperial se encuentra en la posición extraordinariamente difícil de tener que atender a propuestas de mediación de las otras potencias, y si continúa manteniendo reservas hacia tales propuestas, el odio de haber provocado una guerra mundial recaerá finalmente sobre él, incluso ante los ojos del pueblo alemán. Pero una guerra exitosa en tres frentes (Servia, Rusia y Francia) no puede iniciarse sobre una base semejante. Es imperativo que la responsabilidad de una extensión del conflicto a las potencias no implicadas directamente recaiga únicamente sobre Rusia sea como sea.
Los militares alemanes tenían elaborado desde hacía años un plan
      de invasión de Francia. Los franceses habían fortificado
      considerablemente su frontera con Alemania, pero no con Bélgica, y
      la frontera entre Bélgica y Alemania tampoco estaba muy protegida.
      Por lo tanto, la forma más fácil de entrar en Francia era a través
      de Bélgica. El jefe del Estado Mayor alemán, Helmuth von
        Moltke, envió un mensaje al gobierno belga pidiendo
      permiso para el paso por territorio belga de tropas alemanas en
      caso de guerra contra Francia y Rusia. Mientras tanto, el
      canciller Bethmann-Hollweg aseguraba al embajador británico que
      estaba haciendo lo posible por disuadir a Austria de invadir
      Servia, al tiempo que ofrecía al Imperio Otomano una alianza
      contra Rusia.
    
El 29 de julio Rusia ordenó una
      movilización parcial de sus tropas en los cuatro distritos
      militares que limitaban con el Imperio Austro-Húngaro. Como
      respuesta, el Kaiser Guillermo II envió un telegrama al zar
      Nicolás II en el que afirmaba su convicción de que "un
      entendimiento entre Rusia y Austria era posible y deseable".
      Mientras tanto, Moltke lamentaba que Alemania no considerara la
      movilización parcial rusa como una excusa suficiente para declarar
      la guerra a Rusia. Sin embargo, el canciller Bethmann-Hollweg
      insistía en que era preciso esperar a una movilización general.
      Moltke propuso que Austria se movilizara contra Rusia para así
      justificar la movilización de Alemania, en virtud de su alianza
      con Austria.
    
Mientras tanto el ejército austriaco empezó a bombardear algunos
      puntos de Servia desde Bosnia, sin cruzar la frontera.
    
Edward Grey sugirió veladamente al príncipe Lichnowsky que, si
      Alemania atacaba a Francia, Gran Bretaña se vería obligada a
      intervenir. Además insistió en su propuesta de que Austria se
      limitara a ocupar Belgrado, oferta a la que difícilmente se podía
      oponer Alemania cuando el Kaiser Guillermo II había propuesto lo
      mismo. Finalmente, Alemania ya no pudo disimular su intención de
      ir a la guerra en apoyo de Austria, y trató de evitar que Gran
      Bretaña apoyara a Francia comprometiéndose a no anexionarse ningún
      territorio metropolitano francés (pero sin comprometerse a nada
      sobre las colonias francesas). También anunció que violaría en
      breve la neutralidad belga, pero prometió no anexionarse el país
      si Bélgica no ofrecía resistencia al paso de las tropas alemanas.
      Sin embargo, una vez quedó claro que Alemania no deseaba la paz,
      Gran Bretaña manifestó abiertamente que apoyaría a Francia en caso
      de agresión. Esto asustó al canciller Bethmann-Hollweg, que cambió
      de criterio y pasó a recomendar a Austria que aceptara la
      mediación británica, ya que las condiciones eran muy honorables
      para el Imperio Austro-Húngaro. También presionó a Servia, y
      finalmente logró que "bajo ciertas interpretaciones" Servia
      aceptara todos los términos del ultimátum austriaco. El 30 de julio Alemania comunicaba a Austria la
      resolución servia, añadiendo que, junto con la ocupación de
      Belgrado como garantía, sería suficiente para llegar a una
      solución negociada al conflicto, pero Austria rechazó las
      presiones alemanas para negociar la paz declarando que llegaban
      demasiado tarde.
    
Ese día el zar Nicolás II comunicó mediante un telegrama al
      Kaiser Guillermo II su orden del día anterior de movilizar
      parcialmente su ejército contra Austria, lo que llevó a Guillermo
      II a dar la orden de movilizar también al ejército alemán.
      Guillermo II fue informado ese día de la disposición de Gran
      Bretaña de apoyar a Francia en caso de que Alemania le declarara
      la guerra. Se cuenta que se puso furioso y llamó a Gran Bretaña "esa
        sucia nación de verduleras". 
    
Estado Mayor ruso recomendaba al zar la movilización general,
      Nicolás II aceptó, pero canceló la orden en señal de buena volutad
      tras recibir un telegrama del Kaiser con un llamamiento a la paz.
      Mientras tanto se firmaba el acuerdo entre Alemania y el Imperio
      Otomano contra Rusia. Bethmann-Hollweg todavía tenía esperanzas de
      presentar a Rusia como culpable de la guerra al menos ante la
      opinión pública alemana, para no encontrarse con la oposición (y
      posible sabotaje) de los socialdemócratas. Mientras tanto el
      canciller alemán enviaba varios telegramas a Viena en los que
      declaraba:
    
Nosotros estamos dispuestos a cumplir nuestras obligaciones como aliados, pero debemos rechazar la posibilidad de ser arrastrados por Viena a una guerra mundial de forma frívola y sin que se tenga en cuenta nuestro consejo. [...]
Si Austria rechaza todas las negociaciones, nos enfrentamos a un conflicto en el que Inglaterra estará contra nosotros [...] bajo estas circunstancias debemos urgir al gobierno de Viena a que acepte la mediación bajo las condiciones honorables mencionadas. La responsabilidad de las consecuencias que se producirían en otro caso para Austria y para nosotros serían extraordinariamente onerosas.
Pero mientras el canciller esperaba la respuesta a sus telegramas
      al gobierno austriaco, el zar Nicolás II, ante nuevas presiones de
      su Estado Mayor, ordenó la movilización general del ejército ruso.
      Al parecer, ésta fue la causa de que Bethmann-Hollweg enviara un
      nuevo telegrama al embajador alemán en Viena para que suspendiera
      toda negociación.
    
Por su parte, René Viviani, el presidente del consejo de
      ministros de Francia, ordenó que las tropas francesas se alejaran
      10 km de la frontera como muestra de las intenciones pacíficas de
      su país.
    
El 31 de julio el Consejo Imperial
      Austriaco decidió seguir adelante con la guerra contra Servia. El
      zar Nicolás II envió un telegrama al Kaiser:
    
Te agradezco de corazón tu mediación, que empieza a dar esperanzas de que todo puede terminar pacíficamente. [...] Nada más lejos de nuestra intención que desear la guerra. Mientras continúen las negociaciones entre Austria y Servia mis tropas no llevarán a cabo ninguna acción provocativa. Te doy mi solemne palabra de ello.
Mientras tanto, el embajador alemán en París entregó un ultimatum
      a Viviani según el cual, si Rusia no detenía su movilización,
      Alemania atacaría Francia. Viviani acababa de regresar a Francia
      de una estancia en Rusia, junto con el presidente de la república,
      y no sabía nada de la movilización Rusa, así que pidió información
      a la embajada en San Petersburgo. El mariscal Joseph Joffre
      le pidió permiso para movilizar al ejército, pero Viviani lo
      denegó.
    
Los nacionalistas radicales franceses estaban deseando entrar en
      guerra con Alemania para ajustar cuentas por la ocupación de
      Alsacia y Lorena. El partido socialista francés se oponía a la
      guerra, pero ese día su máximo responsable, Jean Jaurès,
      fue asesinado por un militante de extrema derecha llamado Raoul
        Villain, de treinta años.
    
El Kaiser Guillermo II dio la orden de movilizar el ejército
      alemán, pero se daba la peculiaridad de que, en el caso de
      Alemania, la "movilización" contra Francia suponía ocupar Bélgica
      y Luxemburgo y, por lo tanto, una declaración de guerra. El 1 de agosto llegó a través de Gran Bretaña
      una oferta de neutralidad francesa, y el Kaiser la aceptó
      inmediatamente, lo que suponía que los ejércitos que se estaban
      dirigiendo hacia Bélgica debían dar media vuelta y marchar hacia
      la frontera rusa. Sin embargo, Moltke aseguró al Kaiser que ese
      cambio de planes era técnicamente inviable. El canciller envió un
      nuevo ultimátum a Francia exhortándola a renunciar a su alianza
      con Rusia o a enfrentarse a un ataque alemán. Viviani dio órdenes
      de movilizar el ejército francés y poco después las tropas
      alemanas entraban en Luxemburgo.
    
Ese mismo día Alemania declaró la guerra a Rusia.
      Accidentalmente, el embajador alemán entregó dos declaraciones de
      guerra: una en la que constaba como causa la falta de respuesta
      por parte de Rusia a los requerimientos alemanes y otra decía que
      la respuesta rusa era inaceptable. El parlamente ruso accedió a
      disolverse durante el tiempo que durara la guerra.
    
El 2 de agosto se firmó una alianza
      secreta entre Alemania y el Imperio Otomano. Mientras tanto la
      marina británica bloqueaba el acceso al mar del Norte, de modo que
      Alemania no pudiera recibir suministros por mar. Se hizo pública
      una larga lista de mercancías que serían declaradas "contrabando
      de guerra" si cualquier buque mercante trataba de introducirlas en
      Alemania.
    
Para entonces Alemania controlaba Luxemburgo y enviaba a Bélgica
      un ultimátum exigiendo el permiso para que el ejército alemán
      atravesara Bélgica. El rey Alberto se negó a autorizar tal
      violación de la neutralidad belga, que estaba basada en un antiguo
      tratado (firmado casi ochenta años atrás) entre Gran Bretaña,
      Francia y Alemania. El 3 de agosto
      Alemania declaró la guerra a Francia y el 4 de
        agosto a Bélgica, al tiempo que un ejército alemán
      entraba en el país camino de Francia. Ese día el canciller
      Bethmann-Hollweg reconoció ante el parlamento alemán que la
      invasión de Bélgica y Luxemburgo suponía una violación de la
      legalidad internacional, pero que Alemania se encontraba en una
      situación de necesidad y que la necesidad carece de leyes.
      
    
Suiza dirigió a los países beligerantes una declaración en la que
      recordaba que en el Congreso de Viena de 1815 las naciones
      europeas habían acordado la neutralidad perpetua de Suiza en
      cualquier conflicto europeo. Tanto Francia como Alemania
      aseguraron que respetarían escrupulosamente la neutralidad suiza.
    
Gran Bretaña lanzó un ultimátum a Alemania instándola a no entrar
      en Bélgica. Como éste fue rechazado, el 5 de
        agosto Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania.
      Mientras tanto los alemanes cruzaban el Mosa.
    
El 6 de agosto se firmó un acuerdo
      entre Gran Bretaña y Francia en virtud del cual Francia dirigiría
      las operaciones de la flota aliada en el Mediterráneo.
    
Ese día los alemanes iniciaron un ataque contra Lieja. La ciudad
      caía en sus manos el 7 de agosto, pero
      la mayor parte de las fortalezas que la rodeaban seguían en manos
      de los belgas. Al mismo tiempo un ejército formado por 45.000
      franceses invadía Alsacia.
    
Eduardo Dato, el presidente del consejo de ministros, anunció la
      neutralidad de España en la guerra. Lo cierto es que nadie tenía
      interés alguno en tener a España como aliado.
    
José Vicente Concha Ferreira tomó posesión como presidente
      de Colombia, con el apoyo del partido liberal de Rafael Uribe.
    
Serguéi Prokófiev había terminado sus estudios en el
      conservatorio y ese día ganó "la batalla de los pianos",
      un concurso de piano cuyo premio era precisamente un piano.
      Prokófiev interpretó su Concierto para Piano No 1. El
      compositor razonó que si interpretaba su propia obra, el jurado no
      sabría decir si la había interpretado bien o no.
    
El 8 de agosto los franceses ocupaban
      Mulhouse, en Alsacia. Los alemanes, bajo el mando de Josias
        von heeringen, se habían retirado sin oponer resistencia.
    
El 9 de agosto von Heeringen recibió
      refuerzos y, ya con 30.000 hombres, inició una maniobra envolvente
      que hizo que los franceses cruzaran de vuelta la frontera hasta
      Belfort, para no ser rodeados. Mientras tanto unos 80.000 soldados
      británicos embarcaban rumbo a Francia.
    
Ese día murió el presidente argentino Roque Sáenz Peña, y el
      vicepresidente Victorino de la Plaza asumió la
      presidencia.
    
El 12 de agosto 4000 soldados de
      caballería alemanes y 2.000 de infantería atacaron la pequeña
      ciudad belga de Haelen, que proporcionaba una buena
      posición para cruzar el río Gete. Sin embargo, cinco
      regimientos belgas les presentaron batalla (en total 2.400
      soldados de caballería y 350 soldados armados con rifles y
      montados en bicicletas). Los belgas habían tratado de volar el
      puente sobre el Gete, pero parte de la estructura quedó en pie y
      unos 1.000 alemanes lograron cruzar. Sin embargo, los belgas se
      hicieron con la victoria y los alemanes contaron 150 muertos, 600
      heridos y 300 prisioneros.
    
Los alemanes causaban estragos a su avance por Bélgica, y no
      dudaban en ejecutar hombres mujeres y niños en todas las
      localidades por las que pasaban (se contaron 156 muertos en Aarschot,
      211 en Andenne, 383 en Tamines, 674 en Dinant).
      
    
Si la guerra tenía que servir para algo, era para despojar a
      Alemania de sus colonias. El primer enfrentamiento colonial tuvo
      lugar en el protectorado alemán de Togolandia, en el
      África occidental. Unos días atrás fuerzas francesas y británicas
      habían cruzado la frontera y habían tomado la capital, Lomé,
      sin resistencia. La primera escaramuza tuvo lugar el 13 de agosto en Bafilo, cuando un
      contingente francés fue rechazado por los alemanes.
    
Al mismo tiempo el ejército austro-húngaro cruzaba la frontera
      servia por dos puntos desde Bosnia y no tardaba en ocupar la
      ciudad de Šabac. El 14 de agosto
      el frente austro-húngaro cubría unos 160 km, pero luego empezó a
      reunir sus fuerzas en Valjevo. Desde allí los ejércitos
      segundo y quinto fueron enviados hacia Belgrado.
    
Venustiano Carranza fue el primero en llegar a la capital
      mexicana y allí se erigió en "encargado del poder ejecutivo".
      
    
Mientras tanto nos 590.000 franceses invadieron Lorena y las
      tropas alemanas se retiraron ante su avance. Mientras tanto en
      Bélgica los alemanes iban bombardeando una por una las fortalezas
      que rodeaban Lieja, que se fueron rindiendo hasta que el 15 de agosto cayó Loncin, la última
      que resistía.
    
Mientras tanto se inauguraba el canal de Panamá. Los Estados
      Unidos habían invertido 375 millones de dólares (ahora serían unos
      8.600 millones). Los puertos chilenos pronto experimentaron un
      drástico descenso en el tráfico marítimo.
    
Gran Bretaña había instado a Japón a que se implicara en la
      guerra en virtud de la alianza anglo-japonesa de 1902, y Japón no
      necesitó que se lo pidieran dos veces. Ese día envió un ultimátum
      a Alemania en el que exigía que retirara su flota de las aguas
      chinas y japonesas y que transfiriera a Japón las zonas de China
      bajo su control.
    
En Togolandia, unos 2.600 británicos derrotaron a unos 1.500
      alemanes en la batalla de Agbeluvhoe. 
    
En las laderas del monte Cer se produjo el primer
      enfrentamiento entre el ejército austro-húngaro y el ejército
      servio. El combate se prolongó hasta la noche, y al día siguiente,
      el 16 de agosto, los austro-húngaros se
      retiraban en desorden dejando numerosas bajas.
    
La flota Austro-húngara llevaba varios días bombardeando
      Montenegro hasta que ese día la flota conjunta franco-británica
      atacó a dos buques austro-húngaros que estaban bombardeando la
      ciudad de Antivari, uno de los cuales resultó hundido y el
      otro huyó con graves daños.
    
En Lorena los franceses empezaron a sufrir ataques de la artillería alemana de largo alcance que finalmente logró detener su avance.
Entre tanto el primer ejército ruso, integrado por unos 200.000
      hombres habría penetrado en Prusia con el objetivo de tomar
      Königsberg. Estaba dirigido por el general Pavel Rennenkampf,
      y el 17 de agosto sus primeras
      divisiones (unos 84.000 hombres) chocaron en Stalluponen
      con una división de infantería del octavo ejército alemán,
      dirigida por el general Hermann von François. Éste tenía
      órdenes de retirarse ante el avance ruso, pues el plan era
      ralentizar el avance ruso (que se preveía ya lento de por sí) a la
      espera de que pudiera enviarse refuerzos desde el frente
      occidental. Sin embargo, von François desobedeció las órdenes y
      presentó batalla con sus apenas 16.000 hombres. Poco después
      recibió un mensaje del general Maximilian von Prittwitz en
      el que le instaba a acatar las órdenes y retirarse. Sin embargo,
      la respuesta de von François se hizo célebre. Le dijo a su
      ayudante: Informe al general Prittwitz de que el general von
        François se retirará cuando haya derrotado a los rusos! Y no
      le fue mal: logró poner en fuga a los rusos, que dejaron 619
      muertos, unos 2.400 heridos y casi 4.500 prisioneros, casi todo un
      regimiento. Von François persiguió al enemigo hasta llegar al
      radio de alcance de la artillería rusa. Sólo entonces "acató la
      orden" de retirarse y tomó posiciones cerca de Gumbinnen.
      
    
Los servios trataron de tomar Šabac a los austro-húngaros, pero
      fracasaron en el intento.
    
Mientras tanto los franceses reanudaban su avance en Lorena.
    
El 18 de agosto los austro-húngaros
      trataron de alejar el ejército servio de Šabac, pero fueron
      severamente derrotados, situación que se repitió al día siguiente.
    
El estallido de la guerra había sorprendido a Trotski en Viena,
      de donde huyó inmediatamente hasta Suiza ante el temor de ser
      arrestado por su nacionalidad Rusa. Lenin se encontraba de
      vacaciones en una cabaña campestre en territorio austrohúngaro, y
      fue detenido por la policía durante dos semanas, hasta que un
      dirigente socialista austriaco logró su liberación el 19 de agosto tras asegurar al gobierno la
      profunda animadversión de Lenin hacia el gobierno zarista.
    
Ciertamente, Lenin se había posicionado radicalmente en contra de
      la guerra, y con él todos los bolcheviques. Había recibido con
      estupor la noticia de que, tras varias semanas en las que los
      partidos socialistas de diversos países se habían opuesto a la
      guerra, los diputados socialistas alemanes habían votado a favor
      del presupuesto de guerra extraordinario. El apoyo de los
      socialdemócratas alemanes a su gobierno llevó a los socialistas de
      otros países a apoyar también a los suyos, con lo que el espíritu
      internacional del movimiento socialista se resquebrajó de repente.
      Tras su liberación Lenin se enteró con tristeza de que Plejánov
      estaba en Francia reclutando voluntarios rusos para el frente
      francés. La postura de Plejánov era más profrancesa que prorrusa,
      pues consideraba que Francia representaba el progreso, mientras
      que Alemania representaba el imperialismo y el militarismo. Los
      imperios centrales eran los causantes del conflicto y la Triple
        Entente simplemente se defendía. Por su parte Lenin
      consideraba que la guerra era un choque entre dos bloques
      capitalistas: el alemán y el franco-británico, en el que la
      atrasada Rusia era sólo un peón y que, en cualquier caso, no
      beneficiaba en nada al proletariado de ningún país. 
    
Emmeline Pankhurst decidió también apoyar al gobierno británico
      mientras durara la guerra, aunque un grupo de sufragistas se
      desmarcó de esta posición. Entre ellas las hijas de Pankhurst,
      cuyas convicciones socialistas las llevaron a oponerse a la
      guerra.
    
Los franceses atacaron de nuevo Muhouse, en Alsacia, y
      consiguieron tomarla por un breve lapso de tiempo, para ser
      rechazados nuevamente.
    
Aprovechando que muchas tropas francesas en Marruecos habían sido
      transportadas a Francia, los zayanes llevaban todo el mes atacando
      intensamente Khénifra. Ahora los franceses lanzaban varios
      contraataques simultáneos en puntos diferentes con los que
      causaron numerosas bajas a los zayanes y aliviaron la presión
      sobre Khénifra. Finalmente se llegó a un estado de "paz armada".
    
El éxito de von François en Stalluponen le permitió a éste
      convencer a von Prittwitz de que los rusos no eran tan fuertes
      como aparentaban, y que la superioridad del armamento alemán
      compensaba la superioridad numérica rusa. Además, argumentaba von
      François, una retirada sistemática desmoralizaría a los soldados,
      mayoritariamente prusianos, que verían cómo se dejaba su patria a
      merced de los rusos. De este modo, von François convenció a von
      Prittwitz de que atacara al primer ejército ruso aprovechando que
      el segundo aún estaba lejos. Así, al amanecer del 20 de agosto los alemanes atacaron a los
      rusos, que contraatacaron con su artillería, pero no tardaron en
      quedarse sin munición de largo alcance y por la tarde se vieron
      obligados a retroceder 8 km. Luego llegaron refuerzos y la batalla
      se estancó durante unas horas, pero finalmente los rusos
      maniobraron y amenazaron con rodear a los alemanes, que se
      retiraron desordenadamente dejando 6.000 prisioneros a los rusos.
      Von Prittwitz se asustó tanto que ordenó una desproporcionada
      retirada general hasta el Vístula, con lo que toda Prusia Oriental
      quedó a merced de los rusos. En total los alemanes contaron,
      además de los prisioneros indicados, 1.250 muertos y 6.414
      heridos. Las bajas rusas ascendieron a casi 20.000 hombres entre
      muertos y heridos. Von Prittwitz fue relevado del mando y el
      general Paul von Hindenburg ocupó su lugar.
    
En Servia los austro-húngaros huían por la orilla del río Drina
      perseguidos por los servios, buscando un lugar por donde cruzar a
      la otra orilla, que era ya territorio bosnio. Muchos soldados se
      ahogaron en el río al lanzarse a él presos del pánico. Entonces
      los servios se dirigieron a Šabac.
    
Mientras tanto se producía el contraataque alemán en Lorena, con
      unos 345.000 hombres bajo el mando del príncipe Rodolfo de
        Baviera (hijo del rey Luis III de Baviera). Los franceses
      terminaron retirándose en Morhange, y luego en Sarrebourg.
      Huyeron en desbandada hacia la frontera abandonando 150 cañones y
      20.000 prisioneros, perseguidos por los alemanes, que cruzaron la
      frontera tras ellos.
    
En Bélgica el ejército alemán llegaba a Namur, que, como Lieja,
      estaba protegida por varios fuertes. Ese mismo día la artillería
      empezó a bombardearlos.
    
Ese día murió el Papa Pío X de un ataque al corazón. 
    
Los franceses creyeron que el plan alemán era invadir Francia por
      dos frentes: Bélgica y Lorena, por lo que si atacaban por el
      centro encontrarían escasa resistencia y podrían dividir al
      ejército enemigo. Por ello el 21 de agosto
      iniciaron un ataque sorpresa por el bosque de Las Ardenas,
      situado entre Bélgica y Luxemburgo. Para preservar el factor
      sorpresa, no se hizo ningún reconocimiento previo de la zona, y el
      resultado fue una sorpresa para los franceses, porque los alemanes
      tenían en Las Ardenas nada menos que sus ejércitos cuarto y
      quinto, bajo el mando del duque Alberto de Wurttemberg y
      el príncipe Guillermo de Prusia (hijo del Kaiser),
      respectivamente, unos 380.000 hombres en total, que estaban a la
      espera del avance por Bélgica del ala derecha y, para no
      permanecer inactivos, se habían dedicado los últimos días a
      construir defensas y fortificaciones. Ahora se enfrentaban a unos
      361.000 franceses. Para colmo, el día amaneció neblinoso y los
      franceses no se dieron cuenta de la presencia alemana hasta
      toparse literalmente con ella, y aun así creyeron estar
      enfrentándose a un grupo reducido.
    
Los rebeldes albaneses entraron en Vlore sin encontrar
      resistencia.
    
Mientras tanto los franceses trataban de impedir que los
      ejércitos alemanes segundo y tercero cruzaran el Sambre
      por Charleroi (Bélgica), pero los alemanes establecieron
      dos cabezas de puente que los franceses, escasos de artillería, no
      pudieron reducir. El 22 de agosto se
      produjo el grueso de la ofensiva alemana, al tiempo que en Las
      Ardenas, ya sin niebla, los franceses se abalanzaban
      temerariamente sobre las fortificaciones alemanas para ser
      cruentamente rechazados por la artillería enemiga. El resultado
      fue una carnicería. El ejército francés quedó prácticamente
      aniquilado.
    
Entre tanto los aliados seguían avanzando por Togolandia hacia la
      base alemana situada en Kamina. La principal protección de
      la base era el río Chra. Ese día unos 300 británicos y
      unos 158 franceses trataron de forzar el paso del río, defendido
      por unos 500 alemanes. Sin embargo, éstos se enteraron de que
      llegaban refuerzos franceses y durante la noche abandonaron las
      trincheras para replegarse en Kamina.
    
El 23 de agosto atacaron los alemanes
      en Las Ardenas. Los franceses huyeron desordenadamente hasta
      parapetarse tras el Mosela. Dejaron 25.000 muertos y unos
      30.000 prisioneros. Cuando la noticia llegó al frente de
      Charleroi, también allí se ordenó la retirada.
    
Ese día expiró el ultimátum japonés, así que Japón declaró la
      guerra a Alemania.
    
Los británicos trataban de detener el avance alemán en Bélgica en
      la batalla de Mons. Un canal separaba a los 80.000
      británicos de los 160.000 hombres que formaban el ala izquierda
      del ejército alemán en Bélgica. Los alemanes trataron de cruzarlo
      por cuatro puentes, pero fueron rechazados por los británicos, que
      provocaron numerosas bajas en el enemigo. Los alemanes cambiaron
      de estrategia y lanzaron un nuevo ataque más eficiente, que puso
      en grandes dificultades a los británicos. No obstante, aún
      pudieron impedirles el paso. Pero a la larga la superioridad
      numérica alemana se impuso y algunas unidades lograron cruzar el
      canal y amenazaron el flanco derecho británico. Los británicos
      tuvieron que retroceder y entonces los alemanes empezaron a tender
      puentes flotantes sobre el canal y se aproximaron peligrosamente a
      las líneas británicas. Finalmente se ordenó la retirada.
    
Mientras tanto 1.200.000 soldados rusos estaban entrando en
      Austria, concretamente en la región de Galitzia, que había
      sido polaca hasta que se la anexionó Austria en el primer reparto
      de Polonia. El primer choque se produjo en Kraśnik,
      entre el primer ejército austro-húngaro y el cuarto ejército ruso.
    
Durante los últimos días el ejército servio se había abierto paso
      hasta Šabac con violentos choques contra los austro-húngaros,
      hasta que finalmente rodearon la ciudad dispuestos a asediarla.
      Sin embargo, cuando el 24 de agosto
      lanzaron un ataque, descubrieron que los austro-húngaros habían
      huido durante la noche. Ese día los últimos soldados
      austro-húngaros salían de Servia. En total, unos 200.000
      austro-húngaros habían participado en la invasión, de los que casi
      10.000 resultaron muertos, 30.000 heridos y unos 4.500 fueron
      hechos prisioneros. El balance servio fue de menos de 5.000
      muertos y unos 15.000 heridos.
    
El príncipe Rodolfo de Baviera había perseguido durante cuatro
      días al ejército francés hasta entablar contacto con él de nuevo
      cerca de Nancy. Allí los alemanes intentaron durante
      varios días romper las líneas defensivas francesas. Mientras tanto
      se producía una nueva ofensiva alemana en Lorena, pero que no tuvo
      ningún resultado. Unos días más tarde ambos bandos construyeron
      trincheras y el combate se estancó.
    
El 25 de agosto se rindió la última de
      las fortalezas belgas que defendían Namur. Mientras tanto los
      alemanes saquearon Lovaina. Expulsaron a toda la población (unos
      10.000 civiles) e incendiaron unos 2.000 edificios, entre ellos la
      biblioteca de la universidad, donde unos 300.000 libros y
      manuscritos medievales fueron quemados con gasolina.
    
Tras varios días de combates, los rusos huyeron de Kraśnik
      perseguidos por el primer ejército austro-húngaro.
    
Tropas británicas y francesas habían invadido el Camerún alemán.
      El primer encuentro que se produjo en la colonia fue un combate
      menor en Tepe, en el que los aliados obtuvieron la
      victoria.
    
Los británicos y franceses en retirada desde Mons y Charleroi
      estaban siendo hostigados por el ejército alemán que los perseguía
      de cerca, así que el 26 de agosto
      decidieron presentar batalla en Le Cateau-Cambrésis para
      detener su avance y facilitar la retirada. Este objetivo se
      consiguió al precio de grandes pérdidas: más de 5.000 muertos y
      unos 2.600 prisioneros.
    
Mientras tanto el príncipe Rodolfo de Baviera ordenaba la
      retirada de Nancy, tras haber sufrido graves pérdidas, a la vez
      que otro ejército alemán cruzaba el Mosa. 
    
El cuarto ejército austro-húngaro, con unos 200.000 hombres, se
      enfrentaba en Komarow con el quinto ejército ruso, en
      igualdad numérica, mientras que los ejércitos segundo y tercero de
      Austria-Hungría se enfrentaban en Gnila Lipa a los
      ejércitos tercero y octavo de Rusia.
    
Un crucero británico atacó a un buque de guerra alemán, el Gran
        Emperador Guillermo (en realidad un barco mercante requisado
      y reconvertido en buque de guerra) mientras estaba repostando en
      la colonia española en África de Río de Oro. Durante un tiempo
      ambos barcos intercambiaron disparos hasta que los alemanes se
      quedaron sin municiones. Entonces trataron de huir, pero la
      tripulación terminó saltando al agua para ganar la costa a nado
      mientras el buque se hundía. Alemania protestó contra lo que
      consideraba una violación de la neutralidad de España, pero Gran
      Bretaña alegó que tomarse una semana para repostar en un puerto
      neutral era ya una violación de la neutralidad española.
    
Los aliados llegaron a Kamina, en Togolandia. La mayor parte del
      ejército alemán había desertado. Los que quedaban, habían volado
      sus instalaciones para luego rendirse. Togolandia fue partida en
      dos regiones, la occidental fue administrada por los británicos,
      que terminaron uniéndola a su colonia de la Costa de Oro, y la
      oriental quedó administrada por Francia.
    
En Camerún los aliados tenían que ocuparse de una serie de
      fortalezas alemanas. Ese día unos 150 británicos y 300 franceses
      iniciaron un asedio a la fortaleza de Mora, defendida por
      unos 204 alemanes.
    
El primer y el segundo ejército ruso se acercaban a Königsberg
      con un total de 416.000 hombres, a los que von Hindemburg se
      dispuso a rechazar con los 166.000 hombres del octavo ejército
      alemán. El choque se produjo en Tannenberg, y los alemanes
      salieron victoriosos en el primer encuentro. El 27 de agosto von François atacó el ala
      izquierda rusa a la que terminó poniendo en fuga.
    
Ese día la flota japonesa inició un bloqueo del puerto chino
      (bajo control alemán) de Tsingtao. Poco después se unieron dos
      barcos británicos.
    
En la República Dominicana seguía la guerra civil y el presidente
      estadounidense Woodrow Wilson había instado a ambas partes a
      terminar con las hostilidades, convocar unas elecciones limpias y
      acatar los resultados. En caso contrario, los Estados Unidos
      impondrían un presidente. El presidente José Bordas convocó el
      proceso electoral y resultó reelegido, pero la elección fue
      fraudulenta y la guerra civil continuó. Finalmente Bordas, que
      había perdido el apoyo estadounidense, tuvo que dejar el poder y
      la presidencia pasó a Ramón Báez, como presidente
      provisional.
    
El 28 de agosto el segundo ejército
      ruso, dirigido por el general Alexander Samsonov, estaba
      casi totalmente rodeado en Tannenberg y prácticamente sin
      escapatoria, a merced de la artillería alemana.
    
Ese día tuvo lugar la primera batalla naval de la guerra. Tuvo
      lugar en el mar del Norte. Durante un tiempo, las flotas británica
      y alemana habían permanecido a la defensiva, sin ningún encuentro
      relevante, pero los británicos captaron un patrón en los
      movimientos alemanes y decidieron tender una emboscada a la flota
      alemana cerca de la bahía de Heligoland. El resultado fue una
      clara victoria británica. Los alemanes terminaron con tres
      cruceros y un destructor hundidos y otros buques dañados. Contaron
      712 muertos y 336 prisioneros, mientras que los británicos no
      perdieron ningún barco y sólo tuvieron 35 muertos y 40 heridos.
    
Mientras tanto los alemanes habían pasado a Francia desde Bélgica
      e iniciaban el asedio de Maubeuge. 
    
Franceses y británicos seguían huyendo de los alemanes desde
      Bélgica. Tras haber librado pequeñas escaramuzas, el 29 de agosto los franceses presentaron de
      nuevo batalla al enemigo en San Quintín, para frenar nuevamente su
      avance y facilitar la retirada. La maniobra se prolongó hasta el 30 de agosto, y su coste fue de unos 8.000
      muertos y heridos y unos 2.000 prisioneros.
    
Mientras tanto tropas neozelandesas habían desembarcado en la
      Samoa Alemana y la habían ocupado sin encontrar resistencia
      alguna. En el Camerún los británicos tomaron Nsanakong,
      pero el fuerte de Garua se resistía al asalto. Unos días
      más tarde los aliados se retiraron con muchas bajas.
    
En el frente oriental los alemanes habían bombardeado
      constantemente al primer ejército ruso para evitar que pudiera
      llegar en auxilio del segundo. Para cuando Rennenkampf logró
      abrirse paso, éste ya había sido aniquilado, con 92.000
      prisioneros, 78.000 muertos y heridos y tan sólo 10.000
      supervivientes. El general Samsonov se había suicidado.
    
Los austro-húngaros resultaron derrotados en Gnila Lipa, pero la
      batalla de Komarow aún continuaba y el 31
        de agosto los austro-húngaros habían capturado ya 20.000
      prisioneros rusos. 
    
Ese día las autoridades rusas consideraron que el nombre de San
      Petersburgo sonaba demasiado alemán, así que lo cambiaron por su
      traducción al ruso: Petrogrado. 
    
El enfrentamiento en Komarow se prolongó hasta el 2 de septiembre, cuando los austro-húngaros
      lograron una victoria completa. Mientras tanto se iniciaba un
      nuevo enfrentamiento en Rawa, entre el tercer ejército
      ruso y los ejércitos tercero y cuarto de Austria-Hungría.
    
El gobierno francés se trasladó a Burdeos.
    
Tropas japonesas empezaban a desembarcar en China, cerca de Tsingtao. China protestó por la violación de su neutralidad, pero no interfirió en las operaciones japonesas. Alemania respondió concentrando en Tsingtao todas sus tropas en el Extremo Oriente. El Kaiser había declarado que le avergonzaría más perder Tsingtao ante los japoneses que Berlín ante los rusos. Una cañonera alemana hundió ese día el destructor japonés Shirotaye.
Arthur Conan Doyle empezó a publicar por entregas una nueva
      novela de Sherlock Holmes: El valle del terror. 
    
C.K. Chesterton publicó una nueva colección de relatos
      protagonizados por el Padre Brown, esta vez con el título de La
        sabiduría del Padre Brown. 
    
Miguel de Unamuno publicó su novela Niebla.
    
El 3 de septiembre fue elegido Papa el
      cardenal Giacomo Paolo Battista della Chiesa, que adoptó
      el nombre de Benedicto XV. Había sido creado cardenal
      apenas tres meses antes.
    
El príncipe Guillermo de Albania decidió que, en vista que la
      revuelta musulmana parecía imparable, lo mejor para su principado
      era que fuera gobernado desde Alemania, así que zarpó con su
      familia para "ausentarse temporalmente", pero sin renunciar a su
      soberanía.
    
El 4 de septiembre el príncipe Rodolfo
      de Baviera atacaba nuevamente el frente francés en el Mosela al
      frente de 350.000 hombres.
    
Finalmente, el ejército francés y el británico que venían huyendo
      de los alemanes desde Bélgica se encontraron con el frente que se
      había preparado para defender París, con lo que los aliados
      pudieron pasar de nuevo a la ofensiva. En un largo frente que se
      prolongaba hacia el este por la orilla meridional de Marne se
      dispusieron algo más de un millón de hombres, hacia los cuales se
      acercaban el primer y el segundo ejército alemán, con un total de
      1.485.000 hombres. El 5 de septiembre
      se iniciaba la batalla del Marne. 
    
Ese día un submarino alemán hundía al buque de guerra británico HMS
        Pathfinder. Era el primer éxito de una flotilla de
      submarinos que operaba en el mar del norte desde principios del
      mes anterior. En su primera salida no había logrado ningún
      resultado. Los submarinos se revelaban así como un peligro contra
      el que la poderosa flota británica no estaba preparada para
      luchar. Ante esta inquietante realidad, las autoridades trataron
      de ocultar lo ocurrido y dijeron que el barco había chocado contra
      una mina.
    
Lenin llegó a Suiza, donde se reunió con algunos bolcheviques con
      la intención de redactar un documento sobre la guerra. Su idea era
      que los socialistas debían convertir la guerra en una guerra civil
      para acelerar el proceso revolucionario en cada país. Los
      mencheviques estaban profundamente divididos entre los "defensistas",
      liderados por Plejánov, que consideraban prioritario evitar la
      derrota militar de Rusia, y los "internacionalistas",
      liderados por Mártov, y apoyados por Trotsky, que defendían la
      paz. Éstos eran mayoritarios y se aproximaron a Lenin por su
      coincidencia en este punto. Por el contrario, Plejánov se había
      situado en la extrema derecha del socialismo, lo que le valió la
      pérdida de casi todas sus amistades.
    
Un avión de reconocimiento japonés informó de que la flota
      alemana había abandonado Tsingtao burlando el bloqueo, por lo que
      algunos buques fueron asignados a otros destinos. El 6 de septiembre tuvo lugar el primer combate
      entre mar y aire de la historia, cuando un hidroavión japonés
      bombardeó sin éxito dos barcos alemanes.
    
Ese día los alemanes recuperaron Nsanakong, en el Camerún.
    
El 7 de septiembre capituló Maubeuge.
      En el frente oriental Paul von Hindenburg atacó el ala izquierda
      del ejército de Rennenkampf mientras el ala derecha era contenida
      por las defensas de Königsberg. Se iniciaba así la batalla de
        los Lagos Masurianos. 
    
El gobernador de Bosnia, Oskar Potiorek, dirigió él mismo una
      nueva invasión a Servia. Ese mismo día cruzó el Drina con el
      quinto ejército austro-húngaro, que se enfrentó a parte de los
      ejércitos servios segundo y tercero, reforzados por contingentes
      montenegrinos. El primer ataque fue repelido por el segundo
      ejército, que dejó unas 4.000 bajas entre los austro-húngaros,
      pero éstos perseveraron y los combates se prolongaron durante todo
      el mes.
    
El 8 de septiembre un avión
      austro-húngaro estaba sobrevolando posiciones del ejército ruso en
      una misión de exploración. El piloto ruso Piotr Nésterov
      despegó en su avión y, a falta de un método mejor para impedir que
      el avión enemigo regresara para informar de la situación rusa, lo
      embistió hasta que las dos naves cayeron y los tripulantes de
      ambas murieron. Esta táctica fue conocida desde entonces como Tarán,
      que en ruso significa ariete. No es necesariamente suicida, si se
      logra dañar con un leve impacto superficies sensibles del avión
      enemigo, como el timón o la hélice.
    
En el frente del Marne, los franceses habían encontrado un
      "agujero" entre el primer y el segundo ejército alemán y estaban
      tratando de llenarlo para incomunicarlos. El 9
        de septiembre los alemanes advirtieron el peligro y
      ordenaron una retirada para reagruparse y empezar de nuevo el
      ataque. El 10 de septiembre, tras una
      semana de combates indecisos, Rodolfo de Baviera ordenó también la
      retirada de su ejército hacia la frontera alemana.
    
Tras unos días de resultados indecisos, los alemanes estaban en
      una situación ventajosa en la batalla de los Lagos Masurianos y
      los rusos, ante el riesgo de ser rodeados, se veían obligados a
      retroceder.
    
El 11 de septiembre los rusos obtenían
      la victoria frente a los austro-húngaros en Rawa. El balance total
      en el frente de Galitzia estaba siendo favorable para los rusos,
      que habían hecho retroceder 160 km al enemigo, arrinconándolo
      contra los Cárpatos. Además, durante la retirada austriaca muchos
      soldados eslavos se rindieron, o incluso se pasaron al bando ruso.
      En total los rusos habían tomado 130.000 prisioneros y habían
      causado 324.000 bajas a los austro-húngaros.
    
Tropas australianas habían desembarcado en la Nueva Guinea
      alemana, y tras un breve asedio, tomaron Bita Paka, donde
      había una estación de radio alemana. Una de las prioridades de los
      aliados era destruir las estaciones de radio que permitían la
      comunicación entre los distintos buques de la flota alemana.
    
Poco después de la huida del príncipe Guillermo, en Albania había estallado una nueva revuelta de musulmanes, que, bajo la bandera otomana, rodearon Durrës, entraron en ella, encarcelaron a los que habían apoyado al príncipe y formaron un Senado de Albania Central, que invitó a Essad Bajá a regresar del exilio y retomar su puesto de primer ministro.
Persiguiendo a Rodolfo de Baviera los franceses pudieron avanzar
      hasta el Seille (un afluente del Mosela) donde el 12 de septiembre se atrincheraron y el
      frente se estabilizó. Mientras tanto Rennenkampf, en su huida,
      llegaba a Gumbinnen, y al día siguiente a Stalluponen. 
    
 El 13 de septiembre los
      alemanes, perseguidos por los aliados, detuvieron su retirada a
      unos 64 km de donde se había librado la batalla del Marne y, tras
      una batalla que quedó indecisa, empezaron a cavar trincheras. Los
      aliados hicieron lo mismo y se creó así un nuevo frente estable al
      norte del río Aisne. La derrota de los alemanes en El
      Marne fue crucial, pues éstos confiaban en ocupar París
      rápidamente para luego concentrarse en el frente oriental, pero
      ahora se había formado un frente de trincheras en Francia que
      podía permanecer inamovible durante años, con lo que Alemania se
      veía obligada a luchar en dos frentes. A partir de ese momento se
      inició la "carrera hacia el mar", en la que ambos bandos
      intentaron una y otra vez rodear el frente enemigo por el norte,
      lo que llevó a la extensión paulatina del frente de trincheras
      hasta el mar del Norte. El mapa muestra las fechas de las batallas
      sucesivas que fueron delimitando el frente de trincheras.
El 13 de septiembre los
      alemanes, perseguidos por los aliados, detuvieron su retirada a
      unos 64 km de donde se había librado la batalla del Marne y, tras
      una batalla que quedó indecisa, empezaron a cavar trincheras. Los
      aliados hicieron lo mismo y se creó así un nuevo frente estable al
      norte del río Aisne. La derrota de los alemanes en El
      Marne fue crucial, pues éstos confiaban en ocupar París
      rápidamente para luego concentrarse en el frente oriental, pero
      ahora se había formado un frente de trincheras en Francia que
      podía permanecer inamovible durante años, con lo que Alemania se
      veía obligada a luchar en dos frentes. A partir de ese momento se
      inició la "carrera hacia el mar", en la que ambos bandos
      intentaron una y otra vez rodear el frente enemigo por el norte,
      lo que llevó a la extensión paulatina del frente de trincheras
      hasta el mar del Norte. El mapa muestra las fechas de las batallas
      sucesivas que fueron delimitando el frente de trincheras.
    
La infantería japonesa que avanzaba hacia Tsingtao lanzó un
      ataque de caballería contra la fortaleza de Tsimo, que fue
      abandonada por los alemanes.
    
En el océano Atlántico operaba el crucero auxiliar alemán Cap
        Trafalgar, destinado a proteger a los buques mercantes
      alemanes. Había instalado una base secreta de aprovisionamiento en
      la isla brasileña de Trindade y, a modo de camuflaje, se
      le había dado el aspecto del buque británico Carmania. Sin
      embargo, el 14 de septiembre el Carmania
      sorprendió al Cap Trafalgar en la costa de Trindade
      junto con dos mercantes alemanes. Se inició entonces un combate en
      el que el Cap Trafalgar terminó hundido.
    
Helmuth von Moltke fue reemplazado de la dirección del Estado
      Mayor alemán por Erich von Falkenhayn. 
    
Para entonces ya no quedaban ya soldados rusos en Prusia.
    
El periodista y filólogo judío Eliézer Ben Yehouda abandonó
      Jerusalén a causa de las persecuciones políticas y se instaló en
      Nueva York, donde al poco de su llegada publicó un libro titulado
      ¿Hasta cuándo se habló el hebreo? 
    
Las fuerzas australianas en la Nueva Guinea alemana iniciaron el
      asedio de la fortaleza de Toma, que se rindió el 17 de septiembre. 
    
Ese día Essad Bajá firmó con Servia el Tratado de Niš,
      un acuerdo secreto por el que la República de Albania Central se
      comprometía a apoyar militarmente a Servia a cambio del apoyo
      económico servio para el nuevo gobierno musulmán. Luego Essad Bajá
      se puso a negociar con los griegos, ofreciéndoles el Epiro del
      Norte a cambio de que Grecia reconociera la independencia de la
      República de Albania Central.
    
El 20 de septiembre un crucero alemán
      atacó a un crucero británico mientras estaba repostando en
      Zanzíbar. Acorralado, éste trató de responder a la artillería
      alemana, pero terminó hundiéndose.
    
El 21 de septiembre un buque de guerra
      británico bombardeó Ukoko, en la costa del Camerún, y
      luego desembarcaron tropas francesas. Los alemanes terminaron
      retirándose.
    
El 22 de septiembre un submarino
      alemán logró hundir tres acorazados británicos que patrullaban el
      mar del Norte. En total hubo casi 1500 muertos. Era el primer
      éxito significativo de la flota de submarinos alemana.
    
Dos buques de guerra alemanes, bajo el mando del almirante Maximilian
        von Spee, atacaron el puerto de Papeete, en Tahití,
      la capital de las posesiones francesas en Oceanía. Una parte de la
      ciudad fue destruida y dos barcos franceses que estaban en el
      puerto fueron hundidos, pero los alemanes no pudieron hacerse con
      un cargamento de carbón, pues los franceses lo quemaron a tiempo.
      Los franceses embargaron las propiedades de algunos alemanes
      residentes en la isla para compensar en parte los daños causados
      por el ataque, incluso se les obligó a trabajar para reparar los
      destrozos.
    
Al anochecer, un crucero ligero alemán, el SMS Emden, entró sigilosamente en el puerto de Madrás, en la India, y abrió fuego contra unos depósitos de petróleo, que se inflamaron inmediatamente. Luego hundió un barco mercante y se retiró.
El 24 de septiembre el ejército ruso
      inició el asedio de la fortaleza austriaca de Przemyśl, en
      Galitzia, que había quedado aislada detrás del frente ruso. Los
      austro-húngaros habían cavado 50 km de trincheras y habían
      empleado más de mil km de alambre de púas para crear siete líneas
      de defensa alrededor de la ciudad, en la cual 127.000 soldados y
      unos 18.000 civiles se veían rodeados por seis divisiones rusas.
      En la ciudad, las órdenes diarias tenían que darse en quince
      idiomas, pues en ella convivían austriacos, polacos, judíos,
      ucranianos, etc.
    
Los alemanes llevaban casi un mes atacando las fortalezas que
      protegían Amberes. El 25 de septiembre
      un ejército Belga dirigido por el propio rey Alberto I entabló
      batalla contra los alemanes en Buggenhout, entre Gante, Bruselas y
      Amberes, con el objetivo de alejar tropas de Amberes y del frente
      francés.
    
Tras más de un mes de enfrentamientos, los franceses tomaron la
      fortaleza de Kusseri, en el Camerún, y la guarnición
      alemana huyó a Mora, que continuaba bajo asedio.
    
Unos 1.700 soldados alemanes habían penetrado en la Unión
      Sudafricana y el 26 de septiembre
      derrotaron a unos 3.000 británicos en Sandfontein. 
    
El 27 de septiembre los rusos habían
      sufrido 40.000 bajas en los intentos de tomar Przemyśl al asalto,
      sin ningún resultado. Ese día el Imperio Otomano declaró el
      estrecho de los Dardanelos cerrado a todo tráfico marítimo
      extranjero, lo que suponía un grave perjuicio para Rusia.
    
El 28 de septiembre los alemanes
      habían acabado con las fortalezas de alrededor de Amberes e
      iniciaban el asedio de la ciudad.
    
Un buque de guerra alemán hundió el crucero japonés Takashio.
      
    
El progreso ruso en Galitzia dejaba expuesta a una invasión rusa
      la región industrial alemana de Silesia, así que el alto mando
      alemán ordenó una operación para mantener ocupados a los rusos que
      al mismo tiempo permitiera reaccionar al ejército austro-húngaro,
      que no había podido hacer frente a la acometida rusa. El noveno
      ejército, creado recientemente y puesto bajo el mando de Paul von
      Hindenburg, se dirigió hacia Varsovia y el 29
        de septiembre inició la batalla del río Vístula,
      en la que se enfrentó a los 400.000 hombres que integraban los
      ejércitos rusos segundo, cuarto y quinto. El 30
        de septiembre el primer ejército austro-húngaro se unió a
      los alemanes, que en total reunían unos 141.000 hombres. 
    
Venustiano Carranza había convocado en la Ciudad de México para el 1 de octubre la Gran Convención de Jefes militares con mando de fuerzas y gobernadores de los Estados, para discutir el futuro político de México, pero ni villistas ni zapatistas acudieron al encuentro. Como Pancho Villa desconfiaba y se negaba a entrar en la Ciudad de México, tras las primeras sesiones la convención se trasladó a Aguascalientes, donde pronto se incorporaron los villistas.
El 4 de octubre los austro-húngaros
      habían logrado establecer varias cabezas de puente sobre el río
      Drina. Los servios se habían retirado la orilla oriental del río Kolubara
      y finalmente se formó un frente estable de trincheras. Una visita
      al frente del rey Pedro I elevó la moral de los soldados.
    
Ese día 93 intelectuales alemanes firmaron el llamado Manifiesto de los 93, que pone en
      evidencia que una afirmación no queda reforzada en lo más mínimo
      por que salga de la boca de un "intelectual" (incluso con un
      Premio Nobel en su haber), al menos cuando no incumbe a su
      especialidad, o que ser intelectual y tener dignidad son
      características independientes que puede tener o no un ser humano.
      Entre los intelectuales alemanes que conservaron su dignidad y se
      negaron a firmar el manifiesto destacó Albert Einstein, que lo
      calificó de capitulación de la independencia intelectual
        alemana. 
    
El 5 de octubre el lugarteniente
      francés Joseph Frantz obtuvo la primera victoria aérea de
      la historia (si no se cuenta el tarán suicida de Piotr
      Nésterov unos meses atrás) al abatir con una ametralladora un
      avión alemán cerca de Reims. 
    
El 6 de octubre el ejército belga
      abandonó Amberes, dejando la resistencia en manos de las tropas de
      las fortalezas que todavía resistían, y se dirigió hacia el Oeste,
      para tratar de anticiparse a los alemanes en la carrera hacia el
      mar.
    
Más fuerzas británicas habían desembarcado en Duala, el
      principal puerto del Camerún, y al principio no encontraron
      ninguna resistencia. Las fuerzas alemanas se habían retirado hacia
      el interior. Una parte de ellas se atrincheró en Jabassi,
      donde el 7 de octubre los alemanes
      rechazaron un ataque aliado, pero a costa de perder 4 de los 26
      alemanes presentes (las fuerzas restantes eran africanas).
    
El 9 de octubre Hindenburg llegaba al
      Vístula, a 19 km de Varsovia.
    
Los científicos habían observado que las sustancias radiactivas,
      como el radio, emiten pequeñas cantidades de energía en forma de
      radiación, pero dicha emisión se mantiene durante miles de años,
      lo cual significa que una pequeña muestra de mineral contiene una
      cantidad inmensa de energía. H. G. Wells desarrolló esta idea en
      su novela El mundo liberado, en la que plantea la
      posibilidad de construir "bombas atómicas", con un poder
      destructivo no comparable con el de ningún explosivo conocido
      hasta entonces. Wells sugiere que la única solución para evitar
      que dos bloques de naciones enfrentadas destruyan el mundo con sus
      bombas atómicas es que se forme un único gobierno mundial. Wells
      también publicó por esas fechas La esposa de Sir Isaac Harman.
      
    
Rumanía no estaba participando en la guerra. En principio había
      firmado un tratado con la Triple Alianza, y el rey Carlos
      I era partidario de intervenir en alianza con las potencias
      centrales, pero no estaba obligado a ello, pues el tratado sólo le
      obligaba en caso de que el Imperio Austrohúngaro hubiera sido
      atacado, cuando había sido él quien había declarado la guerra. Por
      otra parte, la opinión pública rumana era partidaria de apoyar a
      la Triple Entente. Así, las tensiones internas entre el
      rey y el gobierno mantuvieron a Rumanía al margen. Al parecer,
      unas semanas atrás, el propio rey Carlos I había pedido
      secretamente a Alemania que instara a Bulgaria a amenazar a
      Rumanía ante la posibilidad de que ésta interviniera en favor de
      los aliados, y estaba planteándose la posibilidad de abdicar, pero
      murió el 10 de octubre y su muerte
      cambió las cosas. Su sucesor, su hijo Fernando I, era de
      carácter indeciso y confió la política exterior al primer ministro
      Ion Ionel Constantin Bratianu, que era profrancés.
      Desde ese momento Rumanía empezó a negociar con los aliados su
      posible participación en la guerra, para lo cual exigía la anexión
      ulterior de los territorios del Imperio Austro-húngaro.
    
Italia se encontraba en una situación similar. Su pertenencia a
      la Triple Alianza en principio la obligaba a apoyar a Alemania y
      al Imperio Austro-húngaro, pero éste no había cumplido con la
      exigencia de informar a todos los firmantes antes de iniciar
      operaciones militares, y ello eximía a Italia de todo compromiso.
      En un principio el primer ministro Salandra, al igual que su
      ministro de asuntos exteriores, Sidney Sonino, había sido
      partidario de apoyar a la Triple Alianza, pero a estas alturas la
      idea inicial de que la guerra sería rápida ya se había desechado,
      e Italia empezó a negociar a dos bandas ofreciéndose al mejor
      postor.
    
El 11 de octubre los rusos tuvieron
      que abandonar el asedio a Przemyśl para reforzar el frente del
      Vístula.
    
Algunos bóers aprovecharon que Gran Bretaña estaba ocupada en la
      guerra para rebelarse contra la Unión Sudafricana bajo la
      dirección del general Manie Maritz. El 12
        de octubre el gobierno de Louis Botha declaró la ley
      marcial.
    
El 14 de octubre los británicos
      tomaron Jabassi, en el Camerún y capturaron a la mayor parte de la
      guarnición alemana.
    
La carrera hacia el mar llegó a Bélgica y el 16
        de octubre los aliados (británicos, franceses y belgas)
      derrotaron a los alemanes junto al río Yser. 
    
Los rusos estaban rechazando la ofensiva alemana sobre Varsovia,
      y el 17 de octubre Hindenburg ordenó la
      retirada, aunque los combates se prolongarían aún varias semanas.
    
Ese día una patrulla británica en el mar del Norte encontró cerca
      de Texel (Países Bajos) a cuatro torpederos alemanes que
      se dirigían a la costa británica para sembrarla de minas. Los
      cuatro acabaron hundidos.
    
En China, un torpedero alemán logró salir de Tsingtao y disparó
      un único torpedo, que hundió el crucero japonés Takachiho.
      
    
El 19 de octubre empezó la batalla
        de Ypres, que fue la última de la "carrera hacia el
        mar". Un total de 4.400.000 aliados se enfrentaron durante
      casi un mes a 3.400.000 alemanes en un último intento de romper el
      frente enemigo, pero no tuvo éxito, y el resultado fue el
      establecimiento definitivo de un frente de trincheras.
      Técnicamente fue un fracaso para los alemanes, pues para Alemania
      era vital conseguir una victoria decisiva que le permitiera
      concentrarse en el frente oriental.
    
Portugal era neutral, pero los alemanes ambicionaban usar la
      colonia portuguesa de Angola para abastecer al África Occidental
      Alemana, así que la situación era tensa. Portugal reforzó su
      presencia militar en su colonia, y ese día tres oficiales alemanes
      que habían entrado sin permiso en territorio angoleño al frente de
      una columna fueron abatidos por los portugueses.
    
Cuando los británicos desembarcaron en Duala, un grupo de
      alemanes, entre los que se encontraba el gobernador de la colonia,
      Karl Ebermaier, se había refugiado en Edea. Tras la
      toma de Jabassi estaba expedito el camino a Edea, y los aliados
      iniciaron un ataque conjunto el 20 de octubre.
      
    
El 24 de octubre el general Maritz fue
      derrotado por las tropas leales sudafricanas y tuvo que huir a
      territorio alemán. No obstante la rebelión seguía activa.
    
El 26 de octubre los aliados ocuparon
      Edea. Los alemanes habían huido.
    
El 27 de octubre, tras haber recibido
      la aprobación de las grandes potencias, un ejército griego entró
      en el Epiro del Norte y Grecia asumió el gobierno de la región. El
      gobierno provisional se disolvió declarando que ya había cumplido
      sus objetivos.
    
Ese día llegó a Aguascalientes la delegación zapatista, en la que
      no figuraba el propio Zapata. Se les había preparado una ceremonia
      de bienvenida y, como acto preliminar a la reanudación de la
      conferencia, se invitó a sus delegados a firmar una gran bandera
      mexicana, como habían hecho días atrás los demás delegados. Uno de
      los delegados zapatistas, Antonio Díaz Soto y Gama, tomó
      la palabra y dijo:
    
Aquí venimos honradamente, pero creo que la palabra de honor vale más que la firma estampada en ese estandarte, ese estandarte que al fin de cuentas no es más que el triunfo de la reacción clerical encabezada por Iturbide... Señores, jamás firmaré sobre esta bandera. Estamos aquí haciendo una gran revolución que va expresamente contra la mentira histórica, y hay que exponer la mentira histórica que está en esta bandera.
A continuación tomó la bandera y se dispuso a rasgarla.
      Inmediatamente, todos los delegados desenfundaron sus armas y
      apuntaron al zapatista. Hay dos versiones sobre lo que ocurrió
      entonces. Una dice que Soto y Gama recondujo hábilmente su
      discurso para terminar firmando la bandera, la otra afirma que
      soltó la bandera, se cruzó de brazos y dijo: "Cuando ustedes
        terminen entonces continuaré". 
    
Poco a poco, todos los implicados en el atentado contra el
      arquiduque Francisco Fernando (incluyendo los que habían
      facilitado las armas o habían ayudado a que los terroristas
      servios entraran en Bosnia sin ser detectados por las autoridades)
      habían sido arrestados. Mehmedbašić fue apresado en Montenegro,
      pero las autoridades lo dejaron escapar a Servia, y fue el único
      que se libró del juicio. El 28 de octubre
      un tribunal de Sarajevo dictó sentencia. Aunque los inculpados
      trataron de eximir a Servia de toda responsabilidad en los hechos,
      el tribunal consideró probado que en la organización del crimen
      habían participado los servicios secretos servios. Gavrilo Princip
      y los otros terroristas que habían tratado de perpetrar el
      asesinato eran menores de 20 años, por lo que la ley Austriaca no
      permitía asignarles penas mayores de los 20 años de cárcel. En
      cambio, Danilo Ilić y otros cuatro acusados fueron condenados a
      muerte, aunque a dos de ellos les conmutó la pena por otra de
      prisión el propio emperador Francisco José I.
    
Un buque de guerra alemán entró en el puerto de George Town,
      en la isla de Penang, en el estrecho de Malaca. Se acercó
      camuflado como un crucero británico, pero cuando estuvo cerca izó
      la bandera alemana y disparó contra un crucero ruso, que no tardó
      en quedar inutilizado. Cuando el barco alemán se marchaba llegó un
      crucero francés que se lanzó en su persecución, pero también
      terminó  hundido. El capitán del barco ruso fue condenado a
      tres años y medio de prisión por negligencia y a ser expulsado de
      la marina, pero el zar conmutó la pena por la de ser enviado al
      frente como marinero raso.
    
El general de brigada Christiaan Frederick Beyers, que
      formaba parte de los bóers sublevados contra el gobierno de Botha,
      fue derrotado en Commissioners Drift, y sus hombres fueron
      dispersados. Beyers pudo escapar y se unió al general Jan
        Kemp. 
    
Mientras Alemania conservó la creencia de que la guerra sería
      breve, vio con buenos ojos la neutralidad otomana, pero al
      fracasar sus planes de derrotar rápidamente a Francia, su interés
      por el apoyo otomano fue en aumento, y con él las presiones para
      que los turcos entraran en la guerra. El cierre del estrecho de
      los Dardanelos había sido una respuesta a dichas presiones. Por su
      parte, la diplomacia aliada se esforzaba por evitarlo. En general,
      la infantería otomana era partidaria de Alemania (de la que había
      recibido numerosos suministros y formación), mientras que la
      marina era probritánica, pues muchos barcos otomanos se habían
      encargado a astilleros británicos, y los marinos admiraban sus
      buques y al país que los fabricaba. Sin embargo, este equilibrio
      se rompió cuando el gobierno británico requisó dos buques que
      acababan de ser botados en astilleros británicos pagados por el
      Imperio Otomano (más concretamente financiados por una colecta
      popular). A cambio los británicos ofrecieron una compensación de
      1000 libras por cada día que durara la guerra, supuesto que el
      Imperio Otomano permaneciera neutral, pero los turcos lo
      consideraron un ultraje. Por el contrario, Alemania había
      "regalado" dos buques de guerra a la marina otomana, el Goeben
      y el Breslau, aunque en realidad el "regalo" era un mero
      truco para respetar la neutralidad otomana: Alemania quería tener
      los dos barcos en Estambul y la única forma legal de hacerlo era
      traspasarlos a la marina otomana, y así se hizo, aunque ambos
      buques conservaron la tripulación alemana y a su capitán, el
      almirante Wilhelm Souchon. El 29 de
        octubre, éste zarpó con sus dos barcos y un escuadrón de
      buques turcos y, sin consultar al gobierno otomano, siguiendo
      órdenes de Alemania, bombardeó los puertos rusos de Novorossiysk,
      Odessa y Sebastopol. En Novorossiysk el Breslau hundió 14
      barcos de vapor e incendió 40 tanques de petróleo, que derramaron
      una corriente de petróleo ardiente que llegó a las calles de la
      ciudad. De regreso la flota disparó a un destructor ruso y hundió
      un minador.
    
El mandato de Oreste Zamor en Haití era en teoría para siete
      años, pero los bancos no quisieron concederle créditos, no pudo
      pagar a sus soldados, llegó entonces a un acuerdo con los Estados
      Unidos, pero esto generó una nueva revuelta. Su hermano Charles se
      refugió en las embajadas de la República Dominicana y de Francia,
      pero Oreste sólo pudo llegar hasta un barco mercante sin ninguna
      clase de inmunidad diplomática, donde fue apresado y asesinado
      unos meses más tarde.
    
El 31 de octubre los japoneses
      empezaron a bombardear Tsingtao a la vez que cavaban trincheras.
      Por las noche, cubiertos por la artillería, los japoneses
      avanzaban sus líneas de trincheras.
    
Soldados alemanes armados con ametralladoras lanzaron un ataque
      por sorpresa sobre el pequeño poblado angoleño de Cuangar,
      durante el cual mataron a dos oficiales, un sargento, cinco
      soldados y un civil.
    
El 1 de noviembre la batalla del río
      Vístula había terminado definitivamente, con una indiscutible
      victoria rusa. El ejército alemán había vuelto a sus posiciones
      iniciales. Hindenburg fue puesto al mando de todo el frente
      oriental y el noveno ejército quedó bajo las órdenes del general August
        von Mackensen. 
    
Ese mismo día el Papa Benedicto XV publicó su encíclica Ad
        beatissimi Apostolorum, en la que analizó las causas de la
      guerra sin decantarse por ningún bando, lo que disgustó a ambos
      bandos. 
    
Gran Bretaña declaró zona de guerra al mar del Norte, de modo que
      cualquier barco que entrara en el mar del Norte lo hacía bajo su
      propia responsabilidad. Hubo quejas, porque el considerar a los
      alimentos como contrabando de guerra contravenía algunos acuerdos
      internacionales, pero no sirvieron de nada.
    
El almirante von Spee había reunido una flota de cinco barcos y
      se aproximaba a las costas chilenas, cuando una flota británica
      que había zarpado de las islas Malvinas salió a su encuentro en la
      bahía de Coronel. El resultado fue un desastre para los
      británicos, que acabaron con dos barcos hundidos y más de 1.600
      muertos. Von Spee dedujo que las Malvinas habían quedado
      indefensas y puso rumbo hacia ellas.
    
El 2 de noviembre Rusia declaró la
      guerra al Imperio Otomano como respuesta al ataque sufrido cuatro
      días atrás. Inmediatamente, 100.000 soldados comandados por el
      general Georgy Bergmann penetraron en territorio otomano
      por el Cáucaso.
    
James Joyce publicó una colección de relatos cortos titulada Dublineses.
      No tuvo muchas ventas, cosa que su editor achacó a la guerra.
    
Hermann Hesse publicó su novela Rosshalde, inspirada en
      el fracaso de su matrimonio. Se había alistado voluntariamente en
      el ejército imperial alemán, pero había sido declarado no apto
      para el combate y se le destinó a la embajada alemana en Berna,
      para atender a los heridos de guerra. Muchos autores de la época
      habían iniciado su propia guerra de ataques y reproches mutuos, a
      menudo cargados de odio, pero Hesse no cayó en esa actitud. Al
      contrario, el 3 de noviembre publicó un
      artículo titulado O Freunde, nicht diese Töne (Oh, amigo,
      no en esos tonos, palabras que Beethoven incluyó en su novena
      sinfonía, antes de la Oda a la alegría de Schiller) en el que
      instaba a los intelectuales a reconocer la herencia cultural común
      de los europeos y no caer en las divisiones nacionalistas. Hesse
      escribió: El amor es más grande que el odio, la comprensión
        más grande que la ira, la paz más noble que la guerra, esto es
        exactamente lo que esta condenada guerra mundial debería grabar
        en nuestra memoria, como nunca lo habíamos sentido antes. El
      resultado fue que la prensa alemana lo denunció como traidor y
      empezó a recibir cartas ofensivas a la vez que muchas amistades se
      distanciaban de él.
    
Una flota alemana atacó el puerto británico de Yarmouth.
      El resultado no fue muy brillante. Los británicos perdieron un
      submarino y los alemanes un crucero.
    
Los 10.000 soldados mongoles enviados al Sur para combatir a los
      chinos se enfrentaron exitosamente a unos 70.000 soldados
      enemigos, y llegaron a expulsar prácticamente a los chinos de
      Mongolia, pero finalmente se quedaron sin armas y tuvieron que
      replegarse hacia el Norte, con lo que China volvió a ocupar el Sur
      de Mongolia. Finalmente se iniciaron negociaciones entre Mongolia,
      China y Rusia.
    
El primer lord del almirantazgo, Winston Churchill, a pesar de
      que Gran Bretaña no había declarado la guerra al Imperio Otomano,
      ordenó un ataque contra el estrecho de los Dardanelos, que los
      otomanos habían cerrado hacía poco más de un mes. Aunque se
      trataba únicamente de medir las defensas otomanas, se obtuvo un
      éxito mucho mayor de lo esperado. 
    
Ese día se lanzó también el primer ataque en el plan británico
      para conquistar el África Oriental Alemana, que resultó ser uno de
      los enfrentamientos de más envergadura que se produjeron en el
      continente africano. Se había optado por un ataque en dos frentes:
      el principal estaba dirigido contra la ciudad de Tanga, en
      la que los alemanes contaban con el apoyo de más de un millar de
      nativos askaris. Los británicos, por su parte enviaron 8.000
      reservistas indios. Al mismo tiempo otros 1.500 reservistas indios
      se dirigieron a Longido, en las laderas del Kilimanjaro,
      donde los efectivos alemanes no llegaban a los 700 hombres. En
      Longido los británicos tuvieron que retirarse con muchas bajas,
      mientras que en Tanga cayeron en una emboscada agravada por un
      ataque de abejas salvajes. Finalmente, el 5 de
        noviembre los británicos se retiraron desordenadamente,
      dejando gran cantidad de armas y municiones a merced de los
      alemanes. El comandante alemán, Paul von Lettow-Vorbeck,
      en lugar de perseguir a los británicos en fuga, envió a un
      emisario con una bandera blanca que solicitó una conversación
      amistosa con el oficial al mando británico, el general Arthur
        Aitken. Ambos hablaron en la playa compartiendo una botella
      de brandy, mientras los médicos alemanes atendían a los
      heridos indios.
    
Ese día Francia y Gran Bretaña declararon también la guerra al
      Imperio Otomano. La isla de Chipre, que hasta entonces había sido
      considerada un protectorado británico bajo soberanía otomana fue
      anexionada al Imperio Británico y fue ocupada militarmente.
    
Los británicos tuvieron conocimiento de que el crucero alemán Königsberg
      había entrado en el Delta del Rufiji, en el África
      Oriental Alemana, para ser reparado. Inmediatamente se envió una
      flota para tratar de destruirlo. Cuando el Königsberg
      recibió los primeros disparos ascendió un poco río arriba hasta
      quedar fuera del alcance del fuego enemigo. Los británicos
      decidieron establecer un bloqueo.
    
El jeque de Kuwait Mubarak Al-Sabah envió un ejército para
      expulsar a los otomanos de diversos puntos de Kuwait, e
      inmediatamente Gran Bretaña reconoció a Kuwait como Estado
      independiente bajo protección británica.
    
El 6 de noviembre una brigada
      británica formada por soldados indios desembarcó en Mesopotamia,
      cerca de la fortaleza otomana de Fao. Al no poder tomar la
      fortaleza, los británicos cavaron trincheras a su alrededor.
    
Al anochecer la tercera línea de defensa de Tsingtao tuvo que
      hacer frente a varias oleadas de la infantería japonesa. A la
      mañana siguiente, los alemanes pidieron negociar su rendición.
    
La convención de Aguascalientes eligió a Eulalio Gutiérrez
        Ortiz como presidente de México, pero Venustiano Carranza,
      que confiaba en que la convención lo iba a designar a él, la
      declaró en rebeldía.
    
El 8 de noviembre los británicos que
      asediaban Fao recibieron los necesarios suministros de artillería,
      con los que no tardaron en desmoronar las murallas de la fortaleza
      otomana y, tras 45 minutos de lucha en su interior, se hicieron
      con el control, a la vez que tomaban 300 otomanos prisioneros. El
      9 de noviembre los británicos ocuparon
      el puerto de Fao, con lo que el Golfo Pérsico (en especial el
      acceso a los pozos petrolíferos persas) estaba completamente
      asegurado.
    
Ese día los rusos reanudaron el asedio de Przemyśl.
    
El SMS Emden destruyó la central de radio aliada situada
      en la isla de Dirección, pero el Sidney, un barco
      australiano, acudió al lugar y entabló batalla contra el Emden,
      que terminó varado en la playa. Entonces el Sidney persiguió a un
      buque auxiliar, que terminó hundido por su propia tripulación.
      Luego regresó junto al Emden y le disparó hasta que la
      tripulación agitó un trapo blanco.
    
El 10 de noviembre Joseph Davilmar
        Théodore, uno de los instigadores de la revuelta contra el
      presidente Zamor, fue elegido presidente de Haití. Unos días más
      tarde firmó un acuerdo con los Estados Unidos similar al que había
      provocado la revuelta contra Zamor.
    
El 11 de noviembre Mackensen atacó Łódź
      con el noveno ejército alemán en un nuevo intento de alcanzar
      Varsovia. Contaba con 250.000 hombres, que tuvieron que
      enfrentarse a los ejércitos rusos primero, segundo y quinto, con
      un total de 500.000 soldados. En el primer encuentro un cuerpo del
      quinto ejército quedó aislado y los alemanes tomaron 12.000
      prisioneros. Además, el primer y el segundo ejército rusos
      quedaron incomunicados y el segundo ejército no tardó en correr el
      riesgo de ser rodeado.
    
El sultán Mehmed V declaró la jihad (la guerra santa)
      contra los países de la Triple Entente. El llamamiento no
      tuvo ningún efecto significativo.
    
Los franceses estaban negociando la paz con los bereberes y todo
      parecía andar por buen camino cuando, el 13 de
        noviembre, el lugarteniente-coronel René Laverdure,
      que llevaba cinco meses al mando de la guarnición de Khénifra,
      contraviniendo órdenes, decidió atacar con casi todos sus hombres
      (poco más de un millar) a un campamento que Mouha ou Hammou Zayani
      había instalado en El Herri, a unos 15 km. Laverdure atacó
      por sorpresa el campamento, donde había principalmente mujeres,
      ancianos y niños, pues la mayor parte de los guerreros estaba
      ausente. La artillería francesa disparó sobre las tiendas y luego
      siguió una carga de caballería. Finalmente el campamento fue
      saqueado por tribus que pensaban que los zayanes habían sido
      derrotados. Sin embargo, mientras los franceses regresaban a
      Khénifra unos 5.000 zayanes salieron a su encuentro y los
      rodearon. El resultado fue una carnicería en la que más de 600
      franceses resultaron muertos y casi otros 200 quedaron heridos.
      Entre los muertos estaba el propio Laverdure. Durante las semanas
      siguientes Francia tuvo que hacer diversas demostraciones de
      fuerza en Marruecos para evitar un alzamiento general.
    
Benito Mussolini, desde la redacción del Avanti!, había
      empezado defendiendo un antibelicismo en la más pura ortodoxia
      "internacionalista", pero después había pasado a sostener la
      teoría leninista según la cual Italia debería intervenir en la
      guerra para que el proletariado recibiera armas con las que
      desencadenar una revolución socialista. Esta línea editorial no
      fue aprobada por el Partido Socialista Italiano, pese a
      que la tirada del Avanti! había pasado de unos treinta o
      cuarenta y cinco mil ejemplares cuando pasó a manos de Mussolini
      hasta unos sesenta o setenta y cinco mil en los primeros meses del
      año. No obstante, Mussolini tuvo que presentar su dimisión como
      editor y para fundar su propio periódico, Il Popolo d'Italia,
      cuyo primer número salió el 15 de noviembre.
      
    
Los británicos, desde Fao, habían remontado el río Shatt
        al-Arab (formado por la confluencia del Éufrates y el
      Tigris) y ahora atacaban Basora. 
    
Ese día Venceslau Brás sucedió a Hermes Rodrigues da
      Fonseca como presidente de Brasil.
    
El 16 de noviembre Oskar Potiorek
      lanzó un ataque contra las posiciones servias en el río Kolubara y
      rápidamente logró tomar una posición ventajosa.
    
Ese día los japoneses tomaron posesión de Tsigntao. Así Alemania
      perdía su última base importante en el Extremo Oriente, tras haber
      perdido ya la de Nueva Guinea.
    
Los rusos que habían cruzado el Cáucaso se retiraron tras habér
      perdido unos 40.000 hombres en diversos combates contra los
      otomanos.
    
El 18 de noviembre, cuando se disipó
      una densa niebla, el Goeben y el Breslau
      descubrieron que estaban a menos de cuatro km de la flota rusa en
      el mar Negro. La sorpresa fue mutua e inmediatamente se inició un
      intercambio de disparos. El Breslau fue seriamente dañado,
      pero el Goeben puso en fuga a la flota rusa.
    
Un buque británico que remontaba el Shatt al-Arab se encontró con
      una delegación basorí que informó de que los otomanos, incapaces
      de resistir la artillería británica, habían abandonado Basora, y
      pedían que los soldados británicos ocuparan la ciudad y pusieran
      orden, pues la ciudad había caído en la anarquía. Los británicos
      entraron el 21 de noviembre. 
    
El 23 de noviembre los estadounidenses
      evacuaron Veracruz. La ocupación había desatado agrias críticas
      por parte de los países latinoamericanos, especialmente Argentina,
      Brasil y Chile, que habían iniciado unas negociaciones con los
      Estados Unidos con el fin de llegar a un acuerdo que evitara este
      tipo de actuaciones. Incluso Carranza había condenado la
      ocupación, a pesar de que había sido hecha en su favor. Un gran
      número de ciudadanos estadounidenses habían sido expulsados de
      México y habían tenido que ser instalados en campos de refugiados
      en varios Estados. La situación era insólita. Hasta la llegada de
      Wilson, la política de los Estados Unidos respecto a los países
      sudamericanos había sido, por regla general, la misma que la de
      las potencias europeas: llegar a acuerdos con el gobierno de turno
      sin preocuparse de si a su cabeza estaba un presidente elegido
      limpiamente, suciamente o simplemente era un dictador que había
      dado un golpe de Estado, y procurar la estabilidad del gobierno en
      cuestión para facilitar la actividad comercial. Sin embargo Wilson
      quiso dirigir su política exterior por criterios éticos. En México
      quiso derrocar a Huerta porque había llegado al poder asesinando a
      Madero, que era el presidente legítimo, y en la República
      Dominicana pretendía que todo el país acatara los resultados de
      unas elecciones libres. Era una actitud triplemente ingenua:
      primero porque pensaba que alguien se lo iba a reconocer (si
      hubiera apoyado a Huerta, se habría acusado a los Estados Unidos
      de apoyar a un dictador, y si se oponía a él, se le acusaba de
      injerencia imperialista en los asuntos de México), segundo porque
      creía que si los Estados Unidos imponían en un país un gobierno
      democrático ello redundaría en beneficio del país en cuestión, sin
      tener en cuenta que los especuladores estadounidenses
      aprovecharían la situación para exprimir al país intervenido, como
      había sucedido en Cuba, y en tercer lugar porque creía posible que
      en un país latinoamericano de la época podría funcionar un sistema
      democrático que no fuera una mera parodia de la democracia
      estadounidense (creencia no respaldada por ningún dato empírico).
    
El 25 de noviembre el ejército
      austro-húngaro hizo retroceder a los ejércitos servios segundo y
      tercero y empezó a rodear al primero.
    
La batalla de Łódź terminó indecisa. Los rusos lograron
      reorganizarse hasta amenazar con rodear al ejército de Mackensen,
      pero andaban escasos de municiones, así que los alemanes se
      retiraron y los rusos también retrocedieron un poco para crear un
      frente más firme algo más cerca de Varsovia. El 26 de noviembre cesaron los combates. Ambas
      partes habían conseguido parcialmente sus objetivos: los rusos
      habían salvado Varsovia y los alemanes habían obligado a los rusos
      a suspender un proyecto de ataque a Silesia.
    
El 29 de noviembre Benito Mussolini
      fue expulsado del Partido Socialista Italiano. Continuó
      entonces su campaña a favor de la entrada de Italia en la guerra
      al frente de los Fasci autonomi d'azione Internazionalista,
      que imitaban los Fasci d'azione Internazionalista
      organizados por Michele Bianchi. 
    
 El 1 de diciembre el tercer ejército
      ruso se enfrentó el Limanowa con fuerzas austro-húngaras
      reforzadas con contingentes alemanes en un intento de llegar a
      Cracovia.
    
El partido socialdemócrata alemán había decidido apoyar al
      gobierno en el esfuerzo bélico. Su presidente, Hugo Haase,
      había prometido al Kaiser que no se producirían huelgas mientras
      durara la guerra, y sus diputados habían votado a favor de los
      créditos extraordinarios para financiar la guerra. Sin embargo,
      había una facción en el partido opuesta a la guerra, y la primera
      voz que se hizo notar fue la de Karl Liebknecht,
      hijo de uno de los fundadores del partido socialdemócrata, que el
      2 de diciembre fue el único diputado que
      votó en contra de la concesión de nuevos créditos. Unos meses más
      tarde sería detenido por las autoridades militares.
    
Oskar Potiorek había ocupado Belgrado, pero sus planes eran
      demasiado ambiciosos. Los servios habían abandonado su capital
      para que sus soldados tuvieran ocasión de descansar y reponerse,
      mientras que Potiorek no dio un minuto de descanso a sus hombres.
      Cuando intentó una nueva maniobra, sus soldados estaban ya
      cansados antes de empezar, y el 3 de diciembre
      los servios aprovecharon el momento para contraatacar. En los días
      sucesivos, los austro-húngaros empezaron a sentir el peso del
      ataque enemigo.
    
Los otomanos que habían abandonado Basora se habían atrincherado
      en Qurna, en la confluencia del Éufrates y el Tigris, y
      hasta allí llegaron los británicos e iniciaron un nuevo ataque.
    
El 4 de diciembre Emiliano Zapata y
      Pancho Villa firmaron el pacto de Xochimilco, por el que
      Villa aceptó las reformas del plan de Ayala por las que luchaba
      Zapata y ambos generales acordaron unir sus ejércitos y llevarlos
      a la capital mexicana.
    
El 5 de diciembre los servios tomaron
      el monte Suvobor, que era la principal posición defensiva
      del sexto ejército austro-húngaro.
    
El 6 de diciembre Potiorek ordenó la
      retirada al otro lado del río Kolubara.
    
Emiliano Zapata y Pancho Villa entraron en la Ciudad de México al frente de unos 60.000 hombres, mientras Carranza se trasladaba a Veracruz con sus seguidores.
La guerra de trincheras en el frente occidental estaba haciendo
      que soldados de ambos bandos confraternizaran más de lo que los
      oficiales consideraban conveniente. En una carta a su madre datada
      el 7 de diciembre, un joven capitán
      llamado Charles de Gaulle, lamentaba esa clase de
      conductas. Al parecer los artilleros se ponían de acuerdo a
      disparar donde y cuando sabían que no provocarían bajas, y que en
      una ocasión, tras un disparo alemán que acertó por error, se
      inició un tiroteo entre las trincheras que terminó cuando los
      alemanes se disculparon por el fallo. En Ypres, después de una
      fuerte lluvia, soldados británicos y alemanes salieron de sus
      trincheras inundadas exponiéndose al fuego enemigo sin que se
      produjera ningún disparo. Soldados de ambos bandos intercambiaban
      periódicos, cigarrillos, etc., e incluso se hacían visitas de
      cortesía de vez en cuando.
    
El 8 de diciembre Potiorek atacó las
      posiciones servias, pero los servios no retrocedieron. Al
      contrario, tomaron Valjevo y siguieron avanzando.
    
Ese día la flota de von Spee llegó a la base británica de las
      Malvinas creyendo que estaría desprotegida, pero, tras la derrota
      de Coronel, una flota de ocho buques británicos había llegado a la
      base y se disponía a zarpar al día siguiente para doblar el cabo
      de Hornos y buscar a la flota alemana. Así pues, el encuentro fue
      una sorpresa para ambas partes. Von Spee ordenó la retirada, y los
      británicos salieron en su persecución. Los alemanes terminaron con
      cuatro de sus cinco buques hundidos, más de 1.800 muertos, entre
      ellos el almirante von Spee, y 215 prisioneros.
    
El bóer rebelde Christiaan Frederick Beyers se ahogó en el río
      Vaal. El único general bóer que seguía desafiando al gobierno de
      la Unión Sudafricana era Jan Kemp, que había huido al África
      Oriental Alemana, atravesando el desierto  de Kalahari con
      800 hombres, 300 de los cuales no llegaron a su destino.
    
El 9 de diciembre los otomanos se
      rindieron en Qurna. 
    
Ese año la Academia Sueca concedió tres premios Nobel, pero la
      ceremonia de entrega se pospuso hasta que terminara la guerra.
    
No se consideró un buen año para conceder un Premio Nobel de la
      Paz, y tampoco se entregó el de Literatura.
    
Ese año Einstein pasó de Suiza a Alemania, donde se le había
      ofrecido una cátedra sin obligaciones docentes en el Instituto
        de Física Kaiser Guillermo y una plaza de profesor en la
      Universidad de Berlín. Además fue admitido en la Academia
        Prusiana de Ciencias. 
    
Marie Curie había abandonado sus labores de investigación para
      colaborar con el ejército. Con ayuda de la Cruz Roja organizó
      dieciocho unidades quirúrgicas móviles, unas ambulancias dotadas
      de una dinamo y de aparatos radiológicos que fueron conocidas como
      "petites Curie". 
    
El 11 de diciembre los Fasci
        d'Azione Internazionalista se unieron a los Fasci
        Autonomi d'Azione Internazionalista de Mussolini. Por esas
      fechas Mussolini reprochó a los socialistas italianos el haberse
      vuelto dogmáticos e hizo una lista de socialistas memorables, con
      Giuseppe Mazzini en primer lugar y Marx en el lugar más
      bajo. Afirmó que los socialistas italianos tenían que repudiar a
      Marx y regresar a Mazzini. Por su parte Marx había declarado que
      las ideas de Mazzini no eran más que la vieja idea de una
        república de clase media, y también se había referido a él
      como "ese idiota recalcitrante". 
    
El 12 de diciembre el ejército servio
      infligió una derrota a los austro-húngaros.
    
Bernardino Machado sólo resistió diez meses al frente del
      gobierno portugués y a continuación fue sucedido por Vítor
        Hugo de Azevedo Coutinho. 
    
El 13 de diciembre los rusos se
      retiraban derrotados de Limánova.
    
El 14 de diciembre un obrero
      anarquista español llamado Antonio Ramón Ramón apuñaló por
      la espalda al general chileno Roberto Silva Renard, que había
      ordenado la matanza de los huelguistas de Santa María de Iquique
      siete años atrás, en la que había muerto un hermanastro del
      anarquista. No consiguió matar a su víctima, y luego ingirió un
      supuesto veneno que no le causó daño alguno. Algunos ayudantes del
      general lo capturaron y le dieron una paliza antes de llevarlo
      preso. Se sabe que ingresó en una prisión, pero a partir de ahí se
      le pierde la pista.
    
El 15 de diciembre los austro-húngaros
      abandonaban Belgrado. Poco después salían de Servia, dejando tras
      de sí 76.000 prisioneros y 28.000 muertos, además de 120.000
      heridos. En total, el Imperio había perdido 224.000 hombres en los
      Balcanes para finalmente ser expulsados de Servia. Los servios
      perdieron 170.000 hombres, que eran poco más o menos el total de
      soldados que tenía antes de la guerra.
    
Tras unas nuevas elecciones, Juan Isidro Jiménez fue elegido
      presidente de la República Dominicana.
    
El 16 de diciembre la flota alemana
      logró atacar con éxito cuatro ciudades británicas: Scarborough,
        Hartlepool, West Hartlepool y Whitby. La
      Royal Navy fue criticada por no haber evitado el ataque, pero este
      ataque contra la población civil fue usado eficazmente por la
      propaganda británica para promover alistamientos. Remember
        Scarborough! fue una de las consignas más repetidas. La
      prensa estadounidense también condenó el ataque.
    
El frente occidental estaba estancado en la guerra de trincheras.
      Desde la batalla de Ypres no hubo ninguna operación de envergadura
      hasta el 17 de diciembre, cuando los
      franceses intentaron un asalto en Artois, pero que no dio ningún
      resultado.
    
El 18 de diciembre se produjo el
      enfrentamiento de más envergadura en territorio angoleño. Unos
      2.000 alemanes atacaron Naulila y obligaron a los
      portugueses a abandonarla. Pese a ello, seguía sin haber una
      declaración de guerra entre ambos países.
    
Ese día se celebró en Malmö (en Suecia) una reunión auspiciada
      por el rey Gustavo V de Suecia en la que los gobiernos de Suecia,
      Noruega y Dinamarca declararon su neutralidad. No obstante, la
      flota mercante noruega favorecía abiertamente a los aliados, hasta
      el punto de que era conocida como "el aliado neutral". 
    
El gobernador de Egipto, Abbas II Hilmi, estaba apoyando al
      Imperio Otomano y animaba a egipcios y sudaneses a rebelarse
      contra los británicos. Por ello los británicos lo depusieron el 19 de diciembre y, en lugar de nombrar un
      nuevo gobernador de Egipto (teóricamente supeditado al Imperio
      Otomano) nombraron sultán a Hussein Kamel, tío de Abbas
      II. Éste fue enviado al exilio. El nuevo sultanato, que ya no era
      considerado parte del Imperio Otomano, fue declarado protectorado
      británico.
    
El 20 de diciembre los franceses
      iniciaron un nuevo ataque en Champagne que se prolongaría durante
      varios meses en los que apenas lograron un leve avance en sus
      posiciones.
    
Desde el inicio de la guerra, el Imperio Austro-húngaro trató de
      bloquear el acceso al Adriático situando una flota de submarinos
      en el estrecho de Otranto, que separa Italia de Albania.
      No tuvo mucho éxito en el bloqueo, pero el 21
        de diciembre un submarino torpedeó al buque de guerra
      francés Jean Bart, que no se hundió, pero tuvo que
      retirarse a Malta muy dañado.
    
El 24 de diciembre se declaró una
      tregua no oficial conocida como Tregua de Navidad. Se
      cuenta que en Ypres los alemanes habían decorado con velas las
      trincheras y los franceses y británicos les oyeron cantar a coro Stille
        Nacht (noche de paz), y respondieron cantando villancicos en
      inglés. Después algunos soldados se reunieron en tierra de nadie e
      intercambiaron regalos. Hay quien atribuye la tregua a una
      iniciativa del Papa Benedicto XV, pero en realidad éste la propuso
      a los altos mandos y no se le hizo caso. La iniciativa fue tomada
      espontáneamente por los soldados y sin permiso de sus superiores.
    
En cambio, en el asedio a Mora, en el Camerún, la tregua la
      promovieron los oficiales británicos. Cuando los alemanes
      (incomunicados) vieron una bandera blanca, pensaron que la guerra
      había terminado, pero los británicos sólo querían darle unos
      regalos de Navidad a un sargento que permanecía preso en la
      fortaleza. Se pactó una tregua de dos días, y el capitán alemán al
      mando recibió regalos del capitán británico, entre ellos un árbol
      de Navidad. Oficiales británicos y alemanes se entrevistaron en
      varias ocasiones e intercambiaron regalos.
    
En el puerto de Valona, en Albania, se produjo un
      tiroteo, e inmediatamente tropas italianas desembarcaron en la
      ciudad, para proteger a los residentes italianos, como solía
      decirse en estos casos.
    
En muchos lugares la guerra sólo duró durante la nochebuena, pero
      en algunas partes se prolongó hasta año nuevo, y en algún lugar
      duró hasta febrero. Parece ser que se celebraron algunos partidos
      de fútbol entre ambos bandos. Los altos mandos se oponían a todo
      esto, y procuraban rotar a las tropas a lo largo del frente para
      evitar que hicieran demasiada amistad con el enemigo.
    
El 25 de diciembre la marina británica
      lanzó un ataque aéreo al puerto alemán de Cuxhaven, donde
      se encontraba una base de dirigibles Zeppelin. Una flota
      de hidroaviones fue transportada en barcos hasta aproximarse lo
      suficiente a la costa alemana, y desde allí despegaron los
      aviones, que bombardearon el puerto apoyados por buques de guerra
      y submarinos. Toda la flota británica pudo regresar sin daños
      significativos.
    
El diplomático británico Roger Casement se había implicado en el
      movimiento independentista irlandés. Después de haber negociado
      con el embajador alemán en los Estados Unidos, había viajado a
      Alemania, donde propuso al gobierno alemán que financiara una
      revuelta en Irlanda. Para ello se dedicó a reclutar irlandeses
      capturados por los alemanes que estuvieran dispuestos a regresar a
      Irlanda para iniciar una revolución. El 27 de
        diciembre firmó un acuerdo a este respecto con el
      gobierno alemán en el que éste se comprometía a no considerar
      enemiga a una Irlanda independiente.
    
Tras haber derrotado a los rusos en territorio propio, los
      otomanos invadieron el Imperio Ruso cruzando el Cáucaso. Un
      destacamento bajo el mando del oficial alemán August Stange
      logró tomar la ciudad de Ardahan tras diecisiete días de
      asedio. Desde allí amenazó la retaguardia del ejército ruso que se
      dirigía a Sarikamish, para enfrentarse al grueso del
      ejército turco. La batalla de Sarikamish empezó el 29 de diciembre. Las distintas unidades
      otomanas estaban disgregadas e iban llegando en fechas diferentes.
      En un primer ataque los turcos lograron ocupar una parte de la
      ciudad, pero pronto se vieron obligados a abandonarla. A lo largo
      de los días siguientes cada división que llegaba se dedicaba a
      atacar sin ninguna coordinación con las restantes, y eso dio la
      ventaja a los rusos.
    
Juan Ramón Jiménez publicó su obra más famosa: Platero y yo.
      
    
Edgar Rice Burroughs publicó por entregas ocho novelas ese año,
      entre ellas la tercera parte de sus serie sobre Tarzán (Las
      bestias de Tarzán) y la tercera y cuarta de sus historias
      marcianas: El señor de la guerra de Marte y Thuvia, la
        mujer de Marte y Pellucidar, que continuaba su
      novela En el corazón de la Tierra, sobre un mundo
      subterráneo.
    
Jack London publicó El motín del Elsinore. 
    
Cuando llegó el momento en que Chaplin tenía que renovar su contrato para la Keystone, le pidió a Sennett 1.000 dólares por semana. Sennett lo consideró excesivo y Chaplin firmó un contrato con la Essanay Film Manufacturing Company, que le ofreció 1.250 dólares semanales más 10.000 dólares en el momento de la firma.
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