Índice
3 Para una
tipología del diálogo
El diálogo como modalidad oral de texto
orientado hacia una interacción inmediata de su función
comunicativa reúne una amplia gama de temas lingüísticos,
entre otros. Precisamente la función comunicativa es el rasgo inherente
de la tipología textual que mejor caracteriza al texto dialógico, aunque no es el único rasgo.
El segundo rasgo
característico del diálogo es la doble dimensión
comunicativa, ya que interviene un emisor/receptor doble en la
configuración y también en la interpretación del mismo.
No vamos a detenernos
aquí en los textos seudodialógicos
(soliloquios, crónicas y memorias, diarios), frecuentes en textos
publicitarios como estrategia de captatio benevolentiae, y también presentes en
textos literarios. Recuérdese el “Llibre
d’Amic e Amat“ luliano,
la obra poética de San Juan de la Cruz (¿en dónde te
escondiste Amado...?), los diálogos virtuales de Carme Riera y las
“Lletres al absent“,
de Josep Lozano, como una breve muestra de obras de
la Literatura universal.
El texto implica en
cada caso significados perceptibles en el juego de la interacción dialógica, en la que lo cognitivo no se ve pero
actúa. Cada interlocutor construye una unidad comunicativa, a veces
incompleta, dirigida a un destinatario inmediato, quien interpretará el
texto recibido, de acuerdo con su competencia comunicativa o la del emisor. A
su vez este primer receptor, tras interpretar el texto recibido, puede transmitir,
como segundo emisor, un texto-respuesta, que puede ser también en
ocasiones un texto 0 o un bumerán.
Interpretar el texto dialógico exige disponer de una competencia
comunicativa que ayude a dar con el sentido y la intención del texto,
cuyo autor se agazapa tras juegos de palabras, anfibologías, anacolutos,
metáforas, alusiones, elisiones, elipsis, eufemismos, disfemismos,
ironía, tabú, etc.
Una interpretación deficiente
del mensaje respectivo de cada interlocutor puede producirse también por
insuficiente competencia comunicativa (comunicación asimétrica),
por la intención de construir un texto anfibológico o por los
niveles muy diferenciados de los interlocutores (poder, autoridad,
estrategia,). Más adelante se mencionarán brevemente, al menos,
algunos rasgos que determinan el proceso comunicativo en situaciones reales
asimétricas.
Algunas construcciones
fraseológicas proceden del acerbo histórico y literario de cada Cultura, lo que no impide que
en el proceso diacrónico de la lengua ciertas expresiones y locuciones
pierdan el significado del texto original y, atrapadas por una homofonía
relativa, mantengan el sentido e intención de aquel texto, aunque
perdiendo el significado literal.
La locución alemana “Das ist unter aller
Kanone“ es un buen
ejemplo: se trata de la fórmula utilizada antiguamente en Alemania para
calificar un mal trabajo escolar. La fórmula utilizada era sub omni canone (y eso que todavía no se conocían
los resultados del Informe PISA). La expresión ha mantenido el sentido
original aunque, afortunadamente, sin cañones. Estas expresiones,
llamadas malapropismos (Meringer/Mayer 1978²), han
sido estudiadas con pasión analítica por muchos estudiosos de
El diálogo, como todo texto, no
es necesariamente unívoco ni explícito. Sin aceptar el pesimista
aforismo inglés: “Communication is inherently miscommunication“,
es evidente que el estudio de las estrategias comunicativas localizables en el
diálogo puede conseguir resultados adecuados si bien parciales.
Una cuestión importante para la
reflexión sobre un problema tan amplio y complejo, tratado
insistentemente por los investigadores, es el estudio de una gramática del
diálogo (Linell 2004), en muchos casos de
difícil aplicación, dado el campo tan diversificado y complejo
del texto dialógico.
La polaridad que presenta el
diálogo a través de la doble función “Communication is inherently miscommunication“,
es evidente que la estrategia comunicativa consigue en el diálogo
elevadas cotas de realización adecuada. Sin embargo, la propia
experiencia documenta el número considerable de malentendidos que se
producen en la comunicación oral, incluso entre hablantes nativos cuando
emplean su propia lengua.
A través de un criterio basado
en la etnografía cultural (Hymes 1974; Bourdieu 1984; Argenter 1998) se
puede llegar a resultados que rebasen la reducida oferta de un canon fijo, por
meticuloso que sea. Como se verá más adelante, resulta
prácticamente inabarcable el número de posibles variables. Esa es
la hipoteca que pesa sobre los resultados del trabajo de campo con
cuestionarios, por muy pormenorizados y completos que sean. Y, sin embargo, la
construcción, la tarea de campo y la evaluación, aunque no pueden
ofrecer soluciones totalmente generalizables, ponen al alcance del investigador
sólidos criterios para avanzar en su trabajo.
Efectivamente: el hecho de que ambos
interlocutores, en su actuación como emisores y receptores
simultáneos de los respectivos textos, tengan que establecer un turno
oral, con fuerte limitación del tiempo para construir una estrategia
comunicativa adecuada y responder nos permite emplear como punto de partida la
actitud de ellos en el proceso comunicativo.
Weigand (2000) anota certeramente: “The text alone is a deficient object.(...) It is the interlocutors, individual Beings, who are
our primary reference point”, para precisar posteriormente:
“The methodology of pattern transference” debe
ser remplazada por una “methodology of negotiation” (Weigand/ Dascal 2001).
No debe interpretarse
lo anteriormente expuesto como un rechazo al sistema de reglas gramaticales.
Conviene recordar una vez más que el complejo e inestable mecanismo de
la comunicación necesita una normativa orientadora pero que en
ningún caso el sistema de reglas se opone a los complejos vericuetos de
los procesos cognitivos que determinan
A modo de ejemplo
señalemos el caso de una función activa en diferentes tipos de
textos y, en mayor medida, en el diálogo: la modalidad .Desde las
posibilidades registradas por la norma como adecuadas y aceptadas por el uso se
establece un juego polisémico que, en la
transferencia interlingual, puede convertirse en una
trampa para el traductor o el discente.
La lexicografía
podría, en estos casos, ser una buena ayuda si los diccionarios
estuvieran bien hechos, ya que
-
muchas acepciones no están
registradas adecuadamente,
-
el cambio de significados, la
aparición y pérdida de usos no sobreviven la corta vida del
diccionario,
-
en el caso de las partículas
modales es difícil disponer de un inventario suficiente.
Existe una abundante
bibliografía sobre el tema de la modalidad e importantes trabajos
científicos sobre las construcciones modales en el aspecto contrastivo
español / alemán (Prüfer 1995;
Martín 2001; López Roig 2002; Ferrer Mora
2003) pero no era el objetivo de estas obras establecer un inventario de
construcciones o partículas modales. En el caso del español no se
cuenta con un claro criterio diferencial del concepto de modalidad (Navarro
2004).
En muchas lenguas se
observan casos de polifuncionalidad, sobre todo en
los tiempos y modos verbales frente a criterios normativos teóricos que
a veces se estrellan contra la norma aceptada por el uso, especialmente en
construcciones fraseológicas. Si se parte del alemán, una lengua
con una amplia gama de matices modales, comprobamos diferentes funciones de comodín
del verbo werden. No se trata
de un caprichoso intento de originalidad el querer designar el modo indicativo
como el “modo de lo real” (cuando el único criterio de
expresión de lo real existente es el Presente de Indicativo), como ya
han advertido algunos gramáticos. En alemán, el futuro de indicativo no consigue expresar
el significado dubitativo si no va acompañado de la partícula
modal wohl:
(1) Es wird wohl 11 Uhr sein
Que en español
se expresa simplemente con el futuro de Indicativo (y aquí se prescinde
de cualquier posible intencionalidad irónica):
(2) Serán las 11
La función
modal de werden, en la tercera persona del
Presente, expresa valores exhortativos, reflexivos e imperativos:
(3) Ich mag Oma nicht!
à ¡no me gusta abuelita!
(4) es wird gegessen, was auf den Tisch kommt! à ¡se
come lo que se saca a la mesa!
Hay que recordar los
usos coloquiales, intraducibles literalmente y que también en
español corresponden a unidades fraseológicas:
(5) Und nun wird gearbeitet! à Y ahora, ¡a trabajar!
(6) Wird’s bald? à ¡venga, deprisa!
De manera análoga, en
alemán y en español los cambios de los tiempos verbales pueden
señalar, sobre todo en la comunicación dialógica,
significados divergentes:
(7) es wird Zeit! à ¡ya es hora!
frente al cambio semántico marcado por el cambio del tiempo verbal:
(8) es war Zeit! Endlich! à ¡ya era hora!
Aunque menos frecuente, puede representar una dificultad en el
aprendizaje del alemán, el problema de la colocación
sintagmática y su interpretación en el diálogo:
(9) so ist es! à ¡así
es!
frente a:
(10) es ist so! à es lo siguiente
construcciones que, en el
primer caso, corroboran el punto de vista del interlocutor, con su significado
aquiescente, mientras que en la segunda construcción el significado es
categórico, si bien las suprasegmentales pueden
matizar la intención del interlocutor en el turno dialógico.
Los casos de sinonimia parcial, poco frecuentes, son una predilección de
los que dominan los juegos de palabras, sin la menor piedad con los traductores
y mucho menos con los discentes del alemán, sobre
todo si no son capaces de recordar casos análogos en el inglés (do
vs make; sky vs heaven, etc.). Aunque en la interacción dialógica apenas son un serio problema a la hora de
desambiguar o construir un texto, muchas veces están
estrechamente vinculados a fraseolectos, juegos de
palabras, eslogans, etc. Un buen ejemplo sobre el par
léxico alemán machen/tun
es una reciente crítica contra la escasa actividad en Alemania
contra el actual neonacismo:
(11) Wer nichts tut, macht
mit à quien no hace nada, colabora
En muchos casos, como en éste, no es posible
encontrar el par correspondiente y - como aquí-, la traducción se
limita a ser una exégesis del original, lo que debilita el impacto de la
acertada construcción alemana.
Muchas construcciones fraseológicas proceden
del acerbo de cada Cultura, lo que no impide que en el proceso
diacrónico de la lengua algunas expresiones, apoyadas en una relativa
homofonía, continúen empleándose sin tener en cuenta el
significado original.
Recordemos la regocijante adulteración de
algunos proverbios por Sancho Panza, debida a su desconocimiento del
significado adecuado de la expresión empleada. En ocasiones se trata de
una modificación intencional de una expresión
fraseológica, con la intención de conseguir un efecto
humorístico aunque ilógico. Su empleo en textos dialógicos requiere una considerable confianza en el
interlocutor y su capacidad para saberlos interpretar (competencia
lingüística), sobre todo cuando no se trata de un hablante nativo.
En el caso de la traducción aumenta considerablemente la posibilidad de
llegar a una versión adecuada si se consigue al menos una
interpretación aceptable.
Es prácticamente imposible establecer una
tipología textual adecuada del diálogo, como ya se sabe. En todo
caso debe prescindirse de intentar un guión temático, ya que la
diversidad de temas y situaciones posibles es inabarcable.
En cambio, unas líneas generales con las que
pueden establecerse criterios con rasgos pertinentes pueden servir de
instrumento útil siempre que se sitúe en el centro de
interés la actuación de los interlocutores, lo que representa
también un campo de acción muy diversificado.
Subrayamos aquí el criterio de
language use however consists of a series of different
action games, more simple ones and those with integrate different human
abilities and thus trascend the verbal level.
Dialogic Interaction
is based on this complex human ability (Weigand
2000).
Se trata, pues, no sólo de la capacidad de
los interlocutores para configurar su intervención en el diálogo
sino, en primer lugar, de su organización de la estrategia empleada.
Un planteamiento basado en la interacción
espontánea e inmediata de los interlocutores contribuiría a
aumentar el número de breves publicaciones que analizan una
situación concreta y que son útiles desde el punto de vista
didáctico, no proporciona tampoco una base metodológica general.
Un punto de partida para la investigación de
textos dialógicos debe ser el establecimiento
de las metas que se quieren alcanzar, siempre en función de los
interlocutores y de la estrategia empleada .Tanto para un objetivo
pragmático como didáctico es necesario limitar el campo de
investigación a situaciones muy concretas para poder, inductivamente,
tener acceso a resultados aceptables a medida que aumente la complejidad de la
o las situaciones elegidas.
Si utilizamos como instrumento de partida el
cuestionario podemos conseguir resultados valiosos pero incompletos y, por
tanto, no generalizables. Sin embargo, los resultados, aunque incompletos,
pueden ser una valiosa ayuda para la construcción más adecuada de
posteriores cuestionarios. Se llegaría así a conseguir datos
valiosos, aunque nunca absolutamente generalizables, y útiles para un
objetivo pragmático, como puede ser el planteamiento de estrategias
comunicativas en la interacción bicultural, en una situación dialógica entre interlocutores de distintas lenguas
y culturas.
Un cuestionario elaborado en función de los
posibles constituyentes teóricos del diálogo en una interacción
homogénea ofrecería la posibilidad de obtener datos
provisionales, que se incluirán o rechazarán en su caso en
posteriores cuestionarios. Por razones metodológicas es necesario
restringir el campo temático previsto. Una propuesta útil es
partir de una situación dialógica entre
alemanes y españoles que trabajan en una empresa alemana situada en
España.
El cuestionario-base, repetidamente rectificado con
las verificaciones que se obtengan del trabajo de campo, pueden
proporcionar una serie de criterios orientadores, útiles para el
análisis del texto dialógico y,
especialmente, como instrumento para resolver el riesgo de los malentendidos.
La superación de este riesgo debe entenderse en función del
carácter de “bisagra“ bicultural en
la interacción dialógica.
Anteriormente se observaron hechos de la
configuración textual no siempre de acuerdo con la normativa pero
refrendados por
Como un ejemplo de la especial complejidad de un
diálogo en una situación de asimetría entre los
interlocutores, marcada por el mayor poder de uno de ellos, recordemos el
pasaje de Alicia en el país de las maravillas:
(12) Humpty Dumpty:When I use a word
it means just what I choose it to mean, neither more nor less
Otro caso de asimetría comunicativa,
más cotidiano, es el que nos plantea una situación en la que un
interlocutor queda supeditado al poder de decisión del otro. Tal vez en
el aspecto didáctico, como texto dialógico
especialmente adecuado a la enseñanza de lenguas extranjeras, puede
verse el que Santina Battaglia
nos ofrece en su trabajo Analisi del
dialogo e insegnamento di lingue straniere, en cuyo apéndice registra
un diálogo entre un propietario y un fontanero, señalando en esta
situación asimétrica la necesidad de una estrategia adecuada.
Para un esquema de cuestionario inicial
sería recomendable establecer un marco con las diferentes modalidades de
la competencia comunicativa, especialmente cuando el objetivo que se persigue
es presentar el mosaico de factores relevantes para localizar la competencia
comunicativa de los interlocutores y, en segundo lugar, desarrollar criterios y
estrategias válidos, tanto para el estudio de la interacción
comunicativa y la solución de posibles conflictos, como para contribuir
a una didáctica del ELE o del ALE, basada en realidades de la
comunicación.
Un esquema inicial para un cuestionario orientado
hacia el estudio de estrategias comunicativas en la situación concreta
de diálogos biculturales (interlocutores: alemán/español)
en la situación concreta que presenta su interacción en el
ámbito laboral de una empresa alemana establecida en España debe
partir de un mosaico de factores relevantes, aunque no definitivo. En dicho
esquema deben incluirse:
-
Competencia gramatical, fonológica y
cinética
-
Competencia sicolingüística:
factores cognitivos, prejuicios, estereotipos, etc.
-
Rasgos caracteriológicos
-
Formas de conducta
-
Competencia sociolingüística: contexto vs cotexto, convenciones y actos
rituales, sexo, sociolectos y registros
(adecuación pertinente)
-
Competencia
discursiva: estrategias comunicativas, argumentación (actos de habla)
En cuanto a la figura del entrevistador o
entrevistadora es conveniente su carácter de hispanohablante, cuya competencia
le permita conocer las estrategias comunicativas empleadas en alemán y
domine las posibles variantes en los textos dialógicos
de ambas lenguas.
Debe recordarse que los resultados de un primer
esquema del cuestionario es solo un punto de partida hacia cuestionarios
sucesivos perfeccionados.
Argenter, Joan Albert (1998): “Etnografia
de la comunicació”. En: Pradilla, Miquel Angel (ed.): Ecosistema comunicatiu – Llengua i variació. Benicarló:
Alambor, 83-90.
Bourdieu, Pierre (1982): Ce que parler veux dire. L’economie
des échanges linguistiques.
Paris: Fayard.
Estepà, Roser (1979):
“Una propuesta: el malapropismo”. Anuario de filología 5,
Barcelona, 257-266.
Ferrer Mora, Hang (2001):
“Pragmática vs. gramática o
pragmática en la(s) gramática(s) del alemán como lengua
extranjera”. En: Ferrer Mora, Hang/ Kasper, Frank/ Contreras
Fernández, Josefa (eds.): Metodología y didáctica del alemán como lengua
extranjera en el contexto hispánico. Valencia: Universitat
de València, 107-122.
Ferrer Mora, Hang (2003): “La
traducción de las partículas modales alemanas al español:
¿una nueva clases lexemática en
español?”. En: Cerviño López, Sonsoles/
Delgado, Teresa/ Kaldemorgen, S. (eds.):
Aprender a traducir. Berlin:
Walter Frey, 55-68.
Gohard-Radenkovic, Aline (1999): Communiquer en langue étrangère.
Frankfurt/M.: Peter Lang.
Hymes, Dell (1974): Foundations in
Sociolinguistics. Philadelphia: Pennsylvania Press.
Keim, Lucrecia (1994): Interkulturelle
Interferenzen in der deutsch-spanischen Wirtschaftskommunikation.
Frankfurt/M.: Peter Lang.
Linell, Per (2004): “On some
principles of a dialogical grammar”. En: Aijmer,
Karin (ed.): Dialogue Analysis VIII. Tübinger: Niemeyer, 7-23.
Little, David (1996): “La compétence
stratégique examinée
par raportà la maîtrise
stratégique du processus d’apprendissage
des langues“. En: Holec, Henri/ Little, David/ Richterich,
René (eds.): Stratégies dans l’apprentissage et l’ussage
des langues. Consejo de Europa:
Estrasburgo, 9-40.
López Roig, Cecilia (2002): Aspectos de fraseología contrastiva
(español/alemán) en el sistema y en el texto. Frankfurt/M.:
Lang.
Martín, Luis (2001): Phraseologie im zweisprachigen Wörterbuch Deutsch-Spanisch.
Frankfurt/M.: Lang.
Meringer, Rudolf/ Mayer, Carl (19782): Versprechen und Verlesen. Amsterdam:
John Benjamins.
Navarro, José María
(1998): „Kognition und Konvention im Übersetzungsprozeß“.
Sprache in Raum und Zeit, 2,
(Beiträge zur empirischen Sprachwissenschaft). Tübingen: Niemeyer, 189-195.
Navarro, José María (2003): “Reto al traductor: la
intención del texto original”. En: Cerviño López, Sonsoles/ Delgado, Teresa/ Kaldemorgen,
S. (eds.): Aprender
a traducir. Berlin: Walter Frey,
10-17.
Navarro, José María (2004): “Verbos modales y
modalidad”. En: Cifuentes, José Luis/ Marimón, Carmen (eds.): ELUA –
Estudios de Lingüística Universidad de Alicante, Alicante,
443-450.
Prüfer, Irene (1995): La traducción de las
partículas modales del alemán al español y al
inglés. Frankfurt/M.: Lang.
Weigand, Edda
(2000): “The dialogic
Action Game”. En: Coulthard, M. et al. (eds.): Dialogue Analysis
VII. Tübingen: Niemeyer,
7-25.
Weigand, Edda/ Dascal,
Marcelo (2001) (eds.): Negotiation and
Power in dialogic Interaction.
____________________________________________________________
copyright @ ANGLOGERMANICA ONLINE 2005
____________________________________________________________