¿A qué viene, pues, tanto revuelo intelectual con la hipertextualidad de la red?, ¿por qué presentárnoslo como algo revolucionario si precisamente de su no-relevancia debería provenir su relevancia? En mi opinión, no se trata de algo revolucionario, pero nos debería hacer conscientes de que es eso, el hipervínculo, una de nuestras primigenias razones de ser y estar. Y ¿acaso esto no es un avance? Reconocer nuestras necesidades, las raíces de las mismas para poder redefinir los mecanismos, los "paradigmas" que se nos pretende imponer...que lleguemos a pensar, está bien, si lo importante de sus paradigmas es el aumento exponencial de su riqueza por medio de compañías nacionales hipervinculadas a multinacionales e irradiadas en divisiones especializadas, lo importante de este nuestro posible nuevo paradigma social será el aumento exponencial de conocimiento/comunicación compartidos: modificados, enriquecidos y redistribuidos por las personas gracias a la variable (debería ser independiente) de las nuevas vías de comunicación (ciencia al servicio de la necesidad de conocer y comunicarse).

La manipulación de la información, el sectarismo ideológico (siempre vinculante) seguirán existiendo. Quizás puede que se incremente como mecanismo de protección de los intereses creados frente a la amenaza que supondría la "propagación" de unos pensamientos, pareceres (en el plano de las ideas), de unas técnicas y herramientas (en el plano de los objetos)  de forma libre por parte de las personas. Por supuesto, me siento en la obligación de aclarar que hablo de compartir y mejorar constructos y objetos humanamente decentes, no excluyentes y respetuosos con los derechos básicos de todo ser humano que pretenda llegar a serlo (sí).

Vendría a ser la unimente imperante (multinacionales, gobernantes y empresarios de los medios de comunicación) frente a una sociedad que tiene instrumentos para resistirse: porque hay mayor capacidad de almacenamiento de información, mayor información disponible, mayores formas de comunicarse no ya bilateralmente sino multilateralmente. Sin embargo, mi pesimismo aumenta porque ante una ocasión histórica como ésta vengo observando que esta posibilidad se manipula para afianzar los propios intereses y mecanismos de la unimente (como si de una película de ciencia-ficción habláramos). En una palabra, o tres, venimos a seguir, a perpetuar la consabida manipulación informativa con los "nuevos" medios que se crean. Una lucha de paradigmas: el paradigma industrial o económico pugna por dominar los intereses ¿puramente? científicos de los objetivos de un paralelo paradigma tecnológico, con lo que las ventajas de este último se desvirtúan, por ello, a veces, yo misma llego a poner en duda algunas iniciativas altruistas y gratuitas que proceden de este sector. Desde que el hombre es hombre ¿cuándo no ha dejado de serlo con todos sus verdaderos intereses en juego?

Por todo ello, no puedo estar más en contra de la expresión "smartmobs". No porque así lo desee, sino porque la realidad de los pásalo así lo demuestra. El término smartmobs de H. Rheingold es una presunción. Pero en un mundo tan necesitado de términos epatantes, cortos y eufónicos (independientemente de pararnos a pensar si conceptualmente son ajustados) smartmobs es considerado un acierto. Estoy de acuerdo con que puedan ser 'mobs' pero no tienen porqué ser necesariamente 'smart'. De hecho, leyendo el libro de Rheingold, a veces siento vergüenza ajena por la alienación tecnológica de algunos de los sujetos que describe y que presenta como ejemplos de 'masas inteligentes'. ¿Acaso el hecho de conseguir que media población se cruce en una intersección de calles moviendo frenéticamente su apéndice pulgar sobre un teclado sin chocarse entre ellos merece la etiqueta de "smart"?, ¿el hecho de actuar en masa ya per se es sinónimo de "smart"?  o ¿son "smart" porque la masa se forma via medios técnicos? ¿simplemente por eso? ¿y quién garantiza que no siga existiendo manipulación?, ¿qué diferencia entonces hay entre esto y formar masas mediante carteles pegados en columnas? No es que esté necesariamente en contra, sino que es necesario hacer estas y más preguntas para poder aceptar un término como válido.  ¿O nos quieren hacer sentir como si ahora ya tuviéramos la "libertad" de "espontaneizarnos" en masas y sentirnos más inteligentes por ello?, puestos a pensar (no lo hagamos como costumbre) ¿no habrá un interés tecnocrático, comercial y en definitiva del poder, en hacernos creer que la panacea ha llegado (previo robo mensual de cuotas de conexión) y de lo que en realidad se trata es más de lo mismo?

Pero, ¿con qué variables estamos midiendo la inteligencia? Aún pareciendo contradictorio, la inteligencia debería venir definida como el propio uso que hayamos hecho de ella.

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