RUTA DE LOS CASTILLOS DE TOLEDO

 

Iniciamos una ruta de castillos de gran sabor medieval. Son muchas las razones por las que el viajero podrá comprobar con sus propios ojos el halo de misterio y el aura mística que rodea a estas fortificaciones; ya sea por el emplazamiento en lugares especiales o de difícil acceso en el que se encuentran; ya sea por razones de dominación social o económica inherentes a ellas o incluso por la fuerza telúrica que las envuelve, lo cierto es que son una de las manifestaciones históricas y artísticas más importantes y enigmáticas de nuestro pasado.       

 

El castillo de Maqueda está emplazado en un pequeño cerro justo al lado de la N-5. Presenta un peculiar aspecto de fortaleza. Se dice que ya existía en época romana y que fue reformado sucesivamente por los musulmanes y luego por Alfonso VI. Pasó a propiedad de Alvaro de Luna y en él se instalaron personajes como el Cardenal Mendoza e Isabel I de Castilla. Hasta el siglo XIX perteneció a los duques de Maqueda, descendientes de Gutierre de Cárdenas. Es de planta rectangular y dispone de esbeltos torreones cilíndricos en sus ángulos. Sobre la puerta se levanta imponente el escudo de la familia Cárdenas y Enríquez. El Torreón llamado de la Vela es un resto de las modificaciones constructivas de la época musulmana. A tan sólo seis kilómetros nos encontramos con el vecino castillo de San Silvestre construido a instancias de Gutierre de Cárdenas, similar al anterior, aunque prácticamente destruido en su interior.

 

La vecina fortaleza de Escalona se encuentra emplazada justo a orillas del Alberche. El castillo fue tomado para las armas cristianas por Alfonso VI, poco antes de que se lanzara a tomar la capital, Toledo, en el siglo XI. En el año 1424 el castillo pasó a Alvaro de Luna por  concesión del rey Juan II de Castilla. Este propietario mandó levantar el alcázar en su interior. Es de planta cuadrada y tiene una barrera almenada con un torreón con aspilleras en el centro. Entre esta barrera y la fachada del castillo se abre un foso interior con escarpa y contraescarpa enlosadas. Dispone de un gran patio de armas en forma de claustro del que sólo quedan restos. En 1470 la fortaleza pasó a manos del marquesado de Villena y duque de Escalona, Juan Pacheco. En la actualidad se encuentra prácticamente en ruinas. El deterioro se inició tras ser  abandonado, medio destruido, después de la Guerra de la Independencia.

 

El Castillo de Malpica de Tajo se encuentra emplazado a orillas del mismo río y está en un magnífico estado de conservación. Es una fortaleza medieval del siglo XIV que se levantó sobre los restos de una antigua fortificación musulmana. Es de planta cuadrilonga y fábrica de ladrillo. Dispone de cuatro espesas cortinas con torres macizas en sus ángulos. La Torre del Homenaje se alza imponente al oeste del conjunto fortificado. Tiene foso y barbacana. En la parte noroccidental se conservan matacanes sobre ménsulas de piedra. En el siglo XVII fue reformado en su interior por los marqueses de Malpica.

 

Siguiendo el curso del río Tajo, en su vertiente izquierda, se alza imponente la fortaleza de San Martín de Montalbán. Un halo de misterio rodea al castillo que fue reconstruido en el año 1323. Se dice de él que es uno de los más antiguos de la comarca e incluso que fue parte de las posesiones templarias en la zona durante el siglo XII. Fue propiedad de Alvaro de Luna, Juan Pacheco y los Duques de Frías-Uceda.

 

El Castillo de Guadamur es uno de los ejemplos más significativos de palacio-fortaleza de toda la provincia. Fue construido en el siglo XV con influencias italianas.  Es de planta cuadrada y se encuentra emplazado en el cerro de la Natividad, dentro de la misma villa. Dispone de dos recintos murados de mampostería paralelos, rodeados por un foso con escarpa y contraescarpa. La Torre del Homenaje es cuadrada y se conserva en su lado occidental. Está defendida por seis garitones que están adornados con ménsulas circulares. Ha desaparecido el parapeto y las almenas. Todavía se conservan varios escudos de armas de los López de Ayala, Silva y Castañeda. La puerta occidental es la de ingreso y está flanqueada por dos torreones circulares coronados por merlones. Fue restaurado en el siglo XIX y en la actualidad guarda importantes piezas de orfebrería, cuadros, esculturas, etc.

 

El castillo de Almonacid de Toledo se encuentra emplazado al sur de la población en un mal estado de conservación.  Es de planta irregular muy parecida a un trapecio. El lado sur de la muralla dispone de tres torres curvilíneas. Del interior sólo se conservan restos de arranques de muros y bóvedas de ladrillo de varias torres. La construcción es de mampostería de cal y canto. La Torre del Homenaje es rectangular, apenas conserva su coronamiento y se alza imponente en el centro de la gran plaza de armas. Todavía se pueden adivinar restos de dos aljibes. Entre las leyendas del castillo se dice que Rodrigo Díaz de Vivar, también llamado Cid Campeador pasó largas temporadas como huésped entre sus muros. En tiempos de Juan I de Castilla se convirtió en la prisión del infante D. Alfonso y fue escenario bélico en la guerra de la Independencia.

 

El castillo de Mascaraque está emplazado en la orilla izquierda de la C-400, justo en dirección a la capital provincial. Es una antigua construcción musulmana y fue propiedad del comunero Juan de Padilla hasta que pasó a manos de los duques de Abrantes. Es de aspecto sobrio y dispone de un recinto cuadrado con torres cilíndricas en los ángulos. La Torre del Homenaje se conserva en buen estado de conservación.

 

El castillo de Mora es una fortaleza del siglo XII y se encuentra en precario estado de ruina. La Torre del Homenaje es de planta cuadrilonga y se conserva parte de ella. No se conservan coronamientos superiores almenados, ventanas, ni voladizos.

 

El castillo de Manzaneque manifiesta un estilo cercano al del resto de castillos de la comarca realizados durante el siglo XV y está situado frente a la iglesia parroquial. Fue propiedad de los Alvarez de Toledo y los condes de Cedillo. Se accede a su interior a través de una escalera de doble entrada. Otra de las fortalezas de esta ruta es la de Orgaz que se encuentra situada al oeste de la villa, justo a orillas de la misma N-401. Es una construcción de Pérez de Guzmán -Conde de Orgaz- de finales del siglo XIV y principios del XV. Es de planta rectangular y destaca su esbelta torre además del ábside de la antigua capilla. La puerta de ingreso al castillo se abre a la izquierda de la torre y muestra el escudo de armas del conde de Orgaz. El interior está en ruinas.

 

El castillo de Barciene es una construcción del siglo XV y está realizado en fábrica de mampostería. Es de planta rectangular y dispone de cuatro torres en sus esquinas. La Torre del Homenaje dispone de una figura de león rampante, curioso ejemplar de la heráldica hispana. Finalizaremos nuestro recorrido en la misma capital de Toledo en el castillo de San Servando que se encuentra frente al ancestral puente de Alcántara. Nació como monasterio visigodo. Pasó a los musulmanes. Fue residencia real y panteón templario. Forma parte del recinto defensivo que protegía la ciudad desde el puente. Éste, junto al castillo-palacio de Galiana los dos castillos de la capital provincial.

 

 * El presente trabajo forma parte de una serie de reportajes realizados para prensa con destino a SUPLEMENTOS DE VIAJEROS que editaron un gran número de medios prensa regionales de este país; entre otros ALERTA DE CANTABRIA, LANZA DE CIUDAD REAL, FAROS DE CARTAGENA, CEUTA Y MELILLA, PUBLICACIONES DEL SUR, DIARIO DE JEREZ, DIARIO DE CÁDIZ, FARO DE VIGO, GUADALAJARA 2000, etc

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