VIAJAR A KENIA Volvemos a adentrarnos en míticos paisajes de rincones olvidados, de lugares con una magia ancestral y exotismo desgarrador. Es, nuestro viaje, un periplo hacia las tierras míticas de la olvidada África, Kenia. En este secular viaje por tierra desconocida, inhóspita, misteriosa, salvaje y natural donde nos vamos a encontrar encantos que, a buen seguro, sorprenderán al viajero más avezado y experto en esto del viajar. Dividida por el ecuador y poblada por más de 40 tribus diferentes, Kenia es la morada de la fauna más variada y rica del mundo. Kenia es una tierra de espectaculares contrastes, de silenciosos atardeceres y de penumbras desbordantes. Lo cierto es que desde los esplendores prehistóricos de Rift Valley hasta las magníficas playas del Océano Índico, pasando por los centros de actividades culturales de Nairobi y los parques de recreo de Tsavo y Amboseli, este inmenso país es y seguirá siendo por mucho tiempo un magnífico paraíso para los viajeros. Hasta el momento existe un cierto carácter de exclusividad de safari cuando se habla de Kenia. Las imágenes, un poco desdibujadas, de Vanderbilt y Hemingway cazando al atardecer a cualquier tipo de bestia salvaje han quedado algo pasadas de moda. Hay imágenes en Kenia que son más destacables e inolvidables. Esas noches bajo las estrellas de África, un fuego en un campamento junto a un grupo de masais entonando sus canciones, los ruidos procedentes de la sabana africana, las carcajadas de las hienas y el sordo gruñido de un depredador son buenos recuerdos a guardar en las alforjas gastadas de un viajero y, como no, parte de la magia que envuelve a Kenia. Sigan con nosotros este periplo que quedará grabado a fuego en su memoria. Seguro. * La presente columna de opinión fue publicada por varios periódicos regionales de nuestro país en SUPLEMENTOS DEL VIAJERO (Alerta de Cantabria, Faro de Vigo, Lanza de Ciudad Real, Guadalajara 2000, Crónicas de Castilla La Mancha, Faros de Ceuta, Melilla y Cartagena, en el año 1998-1999. |