POR EL INTERIOR DEL TEMPLO CATEDRALICIO DE PLASENCIA

Es cierto que en el interior del templo catedralicio de Plasencia encontramos innumerables maravillas artísticas que delatan la floreciente etapa constructiva que se dio durante los siglos XV y XVI en la Península ibérica.

Dentro de la Catedral hemos de contemplar la magnificencia de la Capilla de San Pablo en la que podemos encontrar una interesante portada obra de Gil de Cislar realizada en estilo románico de transición al gótico. La capilla está dedicada a San Pablo y antiguamente estuvo destinada a Sacristía y Sala Capitular.

La magnificencia de la estancia viene determinada por la existencia hacia el exterior de sus cuatro torres cilíndricas que actúan de esbeltos contrafuertes y que le dotan de ese peculiar aspecto que le ha valido el calificativo de la Torre del Melón. En su interior destaca la imagen de la Virgen del Perdón con el Niño, escultura del siglo XIII en piedra policromada. Otra maravilla es el Misterio de la Anunciación cuyas figuras de bulto redondo representan el Misterio. La Virgen se viste con túnica de escote redondo ajustado al cuello y manto; un cinto ciñe las telas y su cabeza se cubre con un velo que deja ver los rizos del cabello. El arcángel se encuentra de pie frente a la Virgen. Lleva entre las manos un pliego enrollado y viste túnica ceñida.

Por su parte, el cimborrio de la Sala Capitular es uno de los elementos más característicos del exterior de la Catedral. Obra del arquitecto Gil de Cuéllar, el cimborrio placentino es semejante a los de Zamora, Toro y Salamanca. Posee un gran interés debido a que fue construido en época muy temprana, 1270. Por otra parte, la decoración escamada del remate piramidal del cimborrio evidencia la proyección de la arquitectura medieval castellana. Tiene planta cuadrada en la torre, pero por medio de trompas nervadas se va convirtiendo en octógono. Por su parte, la torre del campanario de la vieja catedral se adosa al muro de la Epístola de la Catedral nueva. Es una obra de sillería, dividida en tres cuerpos por medio de molduras. Se conservan las seis campanas antiguas, algunas de ellas del siglo XV. En una de ellas aparece el escudo de Rodrigo Dávila. La más antigua es la llamada María de la O: “María de la O me llamo, cien quintales peso y quien no me crea, que me coja en peso, dé una vuelta a la ciudad y me vuelva a colocar en el mismo lugar”.

Otros tesoros son la sillería del coro cuya autoría se debe principalmente a Rodrigo Alemán. Perteneció a la catedral vieja y fue trasladada a la Catedral nueva en el año 1567. El Altar de las Reliquias se encuentra ubicado en el Evangelio, cuyo retablo es obra de Carlos Simón que intentó realizar un retablo al estilo de Churriguera, en su decoración recargada y en su barroquismo.

El Altar de la Asunción se halla en el lado de la Epístola y dispone de un magnífico retablo realizado en 1726. El Retablo Mayor es, sin duda, la obra cumbre de la catedral, cuyas esculturas son obra de Gregorio Fernández que participó junto al pintor Francisco Rizzi, Luis Fernández y Mateo Gallardo. El dorador del retablo fue Simón López. A la izquierda del altar mayor se encuentra el sepulcro del obispo Ponce de León, obra de Mateo Sánchez de Villaviciosa. La Sacristía muestra una portada de estilo plateresco y está tallada en piedra granítica dorada, obra de Juan de Alava.

El Museo catedralicio fue inaugurado por Monseñor Zarranz y Pueyo en el año 1948. Ha reunido importantes piezas de orfebrería, objetos litúrgicos, ornamentos, cantorales y notables piezas de pinturas. Entre sus grandes tesoros destaca el códice de la Biblia del siglo XIV, con preciosas miniaturas, que se guarda en sus dependencias y la corona de la Santísima Virgen del Puerto, patrona de la ciudad, realizada en oro y platino, de gran belleza cromática, obra de Félix Granda que es de gran importancia para los placentinos.

* La presente columna de opinión fue publicada en Suplementos para prensa que publicó el Adelantado de Segovia, Faros de Cartagena, Ceuta y Melilla, Alerta de Cantabria, Guadalajara 2000 y Lanza de Ciudad Real, en el año 1998-1999.

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