La solicitud de particular suscripción del manifiesto por constitucionalistas no tiene, claro está, ningún ánimo exclusivista. Antes al contrario, el interés del objeto del manifiesto se tiene como ciudadano. Ahora bien, en el tan escaso tiempo en el que se ha gestionado y ejecutado esta iniciativa -generada por unos constitucionalistas especializados en la materia-, el mejor modo de dotar de personalidad al colectivo manifestante era el de constitucionalistas de las universidades españolas, cuanto menos así lo creemos. Otra opción podría haber restado interés y entidad a lo que ya ha supuesto un verdadero éxito:

contando con muy pocos medios humanos en menos de una semana se ha sumado un número bien relevante de constitucionalistas para dar un primer paso en aras de la concienciación sobre la materia. El resto de pasos, competen a todos, constitucionalistas o no.