<< viene de la página 6 >> IV. Conclusiones Estas colecciones de fuentes literarias suponen un ejemplo de la aparición de grandes corpora a lo largo del siglo XIX que son paralelos al Corpus Inscriptionum Latinarum y al Corpus Inscriptionum Graecarum en la epigrafía y a los repertorios arqueológicos elaborados por el Instituto Arqueológico Alemán de 1871 a 1929. Las grandes colecciones decimonónicas de fuentes literarias culminan los trabajos que el calvinista ginebrino Jacob Godefroy (más conocido por la latinización de su apellido en Gothofredus) y los maurinos y bolandistas (respectivos grupos de benedictinos y jesuitas) inician en el siglo XVII: el primero mediante los Fragmenta legum Iuliae et Papiae (Ginebra, 1617), Vetus Orbis descriptis graeci scriptores (Ginebra, 1628), Fontes IV iuris civilis (Ginebra, 1638) y Novus in titulum Pandectarum diversis regulis iuris antiqui commentaribus Ginebra, 1653); los segundos con Spicilegium Veterum Scriptorum , Thesaurus Anecdotarum y Bibliotheca Bibliothecarum Manuscriptorum nova ; los terceros por medio de las Acta Sanctorum cuya publicación se inicia en 1643 y alcanza los 53 volúmenes en 1791. El siglo XVIII no abandona las ediciones de fuentes. L.A. Muratori publica Rerum italicarum scriptores praecipui ab anno 500 ad annum 1500 (Milán, 1723 – 1738). J. Hardouin da a la estampa Acta Conciliorum et Epistolae Decretales ac Constitutiones Summorum Pontificum (París, 1715). G-D. Mansi edita Sacrorum conciliorum ecclesiasticorum nova et amplissima collectio (Florencia y Venecia, 1759 – 1798). Por último J.A. Fabricius imprime diversas obras: Bibliotheca latina (vols. I y II, Hamburgo, 1697 y 1721 y vol. III, Leipzig, 1773 – 1774), Bibliotheca graeca (14 vols., 1ª ed., Hamburgo, 1705 – 1728), Bibliotheca latina mediae et infimae aetatis (5 vols., Hamburgo, 1734 – 1736) que completa la antedicha la Bibliotheca latina , Biblioteca ecclesiastica (Hamburgo, 1718) que recoge a los autores que aluden al cristianismo desde San Jerónimo hasta el siglo XII y Bibliotheca antiquaria (1ª ed. , Hamburgo, 1713). Fabricius indica en esta obra postrera la totalidad de las oblas referentes a la arqueología. La Bibliotheca antiquaria logra tal éxito de público que en 1760 sale la edición número catorce. |