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La arquitectura helenística de Atenas.

Es necesario citar algunos edificios en el ágora de Atenas y el templo de Zeus Olímpico.

El Bouleterion y el Metroon son los edificios más importantes del ágora ateniense que se hacen durante el período helenístico.

El primero es la sede de la Ekklesía o Asamblea Popular de Atenas. Comprende tres elementos. Uno es un pórtico acolumnado cuyo estilo recuerda los Propileos construidos por Menesicles en la Acrópolis en el año 437 a.C. El segundo estriba en un patio de columnas. El tercero consiste en la sala de sesiones con una fachada similar a la de los templos y un interior que recuerda a los odeones (teatros pequeños y cubiertos destinados a las audiciones musicales).

El Metroon se levanta en el siglo II a.C. Alberga un templo y una biblioteca pública. En Atenas el ágora se hallaba rodeada por stoas. Estas eran edificios alargados y con columnatas bajo las cuales solían pasar filósofos y políticos. Hoy sólo queda la Stoa de Átalo del siglo II a.C. Ha sido reconstruida por los arqueólogos americanos quienes han instalado allí el Museo del Ágora.

El Templo de Zeus Olímpico es uno de los símbolos de la Atenas Helenística y Romana aunque hoy sólo queden en pie 15 de las 84 columnas originales. Se empezó a construir en torno a 175 a.C. Sus obras fueron terminadas por el emperador romano Adriano en 132 d.C. Era uno de los santuarios más grandes del mundo antiguo al ocupar una superficie de 107 metros y 45 centímetros de largo por 41 metros de ancho.

Responde a dos de las principales características del arte helenístico como son el colosalismo y la tendencia a romper los cánones del arte clásico con el propósito de que las obras de arte impresionen. Es un santuario díptero. Como el Templo de Zeus Olímpico tarda tanto tiempo en acabarse Sila envía a Roma algunos de sus capiteles corintios aún no colocados a fin de adornar el Santuario de Júpiter en el Capitolio.

Ello representa la aceptación por los romanos de los módulos arquitectónicos griegos. Constituye el segundo influjo del arte helénico en el romano. La incidencia más antigua viene dada por la génesis del primer estilo pompeyano que representa el eco en Italia de la pintura mural inventada por los griegos e imitadora de los sillares y molduras de mármoles con colores como si éstos estuvieran incrustados en la pared.