continuación: viene de la pág 6 Policleto Nace en Argos. Esta polis (ciudad-estado) era la rival de Atenas en la escultura porque los argivos trabajan el bronce por el procedimiento de la cera perdida mientras que los atenienses tienden al mármol. Los originales en bronce de las esculturas de Policleto se han perdido de forma que hemos de conformarnos con copias romanas en mármol. Policleto establece su célebre canon según el cual una figura es perfecta cuando la altura de la cabeza (medida sin contar el pelo) se contiene 7 veces en la altura total del cuerpo y si sus partes son proporcionadas. Así el dedo habrá de ser proporcional a la mano, la mano al antebrazo, el antebrazo al brazo y el brazo al cuerpo. Sus dos esculturas más importantes son el Doríforo y el Diadumeno . De ambas se conservan copias romanas en mármol: de la primera en el Museo Nacional de Nápoles y de la segunda en el Museo Nacional de Atenas. El Doríforo supone la plasmación perfecta del canon de Policleto. Acepta la división fidiaca de la cabeza en tres partes. La figura posee aún cierta frontalidad pero el brazo ya no está totalmente pegado al cuerpo con lo que Policleto lleva a término el anhelo de crear un espacio en su derredor que había sentido Mirón al hacer el Discóbolo. El Doríforo de Policleto tiene una pierna de sostén y otra que se dobla ligeramente. El escultor gira un poco la cabeza hacia un lado, balancea algo el cuerpo de la escultura y crea tres planos con el cuerpo, el brazo y la vara aunque ésta última se haya perdido. Se discute a quién representa el Diadumeno . No se sabe si el personaje que se ata la cinta en el pelo es el dios Apolo, el ganador de una Olimpiada o un simple atleta. El Diadumeno presenta una pierna libre y otra de sostén y remarca la rótula para un mejor estudio de las articulaciones. Policleto pone el centro de la figura humana en el ombligo y considera que existe mayor belleza en la anatomía masculina que la femenina al verse mejor las articulaciones en el cuerpo del hombre. El certamen de las amazonas Fidias y Policleto participan en un concurso para lograr la adjudicación de la labor escultórica en el futuro Artemision de Éfeso. Nuestros dos escultores no lo ven terminado. En su tiempo sólo se hace el proyecto puesto que el Artemision no se concluye hasta época manierista bien que de manera tan fastuosa que se convierte en otra de las siete maravillas del mundo. Las bases del certamen imponían que cada concursante debía indicar cuál era la mejor después de la suya. Concursaron Fidias, Policleto y otros escultores menos famosos. Ganó Policleto quedando en segundo lugar Fidias. Según las fuentes antiguas la Amazona de Policleto se centraba en el análisis de la expresión mientras que la de Fidias se limitaba a la simple corrección anatómica. |