- Observaciones: El primer verso
es judicial: Notificada la prohibición de [relativa a] los duros
ladrillos [interpuestos entre ellos], Píramo estaba llorando el
que estuvieran apartados uno junto al otro (separados por la pared). En
el derecho canónico, "entredicho" es, más concretamente,
la prohibición a un excomulgado de entrar en las iglesias, lo
cual se ajusta muy bien al caso de Píramo.
La segunda cuarteta introduce a una esclava negra, mulata, para ser
más
precisos, tal y como se irá aclarando en los versos siguientes
(principalmente
el 141 y el 165), que va a hacer de intermediaria entre los amantes. La
llama carabela porque las carabelas eran barcos pequeños que
servían
de enlace entre barcos mayores, y fatal porque su mediación
inició
el proceso que terminó con la muerte de los jóvenes.
El verso 138 contiene uno de los hipébatos más retorcidos
de Góngora: émula del humo, mas no en los corsos
repetidos.
Competía con el humo en negrura, pero no en el hecho de que sus
abordajes se repetían (el humo, en cambio, se va y no vuelve
más).
La presenta como un barco pirata (corsos son abordajes piratas) porque
va a sacarles el dinero abusivamente a Píramo y Tisbe como pago
a sus servicios.
Aferrar un barco es echar el ancla, aunque aquí también
le
conviene el significado de agarrarse. No es frecuente, pero
Góngora
lo usa aquí transitivamente para indicar el lugar donde echa el
ancla. Dice: la carabela ancló un puerto, es decir, se
sujetó
con el ancla (ferro) a un puerto. La esclava se agarró a
Píramo,
que era un puerto seguro, no en el sentido literal, sino en cuanto a
que
en tal puerto podía obtener con seguridad grandes beneficios.
Comentarios:
No es casual que el hipérbaton más oscuro
del poema aparezca al presentar a una negra. Este personaje no aparece
en la versión de Ovidio, y con razón, pues es un
anacronismo.
En la época de Góngora era usual, especialmente en
Sevilla,
por el comercio con América, que las jóvenes de buena
familia
estuvieran al cuidado de una esclava negra, que incluso se
incluía
como parte de la dote de la muchacha. Igual que Píramo ha sido
descrito
con el aspecto de un joven español, también la familia de
Tisbe se presenta como una familia española acomodada.