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La Parca,
en esto, las manos en la rueca y en el huso, y los ojos, como dicen, en el vital estatuto, |
416 |
inexorable
sonó la dura tijera, a cuyo mortal son, Píramo, vuelto del parasismo profundo, |
420 |
el acero
que Vulcano templó en venenosos zumos, eficazmente mortales y mágicamente infusos, |
424 |
valeroso
desnudó, y no como el otro Mucio asó intrépido la mano, sino el asador tradujo |
428 |
por el
pecho a las espaldas. ¡Oh tantas veces insulso cuantas vueltas a tu yerro los siglos darán futuros! |
432 |
¿Tan
mal te olía
la vida? ¡Oh bien hideputa puto el que sobre tu cabeza pusiera un cuerno de juro! |
436 |
De bonísima gana; aunque perdiese la expectativa de tres mil maravedís de renta que ha de fundar ahora sobre mi cabeza una abuela mía, según me han escrito de mi tierra.Un cuerno es algo sin valor (como en "no vale un cuerno"). La cuarteta dice que bien desgraciado sería quien asignara una renta vitalicia a Píramo, por insignificante que ésta fuera, pues la frivolidad con que Píramo ha renunciado a su vida sería un desprecio a tal regalo. Más en general, Góngora está argumentando que quien se suicida está despreciando y ofendiendo a todos cuantos se han preocupado de él hasta entonces y han tratado de ayudarlo en la vida. Por otra parte, la frase sugiere, sin que venga en realidad a colación, que quien le pusiera un cuerno en la cabeza (quien le pusiera los cuernos) sería un hijo de puta.Cervantes, La guarda cuidadosa