ANTERIOR |
LA
CAÍDA DE MUSSOLINI |
SIGUIENTE |
---|
El 1 de junio de 1943 ocho
cazabombarderos alemanes atacaron y derribaron un avión de
transporte británico que había salido de Lisboa con destino a
Bristol. Sus 17 ocupantes murieron, entre ellos el actor británico
Leslie Howard. Se ha escrito mucho sobre lo sucedido. Es posible
que los alemanes creyeran que Winston Churchill viajaba en ese
avión. Y también se ha especulado sobre la posibilidad de que los
servicios secretos británicos tuvieran información sobre el
ataque, pero que no hubieran hecho nada para evitar que los
alemanes descubrieran que el código ENIGMA no era seguro.
A causa de la presión alemana, los italianos cortaron toda
colaboración con los chetniks en Yugoslavia. Recientemente
habían sido expulsados de Herzegovina y los alemanes habían
ocupado Mostar. Su bastión seguía siendo Montenegro, aunque sus
posiciones se debilitaban cada vez más a medida que los partisanos
ganaban fuerza.
Un barco hospital alemán (Birka) se hundió al norte de
Noruega tras haber chocado con una mina lanzada por un submarino
soviético. Murieron 115 personas.
Un carguero neerlandés (Salabangka) fue hundido por un
submarino alemán en el océano Índico.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Noborikawa
Maru) en la costa japonesa.
La Luftwaffe hundió un submarino soviético en el Báltico,
y la RAF hundió un submarino alemán en el Atlántico.
El 2 de junio un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Eika Maru) cerca
de Macao.
Tras la revuelta del gueto de Varsovia, Himmler había decidido
liquidar los guetos y concentrar a los judíos que pudieran ser
útiles en campos de trabajo. Ese día las SS completaron la
liquidación del gueto de Lwów. Sus últimos ocupantes fueron
enviados al campo de concentración de Janowska. Los alemanes
tuvieron que incendiar edificios para hacer salir a los judíos que
se escondían en ellos. Sólo unos pocos pudieron esconderse con
éxito en las alcantarillas.
Destructores aliados hundieron un torpedero italiano (Castore)
en el Mediterráneo. Murieron 79 de sus tripulantes y sobrevivieron
alrededor de un centenar.
Ese día se estrenó en París Las moscas, una obra de
teatro escrita por Jean-Paul Sartre. Ese año publicó también El
ser y la nada, un ensayo en el que expone su filosofía
existencialista. He aquí un fragmento:
Ahora nos es dado concluir. Desde nuestra introducción, habíamos descubierto la conciencia como una llamada al ser, y habíamos mostrado que el cogito remitía inmediatamente a un ser-en-sí objeto de la conciencia. Pero, después de descubrir el En-sí y el Para-si, nos había parecido difícil establecer un nexo entre ambos, y habíamos temido caer en un dualismo insuperable. Este dualismo nos amenaza, además, de otra manera: en efecto, en la medida en que puede decirse que el Para-si es, nos encontrábamos frente a dos modos de ser radicalmente distintos: el del Para-sí que tiene de ser lo que es, es decir, que es lo que no es y que no es lo que es, y el del En-sí, que es lo que es. Nos preguntábamos entonces si el descubrimiento de estos dos tipos de ser no terminaba en el establecimiento de un hiato que escindiera al Ser, como categoría general perteneciente a todos los existentes, en dos regiones incomunicables, en cada una de las cuales la noción de Ser debía ser tomada en una acepción originaria y singular. Nuestras investigaciones nos han permitido responder a la primera de esas preguntas: el Para-sí y el En-si están reunidos por una conexión sintética que no es otra que el propio Para-sí. El Para-sí, en efecto, no es sino la pura nihilización del En-si: es como un agujero de ser en el seno del Ser.
En eso se había convertido la filosofía del siglo XX. Sartre
llevaba más de diez años conviviendo con una antigua compañera de
estudios llamada Simone de Beauvoir. Ese año publicó su
primera novela, La invitada, en la que describía mediante
personajes ficticios sus relaciones amorosas con Sartre y con una
alumna suya llamada Olga Kosakiewitz. Tuvo un gran éxito,
que le valió la suspensión de su puesto como profesora
universitaria, a raíz de una denuncia por incitación a la
perversión de menores presentada por la madre de una de sus
alumnas.
Ese día tres submarinos alemanes resultaron hundidos: uno al sur
de Groenlandia, otro cerca de Daccar y otro cerca de la costa
estadounidense.
El verano del año anterior, Abbot y Costello habían realizado una
gira de un mes por los Estados Unidos para vender bonos de guerra,
y se calcula que recaudaron 85 millones de dólares. De regreso
rodaron dos películas Mi caballo murió y Pistoleros
sin pistola, que se estrenaba ahora. Costello se encontraba
en ese momento recuperándose de una fiebre reumática contraída
durante una visita a una base militar hacía algo más de dos meses.
El 3 de junio la batalla del oeste de
Hubei se dio por terminada. Los chinos la presentaron como una
rotunda victoria, pero los observadores estadounidenses no eran
tan optimista. Técnicamente había sido un empate en el que los
chinos habían forzado una retirada japonesa a costa de un avance
en forma de pinza que les había costado muchas bajas (más de
30.000 soldados además de otros tantos civiles masacrados por los
japoneses). Las bajas japonesas ascendían a unos 25.800 soldados.
Un submarino japonés hundió un carguero estadounidense (Montanan)
en el océano Índico, cerca de la costa de Omán.
Un submarino británico hundió un petrolero alemán (Henri
Desprez) en el Mediterráneo.
En Argel se creó el Comité Francés de Liberación Nacional,
presidido conjuntamente por los generales de Gaulle y Giraud, con
el propósito de unir todas las fuerzas francesas en guerra contra
el Eje.
Un submarino alemán hundió un carguero griego (Boris) en
el Atlántico.
Unos once marinos afirmaron ante la policía de Los Ángeles que un
grupo de chicanos que vestían zoot-suits les había dado
una paliza. La policía respondió con una serie de redadas.
Desde el golpe de Estado que había llevado a cabo el General
Uriburu hacía ya trece años, Argentina había pasado por una
sucesión de gobiernos surgidos de elecciones descaradamente
amañadas para mantener el poder en manos de los conservadores
(este periodo de la historia argentina se conoce con el nombre de
la Década Infame). Sin embargo, con el paso del tiempo, la
relación entre el gobierno y las fuerzas armadas se había ido
deteriorando. El presidente actual, Ramón Castillo, se había
enfrentado ya a varias conspiraciones, y otras más estaban en
curso. Ese día aumentó la tensión entre el gobierno y el Ejército
cuando Castillo destituyó a su ministro de defensa, el general Pedro
Pablo Ramírez, porque se había entrevistado unos días atrás
con un grupo de representantes de la Unión Cívica Radical,
que le habían propuesto presentarse como candidato a las próximas
elecciones al frente de una alianza entre el ala moderada del
Partido Radical, el Partido Socialista y el Partido Demócrata
Progresista, que podría ser apoyada también por los comunistas.
Como esa alianza no era la que tenía que ganar las elecciones,
Ramón Castillo destituyó al general, y a raíz de ello, el general
Arturo Rawson, que llevaba un tiempo urdiendo una
conspiración, se reunió ese mismo día con Ramírez y decidió actuar
de inmediato, aunque fuera de forma un tanto improvisada, y dar un
golpe de Estado justo al día siguiente.
El 4 de junio unos 45 aviones alemanes bombardearon la ciudad soviética de Gorki, donde lanzaron 289 bombas, la mayoría sobre una fábrica de automóviles que estaba usándose para fabricar tanques.
Un submarino británico hundió otro alemán en el mar de Noruega,
mientras que la RAF hundió otro cerca de Gibraltar.
El rey Víctor Manuel III de Italia recibió a Dino Grandi,
el presidente de la Cámara de los Fascios y las Corporaciones
(la Cámara Baja italiana, que, junto con el Senado, formaba el
Parlamento) y que durante 20 años había sido uno de los
colaboradores más cercanos de Mussolini. Grandi tanteó al rey
sobre la necesidad de que Italia abandonara el Eje y se uniera a
los aliados. Comparó a Víctor Manuel III con su antepasado, el
duque Víctor Amadeo II de Saboya, que salvó la dinastía cambiando
su alianza con Fancia por una alianza con el Sacro Imperio Romano
Germánico. El rey respondió que él era un monarca constitucional,
y que no podía hacer nada sin la aprobación del Parlamento o del
Gran Consejo del Fascismo, que llevaban años sin reunirse, así que
le pidió a Grandi que le facilitara el camino activándolos. Grandi
volvió a su ciudad, Bolonia, a la espera del momento adecuado.
The Times hizo pública ese día la muerte de Leslie Howard,
y en la misma página figuraba también la lista de bajas habitual,
que incluía la del mayor William Martin, el inexistente
oficial cuyo cadáver había sido enviado a los alemanes como parte
de la Operación Carne Picada.
Mientras tanto Churchill se entrevistaba en Argel con de Gaulle y
con Girard.
Unos 200 marinos montaron en unos 20 taxis y se dirigieron al
barrio latino de Los Ángeles, donde empezaron a atrapar a todos
los que se ponían a su alcance vistiendo zoot-suits, a los
que les quitaban los trajes para luego quemarlos (a los trajes).
Durante los días siguientes, acciones similares fueron secundadas
por más marinos y también por civiles.
Los generales argentinos Arturo Rawson y Elbio Anaya,
junto con los coroneles Emilio Ramírez y Fortunato
Giovannoni y el teniente Tomás Adolfo Ducó, se
sublevaron al frente de unos 8.000 soldados al noroeste de Buenos
Aires, desde donde avanzaron hacia el centro de la ciudad. A la
altura de la Escuela Mecánica de la Armada fueron atacados por
tropas atrincheradas en ella, y el combate dejó 30 muertos y 100
heridos. Tras la victoria de los sublevados, el presidente Ramón
Castillo huyó a Uruguay y Arturo Rawson fue recibido en la Casa
Rosada como nuevo presidente. Todas las fuerzas sociales apoyaron
el golpe excepto los comunistas. Las embajadas británica y
estadounidense lo celebraron, pero el embajador alemán ordenó
quemar documentos confidenciales, por si acaso.
La noche del 5 de junio unos 80
aviones alemanes bombardearon de nuevo la ciudad de Gorki. En el
bombardeo de la noche anterior no habían logrado acceder a las
plantas industriales, mientras que esta vez sí que lograron
causarles considerables daños.
Los alemanes lograron sacar de una fundición en Minsk a unos 100
judíos que llevaban meses atrincherados en ella. Los mataron a
todos y así el gueto de Minsk desapareció definitivamente. Sólo se
habían salvado unos 250 judíos que habían sido ayudados por la
población "aria" de la ciudad.
Un carguero alemán (Altenfels) fue hundido por una
torpedera noruega.
Un carguero británico (Dumra) fue hundido por un submarino
alemán en el océano Índico.
La aviación británica hundió un submarino italiano en el
Mediterráneo.
Pierre Laval anunció por radio que era necesario enviar otros
200.000 franceses a Alemania para ayudar en la producción bélica.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán en el
Atlántico.
En Los Ángeles, los cazadores de zoot-suiters se contaban
ya por miles. Entraban en bares y otros establecimientos y
atacaban a todos los chicanos que vestían zoot-suits. Unos
entraron en un cine, atraparon a dos zoot-suiters, los
llevaron ante la pantalla, delante de toda la audiencia, les
quitaron el traje y se mearon en él. La policía tenía orden de no
intervenir, aunque algunos agentes no la respetaban e intevenían
apaleando también a algunos zoot-suiters. La prensa local
alababa los disturbios, porque consideraban que estaban limpiando
la ciudad de maleantes.
Arturo Rawson presentó a los líderes militares del golpe de
Estado que acababa de tener lugar en Argentina los nombres de los
ministros que integrarían su nuevo gobierno, entre los cuales
figuraban tres amigos suyos ligados al régimen depuesto. Los
militares los rechazaron de plano, y Rawson no dio su brazo a
torcer.
El 6 de junio un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Shinei Maru) en
el Pacífico.
Esa noche se produjo el más potente de los bombardeos alemanes
sobre Gorki, con 157 aviones.
Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (William
King) cerca de la costa sudafricana.
El Comité Francés de Liberación Nacional emitió un comunicado por
radio en el que juraba que aboliría los "poderes arbitrarios"
impuestos por el gobierno de Vichy y que restauraría todas las
libertades francesas, las leyes de la República y el régimen
republicano.
Ante el desacuerdo con los militares golpistas, el general Arturo
Rawson presentó su dimisión como presidente golpista y fue
sucedido por el general Pedro Pablo Ramírez.
El 7 de junio, en el ataque nocturno
habitual a Gorki, participaron más de 50 aviones.
A principios de año, un miembro de la resistencia francesa, René
Hardy, se había enamorado de una joven de 20 años llamada Lydie
Bastien. Ésta no tardó en ganarse su plena confianza y tuvo
acceso a los documentos más confidenciales. Pero Bastien tenía
otro amante, el oficial de la Gestapo Harry Stengritt,
quien pagaba su amor con joyas y diamantes incautadas a judíos.
Ese día Hardy cayó en una trampa preparada por los alemanes con la
ayuda de Bastien. Fue llevado a Lyon, donde Klaus Barbie dio una
vuelta de tuerca a la situación. Llamó a Bastien e hizo que ésta
se presentara ante Hardy llorando y asegurando que si no consentía
en trabajar para Barbie ella y su familia también serían
arrestadas. Hardy, con remordimientos por haber arrastrado a su
amada al punto de mira de la Gestapo, accedió, y a partir
de ese momento fue un agente doble.
Pedro Pablo Ramírez juró su cargo como nuevo presidente de
Argentina. Formó un gobierno constituido exclusivamente por
militares salvo en la cartera de Hacienda, en la que puso al
abogado Jorge Santamarina. Rawson aceptó un puesto como
embajador en Brasil, pero renunció al poco tiempo por su
desacuerdo con las políticas del nuevo gobierno. Desde el mismo
día del golpe de Estado, los militares se habían puesto a buscar y
encarcelar dirigentes comunistas y sindicales.
El 8 de junio la munición almacenada
en el acorazado japonés Mutsu estalló a causa del calor.
La explosión mató a 1.222 personas.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kohoku
Maru) en el Pacífico.
Los japoneses empezaron a evacuar la isla de Kiska, su último
reducto en las Aleutianas, y su último reducto en el hemisferio
occidental.
La campaña italiana contra los partisanos griegos seguía en
marcha, y esa mañana un ejército de unos 3.500 italianos se
dirigió contra las posiciones partisanas en la región de Porta.
Sobre las 5:30, un destacamento griego disparó sobre la columna
italiana desde lo alto de las montañas y luego se retiró hacia las
alturas. Pronto se iniciaron combates en Petra y Mouzaki.
Ambas partes usaron artillería pesada, y la aviación italiana
intervino. Hacia el mediodía los italianos se retiraron de Porta
dejando un destacamento, que poco después fue obligado a retirarse
también. Contra Mouzaki tuvieron más éxito. Tomaron la ciudad, la
saquearon y luego la incendiaron.
La isla italiana de Pantelleria, situada entre Túnez y Sicilia,
estaba siendo sometida a un intenso bombardeo aéreo aliado desde
hacía dos semanas. Ese día una flota formada por cinco cruceros,
ocho destructores y tres torpederas bombardeó su puerto principal.
Finalmente, los mandos de la Marina Estadounidense intervinieron
para reducir la caza de zoot-suiters en Los Ángeles,
reteniendo a los militares en barracones y prohibiéndoles la
entrada en la ciudad. Pero en todos los incidentes que se habían
producido, la posición oficial de la Marina fue que que los
marines habían desnudado y apaleado a los zoot-suiters
siempre en defensa propia.
El 9 de junio Josip Broz Tito casi
muere a causa de la explosión de una bomba alemana que estalló
cerca de donde se encontraba. Un agente británico que se
encontraba con él resultó muerto, pero Tito sólo fue herido en un
brazo.
Los italianos recibieron refuerzos en Porta, donde llegaron a
sumar unos 5.500 hombres. Los partisanos griegos recibieron
también refuerzos de unos 60 hombres, con lo que ya eran unos 250.
Al amanecer los italianos reanudaron su ataque con artillería y
soporte aéreo, en un intento de implicar a los partisanos en dos
frentes opuestos. El primer ataque fue rechazado, pero finalmente
los italianos entraron en Porti, que fue incendiada. No
obstante, todos los intentos de seguir avanzando fueron
frustrados. En el sector septentrional tuvieron más éxito, pues
capturaron las ciudades de Gorgyri y Xylopariko,
para luego bordear las tropas partisanas en Dousikos, lo
que obligó a éstas a retirarse hacia las montañas. Cuando la
guarnición partisana en Dousikos se quedó sin munición, los
italianos entraron en la ciudad y la incendiaron.
Por la tarde, viendo que los italianos amenazaban con rodear las
posiciones partisanas, los comandantes del Ejército Popular de
Liberación Nacional ordenaron la retirada general. Los italianos,
ocupados incendiando Porta, perdieron contacto con los
griegos en rápida retirada, que establecieron nuevas defensas en Dramizi.
En los dos días de combates, los partisanos sólo habían tenido
tres heridos, mientras que las bajas italianas eran de unos 300
hombres, además de que habían perdido numerosos caballos y algunos
aviones. Durante los días siguientes los italianos quemaron Vatsinia,
Chania y Ropotania. Creyendo que las tropas griegas
eran mucho más numerosas de lo que eran en realidad, los italianos
no se atrevieron a adentrarse en las montañas y regresaron a sus
bases. Los partisanos habían luchado en Porta más como un ejército
que como guerrilleros, y los italianos se habían dado cuenta de
ello, por lo que en el futuro las guarniciones italianas
permanecieron en sus bases urbanas y no hicieron más intentos de
enfrentarse a los partisanos.
La Abwehr, el servicio secreto alemán, arrestó en París
al general Charles Delestraint, uno de los
principales dirigentes de la resistencia francesa. Fue sometido a
50 horas de interrogatorio ininterrumpido y después enviado a una
cárcel en Fresnes.
El 10 de junio un submarino
estadounidense hundió un barco de suministro de petróleo japonés (Iro)
cerca de la costa japonesa.
Entre 50 y 100 aviones alemanes bombardearon Gorki una vez más.
Ese día se estrenó El coronel Blimp, una película
británica en la que Deborah Kerr interpreta los tres personajes
femeninos protagonistas. Winston Churchill se había opuesto
enérgicamente al rodaje de la película, no se sabe muy bien por
qué. Ésta es probritánica, si bien con un toque irónico. Es
posible que Churchill pensara que el protagonista era una parodia
suya. Las objeciones por parte del gobierno desaparecieron en
cuanto el ministro de Información vio una versión resumida, pero
las de Churchill permanecieron. A causa de ello, la película tardó
en estrenarse en el exterior, y cuando lo hizo fue en una versión
reducida. La crítica la atacó duramente porque presenta como
"bueno" a un alemán (un alemán contrario al nazismo, pero eso no
importó) que además resulta ser más realista que el protagonista
británico. Sin embargo, fue la cuarta película británica más
taquillera del año y hoy está considerada como una de las diez
mejores películas del cine británico.
Un submarino alemán hundió un petrolero estadounidense (Esso
Gettysburg) en el Atlántico.
Alemania e Italia reconocieron el nuevo gobierno argentino, el
único de toda América que aún mantenía relaciones con los países
del Eje. Sin embargo, esa misma noche, el presidente Ramírez
retiró los embajadores alemán e italiano el permiso para
transmitir hasta 100 palabras cifradas a sus capitales
respectivas.
El 11 de junio un barco de guerra
estadounidense hundió un submarino japonés cerca de Alaska. Un
submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Jinbu Maru)
en las Aleutianas. Otros submarinos estadounidenses hundieron
también un transporte (Genoa Maru) y dos cargueros
japoneses (Hide Maru y Seinan Maru) en el Pacífico.
La RAF bombardeó Düsseldrof y Münster en el mayor ataque
aéreo llevado a cabo hasta entonces por los británicos. Mientras
tanto la aviación estadounidense bombardeaba Wilhelmshaven y
Cuxhaven con 225 aviones, de los cuales fueron derribados 85. En
total lanzaron 462 toneladas de explosivos, lo que era también un
récord para la aviación estadounidense.
Tras una hora de bombardeos, sos aliados desembarcaron en
Pantelleria, e inmediatamente los italianos se rindieron.
Churchill escribiría más adelante en sus memorias que la única
baja de la operación fue un hombre golpeado por una mula. Unos
11.000 italianos fueron hechos prisioneros.
La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de
Islandia.
Gran Bretaña y los Estados Unidos reconocieron el gobierno del
general Ramírez en Argentina.
El 12 de junio un carguero alemán (Birgit)
resultó hundido por un avión soviético en el estrecho de Kerch, en
el mar Negro.
Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Palima)
cerca de Beirut.
Los militares alemanes seguían la costumbre de que los
prisioneros de guerra de cada rama del ejército eran custodiados
por militares de la misma rama. Así, el campo Stalag Luft III,
situado cerca de la ciudad de Sagan (entonces parte de
Alemania) estaba destinado a prisioneros de las fuerzas aéreas,
principalmente oficiales, y estaba a cargo de la Luftwaffe,
cuyos miembros tenían el mayor grado de civilización que podía
esperarse de un nazi. Al mando del campo estaba el comandante Friedrich
Wilhelm von Lindeiner-Wildau. Entre los prisioneros se
encontraba el jefe de escuadrón británico Roger Joyce Bushell.
Había protagonizado dos fugas anteriormente. En la primera, dos
años atrás, había cortado la alambrada del campo en el que se
encontraba y logró llegar hasta la frontera suiza, pero fue
capturado poco antes de cruzarla por un guarda fronterizo. Unos
meses más tarde, aprovechando que lo trasladaban a otro campo,
logró saltar del tren en que lo llevaban y llegó hasta Praga,
donde se puso en contacto con la resistencia. Desgraciadamente,
fue capturado en una redada llevada a cabo a raíz del asesinato de
Reinhard Heydrich. Cuando fue llevado al Stalag Luft III,
no tardó en ser puesto al mando del Comité de fugas del
campo. Ese día se llevó a cabo la fuga del despiojamiento,
planeada por Bushell, aunque no participó en ella. Dos prisioneros
disfrazados de guardias salieron por la puerta principal del campo
seguidos de 24 oficiales que, supuestamente, eran llevados a un
complejo cercano para ser despiojados. Otro grupo de seis
oficiales escoltados por otro guardia falso trató de salir un poco
más tarde, pero el pase falso que llevaban era un modelo antiguo y
eso los delató. Los 26 que sí que habían logrado salir del campo
fueron capturados a las pocas horas.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Bice)
en el Adriático.
La isla italiana de Lampedusa se rindió a los aliados.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán en el
Atlántico.
El 13 de junio un destructor
estadounidense hundió un submarino japonés cerca de la costa de
Alaska. Sus 101 ocupantes murieron.
Entre 50 y 80 aviones alemanes bombardearon Gorki por sexta vez.
La RAF hundió un carguero alemán (Emden) en el mar del
Norte.
El 14 de junio la aviación aliada
hundió un barco de pasajeros italiano (Hellenis) cuando
estaba en reparaciones en el puerto de Nápoles.
Submarinos británicos hundieron un carguero alemán (Ringulv)
y otro francés (Ste. Marguerite) cerca de Sicilia, otro
carguero italiano (Rosandra) cerca de la costa albanesa y
otro, también italiano (Valentino Coda) en el Adriático.
Dos submarinos alemanes resultaron hundidos en el Atlántico, uno
a manos de un barco británico y otro de la RAF.
En los Estados Unidos se celebraba el Día de la Bandera,
y fue precisamente el día elegido por el Tribunal Supremo para
hacer pública su resolución sobre el caso planteado por los Barnett,
una familia de testogos de Jehovah cuyas hijas habían sido
expulsadas de un colegio de Virginia Occidental por haberse negado
a saludar a la bandera siguiendo las directrices de su padre. A
pesar de que ya existía una sentencia del Tribunal Supremo
ratificando la constitucionalidad de exigir a los niños el saludo
a la bandera sin que pudieran oponerse objeciones de naturaleza
religiosa, los Barnett llevaron el caso a los tribunales y esta
vez la sentencia fue en el sentido opuesto, anteponiendo la
libertad de pensamiento garantizada por la Primera enmienda.
En la sentencia se leía:
Si hay una estrella fija en nuestra constelación constitucional es que ningún funcionario, de alto o bajo nivel, puede decidir qué es ortodoxo en política, nacionalismo, religión u otras materias opinables, ni forzar a los ciudadanos a confesar sus creencias de palabra o por sus actos.
El 15 de junio submarinos
estadounidenses hundieron un petrolero militar japonés (Sanraku
Maru) y dos cargueros (Koyo Maru y Shinju Maru)
en el Pacífico.
El crucero alemán Michel hundió un carguero noruego (Høegh Silverdawn) también en el
Pacífico, a medio camino entre África y Australia.
Un submarino alemán hundió un petrolero británico (Athelmonarch) cerca de la costa palestina.
La ciudad de Beaumont, en Texas, albergaba una importante
industria bélica que proporcionaba buenos salarios en una época en
la que muchos estadounidenses atravesaban dificultades económicas.
En los últimos tres años, su población había crecido de 59.000
hasta 80.000 personas, y esto había ocasionado tensiones entre sus
habitantes, especialmente debido a que una parte sustancial de los
recién llegados eran negros. El año anterior, Roosevelt había
promulgado una orden por la que se eliminaba toda discriminación
racial a la hora de acceder a empleos públicos, por lo que muchos
negros habían conseguido trabajo en industrias estatales. La más
importante en Beaumont era su astillero.
El día anterior, una mujer blanca había afirmado que había sido
violada por un negro. La policía arrestó a varios sospechosos,
pero la mujer no supo identificar cuál de todos era, si es que era
alguno de ellos. La noticia dio que hablar entre los trabajadores
del astillero, y pronto se inició una discusión entre blancos y
negros. Finalmente, unos 2.000 trabajadores blancos de los
astilleros, a los que se unieron otros 1.000 blancos más, se
dirigieron hacia la cárcel donde estaban retenidos los
sospechosos. Cuando llegaron hasta ella, ya eran casi 4.000.
Cuando se les impidió el paso, se dividieron en pequeños grupos y
asaltaron los barrios negros de los alrededores de la cárcel,
donde destruyeron alrededor de un centenar de hogares. El alcalde
llamó a la Guardia Nacional, que instauró la ley marcial. El
alcalde ordenó el cierre de bares, parques y otros lugares de
ocio, para evitar las agrupaciones multitudinarias. A los negros
se les prohibió ir a trabajar.
El 16 de junio un submarino japonés
hundió un transporte estadounidense (Portmar) de un convoy
aliado cerca de la costa Australiana. Otro hundió un petrolero
británico (San Ernesto) en el océano Índico.
Los alemanes dieron por terminada su campaña contra los
partisanos de Tito en Yugoslavia. Los resultados no habían sido
buenos. Tito había contado unos 7.000 muertos, aproximadamente la
tercera parte de sus fuerzas, pero no había sido doblegado por los
alemanes, y esto hizo que la población viera a los partisanos como
una organización capaz de resistir el empuje de los nazis. Por
ello, los nuevos alistamientos no tardaron en compensar las
pérdidas. El oficial alemán que había estado a cargo de la
operación, el general Rudolf Lüthers, escribió en su
informe final que los "rebeldes comunistas" estaban "bien
organizados, hábilmente dirigidos y con una moral de combate
increíblemente alta".
El último hospital judío que quedaba en Berlín había sido cerrado
unos días atrás, y ahora sus 200 empleados y 300 pacientes fueron
enviados a Theresienstadt.
Un submarino británico hundió un barco de pasajeros italiano (Terni)
cerca de la costa de Sicilia. La aviación australiana hundió un
submarino alemán cerca de Palestina.
Los disturbios contra mexicanos en Los Ángeles estaban decayendo,
pero a cambio habían surgido otros similares en otras ciudades, no
sólo de California, sino también de Texas y Arizona. Incluso se
registraron incidentes contra latinos en ciudades del norte, como
Detroit, Nueva York o Filadelfia. En Filadelfia los miembros de
una banda de jazz que no tenían nada de mexicanos fueron
apaleados porque llevaban puestos los zoot-suits que
usaban en el escenario. Ese día Eleanor Roosevelt publicó un
artículo en el que criticaba levemente los disturbios, y no tardó
en ser contestada por un editorial en Los Angeles Times,
donde se la acusaba de tener tendencias comunistas.
El 17 de junio la aviación australiana
hundió un submarino japonés cerca de la costa de Nueva Gales del
Sur. Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés
cerca de Rabaul.
El crucero alemán Michel hundió un petrolero noruego (Ferncastle)
en el océano Índico, pero el naufragio que se cobró más víctimas
ese día fue el de un transporte británico (Yoma) que fue
hundido por un submarino alemán cerca de Libia, en el que murieron
484 de sus 1.961 ocupantes.
En el Líbano se produjo una crisis cuando el presidente Ayoub
Tabet modificó la proporción de escaños en el parlamento
correspondientes a cristianos y musulmanes. Hasta esa fecha el 54%
de los escaños estaban asignados a los cristianos, y tras la
reforma el porcentaje subió al 59%. Durante las semanas siguientes
se produjeron tumultos en diversas ciudades del país.
Ese día salió de Luxemburgo el último tren cargado de judíos con
destino a Auschwitz. El gobernador alemán, Gustav Simon,
declaró a Luxemburgo Judenfrei.
Teniendo en cuenta los escasos logros que los generales Archibald
Wavell y Claude Auchinleck habían conseguido en el norte de África
antes de la llegada de Montgomery, el 18 de
junio Churchill consideró prudente nombrarlos virrey y
comandante en jefe de la India, respectivamente, para alejarlos
discretamente de los campos de batalla en la próxima invasión de
Italia.
El 19 de junio tres submarinos
estadounidenses hundieron cuatro cargueros japoneses (Miyadomo
Maru, Miyasho Maru, Sagami Maru y Tokiwa Maru) en
varios puntos del Pacífico. Un submarino japonés hundió un
carguero estadounidense (Henry Knox) en el océano Índico.
Con la aprobación del primer ministro japonés, Hideki Tōjō, en las Filipinas se
formó el Comité Preparatorio para la Independencia Filipina,
formado mayoritariamente por miembros de la Asamblea Nacional
anterior a la guerra presididos por José Paciano Laurel y
García, que empezó a preparar el borrador de una
constitución.
La resistencia polaca estaba saboteando el proyecto de colonia
alemana en Zamość con una eficacia mucho mayor que la que los
nazis habían esperado. Ello había llevado a una escalada de
atentados y represalias. Mientras tanto, la colonia estaba poco
menos que paralizada. Ese día Hitler citó a Himmler en su casa de
Obersalzberg, en Baviera, para una reunión secreta, en la que
dispuso que los "bandidos" del Este de Europa (era su forma de
referirse a la resistencia polaca) debían ser erradicados en los
meses siguientes mediante la evacuación masiva de polacos.
En Roma tuvo se reunió el consejo de ministros italiano. El
ministro de Comunicación, un poderoso empresario llamado Vittorio
Cini, instó a Mussolini a encontrar el modo de sacar a
Italia de la guerra. Tras la reunión presentó su dimisión. Varias
personas leales a Mussolini, incluyendo su propio servicio
secreto, advirtieron al dictador de que se estaban planeando
diversas conjuras contra él, pero Mussolini nunca les dio crédito.
Les contestaba que leían demasiadas novelas policíacas, o que
tenían manía persecutoria.
La aviación estadounidense hundió un submarino italiano (Barbarigo)
en el Atlántico. Un submarino alemán hundió un carguero brasileño
(Pelotasóide) cerca de la costa brasileña.
El 20 de junio submarinos
estadounidenses hundieron dos barcos de transporte de tropas
japoneses (Meiten Maru y Shojin Maru)
Patrullas japonesas empezaron a tantear las posiciones
australianas en la cordillera de Lababia, en Nueva Guinea,
que fueron mantenidas con tan sólo 80 hombres.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Olbia)
en el Mediterráneo.
Un submarino alemán fue hundido cerca de Groenlandia por la
aviación estadounidense.
Ese día se levantó la ley marcial en Beaumont. En los disturbios
habían muerto un hombre blanco y otro negro, y unas 50 personas
habían resultado heridas. Otro negro moriría unos meses más tarde
a causa de sus heridas. Pero ese mismo día surgieron nuevos
disturbios en el otro extremo del país, en Detroit. La situación
era similar a la de Beaumont, la próspera industria bélica había
atraído muchos inmigrantes, parte de ellos negros. Recientemente,
la Packard Motor Car Company había ascendido a tres
empleados negros que trabajarían en sus líneas de ensamblaje
juntamente con otros trabajadores blancos. Como respuesta, 25.000
trabajadores blancos abandonaron sus puestos de trabajo en Packard
amenazando así con frenar la producción bélica. Esa tarde se
produjo una pelea entre grupos de jóvenes blancos y negros en una
isla del río Detroit, en las afueras de la ciudad (era domingo, y
la isla era un típico lugar de descanso del lugar). A medida
pasaba la tarde y la gente regresaba a sus casas, la pelea se fue
trasladando hacia el interior de la ciudad. Allí corrió el falso
rumor entre los negros de que los blancos habían lanzado al agua a
una mujer negra junto con su bebé. Como respuesta, los negros
saquearon y destruyeron varias propiedades de blancos.
Entre los blancos corrió a su vez el igualmente falso rumor de
que los negros habían violado a una mujer blanca, y así formaron
otra muchedumbre que visitó los barrios negros de la ciudad
apaleando a todos los negros que se ponían a su alcance.
Finalmente, grandes grupos de blancos se enfrentaron a otros
similares de negros en diversos puntos. Los disturbios se
prolongaron durante varios días, en los que hubo saqueos e
incendios de casas y comercios.
El 21 de junio la guarnición
australiana en la cordillera de Lababia se encontró con que los
japoneses habían cortado las líneas telefónicas. A lo largo del
día rechazaron tres ataques. Por la noche recibieron un nuevo
pelotón de refuerzo, con unos 70 hombres.
Unos 75 aviones alemanes bombardearon Gorki una vez más.
La Luftwafe atacó un carguero alemán (Foula) en el que
cuatro marinos noruegos trataban de huir a la Unión Soviética. Dos
de ellos murieron.
Hitler contaba con información cada vez más detallada sobre los
planes aliados de invasión de Grecia. En Egipto se estaba
posicionando el XII Ejército aliado, que contaba con 12
divisiones cuyos movimientos podían ser rastreados gracias a
diversos mensajes de radio interceptados y descifrados. Los
aliados estaban reclutando intérpretes griegos, y habían comprado
grandes cantidades de mapas de Grecia, y también estaban reuniendo
moneda griega. Lo único que no sabían los alemanes es que todo
esto era mentira. Se trataba de la Operación Barclay, un
plan de diversión por el que los británicos habían logrado
convencer a los alemanes de la existencia de un ejército fantasma.
Como parte de este plan, se organizó también la Operación
Animales, una campaña de sabotajes en el sur de Grecia por
parte de la Dirección de Operaciones Especiales, en
colaboración con la resistencia griega. Ese día, antes del
amanecer, el Ejército Popular de Liberación Nacional voló cinco
puentes de una línea ferroviaria en el sur de Grecia, inutilizando
4 km de vía. Otros grupos volaron puentes en la región de Litochoro
y en Petrana. Por la mañana, un centenar de partisanos
tendió una emboscada a una columna de infantería alemana cuando
pasaba por un desfiladero cerca de Sarantaporo. Tras ocho
horas de intercambio de disparos, 11 alemanes resultaron muertos,
97 se rindieron y 5 escaparon. El puente de Sarantaporo fue
destruido junto con 64 coches y camiones de la columna capturada.
La resistencia griega no tenía dónde retener a los alemanes, así
que fueron asesinados unos días más tarde, tras haber sido
interrogados.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Brinksburn)
cerca de Argelia.
Jean Moulin había convocado una reunión en la casa del doctor Frédéric
Dugoujon en Caluire-et-Cuire (un suburbio de Lyon)
con siete máximos dirigentes de la resistencia francesa, André
Lassagne, Albert Lacaze, Emile Schwarzfeld,
Bruno Larat, Claude Bouchinet-Serreules, Raymond
Aubrac y Henry Aubry, para tratar sobre la reciente
captura del general Delestraint. Bouchinet-Serreules no acudió,
mientras que René Hardy se presentó a pesar de que no había sido
convocado. Casualmente luego se presentaron también varios
miembros de las SS que tampoco habían sido convocados y que
capturaron a todos los presentes. Casualmente Hardy fue el único
que no fue esposado, y casualmente logró escapar. Todos los
alemanes iban armados con metralletas, pero apenas dispararon
sobre él unos pocos tiros en su huida. Raymond Aubrac, se percató
de todos estos detalles, y nunca dudó de que Hardy los había
traicionado. Bouchinet-Serreules llegó tarde a la reunión y así se
salvó de ser capturado. Al día siguiente informó a de Gaulle de lo
sucedido y gracias a él se pudo mantener el Consejo nacional
de la Resistencia como órgano superior de todas las
organizaciones que luchaban contra la ocupación alemana.
Un submarino alemán hundió un carguero sueco (Venezia)
cerca de Rio de Janeiro.
La Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó por
unanimidad un presupuesto de 71.510.438.873 dólares para el
Ejército de los Estados Unidos, el mayor prespuesto militar de la
historia.
La Facultad de Medicina de Harvard había pedido permiso para
admitir mujeres como alumnas, pero la dirección de la universidad
denegó la petición.
El FBI interceptó un telegrama enviado desde la sede en Nueva
York de la KGB por el que descubrieron que un científico
estadounidense con nombre en clave "Quantum" se había
reunido unos días antes con funcionarios de la embajada soviética
y les había proporcionado información confidencial sobre el
proceso de separación del isótopo uranio-235 del uranio natural,
pero nunca pudo descubrirse la identidad de Quantum. Sólo
más de 60 años más tarde, tras la caída de la Unión Soviética,
pudo saberse que se trataba de Boris Podolsky, que había
nacido en el Imperio Ruso, pero cuya familia había emigrado a los
Estados Unidos en 1914, cuando él tenía 17 años. Es famoso
especialmente por un trabajo conjunto con Albert Einstein y Nathan
Rosen, en el que concibieron la llamada Paradoja de
Einstein-Podolsky-Rosen, que pone de manifiesto uno de los
aspectos de la mecánica cuántica más alejados de la física clásica
newtoniana.
El senador Jack Tenney llegó a Los Ángeles con la misión
de determinar si los disturbios contra los zoot-suits
estaban instigados por agencias nazis que trataban de enturbiar
las relaciones entre los Estados Unidos y los países
latinoamericanos. Tenney no tardó en asegurar que así era, aunque
no consideró necesario aportar prueba alguna que lo confirmara.
Los ataques japoneses contra la cordillera de Lababia se
sucedían. El 22 de junio unos 1.500
japoneses se enfrentaban a poco más de 100 australianos, pero
todos sus ataques eran rechazados con la ayuda de la aviación
australiana, que ametrallaba a los atacantes después de que la
infantería marcara sus posiciones con bombas de humo.
Un submarino alemán hundió un petrolero de la Francia Libre (Lot)
en en Atlántico.
Un destructor estadounidense hizo encallar un submarino japonés
en la costa de Alaska. Murieron 87 de sus ocupantes.
El alcalde de Detroit y el gobernador de Michigan pidieron ayuda
al gobierno federal. Roosevelt envió 6.000 soldados que ocuparon
las calles de Detroit y pacificaron la ciudad. Para entonces
habían muerto 24 personas, de las cuales 24 eran negros, y el
número de heridos era de unos 600, de los que las tres cuartas
partes eran negros. De los 1.800 arrestados, el 85% eran negros.
La propaganda japonesa usó los disturbios para instar a los
estadounidenses negros a no luchar por su país. Las potencias del
Eje los usaron como muestra de la decadencia de Occidente.
El 23 de junio un submarino japonés
hundió dos cargueros estadounidenses (Aludra y Deimos)
cerca de las islas Salomón.
Los japoneses cesaron los ataques contra la cordillera de
Lababia. En la operación habían contado 41 muertos y 131 heridos,
frente a los 11 australianos muertos y 12 heridos.
Un destructor estadounidense desembarcó una avanzadilla en la
isla de Woodlark, al norte de Nueva Guinea.
Un submarino alemán hundió un carguero soviético (Leningrado)
en el mar Negro.
Ese día empezó la Operación Hombre-lobo al sur de Zamość.
Tras bombardear la región con la artillería y la aviación, unos
10.000 hombres, miembros de las SS y de la policía local,
iniciaron una gigantesca redada en la que arrestaban,
aterrorizaban y, si venía al caso, ejecutaban, a cuantos civiles
polacos iban encontrando.
Por esas fechas los chetniks estaban perdiendo el control
de Montenegro, y muchos de sus guerrilleros se unían a los
partisanos.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Pomo)
en el Mediterráneo.
Un nuevo convoy con 1.018 judíos salió del campo de concentración
de Drancy, en Francia, con destino a Auschwitz. Sólo 72
sobrevivirían a la guerra. Era ya el quincuagésimo quinto convoy
que salía de Francia.
Unas elecciones generales en Irlanda permitieron a Éamon de
Valera continuar al frente del gobierno, pero ahora gobernaba en
minoría.
La aviación alemana hundió dos cargueros británicos (Shetland
y Volturo) en el Atlántico.
El 24 de junio un submarino
estadounidense hundió un petrolero japonés (Ose) cerca de
la costa china. Un submarino japonés hundió un petrolero británico
(British Venture) cerca de la costa iraní.
Otra avanzadilla de tropas estadounidenses fue desembarcada en la
isla de Kiriwina, al norte de Nueva Guinea.
Una veintena de aviones estadounidenses bombardeó el aeropuerto
de Thermi, en Grecia.
Baldur von Schirach era el máximo dirigente del partido
nazi en Viena. Ese día discutió con Hitler porque le insistió en
que era necesario firmar una paz con los aliados. Conservó su
puesto, pero Hitler no volvió a dirigirle la palabra.
Mussolini pronunció un discurso en Roma en el que, en un momento
dado dijo:
Es necesario que, apenas el enemigo intente desembarcar, sea detenido en la línea que los marinos llaman de "bagnasciuga".
Muchos italianos tuvieron que consultar el diccionario para
tratar de entender qué era eso del "bagnasciuga"
(literalmente "moja-seca"), y se encontraron con un concepto
técnico que no tenía pies ni cabeza en la frase del Duce.
En realidad Mussolini quería referirse a la zona donde el agua
toca la arena en la playa, tal vez tratando de imitar el "lucharemos
en las playas..." de Churchill, y a decir verdad, aunque al
parecer no es el significado ortodoxo de la palabra, sí que hay
precedentes de su uso en dicho sentido, tanto en textos literarios
como científicos. Sin embargo, lo cierto es que "el discurso
del bagnasciuga" dio que hablar, y Mussolini dio la
impresión de haberse hecho un lío con las palabras. En una época
en la que el político medio tenía unas dotes oratorias muchísimo
mayores que las de los políticos actuales y, especialmente en el
caso de un líder carismático como Mussolini, eso fue interpretado
como un signo de decadencia.
En la ciudad británica de Bamber Bridge se produjo un
altercado cuando unos policías militares blancos estadounidenses
trataron de arrestar a un soldado negro, estadounidense también.
Un primer enfrentamiento tenso pudo ser apaciguado, pero cuando el
soldado se marchó con algunos compañeros, los policías militares
pidieron refuerzos y salieron en su busca para arrestarlos. Se
produjo entonces una pelea en la que hubo varios heridos y un
soldado negro sufrió una herida leve de bala en el cuello. Cuando
los heridos fueron trasladados a su base, corrió el rumor de que
los policías militares planeaban disparar contra soldados negros.
A medianoche llegaron varios coches con policías militares, que
llevaban incluso una ametralladora. Muchos soldados, presos del
pánico, asaltaron la armería de la base, se hicieron con fusiles y
salieron a perseguir a los policías militares. Se produjo entonces
un tiroteo en el que un soldado (negro) resultó muerto y otros dos
heridos. También hubo dos policías militares (blancos) heridos.
Posteriormente, un consejo de guerra condenaría a 32 soldados por
amotinamiento, apropiación de armas, causar disturbios, y disparar
contra policías militares. Las penas fueron rebajadas en
apelación.
Fuerzas aliadas hundieron cuatro submarinos alemanes en distintos
puntos del Atlántico.
El 25 de junio submarinos
estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses en el Pacífico (Iburi
Maru y Shinryn Maru).
Unos 2.600 soldados estadounidenses desembarcaron en la isla de
Woodlark. Los japoneses no hicieron nada más que enviar algunos
vuelos de reconocimiento que lanzaron unas pocas bombas.
Los alemanes rechazaron un ataque contra un puente en la
localidad griega de Bralos. Más tarde desactivaron un
explosivo.
En la localidad polaca de Częstochowa, los nazis llevaban
cerca de cuatro meses ejecutando paulatinamente a los judíos del
gueto que consideraban inútiles (ancianos, niños,
intelectuales...) hasta que finalmente la Organización de
Luchadores Judíos se alzó en armas, escasas, pero armas al
fin y al cabo. Levantaron barricadas en las calles y se
enfrentaron a los sorprendidos alemanes.
Klaus Barbie fue informado de que uno de los arrestados en Caluire-et-Cuire era nada menos que Jean Moulin, y desde entonces el prisionero era llevado cada día al cuartel general de la Gestapo en Lyon para ser interrogado personalmente por Barbie. Sin embargo, Moulin no reveló información alguna a pesar de las torturas. Unos meses más tarde Hitler condecoró a Barbie con la Cruz de Hierro por la captura de Moulin.
A pesar del veto del presidente Roosevelt, el Congreso
estadounidense aprobó la ley Smith-Connally, que permitía
al gobierno federal intervenir las industrias relacionadas con la
producción bélica cuando su producción se viera amenazada por
huelgas. Roosevelt había argumentado que esa ley iba a fomentar
los problemas laborales más que resolverlos.
El 26 de junio un submarino
estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Shozan Maru
y Toyo Maru) cerca de la costa japonesa.
En los últimos meses, el número de submarinos alemanes hundidos
por los aliados había aumentado espectacularmente. Por ello, más
de 200 marinos alemanes, tripulantes de seis submarinos con base
en Noruega se amotinaron y se negaron a embarcar. Los amotinados
fueron arrestados y encarcelados en Oslo.
Radio Vaticano emitió un mensaje del papa Pío XII en el que
afirmaba que "cualquiera que establezca distinciones entre los
judíos y el resto de los hombres es un infiel que se encuentra
en contradicción con las leyes de Dios. La paz en el mundo, el
orden y la justicia estarán siempre comprometidos mientras los
hombres ejerzan discriminaciones entre los miembros de la
familia humana". Al parecer, el papa llevó a cabo exorcismos
a distancia sobre Hitler, pues estaba convencido de que éste
estaba poseído por el Diablo.
El estudiante belga Youra Livchitz había sido arrestado por la Gestapo
un mes después de haber detenido el tren que transportaba judíos a
Auschwitz. Sin embargo, había logrado noquear a su guardian y
quitarle su uniforme, con el cual pudo salir del cuartel general
de la Gestapo en Bruselas. Ahora el coche en el que
viajaba con su hermano Alexander fue detenido por la
policía, que encontró armas en él, así que ambos fueron arrestados
de nuevo.
El gobierno yugoslavo en el exilio no estaba siendo muy
eficiente. Las rivalidades entre servios y croatas habían impedido
que el primer ministro, Slobodan Jovanović pudiera aprobar
siquiera una declaración de los objetivos de su gobierno. Por otra
parte, Jovanović seguía apostando por el apoyo a Mihailović cuando
los británicos estaban empezando a considerar la posibilidad de
apoyar a los partisanos de Tito. El anuncio de matrimonio del rey
Pedro II con Alejandra de Grecia (hija póstuma del rey
Alejandro I de Grecia), desencadenó una nueva crisis de gobierno
que terminó con la dimisión de Jovanović. Fue sustituido por Miloš Trifunović.
El rey Jorge VI de Gran Bretaña visitó a las
tropas británicas en Malta y en el norte de África.
La Bell Aircraft Company probó el Bell 30, el primer prototipo de helicóptero pensado para su comercialización, que había sido diseñado por el ingeniero Arthur Middleton Young.
El 27 de junio, ataques aliados a los
aeropuertos griegos de Eleusina y Kalamaki mataron a 16 alemanes y
a 32 griegos. Otras 59 personas resultaron heridas y 12 aviones
fueron destruidos.
Un submarino alemán hundió un carguero griego (Michalios)
en el Mediterráneo cerca de la costa Siria. Otro hundió un
carguero estadounidense (Sebastian Cermeno) en el océano
Índico.
Un caza estadounidense se incendió, el piloto se lanzó en
paracaídas y el aparato cayó en una playa de California, donde
explotó y dejó a 49 bañistas heridos, tres de ellos mortalmente.
El 28 de junio un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Shotoku Maru) en
el Pacífico. Un submarino japonés hundió un carguero noruego (Dah
Pah) en un puerto de Omán.
Al norte de Guadalcanal, tras las islas Russell, se encuentra la
isla de Nueva Georgia, la mayor de las Islas Salomón bajo
control japonés, y ahora un batallón de unos 500 soldados
estadounidenses desembarcó en ella, caminaron por tierra hasta
llegar al puerto de Viru, y allí expulsaron a unos 245
japoneses que lo custodiaban. Las bajas fueron de 61 japoneses
muertos frente a 13 estadounidenses. Posteriormente barcos
estadounidenses accedieron al puerto.
Ocho explosivos detonaron a lo largo de una línea ferroviaria en
el sur de Grecia.
Wernher von Braun había invitado a Hitler a presenciar una
demostración de sus cohetes en la isla de Peenemünde. El primero
se estrelló a poca distancia, pero el segundo recorrió más de 200
km antes de caer al Báltico. Hitler no estaba muy impresionado.
Decía que los cohetes eran meras bombas con un alcance algo mayor
y un coste mucho mayor, pero a estas alturas necesitaba un "arma
espectacular" que levantara la moral alemana, y no tenía más
remedio que confiar en el entusiasmo de von Braun, que, a pesar de
que sus cohetes distaban mucho de ser operativos, insistía en que
lo estarían en breve. Hitler dio órdenes ese día de empezar a
construir cuatro bases de lanzamiento de cohetes a lo largo del
canal de la Mancha, equipados para resistir bombardeos.
En Auschwitz entraron en servicio cuatro nuevos crematorios. Los
antiguos podían procesar hasta 340 cuerpos al día, mientras que
los nuevos podían con 1.100 cada uno.
Entre los planes para la próxima invasión de Sicilia figuraba una
acción para la que se necesitaban unos 40 planeadores adicionales,
y el modelo estadounidense disponible en el norte de África no era
adecuado. Los únicos disponibles se encontraban en Gran Bretaña y,
tras un estudio del asunto, se aprobó transportar hasta Túnez 32
planeadores remolcados por otros tantos bombarderos. Nunca se
había hecho una travesía semejante. En cada planeador iban tres
pilotos que se turnaban cada hora para evitar la fatiga y ese día
llegaron los primeros a su destino. En total se perdieron cinco
planeadores y tres bombarderos.
Un bombardeo estadounidense en Livorno hundió un crucero (Bari)
y un carguero italiano (Campania).
Tras varios ataques "molestos" con pocos aviones llevados a cabo
durante los días anteriores, Colonia fue bombardeada por 608
aviones británicos.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Vernon City)
no lejos de la costa brasileña.
La ocupación japonesa de la isla de Nauru había llegado a una
situación desproporcionada. Frente a los 1.848 nativos, habían
llegado 2.388 militares japoneses y 1.500 trabajadores japoneses y
coreanos. Las autoridades japonesas temían que, en caso de
bloqueo, la isla apenas tendría recursos para alimentar a tanta
gente, así que habían anunciado a los nativos que iban a ser
deportados a otra isla. El 29 de junio
600 nativos fueron embarcados y llevados a las islas Truk,
que forman parte del archipiélago de las Carolinas.
Insurgentes griegos asesinaron a Adolf Ersfeld, el
comandante de una unidad de la policía secreta alemana.
El papa Pío XII publicó la encíclica Mystici Corporis
Christi, en la que condenaba las exclusiones por razón de
raza o nacionalidad, el asesinato de discapacitados y las
conversiones forzadas.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Bolzaneto)
en el Mediterráneo.
Como parte de los suministros necesarios para la invasión de
Sicilia, Eisenhower pidió que se le enviaran tres millones de
botellas (llenas) de Coca-Cola junto con el equipo necesario para
limpiarlas, rellenarlas y taparlas dos veces al mes.
El 30 de junio unas 2.250 tropas
estadounidenses desembarcaron en Kiriwina sin oposición alguna. Al
mismo tiempo se produjeron desembarcos en dos islas cercanas a
Nueva Georgia: unos 6.000 hombres ocuparon Rendova y
expulsaron a la guarnición de 120 japoneses que la custodiaba, la
mitad de los cuales acabaron muertos frente a cuatro bajas
estadounidenses. Al mismo tiempo, otros 1.000
hombres desembarcaron en Vangunu, donde se enfrentaron a
una guarnición japonesa de algo más de un centenar de soldados.
Uno de los transportes usados en el desembarco de Rendova (USS
McCawley) fue hundido por error por torpederas
estadounidenses mientras regresaba a su base.
Mientras tanto, en Nueva Guinea, soldados de
infantería australianos y estadounidenses desembarcaron en la
bahía de Nassau, con el objetivo de establecer una
cabeza de playa que acortara las líneas de suministro en un
próximo ataque a Salamaua. El desembarco fue complicado, con una
fuerte lluvia, mala visibilidad y el mar revuelto. Tras un breve
enfrentamiento con los japoneses, aseguraron un perímetro
alrededor del lugar de desembarco. Los japoneses esperaron la
llegada de refuerzos y luego lanzaron varios ataques y trataron
de infiltrarse, pero fueron rechazados y se retiraron antes del
amanecer del día siguiente, tras haber perdido unos 50 hombres.
Mientras tanto un batallón australiano sin
mucha experiencia de combate asaltó las posiciones japonesas en
la cordillera de Bobdubi sin mucho éxito. Poco después
recibieron 200 soldados de refuerzo.
La insurrección del gueto de Częstochowa fue sofocada. El
cabecilla de los insurrectos, Mordechaj
Zylberberg, se suicidó cuando los alemanes estaban a punto
de capturar su bunker. Cerca de un millar de judíos
habían muerto en la lucha, y ese mismo día otros 500 fueron
quemados vivos o enterrados en escombros. Los que se rindieron,
unos 3.900, fueron enviados a otros campos de trabajo. No
obstante, el gueto de Częstochowa no
se cerró, sino que los alemanes llevaron unos 10.000 judíos de
otros campos unos meses más tarde.
Dolores Ibárruri, la secretaria general del Partido Comunista de
España en el exilio, envió a México a Jesús Hernández Tomás
con la misión de organizar allí una delegación del PCE y, ya de
paso, de liberar como fuera a Ramón Mercader, injustamente
encarcelado por el asesinato de León Trotski (injustamente, no
porque no fuera él el asesino, sino porque a ojos de una
estalinista como Ibárruri, el asesinato de Trotski merecía una
condecoración y no una pena de cárcel). Envió a Hernández para
quitárselo de encima, porque no era exactamente un estalinista
devoto como ella, y teniéndolo lejos lo tendría más fácil para
hacerlo caer en desgracia. Pero, como no se fiaba de él, envió
también a Francisco Antón para que lo vigilara. Antón
había sido su amante y era estalinista convencido. En cuanto
Hernández estuvo en México sin posibilidad de defenderse, Ibárruri
empezó a chismorrear que éste pretendía socavar su autoridad,
dividir al partido y desprestigiar a la Unión Soviética.
A Hernández le debemos algunas "perlas" sobre quién era Dolores
Ibárruri. Por ejemplo, escribe cómo, ante la posibilidad de
devolver a España a los niños españoles enviados a Rusia durante
la guerra civil, la respuesta de Ibárruri fue:
No podemos devolverlos a sus padres convertidos en golfos y prostitutas, ni permitir que salgan de aquí como furibundos antisoviéticos.
El 1 de julio el general y primer
ministro japonés Hideki Tōjō recibió un informe de más de tres mil
páginas titulado Una investigación de la política global con
la raza Yamato como núcleo. En un tono científico y
académico, justificaba la expansión japonesa y explicaba que los
japoneses, como el pueblo racialmente superior que eran, estaban
destinados a regir en Asia eternamente, con las demás naciones
supeditadas a su política paternal y benefactora. El informe
calculaba la población japonesa que debía habitar incluso en
territorios como Nueva Zelanda y Australia en el plazo de una
década para "asegurar el espacio vital de la raza Yamato".
La ideología subyacente era una curiosa mezcla de nazismo y
confucianismo, aunque también apelaba a los escritos de Platón y
Aristóteles, y a fuentes británicas.
El ministro de asuntos exteriores rumano Mihai Antonescu
(sin parentesco cercano con el dictador Ion Antonescu) se reunió
en Roma con Mussolini para tratar de que encabezara las
negociaciones para que los países aliados con Alemania pudieran
dejar el Eje. Pero Mussolini no se prestó a ponerle el cascabel al
gato.
Una división alemana y dos regimientos italianos iniciaron una
campaña contra los partisanos griegos cerca de Servia.
Un submarino alemán hundió un carguero brasileño (Tutoya)
cerca de la costa brasieña.
En abril del año anterior, un oficial alemán llamado Hans
Peter Krug había escapado de un campo de concentración en
Canadá, desde donde se había dirigido a Detroit. Allí recibió la
ayuda de Max Stephan, nacido en Alemania, pero de
nacionalidad estadounidense. Más tarde el FBI capturó a Krug y
Stephan fue acusado de ayudar a un extranjero. El delito de ayudar
a un prisionero de guerra evadido no figuraba entonces en el
código penal, pero Stephan fue condenado a muerte por traición.
Ahora, siete horas antes de que se ejecutara la sentencia, el
presidente Roosevelt le conmutó la pena por la de cadena perpetua
y, en efecto, permanecería encarcelado hasta su muerte, nueve años
más tarde.
El 2 de julio submarinos japoneses
hundieron un transporte japonés (Yoneyama Maru) y tres cargueros (Banshu
Maru, Canton Maru y Isuzu Maru) en varios puntos del
Pacífico.
Los estadounidenses llevaron a cabo un nuevo desembarco en Nueva
Georgia, esta vez en la playa de Zanana, con la misión de
avanzar hasta Munda, donde los japoneses tenían un
aeropuerto.
Un submarino alemán hundió un barco de pasajeros británico (Hoihow)
en el océano Índico. Murieron 145 de las 149 personas a bordo.
Ese día 50 prisioneros de guerra fueron asesinados en Vyrsodepseia,
en Grecia, como represalia por el asesinato del comandante
Ersfeld. Por la tarde un grupo de insurgentes tuvo una escaramuza
con una patrulla alemana en Platamonas.
Submarinos alemanes hundieron un petrolero estadounidense (Bloody
Marsh) y un carguero británico (Empire Kohinoor) en
el Atlántico.
El 3 de julio un submarino
estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Anzan Maru y
Kokuryu Maru) cerca de la costa China,
La guarnición japonesa de Vangunu había sido completamente
aniquilada, con lo que la isla pasó a formar parte de la línea de
suministros y de comunicaciones con las tropas desembarcadas en
Nueva Georgia.
Los insurgentes griegos dispararon contra un coche alemán e
hirieron a uno de sus ocupantes, y volaron una vía de tren en las
afueras de Litochoro.
Esa noche 653 aviones bombardearon el área industrial de Colonia.
Por primera vez, la Luftwaffe usó la táctica conocida como
"Jabalí salvaje", consistente en iluminar con focos a los
aviones atacantes para indicar su posición tanto a los aviones
alemanes como a las baterías antiaéreas. Esto permitía emplear
aviones no equipados para el combate nocturno. Para evitar que las
baterías antiaéreas derribaran aviones alemanes, éstos nunca
volaban por debajo de cierta altura convenida, y las baterías
nunca disparaban por encima de dicha altura. Hasta entonces, las
ciudades procuraban evitar toda señal luminosa para que los
aviones atacantes no pudieran encontrar sus objetivos. En total
derribaron 12 aviones.
La aviación británica hundió dos submarinos alemanes cerca de la
costa atlántica española. Otro submarino alemán hundió un carguero
estadounidense (Elihu B. Washburne) cerca de la costa
brasileña.
El 4 de julio submarinos
estadounidenses hundieron un transporte (Liverpool Maru) y
dos cargueros japoneses (Koki Maru y Mikkyo Maru).
La cabeza de playa en la bahía de Nassau seguía bien defendida, y
en los días precedentes habían llegado numerosos refuerzos. El
número de soldados desembarcados llegaba ya a los 1.400, y en los
días siguientes aún llegarían algunos más.
Mientras tanto, 4.600 soldados estadounidenses desembarcaban en
Nueva Georgia, cubiertos por tres cruceros ligeros y cuatro
destructores bajo el mando del contraalmirante Walden Lee
Ainsworth. Otros 4.000 soldados desembarcaron en la isla de
Kolombangara, al norte de Nueva Georgia, con la misión de
cruzar en balsas el estrecho que las separa.
Hacía dos días que Subhar Chandra Bose había llegado a Singapur y
ahora se ponía a la cabeza de la Liga para la Independencia de
la India y del Ejército Nacional Indio. Su carisma
logró que muchos civiles se alistaran, con lo que el ejército dejó
de estar formado únicamente por prisioneros de guerra. Es famosa
su frase: ¡Dadme sangre! Yo os daré libertad.
Tras una serie de retrasos, finalmente los alemanes iniciaron la
Operación Ciudadela, contra las tropas soviéticas en el
saliente de Kursk. Sería la mayor batalla de tanques de la
historia, pues los alemanes habían reunido casi 3.000, mientras
que los soviéticos disponían de casi 5.000. Aun así, los alemanes
contaban con dos divisones Panzer de menos, ya que Hitler
las había movido a Grecia, junto con una tercera procedente de
Francia, lo que ponía en evidencia que había mordido el anzuelo de
las campañas de desinformación alidadas, como la operación carne
picada, y esperaba una invasión aliada en Grecia. Con todo,
la infantería ocupó algunas posiciones estratégicas para
establecer puntos de observación y capturó algunos puestos de
observación de la primera línea defensiva soviética. Hacia las
16:00 tomaron la ciudad de Butovo y antes de medianoche
ocupaban Gertsovka.
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Breiviken)
y otro griego (Michael Livanos) en la costa índica
africana.
Los partisanos yugoslavos atacaron la fortaleza de Zvornik en
Croacia y a lo largo de la noche lograron apoderarse de ella. Las
fuerzas de la Ustacha huyeron cruzando el río Drina hasta
Servia, y muchos murieron en el intento.
Un nuevo sabotaje por parte de la resistencia griega provocó el
desacarrilamiento de un tren que transportaba municiones y, en la
explosión subsiguiente, diez alemanes resultaron heridos. Mientras
tanto, una guarnición alemana entre Katerini y Pyrgetos
fue atacada. Los alemanes respondieron matando a diez prisioneros
de guerra y destruyendo parte de Litochoro.
Un submarino alemán hundió un barco de transporte de tropas (City
of Venice) y un carguero británico (St. Essylt) cerca
de la costa de Argelia.
El general Władysław Sikorski regresaba de una inspección a las
tropas polacas desplegadas en Oriente Medio cuando su avión se
estrelló en el mar 16 segundos después de haber despegado de
Gibraltar. Un oficial polaco que contempló el accidente desde el
aeropuerto dijo entre lágrimas: ¡Es el final de Polonia!
En efecto, Churchill tenía mucho que agradecer a Sikorski por su
colaboración con los británicos en los primeros años de la guerra,
pero con la entrada de los Estados Unidos y la Unión Soviética, la
importancia de Polonia se había reducido notablemente y el sucesor
de Sikorski, Stanisław Mikołajczyk, no tuvo ni de lejos la
influencia que había tenido el general fallecido.
Un submarino alemán hundió un carguero brasileño (Pelotaslóide)
cerca de la costa brasileña.
El 5 de julio un destructor japonés
hundió el destructor estadounidense Strong cuando se
retiraba tras haber cumplido su misión en el desembarco en Nueva
Georgia llevado a cabo durante la noche.
El ataque alemán al sur de la base del saliente de Kursk tenía
que sumarse otro ataque desde el norte, pero los soviéticos
estaban al tanto de los planes alemanes y atacaron primero. A las
2:00 Zhúkov tomó la iniciativa con un bombardeo de la artillería.
Esperaba que con ello desbarataría el plan de ataque alemán, pero
no causó daños graves ni ocasionó más que algunos retrasos en los
planes alemanes. A las 5:00 los alemanes lanzaron su propio
bombardeo de 80 minutos en el lado norte y de 50 en el lado sur. A
las 5:30 se inició el avance principal con el apoyo de la
aviación, a lo largo de un frente de 45 km. La aviación soviética
lanzó un ataque sobre los aeropuertos alemanes, pero no causó
daños graves y, por el contrario, las pérdidas fueron
considerables (los soviéticos perdieron 176 aviones ese día,
frente a 26 alemanes). Los alemanes penetraron casi 10 km en las
líneas soviéticas y alcanzaron la segunda línea defensiva
soviética, donde su avance fue frenado. Ese día contaron casi
1.300 muertos y casi 6.000 heridos.
El balance de la operación ítalo-alemana contra los partisanos
griegos fue de 16 pueblos quemados, 92 civiles muertos y el saqueo
de grandes cantidades de ganado.
Un submarino italiano fue hundido en un bombardeo aliado a La
Spezia.
La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la
costa atlántica española. Otro submarino alemán hundió un carguero
estadounidense (Maltran) en el Caribe.
La flota del contraalmirante Ainsworth se estaba retirando hacia
el mar del Coral para repostar cuando a la 1:06 del 6 de julio detectó una flota de diez
destructores japoneses bajo el mando del contraalmirante Teruo
Akiyama, que llevaba 2.600 soldados a la isla de
Kolombangara, para después pasarlos a Nueva Georgia. A la 1:57 los
estadounidenses abrieron fuego y lanzaron 612 bombas en 21
minutos. El destructor Niizuki no tardó en hundirse con
Akiyama a bordo. El crucero ligero estadounidense Helena
había agotado su pólvora antidestellos, y se había visto obligada
a usar pólvora antihumo, con lo que se iluminaba a sí mismo en
cada disparo. Esto permitió a dos destructores japoneses lanzarle
torpedos de largo alcance que hundieron el barco. El destructor Nagatsuki
encalló y fue hundido al día siguiente por la aviación
estadounidense, mientras que el Hatsuyuki resultó dañado.
Ambas fuerzas se retiraron, pero un destructor japonés y dos
estadounidenses se quedaron en la zona para rescatar náufragos. A
las 5:00 el destructor Amagiri intercambió torpedos y
disparos con uno de los destructores estadounidenses y se retiró
dañado.
Los soviéticos lanzaron un contraataque en Kursk, tarde y mal
coordinado. Unos 200 tanques se enfrentaron a los Panzer,
de los cales 69 fueron destruidos y los restantes tuvieron que
retirarse. Luego fueron los tanques alemanes los que atacaron la
segunda línea defensiva soviética en Olkhovatka. Pero no
pudieron romper las defensas soviéticas y sufrieron muchas bajas.
Un ataque sobre Ponyri tampoco surtió efecto.
Un submarino alemán hundió un carguero griego (Hydraios)
en el océano Índico.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Tripoli)
en el Mediterráneo. Un submarino alemán hundió un carguero
británico (Shahjehan) cerca de Libia.
El bey Muhammad VII de Túnez fue obligado a abdicar por las
autoridades francesas y fue enviado al exilio, primero a Argelia,
y luego al sur de Francia. Fue sucedido por su primo Muhammad
VIII al-Amin, hijo del bey Muhammad VI.
Un piloto en misión de entrenamiento despegó esa noche de una
base aérea en Texas para bombardear un objetivo simulado situado
cerca de Conlen, pero se desorientó y acabó lanzando cinco
bombas en Boise City, en Oklahoma. Aunque algunos
edificios sufrieron daños, nadie resultó herido.
El 7 de julio los alemanes atacaron
Ponyri y lograron tomar la mitad de la ciudad tras una intensa
lucha casa por casa.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Leana)
cerca de la costa oriental africana.
Un submarino británico hundió un petrolero alemán (Wilhelmsburg)
en el Egeo.
Las matanzas de polacos por parte del Ejército Insurgente
Ucraniano se habían intensificado hasta convertirse en una
auténtica limpieza étnica. El mes anterior uno de sus comandantes
había difundido una orden secreta en la que se leía:
No obstante, los ucranianos mataban principalmente mujeres y niños. Dos delegados del Gobierno Polaco en el Exilio llegaron a Kustycze para tratar de llegar a un acuerdo con los ucranianos. Se encontraron con Jusif Stelmaszczuk, que inmediatamente los hizo arrestar.Debemos llevar a cabo una acción a gran escala para liquidar el elemento polaco. Ahora que los alemanes se retiran, deberíamos aprovechar este conveniente momento para liquidar la totalidad de la población masculina entre los 16 y los 60 años. No podemos perder esta lucha, y es necesario debilitar a las fuerzas polacas cueste lo que cueste. Los pueblos y asentamientos cercanos a los grandes bosques deben desaparecer de la faz de la Tierra.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la
costa portuguesa.
Un submarino alemán atacó a un convoy aliado y hundió tres
cargueros estadounidenses cerca de la costa brasileña (James
Robertson, Thomas Sinnickson y William Boyce Thompson).
Otro hundió un carguero neerlandés (Poelau Roebiah) en el
Caribe.
El 8 de julio un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Showa Maru) en el mar
de Japón.
Los australianos habían ocupado la que llamaban la Loma de la
Emboscada, desde donde amenazaban tanto la cordillera de
Bobdubi como las líneas de suministro a las fuerzas japonesas en
Mubo y Salamaua. Esto obligó a los japoneses a lanzar una serie de
feroces contraataques en los días siguientes.
Un contraataque soviético expulsó a los alemanes de Ponyri, pero
una sucesión de contraataques hizo que la ciudad cambiara de manos
varias veces en los días siguientes. En el frente meridional una
formación de tanques soviéticos fue barrida exclusivamente por
aviones armados con cañones antitanques, algo que no había
sucedido nunca antes en la historia. Los soviéticos perdieron más
de 50 tanques. Al final del día los tanques alemanes habían
avanzado 29 km y habían penetrado la segunda línea defensiva
soviética.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Valfiorita)
en el Mediterráneo.
Jean Moulin había entrado en coma a causa de las palizas
recibidas y murió como resultado del daño cerebral.
La aviación aliada hundió dos submarinos alemanes en el
Atlántico. Otro submarino alemán hundió un petrolero noruego (B.P.
Newton) y un carguero estadounidense (Eldena).
Otro batallón de marines había desembarcado en el puerto de Viru,
en Nueva Georgia, y para el 9 de julio
los japoneses habían sido expulsados de la zona.
A las 18:00 despegaron de Túnez en grandes planeadores 2.075
soldados británicos con siete jeeps, seis cañones
antitanque y diez morteros, con la misión de llegar a Sicilia
sobre la medianoche (los planeadores fueron remolcados casi todo
el trayecto). Poco después, 18 aviones, seis de ellos equipados
con inhibidores de radar, empezaron a recorrer la costa siciliana
en la región de Siracusa. A las 21:00 55 aviones bombardearon el
aeropuerto de Siracusa, como maniobra de distracción, donde
causaron un gran número de bajas, incluyendo al comandante de la
base naval de Siracusa, Giuseppe Gianotti. Luego se
lanzaron 280 paracaídas con maniquíes al norte de la zona prevista
para el aterrizaje auténtico. La operación fue más bien
desastrosa, pues los planeadores encontraron fuertes vientos y
mala visibilidad. Algunos fueron desenganchados antes de tiempo y
65 de ellos (casi la mitad) cayeron al mar y 252 hombres murieron
ahogados. De los restantes, sólo 12 planeadores aterrizaron en el
lugar previsto. Otros 55 lo hicieron a 40 km de distancia,
mientras que otros pocos fueron derribados o regresaron a Túnez
sin haber podido desengancharse.
Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Samuel
Heintzelman) en el océano Índico. Otro hundió dos cargueros
británicos (De la Salle y Manchester Citizen) de un
convoy aliado cerca de la costa de Nigeria.
Aviones alemanes se disponían a bombardear algún punto del sur de
Gran Bretaña y, por algún motivo, no pudieron alcanzar su
objetivo. Algunos de ellos acabaron separados del resto. Un
bombardero siguió el curso de una vía de ferrocarril y acabó
llegando al pueblo de East Grinstead. Dio dos vueltas a la
localidad y luego, a las 17:17, lanzó ocho bombas. Dos de ellas,
una con espoleta retardada, cayeron en un cine, donde 184 personas
estaban viendo un cortometraje previo a la película principal.
Murieron 108, entre ellas muchos niños, así como unos 20 soldados
canadienses estacionados en el pueblo, algunos estaban viendo la
función y otros habían llegado luego para ayudar, cuando estalló
la segunda bomba. Era raro que alguien del pueblo no conociera
personalmente a alguien con un hijo muerto o herido por las
bombas.
La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la
costa portuguesa, y la estadounidense otro en la desembocadura del
Amazonas.
Los congresistas estadounidenses se tomaron vacaciones por
primera vez en los últimos cuatro años.
El 10 de julio un submarino
estadounidense hundió un petrolero japonés (Kyokuyo Maru)
cerca de la costa japonesa.
En el frente de Kursk, los alemanes tenían asegurada la mayor parte de Ponyri, pero los contraataques soviéticos continuaban. Las bajas en ambos bandos eran muy altas. Los ataques alemanes a Olkhovatka y la cercana Teploe resultaron todos infructuosos, incluyendo uno llevado a cabo ese día con unos 300 tanques apoyados por la aviación. Para entonces, los soviéticos habían detenido completamente el avance alemán en la parte norte del saliente de Kursk. En el sur, en cambio, los alemanes empezaban a cruzar el río Psel y se dirigían hacia Prokhorovka.
Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Alice
F. Palmer) en el océano Índico.
Tras tres días de intensas torturas, Jusif Stelmaszczuk ejecutó públicamente a los dos enviados polacos atando sus miembros a dos caballos para descuartizarlos.
Los chetniks, en colaboración con tropas italianas, mataron a 112 prisioneros de guerra croatas en Lovreć.
Mientras los planeadores británicos descendían en Sicilia, aviones estadounidenses lanzaban varias unidades de paracaidistas, pero el viento los había desviado de su ruta y acabaron dispersos a lo largo de la costa, entre Gela y Siracusa. Las tropas dispersas procuraron causar confusión entre las tropas italianas. Durante las primeras horas del día se iniciaron los desembarcos en 26 puntos principales de la costa siciliana, en un frente de 170 km. En total, el Séptimo Ejército de los Estados Unidos, bajo el mando del general Patton, y el Octavo Ejército británico, bajo el mando del general Montgomery, contaban con 160.000 hombres, 600 tanques y 1.800 cañones y en la operación participaron 2.590 buques. Cabe señalar que, incluso cuatro horas después de que se hubiera iniciado la invasión, aviones alemanes abandonaron Sicilia para reforzar Cerdeña. Hitler seguía convencido de que la invasión de Sicilia era un señuelo y que los aliados iban a invadir Grecia y Cerdeña.
Los combates más intensos se produjeron en la zona de Gela. La
aviación aliada tenía previsto intervenir al amanecer, pero los
aviones italianos llegaron antes y, sin contestación, atacaron a
la flota estadounidense. A las 4:58 se hundía el destructor USS
Maddox. Unos minutos más tarde, a las 5:01 llegaban los
primeros aviones aliados. Una serie de contratiempos debidos
esencialmente al mal tiempo y a la presencia de bancos de arena
imprevistos fue compensada por la pobre respuesta italiana.
Un pelotón británico llegó a tomar un puente y rechazó todos los
intentos italianos de recuperarlo. Otros paracaidistas acudieron
atraídos por los disparos y a las 8:30 había 89 hombres
defendiendo el puente.
Una columna de tanques italianos acompañados por infantería estuvo a punto de alcanzar las posiciones aliadas en Gela, pero a las 10:47 la armada estadounidense abrió fuego, destruyó varios tanques y dispersó al resto de las fuerzas italianas.
Fuerzas estadounidenses tomaron el puerto de Licata al precio de
unas 100 bajas, entre muertos y heridos y luego rechazaron un
contraataque. Sobre las 11:30 la posición estaba asegurada. Al
mismo tiempo un batallón de infantería italiano con algo de
artillería llegaba al puente retenido por los británicos. Cuatro
horas más tarde sólo quedaban 18 británicos, que se quedaron sin
munición y tuvieron que rendirse.
Al anochecer, las siete divisiones de asalto aliadas (tres
estadounidenses, tres británicas y una canadiense) estaban
firmemente establecidas en la costa. El puerto de Siracusa estaba
en poder aliado y los temores de un ataque aéreo por parte del Eje
se habían desvanecido. Los bombardeos de las semanas precedentes
habían debilitado fuertemente la capacidad aérea del Eje en la
zona, y la presencia constante de la aviación aliada con bases en
Malta y Pantelleria mantuvo a la aviación enemiga relativamente
bajo control. Por la noche la Luftwaffe hundió el
barco-hospital de la Cruz Roja Talamba, que se encontraba
a una prudente distancia de la costa siciliana, pero los 400
heridos a bordo pudieron ser evacuados.
Un submarino alemán hundió un carguero sueco (Scandinavia)
cerca de la Guayana Francesa.
En la isla de Nauru había una colonia de leprosos. El 11 de julio los japoneses los subieron todos
a bordo de un barco pesquero, lo remolcaron hasta mar abierto,
cortaron la cuerda que lo unía al barco remolcador, dispararon con
una ametralladora a sus ocupantes y lo hundieron a cañonazos. Si
algún cuerpo en el agua daba señales de vida, lo remataban con
fusiles. Así fue como un tifón acabó con la vida de los leprosos,
según la versión oficial.
Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Taiko
Maru) en el mar de las Filipinas.
Unos 1.200 marines estadounidenses se hicieron con el control del
puerto de Enogai, en Nueva Georgia, tras haber expulsado
la guarnición de 400 soldados japoneses que la custodiaba, de los
cuales unos 350 terminaron muertos. Las bajas estadounidenses
fueron de 51 muertos.
En un ataque nocturno por sorpresa los alemanes lograron
apoderarse de un puente sobre el Donets, a 18 km de
Prokhorovka, lo que los ponía a un paso de encerrar todo un
ejército soviético.
Un submarino alemán hundió un carguero griego (Mary Livanos)
en el canal de Mozambique.
Esa noche la resistencia griega voló un puente cerca de Lamia
mientras lo cruzaba una columna alemana. Veinticinco vagones con
municiones fueron destruidos. Los británicos suspendieron su
colaboración intensiva con la resistencia griega, pues su objetivo
de hacer creer a Hitler que los aliados iban a invadir Grecia en
lugar de Sicilia era difícil de sostener por más tiempo.
A las 3:00, el Ejército Insurgente Ucraniano inició una matanza
de polacos a una escala nunca vista hasta entonces. Un total de
167 ciudades y aldeas polacas fueron atacadas y sus habitantes
fueron torturados y asesinados en masa. En Gurow sólo
sobrevivieron 70 de un total de 480, en Orzeszyn murieron
306 de un total de 340 polacos. En Sadowa sobrevivieron 20
de 600, etc. Las matanzas continuaron durante los cinco días
siguientes.
A las 2:00 desembarcaron en Sicilia los primeros tanques
estadounidenses, pero no tardaron en quedarse atascados en la
arena de la playa. A lo largo del día se sucedieron 14 ataques
aéreos por parte del Eje. También se inició un ataque terrestre,
los italianos por la orilla izquierda del río Gela y los
alemanes por la orilla derecha. A las 6:40 los alemanes entraron
en contacto con las fuerzas aliadas, que empezaron a retirarse
hacia la cabeza de playa. A las 10:40 la armada empezó a disparar
contra los tanques, que pronto tuvieron que enfrentarse también a
los tanques estadounidenses. La armada se ocupó también de la
infantería italiana, cuyos proyectiles acabaron con la mitad de
las tropas. Muchos cuerpos quedaron colgando de los árboles. Los
aliados tomaron 400 prisioneros entre los supervivientes. Uno de
los bombardeos dañó a un carguero estadounidense (Robert Rowan)
y la munición que transportaba estalló a las 17:30, pero el barco
estaba anclado en aguas poco profundas y no se hundió, de modo que
sus llamas mantuvieron su entorno iluminado facilitando los
ataques nocturnos por parte de la aviación del Eje. La aviación
alemana hundió también un carguero neerlandés (Baarn) y,
por otra parte, torpederos británicos hundieron un submarino
italiano (Flutto) en el estrecho de Messina y un submarino
británico hundió un carguero alemán (Tell) en el
Mediterráneo. Al final del día, los aliados controlaban nueve de
los puertos principales de Sicilia, además del de Siracusa.
La aviación alemana atacó un pequeño convoy que transportaba
tropas desde Gran Bretaña hasta el África Occidental cuando
navegaba a la altura de Portugal. Los dos destructores de escolta
no pudieron impedir que los dos transportes que formaban el convoy
terminaran hundidos.
El 12 de julio un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Niitaka Maru)
ante la costa japonesa. Otro hundió un submarino japonés cerca de
la isla de Kolombangara. La aviación estadounidense hundió otros
dos cargueros (Chikuzan Maru y Tairyo Maru) cerca
de la costa vietnamita.
Habiendo fracasado en su intento de retomar la Loma de la
Emboscada, los japoneses se vieron obligados a retirarse de
Mubo, en Nueva Guinea.
Finalmente el ejército soviético lanzó un contraataque contra los
alemanes en el saliente de Kursk. Lo llamaron la Operación
Kutuzov, por el nombre del mariscal ruso que se enfrentó a
Napoleón. Tras un intenso bombardeo de artillería, la infantería y
los tanques avanzaron desde el norte y el noreste sobre las
posiciones alemanas. Aunque los alemanes resistieron bien la
acometida, la superioridad numérica soviética era abrumadora y
finalmente se abrió una brecha por la que los soviéticos avanzaron
23 km. Una división Panzer trató de cerrarla, pero fue
rechazada. En el sur del saliente, los soviéticos atacaron a los
alemanes en Prokhorovka con 616 tanques. Los alemanes contaban con
casi 300, que se encontraron improvisadamente y así se entabló una
de las mayores batallas de tanques de la historia. El resultado
fue indeciso. Las bajas soviéticas fueron exorbitadas: casi 400
tanques destruidos o dañados y 5.500 bajas. Los alemanes tuvieron
más de 800 bajas y perdieron alrededor de 60 tanques, con lo que
tuvieron que detener su avance. Stalin estaba furioso y mantuvo
una conversación telefónica nada agradable con el general al
mando, Pavel Rosmistrov, que estuvo a punto de acabar en
un consejo de guerra.
Los alemanes mataron a 13 griegos acusados del atentado de Lamia.
Antes del amanecer en Sicilia había desembarcado ya el 90% de los
efectivos previstos. A las 8:45, unas 27 horas después de lo
planeado, los aliados capturaron el aeropuerto de Ponte Olivo.
A las 17:00 el general Patton desembarcó para instalar su cuartel
general en tierra. En cuanto el aeropuerto de Ponte Olivo fue
declarado seguro, aviones estadounidenses empezaron a aterrizar en
él para usarlo como base. Varias unidades italianas cubrían la
retirada hacia el norte de las fuerzas alemanas. Los británicos
fracasaron en un intento de desembarco en Augusta.
Un destructor británico hundió un submarino alemán cerca de la
costa argelina. Una torpedera hundió otro en el estrecho de
Messina, y un tercero fue hundido por la aviación estadounidense
cerca de la costa atlántica española. Por su parte, un submarino
alemán hundió un carguero estadounidense (African Star)
cerca de la costa brasileña.
A la 1:00 del 13 de julio la flota del
contraalmirante Ainsworth, que vigilaba Nueva Georgia para
proteger el puerto de playa establecido a principios de mes,
estableció contacto por radar con una flota japonesa. Estaba
compuesta por un crucero ligero y cinco destructores bajo el mando
del contraalmirante Shunji Isaki, que transportaba 1.200
soldados de refuerzo a Nueva Georgia. Ainsworth supuso que podía
atacar a los japoneses por sorpresa, pero lo cierto es que éstos
estaban al tanto de su presencia desde hacía al menos dos horas.
Los destructores japoneses ya habían lanzado su mejor arma de
guerra, los torpedos "tipo 93" de larga distancia (su radio de
acción llegaba a los 40 km). Durante un tiempo, los
estadounidenses no imaginaban que un torpedo pudiera ser lanzado
desde una distancia superior a 10 km, por lo que atribuyeron a
submarinos inexistentes muchos hundimientos.
El caso fue que Ainsworth ordenó a sus destructores que
aceleraran para caer sobre la flota enemiga, pero sólo alcanzaron
al Jintsū, el crucero en el que se encontraba
Isaki, sobre el que concentraron el fuego y a la 1:45 se hundía
casi con toda su tripulación, incluyendo al propio Isaki. Mientras
tanto, cuatro de los destructores estadounidenses recibieron
impactos de los torpedos lanzados previamente que los dañaron
gravemente, hasta el punto de que uno de ellos, el Gwin,
tuvo que darse por perdido y Ainsworth dio la orden de hundirlo.
Otro de los destructores dañados estuvo fuera de combate durante
el resto de la guerra. Por su parte, los destructores japoneses
llegaron a su destino y pudieron desembarcar las tropas que
transportaban.
Hitler se reunión con Erich von Manstein y con Günther von Kluge.
Ante la operación Kutuzov y el desembarco aliado en Sicilia,
siguiendo el criterio de Kluge y en contra del de Manstein, ordenó
el cese de la operación Ciudadela y el repliegue de
fuerzas hacia el Mediterráneo. No obstante, Manstein logró
convencer a Hitler de que le permitiera destruir las reservas
soviéticas al sur de Kursk antes de terminar la operación
Ciudadela.
Ese día fueron guillotinados en Munich Hurt Huber y Alexander
Schmorell. Ese mismo día fueron juzgados otros cuatro estudiantes
por su vinculación con la Rosa Blanca. El juez que llevó
el caso no era el mismo que había juzgado a los dos ejecutados y
desestimó los cargos más graves condenándolos únicamente por no
haber denunciado una traición, con lo que las penas fueron muy
leves.
En Sicilia, los británicos pudieron finalmente entrar en Augusta,
aunque pasaría un día antes de que pudieran asegurarla frente a
francotiradores y otros focos aislados de resistencia. Para
entonces los aliados controlaban ya la tercera parte de la isla,
su punta meridional.
A las 19:30 despegaron del Norte de África aviones que
transportaban una brigada de paracaidistas seguidos de otros que
remolcaban planeadores que transportaban a 77 hombres, 6 cañones
antitanque y 19 jeeps. Su misión era tomar el puente Primosole,
en Sicilia, sobre el río Simeto, aterrizando a ambos lados
para formar una cabeza de puente que facilitara el avance aliado.
El desempeño de los planeadores fue igual de lamentable que en la
acción con la que se había iniciado el ataque a Sicilia: 33
aviones se alejaron de la ruta prevista y acabaron sobrevolando un
convoy aliado que esperaba un ataque aéreo, así que fueron
confundidos con aviones del Eje y la escolta del convoy abrió
fuego sobre ellos. Dos de los aviones chocaron entre sí mientras
trataban de evitar el fuego antiaéreo y cayeron al mar. Otros dos
fueron derribados y otros nueve quedaron tan dañados que tuvieron
que regresar a su base. De los que llegaron a la costa de Sicilia,
37 fueron derribados por el fuego antiaéreo italiano. Algunos
pilotos, con poca experiencia, se negaron a seguir adelante. Uno
de los oficiales británicos, al darse cuenta de que su avion
volaba en círculos, tuvo que amenazar con disparar a los pilotos
si no seguían adelante. Finalmente, sólo 39 aviones lograron
lanzar a los paracaidistas en un radio de menos de un kilómetro de
la zona prevista. Otros grupos cayeron a unos 19 km de distancia e
incluso cuatro aviones lanzaron a sus paracaidistas en las laderas
del Etna, 32 km al norte. De los que cayeron en el lugar correcto,
cerca de un centenar fueron capturados por los alemanes en el
mismo instante en que tocaron tierra.
Pese a todo 50 paracaidistas lograron organizarse, llegaron hasta
el puente Primosole y lo tomaron antes de que los
italianos lograran volarlo. Pronto acudieron otros 40
paracaidistas, justo cuando los italianos estaban siendo
apresados. Poco a poco fueron llegando más paracaidistas, hasta
sumar unos 120 hombres, que empezaron a organizar un sistema
defensivo. En cuanto a los planeadores, sólo cuatro pudieron
aterrizar dos horas más tarde de lo previsto. El resto fue abatido
por la artillería alemana. Los cuatro planeadores transportaban
tres cañones antitanque y algunos hombres más, con lo que ya eran
295 en total.
Mientras tanto, dos submarinos italianos (Acciaio y Nereide)
resultaron hundidos cerca de Sicilia, uno a manos de un submarino
y el segundo por dos destructores británicos. La aviación aliada
hundió además un carguero alemán (Ste. Christophe) en la
misma zona, mientras que la Luftwaffe hundió un carguero
estadounidense (Timothy Pickering).
En el océano Atlántico, dos submarinos alemanes resultaron hundidos por la aviación aliada.
A las 4:00 del 14 de julio se inició
la Operación Roland, el plan con el que von Manstein trató
de terminar lo más dignamente posible la Operación Ciudadela
en el saliente de Kursk. Los alemanes atacaron al suroeste de Pravorot
y lograron desalojar los restos de un cuerpo de tanques soviético
en Belenikhino, para lo cual fue necesario un combate casa
por casa, e incluso cuerpo a cuerpo.
Un carguero estadounidense (Robert Bacon) resultó hundido
por un submarino alemán ante la costa oriental africana.
Para entonces los británicos habían asegurado Augusta. El ataque
de un batallón italiano que había logrado traspasar las líneas
británicas y llegar a la ciudad fue rechazado.
Los paracaidistas que habían tomado el puente Primosole
rechazaron varios ataques desde ambos lados del río, pero su
situación era cada vez más precaria. La artillería de un crucero
británico alivió temporalmente su situación, pero finalmente se
vieron obligados a concentrarse primero en uno de los extremos del
puente y luego a abandonarlo para desplazarse a una posición más
segura. De los 295 hombres iniciales, había ya 115 bajas. Con la
retirada, un hospital de campaña quedó en tierra de nadie, y un
oficial italiano entró en él para comunicar al personal médico que
a partir de ese momento eran prisioneros de guerra, pero como
estaban atendiendo a pacientes de ambos bandos, se les permitió
seguir trabajando. Mientras tanto, las tropas británicas se
acercaban desde el sur. Al llegar la noche estaban a menos de 2 km
de distancia, pero, a pesar de sus órdenes de avanzar a marchas
forzadas, se detuvieron a pasar la noche.
A un regimiento estadounidense se le había encomendado la misión
de capturar el aeropuerto de Santo Pietro, en Biscari,
cerca de la costa siciliana. Eran tropas que nunca habían entrado
en combate hasta entonces y su actuación en los dos días
anteriores había sido tan pobre que se había planteado la
posibilidad de relevar a su comandante, pero al final lo que se
hizo fue enviar un supervisor. Sobre las 10:00, el sargento Horace
T. West recibió órdenes de conducir a un grupo de 45
prisioneros italianos y 3 alemanes hasta la retaguardia, fuera de
la carretera, donde no fueran visibles, y retenerlos allí para ser
interrogados posteriormente. El sargento West se alejó un par de
kilómetros con los prisioneros y algunos soldados. Los prisioneros
marchaban sin zapatos ni calcetines, algo habitual para evitar
disuadirlos de la huida. Entonces ordenó que ocho o nueve de ellos
fueran llevados al oficial de inteligencia para que los
interrogara. Al resto los puso fuera de la carretera y a
continuación pidió una ametralladora a uno de sus acompañantes.
Cuando éste le preguntó para qué la quería, su respuesta fue que
iba "a matar a los hijos de puta". Luego les dijo a los
soldados que custodiaban a los prisioneros "daos la vuelta si
no queréis verlo", y a continuación los ametralló a todos.
Sobre las 11:00 los estadounidenses empezaron a atacar el
aeropuerto, donde francotiradores italianos provocaron numerosas
bajas. El soldado Raymond C. Marlow logró pasar por un
desfiladero hasta encontrar un soldado italiano armado con
un fusil. Marlow le gritó amenazándolo con su fusil y el italiano
huyó y se metió en una trinchera. Al cabo de un par de minutos
volvió a salir junto con otros 35 más, desarmados y algunos con
ropa civil. Marlow los condujo a su campamento y afirmó a su
sargento que había capturado a los francotiradores. Un intérprete
les preguntó si habían actuado como francotiradores y no
respondieron. Entonces el sargento preguntó a su oficial superior,
el lugarteniente Hair, qué debía hacer con los prisioneros
y éste a su vez preguntó al capitán John T. Compton. Éste
preguntó a Hair si estaba seguro de que se trataba de los
francotiradores y Hair respondió afirmativamente. Entonces Compton
respondió sin dudarlo: fusílelos. Y así se hizo. Unos
pocos prisioneros, cuando entendieron la situación, echaron a
correr, y algunos se salvaron.
Cuando el general Omar Bradley informó al general Patton
de que soldados estadounidenses habían matado a sangre fría entre
50 y 70 prisioneros de guerra, Patton contestó que probablemente
sería una exageración, y le sugirió que asegurara que los
prisioneros eran francotiradores, o que habían intentado escapar,
o algo así, porque lo contrario "apestaría" en la prensa y
volvería locos a los civiles. En cualquier caso, los prisioneros
estaban muertos y eso ya no tenía arreglo. Bradley no siguió la
recomendación de Patton y más tarde le informó de que todo
apuntaba a que habían sido asesinados sin provocación alguna por
parte de los prisioneros. Entonces su respuesta fue: Procese a
los bastardos.
La aviación aliada hundió un carguero alemán (San Francisco)
y otro italiano (Venezia) cerca de Sicilia.
El general Giraud había marchado a primeros de mes en un viaje a
los Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, con el propósito de
conseguir armamento para el ejército francés. Esto dio a de Gaulle
el protagonismo en exclusiva en las celebraciones del 14 de julio.
Paulatinamente, los partidarios de Giraud fueron haciéndose
gaullistas y, cuando Giraud regresó a Argel unas semanas más
tarde, se encontró completamente aislado.
Ese día se estrenó Por quién doblan las campanas, basada
en la novela de Ernest Hemingway, dirigida por Sam Wood y
protagonizada por Gary Cooper e Ingrid Bergman. La acción
transcurre durante la guerra civil española y los malos son los
franquistas, así que la diplomacia española había tratado sin
éxito de que se suspendiera el rodaje de la película o, al menos,
de que se suprimieran o alteraran algunas escenas. Fue la película
más taquillera del año.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán en el
Atlántico.
El 15 de julio los soviéticos
iniciaron la segunda fase de la operación Kutuzov. En ese momento
estaban en combate más de 1.200.000 soldados soviéticos, con 2.409
tanques y 26.379 cañones.
En Kursk, los alemanes habían obligado a los soviéticos a
replegarse, pero habían fallado en un intento de rodear un
ejército soviético, lo que había sido una victoria decisiva, al
menos a corto plazo. Puesto que esto no había sucedido, y antes de
que la situación empeorara, a finales del día llegaron nuevas
órdenes de abortar la Operación Roland y retirarse al sur
del río Psel.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Lake)
cerca de Madagascar.
Los paracaidistas expulsados del puente Primosole oyeron
fuego de tanques al sur y enviaron una patrulla a investigar. Así
se encontraron con los tanques y la infantería británica que se
había detenido la noche anterior y no tardaron en avanzar unidos.
Los alemanes e italianos habían ocupado el puente y por la noche
habían recibido refuerzos en paracaídas. El hospital militar
capturado por los italianos fue liberado y ahora los heridos
pudieron ser evacuados. Mientras tanto, varios intentos de retomar
el puente fueron rechazados, mientras los alemanes trataban de
volarlo haciendo estallar en él camiones cargados de explosivos,
pero no lo consiguieron. Una serie de ataques sirvieron de
distracción mientras dos compañías vadeaban el río en otro punto,
lo que permitió establecer otra cabeza de puente. Finalmente, la
infantería británica logró ocuparlo de nuevo. Técnicamente se
trataba de una victoria aliada, aunque cuestionable en cuanto a
que las bajas habían sido cuantiosas y la toma del puente no fue
tan relevante como se había juzgado.
Un submarino británico hundió otro italiano (Remo) cerca
de Sicilia.
El rey Víctor Manuel III se entrevistó con el mariscal Pietro
Badoglio, que en los días previos había asegurado a sus amigos que
iba a organizar un golpe de Estado con o sin el rey. Víctor
Manuel le dijo a Badoglio que tenía pensado convertirlo en el
próximo jefe de gobierno, pero que no debía abogar por un
armisticio, al menos de momento.
Tres submarinos alemanes fueron hundidos en el Atlántico, por la
armada y la aviación aliada. Otro hundió un carguero británico (Harmonic)
cerca de la costa brasileña.
El "Centro de reubicación de Tuke Lake", situado al norte
del Estado de California, cerca de la frontera, fue transformado
en el Centro de Segregación de Tule Lake, en el que se
empezó a enviar a los ciudadanos estadounidenses de ascendencia
japonesa considerados "desleales" o "conflictivos" por cualquier
motivo. Uno de los métodos que se usaron para distinguir a los
leales de los desleales fue hacerles una serie de preguntas sobre
su lealtad. Los que respondían a todas con un sí sin matices
fueron considerados leales (salvo que hubiera otros motivos para
considerarlos desleales, claro) y los restantes fueron
considerados desleales. Unos 6.500 de los ocupantes de Tuke Lake
fueron considerados leales y fueron trasladados a otros campos.
Por otra parte, unos 12.000 internos de diversos campos fueron
considerados desleales y empezaron a ser trasladados a Tule Lake.
Desde Mubo, los australianos y estadounidenses siguieron
avanzando en dirección a Samalaua, y el siguiente encuentro con
los japoneses se produjo en el monte Tambu, donde el 16 de julio atacaron las posiciones
japonesas y lograron asegurar parte de las laderas meridionales
del monte. Los japoneses contraatacaron al anochecer, pero fueron
rechazados con muchas bajas: perdieron unos 350 hombres sumando
los ocho ataques que llevaron a cabo antes del amanecer. Los
australianos contaron 12 muertos y 25 heridos.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Fort
Franklin) en el océano Índico, cerca de la isla de Reunión.
El crucero alemán Mitchel hundió un carguero
estadounidense (William F. Humphrey) cerca de la costa
atlántica sudafricana.
Lo que quedaba de la aviación italiana se retiró de Sicilia a la
Italia continental. En la primera semana de invasión se habían
perdido 160 aviones italianos. Aviones aliados lanzaron octavillas
en Italia en las que se leía "Morid por Mussolini y Hitler o
vivid por Italia y la civilización." Ese día, Giuseppe
Bastianini, el vicesecretario italiano de asuntos exteriores
(el secretario era el propio Mussolini) fue a ver al Duce al Palazzo
Venezia para mostrarle un telegrama que iba a enviar a
Hitler con una queja por la falta de apoyo alemán en Sicilia.
Mussolini lo aprobó y a continuación Bastianini le pidió permiso
para entrar en conversaciones con los aliados. Mussolini accedió
también, pero a condición de no verse involucrado directamente.
Esa misma tarde Bastianini se vio con el cardenal Luigi
Maglione, el Secretario de Estado del Vaticano, al que le
entregó un documento con la posición italiana ante una posible
salida de la guerra unilateral. Se acordó que Giovanni Fummi,
el banquero del Vaticano, iría a Londres como emisario secreto del
gobierno italiano. Mientras tanto, varias autoridades fascistas se
encontraron con Mussolini y le pidieron que convocara el Gran
Consejo del Fascismo, que no se reunía desde hacía casi
cuatro años. Mussolini aceptó. Luego escribió una carta a Hitler
pidiendo una entrevista para discutir la situación, pero nunca
llegó a enviarla, porque Hitler se le adelantó y fue él quien le
pidió una entrevista lo antes posible.
Un barco noruego (Bjørkhaug), que llevaba a bordo 1.800
minas alemanas que habían sido retiradas por dragaminas, estalló
en el puerto de Argel, matando a casi un millar de trabajadores.
Los alemanes organizaron una redada en París en la que capturaron a unos 13.000 judíos, entre ellos unos 4.000 niños, que fueron enviados a Drancy para su posterior deportación a Auschwitz.
Pierre Péteul había luchado por Francia en la Primera
Guerra Mundial y había recibido varias condecoraciones. Luego se
doctoró en teología en Roma, ingresó en la Orden Franciscana de
los capuchinos y se asentó en Marsella, con el nombre de Marie-Benoît.
Tras el estallino de la Segunda Guerra Mundial se dedicó a
facilitar la huida de judíos franceses a España o Suiza. Para ello
había convertido su convento en una imprenta en la que falsificaba
pasaportes, partidas de bautismo y otros documentos que
permitieran a los judíos eludir la persecución nazi. Tras la
ocupación alemana de la Francia Libre vio imposible continuar su
labor en Marsella y se trasladó a Niza, ocupada por los italianos.
Allí logró que las autoridades italianas aceptaran el paso de
judíos franceses a la zona de Francia controlada por Italia. Allí
conoció a Angelo Donati, un banquero judío italiano que
había elaborado un plan para evacuar por mar a unos 30.000 judíos
hasta el norte de África, pero para ello necesitaba la cooperación
del gobierno italiano, y Donati esperaba que el padre Marie-Benoît
pudiera conseguirla a través de la Santa Sede. Ese día el
franciscano se reunió con el papa Pío XII y le explicó lo que la
policía francesa estaba haciendo con los judíos a la vez que le
exponía el plan de Donati junto con otro proyecto propio de
evacuar judíos a España. El papa se mostró interesado y afirmó que
se ocuparía de ello.
Otra autoridad religiosa que falsificaba certificados bautismales
para judíos era Dimitrios Papandreou, conocido como Damaskinos
de Atenas, que era el arzobispo de Atenas (la máxima
autoridad de la Iglesia Ortodoxa Griega). Damaskinos recomendaba a
los clérigos que proporcionaran toda la ayuda posible a los
judíos, ocultándolos cuando no fuera posible hacerlos pasar por
cristianos. Recientemente había escrito una carta al primer
ministro Konstantinos Logothetopoulos y a Günther Altenburg,
la máxima autoridad alemana en Grecia, denunciando la deportación
de judíos, y consiguió que 19 personalidades griegas la firmaran
junto a él. Altenburg le respondió asegurando que los judíos eran
no enviados a Polonia para ser exterminados, como decían las malas
lenguas, sino para trabajar en fábricas ubicadas allí.
Logothetopoulos no respondió. Damaskinos hizo pública su carta, y
cuando un oficial de las SS amenazó con fusilarlo, su respuesta
—en alusión al ahorcamiento del patriarca Gregorio V de
Constantinopla por una multitud turca en 1821— fue:
De acuerdo con las tradiciones de la Iglesia Ortodoxa Griega, nuestros prelados son ahorcados, no fusilados. Por favor, ¡respete nuestras tradiciones!
Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Richard
Caswell) cerca de la costa brasileña. Otro resultó hundido
por la aviación estadounidense en el Atlántico.
El 17 de julio la aviación
estadounidense hundió un destructor japonés (Hatsuyuki)
mientras estaba desembarcando suministros en Kahili, en
las islas Salomón.
Mientras tanto, el avance estadounidense hacia Munda, en Nueva
Georgia, estaba llevándose a cabo en las peores condiciones
imaginables. Tanto los soldados como los oficiales tenían poca
experiencia en combate, y el número de casos de lo que se conoce
como "fatiga de combate" estaba siendo inusitadamente alto. De un
total de 30.000 hombres, unos 1.000 habían tenido que ser
evacuados por esta causa, y otros 1.700 habían acabado heridos o
enfermos. Ese día los japoneses, bajo las órdenes del general Minoru
Sasaki, iniciaron un ataque masivo por la retaguardia, pero
no lograron más que infiltrarse en algunos puntos aislados sin
causar daños graves.
Los alemanes habían completado la retirada que ponía fin a la Operación
Roland, pero otra cosa era que los soviéticos lo aceptaran.
Ese día iniciaron una ofensiva en la cuenca del Donets con más de
270.000 hombres y 737 tanques y pronto abrieron una brecha en el
frente de 20 km de ancho y 15 de profundidad. (Las reservas
soviéticas resultaron ser muy superiores a las que los alemanes
habían estimado.) Los soviéticos contaron con el apoyo de Adolf
Hitler, que retrasó los planes con los que el Alto Mando alemán
trató de contrarrestar la acometida.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (City of
Canton) en la costa oriental africana.
El destructor italiano Scipione Africano había salido de
Nápoles con órdenes de dirigirse a Tarento para no terminar
bloqueado por los aliados. Esa noche logró atravesar con éxito el
estrecho de Messina, resistiendo el ataque de varios torpederos
británicos, así como de la artillería costera alemana e italiana,
que desconocían su misión. Llegó a Tarento con algunos daños, pero
en buenas condiciones. Mientras tanto los estadounidenses
capturaban Porto Empedocle y Agrigento, y el general
Montgomery atacaba hacia Catania, aunque sin éxito.
Wald Disnely publicó La victoria a través de la potencia aérea, un documental de 70 minutos que combina la imagen real con la animación y que ilustra las teorías del ruso nacionalizado estadounidense Alexander Nikolaievich Prokofiev de Seversky (que había abandonado Rusia a los 20 años, cuando estalló la revolución soviética). El año anterior había publicado un libro con el mismo título que se había convertido en el más vendido en el país. Disney quedó impresionado por los argumentos de Seversky sobre la importancia de la potencia aérea que decidió plasmarlos en un documental, el cual también tuvo un gran éxito de crítica y de taquilla.
Para el 18 de julio, la operación
Kutuzov había devuelto a los alemanes a sus posiciones
originales cuando iniciaron la Operación Ciudadela en
Kursk.
Los aliados dominaban ya una tercera parte de la isla de Sicilia
(la punta meridional hasta prácticamente el centro de la isla),
así que nombraron al general Harold Alexander Gobernador Militar
de Sicilia. Su primera actuación fue ordenar la disolución de
todas las organizaciones fascistas.
La aviación británica hundió el submarino italiano Romolo
cerca de Augusta, en Sicilia.
Un submarino alemán hundió un barco de pasajeros británico (Incomati)
cerca de la costa de Nigeria. De las 223 personas a bordo, sólo
murió una.
El 19 de julio los alemanes abrieron
el campo de concentración de Varsovia sobre las ruinas de
lo que había sido el gueto de Varsovia. Allí llevaron a unos
cuantos prisioneros polacos y a judíos de otras partes con la
misión de derruir los edificios que quedaban en pie para obligar a
salir a los judíos de Varsovia que pudieran quedar escondidos
entre las ruinas.
Montgomery decidió cancelar su ataque a Catania, ante la fuerte
oposición con que se había encontrado y trató de presionar por el
sector occidental.
Mussolini se entrevitó con Hitler en Feltre, en el norte
de Italia. Entre los acompañantes del Duce estaban
Bastianini y el general Vittorio Ambrosio, jefe de las
fuerzas armadas, que antes de la reunión había recordado a
Mussolini que su objetivo era sacar a Italia de la guerra en un
máximo de 15 días. Sin embargo, Hitler empezó amonestando a
Mussolini por la pobre actuación del ejército italiano, exigió
medidas drásticas y seguidamente pasó a exponerle sus planes para
detener la invasión aliada. Mussolini no supo cómo plantearle la
posibilidad de que Italia abandonara la guerra. La reunión se
interrumpió cuando un ayudante de Mussolini le informó de que en
esos momentos Roma estaba siendo bombardeada por primera vez por
la aviación aliada. Un total de 521 aviones causaron alrededor de
2.000 víctimas. Desde las 11 hasta las 12, los aviones aliados
habían bombardeado los astilleros y la fábrica de acero de San
Lorenzo. En cuanto hubo cesado el bombardeo, el papa Pío XII
acudió acompañado de un sacerdote de su confianza, Giovanni
Battista Montini, hasta la basílica de San Lorenzo
Extramuros, donde repartió dos millones de libras entre la
multitud. Por la tarde los aliados bombardearon el Scalo
del Littorio, al norte de la ciudad, y el aeropuerto de Ciampino.
Cuando el encuentro entre Hitler y Mussolini se interrumpió para
comer, Bastianini y Ambrosio volvieron a presionar al Duce
para que le dijera a Hitler que Italia firmaría en breve una paz
con los aliados. Mussolini respondió que llevaba meses atormentado
por la duda de si era mejor abandonar la guerra o continuar en
ella, aunque en realidad su problema era que no se atrevía a
llevarle la contraria a Hitler. Al poco de reanudar el encuentro
con Hitler después de comer, Mussolini volvió a interrumpirlo
aduciendo que no se encontraba con fuerzas. Aunque estaba previsto
que el encuentro durara tres días, un poco más tarde volvió a ver
a Hitler para anunciarle que se volvía a Roma. Él mismo pilotó su
avión, y llegó al anochecer. Desde el aire pudo ver el resplandor
de los incendios en las zonas de la ciudad que habían sufrido el
bombardeo aliado.
El Departamento de Guerra estadounidense ordenó que los
prisioneros de guerra más problemáticos (dirigentes nazis, agentes
de la Gestapo y radicales) fueran concentrados en el campo
de prisioneros de guerra de Alva en Oklahoma.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la
costa brasileña.
El 20 de julio la aviación
estadounidense hundió el destructor japonés Yūgure, cerca
de Kolombangara, y a continuación también el Kiyonami, que
había acudido a rescatar a los supervivientes.
Los marines estadounidenses fracasaron en un intento de ocupar el
puerto de Bairoko, en Nueva Georgia. El ataque duró todo
el día, pero al final los marines tuvieron que retirarse con unos
50 muertos.
Mussolini se reunió dos veces con el general Ambrosio ese día, y
en la segunda reunión le dijo que había decidido escribir una
carta a Hitler explicando la necesidad de Italia de abandonar la
guerra. Ambrosio estaba decepcionado por el comportamiento de
Mussolini en su encuentro con Hitler el día anterior y le presentó
su dimisión, pero Mussolini no la aceptó.
Un petrolero británico (Fort Pelly) explotó y se hundió
tras un bombardeo enemigo en Augusta.
La aviación británica hundió un submarino alemán en el Atlántico.
En Nueva Guinea, en su avance hacia Samalaua, tropas australianas
y estadounidenses habían ocupado Boisi, en la bahía de Tambu,
pero pronto empezaron a recibir fuego japonés procedente de la cordillera
Roosevelt, así que al día siguiente, el 21
de julio, empezaron a atacar las posiciones japonesas en
el lugar, pero la geografía facilitaba enormemente a los japoneses
la defensa del lugar. Dos ataques aliados fueron rechazados ese
día.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Saipan
Maru) cerca de las Filipinas.
Las autoridades alemanas en Yugoslavia anunciaron una recompensa
de 100.000 marcos por la captura de Josip Broz Tito y otros tantos
por la de Draža Mihailović.
Mussolini llamó a Carlo Scorza, el secretario del partido
fascista, y le ordenó convocar el Gran Consejo del Fascismo para
tres días más tarde, pero sin dar publicidad a la convocatoria.
Ese mismo día Dino Grandi se vio con Scorza y le mostró un
borrador de orden del día que había redactado para la
convocatoria. Estaba dividido en tres partes. La primera era un
largo llamamiento a la nación, en el que se alababa a las fuerzas
armadas por su heroica resistencia a los invasores, la segunda
pedía el restablecimiento de las leyes e instituciones anteriores
al fascismo, y la parte final era un llamamiento al rey para que
asumiera el poder civil y militar de acuerdo con lo dispuesto en
la Constitución del Reino. Dino esperaba que la mayoría de los
miembros del Gran Consejo del Fascismo no entendieran que,
aprobando ese documento, estaban legitimando al rey para destituir
a Mussolini. Así se lo explicó a Scorza y este le dio su apoyo.
Montgomery estaba consiguiendo ciertos avances contra Catania,
pero dos contraataques italianos le hicieron perder el terreno
ganado recientemente. En el oeste Patton avanzaba rápidamente
hacia Palermo mientras los alemanes e italianos se retiraban hacia
la punta septentrional de Sicilia. Ese día sus tropas derrotaron a
las fuerzas italianas que cubrían la retirada de una división Panzer
alemana, aunque al precio de unas 200 bajas.
La Luftwaffe hundió dos cargueros británicos (Empire
Florizel y Ocean Virtue) en el puerto de Augusta.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán ante la
costa brasileña.
El 22 de julio la aviación
estadounidense hundió el portahidroaviones japonés Nisshin,
cerca de la isla de Bougainville, del que sólo sobrevivieron 178
de las 1.263 personas a bordo.
Tras muchas vicisitudes, los estadounidenses estaban en
condiciones de lanzar un ataque sobre Munda, donde los japoneses
tenían su aeropuerto en Nueva Georgia.
Los alemanes acabaron con los últimos 2.500 judíos que quedaban
en el campo de concentración de Tarnopol, en Ucrania.
El presidente del Líbano, Ayoub Tabet, se vio finalmente obligado
a dimitir a causa de los disturbios que seguían produciéndose en
el país. Fue sucedido interinamente por Petro Trad, con el
encargo de organizar nuevas elecciones.
Mussolini se reunió con el rey Víctor Manuel III, para informarle
de su encuentro con Hitler. Le prometió que sacaría a Italia de la
guerra para el 15 de septiembre. El rey mostró su conformidad,
pero le recordó que en la conferencia de Casablanca los aliados se
habían marcado como objetivo derrocar a Mussolini, de modo que, si
no dimitía de sus cargos, cualquier acuerdo con los aliados sería
prácticamente imposible. Mussolini no dio importancia a esta
observación del rey y salió convencido de que contaba con el pleno
apoyo del monarca. En la reunión le informó también de que había
convocado el Gran Consejo del Fascismo.
Luego Carlo Scorza mostró a Mussolini el orden del día que Grandi
había preparado para la reunión del Gran Consejo. El Duce
lo calificó de inadmisible y vil. Scorza preparó entonces
otro orden del día similar al de Grandi, pero en el que pedía
concentrar el poder, no en el rey, sino en el Partido Fascista.
Mientras tanto las fuerzas de Patton entraban en Palermo, en el
norte de Sicilia, aislando con ello la punta occidental. Los
habitantes de la ciudad recibieron a los estadounidenses con
gritos de júbilo.
Dino Grandi tenía prevista una audiencia ante Mussolini por un
tema intrascendente, cuya duración prevista era de 15 minutos. Sin
embargo, duró hora y cuarto. Mussolini había pedido explicaciones
a Grandi por el orden del día que había redactado, y éste trató de
convencerlo de la necesidad de que dimitiera para evitar una
catástrofe, y que el orden del día estaba pensado para facilitar
el proceso y darle una salida digna: si el documento era aprobado,
Mussolini podía dimitir para mostrar su infinita capacidad de
sacrificio por Italia. Mussolini escuchó impasible los argumentos
de Grandi y al final le reprendió afirmando que sus previsiones
eran erróneas porque Alemania estaba a punto de producir un arma
secreta definitiva. Probablemente, Hitler le habría dicho eso en
su último encuentro. En efecto, desde el año anterior, cuando las
cosas empezaron a ponerse mal para el Eje, Alemania no había
dejado de anunciar diversas Wunderwaffen (armas
milagrosas) que cambiarían el curso de la guerra. Existían,
ciertamente, docenas de proyectos de tales armas, pero la mayoría
nunca se llevaron a la práctica, o quedaron como meros prototipos,
o fracasaron estrepitosamente. Otros que sí que fueron viables no
eran tan "milagrosos" (algunos nuevos modelos de tanques,
submarinos, bombas o rifles). Entre los más fantasiosos se
encontraba el cañón solar, un espejo parabólico que sería
puesto en órbita y podría concentrar la luz del sol sobre
cualquier punto del planeta.
Al parecer, Mussolini no se inquietó por el plan de Grandi porque
requería el apoyo del rey, y estaba convencido de que el rey no le
iba a traicionar. No obstante, ese mismo día había recibido una
petición de un grupo de senadores para que reuniera el Senado y la
había denegado.
Mientras tanto, Grandi buscó varios colaboradores, entre ellos
uno de los mejores juristas del país, que retocaron el orden del
día para asegurar que su aprobación permitiría derrocar legalmente
a Mussolini.
El 23 de julio un submarino japonés
hundió un petrolero noruego (Alcides) en el océano Índico.
Tres oficiales fueron capturados como prisioneros de guerra,
mientras que el resto de los tripulantes fueron ametrallados en
los botes salvavidas.
Destructores británicos hundieron un submarino italiano (Ascianghi),
mientras que un submarino británico hundía un carguero italiano (Aderno).
Los aliados dominaban ya toda Sicilia salvo su punta nororiental.
Los alemanes habían creado una fuerte línea de defensa al sur del
Etna.
Tres submarinos alemanes resultaron hundidos en el Atlántico a
manos de la marina y la aviación estadounidense.
La guarnición japonesa en la isla Wake seguía aislada por el
bloqueo estadounidense y la aviación estadounidense la sometía a
bombardeos periódicos. El 24 de julio
sufrió un ataque masivo por parte de la aviación de un
portaaviones estadounidense que pasaba por allí.
A las 17:00, los 28 miembros del Gran Consejo del Fascismo se
reunieron a puerta cerrada y sin taquígrafos en la antesala del
despacho de Mussolini en el palazzo Venezia. Grandi llevó consigo
dos granadas de mano ocultas, pues estaba convencido de que no
saldría del palacio con vida. Mussolini abrió la sesión con un
discurso en el que resumió la situación del momento y anunció que
estaba listo para trasladar el gobierno al valle del Po, y que el
dilema que había que afrontar era el de ¿guerra o paz?
Tras varias intervenciones, le tocó el turno a Grandi, que leyó y
explicó su documento, y terminó su discurso con una cita de
Mussolini: Dejemos que mueran las facciones para que la nación
viva.
Más adelante habló Roberto Farinacci, que había redactado
una variante del orden del día de Grandi y lo explicó diciendo
que, mientras Grandi consideraba que Mussolini había traicionado a
la Constitución, en realidad había traicionado al Fascismo, y que
para ganar la guerra era necesario eliminar a los demócratas y
liberales que todavía quedaban en el partido, así como a los
militares, y estrechar la alianza con Alemania confiándole
plenamente la dirección de la guerra.
Siguieron varias intervenciones hasta que se hicieron las 23:30.
Entonces Mussolini dijo que, dado lo que se había prolongado la
sesión, algunos camaradas le habían pedido interrumpirla hasta el
día siguiente. Pero entonces Grandi pidió que se votara su orden
del día, añadiendo que sería vergonzoso irse a dormir cuando los
soldados italianos estaban muriendo por su patria. Los jerarcas
fascistas estaban desconcertados. Eso de votar era algo que no
habían hecho nunca. Todas las reuniones del Gran Consejo habían
consistido en discusiones que finalmente eran resumidas por
Mussolini, que anunciaba lo que el Gran Consejo había decidido.
Mussolini accedió de mala gana y a medianoche la reunión se
suspendió durante 10 minutos. Grandi aprovechó para recoger firmas
en apoyo de su propuesta.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la
costa noruega, mientras que la aviación británica hundió otro
cerca de la costa atlántica española.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Fort
Chilcotin y Henzada) cerca de la costa brasileña.
El 25 de julio submarinos
estadounidenses hundieron un carguero japonés (Suwa Maru)
en el Pacífico.
La Operación Hombre-Lobo contra los partisanos de la
región de
Zamość se había saldado con unas 32.000 personas evacuadas
forzosamente de la zona, que fueron conducidas a un "campo de
acogida" de Zamość, donde los "expertos raciales" de las SS
encontraron 264 individuos "germanizables" y 29.214 personas aptas
para el trabajo (forzado). En cuanto a los niños, unos 6.000, con
edades comprendidas entre 4 y 14 años, fueron catalogados como
racialmente aptos, y fueron enviados a Alemania para que se les
sometiera a análisis más exhaustivos y, finalmente, fueran
adoptados por familias alemanas. Otros 4.454 niños fueron
considerados "no aptos", de los cuales, aproximadamente la mitad
fueron enviados con sus madres al campo de Majdanek, donde
finalmente se decidió exterminarlos y sus madres fueron enviadas a
campos de trabajo. La otra mitad acabaron devolviéndola a las
autoridades polacas. Muchos de los niños habían sufrido malos
tratos o habían sido sometidos a experimentos "científicos".
A las 0:57 se inició el primer bombardeo de la llamada Operación
Gomorra. Durante casi una hora, 791 bombarderos de la RAF
atacaron el centro de Hamburgo. Por primera vez usaron reflectores
antirradar, que no eran sino tiras de papel de aluminio que,
lanzadas en paquetes, generaban en el radar la misma señal que un
bombardero, con lo que inutilizaban completamente los radares
enemigos. Los alemanes habían descubierto independientemente esa
posibilidad, pero la habían silenciado para evitar que los
británicos la usaran contra ellos, pues técnicamente no tenía
ningún misterio. Los 40.000 bomberos que trataron de extinguir los
incendios provocados por las bombas vieron dificultada su labor
cuando se cortaron las comunicaciones telefónicas y los escombros
bloqueaban el paso de sus vehículos.
El Gran Consejo del Fascismo seguía reunido. Después de varias
intervenciones a favor y en contra del orden del día de Grandi,
Mussolini pidió a los asistentes que meditaran su decisión, ya que
si aprobaban el orden del día de Grandi eso significaría el fin
del Fascismo. También advirtió sobre la ilusión de que los aliados
se contentarían con ello, pues lo que perseguían realmente era
acabar con Italia, que bajo su mandato se había hecho demasiado
fuerte. Por último, añadió que si finalmente el rey renovaba su
confianza en él, las consecuencias para los que hubieran apoyado
el documento de Grandi serían nefastas.
En este punto Szorza sorprendió a todos presentando su propia
versión del orden del día. La acompañó de una propuesta de nombrar
tres ministros de la guerra y de interior, todos bajo la dirección
de Mussolini, y concentrar el poder en las manos del Partido
Fascista. Giacomo Suardo, el presidente del Senado,
anunció que retiraba su apoyo al documento de Grandi y que, en su
lugar, proponía la unificación de los tres documentos propuestos.
Farinacci se negó a retirar su propuesta y a las 2:00 Mussolini
dio por terminado el debate y ordenó a Scorza que diera paso a la
votación. Como la propuesta de de Grandi era la que tenía más
apoyos, se votó en primer lugar. El primero en votar fue Scorza,
que dijo "no", pero el segundo fue el anciano mariscal Emilio de
Bono, de 77 años, uno de los miembros históricos del partio, que
dijo "sí", y con su voto arrastró a todos los indecisos. El
resultado fue de 19 votos a favor, 8 en contra y la abstención de
Suardo. Mussolini declaró el documento aprobado y preguntó quién
le llevaría el resultado al rey. Grandi respondió: "Usted",
y Mussolini le respondió: Usted ha provocado la crisis del
régimen. Scorza trató de promover el tradicional "saluto
al Duce", pero Mussolini lo detuvo.
Cuando se fueron todos, Mussolini se quedó a solas con Scorza,
para discutir el valor legal del documento aprobado. Concluyeron
que no era más que una recomendación al rey. Luego Mussolini
telefoneó a su amante, Claretta Petacci, y, en una
conversación que fue grabada, confesó que lo veía todo perdido.
Seguidamente Scorza lo acompañó a Villa Torlonia, su
residencia en Roma, donde lo esperaba su esposa Rachelle.
Eran entonces las 3:00.
Grandi se encargó de que el rey fuera informado lo antes posible
del acuerdo del Gran Consejo. La noticia le llegó a las 7:00. Tras
haber leído el documento aprobado, llamó a Badoglio y le comunicó
que iba a ser el sucesor de Mussolini.
Cuando Mussolini volvió a su despacho hizo llamar a Grandi, pero
le dijeron que no estaba en Roma. Mussolini temió que pudiera
estar contactando con los aliados para preparar un armisticio.
Seguidamente llamó a la casa real para concertar una cita para ese
mismo día. Esto inquietó al rey, que en un principio había
previsto deponer a Mussolini la semana siguiente, pero cambió de
idea y planeó arrestarlo ese mismo día.
Mientras tanto Mussolini se reunía con el embajador japonés, al
que le pidió que transmitiera el primer ministro, el general Tojo,
que hablara con Hitler y lo convenciera de la necesidad de llegar
a un acuerdo con Stalin, pues de lo contrario Italia se vería
obligada a abandonar el Eje.
Luego fue a visitar el barrio de San Lorenzo, para inspeccionar
los daños causados por el reciente bombardeo aliado. De vuelta a
Villa Torlonia y cuando se disponía para entrevistarse con el rey,
su mujer le aconsejó que no acudiera. Le dijo: No volverás.
Pero él replicó que el rey era su mejor amigo.
A las 16:40 un total de 80 bombarderos estadounidenses cayeron sobre Hamburgo, atacando unos astilleros y una fábrica de motores de avión. Sin embargo, los astilleros no sufrieron daños graves y el humo no dejó ver la fábrica. Eso sí, en el puerto tres submarinos fueron destruidos, al igual que un carguero (Weissesee), un barco de pasajeros (Vaterland) y un barco hospital (Fasan), así como un carguero noruego (Haakon Jarl).
A las 17:00 Mussolini llegaba a Villa Savoia, donde el
rey le estaba esperando. Le llevó una copia del documento que
Víctor Manuel III ya conocía, y trató de convencerlo de que no
tenía ningún valor legal y que muchos de sus partidarios habían
cambiado de opinión (muchos eran uno, pues, en efecto, esa mañana
se había encontrado en su despacho una carta de Tullio
Cianetti, uno de los que habían votado a favor, que se
retractaba de su voto). El rey le respondió que el país estaba
roto y que era necesario nombrar un nuevo jefe de gobierno, y que
había pensado en el mariscal Badoglio. Mussolini le expresó sus
temores por su futuro, pero el rey le aseguró que él mismo velaría
por su seguridad y la de su familia. Luego lo acompañó hasta la
puerta, donde lo esperaba el capitán Paul Vigneri, de los
Carabinieri. Mussolini se dirigió hacia su coche, pero
Vigneri le dijo que, por su seguridad, era mejor que se marchara
de incóginito en una ambulancia dispuesta para ello. Mussolini
replicó que no había ninguna necesidad, pero accedió y llegó a la
ambulancia, donde había más policías. La ambulancia lo llevó a
toda velocidad hasta un cuartel de los Carabinieri, donde
recibió una carta amable de Badoglio, en la que explicaba la
necesidad de custodiarlo y le preguntaba dónde quería que lo
llevaran. Mussolini respondió que a su residencia de verano, en
Romaña, a la vez que le decía que estaba deseando ayudarlo a él y
a su nuevo gobierno en lo que estuviera en su mano.
Mientras tanto en Roma se habían cortado las líneas telefónicas y
la policía tenía órdenes de arrestar a todos los líderes fascistas
presentes en la capital. Scorza fue liberado poco después de su
arresto pues aseguró que el Partido Fascista sería leal al nuevo
gobierno. Lo mismo sucedió con Enzo Emilio Galbiati, el
comandante en jefe de los Camisas Negras. También aseguró
su lealtad al nuevo gobierno y fue puesto en libertad, pero
Badoglio lo reemplazó en su cargo por un general del ejército.
Toda la organización de los Camisas Negras fue integrada en el
ejército y desapareció como entidad independiente.
A las 19:30 llegaron a Berlín las noticias sobre la destitución
de Mussolini. Hitler se puso furioso. Farinacci había acudido a la
embajada alemana en Roma y el embajador le propuso que organizara
una marcha fascista que recuperara el poder y liberara a
Mussolini. Farinacci se negó y pidió ser llevado a Alemania (pues
los líderes fascistas más radicales, como él, estaban siendo
encarcelados). Al poco tiempo estaba en Munich.
A las 22:45 la radio italiana anunció que el rey había aceptado
la dimisión de Mussolini y que había nombrado como nuevo jefe de
gobierno, primer ministro y secretario de Estado al mariscal
Pietro Badoglio. Pero, por si alguien se hacía ilusiones, el
comunicado terminó con las palabras: La guerra continúa.
Italia cumple su palabra. Un periodista resumió así la
reacción que se produjo en las calles de Roma:
El silencio de una noche de verano fue roto por canciones, gritos y clamores. Varias personas salieron del Café Aragno y subió por la via del Tritone gritando como locas: Ciudadanos, despertad, han arrestado a Mussolini, ¡Muerte a Mussolini!, ¡Abajo el fascismo! Sonó como la voz de un mudo que recupera el habla al cabo de veinte años. Las ventanas se iluminaron de repente, las puertas se abrieron, las casas se vaciaron, todos se abrazaban unos a otros, contándose noticias, con esos gestos simples y exuberantes propios de la gente embargada por la emoción. Los más impulsivos se abalanzan sobre los que todavía llevan el alfiler con la insignia fascista, se lo arrancan y lo pisotean, "fuera el bicho", gritaban. Columnas de gente iban a aclamar al rey en el Quirinal y a Badoglio en la via XX Settembre.
En toda Italia la gente se deshacía de los emblemas fascistas y
arrancaban los pósters de propaganda de las paredes de las calles.
La ausencia de violencia fue notable. Lo más que hacía la gente
era arrancar los alfileres de las chaquetas de los fascistas y, a
lo sumo, obligarlos a vitorear a Badoglio.
Los japoneses tenían unos 130 aviones en Nueva Guinea, y para
ocuparse de ellos, los aliados habían construido su propio
aeropuerto en Tsili Tsili. Para engañar a los japoneses,
habían estado "construyendo" dos falsos aeropuertos en lugares
próximos a las posiciones de la infantería japonesa, donde unos
pocos operarios tenían órdenes de levantar mucho polvo. Así,
mientras se construía el aeropuerto de Tsili Tsili, los japoneses
estuvieron bombardeando los dos aeropuertos falsos. El 26 de julio llegaron al aeropuerto real los
primeros aviones aliados.
Los alemanes se vieron obligados a avandonar su base de operaciones en Orel ante el avance soviético, pero la ciudad seguía en su poder.
Al mediodía, 71 aviones estadounidenses atacaron una base de submarinos en Hamburgo, mientras otros 54 bombardeaban Hanover. Los incendios provocados en Hanover quedaron sin control porque la mayor parte de los bomberos de la ciudad se habían trasladado a Hamburgo, para ayudar.
A las 2:45 una división de infantería alemana entró en Italia por
los Alpes sin el consentimiento italiano, y pronto le siguieron
otras dos, que aseguraron los pasos alpinos de la frontera
franco-italiana. El general Rommel acababa de llegar a Grecia con
la misión de prevenir el desembarco aliado del que Hitler seguía
recelando, pero apenas llegó antes que la orden por la que debía
volver a Berlín, donde se le puso al mando del ejército que ya
había empezado a intervenir en Italia.
El gobierno proclamó el estado de emergencia y un toque de queda.
En Milán se reunieron antiguos representantes de los partidos
políticos abolidos por Mussolini.
Seis "Mosquitos" de la RAF atacaron Hamburgo esa noche para mantener la alarma. Otro ataque de la RAF a gran escala fue cancelado por los problemas que ocasionaría el humo que todavía producían los incendios, y en su lugar los 700 bombarderos fueron enviados contra Essen.
La Luftwaffe hundió dos cargueros británicos (El
Argentino y Halizones) ante la costa portuguesa.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán en el
Caribe.
El 27 de julio un submarino
estadounidense hundió un submarino japonés en el Pacífico. Un
submarino británico hundió un carguero francés (Château Yquem)
en el Mediterráneo.
En Nueva Guinea, unos 100 soldados australianos y estadounidenses
lograron llegar a la cima de la cordillera Roosevelt, pero tras
duros combates fueron rechazados por los japoneses.
Badoglio reunió por primera vez a su consejo de ministros, en el
que se acordó trasladar a Mussolini a una isla, así como la
disolución del Partido Fascista, del Gran Consejo
Fascista, de la Cámara de los Fascios y las
Corporaciones y del Tribunal Especial para la Defensa
del Estado. La reconstrucción de los partidos políticos fue
prohibida. Ese mismo día tenía lugar en Roma una reunión de
representantes de partidos políticos organizada por Ivanoe Bonomi.
Mussolini fue llevado a Gaeta, donde una corveta lo llevó a la
isla de Ponza, tratando de que nadie supiera de su
paradero.
En las primeras horas del día la RAF había llevado a cabo
un bombardeo sobre Hamburgo que apenas tuvo efectos debido a que
una tormenta sobre el mar del Norte había obligado a muchos
aviones a desprenderse de sus bombas. Sin embargo, esa noche, en
condiciones climáticas totalmente favorables, la Operación Gomorra
continuó con 787 aviones que aparecieron de nuevo sobre la ciudad
alemana. Esta vez el bombardeo fue tan intenso que provocó una
tormenta de fuego con vientos de hasta 240 km/h que alcanzaron
temperaturas de 800o C y que derritieron el asfalto de
las calles, así como el combustible de los barcos que había en el
puerto. Murieron unas 30.000 personas y unas 14.000 quedaron sin
hogar. Se perdieron 29 aviones. Temiendo nuevos ataques, más de un
millón de habitantes de Hamburgo huyeron de la ciudad.
El 28 de julio la aviación
estadounidense hundió dos destructores japoneses (Ariake y
Mikazuki) cerca de Nueva Guinea. Un carguero (Tamishima
Maru) fue hundido también cerca de la costa de Birmania.
Los australianos y estadounidenses no lograban progresos en el
monte Tambu, en Nueva Guinea. Ese día llegaron 400 hombres de
refuerzo que relevaron a parte de las tropas australianas. Un
nuevo asalto a la cordillera Roosevelt terminó también en fracaso.
Ingvar Kamprad era un muchacho sueco de 17 años que vivía
con sus padres en la granja Elmtaryd, en el pueblo de Agunnaryd.
A los cinco años empezó un negocio de venta de cerillas, que
amplió a los siete, cuando dispuso de una bicicleta. Descubrió que
podía comprar cerillas muy baratas en grandes cantidades en
Estocolmo y luego venderlas por unidades con un cierto margen de
beneficios. Paulatinamente fue ampliando su negocio a la venta de
pescado, adornos navideños, semillas, y luego bolígrafos y plumas.
Recientemente su padre le había obsequiado con una suma de dinero
por sus buenas notas, y con ellas decidió fundar una empresa de
venta por correo. La registró con el nombre formado por sus
iniciales, la de la granja de sus padres y la de su pueblo.
Ese mismo año habían empezado a venderse en Argentina los
primeros bolígrafos comerciales. Habían sido diseñados por un
periodista húngaro llamado László József Bíró, en
colaboración con su hermano György, que era químico y
contribuyó preparando una tinta con características adecuadas para
el nuevo invento. Eran judíos, así que dos años atrás habían
acompañado a su país a Juan Jorge Meyne, un amigo y socio
argentino, para huir de los nazis, donde ahora se hacían llamar
Ladislao y Jorge Biro. Allí habían patentado su invento y ahora se
vendía con el nombre de birome (una mezcla de Biro y
Meyne). La idea no era nueva. Un estadounidense llamado John
Jacob Loud había presentado la primera patente de bolígrafo
50 años atrás, y muchas otras se habían sucedido, pero el birome
era el primer modelo lo suficientemente práctico como para ser
comercializado.
El general Eisenhower transmitió un mensaje por radio a Italia en
el que instaba a los italianos, tras haber derrocado a Mussolini,
a abandonar el Eje. Aseguró que conseguirían la paz inmediatamente
"y en las condiciones honorables que nuestros gobiernos ya os han
ofrecido."
La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la
costa atlántica española, y la estadounidense hundió otro en el
Caribe. Otro submarino alemán hundió un petrolero neerlandés (Rosalia)
en el Caribe.
Los últimos 5.000 japoneses que quedaban en la isla de Kiska
fueron evacuados, en medio de una espesa niebla, con lo que las
Aleutianas quedaron libres de presencia japonesa, si bien los
estadounidenses no se enteraron. El día anterior dos buques de
guerra estadounidenses habían disparado en la zona contra unos
objetivos marcados por los radares que debieron de ser aves
migratorias, porque no se encontró nada más.
El 29 de julio un submarino alemán
hundió un carguero británico (Cornish City) no lejos de
Madagascar.
Los soviéticos retomaron Bolkhov a los alemanes.
La Operación Gomorra continuó con un nuevo ataque llevado
a cabo por 777 aviones que devastaron una zona residencial situada
al norte de los barrios destrozados por los bombardeos
precedentes.
Incapaz de tomar Catania, Montgomery apuntó hacia Adrano. Si capturaba esta ciudad, las fuerzas alemanas quedarían divididas en dos partes, una a cada lado del Etna. Ese día sus tropas tomaron Catenanuova y formaron una cabeza de puente sobre el río Dittaino.
Un submarino británico hundió otro italiano (Pietro Micca) en el
Mediterráneo. La aviación británica hundió un submarino alemán
cerca de la costa atlántica española.
El 30 de julio un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Ryuzan Maru) en
el océano Índico.
Un nuevo ataque contra las posiciones japonesas en el monte Tambu
fracasó una vez más.
Un submarino alemán hundió un petrolero soviético (Emba)
en el mar Negro.
Finalmente el Alto Mando alemán logró poner en marcha un
contraataque a la ofensiva soviética en la cuenca del Donets.
Ese día la cosecha de submarinos alemanes fue excelente: cinco
resultaron hundidos en el Atlántico y un sexto en el Mediterráneo.
Ese día se estrenó Informe desde las Aleutianas, un
documental de 47 minutos dirigido por John Huston en el que
muestra la vida cotidiana de los soldados destinados en la isla de
Akad.
El 31 de julio un submarino
estadounidense hundió un barco japonés de transporte de aviones (Mogamigawa
Maru).
Siguiendo órdenes del rey Víctor Manuel III de Italia, el duque
Aimone de Aosta renunció a su título de rey de Croacia, territorio
sobre el que nunca había puesto el pie. Así el Estado
Independiente de Croacia pasó a ser una república. Nadie notó la
diferencia.
Los estadounidenses iniciaron un ataque contra Troina,
considerado uno de los puntos claves de la línea del Etna,
establecida por los alemanes.
De Gaulle consiguió finalmente desembarazarse de Giraud y ser
reconocido como la única autoridad política de la Francia Libre. A
cambio, Giraud fue reconocido como la máxima autoridad militar.
La aviación brasileña hundió un submarino alemán ante sus costas.
El 1 de agosto murió el presidente
chino Lin Sen, y el Comité Ejecutivo Central eligió inmediatamente
a Chiang Kai-shek como su sucesor.
Los japoneses reconocieron a Birmania como Estado independiente,
un nuevo integrande de la Esfera de Coprosperidad de la Gran
Asia Oriental. Como jefe de Estado y de gobierno nombraron a
Ba Maw, mientras que Aung San fue el ministro de la Guerra.
La ofensiva alemana en la cuenca del Donets tuvo un éxito
inmediato y cinco divisiones soviéticas quedaron acorraladas.
Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Mangkalihat)
en el océano Índico.
Los alemanes fusilaron a once monjas católicas en Nowogródek
(Polonia). En dos ocasiones anteriores, las monjas habían
manifestado que rezaban para que Dios se las llevara a ellas en
lugar de a otros presos que, teóricamente, los alemanes habían
pensado matar, pero que finalmente (milagrosamente) habían enviado
a campos de trabajo o incluso, en algunos casos, liberado. Así que
el fusilamiento se interpretó como que Dios había aceptado el
trato.
De Egipto despegaron 178 aviones estadounidenses con la misión de
bombardear nueve refinerías de petróleo en los alrededores de Ploiești,
en Rumanía, para reducir sustancialmente el suministro de
combustible con que contaban los alemanes. Varios incidentes
hicieron que algunos aviones se estrellaran (uno en el propio
despegue) y otros tuvieron que regresar a su base. Los alemanes no
tardaron en detectar la formación, aunque desconocían su objetivo.
La misión terminó siendo un fracaso. Muchos aviones cayeron bajo
las defensas antiaéreas rumanas, y sólo 88 regresaron a la base,
muchos de ellos con daños graves. Las bajas fueron de 660 pilotos.
En cuanto a los resultados, fueron pobres. Alguna de las
refinerías fue destrozada, pero el volumen de suministro de
combustible y otros derivados del petróleo apenas se vio afectado.
Dino Grandi constató que el gobierno trababa de ocultar la
contribución de los fascistas a la caída de Mussolini, así que se
reunió a primera hora con los embajadores de España y Suecia, que
estaban deseando tener información de primera mano de lo que
estaba sucediendo, y Grandi se la facilitó con la única condición
de que cuanto dijera tenía que ser publicado en la prensa.
El mariscal Albert
Kesselring, que estaba al mando de las fuerzas alemanas que
combatían en Sicilia, acalló las protestas italianas a la entrada
de tropas alemanas. Ese día una división de infantería alemana
llegaba a La Spezia.
Montgomery empezó a moverse hacia Centuripe, que era el
punto más meridional de las defensas alemanas alrededor de Adrano.
Ese día los alemanes empezaron a evacuar equipamiento de Sicilia.
El carguero brasileño Bagé fue invitado a abandonar un
convoy porque emitía demasiado humo, y poco después fue hundido
por un submarino alemán. La aviación aliada hundió dos submarinos
alemanes en el Atlántico, uno cerca de la costa española y otro de
la francesa.
Una mujer negra, llamada Marjorie Polite, no encontró
satisfactoria una habitación de un hotel de Nueva York y pidió que
le devolvieran el dinero. Se le devolvió, pero a continuación
pidió también que el ascensorista le devolviera el dólar que le
había dado de propina, a lo que éste se negó, y entonces empezó a
gritar en el vestíbulo del hotel. (Según otra versión, Polite
salió borracha de una de las habitaciones.) Un policía blanco
llamado James Collins la arrestó por "desorden público", y
otra mujer negra, Florine Roberts, que había presenciado
los hechos, intervino para exigirle a Collins que soltara a
Polite. A su vez, esto hizo intervenir a Robert Bandy,
hijo de la señora Roberts, que era soldado. Ambos se encararon con
el policía y las versiones difieren sobre los hechos, pero la
conclusión es que el policía disparó al soldado en un hombro. La
herida era superficial, y Bandy fue llevado a un hospital, pero
pronto se difundió por Harlem la noticia de que un policía blanco
había matado a un soldado negro, y tanto el hospital como el hotel
se vieron pronto rodeados de miles de negros protestando. Sobre
las 22:30, alguien arrojó una botella desde un tejado vecino al
hospital y entonces la muchedumbre se volvió violenta. Se
dispersaron en grupos de entre 50 y 100 miembros que recorrieron
Harlem saqueando tiendas de propietarios blancos. Los disturbios
se prolongaron hasta la noche del día siguiente.
En su contraataque en la cuenca del Donets, el 2 de agosto los alemanes llegaron hasta el
río Mius, tras haber causado un gran número de bajas a los
soviéticos: 25.000 muertos o capturados, 74.000 heridos o enfermos
y una gran cantidad de tanques y otras armas de asalto destruidas.
Casi 3.000 gitanos fueron gaseados en Auschwitz cuando se liquidó
el campo que ocupaban.
En Treblinka, unos prisioneros lograron acceder a un arsenal
mediante una llave que habían duplicado previamente. Tomaron una
veintena de fusiles, otras tantas granadas de mano y varias
pistolas y las sacaron disimuladamente en un carro. A las 15:45
unos 700 judíos iniciaron una revuelta en la que incendiaron
varios edificios e hicieron explotar un bidón de gasolina. Luego
atacaron armados la entrada principal mientras otros trataban de
saltar las vallas. Las ametralladoras de las torres de vigilancia
hicieron estragos, pero unos 200 prisioneros lograron escapar. Sin
embargo, a nadie se le había ocurrido cortar las líneas
telefónicas, que hubiera ayudado bastante. Los alemanes pidieron
refuerzos e inmediatamente se inició una cacería por todos los
alrededores, que acabó con la mitad de los evadidos. Otros, no
obstante, lograron escapar con la ayuda de los partisanos o
incluso de meros civiles polacos. La revuelta no duró más de media
hora, pero Franz Stangl, el comandante del campo, fue sustituido
por Kurt Franz, al que los prisioneros apodaban "la
Muñeca", porque tenía el aspecto de una niña inocente. Ahí
terminaba la semejanza, porque la Muñeca acostumbraba a
disparar a prisioneros por los motivos más nimios, o les lanzaba a
su perro Barry para que los destrozara.
Después de que la prensa suiza publicara el testimonio de Grandi,
éste se entrevistó con el rey y luego con el papa Pío XII. Les
propuso ser enviado en secreto a Madrid, donde podría ponerse en
contacto con su amigo Samuel Hoare, a la sazón embajador británico
en España, con quien podría plantear las condiciones de una
rendición italiana. Sin embargo, el gobierno retrasó la salida de
Grandi manteniéndose en un estado de inactividad que desconcertó a
los aliados.
Las tropas de Montgomery iniciaron su ataque a Centuripe mientras
otra división de infantería alemana entraba en Italia y se dirigía
a Savona.
La RAF hundió un carguero alemán (Fortuna) en el
mar del Norte.
En el Atlántico, sólo un submarino alemán resultó hundido, esta
vez por la aviación australiana y cerca de la costa española.
El 3 de agosto un submarino
estadounidense hundió un transporte japonés cerca de Borneo.
Una vez recuperados de la acometida alemana en Kursk, ahora eran
los soviéticos los que tomaban la iniciativa en el sector sur del
saliente. Tras una andanada de artillería, se inició un crudo
combate que los alemanes no pudieron resistir.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (City of Oran)
en el océano Índico.
La caída de Mussolini llevó a los nacionalistas albaneses del
Frente Nacional a firmar un acuerdo con sus enemigos comunistas en
la llamada Conferencia de Mukje, para expulsar cuanto
antes a los italianos de Albania. Sin embargo, este acuerdo no
gustó nada al Partido Comunista de Yugoslavia, que lo calificó de
contrarrevolucionario, entre otras cosas porque los
nacionalistas albaneses consideraban que Kosovo era parte de
Albania, y los yugoslavos sostenían que era parte de Yugoslavia,
así que éstos expresaron sus quejas ante los comunistas albaneses,
sobre los que tenían bastante influencia, y éstos no tardaron en
retractarse, ya que de "contrarrevolucionario" a "fascista" sólo
había un paso en la jerga comunista.
Los judíos del gueto de Będzin, en Polonia, habían
contemplado cómo los alemanes los deportaban cada vez a un ritmo
más rápido. Desde el año anterior habían unos 10.000 judíos habían
sido llevados en trenes no se sabía adónde (a las cámaras de gas,
de hecho), y hacía dos meses que se había evacuado a otros 5.000.
En los últimos tres días los alemanes sacaron a otros 8.000. De
los 30.000 judíos que había inicialmente en el gueto, sólo
quedaban unos 2.000, debido a las deportaciones y a las muertes
debidas a las malas condiciones de vida. Finalmente un grupo de
judíos se rebeló y formó barricadas en las calles que resistieron
durante varios días a los intentos alemanes de sofocarlos, hasta
que se quedaron sin municiones y fueron aniquilados. Poco después
el gueto entero fue liquidado.
A plena luz del día, 740 aviones se dirigieron contra Hamburgo
una vez más, si bien el mal tiempo hizo que sólo una decena
alcanzara su objetivo. Con este bombardeo se dio por concluida la
Operación Gomorra. En total, se calcula que habían muerto
unos 42.000 alemanes, otros 37.000 habían resultado heridos y
cerca de un millón había abandonado la ciudad. Hitler había
llegado a afirmar que si se producían más ataques como el de
Hamburgo Alemania tendría que rendirse. De un total de 524 grandes
fábricas, 183 habían sido destruidas, así como más de 4.000 de
otras menores.
Un destructor estadounidense hundió un submarino italiano
(Argento) en el Mediterráneo.
Una división alemana llegó a Italia procedente del frente
oriental y se instaló entre Parma y Reggio Emilia. Otra procedente
de Austria se situó entre Ravenna y Rimini.
Superando grandes dificultades, los británicos lograron tomar
Centuripe a los alemanes. Esto puso en peligro Adrano y,
aprovechando que los alemanes estaban ocupados reorganizando sus
tropas, Montgomery lanzó un nuevo ataque sobre Catania.
Tras varios intentos infructuosos, dos batallones estadounidenses
lograron tomar Monte Basilio, lo que permitiría flanquear
las posiciones alemanas en Troina, pero de momento la situación
era muy precaria, con los alemanes disparando desde los montes
vecinos. No obstante, un intento alemán de recuperar la posición
fue rechazado con ametralladoras. Entonces los alemanes atacaron
las líneas de comunicación estadounidenses, de modo que sólo una
parte de los suministros requeridos llegaban a Monte Basilio.
Mientras tanto, los estadounidenses empezaron a presionar también
la línea del Etna en San Fratello, en su extremo
septentrional.
Ese día Patton visitó un hospital de campaña y felicitó a los
heridos con los que habló. En un momento dado vio a un soldado que
no aparentaba tener herida alguna. Le preguntó qué le pasaba y el
soldado respondió que no estaba herido, sino nervioso (había sido
diagnosticado de agotamiento), y añadió: supongo que no puedo
soportarlo. Entonces Patton montó en cólera, lo abofeteó con
sus guantes, lo cogió por las solapas y lo arrastró hasta la
entrada de la tienda de campaña, desde donde lo arrojó fuera de
una patada en la espalda, mientras gritaba: No admitáis a este
hijo de puta, y pidió que lo devolvieran al frente: ¿Me
oyes, bastardo sin agallas? vas a volver al frente. Luego se
vio que el soldado estaba enfermo de malaria. Patton anotó en su
diario: He conocido al único cobarde desertor que nunca haya
visto en este ejército. Las compañías deberían ajustar cuentas
con esta gente y, si eluden su deber, deberían ser juzgados por
cobardía y fusilados. Un corresponsal de guerra oyó a Patton
afirmar que eso de la "fatiga de combate" era una invención de
los judíos.
Del petrolero Olterra salieron nuevamente tres torpedos
humanos para minar barcos anclados en Gibraltar. Dos cumplieron su
misión sin problemas y pusieron sus minas sobre el petrolero
noruego Thorshøvdi y sobre el carguero británico Stanridge,
mientras que el que debía encargarse del estadounidense Harrison
Grey Otis tuvo problemas y de repente se hundió 34 metros.
Uno de sus dos tripulantes logró emerger cerca de su objetivo y
puso las minas. Sin rastro de su compañero, logró poner en marcha
el torpedo con dificultad y se alejó de allí. Su compañero se
quedó esperando dos horas junto al barco y, al no tener ninguna
noticia, gritó pidiendo ayuda. Los estadounidenses lo subieron a
bordo y, sin necesidad de que confesara nada, entendieron que el
barco había sido minado. Las minas estallaron justo cuando un buzo
iba a entrar en el agua para inspeccionar el casco. Los tres
barcos se hundieron llevándose consigo todo su cargamento.
Ese día fueron hundidos tres submarinos alemanes en el Atlántico,
uno cerca de la costa Noruega (a manos de un submarino británico),
otro cerca de la costa española (a manos de la aviación
australiana y estadounidense) y el tercero cerca de la isla de
Trinidad, en el Caribe.
El 4 de agosto los estadounidenses
tomaron el aeropuerto japonés en Munda (Nueva Georgia).
Tras un día de duros combates, los soviéticos tomaron Orel a los
alemanes, que se vieron obligados a retroceder hasta una nueva
línea defensiva.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Dalfram)
cerca de Madagascar.
Un barco británico cargado con municiones (Fort La Montee)
se incendió en Argel, estalló y destrozó el destructor británico HMS
Arrow.
Otra división de infantería alemana entró en Italia y se dirigió
a Alessandria.
Un bombardeo aliado sobre Nápoles hundió o dañó irreparablemente
dos cargueros (Catania y Sant'Agata) y un barco de
pasajeros italiano (Lombardia).
Los alemanes arrestaron a Jean Franklemon, uno de los estudiantes
belgas que cuatro meses atrás ayudaron a escapar a algunos judíos
que estaban siendo transportados a Auschwitz. Fue condenado a seis
años de cárcel.
Los aliados (concretamente, la aviación canadiense) hundieron
sólo un submarino alemán en el Atlántico ese día, cerca de
Islandia.
El 5 de agosto un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Shoju Maru)
cerca de Formosa.
Los soviéticos habían roto las líneas defensivas alemanas y ese
día capturaron Belgorod, lo que suponía un avance de unos 60 km.
Un submarino alemán hundió un carguero griego (Efthalia Mari)
en el océano Índico.
El gobierno sueco anunció que retiraba su consentimiento a que
las tropas alemanas y cualquier material bélico viajaran por su
red ferroviaria.
Los alemanes no podían retener Catania con Adrano amenazada, así
que la abandonaron y ese día la ocuparon los británicos.
Las tropas estadounidenses en Monte Basilio andaban escasas de
víveres y habían sufrido muchas bajas. Los alemanes atacaron de
nuevo dispuestos a tomar la posición que amenazaba su línea de
retirada. Durante el intenso combate, el soldado James William
Reese llevó a su pelotón a una posición en la que podía
disparar abiertamente contra la infantería alemana que se
aproximaba y mantuvo un fuego continuado sobre los atacantes hasta
que le quedó poca munición. Entonces ordenó a sus compañeros que
se retiraran mientras él avanzaba aún más y destrozaba una
ametralladora alemana con sus últimas rondas. Luego tomó su fusil
y avanzó aún más hasta que fue abatido. Su acción contribuyó
significativamente a que los estadounidenses mantuvieran su
posición. Los alemanes también habían sufrido numerosas bajas en
casi una semana de combates y, viendo que no podían asegurar por
mucho tiempo su línea de retirada, optaron por abandonar Troina
esa misma noche.
El padre Marie-Benoît estaba llevando a cabo su plan de enviar a
España unos 2.600 judíos presuntamente de ascendencia española.
Ese día recibió una carta del Vaticano en la que se le aseguraba
que su proyecto de evacuar judíos a África estaba siendo
estudiado, y que si necesitaban alguna aclaración adicional se
pondrían en contacto con él.
A falta de que los aliados hundieran el submarino alemán del día,
uno de ellos se hundió solo tras haber chocado con otro barco
alemán en Memel.
El 6 de agosto la aviación japonesa
hundió un carguero australiano (Macumba) ante la costa
septentrional australiana.
Los japoneses, previendo que, tras la caída de Munda, no podrían
retener sus posiciones en Nueva Georgia por mucho tiempo,
empezaron a concentrar tropas en la vecina Kolombangara. Esa
noche, cuatro destructores japoneses se dirigían a Kolombangara,
transportando 950 soldados y suministros. Era el cuarto convoy que
enviaban a Vella en menos de un mes, y los anteriores habían
llegado con éxito a su destino sin más que una leve oposición
estadounidense al tercero de ellos. Insensatamente, las
autoridades militares japonesas volvieron a seguir la misma ruta
por cuarta vez, pero ahora los estadounidenses ya estaban
aleccionados. Una flota de 6 destructores esperaba a la flota
japonesa y en apenas 63 segundos lanzaron 24 torpedos, para luego
retirarse y ponerse a salvo de los torpedos de largo alcance
japoneses. Los torpedos hundieron tres de los destructores
japoneses (Arashi, Hagikaze y Kawakaze), que fueron
tomados por sorpresa. El cuarto recibió el impacto de un torpedo
que no estalló, tras lo cual huyó sin esperar a recoger
supervivientes. Murieron 1210 soldados japoneses y unos 300
supervivientes pudieron llegar a la isla de Vella Lavella,
desde donde fueron trasladados a Kolombangara.
Otros 1.200 soldados japoneses llegaron a la isla de Nauru, y ese
mismo día los japoneses deportaron a las islas Truk a otros 600
isleños, principalmente mujeres y niños.
Los alemanes empezaron el proceso de liquidación del gueto de
Vilna, en Lituania. De sus 50.000 ocupantes, los primeros 1.000
fueron enviados a Estonia.
En Sicilia, Adrano cayó en manos británicas.
Ese día tuvo lugar una reunión en Tarvisio entre Joachim
von Ribbentrop y el ministro italiano de Asuntos Exteriores, a la
que asistió también el general Ambrosio. La tensión y desconfianza
mutua eran evidentes. Los italianos esperaban que las tropas
alemanas que estaban entrando en Italia se dirigieran a Sicilia o,
en todo caso, al sur de la península, para combatir a los aliados,
pero los alemanes insistían en que se quedarían en el norte de
Italia "como fuerza de reserva estratégica".
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Fort Halkett)
cerca de la costa brasileña.
A las 4:40 del 7 de agosto la
artillería soviética empezó a descargar sobre el frente alemán en
la región de Smolensk. A las 6:30 se inició el avance en dirección
a Roslavl, pero encontraron una fuerte oposición. En todo
el día no pudieron avanzar más de 4 km y ello empleando todos los
recursos disponibles.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Unvuma)
en el océano Índico.
Un submarino británico hundió un carguero francés (Nantaise)
en el mar Egeo.
Ante las deficiencias de seguridad de la isla de Ponza, Mussolini
fue llevado a la isla La Maddalena (cerca de la costa de
Cerdeña), pero la Gestapo le seguía la pista, con órdenes
de Hitler de liberar al dictador.
Esa noche, mientras fuerzas estadounidenses tomaban una colina
clave en el ataque contra San Fratello, otras tropas desembarcaron
por sorpresa en Sant'Agata, unos pocos kilómetros por
detrás de la línea del Etna. Los alemanes huyeron sin advertir a
los italianos, así que la mayoría de los que cayeron prisioneros
(más de mil) fueron italianos.
Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Contractor)
en el Mediterráneo, cerca de Cerdeña.
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Fernhill)
en el Atlántico. Para compensar el descuido del día anterior, en
que ningún submarino alemán resultó hundido en el Atlántico, ese
día los aliados hundieron tres.
El 8 de agosto los japoneses
trasladaron a Kolombangara casi todos sus efectivos en Nueva
Georgia, dejando únicamente las tropas que defendían la zona de
Bairoko.
Los soviéticos volvieron a atacar en Smolensk añadiendo un ataque
simultáneo más al norte, hacia Yartzevo. Nuevamente, la
enorme resistencia alemana apenas permitió un leve avance.
Avanzando desde Adrano, los británicos tomaron Bronte y,
desde Troina, llegaron a Cesaro.
La aviación británica hundió un destructor italiano (Freccia)
en el Mediterráneo.
Mientras tanto la Wehrmacht empezaba a ocupar la zona de
Francia que hasta entonces había estado bajo control italiano.
El 9 de agosto un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Sekko Maru) cerca de Formosa.
Un submarino británico hundió un destructor italiano (Vincenzo
Gioberti) cerca de La Spezia.
La aviación estadounidense sólo hundió un submarino alemán en el
Atlántico.
El 10 de agosto un carguero japonés (Wakanoura
Maru) fue hundido por un submarino estadounidense cerca de
la costa japonesa.
Patton visitó de nuevo un hospital de campaña en Sicilia y de
nuevo felicitó a los heridos que estaban pendientes de ingreso.
Entonces se acercó a un soldado que estaba acurrucado y temblando,
le preguntó cuál era el problema y éste respondió: Son mis
nervios. Ya no puedo soportar los bombardeos. De nuevo
Patton se enfureció, lo abofeteó y gritó: ¿Tus nervios?
¡demonios! ¡sólo eres un maldito cobarde! ¡Cállate ya ese
maldito llanto! No dejaré a esos valientes que han sido heridos
contemplando a este bastardo sentado aquí llorando. Lo
abofeteó nuevamente y ordenó que no fuera admitido. Te quiero
de vuelta al frente, donde te pueden disparar y matar, pero vas
a luchar. Si no lo haces, te pondré ante un paredón y un pelotón
de fusilamiento te matará a propósito. De hecho, debería
dispararte yo mismo, maldito cobarde llorón. Entonces Patton
sacó su pistola, lo que llevó al comandante del hospital a
separarlos. Patton salió de la tienda gritando a los oficiales
médicos que enviaran al soldado de vuelta al frente. Mientras
seguía recorriendo el hospital no dejó de hablar del caso. No
puedo evitarlo. Me hierve la sangre al pensar es un bastardo que
está siendo mimado. No permitiré que esos bastardos cobardes
estén merodeando por nuestros hospitales. Probablemente, en
algún momento tendremos que fusilarlos, o criaremos una raza de
imbéciles.
El soldado se llamaba Paul G. Bennet, llevaba cuatro años en el
ejército y no había tenido historial médico hasta hacía cuatro
días, cuando un amigo suyo fue herido en combate. Había mostrado
fiebre y síntomas de deshidratación, incluyendo fatiga, confusión
y desgana. Él mismo había solicitado regresar a su unidad, pero
los oficiales médicos no lo habían autorizado.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Asmara)
en el Mediterráneo.
Božidar Purić fue nombrado primer ministro del gobierno
yugoslavo en el exilio.
El 11 de agosto la aviación aliada
hundió un carguero japonés (Jutoku Maru) en el Pacífico.
En Smolensk, los soviéticos habían ido avanzando muy lentamente,
incorporando constantemente tropas de reserva al combate. Para
esas fechas habían avanzado entre 15 y 25 km, según la zona, y el
ataque se estancó.
Ese día, en el Festival de Salzburgo, se estrenó el Concierto
para trompa número 2 de Richard Strauss.
En Sicilia, Patton trató de tender una nueva trampa a la división
alemana que se le había escapado en San Fratello mediante un nuevo
desembarco por sorpresa, esta vez en Brolo, que le cortó
la retirada, pero las tropas desembarcadas no fueron suficientes
para contener el ímpetu de los alemanes que lograron abrirse paso
en su huida. Los alemanes empezaron a transportar hombres a gran
escala desde Sicilia a la Italia continental a través de un
estrecho de Messina fuertemente protegido por más de doscientos
cañones antiaéreos. El mal tiempo disuadió a los aliados de
arriesgar sus barcos en el estrecho.
Para compensar que el día anterior los aliados no habían hundido
ningún submarino alemán en el Atlántico, ese día hundieron tres.
Ernst Lubitsch estrenó con gran éxito la comedia El cielo
puede esperar.
El 12 de agosto los alemanes
pudieron detener el avance soviético desde Belgorod antes de que
pudieran llegar a Járkov. Los soviéticos habían sufrido muchas
bajas, como era habitual, y habían perdido 800 de los 1.112
tanques con los que habían iniciado su ataque.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Clan
Macarthur) cerca de Madagascar.
El Frente Nacional albanés había dispuesto dos grupos de ocho
minas a ambos lados de una carretera cerca de la ciudad de Kurtës.
Poco después pasó un gran camión que transportaba tropas alemanas
y que remolcaba un cañón. Entonces detonaron uno de los grupos de
minas y dispararon contra los supervivientes mientras trataban de
escapar por la carretera. Murieron 18 soldados alemanes, y los
insurgentes se apropiaron del cañón. Una media hora más tarde se
acercó un convoy de 23 camiones y el segundo grupo de minas
estalló junto al primero de ellos, mientras los insurgentes
disparaban con un cañón a los siguientes, dos de los cuales se
incendiaron. En total, murieron entre 30 y 35 soldados alemanes,
mientras que los albaneses no sufrieron bajas.
En una operación que apenas duró dos minutos, la resistencia
polaca logró bloquear una calle en el centro de Varsovia cuando
iba a pasar un camión alemán cargado de dinero, luego dispararon
sobre los soldados que bajaron a despejar el camino, se llevaron
el camión a una calle cercana, allí mataron al resto de alemanes
que había en el camión y se llevaron el dinero, el equivalente a
un millón de dólares de la época (unos 33 millones de dólares
actuales). Los alemanes nunca llegaron a averiguar siquiera si el
robo lo había cometido la resistencia polaca o simples
delincuentes comunes, por lo que ni siquiera tomaron represalias
sobre los civiles (que es lo que hubieran hecho de haber sabido
que era obra de la resistencia).
El 13 de agosto un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Edo Maru) cerca
de Formosa.
Tras un periodo de inactividad, los estadounidenses volvieron a
atacar en la cordillera Roosevelt, en Nueva Guinea. Una patrulla
había establecido un puesto avanzado que fue atacado por los
japoneses durante la noche, pero sin éxito. Luego la artillería
atacó las posiciones japonesas desde tres flancos y finalmente
tres compañías avanzaron y lograron penetrar el frente por tres
puntos.
Los soviéticos iniciaron una campaña contra los alemanes en la
cuenca del Donets.
El frente en Sicilia había sido dividido en dos por el Etna. En
la parte occidental, ese día los británicos tomaron Randazzo.
Los aliados habían dejado de bombardear Italia a la espera de que
la caída de Mussolini se tradujera en un cambio de actitud por
parte de Italia, pero en vista de que no había ningún cambio
relevante, los bombardeos se reanudaron. La RAF lanzó
bombas incendiarias sobre Milán y Turín a primeras horas de la
mañana. A las 11:00, más de 300 aviones estadounidenses sometieron
a Roma a un bombardeo de mayor intensidad que el del mes anterior,
que provocó 502 muertes de civiles. También Berlín volvió a ser
bombardeado y, por primera vez, Austria, cuando fue atacada una
fábrica de armas al sur de Viena.
Un carguero británico fue bombardeado por la Luftwaffe en
el Mediterráneo, cerca de Gibraltar. No se hundió, pero fue dado
por irreparable.
El 14 de agosto los estadounidenses
lograron situar cañones en una loma situada ante la cordillera
Roosevelt, con lo que los japoneses no tardaron en huir a la
selva. Mientras tanto, con la ayuda de la aviación, los
australianos lograron desalojar a los japoneses de la que llamaban
la Cordillera de los Cocoteros.
Mientras los japoneses acumulaban fuerzas en Kolombangara, al
norte de Nueva Georgia, los estadounidenses habían decidido
saltarse esta isla y pasar directamente a Vella Lavella,
la isla situada justo a continuación, más al norte. Por la noche,
la aviación japonesa atacó varias bases estadounidenses en Nueva
Georgia, pero no detectó una flota formada por 19 destructores y
dos cazasubmarinos que llevaba 4.600 soldados al puerto de Barakoma,
en Vella Lavella.
Recorriendo una distancia 4.000 km, aviones australianos
bombardearon por primera vez la isla de Borneo, donde atacaron las
reservas de petróleo japonesas en Balikpapan.
Hitler había llamado a su presencia al zar Boris III de Bulgaria.
Le habían llegado rumores de que había iniciado contactos secretos
con los aliados. La reunión fue tensa. Hitler ordenó a Boris III
que dispusiera sus tropas (que hasta entonces habían hecho bien
poco) en un nuevo frente que obligara a los soviéticos a dividir
sus efectivos, pero el zar se negó y salió de la reunión muy
abatido.
Tras el segundo bombardeo de Roma, el gobierno italiano la declaró ciudad abierta, y se comprometió a eliminar todas sus defensas, bajo supervisión aliada, a cambio de que no volviera a ser bombardeada.
Corbetas italianas hundieron un submarino británico (HMS Sarracen) cerca de Córcega.
Ese día se estrenó la comedia musical Esto es el Ejército,
dirigida por Michael Curtiz y protagonizada por Ronald Reagan y
por una joven actriz de 18 años llamada Joan Agnes Theresa
Sadie Brodel, que había adoptado el nombre artístico de Joan
Leslie y que ya había interpretado algunos papeles
relevantes en los últimos años. Fue la segunda película más
taquillera del año y sería la película musical más taquillera de
la historia durante más de una década. Sus beneficios fueron
donados a una organización sin ánimo de lucro que atendía a los
soldados estadounidenses.
El 15 de agosto los estadounidenses
desembarcaron en Vella Lavella. Hacia el mediodía llegaron cazas
japoneses, pero fueron alejados con fuego antiaéreo. Varios
ataques posteriores a lo largo del día fueron rechazados también
con pocas bajas. Los japoneses habían decidido no enviar más
tropas a las Salomon y, en su lugar, su respuesta al desembarco
aliado fue evacuar la isla desde Horaniu, en la costa
noroccidental.
Ese día los japoneses bombardearon por primera vez el aeropuerto
de Tsili Tsili, en Nueva Guinea, cuya existencia habían
descubierto recientemente. Sin embargo, no causaron daños graves.
Poco antes de la media noche, una treintena de miembros de una
organización de resistencia polaca había llegado a las afueras de
la ciudad de Mittenheide, en Prusia, donde se dividieron
en cinco grupos, cortaron las líneas telefónicas y empezaron
atacando la casa de Herbert Opitz, un enviado especial de
Himmler para erradicar a los polacos de la zona y que era uno de
los objetivos principales de la operación. Lo mataron junto a su
mujer y a sus hijos de 6 y 2 años. Allí se hicieron con varias
armas, un coche y una moto. Luego entraron en la ciudad y atacaron
la comisaría de policía, mientras otros grupos entraban otras
casas habitadas por miembros del partido Nazi. Deliberadamente
respetaron la casa de Hildegard Cramer von Laue, viuda de
un oficial de la Wehrmacht que había destacado por el buen
trato que daba a los polacos. El ataque terminó a las 2:00, cuando
los polacos huyeron con un botín formado por diversas armas,
municiones y uniformes alemanes. Durante los días siguientes
estuvieron escondidos en los bosques antes de salir de Prusia, y
ninguno de ellos fue capturado.
Un submarino británico hundió un petrolero italiano (Cesco)
en el Adriático.
Rommel se reunió en Bolonia con autoridades militares italianas,
y la desconfianza llegaba ya hasta el extremo de que los alemanes
se negaron a probar la comida y la bebida que les ofrecían los
italianos.
Más de 34.000 soldados estadounidenses y canadienses
desembarcaron en la isla de Kiska dispuestos a desalojar a una
guarnición japonesa que hacía semanas que se había ido. Pese a
todo, los aliados sufrieron 313 bajas, debidas a fuego amigo,
minas, "trampas cazabobos" (bombas camufladas como objetos
inofensivos), enfermedades y accidentes.
El 16 de agosto los australianos
ocuparon la cordillera de Komiatum y con ello cortaron la
línea de suministros de los japoneses que defendían el monte
Tambu.
Cuando los alemanes anunciaron que iban a cerrar el gueto de
Białystok, varios centenares de judíos decidieron morir matando y
se rebelaron con las armas que habían podido reunir hasta
entonces.
Como represalia por las acciones de la resistencia griega, los
alemanes mataron a 317 habitantes de la aldea de Kommeno,
que a continuación fue incendiada. Gran parte de las víctimas
fueron mujeres, niños y ancianos. Muchas mujeres fueron
previamente violadas.
Rommel instaló su cuartel general junto al lago de Garda, al pie
de los Alpes.
La aviación alemana hundió un carguero británico (Empire
Kestrel) cerca de Argelia.
El 17 de agosto, antes del amanecer,
180 aviones aliados bombardearon el aeropuerto japones de Wewak,
en Nueva Guinea, junto con otros aeropuertos auxiliares. Mientras
tanto los japoneses eran expulsados de la cordillera de Bobdubi,
aunque durante los días siguientes trataron de recuperarla en una
serie de contraataques.
Por la noche, una flota japonesa formada por 20 barcazas y barcos
auxiliares escoltada por 4 destructores llegó al puerto de
Horaniu, en Vella Lavella, para evacuar a las tropas japonesas
presentes en la isla. A las 23:30 aviones aliados atacaron a la
flota japonesa y desorganizaron los planes de evacuación.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire
Stanley) en el océano Índico.
Eliyahu Giladi era uno de los miembros más radicales de
los Combatientes para la Libertad de Israel, pues insistía
en planes que implicaban asesinar judíos civiles e incluso a
algunos líderes sionistas, como David Ben-Gurión, así que uno de
los dirigentes del grupo, Isaac Shamir, le aplicó su
propia receta y lo hizo asesinar.
En Siria se habían celebrado elecciones que convirtieron en
presidente a Shukri al-Quwati.
El alzamiento en el gueto de Białystok no alteró el plan de
deportación que los alemanes habían trazado y, mientras los
rebeldes resistían en sus trincheras, unos 10.000 judíos fueron
metidos en trenes con destno a Treblinka, Majdanek y Auschwitz.
Unos 1.200 niños fueron separados y enviados en un tren a
Theresienstadt junto algunas mujeres acompañantes, debido a que
estaban negociando con los británicos la posibilidad de dejarlos
marchar a Palestina a cambio de la liberación de prisioneros de
guerra alemanes. Eso se les dijo a los padres, algunos de los
cuales se desprendieron de sus hijos voluntariamente, con la
esperanza de que así pudieran salvarse. Otros fueron forzados a
separarse de sus hijos. Algunos niños se escaparon del tren
tratando de reunirse con sus padres y fueron abatidos por
auxiliares ucranianos.
Tras varios retrasos debidos al mal tiempo, la aviación
estadounidense puso en práctica una misión que pretendía paralizar
la producción de aviones alemanes. El objetivo principal era Regensburg,
donde se localizaba la producción de los Messerschitt Bf 109,
que constituían casi la mitad de los cazas de la Luftwaffe.
Para dividir y confundir a las reservas alemanas se atacaría al
mismo tiempo un segundo objetivo, Scheweinfurt, donde
estaba centralizada casi toda la producción de cojinetes
de Alemania. Además se llevaron a cabo varios ataques de diversión
a diversos puntos de la costa francesa y neerlandesa, así como a
varios campos de aviación de la Luftwaffe. La distancia de
los objetivos principales quedaba fuera del alcance de los cazas,
por lo que los 376 bombarderos encargados de la misión quedarían
sin protección a partir de cierto punto del trayecto y,
especialmente, durante el bombardeo.
Los daños provocados por los bombardeos fueron considerables
(Albert Speer evaluó en un 34% la disminución de la producción),
pero la falta de escoltas resultó ser catastrófica, pues las bajas
fueron exorbitadas. Se perdieron 62 aviones y casi un centenar
regresó con daños graves, hasta el punto de que muchos de ellos
nunca volvieron a volar. Murieron 7 tripulantes, 21 resultaron
heridos y otros 557 desaparecieron o fueron capturados. Por otra
parte, Alemania pudo compensar los daños ampliando la producción
de otras fábricas. Si los aliados hubieran podido realizar nuevos
ataques, la situación hubiera sido más comprometida, pero con las
bajas sufridas eso era imposible por el momento.
Esa noche los británicos llevaron a cabo otra operación de gran
importancia estratégica. Sus servicios de inteligencia habían
reunido suficiente información sobre la base de Peenemünde, donde
Wernher von Braun estaba experimentando con sus cohetes como para
considerar que era imprescindible sabotear el proyecto. Peenemünde
estaba a 1.000 km de la base aérea británica más próxima, lejos
del radio de alcance de los cazas y de la marcación de objetivos
por ondas de radio, por lo que el bombardeo tenía que hacerse en
una noche de luna llena y con buen tiempo para que los pilotos
pudieran fijar manualmente los objetivos. Esa noche cumplía todos
los requisitos y por ello se puso en marcha la Operación
Hidra. A los pilotos no se les explicó qué había realmente
en Peenemünde. En lugar de hablarles de cohetes, se les dijo que
los alemanes estaban desarrollando un nuevo tipo de radar que
mejoraría enormemente su capacidad defensiva nocturna.
La noche anterior las fuerzas de Patton entraron en Messina, y
pocas horas después lo hicieron las de Montgomery, lo que ponía
fin a la conquista de Sicilia. El coste de la operación fue de
unos 5.500 muertos y 14.000 heridos en el bando aliado, y de 9.000
muertos, 46.000 heridos y 127.000 prisioneros del Eje. Desde
Messina, la artillería aliada alcanzaba a bombardear la Italia
continental.
Los dos incidentes que Patton había mantenido con enfermos en sus
visitas a los hospitales habían llegado hasta el general
Eisenhower, quien ordenó que los hechos fueran investigados
extraoficialmente y, a la vez, escribió una carta a Patton en la
que se leía:
Entiendo claramente que a veces son necesarias medidas firmes y drásticas para asegurar los objetivos deseados. Pero esto no justifica la brutalidad, el abuso con los enfermos, ni la exhibición de un temperamento incontrolable frente a los subordinados. [...] Estoy convencido de que los servicios personales que ha prestado a los Estados Unidos y la causa aliada durante las últimas semanas son de un valor incalculable; pero, no obstante, si hay un elemento sustancial de verdad en las acusaciones que acompañan a esta carta, debo cuestionar tan seriamente su buen juicio y su autodisciplina como para plantearme serias dudas sobre su utilidad futura.
Eisenhower le aseguró que no quedaría ningún registro formal de
lo sucedido salvo en sus propios archivos confidenciales, pero le
sugirió que se disculpara con todos los involucrados.
Ese día se inició en Quebec una reunión secreta a la que
asistieron Winston Churchill y el presidente Franklin Delano
Roosevelt. Stalin había sido invitado, pero declinó el
ofrecimiento "por razones militares". Por otra parte, Churchill
había sugerido que el primer ministro canadiense, William Lyon
Mackenzie King, interviniera en ella, pero Roosevelt se
negó, así que King actuó como mero anfritrión.
A las 0:29 del 18 de agosto, cuatro
destructores estadounidenses atacaron a la flota japonesa que
estaba evacuando Vella Lavella, pero sólo hundieron algunos barcos
auxiliares y dañaron levemente a dos destructores. A la 1:00 los
japoneses se retiraron completando con éxito la misión de evacuar
unos 9.000 hombres. No obstante, en la isla quedaban todavía
varios cientos de soldados japoneses y los aliados decidieron
arrinconarlos en el noroeste de la isla para luego eliminarlos.
Ante el riesgo de acabar rodeados, los japoneses se retiraron del
monte Tambu, en Nueva Guinea.
La aviación estadounidense y australiana bombardeó de nuevo los
aeropuertos japoneses en Nueva Guinea.
En el norte del saliente de Kursk, los soviéticos alcanzaron la
nueva línea defensiva alemana, con lo que el frente se estabilizó
de nuevo y así terminó la Operación Kutuzov. Fue una de
las campañas más sangrientas de la batalla de Kursk. Los alemanes
sufrieron más de 86.000 bajas, y los soviéticos contaron 112.000
muertos y 317.000 heridos. En el sur, los alemanes iniciaban
entonces un contraataque contra los recientes avances soviéticos.
Los alemanes llevaban cinco meses deportando griegos
(principalmente judíos) desde Salónica hasta Auschwitz. Ese día se
completó el proceso. En total, unos 46.000 griegos habían sido
deportados y asesinados.
Apenas pasada la medianoche, llegó a Peenemünde la primera oleada
de bombarderos encargados de la Operación Hidra. El ataque
duró una media hora y fueron destruidos muchos de los edificios
que albergaban al personal de la base, pero sólo murieron unos 170
de sus 4.000 ocupantes, pues los refugios antiaéreos eran muy
buenos. Aun así, dos ingenieros jefe murieron en el ataque.
Algunas bombas arrojadas antes de que los objetivos estuvieran
bien señalizados habían matado a unos 500 trabajadores forzados. A
las 00:31 empezó a actuar la segunda oleada, que se centró en las
fábricas, mientras que una tercera oleada se centró en las áreas
de experimentación. La efectividad del bombardeo ha sido objeto de
debate. Se especula sobre que pudo causar un retraso en las
investigaciones de hasta dos meses.
En Berlín, Hans Jeschonnek, un alto oficial de la Luftwaffe,
había ordenado a las defensas antiaéreas disparar contra 200 cazas
alemanes creyendo que eran aviones aliados. Al enterarse del error
se suicidó. Los nazis lo enterraron con todos los honores.
Churchill sorprendió al parlamento británico cuando anunció que
había apelado a un tratado firmado con Portugal en 1373 para que
el gobierno portugués autorizara a los aliados instalar bases
navales y aéreas en las islas Azores. Obviamente, la razón por la
que Oliveira Salazar había dado su consentimiento no era el
tratado de 1373, sino simplemente que no podía rechazar la
petición británica, tal y como andaban las cosas. A cambio, trató
de conseguir que los británicos le suministraran armas para
defenderse de un hipotético ataque alemán, así como la garantía de
que la colonia de Timor Oriental, ocupada por los japoneses, sería
devuelta a Portugal cuando acabara la guerra. El acuerdo permitía
a los aliados extender el radio de acción de la aviación en la
lucha contra los submarinos en el Atlántico y en la protección de
los convoyes. De todos modos, los submarinos alemanes eran cada
vez más difíciles de encontrar en el Atlántico, pero ese día la
aviación británica encontró uno cerca de la costa senegalesa y lo
hundió.
El 19 de agosto la aviación
estadounidense junto con un dragaminas neozelandés hundieron un
submarino japonés en el océano Índico.
El mariscal Hajime Sugiyama informó al emperador Hirohito
de que el avance estadounidense en las islas Salomón no podía ser
detenido. Hirohito estaba furioso: ¿Cuándo y dónde va a
organizar un buen combate? ¿Y cuándo va a obtener una victoria
decisiva? Mientras tanto, los medios de comunicación
presentaban cada derrota al pueblo japonés como si se tratara de
una gran victoria.
La cordillera de Bobdubi estaba ya sólidamente defendida por los
australianos, que ya estaban preparando el paso siguiente en su
avance hacia Salamaua.
En Lisboa Italia y los aliados iniciaron conversaciones secretas
para tratar la posible rendición italiana. Tres generales
italianos habían sido enviados independientemente a tal efecto, y
lo primero que hicieron fue discutir entre ellos para decidir
quién estaba al mando. Al final se decidió que el general Giuseppe
Castellano dirigiría las negociaciones.
Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill firmaron el Acuerdo
de Quebec, un tratado secreto que estipulaba que los Estados
Unidos y Gran Bretaña unificarían sus proyectos respectivos para
la producción de armas nucleares, que ninguno de los dos países
las emplearía contra el otro, ni contra terceros países sin el
consentimiento mutuo, así como que ninguno de los dos países
suministraría información sobre armas nucleares a terceros países
sin consentimiento mutuo. Por último, el acuerdo señalaba que,
dado que los Estados Unidos estaban asumiendo la mayor parte de
los costes de la investigación sobre la energía atómica, el
Presidente podría limitar los usos comerciales o industriales de
ésta por parte de Gran Bretaña.
El 20 de agosto submarinos
estadounidenses hundieron un barco de transporte de tropas (Seizan
Maru) y dos cargueros japoneses (Fusei Maru y Steitai
Maru) en el Pacífico. Un submarino neerlandés hundió un
carguero más (Khosa Maru).
Japón y Tailandia firmaron un acuerdo por el que Japón transfería
a Tailandia la administración de las provincias malayas de Kedah,
Perlis, Kelantan y Terengganu, que Tailandia había cedido a Gran
Bretaña en 1909.
La aviación británica hundió un submarino alemán en el océano
Índico.
Un submarino soviético hundió un carguero búlgaro (Varna)
en el mar Negro.
Los alemanes lograron encerrar partes de dos ejércitos
soviéticos, incluyendo dos cuerpos de tanques, pero la bolsa
formada era mucho más numerosa que las fuerzas alemanas, por lo
que muchas unidades soviéticas lograron abrirse paso entre el
cordón alemán, a costa de muchas bajas. Tras este fracaso, los
soviéticos se concentraron en Járkov. Sin embargo, los alemanes,
que vieron cómo los tanques soviéticos se iban agrupando, enviaron
a la aviación, que lanzó sobre ellos bombas de dos toneladas,
diseñadas para atacar buques acorazados. Los soviéticos entonces
dispersaron sus tanques y lanzaron igualmente un ataque masivo sin
importarles las numerosas bajas que la artillería alemana pudiera
causar en ellos. La respuesta alemana fue efectiva, pero al precio
de agotar prácticamente las escasas reservas que les quedaban,
tanto de municiones como de personal. Apenas disponían de 4.000
soldados de infantería, aproximadamente uno por cada 10 metros de
frente.
Los judíos de Białystok lograron ofrecer cierta resistencia a los
alemanes, pero ésta cesó en cuanto un tanque entró en el gueto y
los alemanes empezaron a provocar incendios. Los líderes de la
revuelta se suicidaron en sus trincheras en cuanto se quedaron sin
municiones.
Ese día fue ejecutada en Berlín Rita Arnould, por su colaboración
con la Orquesta Roja.
Aviones estadounidenses y australianos bombardearon por tercera
vez los aeropuertos japoneses en Nueva Guinea, y el 21 de agosto lo hicieron por cuarta y última
vez. El balance total fue de cerca de 100 aviones destruidos, la
mayoría en tierra, de un total de 130. En su avance hacia
Salamaua, los australianos cruzaron el río Francisco.
Ante la persistencia de los ataques soviéticos, Manstein autorizó
la retirada de Járkov, sin tener en cuenta la insistencia de
Hitler de que la ciudad debía ser defendida hasta el final.
El 22 de agosto los alemanes empezaron
a salir de Járkov, mientras los soviéticos los atacaban desde tres
lados distintos, luchando por mantener abierta su vía de escape.
La aviación soviética ametrallaba las columnas alemanas que salían
de la ciudad. Antes de abandonarla, se preocuparon de destruirla
por completo, volando arsenales e incendiando edificios.
El 23 de agosto un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Ataka Maru) ante
la costa de Japón.
Los soviéticos entraron en Járkov. Terminó así la
ofensiva soviética en el saliente de Kursk, con un balance
(referido únicamente al último mes) de 71.000 muertos, 184.000
heridos y 1.800 tanques destruidos. Las bajas alemanas, sin ser
desproporcionadas como las soviéticas, también fueron grandes:
casi 9.000 muertos, más de 16.000 heridos y 240 tanques perdidos.
Las SS arrestaron a Karl-Otto Koch (entonces al frente del campo
de exterminio de Majdanek) y a su esposa Ilse, la bruja de
Buchenwald, que seguía en dicho campo. Los cargos contra ellos
fueron de desfalco y de haber asesinado a prisioneros para
encubrir sus delitos. La crueldad con la que habían tratado a los
prisioneros bajo su custodia no interesó mucho a las autoridades.
Ilse Koch había ordenado el asesinato de varios prisioneros para
que fueran despellejados para conservar sus tatuajes, al parecer
para ayudar al doctor Erich Wagner con su tesis sobre
"tatuaje y criminalidad". Se decía que se había hecho una lámpara
con la piel de los prisioneros, aunque ésta nunca fue hallada.
Los estadounidenses habían ido ocupando paulatinamente toda el
área alrededor de Bairoko y, finalmente, tras dos semanas de duros
combates, el 24 de agosto entraron en
el puerto abandonado por los japoneses.
El tren con los niños de Białystok llegó a Theresienstadt y las
acompañantes (excepto una muy joven que pudo hacerse pasar por una
niña) fueron alojadas en otro tren hacia Auschwitz, donde una
veintena fue seleccionada para trabajos forzados y las demás
fueron gaseadas. Del tren, los niños fueron llevados a una sala
para ducharse y desinfectarse, pero entre los mayores cundió el
pánico y empezaron a gritar: ¡Gas, gas, gas! El personal
que los atendía (que eran prisioneros del campo) tenía prohibido
hablar con los niños, pero pudieron asegurarles que allí no había
cámaras de gas, y se tranquilizaron cuando vieron que de las
duchas salía agua. Luego fueron alojados en un campamento separado
por una alambrada del resto de los prisioneros. Allí fueron
relativamente bien tratados, con más comida de lo que era
habitual, e incluso se permitió a 53 prisioneros checos
voluntarios, que eran médicos y enfermeras, que accedieran hasta
ellos para atenderlos (entre ellos estaba Ottla Kafka, la
hermana menor del escritor, que tenía entonces 51 años).
Hitler nombró a Himmler ministro del Interior.
Los submarinos alemanes en el Atlántico estaban muy pacíficos
últimamente y costaban de encontrar, pero ese día la aviación
británica encontró y hundió uno, y la estadounidense otro.
Ese día terminó la Conferencia de Quebec. Los aliados habían
empezado a discutir los planes para una invasión de Francia (Operación
Overlord), aunque no descartaban la posibilidad de invadir
Noruega y Finlandia (Operación Júpiter), si las defensas de
la costa francesa resultaban ser excesivas. En el Mediterráneo se
acordó la invasión inmediata de la Italia continental tras la
reciente caída de Sicilia. El objetivo prioritario a medio plazo
era sacar a Italia de la guerra. En los Balcanes se acordó seguir
limitándose a proporcionar recursos a las guerrillas, mientras que
en la lucha contra Japón se acordó intensificarla para agotar
cuanto antes los recursos del enemigo. También se condenaron las
atrocidades cometidas por los alemanes en Polonia.
Al sargento canadien Émile Couture (que tenía entonces 25
años) se le encargó limpiar las salas donde habían tenido lugar
las reuniones de la Conferencia de Quebec, y en una de ellas
encontró una cartera de cuero en la que se leía en letras doradas:
Churchill-Roosevelt, Conferencia de Quebec, 1943. Decidió
quedársela como recuerdo, pero por la noche descubrió que en su
interior había documentos que contenían planes casi completos para
la Operación Overlord (la invasión de Francia). Consciente
de la importancia de esos papeles, aplicó un protocolo de alta
seguridad: ocultó la cartera debajo de su colchón, y la devolvió a
la mañana siguiente.
El 25 de agosto un destructor
estadounidense hundió un submarino japonés en el mar del Coral.
Witold Pilecki, el soldado polaco que se había infiltrado en
Auschwitz, llegó a Varsovia, donde a través de la resistencia
polaca envió un informe detallado a Londres de lo que había visto
allí. Conocedor de primera mano del infierno que se vivía en el
campo de exterminio, instó a la resistencia polaca a actuar
inmediatamente para liberar a sus prisioneros, pero, después de
perder a varios agentes en labores de reconocimiento de los
alrededores del campo, se determinó que era imposible hacer nada
sin la ayuda aliada.
Una nueva división de infantería alemana entró en Italia
procedente de Dinamarca y se instaló en Friuli. Ya habían entrado
más tropas alemanas en Italia que las que Hitler había negado a
Mussolini en su última entrevista.
Destructores británicos encontraron un submarino alemán en el
Atlántico y lo hundieron con cargas de profundidad.
Tras los últimos avances del ejército soviético, el frente
oriental se había situado en una zona que los alemanes
difícilmente podían mantener con sus fuerzas cada vez más
desgastadas. Más hacia el oeste corría el Dniéper, donde a los
alemanes les resultaría más fácil contener un posible ataque
soviético. Ante esta tesitura, el Alto Mando soviético se planteó
dos posibilidades: El mariscal Zhúkov proponía tomarse un tiempo
para reagrupar fuerzas, encontrar uno o dos puntos débiles en el
frente por los que penetrarlo profundamente, rodear las defensas
alemanas para cortar los suministros a su vanguardia y así
capturar fácilmente una gran extensión de territorio y un gran
número de soldados enemigos. La segunda opción —para no dar tiempo
a los alemanes a arrasar el territorio que sabían que no tardarían
en tener que desalojar— era no esperar ni examinar el frente, sino
atacar en todo él inmediatamente para forzar una retirada masiva,
por lo menos hasta el Dniéper. Esta segunda opción produciría
muchas más bajas en el Ejército Rojo, por lo que, lógicamente, era
la preferida de Stalin, y así se hizo. El 26
de agosto los soviéticos atacaron simultáneamente en un
frente de 1.400 km que se extendía desde Smolensk hasta el mar de
Azov. Los ejércitos involucrados sumaban 2.650.000 hombres, con
2.400 tanques y 2.800 aviones. La Wehrmacht empezó a
retroceder hacia el Dniéper tratando de retrasar al máximo el
avance soviético.
Un submarino italiano hundió otro soviético en el mar Negro.
Un submarino alemán hundió dos cargueros estadounidenses (John
Bell y Richard Henderson) y otro noruego (Christian
Michelsen) de un convoy aliado en el Mediterráneo.
El 27 de agosto submarinos
estadounidenses hundieron tres cargueros japoneses (Taifuku
Maru, Meizan Maru y Tokai Maru) en el Pacífico.
Entre las islas de Nueva Georgia y Kolombangara se encuentra la
isla de Arundel, todavía ocupada por los japoneses y donde
los estadounidenses desembarcaron ese día.
La víspera del día que la Gestapo tenía previsto liberar
a Mussolini de su cautiverio en La Maddalena, un hidroavión de la
Cruz Roja lo sacó de la isla y lo llevó a Campo Imperatore,
un hermoso parque de montaña situado en una meseta de los
Apeninos, a la misma altura que Roma en la península italiana,
pero más cerca del mar Adriático. Mussolini se cortó las venas,
pero sólo se provocó heridas superficiales que fueron rápidamente
controladas.
El general Castellano había regresado a Roma tras sus
conversaciones con los aliados en Lisboa e informó de que los
aliados pedían que se llevara a cabo una reunión en Sicilia. Para
asegurar al máximo el secreto de las comunicaciones con los
aliados, los italianos liberaron discretamente a un prisionero
británico para que ejerciera de intermediario.
Submarinos británicos hundieron dos cargueros italianos (Città
di Spezia y Rastrello) en el Mediterráneo.
Albert Lebrun, el destituido presidente de la República Francesa,
seguía en Vizille. Los italianos habían dejado de custodiarlo y le
habían aconsejado que huyera antes de que llegaran los alemanes.
La resistencia francesa se había ofrecido a llevarlo a Argelia,
pero el se negó, y finalmente los alemanes lo arrestaron y lo
llevaron al castillo de Itter, en Austria, donde se reunió con
varios políticos franceses, pero sólo estuvo unos meses, porque su
salud empeoró y fue devuelto a Francia.
Joseph Darnand había ingresado en las SS, donde recibió el grado
de teniente y juró lealtad a Hitler en la embajada alemana en
París.
La aviación estadounidense encontró y hundió otro submarino
alemán en el Atlántico.
Ese día se estrenó Alerta en el Rin, protagonizada por
Bette Davis y el actor húngaro Pál Lukács, que había
simplificado su nombre hasta Paul Lukas hacía unos 15
años, cuando se estableció en los Estados Unidos. Había empezado
como actor en la época del cine mudo, pero éste fue su primer
papel de éxito.
El 28 de agosto un submarino alemán
hundió un carguero soviético (Dikson) en el océano Glacial
Ártico y otro fue hundido en la misma zona por un submarino
soviético.
Ese día murió el zar Boris III de Bulgaria. Desde hacía cinco
días, nueve días después de su viaje a Alemania para entrevistarse
con Hitler, había empezado a padecer vómitos violentos, por lo que
no tardó en plantearse la sospecha de que el zar podría haber sido
envenenado, si bien nunca pudo probarse nada. La autopsia oficial
indicó que el monarca padecía una trombosis coronaria, neumonía,
edema pulmonar y edema cerebral, pero que había muerto de un
ataque cardiaco, mucha enfermedad para alguien que hasta hacía
unos días se mostraba perfectamente sano. Fue sucedido por su hijo
de seis años, el zar Simeón II de Bulgaria, bajo la
regencia de su tío, el príncipe Cirilo, el primer ministro
Bogdan Filov y el ministro de defensa, el general Nikola
Mikhov.
Dinamarca había sido para Hitler un protectorado modelo, pero los
reveses que estaba sufriendo en la guerra habían alentado a sus
"protegidos" a declarar huelgas y causar disturbios en diversas
ciudades. El gobierno danés se negaba a resolver los conflictos al
estilo nazi, hasta que finalmente recibió un ultimátum que incluía
estas demandas: Prohibición de las reuniones públicas,
ilegalización las huelgas, declaración de un toque de queda,
introducción de la censura bajo control alemán, creación de
tribunales militares especiales y pena de muerte para los
saboteadores. Además, la ciudad de Odense debía pagar una
elevada multa por la muerte de un soldado alemán. Entre tanto, los
alemanes tomaron algunos rehenes daneses por seguridad. El
gobierno danés se negó a aceptar tales condiciones por lo que el
general Hermann von Hanneken declaró la ley marcial. A las
4:00 del 29 de agosto cada cuartel del
ejército danés fue asaltada por sorpresa por soldados alemanes. La
resistencia fue esporádica. En el cuartel de Næstved
murieron dos soldados daneses, mientras que en una escuela militar
de Copenhague murieron tres soldados alemanes. En el palacio
de Sorgenfri, donde se encontraba la familia real, siete
soldados alemanes murieron en una escaramuza, pero finalmente el
rey Cristian X fue puesto bajo arresto, al igual que el primer
ministro Erik Scavenius.
La Armada tenía órdenes desde 1041 de hundir los barcos en caso
de que los alemanes quisieran apoderarse de ellos. A las 4:08
llegó el aviso de que los alemanes se dirigían hacia las bases
navales y a las 4:13 se produjo la primera explosión de las muchas
con que los barcos de la frota danesa empezaron a ser hundidos. De
los 52 buques de la flota danesa, 2 estaban en Groenlandia, 32
fueron hundidos, 4 pudieron huir hasta Suecia y 14 fueron
capturados por los alemanes. Murieron 9 marinos daneses y 10
resultaron heridos.
En total unos 4.600 daneses fueron arrestados, unos 25 murieron y
unos 50 resultaron heridos.
El 30 de agosto un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Taibun Maru) en
el Pacífico.
Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Thisbé)
en el mar Negro, cerca de Estambul.
Patton se había entrevistado con los dos soldados a los que había
abofeteado en sus visitas a los hospitales y les había pedido
disculpas, o algo parecido (en su diario anotó que detestaba
disculparse y volvió a argumentar que los soldados se merecían las
reprimendas). El Séptimo Ejército que había dirigido Patton iba a
dividirse: una parte se quedaría en Sicilia como guarnición, y
otra parte se uniría al Quinto Ejército. En los últimos días
Patton se había despedido individualmente de cada una de las
divisiones que había dirigido con un discurso de 15 minutos en el
que, en la parte final, se disculpaba por cualquier momento en el
que hubiera sido demasiado duro con sus hombres, aludiendo
vagamente a los dos incidentes. Cuando se acercó a esta parte
final ante la tercera división de infantería, los soldados, que ya
sabían lo que iba a decir, empezaron a cantar No, general, no,
no... para que no tuviera que disculparse, y Patton se
emocionó visiblemente. Eisenhower afirmó al general George
Marshall que estaba convencido de que Patton refrenaría en el
futuro su carácter porque su ansia de ser reconocido como un gran
comandante militar suprimiría implacablemente cualquier rasgo que
pudiera arriesgarlo.
Barcos británicos encontraron otro submarino alemán cerca de las
Azores y lo hundieron con cargas de profundidad.
El 31 de agosto un submarino
estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Kokko Maru y
Shoto Maru) en el Pacífico. Un submarino japonés dañó un
petrolero estadounidense (W.S. Rheem), que tuvo que ser
hundido unos días más tarde.
El general Castellano llegó a Sicilia en avión y luego se
trasladó en coche hasta Cassibile, donde se reunió con
representantes de los aliados para negociar la rendición de
Italia. Castellano exigía que los aliados se comprometieran a
defender a Italia de la previsible reacción alemana, pero las
garantías que le daban a ese respecto eran vagas. Además, los
aliados no harían nada hasta que el acuerdo no estuviera firmado.
La aviación aliada bombardeó Pisa.
Un submarino británico hundió un petrolero italiano (Flegetone) en el Mediterráneo.
Stalingrado |
Índice | El avance aliado |