El núcleo de la Universitat de València son las personas que forman la comunidad universitaria: estudiantado, personal de administración y servicios, personal docente e investigador, personal investigador en formación. Nuestra universidad ha de continuar avanzando sin dejar a ninguna persona atrás, hablando y trabajando con todas y todos.

Las estudiantes y los estudiantes son, sin duda, el centro de la Universidad. Nuestros esfuerzos van encaminados a conseguir que puedan lograr sus objetivos como personas y profesionales, y que puedan responder a las necesidades de nuestra sociedad de forma ética y creativa. Se trata de ofrecerles la mejor formación académica, pero también un acompañamiento desde el inicio de los estudios hasta la inserción laboral, además de dinamizar la participación estudiantil en la vida universitaria, en la cultura y en la gobernanza de la institución.

Hemos de conseguir de los poderes públicos que garanticen la igualdad de oportunidades del estudiantado en el acceso y desarrollo de los estudios, sin discriminaciones por motivos económicos o de otro tipo, porque como servicio público universitario tenemos la misión encomendada por la sociedad de contribuir a eliminar las desigualdades. Pondremos todos los medios de nuestra universidad al servicio de este objetivo.

Aunque en los últimos años la plantilla del personal de administración y servicios de la Universitat de València se ha visto sometida a restricciones muy severas por la imposición de la tasa de reposición, ha demostrado que su compromiso, profesionalidad y dedicación es la base sobre la que se sustentan los avances de la institución en la consecución de los retos a que nos enfrentamos en los próximos años. No se puede entender una universidad moderna sin contar con un personal de administración y servicios motivado, formado, reconocido y bien organizado, con buenas condiciones de trabajo.

La progresión profesional del PAS es un elemento fundamental de la política de gestión de las personas. Las nuevas tecnologías han de ser una herramienta clave para favorecer transformaciones que redunden en la mejora de la eficacia del trabajo, en el bienestar de las personas y en la creación de una administración digitalizada. Las estructuras de gestión se han de revisar para avanzar en un modelo de calidad del servicio público que prestamos. Mantendremos la apuesta por la profesionalidad y la mejora de este colectivo, por su estabilización, promoción y formación.

El personal docente e investigador de la Universitat de València resulta fundamental para garantizar una docencia, investigación y transferencia de calidad. Los próximos años presentan incertidumbres normativas ligadas a la prevista nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario. Hemos de conseguir que este marco sea una oportunidad para resolver los problemas estructurales de profesorado: plazas insuficientes, temporalidad excesiva y falta de renovación de la plantilla, a causa de la tasa de reposición y las limitaciones presupuestarias que sufrimos desde hace años y que han de ser superadas.

Hay que continuar con una planificación estratégica plurianual de la plantilla de PDI de las diversas áreas de conocimiento, utilizando como criterios el déficit de profesorado permanente y funcionario para atender la docencia, la temporalidad y el envejecimiento. Esto permitirá tomar de forma consensuada las decisiones sobre revisión de plantillas y dotación de nuevas plazas de profesorado. Mantendremos el compromiso de estabilización y promoción del profesorado, gestionando de la mejor manera las limitaciones de una tasa de reposición que tendría que desaparecer. Pero también continuaremos reclamando una mayor financiación de los poderes públicos y modificaciones normativas que permitan la mejora de las condiciones laborales y retributivas del PDI, especialmente la autorización gubernamental del convenio colectivo y la reforma de las regulaciones legales del profesorado.