SUPERAR I.U.
Rafael Pla López
intervención en el Comité Federal del P.C.E. del 18 de marzo de 2000

En el Comité Federal del 19 de junio sostuve que el proyecto de IU en su forma actual estaba agotado, y postulé su refundación como movimiento político y social, con la opción de redenominarse como Izquierda Unitaria. La dirección de IU no optó por ese camino, sino por enrocarse aplazando la solución a los problemas. Posteriormente, posiblemente Paco Frutos pilotó correctamente la negociación con el PSOE: a esas alturas había pocas opciones, y en particular era difícil una dinámica unitaria de base. En todo caso, el debate sobre el acuerdo de gobierno ha sido superado por los hechos. Actualmente, después del desastre electoral del 12 de marzo y el fracaso del pacto por las alturas con el PSOE, la situación es bastante peor que en junio.

No sólo se ha confirmado el agotamiento de IU, sino que ha perdido su credibilidad como referente federal de un proyecto de izquierdas. No sólo estamos ausentes de las instituciones en Galicia y Catalunya (preteridos por el BNG y por IC-EV y ERC, respectivamente) y reducidos al mínimo en Euskadi, sino que hemos sido superados por la Chunta en Aragón.

En estas condiciones, IU sólo podrá seguir jugando un papel si apuesta por trascenderse a sí misma, promoviendo la construcción de un nuevo movimiento político y social, en condiciones de igualdad con otras organizaciones y colectivos, de abajo a arriba, desde los distintos movimientos sociales, municipios y comunidades autónomas. La redenominación como Izquierda Unitaria sólo habría de ser un primer paso, adoptado por una Asamblea que urge, entendiendo que la construcción de tal nuevo proyecto no podrá hacerse de una vez, sino que requerirá previsiblemente procesos de convergencia previos en distintos ámbitos.

Por otra parte, la dificultad de unir toda la pluralidad de las izquierdas en una sóla organización se hará previsiblemente más patente. Si el PSOE renuncia a sus veleidades centristas y consolida su apuesta por una posición de izquierda, por muy moderada y reformista que sea, como hizo al pactar con IU, será un componente de la unidad de acción de las izquierdas que habrá que seguir teniendo en cuenta, al margen del nuevo proyecto a construir, que deberá salir de la indefinición a que forzaba a IU la necesidad de cubrir también el espacio de izquierda reformista dejado vacante por el PSOE en el gobierno. En estas condiciones, el nuevo proyecto deberá serlo de izquierda alternativa. Alternativa tanto al reformismo como al centralismo actualmente mayoritarios en el campo progresista.

Naturalmente, las actuales relaciones de hegemonía sólo podrán cambiar con una intensa lucha en el terreno de las ideas, tarea en la que la función del PCE es primordial. Pero tal función sólo podremos cumplirla con la regeneración de nuestra identidad comunista, por una humanidad sin clases y sin Estados, como un componente necesario de la izquierda plural que hay que impulsar.