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El recurso a las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA)

Cuando el embarazo no se produce con la celeridad esperada, se intuye la existencia de un problema, de que “algo no va bien” y se acude al ginecólogo. Pero al ginecólogo no se acude para “pedir un hijo”, sino para consultar sobre el cuerpo..
“...yo, al principio, pues, había ido el ginecólogo a una revisión normal y tal en el la cual no me detectaron nada. Entonces, al principio de todo, a mí no me interesaba quedarme embarazada y lo evité. Pero vamos, poco tiempo después fue cuando empecé a hacer ya mis cábalas y conté ya matemáticamente que a los nueve meses iba a tener un hijo....Y entonces empecé ya a preocuparme. Dejé pasar unos meses hasta que ya me parecía que aquello no era muy normal y fui al mismo médico que me había atendido en primer lugar...”(Cecilia)
Lo que se pide inicialmente es INFORMACIÓN sobre el problema en forma de diagnóstico, se quiere saber porqué no se produce el embarazo, si algo va mal en el cuerpo...Y lo que se encuentra es algo sensiblemente distinto: una dinámica fuertemente protocolarizada que interpreta la demanda de información como demanda de hijo y que arrastra, en ocasiones ante una actitud perpleja e impotente, en otras ante la de “con-vencimiento”.
“...la verdad que el tratamiento ha sido un poco forzado ..siempre desde que me dijeron, desde que me dí cuenta de que no me quedaba embarazada dije, aunque me lo haga todo para saber si puedo o no puedo tener hijos, yo nunca iré más allá, porque tampoco soy una persona que me guste mucho los niños...” (Ana)

“......el caso es que yo no me quedaba, en ese tiempo no me quedaba… Entonces allí, el mismo Doctor *** me habló… que claro, yo tenía una edad, que era bastante avanzada y sin haber una causa física, también es verdad que hay mujeres que tiene problemas de fecundidad, … que el nos aconsejaba el hacer una fertilización...”(Fernanda)

“...No ho vaig pensar. Va ser una cosa un poc.... nosaltres estàvem pensant en tindre un nano i bé va ser una cosa de què teníem problemes de què no se quedavem i vaig a dir al ginecòleg i el ginecòleg va dir: “Bé, t’envie al ***”, un poc ¿no? però com no era una cosa un poc imminent no pensava que anàrem a entrar en esta dinàmica ni moltíssim més ¿no? i ja quant a em van... no sé ja ens van dir que teníem que... bueno que entrava en inseminacions directament ¿no?... Me van fer proves, van vore que no n’hi havia res, però, bueno, ja teníem una edat en ixe moment eren trenta i tres anys...” (Luisa)
La ausencia de un discuso complejo sobre las TRAS reduce su imagen social a la del recurso que el progreso tecnológico pone a disposición de los estériles, ofreciéndoles la posibilidad de tener hijos. Las mujeres entrevistadas la conocen y comparten, pero también han descubierto otras caras de las TRAS, entre ellas la del sometimiento. La decisión de no utlizarlas se convierte en “la decisión de no tener hijos”. En este sentido, las TRAS se convierten en “UNA OPCIÓN OBLIGADA”, so pena de cargar con la culpa de tomar una decisión carente de legitimidad social.
“...como saben que está lo de la fecundación in vitro, que las parejas que no podían hasta ahora pues tienen una posibilidad, entonces piensan que si no los tienen es porque no quieres. Porque no quieres pasar por ese tratamiento, porque no saben lo mal que se pasa, entonces para ellos es una cosa natural, si te quedas sin hijos es porque te ha dado la gana. Antes no, antes no había más narices, pero ahora como está ésto, pues hay que pasar por eso, y si no tengo hijos, pues supongo que todo el mundo me echará toda la culpa a mí. Me la echo yo la primera no me la van a echar.,.” (Geles)
Los tratamientos TRAS se aplican siempre sobre la mujer. Esta ASIMETRÍA impide a las mujeres tomar la iniciativa en el abandono o en la no entrada en los tratamientos. Tan sólo si la pareja lo propicia, podrá hacerlo sin sentirse excesivamente culpable.
Las TRAS sitúan en la actuación sobre el cuerpo femenino la única posibilidad de eludir la esterilidad. Al ser la mujer la que ha de prestarse a los tratamientos, es ella la única que puede decidir si lo hace o no. Renunciar a ellos supone “decidir unilateralmente” no tener hijos, con la responsabilidad que ello comporta vivida en forma de culpa. Parece que dependa de su voluntad.
En un primer momento la referencia a la culpa se vincula a la causa de la esterilidad. Como ya nos han contado el “problema” causante de la esterilidad puede localizarse en la mujer, en el varón, en ambos, o en ninguno de los dos. Sea cual sea el diagnóstico, si es que existe, la intervención tecnomédica se va a centrar en el cuerpo de la mujer y en ningún caso el tratamiento va a suponer una intervención equivalente en el cuerpo del varón.
“...me resulta curiosa una cosa mm que en general preguntan pero ¿de quién es el problema? y de con todas las que he hablado, bueno tampoco son demasiadas ¿no? pero cinco o seis, vamos, que yo no tengo ningún problema yo a mi todas esas pruebas me han dado bien, el problema, pues, parece que es de mi marido entonces mm yo me siento como un poco conejilla de indias en el sentido de que nos están dando a nosotras el tratamiento hormonal cuando a lo mejor... no digo que no... que no lo tomemos ¿no? pero a lo mejor... porque no se prueba con los tratamientos para hombres no... no sé muy bien...”(Carmen)
Mujeres que no tienen ningún problema físico, si la causa está en su pareja y aunque la actitud de ésta sea la de “no te preocupes, soy yo el que no puede, y no pasa nada”, piensan: “claro pero yo sé que él podría si yo quisiera”.
La confianza en el progreso científico y tecnológico y , en este caso en los “avances médicos”, contribuye a reforzar esta imagen, que se ve inmediatamente matizada en cuanto reciben la información sobre las ESTADÍSTICAS DE ÉXITO Y FRACASO de las técnicas, y dramáticamente ensombrecida cuando su vida discurre entre un intento y otro, entre un tratamiento y otro diferente, para ver “si hay más suerte”
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“...entonces yo ahí ya empecé a ver las complicaciones que podía tener esto, hasta esa fecha yo estaba muy optimista...yo estaba en las mejores manos y con los mejores medios, entonces no iba a tener problema, no te planteas que puedas ser una mujer infértil...es algo que se puede solucionar y punto....”(Patricia)

... la ansiedad propia que te genera la intervención, que aunque no es nada siempre te… te genera un poquito de ansiedad, es decir… pues… los óvulos van a fecundar no van a fecundar, resulta que el… espermatozoide va ser compatible no lo van a ser… es decir hay… ellos no te explican nada, no te explican nada, entonces bueno tu preguntas y si te contestan, pero tienden a dar la misma información...” (Marisa)

“...cuando ya… cuando ya pasa, cuando ya… eso fue en verano la última fecundación, ya ahí te das cuenta que… bueno, ni ellos son dioses, porque no lo son, y ni pueden ser dioses o hadas madrinas, que van a conseguir deseos, ni ellos lo son, ni tu no tienes problemas, sino que tú si tienes problemas de… de fertilidad, entonces es cuando, por lo menos yo, me empecé a dar cuenta...de que tal vez no pudiera quedarme...” (Mª Jesús)
Las mujeres “saben” que a medida que aumenta la edad pueden aumentar las dificultades reproductivas, y esta creencia se convierte en “certeza objetiva” cuando ven que las instancias médicas consideran la edad como un elemento clave del diagnóstico y de las posibilidades de éxito del tratamiento. La referencia al tiempo es una constante en la narrativa de sus experiencias a lo largo de todo el proceso. El TIEMPO es un recurso escaso que hay que administrar cuidadosamente. Se puede “ahorrar”, existe el riesgo de “perderlo”, y si no se aprovecha bien “se acaba”.
“...tenemos...ya que correr, porque todo esto yo empiezo con 38 años a tener estos problemas, porque como anteriormente yo… me he dedicao a otras cosas en mi vida, y desde luego no ha embarazarme, y entonces empiezo con un… algún tratamiento, pero ya directamente, enseguida paso al IVI ." (Alicia) “yo tenía una edad, que era bastante avanzada y sin haber una causa física, también es verdad que hay mujeres que tienen problemas de fecundidad, … que él nos aconsejaba el hacer una fertilización...” (Concha)
A todas les apremia el tiempo, todas tienen prisa y sensación de que el tiempo se les escapa. Esta es una vivencia subjetiva compartida por todas y relativamente independiente de su edad concreta. Si las que tienen cerca de cuarenta años ven a las más jóvenes en una situación privilegiada, éstas no opinan lo mismo, ya que el transcurso del tiempo las aleja de lo que consideran la edad conveniente para tener un hijo y a la vez creen que se incrementarán sus problemas reproductivos con el paso de los años.
“...me da mucha rabia porque yo empecé con veinticuatro años y desde siempre o sea su frase favorita de todos los médicos –pero si es que eres muy joven– y yo dije ya es que mi ilusión es ser madre joven no ser madre a los cuarenta si yo hubiera querido ser madre a los cuarenta hubiera venido con treinta y ocho años y no hubiera venido ahora (risas) entonces nunca me han hecho demasiado caso ¿no? siempre –hay es que eres muy joven, es que eres muy joven– Entonces pues bueno no sé. Como ahora vaya y me diga es que eres muy joven le pegaré seguro (risas) porque lo estoy aguantando desde muy joven (risas). Soy vieja, he envejecido des de que estoy aquí. Pero bueno me imagino que me harán la próxima no sé cuándo porque como soy muy joven pues me darán otro año y pico de lista de espera para no perder la costumbre. Me da mucha rabia ¿no? porque piensas ¡jolín! si tuviera cinco años más me habrían dado fecha para dentro de tres meses pero bueno como soy muy joven pues puedo esperar un año y medio más no pasa nada.”(Rosario)
En las representaciones de las mujeres entrevistadas, las TRAS se inscriben en el campo de la ciencia y la tecnología y están por ello revestidas de las connotaciones de . Cuando comienzan su periplo por las TRAS matizan rápidamente su percepción y expectativa inicial. La eficacia es relativa, y la inmediatez en oeficacia, avance permanente, y mejora de la capacidad de ofrecer soluciones inmediatasbtener resultado inexistente. En el mejor de los casos es cuestión de tiempo y de paciencia, algo de lo que ellas no disponen, sobre todo, subjetivamente.
“Nosotros directamente nos fuimos a La Fe. Nada. Leyó la cartilla y a los tres meses o así pues me llamaron para la primera consulta. Y yo dije, bueno, eso fué… no me acuerdo de la fecha me parece que fue por fallas o así. Yo dije: "Nada, esto, en dos meses, embarazada". (risas) Y bueno, han pasado ya seis años. (risas) O sea, que lo de los dos meses, ni de casualidad." (Soledad) “Bueno me casé con 22, pero eso digo que llevamos va ha hacer ahora ocho años de casados, a los 6 años pues más o menos eso parece que ,no sé, o como ves a los demás los amigos, ves a los niños, pues parece que te pica, tampoco teníamos mucho interés, pues bueno, tenemos tiempo y nada, pues ya empezamos y a raíz de, eso fue con 28 cuando ya a raíz de un año pues no sé, como no me quedaba embarazada ...ahora estoy así, claro que tenga paciencia, pero me lo tomo con paciencia, pero claro se van pasando los años y bueno de la idea que más o menos te haces, pues no sale todo así como una se lo piensa, pero bueno, ya te digo que no..." (Teresa)
Son muchas las mujeres las que acaban o acabarán su experiencia sin tener un hijo, y las que lo consiguen es o será, en la mayoría de los casos, después de haber pasado por varios intentos y por técnicas distintas. Invierten varios años de su vida en una “carrera” vertiginosa y a la vez lenta, en la que no tienen tiempo que perder pero en la que necesitan tiempo para asimilar los diferentes pasos y experiencias.
"Como vemos que perdemos el tiempo que las inseminaciones no funcionan, pues vamos directamente a la fecundación, entonces según me voy informando y tal, parece ser que la fecundación, pues eso… tiene más posibilidades, entonces como tiene más posibilidades, entonces pues… lo que pasa es que no se oferta desde el principio, por varias razones: una porque siempre hay que pasar de las pruebas menos agresivas, de las pruebas más sencillas a las pruebas más complicadas... a mi la verdad es que me vino bien, porque de entrada cuando me dijeron: "fecundación", pensé yo que iba a fecundación, estaba un poco ansiosa, estaba un poco nerviosa, no… no sé, me parecía como que no… como que estaba preparada, que yo necesitaba ir más lenta… más lenta para asimilarlo, entonces pasé por las dos inseminaciones, pero… bueno, pero tal vez con una hubiera sido suficiente porque verdaderamente el porcentaje es bajo y por la edad que yo tengo, perdíamos tiempo." (Eva)
- En las representaciones de las mujeres se refleja la existencia de una SECUENCIA ORDENADA de técnicas a aplicar y tratamientos posibles que se sitúan en un eje que va de lo más simple a lo más complejo, combinado con la procedencia de los gametos (de cada uno de los miembros de la pareja o de donación de uno de ellos o de ambos), y que en general mantiene una relación ambigua con el problema identificado en forma de diagnóstico más o menos contundente.
“Yo creo que las decisiones ... ellos tienen un ritmo de trabajo y, además, lo sigo viendo ahora. O sea, todo el mundo empieza por, por unas inseminaciones. Cuando las inseminaciones no van, pues es una fecundación. Y cuando la fecundación no va, pues se recurre a donación de esperma, donación de óvulos, donación de, vamos, a... según el problema que tenga cada pareja, no sé cómo explicártelo..." (Inma)
Las TRAS no curan la infertilidad o la esterilidad, sino que se la saltan mediante un impresionante “apaño tecnológico”, yendo a resolver el síntoma o efecto (de los posibles y no necesariamente identificados problemas corporales), la ausencia de embarazo, la ausencia de hijo.

-El resultado de las PRUEBAS realizadas a varones y mujeres puede indicar en algunos casos por qué técnica se debe iniciar el tratamiento, o más bien de qué técnica se debe prescindir. Para que esta indicación sea clara el resultado de la prueba debe ser concluyente. Por ejemplo, no tiene sentido prescribir una inseminación artificial si se ha detectado en la mujer una obstrucción tubárica clara e irresoluble; la detección de una rotunda deficiencia en el esperma del varón “obliga” la prescripción del ICSI o el recurso al semen de donante; la ausencia de ovulación en la mujer requiere la donación de óvulos y ésta la fecundación in vitro, etc. Pero en la mayoría de los casos la información que aportan los resultados de las pruebas no es tan contundente. En cualquier caso, marcaría tan sólo el punto de inicio, con qué técnica se empieza, y no la secuencia posterior.

“...es que es lo que yo no entendía, me dicen que todo está a nivel de ecografías, a parte la prueba esta que me hicieron de la placa de matriz... y claro, no sé, me asustó, que no supieran darme otra solución, o sea otra solución, pues no, tenemos que hacerte esto y ya después de esto pues no sé lo que vendrá, y ya yo ahí pues no sé...era para saber pues por qué yo no me quedaba embarazada, saber que, cual, vamos cual es mi problema, porque ya te digo a nivel de las trompas y de los ovarios no tengo nada, dicen que está todo correcto que no hay ninguna obstrucción ... hay que hacerle esto, si no le hacemos esto no puedes tener familia, no lo sé...” (Rosario) “el problema muy sencillo, de hecho yo creí que esto iba a ser pues coser y cantar porque me dice el ginecólogo que el flujo es muy fuerte y queee mm... que mata ¿no? que mata a los... aaa los... a los espermatozoides. Entonces, pues, simplemente es eso. Entonces yo estaba feliz cuando vi que solamente era este problema. Yo decía, bueno, me quedaré embarazada enseguida porque ¡claro! te... te inseminan y es... no sé. Primero que el esperma que... que te preparan es el mejor y... te buscan el momento más fértil y no sé qué, aunque yo estaba feliz al principio porque yo creí que aquello era coser y cantar...El resultado en realidad fue muy distinto porque de seis veces, o sea, lo he intentado seis veces y no ha sido positivo en ningún caso...” (Beatriz)
A veces se encuentran ante la sorpresa, en absoluto infrecuente, de la obtención de un embarazo espontáneo después de haber pasado con éxito o sin él por sucesivos tratamientos y varias técnicas. La reacción ante estos casos es ambigua. Por lo general no conlleva un cuestionamiento de las TRAS, ni de su eficacia, ni de su necesidad.