Armonización de los colores

Es importante armonizar los colores. Como vemos en este ejemplo el mismo elemento del mismo color, al ser contrastado con fondos diferentes parecen cambiar su saturación y brillo.

 

 

 
 
 
Distintos fondos hacen parecer diferente un mismo color (verde o amarillo) en el primer término.

 

Armonizar: significa coordinar los diferentes valores que el color adquiere en una composición, de forma que todos los colores posean una parte común al resto de los que intervienen.

 

  • En todas las armonías cromáticas se pueden observar tres colores:
  • Tono dominante: es el más neutro y de mayor extensión. Su función es destacar los otros colores que conforman nuestra composición.
  • Color tónico: que normalmente es un complementario del dominante, es el más potente en color y valor.
  • De mediación: actúa como conciliador y a modo de transición de los anteriores. Suele tener una situación en círculo cromático próxima a la del color tónico.

Contraste: se produce cuando en una composición los colores no tienen nada en común:

 

  1. Contraste de tono: cuando utilizamos diversos tonos cromáticos. Ejemplo: colocar un gris medio sobre fondo negro y otro sobre fondo blanco. El de fondo blanco parecerá un gris más oscuro que el otro (aunque sean iguales)


Equilibrio: radica en la ponderación de masas, intensidades y valores.
  • Las masas se equilibran por el principio de la ley de áreas o fondos: cuanto más grande sea el área a cubrir, tanto menos saturado debe ser su color y cuanto más pequeña sea aquélla tanto mejor lo acepta en su pureza o máxima intensidad.
  • Los colores de análoga intensidad se equilibran en áreas iguales o parecidas, pero cuando se añade a uno de esos esquemas un color más intenso, éste tendrá que serlo en menor cantidad para que el equilibrio del conjunto no se rompa.
  • Los brillos se equilibran de igual modo: una pequeña área oscura equilibra una gran zona clara y, por el contrario, una pequeña masa clara compensa el peso de una gran masa oscura.