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¿Por qué no ahorramos en España?

Las tasas de ahorro familiar en España nunca han sido elevadas. Tras la llegada de la crisis económica estas han caído todavía más. Te explicamos la importancia del ahorro en la política económica. 

28 de de gener de 2016

Entre los europeos, los españoles estamos en los niveles más bajos de ahorro situándonos al nivel de países como Polonia, Italia y Rumanía.

La historia, años atrás empezaba a ser diferente. La coyuntura en la que desarrollaron los agentes económicos sus proyectos entre 1999 - año de inicio del euro- y 2007 fue muy favorables.

Pero, tras los cambios que empezaron a producirse en 2006 en forma de un endurecimiento de las condiciones de financiación, la historia empezó a ser muy distinta.

Ante la falta de financiación, las cargas financieras de intereses y amortización se hicieron insoportables para muchos hogares y empresas. El resultado: una fuerte contracción del gasto del sector privado.

A día de hoy la recuperación económica se está apoyando en un aumento del consumo. Esa mayor propensión al gasto de las familias implicó que el año pasado tiraran de nuevo de sus reservas.

En 2014, La tasa de ahorro de los hogares se situó en el 9,8% de su renta disponible, seis décimas menos que en el año anterior. Son datos extraídos de las cuentas trimestrales no financieras de los sectores institucionales que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE)

El mismo INE apunta que el ahorro total generado por los hogares en 2014 ascendió a 67.489 millones de euros.

Con los datos encima de la mesa te explicamos cuales son las características del ahorro en España

 

Doble efecto

La mayoría de expertos ven dos motivos que explican el comportamiento de las familias respecto al ahorro. Cada uno de ellos se centra en dos segmentos de la población diferenciados según su capacidad adquisitiva.

Por un lado, las rentas bajas, lastradas por la crisis económica,  tras sufrir los efectos de la congelación/devaluación salarial utilizan, el ahorro para llegar a final de mes. En el otro lado, las rentas medias y altas utilizan el dinero que ya habían guardado para gastar. Lo hacen por las buenas expectativas de que la recuperación económica se consolide.

Entre las razones por las que ahorramos, ‘poder hacer frente a imprevistos’ es la más común. También la jubilación y los estudios son otros de los grandes motivos por los que se decide apostar en esta partida.

No obstante, no todos creen que esta tendencia se cumple. Este es el caso Aegon, uno de los mayores grupos de seguros de vida y pensiones. En su estudio, ‘Preparación para la jubilación en España’, Aegon afirma que  muchos españoles no ahorran para la jubilicación a pesar de ser conscientes de la importancia de según advierte el último.

Desconocimiento 

Los fondos de inversión, los están poco extendido entre las familias a la hora de tomar una decisión de ahorro.

Según un estudio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, las características del hogar, la riqueza neta es la que más afecta a la decisión inversora y  la educación del cabeza de familia, son los factores más influyentes en la toma de decisiones.

Percepción negativa

Al poco conocimiento del uso de los activos financieros cabe añadir la mala imagen que existe de ellos entre la población que esta poco familiarizada con él. Este estigma se explica mejor tras los recientes casos como las preferentes en España o la salida a Bolsa de Bankia. 

Quienes y como ahorramos

El porcentaje de consumidores en España que consigue ahorrar mensualmente entre un 5% y un 30% de sus ingresos ha subido este año 2,4 puntos. Se sitúa, por tanto, en 42% en 2015. respecto al 39,6% en 2014. Son datos extraídos del informe Los españoles ante el ahorro y la jubilación del Instituto Aviva.

 

El ahorro y el crecimiento demográfico

Según un estudio del Instituto Español de Análisis financiero el envejecimiento afectará a los patrones nacionales de ahorro y endeudamiento y, con ello, al destino y el tamaño de los flujos de capital mundiales.

En esta monografía, ‘España ¿Un país de Ahorradores?’ se afirma que el envejecimiento repercutirá en las presiones sobre la deuda soberana, propiciando cambios drásticos en el ranking de credito entre las economías desarrolladas y las emergentes.

Entre las conclusiones está que la necesidad de nuestro país es el cambio “de mentalidad, desde un país de endeudados a un país de ahorradores, y es importante que quienes dirigen las instituciones financieras del estado sean plenamente conscientes de este cambio, y de las razones que subyacen al mismo”.