Distribución y características generales: Ciervo, gamo, corzo
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Tamaño: En ciervo y gamo, unidades entre 1,0-2,5 de largo y 0,8-1,4 cm de ancho. Las de gamo usualmente más cortas (82-91% de la longitud de las de ciervo) pero de anchura similar. Existe dimorfismo sexual: los excrementos de la hembra tienden a ser más pequeños (74-98% del tamaño de los del macho). Los excrementos de corzo más pequeños (entre 0,7-1,4 de largo y 0,7-1,0 cm de ancho), pero atención si los ciervos o gamos son juveniles. Los excrementos pueden hincharse con la lluvia y la nieve, por lo que pueden parecer más grandes de lo que realmente son.
Color: De color negro brillante si son recientes; parduscos o blanquecinos cuando se secan. La tonalidad más clara puede deberse también a la ingestión de sales minerales.
Morfología típica: Cilíndricos, a menudo con un extremo terminado en punta y otro redondeado o ligeramente cóncavo (los de las hembras son más redondeados). En una misma defecación se pueden observar excrementos de diversas morfologías, e incluso pueden aparecer deformados si el grupo de excrementos está cohesionado. Las heces hidratadas suelen tener grietas en la superficie o estar parcialmente disgregadas.
Composición: Fibras vegetales finamente trituradas.
Número, ubicación y distribución: Las unidades suelen aparecer en grupos dispersos, generalmente no cohesionados. Excrementos dispersos por el área de campeo (p.e., las praderas donde se alimentan), pero a veces pueden verse regueros de excrementos por las sendas por las que transitan en el interior del bosque.
Confusiones: Se parecen mucho a los excrementos de ovejas y cabras, de los que pueden distinguirse sobre todo por las localidades y hábitats donde se encuentran estos últimos (normalmente áreas más humanizadas o sierras con relieves rocosos).
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