CONT. (2): La  Carta esférica

Los personajes, principalmente el  femenino Tánger Soto ("tan serena y segura de sí que no parecía un ser humano... se preguntó cuántas generaciones de mujeres eran necesarias para mirar de ese modo") queda plasmada como prototipo de la ausencia de sentimientos y cuando afloran, muy tarde, dentro de la narración, quedan reducidos a instintos que una vez satisfechos no dejan la más ligera huella. Hay rasgos que también aparecen en alguna otra novela: resalta la inteligencia fría, la dedicación al estudio, el afán investigador, el rigor de los conocimientos, seguridad en su propia empresa, la dureza de su temperamento y su ambición desmedida que la priva de toda capacidad para corresponder o repartir con los demás lo conseguido con ellos, lo que lleva incluso a la traición y al engaño. Los masculinos cuentan con una mayor variedad, los principales se agrupan en dos frentes. Al lado de la protagonista encontraremos a un marino tosco y sin barco: "Coy  es como se llama, no era un hombre sociable... eso con algunos libros y una visión precozmente lúcida de los ángulos oscuros del ser humano lo habían llevado desde muy temprano al mar" [...] "Coy no era en extremo inteligente, leía mucho pero sólo del mar. Sin embargo había pasado su infancia entre abuelas, tías y primas, a orillas de otro mar cerrado y viejo, en una de esas ciudades mediterráneas donde durante miles de años las mujeres enlutadas se reunían al atardecer para hablar en voz baja y observar a los hombres en silencio. Todo eso le había dejado un cierto fatalismo atávico, un par de razonamientos y muchas intuiciones". Se siente fatalmente atraído por Tánger como aquellos marinos que, según Homero, eran atraídos  irresistiblemente por las Sirenas. Llega a desearla con tal empeño, como si lo empujara una fuerza fatal, que le dispone a aceptar su  propia supeditación a la mujer que desea y en cierto modo ama. También formará parte del reducido grupo Timonel, un patrón-capitán-marinero-buzo y todo lo que sea menester, dedicado a la búsqueda en el mar de todo aquello que le permita vivir. En contra aparecerá un individuo corpulento, de coleta gris... ojos verdosos, perfil agresivo, nariz grande y aire arrogante que se llamará Nino Palermo, dueño de Deadman’s Chest, una empresa dedicada al rescate de buques hundidos y salvamento marítimo con sede en Gibraltar. Se hace acompañar principalmente por un antiguo suboficial de la marina argentina, medio enano, denominado Kiskoros.
Decía más arriba que esta obra de Pérez-Reverte puede precisar, en algún momento, tesón para continuar con su lectura, se hacen largos y tediosos los relatos, parece que sobran páginas. Sin embargo hay un momento en que despierta el interés por el desenlace y sientes como lector el fracaso de tus pronósticos. Pérez-Reverte tiene, en ésta como en otras bellas páginas, magníficas descripciones, recreaciones e invenciones dotadas de la originalidad que nace del leer, él dirá que "con el libro y el velero tengo suficiente". "Con la literatura, sigue diciendo, multiplico la vida por cien mil y hago cosas que ya no puedo hacer o que nunca haría: puedo asesinar, puedo ser banquero, puedo ser buscador de tesoros, puedo ser mujer... Jugar con todos esos elementos es emocionante para mí, que suelo decir que puedo ser homo sapiens u homo faber, pero sobre todo lo que soy es homo ludens. Y el juego incluye ser pirata, navegante, marino, amante... tener horror, no creer; o creer. 
Respecto a La carta esférica dice el propio autor: "a mi me gusta jugar con la carta náutica, y con la cartografía y las coordenadas... Es un placer. O sea, yo soy el lector principal. Es cribo para mí. Si eso lastra a veces, pues lo siento por el lector; que juegue o que no juegue. Utilizo una milésima parte del material que manejo: mis novelas no son tratados de nada. En La carta esférica hay astronomía, navegación, historia, los jesuitas, arqueología submarina, mil cosas; y no es un tratado de eso". Tampoco nosotros, como el autor, queremos perder de vista los libros que contienen historias del mar, de naufragios y de barcos perdidos y no vamos a cerrar el libro hasta que termine esta aventura.

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