Purificación Ribes
Fue Purificación Ribes
«alumna aventajada» en todos los sentidos que la expresión
contiene, incluso en su acepción más convencional. Y eso
juega a su favor. Ella ha hecho que esa característica suya se convierta
-no siempre sucede así- en un patrimonio inestimable, que el tiempo
futuro se encargará de valorar y de premiar.
Hay mucha paciencia en este
inteligente ensayo. Hay paciencia y talento. Compruebo, orgulloso, cómo
algunas de las ideas que hace tiempo constituían el centro de mi
preocupación académica, han tomado forma, y han crecido bajo
la atenta mirada de su autora.
Si hay algo digno de ser destacado es el hecho de que esta línea de investigación no se produce como algo aislado, como un fin en sí misma, como algo que ya haya tocado fondo. Este libro es muy coherente. Responde a una línea de trabajo en la que todos los miembros del Instituto Shakespeare estamos incluidos. Visto desde esta perspectiva, presentar este trabajo es algo muy natural, ya que Julius Caesar: la retórica es sólo una pequeña parte de lo que la profesora Ribes estudia, una pequeña parte de nuestro trabajo colectivo en tomo a la teoría y práctica de la Retórica. Día a día, en nuestro Instituto se abordan cuestiones sobre teoría y práctica de la traducción. Día a día, se plantean problemas a resolver no sólo por nuestro colectivo de filólogos sino por nuestro Seminario de «traducción actoral», donde directores de carne y hueso y actores aprovechan todos y cada uno de los esfuerzos investigadores de nuestro Instituto.
Lo que Purificación Ribes nos presenta no es pues un libro de compromiso, una publicación precipitada. Muy al contrario: estamos ante un trabajo que se defiende solo y que avala la calidad de su autora.