![]() |
![]() |
3 |
![]() |
ACTO III,
ESCENA
4.ª
|
91
|
DESDÉMONA.
|
Entran Yago y Co$sio.
Ahí
llegan
Cassio
y mi marido.
No
queda otra
manera. Es preciso que ella actúe.
Estáis de suerte. Pedídselo vos mismo. ¿Qué noticias tenéis, buen Cassio? ¿Algo nuevo? Nada nuevo, señora, sino mi
antigua
súplica:
que
por mediación vuestra pueda
yo
existir de nuevo; ser, como siempre, merecedor del afecto de Othello, a quien con toda el alma estimo. No puedo soportar tan
larga espera.
mis súplicas no parecen encontrar el oportuno eco. Mi señor ya no es mi señor, tanto ha cambiado que, si su aspecto fuera como su espíritu, ni siquiera yo misma podría reconocerle. Tan cierto como que los santos del cielo me protegen es el hecho de que intercedí por vos, insistiendo hasta convertirme en blanco de su enojo, por la franqueza de
mis
palabras. Tened paciencia que haré lo que esté en mi mano, más de lo que por mí misma haría. Y que esto os baste. ¿Está enojado mi señor?
Salió de aquí hace un instante,
y, a
decir
verdad, con una extraña agitación.
|
|
|
![]() |
![]() |
3 |
![]() |