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¿Es esta vuestra voluntad? Hablad, señor. Preparad mis [caballos.
Ingratitud, demonio con corazón de mármol, más horrendo que el monstruo marino, cuando te manifiestas en los hijos.
ALBANY. -
Señor, os ruego que ten
[gáis paciencia.
LE~. Mentís, buitre maldito.
(A Gonerili.]
Mi séquito es de hombres elegidos con singulares méritos;
y que conocen sus obligaciones a la perfección,
que con cuidado escrupuloso
mantienen la honra de su nombre.
¡ Oh! j Cuán pequeña la culpa que en Cordelia horrenda [parecía!
Arrancó como una rueda de tormento las fibras de mi ser
de sus propias raíces; sacó el amor que hubo en mi corazón,
y lo colmó de hiel. ¡ Oh, Lear, Lear, Lear!
Llama a la puerta que permitió la entrada a tu locura
y escapar a tu juicio. Y vosotros, mi gente, ¡ partid!
[Salen Kent y caballeros.1

ALBANY.
My lord, no soy culpable pues ignoro
lo que os enoja.
LEut.
Puede que sea así.
Escucha, Naturaleza, diosa venerada, óyeme! Revoca tu propósito, si era tu intención hacer fecunda a esta criatura.
Llena su útero de esterilidad, quede yermo su vientre, que de su cuerpo degradado nunca surja
un fruto que la honre. Y si ha de concebir, sea un hijo del odio, que viva para ella como un tormento perverso y desnaturalizado. Y que su frente joven se le llene de arrugas y un torrente de lágrimas abra surco en su rostro; que su dolor y el gozo de ser madre
no encuentren sino escarnio y odio,

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