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Su copetazo pelusa,
si tafetán su testuzo,
sus mejillas mucho raso,
su bozo poco velludo;
116
dos espadas eran negras
a lo dulcemente rufo
sus cejas, que las doblaron
dos estocadas de puño.
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Al fin en Píramo quiso
encarnar Cupido un chuzo,
el mejor de su armería,
con su herramienta al uso.
124

Comentarios:

Observemos cómo Góngora ha usado tanto las cejas de Tisbe como las de Píramo para describir simbólicamente la psicología de los protagonistas: las cejas de Tisbe simbolizaban el suave yugo que imponía a sus admiradores, al tiempo que no eran como el arco iris, es decir, no propiciaban el cese de los llantos. Las cejas de Píramo son como espadas negras dobladas por una estocada de puño, lo que simboliza un ataque inesperado y a la vez inofensivo, es decir, las pillerías de un pícaro.

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