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EL CONDE-DUQUE DE OLIVARES
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En 1621 George Calvert, un consejero del rey Jacobo I de Inglaterra, fundó una colonia en Terranova, bajo el gobierno de John Mason, que elaboró el primer mapa completo de las costas de la isla, pero la colonia no sobrevivió mucho tiempo, a causa del mal clima.

Por otra parte, un poeta escocés llamado William Alexander, que había sido preceptor de los hijos del rey, obtuvo del monarca el permiso para colonizar la península que los franceses habían bautizado como Acadia, pero que él decidió llamar Noua Scotia (Nueva Escocia, un nombre muy razonable para el territorio situado al norte de Nueva Inglaterra). En las décadas siguientes, ingleses y franceses se disputarían la región.

El parlamento inglés acusó a Francis Bacon de haber aceptado sobornos, a raíz de lo cual perdió su cargo de gran canciller y fue encarcelado. El rey Jacobo I lo indultó, aunque quedó excluido de la vida pública.

Álvaro de Bazán, el marqués de Santa Cruz, dirigió varias expediciones exitosas contra los piratas berberiscos.

El sha de Persia, Abbás I, había reorganizado su ejército con la ayuda de dos hermanos ingleses, Anthony y Robert Sherley. Ese año tomó Kandahar al gran mogol de la India y expulsó a los portugueses de Ormuz.

El rey Gustavo II Adolfo de Suecia se había dotado también de un poderoso ejército. Reclutado exclusivamente entre suecos y con una disciplina religiosa muy estricta (las tropas marchaban cantando salmos), estaba provisto de material de primera clase: mosquetes y cañones móviles tirados por caballos. Su país seguía en guerra con Polonia, ya que el rey Segismundo III seguía reivindicando su derecho a la corona sueca, así que Gustavo II Adolfo decidió probar su potencia militar contra los polacos. Pronto tomó Riga y la costa de Livonia.

Polonia estaba luchando contra los turcos, que atacaban sus fronteras dirigidos por el sultán Osmán II en persona, pero Segismundo III pudo resistir el ataque al tiempo que recuperaba Riga y emprendía una campaña para reconquistar Livonia. Los suecos ensayaron nuevas estrategias que más tarde crearían escuela, basadas en agrupar los soldados en grupos reducidos para favorecer la movilidad de las tropas y reducir las pérdidas.

Grocio logró escapar de su prisión en las Provincias Unidas y huyó a Francia, donde fue protegido por el rey Luis XIII.

Thomas Middleton estrenó Women beware women, así como The pilgrim, en colaboración con John Fletcher. Pero el éxito del año en Inglaterra fue La anatomía de la melancolía, escrita Robert Burton bajo el pseudónimo de Democritus Junior. Es una compilación de autores griegos y latinos escrita con un gran sentido del humor y que incluye numerosas descripciones y anécdotas sobre los autores clásicos.

Lope de Vega publicó La Filomena y La Andrómeda, de temas clásicos. La primera incluye una novela corta de estilo italiano titulada Las fortunas de Diana, dedicada a Marcia Leonarda (su último amor, Marta de Nevares).

Quevedo había regresado a la corte, pero en 1622 fue condenado nuevamente al destierro, ahora por sus implicaciones en los asuntos del duque de Osuna, que seguía en prisión.

El emperador Fernando II se casó con Leonor, hija del duque de Mantua Vicente I Gonzaga.

Johannes Kepler fue nombrado matemático de la corte del emperador.

Ese año murió el duque de Parma Ranucio I, que fue sucedido por su hijo Eduardo.

El sultán Osmán II trató de modernizar el ejército otomano, pero los jenízaros se oponían a cualquier modificación en manteria militar, así que se rebelaron y lo derrocaron. El sultán fue sustituido por su tío Mustafá I y poco después fue estrangulado por orden del visir Daud Bajá.

En Ormuz murió el navegante inglés William Baffin.

En Abisinia murió el jesuita Pedro Páez, probablemente de malaria, poco después de haber convertido al catolicismo al rey Susenios. No se sabe dónde está enterrado, pero se conserva un libro suyo escrito en portugués con mucha información sobre Abisinia. Desde la antigüedad, el nacimiento del Nilo era una cuestión que había intrigado a los geógrafos, ya que las numerosas cataratas que hay en su curso hacían muy difícil remontarlo, y nadie había llegado hasta sus fuentes (al menos, nadie que luego hubiera regresado para contarlo). En teoría, Páez desveló parte del misterio, ya que estuvo en el nacimiento del Nilo Azul, pero en la práctica no desveló nada, porque nadie leyó su libro y el enigma siguió siéndolo durante mucho tiempo después de su muerte.

Los recelos del jefe Opechancano contra los colonos de Virginia lo llevaron a tomar la decisión más insensata que jamás podría haber tomado: el 22 de marzo, en un ataque por sorpresa, sus hombres se lanzaron sobre la colonia matando indiscriminadamente hombres, mujeres y niños. Murieron trescientos cuarenta y siete ingleses, aproximadamente un tercio de la población, mientras que el resto pudo rechazar el ataque.

El Papa Gregorio XV canonizó a san Ignacio de Loyola, san Francisco Javier, san Felipe Neri y a santa Teresa de Jesús. Además creó cardenal al obispo Jean Armand du Plessis de Richelieu y fundó la congregación de Propaganda fide, que ya había sido proyectada por Clemente VIII y que estaba dedicada a buscar la reconciliación con la Iglesia Ortodoxa y a detener los avances de la Reforma.

El Papa medió también en un conflicto diplomático: cuando España envió su ejército en apoyo del emperador Fernando II contra la rebelión de Bohemia, el gobernador de Milán ocupó el valle de la Valtelina, de gran importancia estratégica en la comunicación entre Italia y Austria. El valle había pertenecido a Milán hasta que un siglo atrás fue ocupado por los grisones, que, sin formar parte de la Confederación Helvética, eran aliados de los suizos. Pero los grisones eran calvinistas y la población del valle era católica, así que ésta recibió complacida la ocupación española. Los grisones reclamaron el apoyo francés, y la diplomacia francesa, con la mediación papal, logró que el conde de Olivares se comprometiera a retirarse del valle.

Thomas Middleton estrenó la tragedia The changeling, sobre los efectos psicológicos del crimen.

Van Dyck marchó a Italia a completar su formación como pintor.

En abril, Diego Velázquez marchó a Madrid con la intención de introducirse en la corte de Felipe IV. Allí se hizo amigo de Luis de Góngora y pintó su retrato. No obstante, en la corte nadie le hizo caso y tuvo que volver a Sevilla.

El 27 de abril, los príncipes protestantes Ernesto de Mansfeld y el margrave Jorge Federico de Baden-Durlach derrotaron al conde de Tilly en Wiesloch.

En los Países Bajos, Ambrosio de Spínola se apoderó de Jüllich y puso sitio a Bergop-Zoom, aunque tuvo que retirarse cuando llegó Mauricio de Nassau junto con Ernesto de Mansfeld.

El 5 de junio, el conde de Tilly logró una victoria aplastante en Wimpfen contra el margrave de Baden-Durlach, y el 20 de junio derrotó a Cristián de Brunswick en Höchst.

El 10 de agosto, Ferdinando Gorges y John Mason obtuvieron el permiso del rey Jacobo I de Inglaterra para fundar una colonia en Nueva Inglaterra, que recibió el nombre de Maine.

El 19 de septiembre Tilly aceptó la rendición de Heidelberg y el 2 de noviembre Mannheim se rindió ante las tropas imperiales. En enero de 1623, el emperador Fernando II transmitió al ducado de Baviera la condición de electorado que hasta entonces había ostentado el Palatinado.

Los neerlandeses tomaron la ciudad de Pernambuco, en Brasil, desde donde iniciaron su expansión por la región.

Cuando los Países Bajos se sublevaron contra España, contaron con el apoyo de Inglaterra, pero ahora Inglaterra y las Provincias Unidas rivalizaban por el control del comercio con las Indias Orientales, así que el rey Jacobo I de Inglaterra decidió aliarse con España. Para estrechar las relaciones entre ambos países, envió a Madrid a su hijo Carlos, el príncipe de Gales, que cumplía entonces veintitrés años, acompañado del conde de Buckingham (previamente ascendido a duque de Buckingham) con el propósito de negociar el matrimonio del príncipe con María, la hermana del rey Felipe IV, de diecisiete años.

Los españoles ofrecían una cuantiosa dote, pero a cambio exigían que los hijos del matrimonio fueran educados por su madre en la religión católica. Por su parte, los ingleses pedían ciertas ventajas políticas que "casualmente" desaparecieron del documento final que se les presentó para su aprobación. Al descubrir este "error u omisión", el príncipe y el duque regresaron indignados a Inglaterra. Buckingham se convirtió entonces en la voz principal del partido antiespañol.

Ese año murió el duque de Lerma.

El entusiasmo inicial con que había sido recibido el conde de Olivares empezaba a desvanecerse a medida que trataba de obtener recursos para la guerra de los Países Bajos. Las cortes castellanas aprobaron un importante presupuesto para financiar la guerra, pero que era mucho menos de lo que el conde había solicitado; tras muchas negociaciones, las cortes aragonesas aprobaron una leva de soldados; a base de amenazas, las cortes valencianas también aportaron una considerable suma; Cataluña dio un gran recibimiento a Olivares, pero no soltó ni una libra. Olivares escribió al rey:

Tenga V.M. por el negocio más importante de su monarquía el hacerse rey de España; quiero decir, Señor, que no se contente con ser rey de Portugal, de Aragón y de Valencia, y conde de Barcelona, sino que trabaje y piense por reducir estos nervios de que se compone España al estilo y leyes de Castilla; que si V.M. lo alcanza será el príncipe más poderoso de la Tierra.

Con "el estilo y leyes de Castilla", Olivares se refería al estado de sumisión en que Castilla se encontraba desde la revuelta de las comunidades, reprimida durante el reinado del emperador Carlos V. La poca colaboración de Cataluña y los otros reinos españoles se debía en parte a que la nobleza castellana copaba los altos cargos, y no estaba dispuesta a renunciar a ellos, de modo que Olivares estaba pidiendo que todos arrimaran el hombro aunque sólo los castellanos se beneficiaran de los resultados.

El 1 de mayo, el ahora conde palatino Federico V firmó un armisticio con el emperador. Fue proscrito del Imperio, y el Palatinado quedó bajo el gobierno directo del emperador, aunque éste lo confió al nuevo príncipe elector Maximiliano I de Baviera. Sin embargo, algunos príncipes protestantes continuaron la lucha por su cuenta.

El 6 de agosto, el conde de Tilly obtuvo una nueva victoria aplastante en Stadtlohn contra Cristián de Brunswick.

Un jesuita llamado Marin Mersenne, que vivía en el convento de la Anunciación de París, publicó dos artículos contra el ateísmo y el escepticísmo: L'usage de la raison y L'analyse de la vie spirituelle. A continuación se disponía a escribir contra la magia, pero un monje le cuestionó si eso no sería contrario a las Escrituras, así que escribió las Questiones celeberrime in genesim, que incluye argumentos contra la magia basados en el Génesis.

En Roma murió el Papa Gregorio XV, y fue sucedido por el cardenal Maffeo Barberini, de cincuenta y cinco años, que adoptó el nombre de Urbano VIII. Galileo recibió la noticia con alegría, ya que el cardenal Barberini siempre había destacado como uno de sus admiradores y protectores. Precisamente estaba a punto de publicar un libro titulado Il saggiatore (el ensayista) y se apresuró a dedicárselo al nuevo pontífice.

El libro es una de las mejores piezas de la literatura italiana de la época. Galileo trata de forma amena una gran diversidad de temas sobre la naturaleza y los métodos para estudiarla. El pasaje siguiente es famoso:

La filosofía está escrita en este gran libro, el Universo, que está siempre abierto a nuestra vista. Pero el libro no puede ser entendido a menos que uno aprenda primero su lenguaje y sea capaz de leer los caracteres en que está escrito. Está escrito en el lenguaje de las matemáticas, y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es humanamente imposible entender una sola palabra de él; sin ellas uno está vagando en un oscuro laberinto.

Todavía hoy en día hay quien cree que puede saber (e incluso opinar) algo sobre el Universo sin saber matemáticas, y es que la Edad Media no acaba de acabar. Entre otros asuntos, Il saggiatore refutaba las afirmaciones del jesuita Prazio Grassi sobre la naturaleza de los cometas. A pesar de no tener razón, su retórica era aplastante y su reputación de sabio se multiplicó a la par que el número de sus enemigos humillados.

La literatura italiana de la época no estaba muy boyante. Destacaba un poeta que vivía en París bajo la protección de María de Médicis. Se llamaba Giambatista Marino, y tenía ya cincuenta y cuatro años. Ahora publicaba su obra maestra, un poema en veinte cantos titulado Adonis.

Un poeta hugonote llamado Théophile de Viau fue acusado ante el parlamento por la publicación de su Parnaso satírico, y fue encarcelado a la espera de juicio. Por esta época el rey Luis XIII firmó con los protestantes el tratado de Montpellier, por el que se reconocían las reivindicaciones del duque de Rohan.

John Webster estrenó La duquesa de Amalfi, sobre las persecuciones que sufrió la duquesa por haberse casado con su mayordomo. Thomas Middleton publicó The Spanish gipsie, basada en La gitanilla, una de las novelas ejemplares de Cervantes.

Lope de Vega estrenó El mejor alcalde el rey: Don Tello rapta a la novia de uno de sus labradores, el cual pide justicia al rey Alfonso VII. Éste obliga a don Tello a casarse con la muchacha y, a continuación, lo manda ahorcar.

Luis de Góngora tenía ya sesenta y un años. De esta época datan unos magníficos sonetos sobre la brevedad de la vida y la proximidad de la muerte, así como otros tantos suplicando ayudas económicas al conde de Olivares y reclamando después una pensión que éste le concedió, pero que no le pagaban, al parecer por cuestiones burocráticas.

Un joven autor de veintitrés años llamado Pedro Calderón de la Barca obtuvo una buena acogida con su comedia Amor con honor y poder, que inició una carrera imparable de éxitos teatrales.

Velázquez viajó a Madrid por segunda vez, pero esta vez iba debidamente asesorado sobre cómo mover los hilos adecuados para llegar hasta el rey. Pintó su retrato y poco después, en octubre, fue nombrado pintor de cámara.

A Virginia llegaron nuevos hombres bien armados. Los supervivientes del salvaje ataque de Opechancano del año anterior no lo olvidaron, y desde entonces los colonos realizaban tres incursiones al año en las que mataban a todos los indios que encontraban y destruían sus cosechas.

El sha de Persia Abbas I invadió Iraq y tomó Bagdad. El sultán Mustafá I no tardó en ser derrocado por Murat IV, pero no pudo evitar que Abbas I conservara Iraq bajo su dominio.

En Japón, el shogun Tokugawa Hidetada abdicó en su hijo Iemitsu, que intensificó las disposiciones contra los extranjeros. El año anterior ya había decretado la persecución de los misioneros cristianos; concentró a los comerciantes neerlandeses en una isla y confirmó a ingleses y portugueses la prohibición de comerciar en el país.

En 1624 el rey Jacobo I de Inglaterra decidió que Virginia dejara de ser una propiedad privada para convertirse en una colonia real, de modo que quedaba bajo su soberanía como cualquier otro territorio inglés. (Hasta entonces, cuando los españoles se le habían quejado de que Inglaterra estuviera ocupando territorio americano, el monarca se había excusado alegando que él no tenía nada que ver con la colonia, pero, tras el desaire diplomático hacia su hijo, ya no tenía motivos para mantener las formas.) Los conflictos de los colonos con los indios le habían dado la excusa perfecta para "ofrecer" a la colonia la protección de la Corona.

Ese año murió el dramaturgo inglés John Webster. Thomas Middleton publicó La partida de ajedrez, una sátira antiespañola que fue prohibida a petición del embajador español.

El rey Felipe IV de España había indultado al duque de Uceda, pero se le abrió un nuevo proceso que lo llevó de nuevo a prisión, donde murió. También murió en prisión el duque de Osuna. Su hijo, Juan Téllez-Girón, fue enemigo acérrimo de Olivares durante toda su vida.

Lope de Vega publicó La Circe, de tema mitológico, que incluye la novela corta Guzmán el Bravo.

La situación económica de Luis de Góngora era desesperada. Lleno de deudas, su ropa y su coche están tan deteriorados que procuraba no salir de casa, haciéndolo tras la puesta del sol, siempre que era posible.

Frans Hals estaba pintando algunos de sus mejores retratos. El año anterior había pintado el de Yonker Ramp y su novia, y ahora El caballero sonriente, que es considerado una obra clave de la pintura universal.

El año anterior había entrado al servicio de la Compañia Neerlandesa de las Indias Occidentales un navegante llamado Pieter Pieterszoon, más conocido como Piet Heyn. Ahora derrotaba en Salvador a la armada española, que trataba de impedir las actividades comerciales neerlandesas.

Los comerciantes portugueses abandonaron definitivamente Japón, mientras los ingleses se veían obligados a clausurar sus establecimientos en las islas. Los neerlandeses conquistaron la ciudad de Bahía, en Brasil, y fundaron también la ciudad de Anping en la isla de Formosa, en la que los portugueses no habían logrado establecerse anteriormente.

En abril, el cardenal Richelieu ingresó en el consejo del rey Luis XIII de Francia.

Aunque la guerra contra los protestantes alemanes podría haber acabado con la toma del Palatinado, el emperador Fernando II quiso aprovechar su supremacía militar para imponerse también sobre los príncipes del norte, ahora que todo el sur del Imperio estaba en su poder. Los príncipes protestantes se agruparon en torno al más poderoso de todos, que no era sino el rey Cristián IV de Dinamarca (que técnicamente era súbdito del Imperio, ya que la casa de Oldenburgo poseía los ducados de Schleswig y Holstein desde mucho antes de acceder a la Corona danesa). El rey envió extraoficialmente un ejército al norte de Alemania, pero fue derrotado por Wallenstein, que en junio recibió el título de duque de Friedland.

La guerra había favorecido la aparición de caudillos mercenarios que cobraban un tributo a los territorios que ocupaban a cambio de "protección". Wallenstein era el más famoso de todos (famoso por pagar bien), pero había varios centenares de tales "condotieros" que a menudo escapaban a la autoridad de los príncipes y sembraban el caos por donde pasaban.

Un incendio destruyó la ciudad noruega de Oslo, y el rey Cristián IV la reconstruyó con el nombre de Cristiania.

En agosto Richelieu se convirtió en el primer ministro del rey Luis XIII. Mientras Catalina de Médicis era partidaria de la paz y de la alianza con España, Richelieu veía con preocupación el triunfo de los Austrias en la guerra de Bohemia y del Palatinado. El cardenal era de los que tenían bien claro que la religión es la religión y la política es lo que cuenta, así que empezó a establecer contactos con el rey Cristián IV de Dinamarca ofreciéndole financiación si se decidía a declarar la guerra al emperador. Por otra parte, los grisones habían invadido el valle de la Valtelina y, poco después, el ejército del Papa Urbano VIII lo había recuperado para los católicos. El 5 de septiembre, Francia firmó con Venecia y Saboya el tratado de Saint Germain-en-Laie contra Génova, que era el principal apoyo de España en el norte de Italia. Así, Richelieu pudo apoyar a los grisones a través del duque Carlos Manuel I de Saboya.

Sin embargo, en Francia el cardenal combatió con mano dura a los protestantes, que amenazaban la autoridad real. No respetó las condiciones del tratado de Montpellier, por lo que los hugonotes no tardaron en alzarse en armas nuevamente, siempre con el duque de Rohan a la cabeza. Los tratados de paz firmados en el transcurso de las guerras de religión habían concedido a los hugonotes el control de un cierto número de ciudades o "plazas de seguridad" dotatas de su propio ejército. Sumando sus fuerzas, los hugonotes podían reunir unos 25.000 hombres, muchos más que los que integraban los regimientos permanentes del rey. Su mayor debilidad era que estaban dispersos por Francia y mal coordinados. En los últimos tres años, el ejército real había tenido que tomar por la fuerza algunas de estas plazas, a menudo con el propio monarca al frente de la campaña.

Ese año murió el duque Enrique II de Lorena, que fue sucedido por su hijo Francisco II.

Marin Mersenne publicó La impiedad de los deístas, ateos y libertinos refutada y confundida. Ese año conoció a un profesor de retórica llamado Pierre Gassend, más conocido por Gassendi, que acababa de publicar una crítica contra Aristóteles titulada Exercitationes paradoxicae aduersus Aristotelicos. Aunque Mersenne era un fervoroso partidario de Aristóteles y detractor de Galileo, el hecho fue que terminaron haciéndose amigos.

Henry Briggs publicó su tratado Arithmetica logarithmica, en el que incluye tablas con los logaritmos decimales de todos los números naturales de 1 a 20.000 y de 90.000 a 100.000, calculados con 14 cifras decimales, junto con tablas de razones trigonométricas (senos, tangentes y secantes).

Algunos colegas habían recomendado a Kepler que no se fiara de los logaritmos, ya que nadie comprendía cómo funcionaban (más o menos lo mismo que se decía de los ordenadores en sus primeros años). Kepler respondió publicando pruebas rigurosas sobre la teoría de los logaritmos fundamentadas en los Elementos de Euclides.

El 9 de enero de 1625 el rey Felipe IV de España concedió a su valido, el conde de Olivares, el título de duque de Sanlúcar la Mayor. No obstante, Olivares prefirió seguir llevando el título de su familia, por lo que desde entonces es más conocido como el conde-duque de Olivares (que significaba "conde de Olivares y duque de otro sitio").

Luis de Góngora había proyectado publicar sus poemas (cosa que nunca había hecho) para salir de sus aprietos económicos, pero se encontró con que dos importantes nobles, uno de ellos Olivares, se interesaron por la dedicatoria, de modo que no se atrevió a llevar adelante su plan por no ofender a ninguno de los dos. La pensión que le había prometido el conde-duque seguía sin llegar.

Lope de Vega publicó sus Triunfos divinos con otras rimas sacras, un poema en cinco cantos, a imitación de los Triunfos de Petrarca, seguido de una colección de sonetos.

Ese año murió Juan de Oñate, el conquistador de Nuevo México.

También murió Mauricio de Nassau, sin haber obtenido ninguna ventaja de la guerra contra España que tanto había insistido en reanudar. Ambrosio de Spínola conquistaba a los neerlandeses la ciudad de Breda, mientras, en Brasil, los españoles recuperaban Bahía.  Mauricio de Nassau no dejó descendencia, así que el principado de Orange y el condado de Nassau pasaron a su hermano Federico Enrique, que fue, como su hermano, la máxima autoridad de las Provincias Unidas.

En París murió el poeta italiano Giambattista Marino. Póstumamente se publicó su poema La degollación de los inocentes, de tema bíblico. En Londres murió el dramaturgo John Fletcher. Ben Jonson estrenó La mercancía de las noticias.

Mersenne escribía La verdad de las ciencias contra los escépticos y los pirrónicos (Pirrón fué un filósofo griego que defendió una forma sutil de escepticismo). Mientras tanto, Gassendi escribía a Galileo para expresarle su admiración por sus trabajos.

Rubens llevaba tres años trabajando en París, donde pintó 21 cuadros sobre la Historia de María de Médicis. Entre ellos figura, naturalmente, un Retrato de María de Médicis y, como la reina se lamentara de que su difunto esposo no pudiera verlo, Rubens pintó también la Presentación del retrato de María de Médicis a Enrique IV (en el que unos ángeles llevan el cuadro al monarca).

En mayo, el rey Cristián IV de Dinamarca se decidió finalmente a declarar la guerra al emperador Fernando II. Wallenstein ya se había enfrentado a los daneses en los años anteriores, en lo que suponía el inicio de un nuevo periodo de la guerra de los Treinta Años, el periodo danés. El 25 de julio Wallenstein se presentó ante el emperador para ofrecerle los servicios de un ejército reclutado por él mismo a título personal. Fernando II cedió a su hijo Fernando, de diecinueve años, la corona de Hungría.

El ejército francés, juntamente con el del duque Carlos Manuel I de Saboya, tomó el valle de la Valtelina, y a continuación invadió Génova. España envió al marqués de Santa Cruz en auxilio de los genoveses.

Mientras tanto, una expedición francesa arrebató a los españoles la isla de San Cristóbal, en las Antillas. También por estas fechas los franceses se instalaron en una zona costera entre Venezuela y Brasil que los españoles habían dejado por inhóspita y que recibió el nombre de Guayana.

El rey Gustavo II Adolfo de Suecia, prosiguiendo la guerra contra Polonia, conquistó algunos puertos de Prusia. Por otra parte, Polonia tuvo que librar otra guerra contra los cosacos del Dniéper, con los que había chocado en su expansión hacia las estepas ucranianas.

Grocio publicó su tratado De iure belli ac pacis, en el que propone unas normas de derecho internacional para prevenir y reglamentar las guerras, a la vez que censura la esclavitud.

George Calvert, uno de los consejeros del rey Jacobo I de Inglaterra, anunció su conversión al catolicismo, lo que lo obligó a renunciar a todos sus cargos oficiales. No obstante, el rey lo nombró barón de Baltimore, que era el nombre de una de las muchas posesiones de Calvert en Irlanda. Poco después murió el rey Jacobo I, y su hijo se convirtió en Carlos I, el nuevo rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda.

Apenas fue coronado, Carlos I, resentido por el desplante que le habían hecho los españoles con motivo de las negociaciones de su boda, declaró la guerra a España. El duque de Buckingham marchó a Francia a negociar, esta vez con éxito, el matrimonio del rey con Enriqueta María, hermana de Luis XIII. Las constantes visitas del duque a la reina Ana dieron lugar a algunas habladurías que bastaron para que el rey decidiera separarse de ella.

En cuanto a las negociaciones matrimoniales, Francia, al igual que había hecho España, exigió ciertas concesiones para los católicos ingleses, que fueron aceptadas, aunque provocaron cierto malestar en Inglaterra. Buckingham se volvió impopular, y su impopularidad aumentó cuando la flota inglesa, bajo el mando de sir Edward Cecil, sufrió una grave derrota frente a las costas de Cádiz. (Buckingham estaba a la cabeza de los que habían apoyado, junto al rey, la guerra contra España.) Desde ese momento, la "guerra" se limitó a que los barcos ingleses ejercían la piratería contra España con más libertad de lo acostumbrado.

Los colonos ingleses de Virginia cayeron por sorpresa sobre un poblado indio y mataron a unos mil de sus habitantes (entre hombres, mujeres y niños).

Al norte de China, los manchúes dominaban una amplia región conocida desde entonces como Manchuria, y establecieron la capital del nuevo reino en Mukden. La aristocracia manchú estaba asimilando rápidamente la civilización china.

En enero de 1626 los franceses volvieron a tomar el valle de la Valtelina mientras su flota bloqueaba el puerto de Génova. Sin embargo, los españoles repelieron el ataque y, en marzo, Richelieu, traicionando al duque Carlos Manuel I de Saboya, firmó con España la paz de Monzón, que suponía un equilibrio de fuerzas en el valle. El ministro de Estado de Richelieu, que llevó la negociación con España, era Pierre de Bérulle, el fundador del Oratorio de Francia.

El rey Luis XIII de Francia nombró duque de Orleans a su hermano Gastón, que acababa de cumplir dieciocho años.

El conde-duque de Olivares elaboró un proyecto de Unión de Armas, por el que todos los reinos de España debían colaborar en el reclutamiento de soldados, pero las cortes catalanas rechazaron la propuesta.

En Inglaterra, la Cámara de los Lores acusó de corrupción al duque de Buckhingham, y fue necesaria toda la presión del rey Carlos I para librarlo de los cargos.

Francisco de Quevedo publicó la Historia del buscón llamado don Pablos, una de las mejores novelas del género picaresco.

Lope de Vega publicó sus Soliloquios amorosos de un alma a Dios, en los que se arrepiente de su vida pasada, así como La corona trágica, sobre María Estuardo.

Luis de Góngora sufrió un ataque cerebral. La reina le envió sus médicos. El 29 de marzo hizo testamento.

Ese año murieron:

La colonia puritana de Plymouth estaba prosperando. Los colonos ya habían reunido el dinero necesario para pagar una deuda con los comerciantes ingleses que aportaron financiación para su viaje, y el número de habitantes había crecido lo suficiente para fundar nuevos asentamientos. Ese año fundaron la ciudad de Salem, sesenta y cinco kilómetros más al norte.

El 25 de abril Wallenstein venció a Ernesto de Mansfeld en Dessau. Desde hacía un tiempo, Wallenstein había tomado a su servicio a Johannes Kepler, no como astrónomo, sino como astrólogo asesor.

El 4 de mayo, el neerlandés Peter Minuit desembarcó en la isla de Manhattan y realizó la que probablemente sea la operación comercial más famosa de la historia: compró la isla a los indios que la habitaban por unas baratijas valoradas en sesenta florines, suma que tradicionalmente se ha traducido a veinticuatro dólares. Al norte de la isla fundó una ciudad poblada inicialmente con unos trescientos hombres, que fue llamada Nueva Amsterdam. La región circundante era ya conocida desde hacía un tiempo como Nueva Holanda.

Mientras tanto, Piet Heyn volvía a derrotar a los españoles en la bahía de Todos los Santos.

El 27 de agosto el conde de Tilly derrotó a Cristián IV de Dinamarca en Lutter. Esto le permitió adueñarse de los ducados de Schleswig y Holstein.

El rey Gustavo II Adolfo de Suecia tenía ya en su poder el ducado de Prusia, además de Livonia. La dejó bajo el gobierno de Axel Gustavsson Oxenstierna.

En los últimos años, los intereses de Mersenne habían ido desplazándose desde la teología hacia la ciencia. Había creado un círculo de estudiantes parisinos, a los que había que añadir otros con los que se mantenía en contacto por correspondencia que había llegado a ser conocido como la Académie Parisiensis o, entre amigos, la Académie Mersenne. Ahora publicaba su Synopsis mathematica, en la que aborta, entre otras cosas, el estudi de la curva que el llamó roulette, y que ahora se conoce como cicloide (que es la trayectoria que sigue un punto de la rueda de un vehículo cuando éste avanza).

En 1627, Piet Heyn saqueó la ciudad brasileña de Bahía.

Los ingleses fundaron un asentamiento en las islas Barbados, en las Antillas.

Johannes Kepler publicó las llamadas Tablas rudolfinas (en honor al emperador Rodolfo II) para el cálculo de las posiciones de los planetas, tablas basadas tanto en las observaciones de Tycho Brahe como en las leyes del movimiento planetario descubiertas por el propio Kepler.

El pintor Van Dyck, después de pasar cinco años en Italia (donde se le llamó Il pittore cavalieresco) marchó a Amberes, donde se reunió con su maestro Rubens, que había llegado recientemente desde París y no había tardado en convertirse en el hombre de confianza de la gobernadora, Isabel Clara Eugenia.

Frans Hals pintó otro de sus célebres retratos de grupos: el Banquete de los oficiales de la Compañía Cívica de San Adrián.

El conde-duque de Olivares creó para un primo suyo, Diego Mesía Felípez de Guzmán, el título de marqués de Leganés, que desde entonces ocupó los más altos cargos en el ejército.

Por esta época se presentó la propuesta de convertir a santa Teresa de Jesús en copatrona de España, junto al apóstol Santiago. Entre los detractores destacaba Francisco de Quevedo, caballero de la orden de Santiago, que defendió el patronato único del apóstol con escritos en verso y en prosa, como el extenso poema "Contra el patronato de santa Teresa de Jesús". Otra obra suya Los sueños, una colección de relatos que habían circulado manuscritos durante una década, fueron publicados sin permiso del autor y denunciados a la Santa Inquisición.

En Sevilla se publicaron los primeros dramas del mercedario fray Gabriel Téllez, que los firmaba con el pseudónimo de Tirso de Molina. Tenía ya cuarenta y tres años y se conocen pocos datos sobre su vida (se sabe que sufrió varias condenas y amonestaciones por escribir comedias profanas que podían atentar contra la moral).

Ese año murieron:

Abahai, el kan de los manchúes, se proclamó emperador y bautizó a su dinastía con el nombre de Qing (pura). Sus ejércitos empezaron a enfrentarse a mongoles, coreanos y chinos. Llegó a cruzar la Gran Muralla y amenazó Pekín, pero fue rechazado.

La guerra de los Treinta Años
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