ANTERIOR |
LA PAZ DE WESTFALIA |
SIGUIENTE |
---|
En 1647, un zapatero
inglés de veintitrés años llamado George Fox empezó a llevar
una vida de predicador errante y poco a poco fue ganando adeptos.
Él y sus seguidores no
aceptaban más autoridad que la de Dios, por lo que no
reconocían ninguna clase de título distintivo. No se
quitaban el sombrero ante nadie y trataban a toda
persona con el título de "amigo". Por ello llamaban a su secta
la Sociedad de amigos, pero,
como Fox solía instar a la gente a temblar (quake) ante el poder de Dios,
pronto fueron conocidos burlonamente como cuáqueros (tembladores). Los
cuáqueros eran pacifistas, muy solidarios entre sí y con
los demás, y del todo inofensivos, pero eso de no reconocer
ninguna autoridad (ni civil ni religiosa) no estaba bien visto, y
sufrieron persecuciones.
En Connecticut, una mujer fue ahorcada por bruja. Es el primer caso
conocido de brujería en Norteamérica.
El 23 de septiembre,
Descartes hizo una visita a Blaise Pascal, el cual le informó de
los
últimos experimentos que había realizado y que
demostraban
la posibilidad de formar vacíos. Pero Descartes no creía
que el vacío fuera posible, y ambos mantuvieron una
discusión al respecto durante los dos días que
duró la visita. Descartes, cuya incompetencia como
científico era del mismo orden que su arrogancia,
escribió poco después en una carta, refiriéndose a
Pascal: tiene más
vacío en su cabeza. En octubre
Pascal publicó
sus Nuevos experimentos sobre el
vacío, que le llevaron a numerosas controversias con los
aristotélicos que, como Descartes, no creían en el
vacío.
El 25 de octubre murió
Torricelli, víctima del tifus, a sus treinta y nueve años
de edad. El 30 de noviembre
murió el matemático Bonaventura Cavalieri, a los cuarenta
y nueve años.
En 1648 estalló una
segunda guerra civil en defensa del rey Carlos I, que contó con
el apoyo de Escocia y de la flota que el rey envió a Irlanda
bajo el mando de su sobrino, el príncipe Ruperto, para
desencadenar también allí la rebelión.
El 30 de marzo se firmó en
La Haya un tratado de paz bilateral entre España y las
Provincias Unidas por el que España reconocía su
independencia, y entregaba a los neerlandeses el Brabante del
norte, la ciudad de Maastricht y las colonias que habían
conquistado en Brasil y en Indonesia. Además, les
reconocía el derecho a comerciar con las Indias Orientales y
Occidentales, así como con los puertos españoles.
En abril se promulgó en
Francia el edicto del rescate,
por el que se suspendía durante cuatro años el salario de
los miembros de las cortes a cambio de prorrogar por nueve años
la llamada Paulette, que era
un pequeño impuesto (creado hacía más de
cuarenta años por el ministro Charles
Paulet) a cambio del cual ciertos cargos públicos se
consideraban hereditarios. El Parlamento de París rechazó
el edicto, y otros parlamentos secundaron su decisión.
Mientras tanto, una flota española tomó la ciudad de
Nápoles y puso fin a la revuelta que había estallado el
año anterior. La acción estuvo dirigida por Juan José de Austria, un hijo
que el rey Felipe IV había tenido con la actriz María Calderón. Fue
legitimado a los doce años (ahora tenía diecinueve) y su
padre le otorgó una sustanciosa renta y un séquito.
Baltasar Gracián publicó su Agudeza y arte de ingenio, una
versión revisada del Arte de
ingenio, que había publicado seis años
atrás. Un estudio teórico del conceptismo literario a
través de sus figuras y técnicas (metáforas,
sinécdoques, antítesis, paradojas, etc.) Para
ejemplificar la teoría expuesta se intercalan numerosas
poesías, fragméntos y resúmenes de composiciones
en prosa. Gracián desdeña en todo momento el mero
cultismo propio de la literatura culterana, tan en boga. Por el
contrario, alaba y usa a menudo como modelo las obras de Luis de
Góngora.
El 15 de mayo, fue ratificado en Münster el tratado de La Haya entre España y las Provincias Unidas.
El 15 de junio, el Parlamento de
Burdeos arrastró a las Cortes a promulgar la Declaración de los veintisiete
artículos, que, entre otras cosas, reclamaba que todo
nuevo impuesto tenía que ser aprobado por el Parlamento. Ana de
Austria, privada de tropas a causa de la guerra, tuvo que ceder.
El pintor flamenco Philippe de Champaigne terminó su retrato
de grupo Los regidores de la ciudad
de París.
El vizconde de Turena obtuvo una victoria en Zusmarshausen, desde donde
amenazó Viena. El 5 de agosto
los suecos marchaban sobre Praga. El 20 de
agosto el príncipe de Condé obtuvo una victoria en
Lens, donde aniquiló los
restos de la en su día temible infantería española.
El mariscal Charles de Schömberg, tomó al asalto la
ciudad catalana Tortosa y fue nombrado virrey de Cataluña.
La victoria de Lens animó a Mazarino a ordenar el arresto del
consejero Pierre Broussel, uno
de los principales detractores de los nuevos tributos. Esto
sucedió el 26 de agosto, pero
esa misma noche, en la llamada jornada
de las barricadas, los parisienses obtuvieron su
liberación.
También los moscovitas se rebelaron contra la política fiscal del valido Morózov.
Ese año murieron:
El ejército del Parlamento Inglés entró en
Edimburgo y puso fin al apoyo escocés al rey Carlos I.
El duque Carlos Manuel II de Saboya fue declarado mayor de edad a
los dieciséis años. No obstante, su madre, Cristina de
Francia continuó ejerciendo el poder.
El emperador Fernando III se casó con su prima María Leopoldina, hermana del
conde Carlos del Tirol, cuyo padre, Leopoldo, era hermano del emperador
Fernando II.
El 28 de octubre
Fernando III firmó el tratado de Münster con Francia y el
de Osnabrück con Suecia, conocidos como tratados de Westfalia, que es el
nombre de la región en la que se encuentran ambas ciudades.
Francia se anexionó importantes territorios imperiales, entre
ellos los obispados de Toul, Metz y Verdún, el landgraviato de
la Alta y Baja Alsacia, así como la Decápolis, diez ciudades
imperiales alsacianas, a excepción de Estrasburgo. Todos estos
territorios fueron desgajados del Imperio para que Francia no tuviera
derecho a participar en las dietas imperiales.
Por su parte, Suecia recibió también territorios
estratégicos: la Pomerania Occidental y diversas islas, ciudades
y obispados que le conferían el dominio sobre los estuarios del
Weser, el Elba y el Oder. Estos territorios seguían formando
parte del Imperio, con lo que Suecia tenía la posibilidad de
intervenir en el futuro en la política alemana.
En cuanto a los protestantes alemanes, los calvinistas consiguieron
los mismos derechos que los luteranos, y quedaron bajo la
protección de Federico Guillermo, el príncipe elector de
Brandeburgo y duque de Prusia, que recibió la Pomerania Oriental
y varios obispados. Las secularizaciones de propiedades
eclesiásticas anteriores a 1624 fueron confirmadas. El duque
Maximiliano I de Baviera conservó el Alto Palatinado en calidad
de príncipe elector, pero se creó un nuevo electorado en
el Bajo Palatinado para Carlos Luis,
el hijo del derrocado elector palatino Federico V. Los príncipes
alemanes recibieron nuevos derechos que redujeron la autoridad imperial
a una mera ficción. Los ducados de Baviera y Sajonia se
convirtieron prácticamente en estados independientes.
Según lo pactado con España, los tratados de Westfalia
reconocieron la independencia de las Provincias Unidas, y
también se reconoció definitivamente la independencia de
la
Confederación Helvética.
Así se dio por concluida la guerra
de los Treinta
Años, justo treinta años después de que
estallara.
Sin embargo, en Westfalia no se pudo llegar a un acuerdo entre Francia
y España, que siguieron beligerando. Mazarino exigía la
cesión a Francia del Rosellón, los Países Bajos
Españoles y el Franco Condado, así como el matrimonio del
rey Luis XIV de Francia con la infanta María
Teresa, la heredera del rey Felipe IV de España,
condiciones que España no estuvo dispuesta a aceptar. El
emperador Fernando III tuvo que comprometerse a no intervenir en la
guerra entre España y Francia, lo que supuso la ruptura de la
estrecha colaboración que hasta entonces habían mantenido
los Austrias españoles y alemanes.
Los portugueses lograron expulsar a los neerlandeses de sus
factorías africanas, pero no les iba tan bien en Asia, donde
iban perdiendo terreno poco a poco.
El 26 de noviembre, el Papa
Inocencio X promulgó la bula Zelo
domus Dei, en la que condenó los tratados de Westfalia,
sobre todo
por lo tocante a la secularización de los bienes
eclesiásticos.
El rey Carlos I de Inglaterra no había podido escapar de
Southwell y los
parlamentarios estaban divididos sobre qué hacer con él.
En el ejército también había distintas
opiniones. Oliver Cromwell actuó con energía. El 6 de diciembre, las tropas del coronel Pride detuvieron a 47 diputados y
obligaron al Parlamento a expulsar a otros 96. El Parlamento,
así "depurado" fue apodado como Rump-parliament (parlamento
rabadilla) y el 28 de diciembre
votó que se constituyera un tribunal de justicia para juzgar a Carlos Estuardo (ya no era su majestad) por el delito de alta
traición, por haber levantado un ejército contra el reino
y su Parlamento. Los trece miembros que quedaban de la Cámara de los Lores
rechazaron la propuesta con horror, pero la Cámara de los Comunes
declaró que no necesitaba el consentimiento de los Lores para
hacer justicia.
El tribunal que había de juzgar a Carlos I debía
componerse de ciento treinta y cinco personas, pero sólo una
tercera parte asistió a las sesiones. Se eligió el
presidente y el rey fue llevado a Londres. Carlos I se limitó a
negar la autoridad del tribunal para juzgarlo, porque "soberanos y súbditos son
enteramente distintos". Finalmente, ya en 1649, fue condenado como traidor. Al
parecer, costó que los miembros del tribunal firmaran la
sentencia. Con trabajo se llegó a reunir cincuenta y nueve
firmas, y actualmente muchas de ellas aparecen raspadas, casi
imposibles de leer.
Mientras tanto, en París seguían los disturbios contra
los nuevos tributos, que se habían convertido ya en una
oposición abierta contra Mazarino conocida como la Fronda. El 5 de enero la corte optó por
retirarse a Saint-Germain, y la capital fue tomada por una milicia
urbana conocida como el regimiento
de Corinto, organizada por Jean
François Paul de Gondi, el coadjutor del obispo de
París, que ya había participado tiempo atrás en
una conjuración contra Richelieu. El príncipe de
Condé tuvo que asediar París.
Mazarino nombró un nuevo virrey de Cataluña, Luis de Borbón, duque de
Mercoeur, hijo de César de Borbón, el duque de
Vendôme. Los catalanes estaban cada vez menos entusiasmados con
la "ayuda" francesa. El duque tuvo que hacer frente a revueltas en
Barcelona por falta de pan y a alzamientos en la zona del Ebro.
Proliferaron los pasquines exhortando a la rebelión.
Velázquez realizó un nuevo viaje a Italia, esta vez
con el encargo de comprar pinturas para la colección real.
El 9 de febrero (30 de enero en el calendario
juliano, vigente todavía en Inglaterra) Carlos I fue decapitado
frente al palacio de Westminster. Su última palabra fue Remember! (¡Recordad!).
Inglaterra quedó gobernada por el Parlamento y el Consejo del
Ejército, de los que Oliver Cromwell era el miembro más
influyente. Pronto se convirtió en el dueño de la
situación y formó un consejo asesor de 41 miembros, entre
los que figuraba el poeta John Milton, convertido extraoficialmente en
el propagandista de la Commonwealth,
que así se llamó el nuevo régimen sin rey.
Cromwell organizó milicias de voluntarios puritanos encargados
de velar por el orden público: reprimir a los papistas,
borrachos, blasfemos, jugadores y prostitutas, cerrar tabernas,
prohibir las carreras de caballos, peleas de gallos, obras de teatro,
así como cualquier actividad licenciosa, deshonesta o profana,
especialmente el día del Señor. Se debía pasar el
domingo en familia, leyendo las Escrituras y cantando salmos. La salida
para oír un sermón era la única autorizada ese
día. Obviamente, los ingleses "normales" empezaron a preguntarse
por qué el infierno tenía tan mala prensa, si,
después de todo, podría ser un lugar bastante acogedor.
Teóricamente,
la Commonwealth
incluía a Escocia y a Irlanda, pero los escoceses y los
irlandeses necesitaban ser convencidos de ello. A
Escocia regresó el marqués de Montrose, dispuesto a
organizar un partido favorable a Carlos, el príncipe de Gales.
No tardó en conseguir el apoyo del conde de Argyll, no tanto por
convicción como porque él había entregado a Carlos
I a los ingleses y, por lo tanto, era en parte responsable de su
ejecución, y algunos compatriotas lo miraban por ello con malos
ojos.
El 30 de marzo, París tuvo
que rendirse ante el príncipe de Condé. Se firmó
la paz de Rueil, por la que
los insurrectos aseguraban su sumisión a cambio de una
amnistía y de la promesa del capelo cardenalicio para Gondi.
En abril se produjo en Inglaterra
una manifestación de campesinos llamados diggers (cavadores) que
pedían una redistribución de las tierras. Fairfax y
Cromwell los reprimieron con dureza.
El cosaco Bogdan Khmelnitski obtuvo una victoria sobre los polacos,
y el rey Juan II Casimiro tuvo que otorgar a los cosacos la carta de Zbórov. Los cosacos
desconfiaban igualmente de católicos y judíos, pero
éstos fueron los principales perjudicados porque, cuando
abandonaban el campo para refugiarse en las ciudades, las guarniciones
polacas compraban su seguridad entregándolos a los cosacos.
También los rusos obtuvieron concesiones. La oposición
al valido Morozov obligó al zar Alejo a constituir una asamblea
que redactó un nuevo código conocido como el Somoje Ulogenie (el código
de la asamblea). Éste concedió nuevos privilegios a la
baja nobleza, mientras que reforzaba las obligaciones de los campesinos
para con sus señores y extendía a las ciudades este
régimen feudal al vincular los ciudadanos a sus barrios.
Los conflictos entre católicos y protestantes llevaron a la
colonia de Maryland a aprobar el 21 de abril
la que popularmente se conoció como Acta de Tolerancia, por la cual,
todas las personas que aceptasen la Trinidad gozarían del libre
ejercicio de su religión. La condición estaba puesta para
exceptuar principalmente a los judíos, que, como no estaban en
condiciones de crear problemas, no había razón para ser
tolerante con ellos.
Ese año murió John Winthrop, el primer gobernador de
Boston.
La colonia de Virginia, que siempre había sido partidaria del
rey Carlos I, recibió muchos monárquicos que consideraron
prudente abandonar Inglaterra.
En agosto Oliver Cromwell desembarcó en Irlanda para "poner término al combate contra los irlandeses bárbaros y sedientos de sangre". El principal foco de resistancia era la ciudad de Drogheda, que fue asediada.
El rey Felipe IV de España, a sus cuarenta y cuatro
años, se casó con su sobrina María Ana de Austria, la hija
de catorce años de su hermana María y del emperador
Fernando III. Unos años atrás se había negociado
su matrimonio con el príncipe Baltasar Carlos, pero su muerte
prematura frustró los planes de boda.
En el Paraguay prosperaban las llamadas reducciones jesuíticas, un
conjunto de unos treinta poblados en los que vivían unos
trescientos mil indígenas gobernados por no llebaba a quinientos
jesuitas. Los indios seguían un estricto horario de trabajo,
combinado tiempo para diversiones y ejercicios espirituales. Todos
vestían igual, aunque en los días de fiesta los
cacíques podían ostentar signos distintivos de su
dignidad. La organización era comunitaria, y los beneficios del
trabajo se repartían: una parte para el sustento personal y otra
para financiar los gastos de la comunidad: compra de materiales,
financiación de escuelas y asilos, etc. Las infracciones a las
normas se castigaban con azotes en público.
Las reducciones jesuíticas constituian prácticamente
un estado independiente dentro de la administración
española, y se habían ganado la hostilidad de los
encomenderos. El gobernador de Asunción, fray Bernardino de
Cárdenas, gobernador de Asunción, decretó
la expulsión de los jesuitas, pero éstos reclutaron un
ejército
de indios y derrotaron al ejército de la provincia, con lo que
mantuvieron las reducciones.
En México, el obispo Juan de Palafox perdió su pleito
contra los jesuitas, pero se negó a aceptar el veredicto y
regresó a España.
Descartes publicó las Pasiones
del alma, un tratado dividido en 212 artículos breves
agrupados en tres partes. El segundo de ellos afirma que, Para conocer las pasiones del alma, es
preciso distinguir sus funciones de las del cuerpo y, por ello,
la primera parte del tratado consiste mayoritariamente en un resumen de
los conocimientos fisiológicos de la época. Como es
habitual en este tipo de escritos cartesianos, lo que es bueno no es
original, y lo que es original no es bueno. De hecho, lo
más original de esta primera parte puede tomarse como una de las
muestras
más representativas del talento de Descartes como
científico: nada menos que la determinación del lugar
exacto del organismo en el que interactúan el alma y el cuerpo,
que, sin necesidad de ningún vano experimento específico,
Descartes logra localizar en la glándula
pineal, (Art. 32):
La razón que me convence de que el alma no puede tener en todo el cuerpo ningún otro lugar que esta glándula, donde ejerce inmediatamente sus funciones, es que considero que las otras partes de nuestro cerebro son todas dobles, de la misma manera que tenemos dos manos, dos ojos, dos oídos, y todos los órganos de nuestros sentidos son dobles; y que, puesto que no tenemos más que un único y simple pensamiento de una misma cosa al mismo tiempo, por fuerza ha de haber un lugar donde las dos imágenes que vienen por los dos ojos, o las otras dos impresiones que vienen de un solo objeto por los dobles órganos de los otros sentidos se puedan juntar en una antes de llegar al alma, a fin de que no le representen dos objetos en lugar de uno; y se puede concebir fácilmente que estas imágenes u otras impresiones se juntan en esta glándula por medio de las corrientes que llenan las cavidades del cerebro, pero no hay en el cuerpo ningún otro lugar donde puedan unirse así, sino después de haberse unido en esta glándula.
Las otras dos partes se consideran a menudo como el primer tratado
de psicología moderna. En la segunda, Descartes analiza
las que considera seis pasiones básicas: admiración, amor, odio, deseo,
alegría y tristeza, de forma que cualquier otra es un
caso particular o una combinación de éstas. En la tercera
parte analiza las pasiones secundarias: generosidad, desdén,
celos, valor, miedo, remordimiento, piedad, etc. Al margen de lo
arbitrario de su clasificación y de lo peregrino de sus
explicaciones fisiológicas, lo cierto es que sus descripciones
puramente psicológicas de las diferentes pasiones son, en
general, acertadas, como suelen serlo también las valoraciones
éticas
que Descartes hace con frecuencia de ellas. Citemos, por ejemplo, esta
observación sobre los celos (Art. 169):
Y se desprecia a un hombre celoso de su mujer, porque esto demuestra que no la ama de buena ley, porque si le tuviera un verdadero amor, no se sentiría inclinado a desconfiar de ella; pero no es propiamente a ella a quien ama, sino sólo al bien que cree hallar en ser su único dueño, y no temería perder este bien si no se juzgara indigno del mismo o no creyera infiel a su mujer.
Ese año, la reina Cristina de Suecia logró convencer a
Descartes para que se trasladara a su corte en Estocolmo.
El 11 de septiembre, la
artillería inglesa abrió una brecha en la muralla de la
ciudad de Drogheda, lo que permitió tomarla al asalto. Los
defensores fueron pasados por la espada y el resto de sus habitantes,
refugiados en una iglesia, fueron quemados vivos. En total, la
campaña de Irlanda acabó con unos cuarenta mil irlandeses
muertos o vendidos como esclavos. Entre los muertos estuvo Owen Roe
O'Neill.
De esta época datan las primeras referencias de un original
auto sacramental de Calderón de la Barca titulado El gran teatro del mundo, aunque
dichas referencias dan a entender que ya era conocido desde
hacía algunos años. Es una alegoría en la que Dios
se equipara a un autor/empresario que decide representar una comedia
titulada Obrar bien, que Dios es
Dios. El Mundo repartirá los papeles y sus atributos. Los
personajes serán: el Rey, la Hermosura, la Discreción, el
Rico, el Labrador, el Pobre y un Niño. Los actores no
podrán ensayar, pero el Autor les pondrá la Ley de Gracia
como apuntador. Los actores que hayan representado bien su papel
cenarán con el Autor después de la representación.
Éstos resultan ser la Discreción y el Pobre, mientras que
el Rey y el Labrador irán al purgatorio, el Rico irá al
infierno y el Niño al limbo.
Luis II de Borbón, el Gran Condé, quiso cobrar tan
caros los servicios prestados al tomar París, que, el 18 de enero de 1650, Ana de Austria no vio
mejor opción ante sus pretensiones que hacerlo arrestar junto
con algunos partidarios. Esto provocó la rebelión de
algunos nobles, encabezados por el vizconde de Turena. Así, a la
Fronda parlamentaria, siguió
la Fronda de los príncipes,
que también pedían la destitución de Mazarino.
El príncipe elector Juan Jorge I de Sajonia tuvo que comprar
la evacuación de los soldados suecos que todavía
permanecían en su territorio, uno de los más devastados
por la guerra de los Treinta Años. (La población sajona
se había reducido a la mitad.)
Corneille estrenó Don
Sancho de Aragón.
Descartes gozaba de gran popularidad en Estocolmo, donde la corte se
reunía para escuchar sus disertaciones, pero la reina Cristina
era madrugadora y, cuando llegó el invierno, mucho más
duro que los de Francia o los Países Bajos, al filósofo
no le sentó nada bien tener que caminar hasta el palacio real a
las cinco de la mañana. El 11 de
febrero murió de pulmonía a punto de cumplir los
cincuenta y cuatro años.
Por estas fechas, el francés Gilles Roberval y un joven
inglés de dieciocho años llamado Christopher Wren sorprendieron a los
matemáticos de la época calculando independientemente la
longitud de la cicloide. La sorpresa fue que, al contrario de lo que
sucedía con la longitud de una circunferencia, que no
parecía guardar ninguna proporción sencilla con su
diámetro (la proporción es el número pi que,
aunque entonces no se sabía con certeza, se sospechaba que no
puede expresarse como proporción entre dos números
enteros), en el caso de la cicloide la longitud resultaba ser igual a
cuatro veces el diámetro de la circunferencia que la genera.
Más espectaculares fueron los informes del jurista,
matemático, mecánico e ingeniero alemán Otto von Guericke, burgomaestre de
Magdeburgo. Había contruido la primera máquina
neumática, con la que podía hacer el vacío en
distintos recipientes. Observó que el sonido no podía
propagarse por el vacío, que el fuego se extinguía y que
los animales morían.
Moliére había llegado a convertirse en el director de
la compañía teatral en la que trabajaba como actor.
Velázquez seguía en Italia, donde había
visitado Milán, Venecia, Florencia, Módena y Roma. En
todas partes fue recibido con admiración y agasajos. En Roma
retrató al Papa Inocencio X. También pintó
entonces La Venus del espejo,
uno de los pocos desnudos de la pintura española de la
época.
Carlos, el príncipe de Gales, contaba con el apoyo del rey
Juan II de Portugal, pero el almirante inglés Robert Blake derrotó a la
flota del príncipe Ruperto en el estuario del Tajo, luego
atacó en Brasil a la flota portuguesa y el apoyo
portugués al príncipe Carlos pasó a la historia.
Finalmente, Blake destruyó la flota realista inglesa frente a
las costas de Cartagena. Mientras tanto, el príncipe Carlos
había regresado a Escocia, acompañado por George Villiers, el segundo duque de
Buckingham, que tenía ahora diecinueve años. En junio, Thomas Fairfax fue destituido por
negarse a atacar a los escoceses y Cromwell se puso al frente de las
operaciones.
Otro apoyo del príncipe Carlos era Guillermo II, el
príncipe de Orange, que estaba casado con su hermana
María. Tras el tratado de Westfalia, las Provincias Unidas ya no
estaban en guerra, y se esperaba que Guillermo II desmovilizara el
ejército. Sin embargo, pensando en apoyar a Carlos, se
negó a hacerlo. Como los Estados Generales se opusieron a esta
decisión, el 30 de julio
Guillermo II se apoderó por sorpresa de seis de sus jefes, puso
sitio a Amsterdam y mantuvo su política.
El 3 de septiembre Oliver
Cromwell derrotó al príncipe Carlos en Dunbar. El conde de Argyll,
ascendido a marqués, se
había convertido en el principal apoyo de Carlos en Escocia,
hasta el punto de que éste permitió que el marqués
de Montrose, pese a toda la lealtad y dedicación que en todo
momento le había demostrado, fuera condenado a la horca.
El duque de Mercoeur, el virrey francés de Cataluña,
fue derrotado en Flix por el
ejército español.
En las colonias norteamericanas, los conflictos fronterizos eran
cada vez más frecuentes. La comunidad más próspera
era la inglesa, cuyas colonias sumaban ya unos 52.000 individuos, cinco
veces más que la suma de franceses, neerlandeses y suecos. El 29 de septiembre, el gobernador de Nueva
Holanda, Peter Stuyvesant, tuvo que firmar un tratado en Hartford por
el que reconocía la soberanía de Connecticut sobre
algunos territorios originalmente ocupados por los neerlandeses, que
incluían la mitad oriental de Long Island.
Una expedición inglesa, procedente de las islas Barbados bajo la dirección de lord Willoughby, se asentó en la Guayana, al oeste del territorio controlado por los franceses, de modo que ahora estaba la Guayana Francesa y la Guayana Inglesa.
En octubre, el príncipe de
Orange concluyó una alianza con Mazarino contra España e
Inglaterra (Mazarino necesitaba ayuda contra España y Guillermo
II contra Inglaterra), pero Guillermo II murió repentinamente y
el acuerdo no se hizo efectivo. Dejó un hijo recién
nacido, Guillermo III, que fue
confiado a la tutela de Johan de Witt,
uno de los parlamentarios secuestrados por Guillermo II y
acérrimo enemigo de los Orange. Los republicanos
aprovecharon la situación para abolir el cargo de
estatúder (gobernador civil), en el que se fundaba la autoridad
de los Orange-Nassau (Guillermo II había sido estatúder
de Holanda,
Zelanda, Utrecht, Overjisel, Güeldres y Drenthe).
En diciembre, el duque de
Mercoeur sufrió una nueva derrota ante los españoles en
Tortosa.
El 15 de diciembre, el
ejército real francés derrotó en Rethel al vizconde de Turena.
La revolución inglesa |
Índice | Oliver Cromwell |