A las 12:30 del mediodía, del sábado
19 de mayo, varios militantes de Izquierda Castellana han llevado
a cabo una acción antifascista contra la estatua ecuestre de Franco,
sita en los Nuevos Ministerios de Madrid. La acción ha consistido
en pintar de rojo completamente dicha
escultura.
25 años después de la muerte de Franco,
las calles de las ciudades de Castilla siguen llenas de símbolos
propagandísticos de la
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Franco fue un genocida que no merece tener monumentos en ninguna parte:
Como consecuencia de la acción de protesta antifascista, fueron detenidas cinco personas: Luis Ocampo, Paulino Reyero, Juan Carlos Gómez, José Antonio de Torre y Diego Estébanez. Las cuales salieron 24 horas después, tras prestar declaración en los juzgados de Plaza de Castilla. Durante la estancia en la Comisaría de Moratalaz, sede de la Brigada de Información, se trató a los detenidos como peligrosos enemigos del Estado. Varios de ellos han declarado que notaron cómo los agentes tienen educación fascista. Ninguno de los detenidos políticos fue objeto de malos tratos tipificados en el código penal. Pero todos ellos recibieron un trato desconsiderado. Los policías estuvieron curioseando las agendas personales, lo cual es una intromisión en la vida privada de los detenidos y un atentado contra su intimidad, sin relación ninguna con los hechos investigados. Las detenciones fueron más largas de lo necesario y se utilizó la detención preventiva como un elemento de castigo para que estuvieran 24 horas privados de libertad. Por otra parte, mientras estaban detenidos en comisaría un "madero" silbaba el "Cara al sol", con intención de provocarles. Fueron despertados a las dos de la mañana para tomarles las huellas dactilares y hacerles las fotos de la ficha policial con el único objeto de interrumpirles el sueño. Desnudan a los detenidos con la excusa de que pueden esconder algún objeto entre sus ropas, pero la realidad es que lo hacen para humillarlos. Todas estas cosas siguen poniendo de manifiesto que aquello que la policía considera un "buen trato a los detenidos" sigue siendo un trato poco acorde con un sistema democrático. Al salir en libertad los cinco detenidos manifestaron a las decenas de personas que se habían concentrado ante los juzgados de la Plaza de Castilla, que les agradecían su presencia y que también agradecían mucho los numerosos testimonios de solidaridad que habían recibido de diversos colectivos antifascistas de Madrid y de otras partes de Castilla, lo cual les da ánimos para afrontar el juicio en su día y para seguir peleando juntos desde ya por la desaparición de todos los símbolos fascistas de Castilla. Por último empuñaron un pendón morado que se hallaba unido a una bandera republicana tricolor y lo ondearon en señal de respeto hacia quienes perdieron la vida en la Guerra Civil combatiendo contra el fascismo. El ayuntamiento neofranquista de Alvarez del Manzano ha valorado en un millón de pesetas los gastos de la limpieza de la estatua del dictador. Cantidad que a todas luces parece exagerada y de la que la letrada Doris Benegas ha comentado con ironía que "por ese precio va a haber muchas empresas que querrán participar en la limpieza". Por su parte Izquierda Castellana se pregunta a cuánto ascienden los daños morales de soportar la presencia de estos símbolos fascistas en las ciudades. En estos momentos lo que verdaderamente se debate
es si el régimen español es capaz de saldar sus deudas con
el pasado fascista o si va a poder más el "corazoncito" del PP,
partido que se siente íntimamente unido a sus orígenes franquistas.
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