Las ovejas no cometieron delito,
y Ecologistas en Acción
tampoco
El juez ha declarado el sobreseimiento libre de las diligencias comenzadas contra José Luis Ordóñez, Nicolás Romero y Juan García Vicente, por haber facilitado el paso del rebaño de 1.200 ovejas trashumantes, el 3 de noviembre de 2001, en el tramo de la vereda de la Venta de San Antón ocupado por el Campo Municipal de Golf de Majadahonda (Ver Madrid Ecologista, número 3).
El auto del juez, fechado el 7 de mayo de 2002, dice textualmente que "en las diligencias practicadas se observa que el ganado recorrió la vía pecuaria sin abandonarla, es decir, ciñéndose a los espacios que la delimitan. El hecho de que sobre parte de la citada vereda exista en la actualidad un campo de golf no priva a los posibles usuarios del derecho centenario, que hoy por hoy siguen teniendo, de discurrir pacíficamente por ella con el ganado, en un fiel reflejo de las costumbres de la trashumancia de rancia tradición en nuestro país y de beneficioso impacto en el ecosistema".
También indica el auto del juez que "se observa que los propietarios de las ovejas y los responsables de la marcha reivindicativa fueron auxiliados, en el día de los hechos y desde el primer momento, por los agentes de la autoridad que acudieron al lugar; y ello para facilitar el paso del rebaño por la vereda sin incidentes".
En el mismo sentido señala que "los responsables de la marcha notificaron con suficiente antelación tal acontecimiento al Ayuntamiento de Majadahonda, instándole a que adoptase las medidas pertinentes y a que delimitara exactamente el trayecto de la vereda. Asimismo se dio la circunstancia de que el mismo rebaño transitó después por las vías pecuarias sitas en el centro urbano de la ciudad de Madrid sin impedimento alguno y habiendo presenciado su discurrir las más altas personalidades del Estado (se refiere a la reina Sofía y a sus nietos)".
Las ovejas y sus pastores, procedentes de la montaña de León y en camino hacia la sierra extremeña de Monfragüe, más las personas movilizadas por Ecologistas en Acción de Majadahonda, fueron acompañadas en la travesía del campo de golf por un gran número de agentes de la Guardia Civil.
Las tres personas, antes imputadas y ahora libres, fueron denunciadas por Soto Once, la empresa que explota el campo de golf municipal por concesión administrativa. Campo de golf que ocupa ilegalmente la vereda de la Venta de San Antón. Soto Once solicitaba a los jueces 24.000 euros (4 millones de pesetas) que debía pagar Ecologistas en Acción por abrir la valla metálica que impide el paso por la vía pecuaria.
La vereda de la Venta de San Antón recorre 7 km de la parte sur del término municipal de Majadahonda, donde en gran parte sirve de límite territorial entre los municipios de Majadahonda y Boadilla del Monte. En las urbanizaciones "Bonanza" y "Las Lomas" de Boadilla del Monte la vereda ha sido absorbida dentro del territorio cercado por un cerramiento metálico y cumple el papel de calle bajo las denominaciones de la Playa de Cullera y la Playa de Sóller. En la esquina de Playa de Sóller con la carretera M-516 de Majadahonda a Boadilla del Monte, sobre el antiguo descansadero, o ensanche especial de la vía pecuaria, está construido el restaurante denominado Oma.
Tras cruzar la carretera M-516 la vereda continúa siendo el límite entre los dos municipios, pero mientras que en Majadahonda tiene acceso libre o está ocupada por el campo de golf municipal, en Boadilla del Monte está ocupada por una finca particular cerrada por valla metálica que impide el acceso público al discurrir de la vía pecuaria.
Esta vereda, la de la Venta de San Antón, realiza un importante papel de nexo entre la Casa de Campo, el Monte el Pilar y la Sierra de Guadarrama. Sin embargo, en 1998 el "Campo de Golf de Las Rejas", promovido por el Gobierno Municipal de Majadahonda, usurpó y valló el terreno público de la vía pecuaria. Así quedó parcialmente inutilizada una vía por el que antes transcurría la vecindad de la zona y era profusamente utilizada como área de esparcimiento.
Para Ecologistas en Acción, este es sólo un ejemplo de los cientos de usurpaciones, ocupaciones y robos que sufren estos caminos públicos. La impunidad con la que se mueven los ladrones de lo público, y la falta de interés de las administraciones públicas por conservar las vías pecuarias, ha permitido que en la Comunidad de Madrid sea irrecuperable el 40 por ciento de este patrimonio público, histórico, ambiental y cultural.
Los ecologistas continuaran reivindicando la conservación de las vías pecuarias, caminos de todos, pues a pesar de haber perdido buena parte de su uso ganadero, ofrecen innumerables ventajas ambientales y sociales.
Ecologistas en Acción de Majadahonda llamó, el jueves 14 de marzo de 2002, a concentrarse ante los Juzgados de Majadahonda para apoyar a las tres personas que fueron imputadas como responsables de haber facilitado el paso de las ovejas trashumantes por el tramo de la vereda de la Venta de San Antón que está ocupado por el campo municipal de golf.
En Majadahonda, son recuperables todavía el cordel Segoviano y la vereda de la Venta de San Antón, ya que otras vías no han recibido el trato adecuado. Por ejemplo, la cañada de Valladolid ha sido sepultada bajo el exceso de urbanismo que ha llevado a construir dos túneles y un aparcamiento en plena Gran Vía de Majadahonda.
Ecologistas en Acción de Majadahonda espera que la construcción de la innecesaria autopista M-50, quinta circunvalación de la ciudad de Madrid, tenga en cuenta que atraviesa la vereda de la Venta de San Antón, cuando la carretera pasa del territorio de Majadahonda al territorio de Boadilla en la zona del "Campo de Golf de Las Rejas". Este cruce debe dejar expedita la vía pecuaria por lo que las obras de la autopista deberán construir un paso subterráneo para no impedir la continuidad de la vereda.
Las vías denominadas cordel Segoviano y vereda de la Venta de San Antón, se cruzan en el río Guadarrama, dentro del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, espacio natural protegido por la Comunidad de Madrid, y se dirigen por terreno majariego, el uno hacia Boadilla del Monte y la otra hacia Pozuelo de Alarcón. Los nombres de cañada, cordel, vereda o colada, dentro de las vías pecuarias, designan el ancho de cada uno de estos caminos. Mientras que la cañada tiene un ancho de 90 varas, unos 75 metros, el cordel es la mitad, 45 varas o 38 metros, la vereda presenta de 25 varas o 21 metros y la colada, 15 varas o 10 metros.
Las cañadas, cordeles, veredas y coladas tienen protección legal desde el siglo XIII, y suman más de 124.000 km de longitud y 420.000 hectáreas de superficie, en toda España, y 4.200 km de longitud y 13.000 hectáreas, en el territorio de la Comunidad de Madrid. Las vías pecuarias son terreno comunal, de propiedad, uso y utilidad pública.
Ecologistas en Acción de Majadahonda
26 de mayo de 2002