Éste es el lema de la Coalición que tiene un encuentro mundial
en São Paulo los días 23 y 24 de abril (puede leerse la
Declaración de Principios adoptada en febrero en Delhi en
http://www.alainet.org/active/72842 ).
Dicha Coalición cuestiona el modelo llamado "multisectorial" de
gobernanza de Internet basado en la conjunción de los distintos
sectores implicados, pero que en la práctica da un gran peso, junto al
gobierno norteamericano, a las grandes empresas de Internet, como
Google, Microsoft o Facebook, que en la práctica disfrutan de una
situación de cuasimonopolio, especialmente patente con Google en el
caso de los buscadores (recordad nuestro artículo de
julio de 2008).
Ese predominio de empresas privadas, alejándose de los orígenes
público-académicos de Internet, está generando amenazas al principio de
neutralidad de la red, según el cual todas las páginas web y recursos
de Internet deben disponer de la misma facilidad y velocidad de acceso.
Desde diversas empresas de Internet se está intentando desarrollar, por
el contrario, una especie de Internet "premium", que a través de cuotas
de pago superiores tendrían preferencia en el consumo de los recursos
de la red. La batalla contra estos intentos se está convirtiendo en una
constante en los últimos años.
También el peso del sector privado que aborda Internet como un negocio
está generando intentos de censura amparados en la defensa de la
aberrante "propiedad intelectual" (ver nuestro artículo de
octubre de 2006).
Esta censura encuentra sus cauces en los proyectos de Asociación
Trans-Atlántica y de Asociación Trans-Pacífico, esta última objeto de
una campaña de firmas en contra en
https://stopthesecrecy.net/ .
Y del escaso respeto a la privacidad de las personas tras el actual
sistema de gobernanza de Internet da cuenta el espionaje norteamericano
de la NSA y la colaboración con la misma de grandes empresas de
Internet.
Frente a todo ello, la Coalición referida defiende Internet como Bien
Común Global, frente a su privatización y uso para la vigilancia
masiva, gestionado por una institución representativa
internacionalmente, sin control por un sólo país del sistema de nombres
de dominio. Naturalmente, ello será poco efectivo mientras los
principales gobiernos estén al servicio de grandes empresas privadas.
Por ello, la lucha por un Internet Justo y Equitativo es parte
inseparable de la lucha por un Mundo Justo y Equitativo.