CONSTRUIR LA ALTERNATIVA DESDE EL PRESENTE
Rafael Pla López, miembro del Comité Federal del PCE

Para conseguir romper la cadena de dominación capitalista partiendo desde la situación actual hay que centrar la batalla en lo que aparece en cada momento como la contradicción principal, analizando la situación producida tras las elecciones generales y pergeñando una estrategia con sucesivos planes alternativos.

Por ello, y desde el acuerdo global con el informe de coyuntura presentado en el Comité Federal del PCE del 30 de enero, hay que subrayar la disyuntiva actual entre la Gran Coalición explícita o implícita entre PP, PSOE y Ciudadanos, defendida por los poderes económicos, y un Gobierno Progresista apoyado en la investidura por PSOE, Podemos, UP, confluencias y nacionalistas de izquierdas, que aplique el programa mínimo planteado en dicho Informe añadiendo el respeto al derecho a decidir desde los territorios que lo reivindican, respeto que puede adoptar distintas formas, desde la realización de referéndums vinculantes hasta el abordar los conflictos territoriales con diálogo en vez de con medidas de fuerza. Ello es imprescindible no sólo por principios democráticos, sino para configurar la mayoría parlamentaria indicada. Puede firmarse exigiendo dicho gobierno en https://www.change.org/p/psoe-un-gobierno-progresista-en-españa-es-posible

Por otra parte, hay que reconocer que, tras las elecciones generales y la correlación de fuerzas expresada en su resultado, la ruptura democrática constituyente no está actualmente en el orden del día, de lo cual el principal responsable ha sido la cerrazón de la dirección de Podemos negándose a aceptar una confluencia global de la izquierda.

Por ello, actualmente la movilización social debería centrarse en la defensa del programa mínimo por la anulación de los recortes sociales y frente a la emergencia social, sintetizado en los lemas de las Marchas de la Dignidad de Pan, Techo y Trabajo, siendo conscientes de que su aplicación encontrará fuertes resistencias de los poderes económicos y la Troika. Y un eventual incumplimiento de tal programa debería suponer la salida en su caso del gobierno de cualquier fuerza de izquierdas que participara en él, poniendo en primer plano la exigencia de una ruptura democrática constituyente.

En consonancia con ello, en las Tesis habría que plantear de forma dialéctica la relación entre la Ruptura y la Reforma progresista confrontada con la Contrarreforma reaccionaria: la lucha social por tal Reforma, frente a los obstáculos que encontraría, puede desarrollar la conciencia de la necesidad de la Ruptura.

En relación a tal conciencia rupturista hay que reconocer que la "política rupturista con respecto a la Unión Europea y su moneda común" (realmente "única") no está actualmente asumida por IU-UP, que rechazó en Zaragoza las enmiendas en ese sentido. Y en esa dirección, deberemos explicitar que la soberanía democrática requiere la disposición a emitir medios propios de pago frente a cualquier chantaje financiero, junto a la nacionalización de los sectores estratégicos.

Y el "espacio de una izquierda alternativa, anticapitalista, republicana, antipatriarcal, ecologista" es el espacio del PCE, que deberá impulsar directamente, sin intermediarios, la confluencia de la izquierda, siguiendo el camino de las confluencias municipales, de Galicia y de Catalunya, desarrollando dialécticamente su programa a través de la lucha social.