La necesaria integración unitaria del Partido es posible a partir de las conclusiones del XVI Congreso, el cuál, y cito una circular del Partido en València, "ha reafirmado nuestros principios y objetivos comunistas como base para nuestra cohesión, no encerrándonos dentro del Partido, sino impulsando la movilización política y social en defensa de las libertades y contra el capitalismo y su principal concreción, la globalización neoliberal, dentro de IU (con la cuál reafirmamos nuestro compromiso estratégico), de los sindicatos (y específicamente CC.OO.) y del movimiento contra la globalización neoliberal, al cuál el Congreso ha dado un especial relieve". Y es importante recalcarlo asumiendo que los documentos congresuales no pueden ser unos papeles que se olvidan en los cajones, sino instrumentos para la unidad y la acción. Por ello, debemos felicitarnos de disponer ya de un primer borrador de las conclusiones congresuales, si bien debemos lamentar los notorios errores que contiene, aunque al ser un borrador cabe esperar que se corrijan para una pronta publicación definitiva.
Por su parte, la experiencia francesa nos muestra la necesidad de una unidad de la izquierda que tenga su centro en la movilización social, la cuál no es posible sin incluir a LO y LCR, que con su 11% de votos representan a la mayoría de loq ue hemos llamado izquierda transformadora; y nos muestra también la imposibilidad de mantener la solidaridad gubernamental participando en una guerra imperialista, sin cuestionar la globalización neoliberal y con privatizaciones.
Y hay que subrayar que precisamente el desarrollar una política contraria en estas cuestiones es lo que ha provocado el complot imperialista contra el gobierno de Venezuela. Pero probablemente la principal lección que podemos extraer es cómo la movilización popular ha podido abortar el golpe de Estado, desenmascarando además la inconsecuencia del supuesto democratismo de los partidarios de globalización neoliberal, de George Bush a Felipe González.
Y es necesario impulsar marcos unitarios que, como se vio en Barcelona,
posibiliten un salto cualitativo en la masividad del movimiento contra
la globalización neoliberal, teniendo cuidado de que los Foros no
dividan al movimiento, sino que lo amplíen. La convocatoria sindical
unitaria de una Huelga General puede ser la ocasión para
un avance decisivo en ese sentido, hacia otra España, otra Europa
y otro mundo posibles.