ATARDECER PÉTREO

(I)

 

Amigo Antonio, preparemos la vuelta pues es el momento.

 

Tu pasaste el día, como siempre, buscando la solución a tus cuentas

pendientes. Revolviste las miserias y las virtudes sobre la tierra y

bajo el cielo. Ahora estas sucio de penuria y desconsolado como todas

las tardes, ya que sólo lograste acabar una décima parte de tus cuitas

y sólo una décima de éstas a tu entera satisfacción.

 

Mira arriba donde el Sol corta su silueta, mira las montañas y

respira, porque allí es donde se encuentra tu verdad, en lugar donde

se pierde tu mirada. Es inalcanzable, como lo son tus intenciones,

Antonio amigo.