El 13 de enero de 1937 la prensa local da cuenta del primer bombardeo sufrido en la ciudad de Valencia, el Mercantil Valenciano informa:

Un buque pirata dispara sobre nuestras costas
Anoche, alrededor de las nueve los vecinos de nuestra ciudad y de los poblados marítimos vieronse desagradablemente sorprendidos por un cañoneo que sobre nuestra costa se haría desde alta mar.
Inmediatamente nuestras baterías repelieron la agresión, poniendo en fuga el buque faccioso.

Desde ese día hasta el final de la guerra serán cada vez más frecuentes las incursiones aéreas y los bombardeos sobre la ciudad de Valencia. El puerto y por extensión los barrios próximos, los Pablados Marítimos, fue objetivo prioritario de los bombardeos, muchos de ellos se realizaron desde buques de la armada fascista entre ellos se destacaron el Baleares, Canarias y Valero. Los aviones procedían principalmente de las bases aéreas instaladas en Mallorca. El Puerto era un lugar estratégico de primera importancia, llegada de abastecimientos, relación con el mundo exterior, lo convertían en nexo privilegiado de comunicaciones.

El frente pronto estuvo a sólo 150 kilómetros de la capital

 

Como consecuencia del inicio de los bombardeos la Junta de Defensa intensifica su campaña de avisos y sensibilización de la población. También en el Mercantil Valenciano, con fecha de 14 de enero de 1937 encontramos este anuncio:

Hay que tener los balcones cerrados. Por conveniencia individual y por el bien común de todos los vecinos de la ciudad, recordamos a nuestros lectores la obligación de tener cerrados los balcones durante la noche, cuando las luces publicas se apagan, con objeto de evitar posible peligros.
Una luz puede ser un punto de orientación para el enemigo en caso de ataque y esto debe de evitarse en absoluto.
Esperamos pues, que en servicio a la causa que todos defendemos entusiastamente, los valencianos antifascistas sabrán cumplir las órdenes de la Junta de Defensa Antiaérea

 Con la misma fecha encontramos esta reseña de un bombardeo con efectos sobre la población civil:

El martes minutos antes de las nueve, dos barcos cuyo pabellón y nombre se desconocen y que se encontraban a muy pocas millas de la playa, el uno frente al Balneario de las Arenas, y el otro frente a la farola del puerto, comenzaron a disparar sus cañones bombardeando con alguna intensidad, durante mas de diez minutos, al ser repelida la agresión los barcos facciosos dieronse a la fuga, con dirección sur.
Uno de los proyectiles cayó en un Hospital de Sangre, destrozando una de sus salas, en las que por fortuna no hubo víctimas. Otros obuses hicieron blanco en modestas casas de pescadores causando algunos muertos y heridos, siendo asistidos estos últimos en la Casa de Socorro de Levante y en el Hospital Provincial.

El 15 de enero el entierro de las primeras víctimas civiles de los bombardeos fascistas se convertirá en una manifestación popular, acompañar y despedir a los fallecidos, y rechazar la actuación del ejército sublevado.Algunos datos de las víctimas son estos:

Durante los meses de febrero, marzo y abril continuaron las llegadas aleatorias de cazas y bombarderos, el ulular de las sirenas, la respuesta de las bateríasantiaéreas. Pasando a formar parte de lo cotidiano esos nuevos ruidos amenazantes, que quebraban la vida habitual, y obligaba a acudir al refugio,a cuidar que las persianas siempre estuvieran bajas, o a mirar con ojos llenos de miedo hacia el cielo.

Las bombas impactan en el centro de la ciudad

 

Las escalinatas del Ayuntamiento, también sufren el impacto de los bombardeos

El 27 de mayo del 37 el periódico el Pueblo narra los efectos del bombardeo del día anterior:

La criminal aviación facciosa bombardea nuestra ciudad dejando 33 cadáveres y numerosos heridos.
A las ocho aproximadamente de la noche, cuando las calles de nuestra ciudad de hallaban atestadas de pacíficos transeúntes en su mayoría mujeres y niños; a la hora precisamente de salida de los espectáculos y de mayor animación ciudadana hicieron su aparición, procedentes del mar, al parecer y ocultándose cobardemente entre las nubes varios aparatos facciosos, que rápidamente cruzaron la ciudad de Sur a Norte, a no mucha altura y dejando caer gran numero de bombas, bastantes de ellas incendiarias.
... Los momentos fueron de intensa emoción: el ruido de las explosiones, la radio dando la señal de alarma, los disparos de nuestras baterías y los gritos de angustia de los heridos , todo, convirtió por unos momentos las calles de la ciudad en algo indescriptible.

 

El 4 de julio se informaba de las alarmas que habían sonado la noche anterior, esa misma tarde habían llegado muchos de los congresistas que participaron en el II Encuentro de escritores en Defensa de la Cultura, que describimos anteriormente, algunos de ellos dejaron testimonio de la experiencia vivida esa noche, un poco mas adelante, recogemos algunos de ellos.

 Las alarmas ayer
En la madrugada de ayer y aproximadamente a las 4,40 sonaron las sirenas de alarma. Rápidamente funcionaron los antiaéreos, que hicieron poner en fuga a un avión que intentaba aproximarse a la capital.

 La prensa de la época continúa regularmente dando fe de la llegada de aviones, del toque de las sirenas; el tamaño de las noticias es cada vez más pequeño, se van transformado, pasan de ser de noticia a integrarse en la rutina de los partes de guerra. Tampoco debe interesar que el enemigo tenga más datos, y utilice la propaganda a su favor. Partidarios de las tropas sublevadas intentan sabotajes, son denominados la Quinta Columna, algunos de sus miembros aprovechan los momentos de más confusión para actuar. Así el domingo 27 de septiembre, el Mercantil Valenciano da esta información:

Se repite la señal de alarma estará activa desde las once hasta las doce de la noche. Aprovechando la alarma los elementos de la Quinta Columna se despacharon a placer, “paqueando”* a las sombras. (*disparando)

Huellas del impacto de las bombas en la fachada de la Iglesia de San Andrés. Calle Poeta Querol

 

El cinco de octubre de 1938 El Mercantil narra así la incursión de la aviación enemiga:

¡Asesinos!
De nuevo las alas negras de la aviación facciosa han volado sobre nuestra ciudad, y otra vez los débiles cuerpos de las criaturas así como los modestos hogares de los trabajadores han sentido en lo más hondo la metralla arrojada por los piratas del aire.
El domingo a alas 10 de la mañana dos escuadrilla de 5 aparatos, procedentes de Palma, sobrevolaron la ciudad. Lanzando sus mortíferos proyectiles en las más típicas barriadas de los poblados marítimos. Causando gran numero de víctimas y grandes destrozos en humildes viviendas de pescadores.

 

A finales de ese mes, el 31 de octubre el gobierno de la República se traslada a Barcelona.

Durante 1938, la situación se va complicando paulatinamente, el frente cada vez está mas cerca de la ciudad, las condiciones de vida se recrudecen.

“El ambiente bélico fue penetrando poco a poco en el tejido social valenciano. El deseo de todos los periódicos de que en Valencia se respirase un “clima bélico” tomaría realidad para desplazar la despreocupación de los primeros meses. A ello contribuiría el decreto de movilización de febrero, la obligatoriedad de la población civil a instruirse militarmente los domingos en la Alameda, y los ataques enemigos, que habían llevado por el mar y por el aire el amargo sabor de la guerra.” (Safon y Simon: 1996:103)

27 de enero de 1938

¡

En el verano de 1938 los bombardeos son casi diarios, en el parte guerra diario que publican los periódicos pueden seguirse las incidencias, estas son algunas de ellas, recogidas de El Mercantil valenciano

21 de julio de 1938:

A las 8,56 horas de ayer tres hidroaviones italianos marca “Savoia”, procedentes de Palma de Mallorca, arrojaron varias bombas sobre el mercante ingles “Sand Land”, en el puerto de Valencia, causando víctimas en su tripulación y un incendio en el buque. También bombardearon los poblados marítimos derrumbándose casas y causando víctimas.

Bombardeo del Puerto 31-12-38

 

30 de julio de 1938

Los aviones extranjeros que siguen atacando premeditadamente a los mercantes británicos, lanzaron ayer 60 bombas en los lugares del Puerto de Valencia donde se encuentran anclados buques de esa nacionalidad. La metralla causó la muerte del observador danés del control K. Ampell y ocasionó además 5 muertos y 25 heridos entre los tripulantes, varios de ellos de nacionalidad británica.


17 de agosto de 1938:

En la madrugadad del día 15 fueron arrojadas 100 bombas de gran tamaño que ocasionaron la destrucción de once casa y grandes desperfectos en otros 13 edificios.

Resultó herido el observador de la no intervención seños Kandsy, súbdito inglés, a bordo del buque ingles “Fredawore”.


Enero y febrero de 1939, fueron dramáticos, los periódicos reducidos a una sola hoja, el parte de guerra siempre a primera vista, en el apartado de aviación, muchos días aparece Valencia.