confidencial en un puesto militar a las
afueras de la ciudad. Aunque estaba muy
preocupado por su hija, que estaba al bor-
de de muerte, no pudo volver a casa para
estar con ella. Cuando Zhou Enlai se en-
teró de lo sucedido, ordenó de inmediato
que llamaran a los especialistas de los
hospitales militares para que atendieran a
Flor de María, señalando que no escati-
maran esfuerzos para salvar a la niña pe-
ruana, la cual necesitaba una transfusión
de gran cantidad de sangre. Sin embargo,
se carecía de su grupo sanguíneo. Para
resolver este problema se hizo una llama-
miento entre la población militar. Por fin,
la pequeña Flor de María quedó fuera de
peligro, recuperándose poco después.
Por esas mismas fechas, su padre cayó
gravemente enfermo, por lo que Fer-
nández Arce tuvo que regresar al Perú.
Antes de marcharse, fue invitado por Jiao
Ruoyu, quien más tarde se convirtió en
el primer embajador chino en Lima, a to-
mar té con Zhou Enlai. En ese momento
Fernández Arce era el único peruano que
trabajaba y vivía en China. Zhou Enlai le
dejó bien claro que China está interesada
en ampliar los vínculos con Perú y le pro-
puso “los ocho principios" para establecer
relaciones diplomáticas entre ambos
países. Más importante todavía, el primer
ministro chino le pidió que transmitiera
este mensaje a los altos oficiales del Go-
bierno peruano.
Digno de la gran confianza que el pri-
mer ministro chino depositó en él, Arce
realizó una gran labor de forma eficiente,
poniéndose en contacto con el cónsul pe-
ruano en Hong Kong y hablándole sobre
este tema. Así que tan pronto aterrizó con
su familia en el aeropuerto de Lima, fue
conducido hasta el Palacio Presidencial,
convirtiéndose así en el enviado para los
contactos diplomáticos entre los dos paí-
ses. En abril de 1971, la primera delega-
ción china compuesta por cinco personas
visitó Perú, señalando que ambas nacio-
nes estaban a punto de establecer relacio-
nes diplomáticas formales, lo que causó
sensación en el ámbito internacional.
El 2 de noviembre 1971, China y Perú
establecieron relaciones diplomáticas ofi-
cialmente. Ese día, un restaurante situado
en la calle Qianmen de Beijing estaba
jovialmente iluminado y decorado para la
celebración de este acontecimiento con la
presencia de Qiao Guanhua, ministro de
Relaciones Exteriores. Fernández Arce fue
uno de los distinguidos invitados en este
banquete.
El 8 de enero de 1976, cuando le llegó
la noticia del fallecimiento de Zhou En-
lai, Fernández Arce volvió a Perú y acudió
a la embajada china con su hija para dar
su pésame. En 1999, en la celebración del
50 aniversario de la fundación de la Re-
pública Popular China, Flor de María es-
cribió un artículo titulado
La sangre china
en mis venas y mi corazón
, una expresión
emocionante de su infinito agradecimien-
to a China y al primer ministro chino,
Zhou Enlai.
En abril de 1977, Fernández Arce re-
gresó a Beijing como presidente del Insti-
tuto Cultural Sino-Peruano. El periodista
本期人物
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孔子学院
总第
11
期
2012
年
03
月
第
2
期
左边:秘鲁特鲁西略市市长塞萨尔·阿古聂·贝拉尔塔祝贺阿尔赛获得城市勋章和荣誉证书。右边:时值中国秘鲁
建交 40 周年,著名记者阿尔赛推出他的新书《永恒的纪念碑》,阿尔赛与前外交官在新书推介会上。
A la izquierda, el alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, felicita a Antonio Fernández Arce durante la
ceremonia especial en la que se le distingue con la Medalla de la Ciudad y con el Diploma de Honor. A
la derecha, el reconocido periodista y ex diplomático presenta su último libro
Memoria a la eternidad
,
publicación que coincide con el 40 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Perú y China.