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por supuesto, es un polo metropolitano
de desarrollo con más de 8 millones de
habitantes cuyo centro está repleto de co-
mercios y establecimientos de vanguardia
como Apple, Zara, Nike, etc. Hay que
digerir el choque cultural inicial. Ayuda
caminar por las fabulosas y reconstruidas
murallas de la era Ming (1368-1644),
con su guarnición de novísimos edificios
de apartamentos y de oficinas, un paseo
entre épocas con magníficas vistas. Y
revelador, pues Xi’an fue la mayor urbe
del planeta durante la dinastía Tang (618-
907), quizás el cénit de la Ruta de la
Seda, cuando alojaba sucursales de mer-
caderes de medio mundo. Xi’an, entonces
Chang’an (
长安
o de la Paz Perpetua) con
sus dos millones de habitantes, era el kiló-
metro 0 de dicha ruta legendaria, el pun-
to de partida de las caravanas cargadas de
sedas procedentes de los valles del Yangtsé
y del río Amarillo.
La seda (
丝 绸
) fue uno de los descu-
brimientos más tempranos de China.
Los hallazgos arqueológicos más remotos
datan del Neolítico. Y hasta bien entrado
el siglo XX, la sericultura y la hilatura
han sido las principales ocupaciones de
la mujer campesina en muchas zonas del
país. La seda, en muchos aspectos, está
estrechamente vinculada a la esfera de lo
femenino. Y probablemente sea el mono-
polio más duradero de la historia. Con
ella tejieron los fundamentos del Imperio
y el alcance de su influencia los gober-
nantes de la dinastía Han, los primeros
en percibir y explotar el potencial político
y comercial del suave tejido.
En el centro de la antigua Xi’an se le-
vantan las imponentes Torres del Tambor
y de la Campana, que abrían y cerraban
las puertas de la ciudad, que clamaban en
caso de peligro, de celebración, de luctuo-
sos sucesos. Hoy en día aún conjuran las
arremetidas tectónicas de un dragón mi-
tológico. La Torre de la Campana ejerce
de rotonda viaria en el corazón comercial
de Xi’an; la Torre del Tambor, próxima,
marca la entrada al Barrio Hui musulmán
de la ciudad.
Andalusíes de China
El viajero se encamina por una calle
tortuosa que rodea la Torre del Tambor
y a su espalda, sin cruzar aduana alguna,
entra en el casco histórico de Xi’an orga-
nizado en torno a un bazar musulmán y
a una mezquita que hay que encontrar.
Es el Barrio Hui. Los hui (
回族
) son una
etnia sin rasgos físicos distintivos pero
con una confesión, el Islam. Hablan un
chino salpicado de palabras árabes y hay
varias teorías sobre su procedencia, todas
complejas y relacionadas con la Ruta de la
Seda. Se dice que el origen de los hui de
Xi’an es remotamente medioriental: tro-
pas enviadas por el califato abasí en apoyo
de un emperador amenazado. Pero quizás
sean la descendencia de los mercaderes
islamizados depositados en la capital de
la Ruta de la Seda como sedimento his-
tórico. Como fuere, los hui son una obra
de arte de la historia. En España tendrían
su equivalencia si aún quedaran comu-
nidades andalusíes en Granada, Toledo
o Valencia. Y aún así habría que salvar
distancias.
El barrio está envuelto en una atmós-
fera familiar. Los patios de las casas, las
tiendas y los restaurantes se prolongan
hasta la calle y uno camina por el centro
de la calzada absorto en la observación de
los rostros y las indumentarias a riesgo de
ser arrollado por una carretilla de panes o
una motocicleta. Las cocinas no paran y
la humareda de los calderos de fideos se
mezcla con el aroma del cordero asado,
de las frituras y las especias. Estamos en
una China distinta, o en la laguna de una
globalización distante.
Puede y hasta debe perderse el viajero
por las calles del bazar donde la estrella
son las camisetas de un Obama transmu-
tado en el Che Guevara inmortalizado
por Korda: el pop que no cesa. Más tarde
que pronto dará con el tesoro del Barrio
Hui, la Gran Mezquita.
LaMezquita de
los Contextos
Pongamos que en el año 742 en el esplen-
dor de la dinastía Tang, en una Chang’an
cosmopolita por virtud de la Ruta de la
Seda, se construyera una mezquita para
los mercaderes y habitantes de confesión
islámica. Al cristianismo –versión nes-
toriana
2
– le había costado más de 600
años llegar hasta la capital de China, al
Islam apenas 120; y además perdura. La
mezquita se organiza en torno a una su-
cesión de patios frondosos con pabellones
孔子学院
总第
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期
2012
年
07
月
第
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期
2. Herejía del sigloV difundida por Nestorio, patriarca de Constantinopla, que profesaba la existencia de dos personas en Cristo, separando en Él la naturaleza divina de la humana.
钟楼
Torre de la Campana.