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                  FIN DEL SACRO IMPERIO | SIGUIENTE | 
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En 1805 el escritor
      británico William Godwin publicó su novela Fleetwood. 
    
Humboldt estaba en París organizando el material
      científico que había obtenido en su
      expedición. Ese año publicó su Essai sur la géographie des
        plantes. También empezó en
      colaboración con Gay-Lussac un estudio sobre la
      composición del aire.
    
Laplace obtuvo algunos resultados sobre capilaridad que
      esencialmente habían sido descritos por Young el año
      anterior, pero Laplace les dio una formalización
      matemática más precisa. En particular
      estableció la que hoy se conoce como ecuación de Young-Laplace.
      Ese año fue condecorado con la Legión de Honor.
    
Goya pintó su Maja
        vestida, un cuadro idéntico en su
      composición a su Maja
        desnuda, de finales del siglo precedente, salvo por que
      la modelo aparece vestida. Una vez más el propósito
      de este cuadro no está claro. Su primer propietario
      conocido —aunque no necesariamente el que lo encargó— es
      Manuel Godoy.
    
El 1 de enero de 1806 fue
      abolido el calendario republicano francés y el calendario
      gregoriano volvió a entrar en vigor. Ese mismo día
      tenía lugar la coronación de Maximiliano I
      José como rey de Baviera y la de Federico I como rey de
      Würtemberg.
    
Ingres pintó ese año su Napoleón entronizado, y poco
      después marchó a Roma, donde descubrió a
      Rafael y el quattrocento italiano, que marcaría su estilo.
    
El 19 de enero una flota británica dirigida por sir David Baird invadió el cabo de Buena Esperanza y tomó a los neerlandeses Ciudad del Cabo. El 23 de enero murió el primer ministro británico William Pitt. Una prueba de su honradez política es que dejó una deuda de cuarenta mil libras, que el Parlamento aceptó pagar, a la vez que decretaba un funeral público en su honor. En la expedición británica contra Ciudad del Cabo había participado sir Home Popham, quien, ignorando la muerte de Pitt, le escribió una carta sugiriéndole reconsiderar el proyecto de promover una rebelión en sudamérica.
El 6 de febrero una flota
      británica derrotó a otra francesa cerca de la isla
      de La Española.
    
El 9 de febrero un
      ejército francés dirigido por André Masséna
      invadió el reino de Nápoles. El rey Fernando I tuvo
      que huir nuevamente a Sicilia, bajo la protección de la
      flota británica.
    
El 11 de febrero tomó
      posesión del cargo de primer ministro británico el
      barón William Grenville.
      Formó el llamado "Ministerio
        de todos los talentos", en el que a causa de la guerra,
      quiso incorporar a representantes de todas las tendencias
      políticas. En particular, el político más
      influyente del partido whig,
      Charles James Fox, recibió el ministerio de asuntos
      exteriores. Pitt había intentado anteriormente incorporar a
      Fox a su gobierno, pero el rey Jorge III se había opuesto a
      ello sin dejar lugar a discusión.
    
El 15 de febrero los franceses
      tomaron la capital napolitana.
    
El 25 de febrero Cherubini
      estrenó en Viena su ópera Faniska, que obtuvo un gran éxito y fue
      alabada por Haydn y Beethoven.
    
El 26 de febrero los franceses
      pusieron sitio a Gaeta, que era, junto con Calabria, el
      último reducto de las tropas del rey Fernando I en la parte
      continental de su reino.
    
El 3 de marzo el
      ejército francés tomaba Calabria. Gaeta
      resistía el asedio.
    
El 10 de marzo, con la batalla
      de Campo Tenese, los
      franceses completaban el dominio del reino de Nápoles,
      salvo que Gaeta seguía resistiendo el asedio.
    
Después de que fracasaran sus intentos de implicar al gobierno británico en su proyecto de independizar las colonias españolas en América, Francisco de Miranda había marchado a los Estados Unidos, donde había hecho una propuesta similar al presidente Jefferson y a su secretario de Estado, James Madison. Como éstos también le denegaran su apoyo, terminó organizando una expedición de forma privada. Alquiló un barco, reclutó una tripulación y marchó hasta Haití, donde compró otros dos barcos. El 12 de marzo izó en uno de ellos una bandera tricolor, amarilla, azul y roja, diseñada por él mismo, que pretendía ser la bandera de su proyecto de Imperio Colombiano.
El 13 de marzo una flota
      francesa encontró a una británica cerca de las islas
      de Cabo Verde y se libró una batalla de seis horas en la
      que los británicos resultaron vencedores.
    
El 28 de marzo llegó a
      Ciudad del Cabo un barco británico que informó de
      que en Buenos Aires se encontraba un barco cargado con un tesoro
      procedente de Potosí y que pronto zarparía rumbo a
      España. Popham trató de persuaidir a Baird de que le
      proporcionara una flota para tomar Buenos Aires, hacerse con el
      tesoro y usarlo para financiar una revuelta contra España.
      Le aseguró que la revuelta contaría con el apoyo
      popular.
    
El 29 de marzo se
      estrenó en Viena la nueva versión de Fidelio, reducida a dos actos
      y con una nueva obertura, considerada una joya de la música
      sinfónica. Esta vez tuvo éxito, pero sólo se
      representó dos veces a causa de una disputa entre Beethoven
      y la dirección del teatro.
    
El 30 de marzo Napoleón
      nombró rey de Nápoles a su hermano Joseph, ahora José I de
      Nápoles. Recientemente había estallado una revuelta
      de campesinos en Calabria, hartos de soportar los excesos de los
      soldados franceses. Napoleón concedió también
      el título de princesa de Guastalla a su hermana Paulina. Guastalla
      había formado parte hasta entonces del ducado de Parma, que
      Napoleón asignó a Cambacérès, mientras
      que a Lebrun le otorgó el ducado de Piacenza. El
      matemático Laplace recibió el título de conde
      del Imperio. Ese año Napoleón prohibió La Marsellesa. 
    
El 9 de abril murió
      exiliado en Alemania el príncipe Guillermo V de
      Orange-Nassau. Fue sucedido por su hijo Guillermo Federico. 
    
El 14 de abril una flota
      británica salió de Sudáfrica bajo el mando
      del coronel William Carr
        Beresford con la misión de conquistar Buenos
      Aires. En Santa Helena recibió refuerzos y envió una
      carta a Londres informando de esta misión que, en
      principio, no había sido autorizada, pero que se
      hacía en virtud de la autoridad que tenían los
      gobernadores coloniales (Baird en este caso) para ordenar acciones
      militares de urgencia.
    
Villeneuve había sido capturado por los británicos
      en la batalla de Trafalgar, pero fue puesto en libertad y
      decidió regresar a París. En el transcurso de su
      viaje hizo una parada en Rennes, donde escribió una carta
      al ministro de Marina con su versión de los hechos, en la
      que pedía la oportunidad de justificarse ante
      Napoleón. Sin embargo, el 22 de
        abril fue encontrado muerto en la habitación del
      hotel de Rennes en el que se hospedaba. La policía
      dictaminó que se había suicidado
      apuñalándose seis veces en el pecho.
    
Turner presentó su óleo La batalla de Trafalgar, en el que plasma una
      atmósfera llena de humo y niebla.
    
El 28 de abril una flota
      española interceptó a la pequeña armada de
      Francisco de Miranda cerca de la costa de Venezuela y
      capturó dos de sus barcos. Dieciséis hombres fueron
      capturados, de los cuales diez fueron condenados a muerte.
    
El 5 de junio Napoleón
      disolvió la república Bátava y nombró
      a su hermano Luis rey de Holanda. El nuevo monarca se
      preocupó por integrarse en la cultura de su nuevo reino y
      estudió el holandés. Se cuenta que se
      presentó ante el pueblo como el Conejo de Holanda, porque pronunció Kongin (rey) como Konjin (conejo). No obstante,
      este error le granjeó la simpatía popular, pues
      evidenciaba su interés por asimilar la cultura neerlandesa.
    
El 10 de junio Charles James
      Fox propuso a la cámara de los Comunes una ley que aboliera
      totalmente el tráfico de esclavos, que fue aprobada por 114
      votos contra 15, y ratificada en la cámara de los Lores el
      25 de junio. Ese mismo
      día los británicos desembarcaban cerca de Buenos
      Aires y el 27 de junio la
      capital se rindió ante ellos. El virrey, Rafael de Sobremonte,
      había abandonado previamente la ciudad llevándose
      consigo la plata de Potosí que estaba bajo su custodia.
      Beresford advirtió a los comerciantes que si no se
      recuperaba el tesoro del Estado ellos mismos lo pagarían
      con sus propios bienes. Los comerciantes se lanzaron entonces a la
      persecución del virrey, al que le arrebataron el tesoro y
      se lo entregaron a los británicos. 
    
El 12 de julio se firmó
      en París el tratado de la Confederación del Rin, por el que
      dieciséis estados del Sacro Imperio formaron una
      confederación bajo la protección de Francia.
    
El 14 de julio el virrey
      Sobremonte firmó una declaración por la que ordenaba
      no obedecer ninguna orden proveniente de Buenos Aires mientras
      permaneciera ocupada por los británicos.
    
Ese mismo día, un militar de Kentucky llamado Joseph Hamilton Daveiss
      escribió una carta al presidente Jefferson denunciando que
      Aaron Burr trataba de provocar una rebelión en los
      territorios españoles limítrofes con los Estados
      Unidos con el fin de crear un nuevo Estado independiente que
      comprendiera estos territorios y parte de Luisiana. Al parecer
      Jefferson no dio crédito a estas acusaciones. Más
      tarde, James Wilkinson, el gobernador de Luisiana, envió al
      presidente Jefferson correspondencia de Burr que confirmaba las
      acusaciones que se habían vertido contra él. Parece
      ser que Wilkinson había alterado las cartas para exculparse
      a sí mismo, y que delató a Burr precisamente como
      medio para evitar que le salpicara un escándalo en el que
      él mismo estaba implicado.
    
El 18 de julio la
      artillería francesa logró finalmente abrir brechas
      en los muros de Gaeta y la ciudad se rindió finalmente a
      Masséna, que fue enviado entonces al sur para combatir la
      revuelta de Calabria.
    
El 22 de julio el embajador
      austríaco en París recibió un
      ultimátum según el cual, si el emperador Francisco
      II no abdicaba antes del 10 de agosto, el ejército
      francés invadiría Austria. El 1 de agosto los estados de la Confederación
      del Rin se desvincularon del Sacro Imperio.
    
El 2 de agosto el rey
      José I de Nápoles abolió el feudalismo y
      todos los privilegios de la nobleza que restringían la
      libertad personal, de comercio y de industria para las clases
      inferiores.
    
El 3 de agosto Francisco de
      Miranda desembarcó en Venezuela enarbolando su bandera
      tricolor. Al amanecer del 4 de agosto
      entró en Coro,
      pero no encontró el respaldo que esperaba entre sus
      habitantes.
    
El 6 de agosto Francisco II
      promulgó, no sólo su abdicación como
      emperador, sino la disolución del Sacro Imperio Romano
      Germánico, reservándose el título de
      emperador de Austria. Así desaparecía un imperio con
      casi ocho siglos y medio de historia. Ese mismo día
      Napoleón concedió al príncipe elector
      Federico Augusto III de Sajonia el título de rey Federico Augusto I de Sajonia.
      
    
El 12 de agosto Karagjorgje,
      al frente de unos 9.500 servios, derrotó a un
      ejército turco de 40.000 hombres en la batalla de Misar, que se prolongó
      durante tres días.
    
En vista de la falta de apoyo, el 13
        de agosto Miranda abandonó Venezuela y estuvo un
      tiempo por el Caribe esperando unos refuerzos que nunca llegaron.
    
El entusiasmo inicial con el que los bonaerenes habían
      recibido a los británicos también se había
      extinguido. Habían aparecido sectores que recelaban de que
      la supuesta ayuda británica para independizar la colonia
      era más bien un intento de convertirla en colonia
      británica. Se produjeron levantamientos realistas que
      terminaron imponiéndose. El 20
        de agosto capituló Beresford, que fue hecho
      prisionero.
    
El 23 de agosto murió
      el físico francés Charles Augustin de Coulomb. 
    
El 14 de septiembre el sultán
      Said bin Sultan de Omán depuso a su hermano Salim y
      pasó a gobernar en solitario.
    
El 18 de septiembre
      murió el ministro británico Charles James Fox. Al
      igual que Pitt, también dejó al morir una
      considerable deuda personal, aunque algo menor, en este caso de
      unas diez mil libras.
    
Aunque la expedición británica contra Buenos Aires
      había terminado en un completo fracaso, lo cierto es que el
      tesoro que Beresford había arrebatado a los
      españoles navegaba de camino a Londres. Popham había
      sido condenado por un consejo de guerra por haber abandonado su
      misión en el cabo de Buena Esperanza sin
      autorización para ello, si bien la sentencia nunca tuvo
      efecto alguno, pues también fue condecorado por sus
      esfuerzos para "abrir nuevos
        mercados". Más aún, el 22 de septiembre el gobierno británico
      autorizó un proyecto similar de conquista de Buenos Aires y
      Montevideo. 
    
El 23 de septiembre la
      expedición de Lewis y Clarck estaba de regreso en Saint
      Louis.
    
El 1 de octubre Gran
      Bretaña, Prusia, Rusia y Suecia firmaron la Cuarta Coalición
      contra Francia. El rey Federico Guillermo III de Prusia
      forzó a Federico Augusto I de Sajonia a apoyar a la
      coalición. El ejército francés derrotó
      a Prusia y Sajonia en las batallas de Saalbourg y Schleiz
      el 9 de octubre, y en Saalfeld el 10 de octubre. El 14 de octubre los franceses
      obtuvieron dos nuevas victorias, esta vez decisivas: En Jena,
      Napoleón, al frente de unos 56.000 hombres derrotó a
      unos 75.000 prusianos y sajones. El rey Federico Augusto I
      firmó una paz por separado con Francia.
      Simultáneamente, el rey Federico Guillermo III de Prusia,
      al frente de más de 60.000 hombres, era derrotado en Auerstaedt por unos 25.000
      franceses. Napoleón formó un consejo de guerra
      contra el mariscal Jean-Baptiste
        Jules Bernadotte porque se pasó el tiempo
      conduciendo a sus hombres de uno a otro campo de batalla sin
      participar en ninguno.
    
El 17 de octubre el emperador
      Jacques I de Haití fue asesinado por sus colaboradores,
      entre ellos Henri Christophe y Alexandre
        Pétion, que instauraron un sistema republicano en
      el que Christophe fue elegido presidente, mientras que
      Pétion controlaba el senado.
    
El 22 de octubre
      Napoleón recibió a uno de los generales polacos que
      combatían en sus filas, el general Jan Henryk Dabrowski. Lo
      había citado para reclutar y organizar un ejército
      en Polonia que se opusiera a la dominación prusiana. 
    
El 27 de octubre
      Napoleón entraba en Berlín. La familia real prusiana
      tuvo que huir hacia el este.
    
El 29 de octubre los
      británicos tomaron la ciudad de Maldonado, cerca de Montevideo.
    
El 3 de noviembre Dabrowski
      entraba en Poznan
      dispuesto a cumplir la misión que Napoleón le
      había encomendado, y no tardó en encontrar patriotas
      dispuestos a luchar por la independencia de Polonia con la ayuda
      de Francia.
    
El 6 y el 7 de noviembre unos 30.000 franceses se
      enfrentaron a unos 20.000 prusianos por las calles de Lübeck.
      Los franceses vencieron nuevamente y saquearon la ciudad.
    
El 10 de noviembre un
      ejército polaco se enfrentó al ejército
      prusiano en Ostrzeszow y
      Kepno. Los levantamientos
      se extendieron por toda la región circundante.
    
En la India murió el Gran Mogol Sha Alam II, que fue
      sucedido por su hijo Akbar Sha.
      Como su padre, continuó siendo un títere de la
      Compañia Británica de las Indias Orientales. 
    
El 21 de noviembre
      Napoleón decretó el bloqueo continental a Gran Bretaña, por
      el que prohibía el comercio en Europa con productos
      británicos.
    
El 27 de noviembre
      Napoleón entraba en Poznan.
    
El 30 de noviembre Prusia
      firmó un armisticio con Francia.
    
En diciembre los servios
      infligieron otra espectacular derrota a los turcos en la batalla
      de Deligrad, tras la cual
      pusieron sitio a Belgrado. 
    
El 15 de diciembre Fichte
      pronunció en Berlín el primero de una serie de
      discursos que más tarde serían publicados con el
      título de Discursos a la
        nación alemana. En ellos afirma la superioridad
      cultural y filosófica del idioma alemán sobre los
      idiomas latinos y concluía que la nación alemana
      tenía una enorme ventaja sobre las demás naciones
      europeas. Instaba a la rebelión contra la ocupación
      francesa y a la construcción de una Alemania unida sobre
      los restos del Sacro Imperio Romano Germánico.
    
El 23 de diciembre se
      estrenó en Viena el
        concierto para violín de Beethoven. No tuvo mucho
      éxito.
    
El 24 de diciembre
      murió en Viena el duque Fernando I de Módena,
      tío del emperador Francisco II. Fue sucedido por su hijo Francisco IV (meramente como
      duque titular, pues el ducado formaba parte entonces del reino de
      Italia).
    
Desde Prusia, el ejército francés se dirigió
      a (lo que había sido) Polonia para enfrentarse a los rusos.
      El 26 de diciembre hubo dos
      batallas simultáneas: En Golymin
      Murat sostuvo un enfrentamiento contra los rusos que acabaron
      retirándose, aunque no puede decirse que fueran derrotados.
      En Pultusk sucedió
      algo similar.
    
Desde la derrota rusa en Austelitz, los turcos se habían
      mostrado más agresivos frente a los rusos. Éstos
      entraron en Moldavia y Valaquia con unos 40.000 soldados, y el 30 de diciembre el sultán
      Selim III declaró la guerra a Rusia.
    
Tras la muerte del mandarín Pok, que gobernaba Camboya en
      nombre del rey Rama I de Siam, éste aceptó que fuera
      coronado Ang Chan II, el
      heredero de la corona camboyana, que acababa de cumplir los
      dieciocho años.
    
El 1 de enero de 1807
      Napoleón conoció en un baile a la condesa polaca María Walewska, y
      pronto se convirtió en su amante. La condesa usó
      todos sus "razonamientos" para convencer a Napoleón de que
      restableciera el reino polaco. Por esa época, el
      ejército polaco organizado por el general Dabrowski contaba
      ya con 23.000 soldados organizados según el patrón
      napoleónico. Sin embargo, el entusiasmo de Dabrowski se
      enfrió cuando Napoleón le indicó que
      sólo debía luchar contra Prusia, pero no contra
      Austria y Rusia, las otras potencias que se habían
      repartido el territorio polaco.
    
El 5 de enero el almirante sir
      Charles Stirling
      transportó hasta el Río de la Plata un
      ejército británico bajo el mando del general Samuel Auchmuty. 
    
El 10 de enero Aaron Burr
      leyó en un periódico que se había dictado una
      orden de busca y captura contra él, acusado de
      traición. Todavía no está claro por
      qué el presidente Jefferson tardó varios meses en
      dar crédito a las denuncias que le habían llegado,
      pero finalmente había decidido a enviar agentes federales
      tras su pista. Burr se entregó en dos ocasiones a las
      autoridades y dos jueces lo exculparon, pero Jefferson mantuvo la
      orden de arresto y Burr decidió huir a Florida.
    
El 16 de enero los
      británicos desembarcaron a diez kilómetros de
      Montevideo y se dispusieron a asediarla. El 20 de enero los españoles trataron de
      romper el bloqueo y atacaron las posiciones británicas,
      pero fueron repelidos con muchas bajas.
    
En Haití, las disensiones entre el presidente Henri
      Christophe y Alexandre Pétion llegaron al extremo el 27 de enero, cuando éste
      logró que el senado dejara de reconocer a aquél como
      presidente y lo nombrara a él mismo en su lugar.
      Estalló entonces una guerra civil y Christophe se
      retiró al norte.
    
El 2 de febrero la
      artillería británica logró abrir una brecha
      en las murallas de Montevideo, por la que penetraron el 3 de febrero y tomaron la ciudad sin
      gran dificultad. La noticia llegó a Buenos Aires el 5 de febrero, y el pueblo
      responsabilizó de la invasión a la mala
      gestión del virrey Rafael de Sobremonte. 
    
El 7 de febrero el
      ejército francés trabó contacto nuevamente
      con el ruso cerca de la localidad polaca de Eylau. El combate se
      extendió hasta la noche y se prolongó al día
      siguiente, el 8 de febrero. Los
      rusos llevaban ventaja y el centro del frente francés
      estaba casi aniquilado. El propio Napoleón estuvo a punto
      de ser capturado en su puesto de mando, situado en la torre de una
      iglesia. Pero el emperador ordenó una carga de
      caballería que dirigió Murat, una de las más
      espectaculares de la historia. Primero atacó a la
      infantería rusa, luego se dividió en dos para atacar
      una parte a la caballería y otra a la infantería, y
      finalmente se reagrupó para atacar a los artilleros. Se
      perdieron 1.500 jinetes, pero la batalla dio un giro en favor de
      Francia. Después los rusos recibieron refuerzos prusianos y
      Napoleón se vio de nuevo en dificultades. No obstante,
      aunque tarde, también recibió refuerzos y el combate
      se prolongó durante un total de catorce horas
      ininterrumpidas, hasta que los rusos se retiraron. Se calcula que
      los rusos perdieron unos 15.000 hombres y los franceses más
      de 20.000. Técnicamente, fue una victoria francesa, puesto
      que Napoleón conservó el campo de batalla, pero el
      enfrentamiento quedó en una carnicería de la que
      ninguno de los dos bandos sacó ningún provecho.
    
El 10 de febrero una asamblea
      popular en Buenos Aires presionó a la Real Audiencia y
      logró que el virrey Sobremonte fuera destituido. En su
      lugar fue designado Santiago de
        Liniers, que hasta entonces ocupaba la capitanía
      general. Mientras tanto, el coronel Beresford logró escapar
      de su cautiverio en Buenos Aires y embarcó hacia Londres.
    
En Londres, el "ministerio de todos los talentos" propuso
      modificar la ley para permitir que los católicos pudieran
      acceder a todos los rangos militares, pero ahí tocaron el
      punto débil del rey Jorge III, que no sólo se
      negó en redondo, sino que exigió que jamás se
      volviera a plantear semejante idea. Los ministros aceptaron
      retirar el proyecto, pero no se comprometieron para el futuro.
    
Un inventor alemán llamado Friedrich Albrecht Winzer, que vivía en
      Gran Bretaña y había cambiado su nombre a Frederick Albert Winsor,
      después de haber estudiado en Francia la lámpara de
      gas de Lebon, había fundado una fábrica de gas (que
      obtenía de la hulla) y ese año iluminó uno de
      los lados de la calle Pall Mall
      de Londres.
    
El 16 de febrero franceses y
      rusos se enfrentaron en Ostrolenka
      y esta vez obtuvieron una clara victoria. Los rusos se dieron a la
      fuga perseguidos por los franceses. El 18
        de febrero Napoleón ordenó al general François Joseph Lefebvre
      capturar la ciudad de Dantzig,
      en poder de los prusianos, de gran importancia estratégica
      por su emplazamiento en la desembocadura del Vístula. 
    
Los turcos habían bloqueado el estrecho de los Dardanelos,
      y Rusia pidió ayuda a Gran Bretaña para que
      contuviera a los turcos mientras los rusos luchaban contra
      Francia. Gran Bretaña envió una flota a los
      Dardanelos, pero el 19 de febrero
      fue derrotada por una flota turca superior en número.
    
Ese mismo día Burr fue arrestado y conducido a Virginia
      para ser juzgado por traición.
    
En marzo Beethoven
      estrenó en un concierto privado su cuarta sinfonía, su cuarto concierto para piano y
      la obertura de Coriolano.
      La cuarta sinfonía
      es bastante conservadora en comparación con su
      revolucionaria tercera
        sinfonía. Mucho más original es su cuarto
        concierto para piano, considerado como el primer
      concierto romántico. La obertura no estaba destinada a la
      tragedia de Shakespeare, sino a una obra homónima estrenada
      ese mismo año por Heinrich
        Joseph von Collin. 
    
Fries publicó su Nueva
        crítica o crítica antropológica de la
        razón, en la que intenta proporcionar nuevos
      fundamentos a la teoría del conocimiento kantiana.
    
Hegel, a falta de un empleo mejor, aceptó convertirse en
      editor del Bamberger Zeitung,
      un periódico publicado en Bamberg.
      Ese año publicó su Fenomenología del espíritu, obra
      que marca el principio de su carrera filosófica y el final
      de la filosofía como disciplina digna de respeto. Si en la
      obra de Fichte o Schelling todavía podía apreciarse
      una apariencia de racionalidad, por superficial y engañosa
      que ésta pudiera llegar a ser, la obra de Hegel es ya pura
      verborrea caótica. He aquí una muestra tomada al
      azar (el principio del capítulo IV):
    
En los modos de la certeza que preceden, la verdad es para la conciencia algo distinto a ella misma. Pero el concepto de esta verdad desaparece en la experiencia de él; resulta que en verdad el objeto no es lo que era inmediatamente en sí mismo, el mero ser en la certeza sensible, una cosa concreta en la percepción, o fuerza en el caso del entendimiento, sino que este ser en sí resulta ser un modo en que es para otro; el concepto abstracto del objeto cede el paso al objeto concreto real, o la primera representación inmediata desaparece con la experiencia. La mera certeza desaparece ante la verdad. Pero ahora ha surgido lo que no se había producido en estas relaciones previas: una certeza que es igual a su verdad, pues la certeza es ella misma su objeto, y la conciencia es ella misma la verdad. Y en ello es también, ciertamente, un ser otro; en efecto, la conciencia hace una distinción, pero distingue algo que para ella es, al mismo tiempo, algo no diferenciado. Si llamamos concepto al movimiento del saber y objeto al saber, pero como unidad quieta o como yo, vemos que, no solamente para nosotros, sino para el saber mismo, el objeto corresponde al concepto. O bien, si, de otro modo, llamamos concepto a lo que el objeto es en sí y objeto a lo que es como objeto o para otro, vemos que es lo mismo el ser en sí y el ser para otro, pues el en sí es la conciencia; pero es también aquello para lo que es otro (el en sí); y es para ella para lo que el en sí del objeto y el ser del mismo para otro son lo mismo; el yo es el contenido de la relación y la relación misma; es él mismo contra otro y sobrepasa al mismo tiempo este otro, que para él es también sólo el mismo.
Esta "filosofía" se ha convertido en el opio para quienes,
      incapaces de enfrentarse a los interrogantes reales que plantea
      nuestra presencia en el mundo, han preferido el vacuo placer de
      creerse dueños de una verdad profunda por haber atribuido
      un significado, y hasta incluso una justificación, a estas
      concatenaciones de palabras.
    
El 17 de marzo zarpó de
      Sicilia una flota británica con la misión de
      apoderarse de Alejandría, para tomarla como base de
      operaciones contra el Imperio Otomano. Estaba al mando el general
      Alexander Mackenzie-Fraser.
      Tras una débil resistencia, la ciudad se rindió el 20 de marzo. 
    
Ese mismo día los franceses iniciaron el asedio a Dantzig.
    
Las tensiones entre el rey Jorge III de Gran Bretaña y sus
      variopintos ministros lo llevaron finalmente a disolver el
      gobierno. El 26 de marzo
      designó nuevo gabinete formado exclusivamente por tories, bajo la presidencia
      nominal del ya anciano William
        Cavendish, el duque de Portland, aunque el poder
      quedó realmente en manos de Spencer Perceval, que ocupó el ministerio
      de hacienda. Unos días antes el rey había firmado la
      ley contra la esclavitud aprobada por el parlamento el año
      anterior. Se acordó que la marina británica tratara
      los barcos que transportaran esclavos como barcos piratas. 
    
El 29 de marzo Olbers
      descubrió otro pequeño planeta y dejó que
      Gauss le pusiera nombre. Éste decidió llamarlo Vesta. Era el cuarto de estos
      objetos descubierto hasta el momento, y todos ellos estaban
      situados entre las órbitas de Marte y Júpiter. Por
      ello, Olbers conjeturó que se trataba de los fragmentos de
      un antiguo planeta, al que llamó Faetón, que, por algún motivo,
      había estallado.
    
Desde Alejandría, los británicos trataron de
      apoderarse de Rosetta, pero la operación terminó el
      21 de abril en un completo
      fracaso. Cientos de cabezas británicas fueron expuestas en
      estacas en El Cairo. 
    
El sha de Persia, Fath Alí Sha Kayar, incapaz de contener
      la ofensiva rusa, envió embajadores a Prusia, donde se
      encontraba entonces Napoleón, y el 4 de mayo se firmó el tratado de Finckenstein, en el que el
      emperador francés garantizaba la integridad de Persia y
      reconocía su derecho sobre Georgia, a la vez que se
      comprometía a proporcionar al sha armas, soldados y
      trabajadores. Por su parte, Persia se comprometía a
      expulsar a los británicos de sus territorios y a entablar
      relaciones diplomáticas con Afganistán para
      propiciar una futura alianza entre Francia, Persia y
      Afganistán que permitiera expulsar a los británicos
      de la India.
    
El 10 de mayo llegó a
      Montevideo el general John
        Whitelocke, nombrado comandante de las fuerzas
      británicas en el Río de la Plata, con instrucciones
      de conquistar Buenos Aires.
    
Mientras tanto la armada rusa destruyó a la otomana en la
      batalla de los Dardanelos. 
    
Ese mismo día los rusos trataron de socorrer la ciudad de
      Dantzig con la ayuda de barcos británicos y suecos, pero no
      pudieron romper el bloqueo francés. Otro tanto
      sucedió el 15 de mayo.
      El 24 de mayo Dantzig
      capituló ante el general Lefebvre.
    
El 2 de junio un
      ejército de apenas 4.500 soldados rusos neutralizó
      un masivo ataque otomano contra Bucarest. 
    
El 10 de junio
      Napoleón, al frente de unos 50.000 franceses,
      derrotó en Heilsberg
      a un ejército de 90.000 rusos en una batalla que se
      prolongó hasta el 12 de junio.
      Los rusos se retiraron hasta Friedland,
      donde se enfrentaron nuevamente a los franceses el 14 de junio, en la que
      resultó ser la batalla definitiva de la campaña
      polaca de Napoleón. Los franceses sorprendieron a los rusos
      amontonados en los meandros del río Alle, donde fueron un blanco
      fácil para su artillería, que hizo estragos. Muchos
      soldados rusos murieron ahogados en el río durante la
      retirada. Los generales rusos aconsejaron al zar que pidiera un
      armisticio. El 16 de junio
      Napoleón recibió emisarios rusos mientras
      Königsberg caía en su poder.
    
El 18 de junio 7.000 rusos
      derrotaron a unos 20.000 otomanos en la batalla de Arpachai, en Armenia. El 19 de junio se inició la batalla del monte Athos, que
      se prolongó durante 10 días, en la que la flota rusa
      terminó de destrozar la flota otomana.
    
El 22 de junio un barco
      estadounidense llamado Chesapeake,
      que se dirigía rumbo a África cargado de
      mercancías, fue interceptado cerca de las aguas
      territoriales estadounidenses por un barco de guerra
      británico, el Leopard.
      Éste exigió inspeccionarlo porque sospechaba que a
      bordo viajaban desertores de la marina británica. (La
      marina británica se nutría de marineros enrolados
      contra su voluntad y que además eran tratados con una
      disciplina férrea, por lo que eran frecuentes las
      deserciones. Se calcula que se producían más de dos
      mil al año, y muchos de los desertores acababan
      enrolándose en barcos estadounidenses. Por ello, era
      frecuente que los británicos detuvieran barcos
      estadounidenses en busca de desertores.) El Chesapeake se negó a
      aceptar semejante abuso y el Leopard
      abrió fuego. Al cabo de media hora, el Chesapeake se rindió,
      con tres muertos y dieciocho heridos. Los británicos
      inspeccionaron el barco y se llevaron cuatro hombres asegurando
      que eran desertores.
    
La opinión pública estadounidense estaba indignada
      y si Jefferson hubiera declarado la guerra a Gran Bretaña
      habría contado con el apoyo popular, pero Jefferson era
      probablemente el gobernante más sensato de la época
      y comprendió que su país no estaba en condiciones de
      ir a la guerra. En los últimos años había
      llevado una política de ahorro para sanear las cuentas
      públicas y la armada estadounidense estaba bajo
      mínimos. No era plan enfrentarse a la todopoderosa armada
      británica, ni siquera en una época en la que Gran
      Bretaña estaba en guerra contra el invencible
      Napoleón.
    
El 25 de junio Napoleón
      se entrevistó con el zar Alejandro I en una balsa en medio
      del río Niemen. Se
      dice que Alejandro I se dirigió a Napoleón diciendo:
      Sire, yo odio a los ingleses
        tanto como vos, a lo que Napoleón
      respondió: En tal caso,
        la paz está hecha. 
    
El 28 de junio Whitelocke
      desembarcó cerca de Buenos Aires al frente de unos 11.000
      hombres y el 4 de julio
      inició el asedio de la ciudad. El 5 de julio decidió organizar un ataque
      simultáneo por doce puntos. Sin embargo, los bonaerenses
      contraatacaron parapetados en sus casas y lograron derrrotar a los
      confiados británicos. Whitelocke perdió a la mitad
      de sus hombres, entre muertos y heridos. El 7 de julio los británicos se rindieron y,
      no sólo se retiraron de Buenos Aires, sino que aceptaron
      evacuar Montevideo. Esto último le costó a
      Whitelocke su expulsión del ejército una vez de
      regreso en Gran Bretaña.
    
Ese mismo día Napoleón y Alejandro I firmaron en Tilsit el tratado del mismo
      nombre. Francia prometía ayudar a Rusia contra los turcos,
      mientras que Rusia aceptaba el bloqueo francés contra Gran
      Bretaña. Además, se acordó la
      formación del Gran Ducado
        de Varsovia, que comprendía la parte prusiana de
      la antigua Polonia del que los polacos esperaban que más
      adelante se convirtiera en un nuevo reino de Polonia.
      Napoleón designó como Gran Duque al rey Federico
      Augusto I de Sajonia, basándose en que era nieto del rey
      Federico Augusto II de Polonia. Por indicación de
      Napoleón, el Gran Ducado no fue anexionado a Sajonia, sino
      que tuvo su propio gobierno parlamentario. La república
      septinsular quedó de nuevo bajo dominio francés.
    
Tras el tratado de Tilsit, Napoleón rompió sus
      acuerdos con Persia contra Rusia, de modo que los persas tuvieron
      que empezar a negociar con los británicos. El primer
      intento fue un fracaso, pues apelaron a un acuerdo firmado unos
      años atrás, pero los británicos objetaron que
      ese acuerdo establecía una cooperación contra
      Francia, no contra Rusia.
    
Los jenízaros depusieron al sultán otomano Selim
      III y en su lugar eligieron a su sobrino Mustafá IV. 
    
El 3 de agosto se
      inició el juicio contra Aaron Burr. El juez que
      llevó el caso no era sino John Marshall, federalista
      enemigo acérrimo de Jefferson. El juicio fue un duelo entre
      ambos, el primero empeñado en exculpar a Burr y el segundo
      empeñado en que fuera declarado culpable.
    
El 12 de agosto los otomanos
      firmaron un armisticio con Rusia.
    
El gobierno británico decidió capturar la flota
      danesa para evitar que acabara cayendo en manos de
      Napoleón. Sin previa declaración de guerra, el 16 de agosto el general Arthur
      Wellesley atacó Copenhague.
    
El 17 de agosto Robert Fulton
      realizó un viaje de 177 kilómetros por el río
      Hudson en un barco de vapor. Durante un tiempo, el barco fue
      conocido por "el monstruo de
        Fulton", pues atemorizó a muchos de sus paisanos
      con su fuego, su humo y su ruido.
    
 El 18 de agosto Napoleón
      constituyó a expensas de Prusia el reino de Westfalia, que se
      integró en la Confederación del Rin y cuyo primer
      rey fue Jérôme
        Bonaparte, el hermano menor de Napoleón, ahora Jerónimo I. Su
      territorio comprendía lo que habían sido los
      electorados de Hannover y Hesse, entre otros. Jerónimo I
      implantó una monarquía constitucional, abolió
      la servidumbre, decretó el libre marcado, implantó
      el código napoleónico y el sistema métrico
      decimal, aunque no reconoció la libertad de
      expresión.
El 18 de agosto Napoleón
      constituyó a expensas de Prusia el reino de Westfalia, que se
      integró en la Confederación del Rin y cuyo primer
      rey fue Jérôme
        Bonaparte, el hermano menor de Napoleón, ahora Jerónimo I. Su
      territorio comprendía lo que habían sido los
      electorados de Hannover y Hesse, entre otros. Jerónimo I
      implantó una monarquía constitucional, abolió
      la servidumbre, decretó el libre marcado, implantó
      el código napoleónico y el sistema métrico
      decimal, aunque no reconoció la libertad de
      expresión.
    
El 19 de agosto
      Napoleón suprimió el tribunado y modificó el
      Cuerpo legislativo.
    
El 1 de septiembre Aaron Burr
      resultó absuelto de los cargos de traición por falta
      de pruebas.
    
El 7 de septiembre Copenhague
      se rindió y la flota danesa fue entregada a los
      británicos. Poco después Dinamarca estableció
      una alianza con Francia a la vez que empezaba a reconstruir su
      flota construyendo un gran número de pequeños
      cañoneros con los que hostigar a los barcos
      británicos.
    
El 25 de septiembre, incapaces
      de mantener su posición, los británicos abandonaron
      Alejandría y se retiraron a Sicilia.
    
Bajo presión francesa, el rey Federico Guillermo III de
      Prusia abolió la servidumbre el 9
        de octubre. Los campesinos que cultivaban tierras de la
      corona las recibieron en propiedad.
    
La principal nación que no respetaba el bloqueo
      continental a Gran Bretaña decretado por Napoleón
      era Portugal. Por ello, el 27 de
        octubre España y Francia firmaron el Tratado de Fontainebleau, por
      el que España consentía el paso por su territorio
      del ejército francés con el fin de conquistar
      Portugal. Una vez conquistado, el país sería
      dividido en tres partes: el norte, con el nombre de reino de Lusitania septentrional,
      sería entregado al rey Carlos I de Etruria, la zona
      central, se le ofrecería a Gran Bretaña a cambio de
      Gibraltar y la isla de Trinidad, mientras que el sur se le
      entregaría al primer ministro español, Manuel Godoy
      como principado de Los
        Algarves. 
    
Un sector de la nobleza española recelaba de Godoy, que
      recientemente había recibido del rey Carlos IV el
      título de gran almirante, con tratamiento de alteza serenísima, y
      del que se llegó a rumorear que pretendía que
      Napoleón le adjudicara la corona española a la
      muerte del rey. Sus enemigos se agruparon en torno a Fernando, el
      príncipe de Asturias (que tenía ahora
      veintitrés años), heredero de Carlos IV. Trataron de
      ganarse el favor de Napoleón y llegaron a pedirle una
      princesa de su familia como esposa para Fernando y estaban
      fraguando una conspiración para derrocar al rey en favor de
      su hijo. Sin embargo, el mismo día que se firmaba el Tratado de Fontainebleau,
      mientras la corte se encontraba en El Escorial, alguien
      denunció anónimamente la conspiración al
      monarca, que entró en la habitación de su hijo y se
      hizo con documentación que lo inculpaba en la
      conspiración. Inmediatamente ordenó el arresto del
      príncipe, que fue interrogado en presencia del gobierno y
      al principio negó todas las acusaciones, pero poco
      después confesó abiertamente y delató a todos
      los conjurados. Godoy redactó unas cartas en las que el
      príncipe pedía perdón a sus padres, que
      fueron publicadas el 5 de noviembre,
      junto con el decreto por el que el rey Carlos IV le
      concedía su perdón. Esta publicación
      constituía una humillación para el príncipe,
      pero le favoreció, porque a ojos del pueblo apareció
      como una víctima de las maquinaciones de Godoy, y se
      convirtió en un ídolo popular, especialmente a
      partir del momento en que, sin información alguna sobre su
      propósito, los españoles tuvieron ocasión de
      contemplar un inquietante ejército francés
      atravesando España.
    
El 19 de noviembre un químico británico llamado Humphry Davy informó a la Royal Society del descubrimiento de un nuevo elemento químico al que llamó potasio por haber sido obtenido por electrolisis a partir de la potasa. Unas semanas después aplicó el mismo procedimiento a la sosa caustica y descubrió así el sodio. Ese mismo año Davy observó que tanto el sodio como el potasio aparecían en la composición del alumbre, pero dedujo que debía haber otro metal adicional al que llamó aluminio, aunque no fue capaz de aislarlo.
A primeros de mes los ejércitos españoles
      habían penetrado en Portugal por el norte y por el sur, y
      el ejército francés bajo el mando del geneal Androche Junot, que ya
      había entrado en España antes incluso de que se
      firmara el Tratado de
        Fontainebleau, cruzó la frontera portuguesa por Alcántara el 20 de noviembre. El 29 de noviembre la familia real
      portuguesa embarcó en Lisboa rumbo a Brasil, y el 30 de noviembre los franceses
      entraban en la capital.
    
Entre tanto, un tribunal de altos funcionarios se encargaba de
      juzgar a todos los inculpados en la llamada conspiración de El Escorial.
      
    
El reino de Etruria, bajo la regencia de María Luisa de
      Borbón, estaba asilando a algunos enemigos de
      Napoleón, hasta que el emperador perdió la paciencia
      y el 10 de diciembre
      disolvió el reino, anexionándolo a Francia.
    
Gauss aceptó el cargo de director del observatorio de Gotinga. Tres años
      atrás, el entonces emperador Francisco  II
      había decidido crear cátedras de Filosofía y
      Religión en las universidades más importantes de sus
      estados para contrarrestrar la influencia de la ilustración
      francesa. La correspondiente a la universidad de Praga
      había salido a concurso al mismo tiempo que una
      cátedra de matemáticas que había quedado
      vacante recientemente, y la primera posición en ambos
      concursos la obtuvo un matemático y teólogo bohemio
      llamado Bernard Bolzano.
      Finalmente se le concedió la de filosofía y
      religión, pues para la de matemáticas había
      otro candidato que ya la había ejercido de forma temporal
      durante la enfermedad del titular anterior, pero la
      elección no gustó nada en Viena, pues el perfil de
      Bolzano no era precisamente el que se ajustaba a las pretensiones
      del emperador. Su ratificación se retrasó todo lo
      posible, pero finalmente Bolzano accedió a su
      cátedra y pronto confirmó los peores recelos: en sus
      lecciones predicaba la igualdad de todos los hombres, criticaba la
      propiedad privada obtenida sin trabajo, denunciaba la
      discriminación que sufrían los judíos y los
      bohemios de habla checa (frente a los de habla alemana) e instaba
      a sus alumnos a sacrificarlo todo en pro de los derechos humanos.
    
El 21 de diciembre Fourier
      presentó ante un comité del Instituto de
      París una memoria titulada Sobre la propagación del calor en los cuerpos
        sólidos. En el comité estaban Lagrange y
      Laplace, que expusieron dudas sobre las técnicas de
      Fourier, principalmente en sus desarrollos de funciones como
      series trigonométricas (sumas infinitas de senos y
      cosenos), los que hoy se conocen como desarrollos en series de Fourier. 
    
El 22 de diciembre un nuevo
      ejército francés dirigido por Pierre-Antoine Dupont de
        l'Étang, al mando de unos 22.000 soldados de
      infantería y unos 3.500 jinetes, entró en
      España sin autorización del gobierno español.
    
Ese mismo día el presidente Thomas Jefferson hizo aprobar
      una Ley de prohibición
      por la que prohibía a los comerciantes estadounidenses todo
      comercio con países extranjeros. Su propósito era
      unirse al bloqueo que Napoleón había declarado en
      Europa contra Gran Bretaña pero de forma que no pareciera
      una acción específica contra Gran Bretaña. 
    
El emperador Francisco II de Austria había enviudado
      recientemente de su segunda esposa, María Teresa de
      Borbón, y el 6 de enero de 1808
      se casó con su prima María
Luisa
        Beatriz de Austria-Este, hermana del duque Francisco IV
      de Módena.
    
El 9 de enero un nuevo
      ejército francés cruzó la frontera
      española. Lo dirigía el mariscal Bon Adrien Jeannot de Moncey,
      y contaba con 25.000 soldados de infantería y unos 2.700
      jinetes. 
    
El 25 de enero se dictó
      la sentencia sobre la conjuración del escorial: todos los
      implicados resultaron absueltos. Los reyes y Godoy se enfurecieron
      al conocer el fallo, y desterraron a todos los acusados. 
    
El 1 de febrero el general
      Junot declaró depuesta la dinastía de Braganza y
      proclamó la soberanía de Napoleón sobre el
      reino de Portugal.
    
El 3 de febrero un
      ejército francés ocupó Roma.
    
Soldados franceses se presentaron ante Pamplona y, como no se les
      dejó ocupar la ciudadela, la tomaron por la fuerza el 16 de febrero. Unos días
      antes otro ejército había entrado bajo amenazas en
      Barcelona.
    
En el tratado de Tilsit, el zar Alejandro I se había
      comprometido a presionar a Suecia para unirse al bloqueo
      continental contra Gran Bretaña. Sin embargo, el rey
      Gustavo IV Adolfo de Suecia no cedió a las presiones. Como
      respuesta, el 21 de febrero un
      ejército ruso de 24.000 hombres invadía Finlandia.
    
El 5 de marzo, con
      autorización de Godoy, los franceses ocuparon San
      Sebastián. El 9 de marzo
      llegó a españa el general Murat en calidad de
      lugarteniente de Napoleón para todos sus ejércitos
      en España. Oficialmente, Francia era aliada de
      España, pero nadie entendía la finalidad de tanto
      ejército ocupando posiciones estratégicas en el
      país. Todos miraban a Godoy y éste sabía lo
      mismo que los demás. El rey Carlos IV, desconcertado,
      consultó a sus ministros, la mayoría de los cuales
      odiaba a Godoy. El pueblo aprovechó para culpar a Godoy, no
      sólo de la invasión francesa, sino también de
      todas las carencias de la política española de los
      últimos años. Al borde de la perdición, Godoy
      jugó su última carta: convenció a Carlos IV
      de que los franceses venían a derrocarlo en favor de su
      hijo Fernando, y le aconsejó que se dirigiera a Aranjuez y desde allí
      se preparara para trasladarse hacia el sur, desde donde
      podría embarcar hacia América si resultaba oportuno,
      como ya había hecho la familia real portuguesa. El rey,
      asustado, accedió.
    
El 13 de marzo murió el
      rey Cristián VII de Dinamarca y su hijo, que llevaba
      más de dos décadas dirigiendo el país, se
      convirtió en el rey Federico
        VI de Dinamarca.
    
El 15 de marzo Dinamarca, a
      instancias de Francia, declaró la guerra a Suecia. Aunque
      no llevó a cabo ninguna ofensiva, la amenaza de una
      invasión danesa mantuvo retenida a una parte del
      ejército sueco, que no pudo desplazarse hacia Finlandia
      para enfrentarse a los rusos.
    
Los preparativos para sacar de Aranjuea al rey Carlos IV y su
      familia se organizaron en secreto, pero la noticia se
      filtró y, con la excusa de aclamar al rey, una multitud
      rodeó el palacio de Aranjuez. El rey publicó un
      bando en el que asegura que no piensa moverse y llama a la calma,
      pero los preparativos continúan y llegan varias unidades
      del ejército. El príncipe Fernando asegura a la
      guardia real que huye obligado por su padre y por Godoy, pero que
      él preferiría quedarse y compartir el destino de los
      españoles. La guardia difunde esto entre el pueblo y crece
      la indignación. El 17 de marzo
      el populacho asaltó la casa de Godoy. Su esposa y su hija
      fueron llevadas con todo respeto al palacio real, pero Godoy no
      aparece. El 18 de marzo el rey
      cesa a Godoy de sus cargos y ruega a su hijo Fernando que haga
      volver a Madrid a la multitud. Fernando acalla a la multitud y
      anuncia que Godoy será juzgado por la ley. El 19 de marzo por la mañana
      Godoy fue encontrado en su casa por un centinela. Había
      pasado día y medio envuelto en una alfombra en el
      desván, hasta que la sed lo hizo bajar en busca de agua,
      con la mala suerte de que fue descubierto. Fue llevado a un
      cuartel entre gritos y agresiones de la multitud. Por la tarde
      Carlos IV, con el fin de salvar a Godoy, convoca a sus ministros
      y, ante ellos, se quita la corona y se la coloca a Fernando, tras
      lo cual firma su abdicación. Así, el príncipe
      de Asturias se convirtió en el rey Fernando VII de España.
    
Al enterarse del llamado motín
de
        Aranjuez, Murat se apresuró a llegar a Madrid.
      Entró en la ciudad el 23 de
        marzo, y el 24 de marzo
      lo hizo Fernando VII. Napoleón fue informado el 26 de marzo, y decidió seguir
      una política un tanto retorcida: hizo que Murat no
      reconociera a Fernando VII como rey, así como que alentara
      a Carlos IV, que seguía en Aranjuez, a asegurar que su
      abdicación había sido forzada.
    
El 28 de marzo, en la batalla
      de Selandia, dos barcos
      de guerra británicos destruyeron el Príncipe Cristian Federico,
      el último buque de guerra que les quedaba a los daneses,
      aparte de los pequeños cañoneros.
    
Fernando VII, necesitado del apoyo de Napoleón,
      envió a su hermano Carlos
      el 5 de abril a entrevistarse
      con el emperador francés. Sin embargo, el 10 de abril él mismo
      dejó Madrid para ir a su encuentro. El 15 de abril Napoleón llegó a Bayona (Bayonne, ciudad francesa cerca
      de la frontera española que no hay que confundir con otra
      ciudad española del mismo nombre) y dio orden de que se
      comunicara a Fernando VII, que estaba entonces en Vitoria, que si
      se reunía allí con él, no tendría
      inconveniente en reconocerlo como rey de España, pero el 16 de abril Murat proclamaba en
      Madrid que el emperador no reconocía a otro rey más
      que a Carlos IV, cuya abdicación había sido forzada.
    
El 18 de abril los suecos
      detuvieron el avance ruso en la batalla de Siikajoki, en Finlandia. 
    
El 19 de abril Fernando VII
      salió de Vitoria dispuesto a entrevistarse con
      Napoleón en Bayona, a pesar de que una muchedumbre
      trató de impedir el viaje. El 20
        de abril llegó a Bayona, pero nadie salió a
      recibirlo. Finalmente comió con Napoleón, y
      después fue informado de que el emperador había
      decidido sustituir a los borbones por la familia Bonaparte como
      reyes de España. Ese mismo día Murat lograba en
      Madrid la excarcelación de Godoy, que llegó a Bayona
      el 26 de abril. 
    
El 27 de abril los suecos
      derrotaron nuevamente a los rusos en la batalla de Revolax. 
    
El 30 de abril llegaron a
      Bayona Carlos IV y su familia, y el monarca fue recibido por
      Napoleón como el auténtico rey de España. En
      Madrid, Murat entregó al gobierno de Fernando VII una carta
      de Carlos IV en la que pedía que su hijo Francisco de Paula se reuniera
      con él en Francia. 
    
El 1 de mayo Napoleón
      comió en Bayona con Carlos IV y con Godoy. Luego hizo
      llamar a Fernando VII y, tras presenciar una patética
      discusión familiar, logró que éste abdicara
      de nuevo en favor de su padre.
    
El 2 de mayo los suecos
      obtuvieron una nueva victoria frente a los rusos en Pulkkila. 
    
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