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                  EXPLORACIÓN DE ÁFRICA | SIGUIENTE | 
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Una expedición portuguesa había hecho prisionero a
      un
      nómada en la costa mauritana, el cual proporcionó
      preciosas informaciones sobre el Sahara, el África negra y
      el
      comercio del oro. Esto dio un giro a las exploraciones, que
      dejaron de
      ser casi una excentricidad de Enrique el Navegante y empezaron a
      atraer
      la atención de diversos sectores de la sociedad portuguesa.
      En 1443 el infante
      centralizó las
      actividades navales en Sagres,
      en el extremo sudoeste del país. Allí fijó su
      residencia y estableció una casa de contratación y
      una
      escuela de pilotos. Allí acudieron los mejores
      técnicos y
      expertos navegantes, a los que el Navegante instó a
      resolver los
      problemas que planteaba la navegación por el océano
      Atlántico. Allí se diseñó un tipo de
      barco
      mejor adaptado a las nuevas condiciones: la carabela. Si las galeras
      usadas en
      el Mediterráneo eran alargadas, para lograr mayor
      velocidad, las
      carabelas eran más pesadas y robustas, para resistir mejor
      los
      embates del océano. Para compensar su pesadez,
      disponían de velamen más eficiente, con velas de
      mayor
      superficie y distintas formas. Más "lujosa" era la nao, que disponía de
      una
      doble cubierta y ofrecía una mejor distribución de
      los
      espacios interiores. En Sagres se desarrollaron los estudios
      astronómicos y se simplificó y extendió el
      uso del
      astrolabio y el cuadrante.
    
Enrique el Navegante era un personaje singular: solía
      llevar
      vestimenta negra, con un gorro de fieltro sin adornos. Rara vez
      visitaba la corte, vivía soltero, en un círculo de
      amigos, marinos y pescadores de Sagres, preparando siempre la
      expedición del próximo verano. El lema de su escudo
      era Talent de bien faire
      (deseo de
      hacerlo bien). A pesar de su sobrenombre, no volvió a
      navegar
      más. Toda su actividad la realizaba en tierra.
    
Por otra parte, los portugueses, manteniendo su idea inicial de
      obtener un monopolio, solicitaron al Papa Eugenio IV la
      posesión
      de todas las regiones que descubrieran en el África
      occidental.
      El Papa les concedió sin objeciones lo que nadie les
      disputaba,
      pero no les reconoció el derecho sobre las Canarias,
      colonizadas
      por Castilla.
    
Tal y como se preveía, la exploración de
      África
      empezó a ser lucrativa, aunque no tanto por el oro y el
      marfil
      como por los esclavos: en África se libraban numerosas
      guerras
      entre tribus rivales, y los vencedores vendían a los
      vencidos
      como esclavos. El cultivo de la caña de azúcar
      requería mucha mano de obra, y los portugueses descubrieron
      que
      podían multiplicar la productividad de sus islas
      recién
      colonizadas usando esclavos adquiridos en África.
    
Ese año murió el rey Tvrtko II de Bosnia, que fue
      sucedido por Esteban
        Tomás.
      
    
En Escocia, los regentes Alexander Livingstone y William Crichton
      habían pasado de rivalizar entre ellos a unirse para
      mantener el
      control sobre el rey Jacobo II, que tenía ahora trece
      años. El conde William
      de Douglas se unió
      a
      las intrigas que debilitaban cada vez más a la
      monarquía.
    
El rey Enrique VI de Inglaterra tenía ya veintidós
      años, pero su relevancia política era nula. Ese
      año, el duque Humphrey de Gloucester, que seguía a
      la
      cabeza del partido belicista, sufrió un revés del
      que ya
      no se recuperaría: había proyectado el matrimonio
      del rey
      con una hija del conde Juan V de Armañac, que era uno de
      los
      nobles
      más poderosos del sur de Francia y había participado
      en
      la praguería al lado del Delfín contra su padre. Su
      intención era convertir al conde en el sustituto del duque
      de
      Borgoña, es decir, en un aliado clave para dominar Francia.
      Sin
      embargo, el rey Carlos VII previó la jugada y
      envió un ejército, entre cuyos jefes estaba el
      Delfín, que barrió el sur de Francia y
      aniquiló la
      fuerza de los Armañac. En esta campaña murió
      el
      mariscal La Hire.
    
Este fracaso de la política del duque de Gloucester
      permitió que en la corte inglesa se impusiera el partido
      pacifista, al frente del cual estaba ahora el conde Guillermo de Suffolk. Ese
      mismo
      año llegó a Francia con la misión de
      concertar una
      tregua. Al igual que el duque de Gloucester, pensó en la
      conveniencia de un matrimonio real, pero de carácter muy
      diferente: en lugar de buscar un enemigo potencial de Carlos VII,
      buscó la esposa entre los más allegados al monarca.
      Sucedía que el duque Renato de Anjou, recién llegado
      a
      Francia, donde era considerado como legítimo rey de
      Nápoles, tenía una hija de catorce años, Margarita. El 28 de mayo de 1444 se firmó
      una
      tregua por dos años, renovable, a la vez que se acordaba el
      matrimonio entre Enrique VI y Margarita de Anjou, celebrado en abril. La tregua ratificaba el
      dominio
      inglés sobre Calais, Normandía y la Guyena, mientras
      que
      los ingleses cedían el condado de Maine, que formaba parte
      de
      las posesiones hereditarias del duque de Anjou.
    
El duque de Gloucester trató de presentar la cesión
      de
      Maine como una deshonrosa rendición, y logró que la
      retirada no se hiciera efectiva, a pesar de lo pactado. Por su
      parte
      Carlos VII se aseguró que las reclamaciones francesas para
      que
      se cumpliera el acuerdo fueran lo suficientemente tímidas
      como
      para que no recibieran atención alguna. De este modo,
      mientras
      los ingleses permanecieran en Maine, los franceses estarían
      legitimados a romper la tregua cuando lo estimaran oportuno, es
      decir,
      cuando se consideraran en condiciones de conquistar los
      territorios
      franceses ocupados.
    
Ese año murió Juan Beaufort, que el año
      anterior había sido ascendido de conde a duque de Somerset,
      a la
      vez que su hermano Edmundo,
      conde de Dorset desde
      hacía dos años, era ascendido a marqués. Juan
      Beaufort dejó una hija recién nacida llamada Margarita, pero Somerset
      pasó
      a su hermano Edmundo, aunque nuevamente con título condal.
    
También murió el marqués de Mantua, Juan
      Francisco Gonzaga, que fue sucedido por su hijo Luis III. 
    
El primer hijo del sultán Murat II había muerto
      cinco
      años atrás, y ahora su segundo hijo había
      aparecido estrangulado en su habitación. En agosto, Murat II decidió
      abdicar en
      su tercer hijo, que a sus doce años se convirtió en
      el
      sultán Memet II.
      Hablaba fluidamente cinco idiomas: el turco, el persa, el griego,
      el
      árabe y el latín; y poseía además
      conocimientos de historia, filosofía, retórica,
      literatura y matemáticas. Murat II se retiró a Brusa, pero su retiro no
      duró
      mucho. El año anterior, el rey Ladislao III de Polonia y
      Hungría había emprendido la cruzada contra los
      turcos predicada por el Papa Eugenio IV a raíz del concilio
      de
      Florencia. Tras haber firmado una alianza con el rey Alfonso V de
      Aragón, había avanzado hasta Bulgaria en una
      brillante
      campaña en la que participaron Juan Hunyadi, el rey servio
      Jorge Brankovic y el albanés Jorge Castriota (Scanderbeg).
      Viendo que su joven hijo no estaba en condiciones de hacer frente
      a una
      amenaza de tal envergadura, Murat II regresó con un
      ejército tres veces superior al de los cristianos y los
      derrotó en Varna
      el 10 de noviembre. Entre las
      víctimas
      estuvo el propio rey Ladislao III, que tenía entonces
      veinte
      años y no dejó descendencia. En Polonia fue sucedido
      por
      su
      hermano Casimiro IV, que
      tenía dieciséis años y estaba bajo la
      tutela del obispo Olesnicki.
      Por su parte, los húngaros reconocieron al rey de Bohemia
      Ladislao I Póstumo, ahora también Ladislao V de Hungría,
      que
      había cumplido los cuatro años, y eligieron como
      regente
      a Juan Hunyadi, que tuvo que enfrentarse a los partidarios del
      emperador Federico III, tutor del joven rey.
    
Superada la crisis, Murat II volvió a confiar el gobierno
      a
      su hijo Mehmet II, y pronto se hicieron patentes las desavenencias
      entre el gran visir Candarli
        Halil
      y los tutores del sultán, Zaganos
      y Sihabeddin. Todos
      competían por lograr el favor y la confianza del inexperto
      sultán.
    
Los cantones suizos arrastraban una disputa territorial desde hacía casi una década, y Zurich decidió entonces llamar en su ayuda al que hasta entonces había sido el enemigo común: los Habsburgo. El emperador Federico III derrotó a los cantones rivales cerca de Basilea.
Michelozzo construyó el gran palacio de los
      Médicis,
      en Florencia, que se convertiría en el prototipo de las
      mansiones señoriales florentinas. Destaca el original
      planteamiento de la fachada (que después fue muy imitado):
      tiene
      tres plantas, cuya altura va decreciendo; la pared de la planta
      baja
      está hecha de piedras gruesas, irregulares, y con mucho
      relieve;
      la pared del primer piso está formado por piedras
      rectangulares
      uniformes con juntas claramente visibles; mientras que la pared
      del
      segundo piso es completamente lisa.
    
En Basilea se había asentado unos años atrás
      un
      pintor suizo de origen suabo llamado Konrad
        Witz. Su técnica es algo primitiva en el dibujo,
      pero
      demuestra un gran conocimiento de las leyes de la perspectiva y
      del
      claroscuro, tomado de los pintores flamencos. Invitado por el
      obispo de
      Ginebra, visitó la ciudad y pintó el retablo de la
      catedral, en el que destaca La
        pesca
        milagrosa. Representa a los discípulos de
      Jesús
      pescando en el lago Leman
      (un
      poco lejos de Galilea, todo ha de decirse) mientras Jesús
      espera
      a Pedro en la orilla. Las figuras son rudimentarias, pero el
      paisaje es
      real. Es el primer paisaje topográficamente exacto que se
      conoce
      en la pintura occidental.
    
Lorenzo Valla escribió sus Elegantiae
        linguae Latinae, en las que fundamenta el conocimiento
      del
      latín en el estudio razonado de los textos. Su
      espíritu
      crítico y el atrevimiento de sus ideas le creó
      muchos
      enemigos. Ese año fue denunciado a la Santa
      Inquisición
      después de una polémica que sostuvo sobre el origen
      del
      Credo, pero se defendió con éxito ante el Papa con
      su Apologia aduersus
        calomniatores. 
    
El cautiverio del rey Juan II de Castilla por parte de los
      infantes
      de Aragón era impopular y se estaba volviendo insostenible.
      El
      rey Juan II de Navarra perdió apoyos entre la nobleza
      castellana, y entonces su hermana María liberó a su
      esposo, el rey castellano, que inmediatamente recabó el
      apoyo de
      Álvaro de Luna, y entre los dos encabezaron con
      éxito una
      "vuelta a la legalidad", que desembocó en una guerra
      abierta
      entre los
      partidarios del rey y los de los infantes. Los principales apoyos
      del
      rey se encontraban entre la burguesía, la pequeña
      nobleza
      y el bajo clero, mientras que los infantes de Aragón
      agrupaban a
      la alta nobleza. La batalla decisiva tuvo lugar en Olmedo, en mayo de 1445, donde, una vez
      más,
      una infantería bien organizada derrotó
      estrepitosamente a
      una caballería confiada y caótica. Enrique de
      Aragón murió poco después a causa de las
      heridas,
      y su hermano, el rey Juan II de Navarra, tuvo que renunciar por un
      tiempo a sus aspiraciones en Castilla. Álvaro de Luna
      recuperó su hegemonía en la corte castellana y
      recibió el título de maestre de Santiago. Sin
      embargo, la
      victoria militar de Olmedo no pudo convertirse en una verdadera
      victoria política porque los enemigos del rey y del
      condestable
      contaron con la protección de Enrique, el príncipe
      de
      Asturias (el heredero de Juan II), que acababa de cumplir los
      veinte
      años.
    
Entre los personajes más intrigantes del momento estaba Juan Pacheco, que a sus
      veintiséis años dominaba la voluntad del
      príncipe
      y apoyaba, por tanto, a la nobleza enemiga del rey, pero en Olmedo
      había tenido la habilidad de luchar en el bando vencedor,
      por lo
      que recibió como recompensa el marquesado de Villena.
    
Entre los derrotados en Olmedo estuvo Rodrigo Manrique, que
      perdió sus tierras, mientras que entre los vencedores
      estuvo
      Íñigo López de Mendoza, que recibió el
      título de marqués
        de
        Santillana, y es con este título con el que es
      más
      conocido en la historia. Era un gran amante de los libros.
      Reunió una valiosa biblioteca de la que aún se
      conserva
      un buen número de volúmenes, entre los cuales
      figuran
      numerosas traducciones realizadas por encargo suyo. También
      destacó como poeta. Por esta época escribió
      un Proemio a sus poemas
      que puede
      considerarse el primer bosquejo de la historia de la literatura
      castellana, aunque también se ocupa de autores en lengua
      catalana, como Ausiàs March, cuya obra ensalza.
    
Ausiàs March había enviudado hacía seis
      años de su primera esposa, Isabel Martorell, y se
      había
      casado hacía dos con Joana
        Escorna, hija de una rica familia valenciana. Sus poemas
      están dedicados mayoritariamente a dos damas, a las que se
      refiere con los pseudónimos de Llir
        entre cards y Plena de
        seny
      (Lirio entre cardos y Llena de entendimiento). No está
      claro
      quiénes eran, pero en su testamento se citan varias
      concubinas y
      cuatro hijos, ninguno de los cuales había nacido de ninguna
      de
      sus esposas.
    
Además de Enrique de Aragón, ese año
      murieron
      también sus hermanas María, la esposa de Juan II de
      Castilla, y Leonor, la viuda del rey Duarte de Portugal y madre
      del rey
      Alfonso V. El duque Pedro de Coimbra, regente de Alfonso V, estaba
      casado con Isabel de Urgel, hija del conde de Urgel Jaime II el
      Desventurado, con la que había tenido un hijo llamado Pedro, que ahora
      cumplía los
      dieciséis años y recibía los títulos
      de
      condestable y maestre de Avís. Mientras tanto, su
      tío
      Enrique el Navegante proseguía con éxito la
      exploración de la costa africana. El año anterior,
      Nuño Tristão había llegado a
      la desembocadura del río Senegal,
      y ahora Dinis Dias llegaba
      unos doscientos kilómetros más al sur, hasta divisar
      el
      que llamó cabo Verde,
      por su color, tan distinto al de la parda costa sahariana.
      Así
      Portugal descubrió el imperio de Mali, y a partir de
      entonces el
      contacto con los nativos y las relaciones comerciales se
      intensificaron.
    
Al rey Muhammad IX de Granada le surgieron dos nuevos rivales en
      las
      persona de Muhammad X,
      nieto
      de su primo Yúsuf III e hijo de Muhammad VIII, y Yúsuf V, sobrino de
      Yúsuf III y primo de Muhammad X. Los distintos
      reyes nazaríes que llevaron desde entonces el nombre de
      Muhammad se
      distinguían más por sus sobrenombres que por sus
      numerales. Así, Muhammad VII era Muhammad el Pequeño, Muhammad
      IX era Muhammad el Zurdo
      y
      Muhammad X era Muhammad el Cojo.
      
    
El rey Carlos VII de Francia organizó las Compañías de
        Ordenanza,
      que no eran sino un auténtico ejército profesional
      al
      servicio del rey.
    
En Escocia murió Juana Beaufort, viuda del rey Jacobo I.
    
También murió el último duque de
      Baviera-Ingolstadt, y el territorio fue repartido entre los duques
      Alberto III de
      Baviera-Munich y Enrique IV
      de Baviera-Landshut.
    
El kan de Kazán, Ulug Muhammad, logró capturar al
      gran
      príncipe de Moscú, Basilio II, al que liberó
      a
      cambio de un fuerte rescate. Poco después el kan
      murió
      asesinado.
    
El duque Federico II de Sajonia administraba parte del patrimonio
      familiar en nombre de sus hermanos menores, hasta que uno de
      ellos, Guillermo, fue lo
      suficientemente
      mayor como para apoderarse de Turingia, lo que inició una
      guerra
      entre ambos hermanos.
    
Ese año se le encargó la primera obra que
      conservamos
      de un pintor italiano llamado Piero
della
        Francesca. Había nacido veinticinco años
      atrás en un pueblo llamado Borgo
        San Sepolcro, donde se encontraba ahora, si bien unos
      años antes había estudiado en el taller florentino
      de
      Domenico Veneziano. La obra es el Retablo
        de la Misericordia, de estilo gótico, con fondos
      dorados
      y figuras desproporcionadas. Fra Angélico acudió a
      Roma,
      probablemente llamado por el Papa Eugenio IV. En 1446 murió Filippo
      Brunelleschi, el
      inventor de la arquitectura renacentista. Había logrado tal
      fama
      que al morir dejó inacabados numerosos proyectos, que
      fueron
      completados más tarde por otros arquitectos.
    
También murió el conde Luis de Vendôme y de
      la
      Marche,
      que fue sucedido por su hijo Juan
        II.
      
    
Las intrigas palaciegas en la corte del sultán otomano
      Mehmet
      II iban en aumento. El gran visir Candarli Halil había
      perdido
      toda su ascendencia sobre el monarca frente a sus tutores, y
      organizó una revuelta de jenízaros que acabó
      con
      la paciencia de Murat II. En mayo,
      Murat II decidió retomar el poder y envió a su hijo
      a Manisa (la antigua
      Magnesia) junto
      con sus tutores para completar su educación. Luego
      dirigió su
      ejército contra los dominios cristianos en los Balcanes y
      logró que el emperador bizantino Juan VIII se sometiera a
      su
      tutela. En Valaquia murió Vlad Dracul, asesinado por Iancu, que trató de
      gobernar
      el principado, pero le surgió la oposición de Ladislao II, que contaba con
      el
      apoyo de Hungría. Vlad Dracul dejó un hijo, llamado
      también Vlad,
      que tenía entonces unos dieciocho años, y que tuvo
      que
      dejarse capturar por los turcos como rehén para asegurar su
      vida.
    
Nuño Tristão llegó a la desembocadura del
      río Gambia, 240
      kilómetros al sur de cabo Verde, en la costa africana.
    
En Rusia, Dimitri logró expulsar de Moscú a su
      primo,
      el gran príncipe Basilio II, al que previamente sacó
      los
      ojos, en correspondencia con el trato que éste había
      dado
      a Basilio el Tuerto, el hermano de Dimitri. Desde entonces Basilio
      II
      fue conocido como Basilio el
        Ciego,
      y en 1447 recuperó la
      capital, desde donde continuó la lucha contra sus rivales.
    
En febrero, el rey Enrique VI
      de
      Inglaterra hizo detener al duque Humphrey de Gloucester a causa de
      sus
      intrigas, el cual murió asesinado cuatro días
      después. Esto acalló sensiblemente las voces del
      partido
      belicista. El monarca favoreció entonces a su hermanastro
      Edmundo Tudor y al padre de éste, Owen, que habían
      escapado a Gales huyendo del duque. Edmundo tendría
      entonces
      alrededor de diecisiete años.
    
El rey de Polonia y gran duque de Lituania Casimiro IV
      cumplió veinte años y se deshizo de la tutela del
      obispo
      Olesnicki. Decretó la igualdad de derechos para polacos y
      lituanos.
    
En el reino de Granada murió Muhammad X el Cojo, pero su
      primo Yúsuf V siguió disputando el trono a Muhammad
      IX el
      Zurdo.
    
En Milán murió sin descendencia el duque Felipe
      María Visconti y, frente a los distintos candidatos a la
      sucesión, los milaneses constituyeron la República Ambrosiana. 
    
Ese año en Portugal se inició la
      acuñación del cruzado
      de oro, con metal proveniente de África. El rey Juan II de
      Castilla se casó con Isabel
        de
        Portugal, hija del infante Juan,
      hermano de Enrique el Navegante y del duque Pedro de Coimbra. El
      matrimonio fue el fruto de un acuerdo por Álvaro de Luna el
      año anterior, con el propósito de afianzar las
      relaciones
      entre Castilla y Portugal frente a la constante amenaza del rey
      Juan II
      de Navarra. Sin embargo, Isabel no tardó en sumarse a los
      enemigos del condestable.
    
En Roma murió el papa Eugenio IV, que fue sucedido por el
      cardenal Tommaso Parentucelli (el que catalogó la
      biblioteca de
      Niccoli por encargo de Cosme de Médicis), que adoptó
      el
      nombre de Nicolás V.
      Ya
      de joven había contraído deudas para comprar libros,
      y
      había afirmado que si algún día fuera rico lo
      gastaría todo en libros y paredes. Ahora que era rico, hizo
      honor a su palabra: envió copistas por toda Europa para
      procurarse manuscritos y pagó generosamente a traductores
      de los
      autores griegos.
    
Eugenio IV había encargado a Fra Angélico la
      decoración de una capilla en el Vaticano, que ahora pasaba
      a ser
      la capilla de Nicolás V.
      Los frescos de esta capilla son plenamente modernos (al menos, si
      prescindimos de que Fra Angélico no pudo resistirse a
      pintar
      aureolas doradas a los santos).
    
Leon Battista Alberti entró al servicio de Nicolás
      V,
      quien le hizo numerosos encargos, entre ellos un estudio sobre la
      reforma urbanística de Roma (Descriptio
        urbis Romae). Gianozzo
        Manetti,
      biógrafo del Papa, recogió el argumento por el que
      pontífice consideraba necesaria dicha reforma:
    
[...] La muy grande y suprema autoridad de la Iglesia romana, que está por encima de todo, puede ser entendida solamente por aquellos que de ella conozcan los orígenes y evoluciones, a través de las letras. Pero la masa de la población es ignorante en materia literaria y carece de cultura; y si bien oye afirmar con frecuencia, a doctos y eruditos, que es muy grande la autoridad de la Iglesia, y a estas afirmaciones da crédito [...], necesita, a pesar de ello, recibir la impresión de espectáculos grandiosos; de otra manera, apoyada su fe en bases débiles e inestables, se debilitaría con el paso del tiempo, hasta quedar reducida a nada. En cambio, gracias a la grandiosidad de los edificios y de los monumentos, en alguna medida imperecederos [...], se puede reforzar y confirmar la propia creencia popular que se basa en las afirmaciones de los doctos.
Por esta época, Alberti empezó también su De re aedificatoria, un
      tratado
      teórico en diez libros sobre arquitectura. Además,
      llevó a la práctica sus teorías sobre las
      proporciones y la estética con la ayuda de varios
      arquitectos.
      De esta época datan el palacio Rucellai
      en Florencia o el templo
        malatestiano
      en la iglesia de san Francisco,
      en Rímini, aunque ambos quedaron inacabados.
    
Ese año murió Sha Ruj, el hijo de Timur Lang, que
      fue
      sucedido por su hijo Ulug Beg, el rey astrónomo, que
      tenía ya cincuenta años.
    
En 1448 murió sin
      descendencia el emperador bizantino Juan VIII, y fue sucedido por
      su
      hermano Constantino XI.
      Constantinopla sufría entonces una epidemia de peste y
      muchos de
      sus barrios estaban medio despoblados. De momento, los turcos no
      eran
      una amenaza, gracias a la diplomacia de Juan VIII. El
      sultán
      Murat II seguía combatiendo en los balcanes, derrotó
      a
      Scanderbeg en Albania y luego en Kosovo a Juan Hunyadi, el regente
      de
      Hungría.
    
También murió sin descendencia el rey
      Cristóbal
      III de Noruega, Suecia y Dinamarca. Los daneses eligieron como
      sucesor
      al conde de Oldenburgo,
      que
      pasó a ser el rey Cristián
        I de Dinamarca. Sin embargo, los suecos prefirieron al
      regente
      Karl Knutsson, que pasó a ser Carlos
        VIII, aunque tuvo que hacer frente a una intensa
      oposición de quienes preferían mantener la
      unión
      de los tres reinos escandinavos y reconocían como rey a
      Cristián I. Entre éstos destacaba Jöns Bengtsson, el obispo
      de
      Uppsala. Ambos reyes compitieron por ser reconocidos en Noruega.
    
El rey Ladislao I de Bohemia tenía todavía nueve
      años, y el país estaba dividido en dos bandos: los
      católicos y los utraquistas, o husitas moderados. Al frente
      del
      partido utraquista estaba Jorge
        de
        Podebrady, perteneciente a la baja nobleza, que ahora se
      apoderaba de Praga, hasta entonces en poder de los
      católicos, y
      desde allí empezó a extender su influencia sobre
      todo el
      reino.
    
En Castilla, Álvaro de Luna hizo encarcelar al conde de Alba, primo del marqués
      de
      Santillana, el cual escribió a petición suya el Diálogo de Bías contra
        Fortuna, en el que expone una versión original de
      la
      moral estoica de Séneca. El estilo, sobrio, de corte
      clásico, representa una clara evolución respecto a
      sus
      obras anteriores, de estilo más próximo a la
      tradición medieval.
    
El Papa Nicolás V nombró secretario
      apostólico
      a Lorenzo Valla, que abandonó la corte napolitana de
      Alfonso V
      el Magnánimo para acudir a Roma.
    
Donatello llevaba unos años en Padua, donde estaba
      trabajando
      en una de sus obras cumbre: los relieves en bronce para el altar
      mayor
      de la basílica de san
        Antonio.
      El año anterior había empezado a trabajar
      simultáneamente en la
      magnífica estatua ecuestre del condotiero Erasmo de Nanni, conocido como
      Gattamelata, en la que
      sigue el
      modelo romano de la estatua de Marco Aurelio.
    
Entre los mayores admiradores paduanos de Donatello figuraba un
      joven de diecisiete años llamado Andrea Mantegna. Trabajaba en el
      taller de su padrastro, un pintor llamado Francesco
        Squarcione, coleccionista de objetos arqueológicos
      y
      apasionado estudioso de la historia romana. Sin embargo, Mantegna
      consideró que, a pesar de su corta edad, ya se encontraba
      capacitado para fundar su propio taller, y así lo hizo, a
      pesar
      de la indignación de su maestro. Squarcione había
      inculcado a Mantegna el interés por la escultura y la
      arquitectura clásica, y sus primeras obras independientes
      ya se
      caracterizan por los complejos ámbitos espaciales en el que
      las
      paredes, esculturas y bajorrelieves parecen estar tratados con
      más interés y esmero que los personajes. Ese mismo
      año recibió su primer encargo importante: la
      decoración de la capilla de los Ovetari,
      en la iglesia de los Eremitani.
      
    
Johannes Gutenberg regresó a Maguncia, su ciudad natal,
      donde
      se dedicó a perfeccionar el invento que mantenía en
      absoluto secreto. Se trataba de la imprenta,
      esto es, de un sistema para imprimir textos mecánicamente,
      sin
      necesidad de copiarlos a mano. El principio básico de la
      imprenta era conocido por los chinos desde hacía siglos,
      pero
      los perfeccionamientos que introdujo Gutenberg fueron esenciales.
      Los
      chinos conocían incluso la imprenta con tipos
      móviles, es
      decir, la impresión a partir de planchas compuestas por
      pequeñas piezas de madera, una por cada letra, pero estas
      piezas
      eran hasta entonces de madera tallada, su elaboración era
      costosa y se desgastaban o rompían al cabo de unas pocas
      impresiones. Todo esto hizo que los libros impresos chinos fueran
      casi
      tan raros y escasos como los manuscritos en la Europa medieval. En
      cambio, Guttemberg desarrolló una técnica para
      fundir
      tipos de metal a partir de matrices de acero. Así
      podía
      fabricar rápidamente muchas letras muy resistentes y todas
      iguales entre sí. Gutenberg aprovechó diversas
      técnicas de diversa procedencia, como las prensas para
      aceitunas
      y, sobre todo, la tinta usada por los grabadores en boj, que, (a
      diferencia de la usada para escribir manualmente, que era fluida,
      para
      que se deslizara por la pluma) era más grasa, como
      requería la imprenta para que no se corriera en el proceso
      de
      estampado.
    
Finalmente, Francia estuvo lista para atacar a Inglaterra.
      Contaba
      con un buen ejército dotado de la más moderna
      artillería. Un incidente entre Inglaterra y el duque de
      Bretaña, unido al hecho de que los ingleses seguían
      ocupando ilegalmente el condado de Maine, fue todo lo que el rey
      Carlos
      VII necesitó para declarar rota la tregua y atacar este
      condado,
      como paso previo a invadir Normandía. Normandía
      estaba a
      la sazón bajo el gobierno del incompetente conde Edmundo de
      Somerset, recientemente ascendido a duque. Los franceses avanzaron
      imparables y en 1449 tomaron
      Ruan y
      Harfleur. Talbot fue
      hecho prisionero. Edmundo retrocedió a Caen y se dispuso a
      afrontar un asedio.
    
El Papa Nicolás V logró que su
      rival, Félix V, abdicara en Lausana,
      aunque conservó la dignidad de cardenal. El concilio de
      Basilea
      aceptó a Nicolás V y se disolvió. Buena parte
      del
      peso de las negociaciones entre Roma y la Iglesia
      alemana la llevó Nicolás de Cusa, que seguía
      siendo el representante
      del Papa en Alemania. Ese año publicó su tratado Apologia doctae ignorantiae.
      Ésta fue la última vez que la Iglesia
      Católica
      tuvo dos papas simultáneamente, lo cual no significa que en
      el
      futuro la autoridad papal no fuera a ser discutida, sino que
      quienes lo
      iban a hacer ya no considerarían necesario nombrar un papa
      alternativo.
    
Lorenzo Valla publicó una edición crítica de
      los textos bíblicos titulada In
        nouum testamentum adnotationes. Fra Angélico
      dejó
      Roma al ser nombrado prior del convento de Fiesole.
    
Tras la muerte de Jan van Eyck, Brujas tuvo como pintor
      más
      destacado a Petrus Christus,
      que por esta época terminó su óleo San Eloy en su tienda, en el
      que
      una pareja adquiere su anillo de boda al patrón de los
      orfebres.
      El pintor mezcla así el tema religioso con el género
      profano.
    
El duque Pedro de Coimbra seguía teniendo en su contra a
      la
      mayor parte de la nobleza portuguesa, que había apoyado en
      su
      día a la reina Leonor. Ahora, algunos nobles lograron
      convencer
      al rey Alfonso V, que tenía ya diecisiete años, de
      que el
      regente trataba de arrebatarle el trono. El duque se retiró
      a
      Coimbra, y poco después marchó hacia Lisboa con un
      ejército que demostrara su inocencia, pero fue derrotado y
      muerto en Alfarrobeira
      por las
      tropas del rey. Su hermano Enrique el Navegante se hizo cargo de
      la
      regencia. Fue un erudito y aficionado a la poesía. Su hijo
      Pedro, que tenía ahora veinte años, tuvo
      que exiliarse a Castilla, donde trabó amistad con
      Álvaro de Luna, el marqués de Santillana y Juan de Mena, secretario de
      Juan II
      y autor de singulares creaciones literarias, como traducciones de
      obras
      latinas que violentaban duramente la sintaxis y el léxico
      castellano, o extensos poemas alegóricos al estilo de
      Dante,
      como la Coronación,
      o Lo clarooscuro, en el
      que alternan
      estrofas dodecasílabas cultas con estrofas
      octosílabas
      típicas de la poesía castellana.
    
El conde de Tirol y duque de Austria Segismundo I se casó
      con
      Leonor, hermana del rey
      Jacobo
      II de Escocia.
    
En Moldavia se hizo con el poder un hijo del vóivoda
      Alejandro I, que reinó como Bogdán
        II. 
    
El imperio fundado por Timur Lang se había desmoronado
      durante el reinado de su nieto Ulug Beg, que finalmente fue
      ejecutado y
      sucedido por su hijo Abd
        al-Latif.
      
    
El rey Carlos VIII de Suecia expulsó de Gotland al
      derrrocado
      rey
      Erik de Pomerania, que se vio obligado a retirarse a Pomerania.
      Durante
      un tiempo logró ser reconocido como rey de Noruega, pero en
      1450 su rival Cristián I
      de
      Dinamarca se hizo definitivamente con la corona noruega.
    
En el Milanesado, las luchas por dominar la joven
      república
      Ambrosiana llegaron a tal punto que Francisco Sforza (uno de los
      interesados) fue acogido como un libertador y proclamado duque.
    
Ese año fue jubilar, y entre los visitantes más
      notables que tuvo Roma estuvo el pintor Rogier van der Weyden, el
      insignis pictor o maximus pictor, como lo
      califican
      las fuentes italianas de la época. De esta época es
      su Políptico del juicio
        final,
      en el que pinta esculturas de mármol.
    
El gran príncipe de Moscú Basilio II el Ciego
      derrotó definitivamente a su primo Dimitri y tras él
      no
      tardó en liquidar a todos los demás aspirantes al
      principado.
    
China estaba atravesando una crisis, pues el año anterior los mongoles habían capturado al emperador Zhengtong. La capital se trasladó a Pekín, y la ausencia del emperador marcó la ascensión de los eunucos, que de ser meros funcionarios pasaron a convertirse en los auténticos gobernantes del país. Pese a todo, China supo hacer frente a los nómadas del norte, gracias a casi cinco mil kilómetros de nuevas murallas, así como a la antigua Gran Muralla, que había sido restaurada.
Ese año murió el duque Enrique IV de
      Baviera-Landshut,
      que fue sucedido por Luis IX.
      
    
En la Gran Canaria murió el jefe guanche Artemi Semidan, y
      sus hijos Tenesor y Bentaguaire se repartieron la
      isla.
    
La ciudad maya de Mayapán estaba gobernada por la dinastía de los Cocomes, cuando una familia rival, los Tutul-Xiú, saqueó la ciudad y provocó el hundimiento de la triple alianza que gobernaba los territorios mayas. Todas las ciudades recobraron su independencia y se inició un periodo de guerras y decadencia en el que dejaron de construirse calzadas y templos de piedra.
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