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Los diputados de los Estados Generales de Francia parecían
      haber ganado ya su batalla política, de modo que en un
      breve
      plazo Francia se convertiría en una monarquía
      constitucional. Sin embargo, el rey Luis XVI cometía un
      error
      tras otro. Después de haber dado su conformidad a la
      Asamblea
      Constituyente, concentró varios regimientos alrededor de
      Versalles. Se extendieron rumores entre el pueblo sobre un complot
      de
      la nobleza,
      se dijo que los diputados de la Asamblea serían ahogados en
      sangre.
      Oradores improvisados, como Camille
        Desmoulins, incitaban al pueblo a tomar las armas. El 2 de julio de 1789, el
      marqués de
      Sade gritaba a la calle desde su celda de la Bastilla que iban a
      degollar a todos los prisioneros. El 4
        de
        julio fue trasladado a un manicomio.
    
El 11 de julio el rey
      despidió a Necker, al que veía demasiado
      entusiasmado con
      las reformas. De este modo, sus recelos quedaron patentes. El 12 de julio, al conocer la noticia,
      Desmoulins convocó al pueblo a manifestarse ante el palacio
      real.
    
Recientemente, el rey Carlos IV de España había
      tenido
      una hija, María Isabel.
      Hasta la fecha había tenido seis hijos varones y cinco
      hijas,
      pero todos los varones habían muerto prematuramente excepto
      dos,
      Fernando, que iba a
      cumplir los
      cinco años, y Carlos
        María Isidro, de un año. En cambio, de las
      hijas
      sólo se le había muerto una. Temiendo que pudiera
      perder
      a sus dos varones, convocó las Cortes para que aprobaran la
      Pragmática Sanción
        de 1789,
      por la que se derogaba la Ley
        Sálica que Felipe V había introducido al
      ascender
      al trono español. La pargmática fue aprobada, pero
      no fue
      publicada, pues hubiera sido de mal gusto que el monarca
      reconociera
      sus recelos de que sus hijos murieran.
    
Thomas Hudson, el capitán británico al que
      José
      Esteban Martínez había expulsado de la bahía
      de
      Nutka, decidió que no tenía nada que hacer en China
      y se
      volvió a atrás. No intentó penetrar en la
      bahía, pero fue avistado por los españoles, que lo
      capturaron y le requisaron el barco. En la bahía de Nutka
      vivían los indios Nuu-chah-nuhlt,
      que consideraban plenamente satisfactorias sus relaciones
      comerciales
      con los británicos y veían con consternación
      que
      los españoles las estuvieran saboteando. El 13 de julio, el jefe Maquinna envió a su
      hijo Callicum a
      entrevistarse con los
      españoles, pero éstos le dispararon mientras se
      acercaba.
      
    
Ese mismo día murió el
      marqués de Mirabeau, pero su hijo Gabriel heredó
      únicamente el título de conde
        de Mirabeau. Esa noche se provocaron incendios en
      París y
      se constituyó una nueva guardia, pronto conocida como guardia nacional, dirigida
      por
      La Fayette, con el fin de evitar tanto los excesos de los
      ciudadanos
      como
      los de las tropas del rey. Sus miembros se distinguían por
      una
      insignia roja y azul, los colores de París. Los sublevados
      levantaron barricadas en las calles para oponerse a las tropas del
      rey.
      En la mañana del 14 de julio,
      el precio del pan superó todas las cotas precedentes. Se
      extendió el rumor de que el rey iba a ordenar que
      dispararan al
      pueblo desde la Bastilla, y una multitud de cerca de 50.000
      personas se
      concentró ante el castillo, después de haber
      asaltado el hospital de los
        Inválidos,
      un cuartel-museo en el que obtuvieron armas. Los intentos de
      conciliación fracasaron y los soldados dispararon, pero
      numerosos guardias se unieron a los manifestantes y la Bastilla
      fue
      tomada. El populacho se hizo así con millares de fusiles y
      todos
      los prisioneros fueron liberados (todos eran siete: cuatro
      falsificadores, dos locos y un noble libertino). Tanto el
      gobernador De
      Launay como el preboste de los comerciantes fueron decapitados y
      sus
      cabezas fueron paseadas en lo alto de sendas picas. Cuentan que,
      cuando
      el rey se enteró de la toma de la Bastilla exclamó:
      "¡Pero esto es un
        motín!"
      Y el duque de La Rochefoucauld
      le replicó: "No sire, es
        una
        revolución". 
    
El 15 de julio el rey
      anunció ante la Asamblea (a la que, por primera vez,
      calificó de Nacional) la retirada de las tropas de
      París.
      La Fayette ordenó la demolición de la Bastilla y,
      aunque
      el pueblo contribuyó gustoso de forma improvidada, la obra
      fue
      dirigida por el empresario Pierre-François
        Palloy, que tuvo la idea de esculpir algunas de sus
      piedras como
      maquetas del castillo en miniatura y venderlas por toda Francia.
      El 16 de julio, el rey
      anunció la
      reincorporación de Necker y se dirigió a
      París,
      donde el 17 de julio tuvo que
      aceptar la escarapela tricolor que le ofreció La Fayette en
      el
      ayuntamiento: entre el rojo y el azul de París se
      había insertado una franja con el color blanco del rey.
      Pero
      estas medidas no calmaron los ánimos. La noticia de la toma
      de
      la Bastilla se difundió por las provincias, donde se
      formaron
      nuevos gobiernos municipales que expulsaron a los representantes
      del
      rey. Surgieron rumores sobre conspiraciones de nobles, que
      trataban de
      acaparar trigo para matar de hambre a los pobres, y pagaban a
      bandas de
      mendigos y vagabundos para que devastaran pueblos y cosechas.
      Desde el 20 de julio, tales
      rumores estaban
      extendidos por todo el reino. Los campesinos, presos del
      pánico,
      se dirigían a los castillos, destruían archivos,
      provocaban incencios y, a veces, asesinaban.
    
Asesinar nobles se convirtió en el deporte nacional. En
      París, las farolas se convertían en patíbulos
      improvisados. La más célebre fue la que estaba
      frente al
      ayuntamiento de París. Allí, cualquier "enemigo del
      pueblo" podía ser ejecutado sin juicio alguno, y su cabeza
      se
      pinchaba luego en lo alto de una pica para pasearla por las
      calles. Por
      todas partes se oía una alegre melodía que rezaba: "¡Ah, ya irán, ya
        irán
        los aristócratas a la farola!". 
    
Tras un largo viaje, Pigneau de Behaine logró llegar a
      Saigón el 24 de julio,
      para
      reunirse con Nguyen Anh, proporcionándole armas y algunos
      hombres, aunque eran muchos menos que los que Francia había
      prometido (tal vez no más de un centenar). No obstante,
      entre
      ellos había oficiales que entrenaron a los seguidores de
      Nguyen
      Anh en las técnicas de guerra occidentales y le ayudaron a
      construir una flota.
    
Cuando las noticias sobre la actuación de José
      Esteban
      Martínez en la bahía de Nutka llegaron al virrey de
      Nueva
      España, éste se asustó ante las consecuencias
      diplomáticas que podrían desencadenarse, y
      así, el
      29 de julio Martínez
      recibió instrucciones de desalojar la bahía. Por
      aquel
      entonces Martínez había capturado dos barcos
      norteamericanos más, aunque uno había logrado
      escapar
      finalmente.
    
Otro hecho que encolerizó los ánimos de algunos
      sectores parisinos fue un intento del gobierno de prohibir la
      exposición de la última obra de David: Los lictores llevan a Bruto el
        cuerpo de
        sus hijos. (Según la leyenda romana, Bruto
      había
      ordenado que sus propios hijos fueran ejecutados por tratar de
      restaurar la monarquía.) Finalmente, los censores hubieron
      de
      ceder y la obra fue presentada al público.
    
Algunos de los diputados de la Asamblea Constituyente que eran
      terratenientes, inquietos por el caos imperante, se reunieron la
      noche
      del 4 de agosto en el club bretón para
      discutir la
      situación. La mayoría era partidaria de medidas
      represivas, pero finalmente triunfó la idea de que
      había
      que hacer concesiones sustanciales. Se decidió por
      unanimidad
      suprimir el diezmo que cobraba la Iglesia y todos los privilegios
      feudales de la nobleza. Sin embargo, unos días
      después,
      la Asamblea Constituyente matizó estas decisiones:
      sólo
      se suprimirían los que se pasaron a llamar derechos del feudalismo dominante, es
      decir, los
      honoríficos, mientras que los del feudalismo contratante, es decir,
      los derivados de un contrato entre el señor y sus vasallos,
      (impuestos sobre el trigo, etc.) se mantendrían a cambio de
      un
      pago del equivalente a veinte veces su valor anual.
    
El 26 de agosto, la Asamblea
      Constituyente aprobó la Declaración
de
        los derechos del hombre y del ciudadano, cuyo texto transcribimos aquí. 
    
En Francia se estaban formando numerosas asociaciones
      políticas, de entre las cuales destacó una que, por
      reunirse en un antiguo convento de los dominicos, en la calle de San Jacobo de
      París, pronto fue conocido como el club de los jacobinos.
      Contaba con
      85 diputados de la Asamblea Constituyente.
    
La flota rusa derrotó a la sueca en la batalla de Svenksund. 
    
Suiza había tenido que reprimir una nueva revuelta en
      Ginebra
      a principios de año, y ahora se encontraba asolada por
      revueltas
      campesinas en todo su territorio.
    
El astrónomo William Herschel acababa de construir un
      telescopio que, durante medio siglo, fue el mayor del mundo. Lo
      probó por primera vez el 28 de
        agosto
      y con él descubrió un sexto satélite de
      Saturno,
      que fue llamado Encélado.
      Un mes después encontró uno más, llamado Mimas. Ambos son interiores al
      anillo del planeta.
    
En septiembre, Marat
      abrió
      su propio periódico, titulado Moniteur
        patriote, aunque cuatro días después
      pasó a
      llamarse Publiciste Parisien
      y, finalmente, L'Ami du peuple.
      
    
El 11 de septiembre, George
      Washington nombró a Alexander Hamilton secretario del
      Tesoro,
      Thomas Jefferson fue nombrado secretario de Estado, pero de
      momento no
      pudo ocupar el cargo (se encontraba en Francia negociando una
      renovación de la alianza con este país) y el cargo
      quedó interinamente en manos de John Jay, quien lo
      había
      ocupado hasta la disolución del antiguo Congreso.
      También
      Henry Knox conservó su cargo de secretario de Guerra,
      Edmund
      Randolph fue nombrado Fiscal General, y Samuel Osgood fue nombrado director
      general de Correos. El 24 de
        septiembre,
      el Congreso de los Estados Unidos creó el Tribunal Supremo,
      y
      Washington convirtió a John Jay en su primer presidente.
    
Y mientras Francia daba lecciones al mundo de cómo se
      ganan
      las
      libertades con sangre y atrocidades, los Estados Unidos daban
      lecciones
      al mundo de cómo se ganan las libertades civilizadamente:
      Algunos de los Estados habían aprobado la
      Constitución
      bajo la condición de que se le añadiera una
      declaración de derechos que salvaguardara las libertades
      individuales, así que, por iniciativa de James Madison, el
      Congreso se puso a trabajar en ello y el 25
        de septiembre aprobó doce enmiendas a la
      Constitución que a su vez debían ser ratificadas por
      cada
      Estado. Finalmente, sólo diez lo serían: 
    
El rey Felipe V había implantado en España la ley
      sálica, por la que las mujeres no podían heredar la
      corona ni transmitirla a sus hijos. Esta ley no tenía
      ningún precedente en España y el 30 de septiembre Campomanes
      presentó en las Cortes un informe para derogar dicha ley,
      lo
      cual fue aprobado por unanimidad, si bien la decisión nunca
      fue
      publicada.
    
En Francia seguía el recelo popular hacia la aristocracia.
      El
      inepto Luis XVI seguía gozando de las simpatías y la
      veneración del vulgo, pero se consideraba que estaba mal
      influido por la nobleza. La reina María Antonieta, en
      cambio,
      era abominada. Se decía que era frívola y
      derrochadora.
      Corrió el rumor de que Luis XVI y María Antonieta
      habían asistido a un banquete de soldados en Versalles
      donde se
      había pisoteado la escarapela tricolor. La Asamblea
      Constitucional había acordado elaborar una declaración de derechos del
        hombre,
      pero el rey manifestó su negativa a aceptar tal cosa, como
      tampoco estaba dispuesto a aceptar la abolición de los
      derecos
      feudales. Empezó a
      extenderse la opinión de que si el rey residiera en
      París, se libraría de la nefasta influencia de la
      corte
      de Versalles. El 5 de octubre
      se
      organizó una manifestación frente al ayuntamiento de
      París para reclamar pan, y por la tarde más de seis
      mil
      personas se presentaron en Versalles. El 6
        de octubre, la muchedumbre asesinó a algunos
      guardias del
      palacio real, se hizo con carros de trigo y harina y se los
      llevó a París juntamente con el rey, la reina y el
      Delfín (a los que llamaban "el
        panadero", "la panadera" y "el
        mozo de tahona". El monarca fue obligado a instalarse en
      el
      palacio de las Tullerías.
      Marat escribía en su periódico: "Poseer por fin a su rey es toda una
        fiesta para los buenos parisienses. [...] Pero esta felicidad no
        tardará en
        desvanecerse si no fijamos la residencia de la familia real
        entre
        nosotros hasta que la constitución esté
        debidamente
        consagrada." El duque de Orleans, Luis Felipe
      José, fue
      acusado de haber organizado estos sucesos, por lo que tuvo que
      huir a
      Gran Bretaña.
    
Mientras tanto, Hendrik Van der Noort invadió Brabante y
      el 27 de octubre derrotó
      a los
      austríacos en la batalla de Turnhout.
      
    
Las revueltas de campesinos en Suiza fueron sofocadas.
    
José Esteban Martínez había terminado de
      desalojar la bahía de Nutka, pero, para entonces, el virrey
      Flores había sido sustituido por Juan Vicente de Güernes Padilla
        Horcasitas y Aguayo, quien decidió mantener la
      ocupación española de la zona, para lo cual
      envió
      a Juan Francisco de la Bodega y Quadra.
    
El 2 de noviembre la Asamblea
      Constituyente francesa decretó la nacionalización de
      los
      bienes del clero.
    
El 13 de noviembre, los
      insurrectos de los Países Bajos tomaron Gante. La
      revolución de los Países Bajos fue presenciada por
      Brissot, que había regresado de los Estados Unidos. Por esa
      época, su Sociedad de
        amigos
        de los negros contaba con 141 miembros en Francia. Poco
      después regresó a su país, donde editó
      el
      periódico Le patriot
        francais.
      
    
En cuanto las enmiendas constitucionales fueron presentadas a los Estados (y antes de ser aprobadas) Carolina del Norte reconsideró su posición, convocó elecciones y el 21 de noviembre aprobó la Constitución, con lo que se convirtió en el décimo segundo Estado de la Unión, a falta de la diminuta Rhode Island, que seguía sin verlo claro.
Los austríacos habían perdido el control sobre la
      totalidad de los Países Bajos a excepción de
      Luxemburgo.
      Van der Noort había declarado a Brabante independiente, y
      las
      restantes provincias no tardaron en unírsele, de modo que
      el 11 de enero de 1790 firmaron
      un pacto por
      el que se constituían los Estados
Unidos
        de Bélgica, que serían gobernados por un
      Congreso, que tenía por modelo al de los Estados Unidos de
      América.
    
El virrey de Nueva España envió una poderosa flota
      a
      la bahía de Nutka, bajo el mando de Francisco de Eliza. Por esta
      época empezaron a llegar a Gran Bretaña las noticias
      de
      los incidentes acaecidos el año anterior, y las reacciones
      de
      indignación no se hicieron esperar.
    
En el transcurso de la guerra de la Independencia, los Estados
      Unidos habían contraído una fuerte deuda con varias
      naciones europeas, fundamentalmente Francia y los Países
      Bajos.
      El 14 de enero, el secretario
      del
      Tesoro, Alexander Hamilton, planteó que el país
      debía asumir esa deuda, al igual que las deudas que el
      viejo
      Congreso continental había asumido con los propios
      norteamericanos. Para ello propuso que se emitieran bonos de deuda
      pública que se entregarían a los acreedores con el
      compromiso de un próximo reembolso con un interés
      del 6%.
      Como fuente de ingresos para hacer frente a esta deuda, propuso la
      venta de tierras en el Oeste, el establecimiento de impuestos
      federales
      sobre el consumo y unos aranceles más elevados.
    
Marat tuvo que huir a Londres para evitar ser detenido por sus
      ataques contra La Fayette. Allí escribió su Denonciation contre Necker. 
    
 Sabiendo que en Tahití no estaban
      seguros, Fletcher Christian, junto con otros ocho amotinados del
      Bounty, seis tahitianos y
      nueve tahitianas, se estableció en la isla Pitcairn. Los restantes
      dieciséis amotinados se quedaron en Tahití. Entre
      ellos
      había algunos que no habían participado en el
      motín realmente, pero tampoco se habían opuesto a
      él. En Pitcairn, los amotinados esclavizaron a los
      indígenas y vivieron de la caza y de la pesca.
    
El marqués de Sade fue puesto en libertad, publicó
      anónimamente algunos de sus libros y estrenó algunas
      obras de teatro. Padecía una extrema obesidad y problemas
      respiratorios.
    
El 26 de enero Mozart
      estrenó en Viena su ópera Cosí fan tutte. 
    
El 20 de febrero murió
      el
      emperador José II. No dejó descendencia, así
      que
      fue sucedido por su hermano, el gran duque de Toscana, que ahora
      se
      convertía en el emperador Leopoldo
        II. Ese mismo año, su heredero, Francisco, se casó con
      María Teresa, hija
      del rey
      Fernando I de las Dos Sicilias. El Gran Ducado de Toscana se lo
      transmitió a su segundo hijo, Fernando
        III. 
    
Con motivo de los funerales del emperador, la Sociedad
      Artística de Bonn encargó una cantata a Beethoven,
      que a
      sus veinte años tardó tres semanas en terminar la
      pieza,
      de casi una hora de duración, y que puede considerarse su
      primera obra de envergadura. Sin embargo, no fue interpretada como
      estaba previsto, tal vez porque resultaba demasiado complicada
      para los
      intérpretes. Lo mismo sucedió con una segunda
      cantata
      encargada después para la coronación de Leopoldo II.
    
La Asamblea Constituyente acordó la nacionalización de los bienes de la Iglesia, y a partir de marzo los puso a la venta. De este modo se puso fin a la bancarrota del Estado.
La propuesta de Hamilton sobre la deuda estadounidense había suscitado una gran controversia. Nadie discutía la necesidad de saldar la deuda externa, pues el país necesitaba generar confianza en sus relaciones internacionales, pero la forma de cubrir la deuda interna era delicada. Por una parte estaba la cuestión de si debía hacerse cargo el gobierno federal o si cada Estado debía cargar con la suya. Unos Estados se habían endeudado más (más irresponsablemente) que otros, por lo que, en caso de que la deuda recayera sobre el gobierno federal, los Estados que habían sido más prudentes estarían pagando las deudas de los más pródigos, y eso podría considerarse injusto.
Por otra parte, muchos granjeros que habían aceptado
      dinero
      continental se habían visto arrastrados a venderlo a
      especuladores por un precio mucho menor que su valor nominal, con
      lo
      que al saldar la deuda se estaría beneficiando a los
      especuladores en detrimento de quienes realmente habían
      financiado la revolución. Thomas Jefferson había
      regresado de Francia y el 22 de marzo
      tomó posesión de su cargo de secretario de Estado.
      Secundado por James Madison, propuso que la deuda fuera pagada a
      los
      primeros acreedores de los créditos, y no a los
      intermediarios,
      mientras que Hamilton, respaldado por Washington, se opuso.
      Igualmente,
      Jefferson y Madison eran partidarios de que cada Estado asumiera
      sus
      deudas, mientras que Hamilton y Washington eran partidarios de que
      las
      asumiera el gobierno federal.
    
Estas discrepancias procedían de dos visiones
      políticas distintas: Hamilton y Washington aspiraban a que
      los
      Estados Unidos se convirtieran en una nación industrial, lo
      cual
      requería un gobierno fuerte, que respaldara a los hombres
      de
      negocios. Por ello estaban también a favor de elevar los
      aranceles, para que la población se viera estimulada a
      producir
      por sí misma productos manufacturados en lugar de
      importarlos de
      Europa. Por el contrario, Jefferson y Madison pretendían
      que los
      Estados Unidos siguieran siendo lo que eran, un país cuya
      economía se sustentaba principalmente en los
      pequeños
      granjeros, a los que había que proteger. Aunque todos
      habían sido lo suficientemente "federalistas" para apoyar
      la
      Constitución, el caso era que Hamilton y Washington eran
      genuinamente federalistas, mientras que Jefferson y Madison, sin
      ser
      antifederalistas, recelaban de un poder central excesivo que
      perjudicara a ciertos sectores de la población (los
      granjeros y
      otras clases humildes) frente a otros. Por su convicción de
      que
      había que defender los intereses de todos los sectores
      sociales,
      sus partidarios empezaron a llamarse a sí mismos republicanos demócratas,
      con
      lo que el Congreso no tardó en dividirse en dos partidos:
      los
      federalistas y los republicanos demócratas.
    
Sucedía que los Estados de Nueva Inglaterra habían
      contraído las mayores deudas, y su economía se
      basaba en
      gran medida en la industria, por lo que se veían
      favorecidos por
      las propuestas de Hamilton (que la deuda fuera asumida por el
      gobierno
      federal y que se establecieran aranceles elevados), mientras que
      los
      Estados del sur tenían menos deudas y una economía
      agrícola que importaba muchos productos manufacturados en
      Europa. Por ello, en los Estados norteños predominaron los
      federalistas y en los sureños los republicanos
      demócratas. En los estados intermedios había de
      todo.
    
En abril, el Parlamento británico ya había recibido numerosos testimonios de lo sucedido en la bahía de Nutka. Además, John Meares había informado de los grandes beneficios que podría proporcionar una red comercial en el Pacífico Norte, por lo que Gran Bretaña lanzó un ultimátum a España amenazando con la guerra si seguía interfiriendo en su comercio. Pitt el Joven nombró ministro de Asuntos Exteriores a William Wyndam Greenville, hermano de George Nugent Greenville, el que había sido lugarteniente en Irlanda hasta el año anterior.
Edmund Burke publicó sus Reflexiones
        sobre la revolución francesa,
      en las que condenaba violentamente la insurrección popular
      y
      llamaba a
      una cruzada contra ella. Por esa época, las opiniones en
      Gran
      Bretaña
      estaban divididas.
    
En la India, Cornwallis inició una nueva campaña
      contra el sultán Tipu Sahib de Mysore.
    
Los franceses construyeron una ciudadela fortificada en
      Saigón para el príncipe vietnamita Nguyen Anh.
    
El 17 de abril murió en
      Filadelfia Benjamin Franklin.
    
Tras veinte años de exilio, el revolucionario corso
      Pasquale
      Paoli fue recibido en Francia con todos los honores. Acogido por
      La Fayette, fue recibido por la Asamblea el 22
        de abril y el 26 de abril
      por
      el club de los jacobinos, que lo admitió en su seno por
      unanimidad.
    
El 27 de abril se fundó
      en
      París la Sociedad de los
        derechos del hombre y del ciudadano, más conocida
      como Club de los cordeliers,
      porque
      tenía su sede en la antigua capilla del convento de los Cordeliers. Entre sus
      miembros
      figuraba Camille Desmoulins.
    
En mayo, el rey Gustavo III de
      Suecia obtuvo una victoria frente a Rusia en la batalla naval de Fredrikshamm. 
    
La Academia de Ciencias de París nombró un
      comité para estandarizar los pesos y medidas. Entre sus
      miembros
      se encontraban Lagrange y Laplace.
    
Marat regresó a París para seguir publicando su
      periódico L'ami du
        peuple.
      Sus ataques contra diversas personalidades lo obligaron a
      esconderse
      durante un tiempo en las catacumbas de París, donde
      contrajo una
      enfermedad crónica de la piel.
    
El 19 de mayo fue arrestado François Noël Babeuf,
      que, a través de artículos publicados en el
      periódico Courrier de
        l'Europe
      (editado en Londres) luchaba contra los impuestos indirectos y
      organizaba peticiones y reuniones. 
    
Immanuel Kant publicó la Crítica
        del juicio, en la que trata de teorizar racionalmente
      sobre la
      estética y el arte.
    
Amenazada con el establecimiento de barreras arancelarias, el 29 de mayo, Rhode Island
      aceptó la
      Constitución de los Estados Unidos y se integró como
      el
      decimotercer Estado, aunque sólo por 34 votos a favor
      frente a
      32 en contra.
    
En su día, el Estado de Maryland se había negado a
      aceptar los Artículos de
        la
        Confederación hasta que los estados con
      posibilidades
      geográficas de expansión hacia el Oeste no
      renunciaran a
      ellas en favor del gobierno central, y se conformó cuando
      la
      mayoría de ellos lo hicieron, pero Georgia y Carolina del
      Norte
      nunca habían llegado a presentar formalmente su renuncia.
      Ahora
      lo hacía Carolina del Norte, con lo que Georgia era el
      único Estado que todavía reclamaba las tierras
      situadas
      al oeste de su territorio hasta el Mississippi. Por otra parte,
      Nueva
      York y New Hampshire seguían reclamando
      el territorio de Vermont, que se consideraba a sí mismo un
      Estado independiente, si bien esto nunca había sido
      reconocido
      por los Estados Unidos. Finalmente, ambos Estados renunciaron a
      sus
      pretensiones y se le planteó a Vermont la posibilidad de
      aceptar
      la Constitución de los Estados Unidos e integrarse en la
      Unión como decimocuarto Estado.
    
Las propuestas de Hamilton fueron derrotadas por un escaso margen
      de
      votos: 31 frente a 29, pero Hamilton halló la forma de
      lograr
      que los
      Estados sureños reconsideraran su posición. En junio, se reunió con Madison
      y le
      propuso una contrapartida a cambio de que aceptaran su proyecto:
      el
      apoyo de los estados norteños para construir una nueva
      capital
      para la nación junto al río Potomac, entre Virginia
      y
      Maryland, más o menos en el centro del país, pero en
      territorio sureño. Hamilton sabía que los Estados
      del sur
      querían albergar la capital del país, y pronto
      llegaron a
      un acuerdo.
    
En España hubo una fuerte reacción contra la revolución francesa: numerosos periódicos fueron prohibidos, se controló la frontera con Francia para evitar la entrada de propaganda revolucionaria, y los ilustrados fueron vistos con mucho más recelo, especialmente los de procedencia francesa. Por ejemplo, el año anterior, el rey Carlos IV había nombrado conde de Cabarrús a Francisco Cabarrús Lalanne, un financiero francés nacionalizado español que había aportado interesantes ideas a la política económica española, entre las que destacaba el proyecto de creación de un banco nacional. Estas ideas le habían valido la amistad de los ilustrados y también muchos enemigos. Ahora era encarcelado acusado de un supuesto fraude. Jovellanos intervino ante Campomanes en defensa de su amigo, pero no tardó en ser destinado a Asturias como inspector de minas. Campomanes se negó a intervenir en favor de Cabarrús y ello lo desprestigió entre los ilustrados. Jovellanos se refirió a él como "ese inutilísimo conde que sólo trata de destruir en su vejez la reputación que se labró en su buen tiempo".
Tales medidas reaccionarias le valieron al conde de Floridablanca
      ser víctima de un atentado: el 18
        de
        junio recibió dos puñaladas de un curandero
      llamado Juan Pablo Pairet,
      que
      fue ahorcado dos meses después. Floridablanca
      sobrevivió
      al atentado.
    
Mozart compuso dos nuevos cuartetos de cuerda para el rey
      Federico
      Guillermo II de Prusia.
    
El 3 de julio, Mirabeau fue
      acusado de traición al descubrirse que había
      mantenido
      una entrevista secreta con la reina María Antonieta.
    
La flota sueca fue encerrada por la rusa en la bahía de Vyborg, con el propio rey
      Gustavo
      III a bordo. Sin embargo, los suecos lograron escapar
      milagrosamente
      gracias a unos vientos favorables y el 9
        de
        julio derrotaron a la flota rusa, superior en
      número, en
      la segunda batalla de
        Svenksund.
      
    
El emperador Leopoldo II firmó un tratado de amistad con
      Prusia.
    
El 12 de julio, la Asamblea
      Constituyente aprobó la Constitución
civil
        del clero, que regulaba la Iglesia Católica en
      Francia con fuertes tintes galicanos, es decir, sin ninguna
      consideración hacia la autoridad papal. Los obispos y
      sacerdotes
      serían elegidos por los fieles y cobrarían un sueldo
      del
      Estado. 
    
El 14 de julio, en el
      aniversario
      de la toma de la Bastilla, el rey Luis XVI de Francia juró
      lealtad a la Constitución que estaba elaborando la Asamblea
      Constituyente.
    
Ese mismo día Pasquale Paoli zarpó hacia
      Córcega, donde fue recibido triunfalmente.
    
El 16 de julio el
      Congreso aprobó el emplazamiento de la futura capital de la
      nación,
      así como que, hasta que estuviera dispuesta, la capital se
      trasladaría de Nueva York a Filadelfia. Maryland y Virginia
      cedieron el terreno necesario al gobierno federal para que
      ningún Estado individual tuviera potestad sobre la capital
      de la
      nación. La región recibió el nombre de Distrito de Columbia, un
      nombre
      poético que se le daba por entonces a América (o a
      los
      Estados Unidos que —ya se sabe— para los estadounidenses es lo
      mismo).
      También se estableció que la nueva capital
      recibiría el nombre de Washington.
      
    
El 17 de julio murió en
      Edimburgo el economista Adam Smith.
    
El 18 de julio François Babeuf fue liberado por la intercesión de Marat.
Ese año se realizó el primer censo de los Estados
      Unidos, y se dispuso que se realizaría uno nuevo cada diez
      años. Se contaron 3.929.214 habitantes, de los cuales, casi
      700.000 eran esclavos. De éstos, unos 300.000 se
      concentraban en
      el Estado de Virginia. Al norte de Maryland no había
      más
      de 40.000 esclavos, la mitad de los cuales se encontraban en el
      Estado
      de Nueva York. El único Estado sin esclavos era
      Massachusetts.
    
Una vez se aprobó que el gobierno federal se haría
      cargo de las deudas de los Estados, Hamilton propuso la inevitable
      creación de un Banco de los Estados Unidos, que controlase
      a los
      bancos estatales y, en particular, el papel moneda de la
      nación.
      Jefferson se opuso alegando que la Constitución no otorgaba
      al
      gobierno el poder de crear un banco, mientras que Hamilton
      arguyó que, si no lo otorgaba explícitamente, lo
      hacía de forma implícita, pues tal banco era
      necesario
      para gestionar numerosas atribuciones que la Constitución
      sí que otorgaba al gobierno federal, como la
      recaudación
      de impuestos y la regulación del comercio. Surgió
      así la polémica entre los llamados construccionistas estrictos,
      que
      consideraban que el gobierno no tenía más
      atribuciones
      que las que explícitamente le otorgaba la
      Constitución, y
      los construccionistas vagos,
      para los cuales el gobierno podía atribuirse cualquier
      derecho
      que pudiera considerarse implícito en las atribuciones que
      le
      otorga la Constitución. Esta polémica no se
      asoció
      al enfrentamiento entre federalistas y republicanos
      demócratas,
      sino que, en general, quienes estaban en el gobierno se
      convertían en construccionistas
        vagos y quienes estaban en la oposición se
      volvían
      construccionistas estrictos.
      
    
El duque Luis Felipe José de Orleans consideró que
      la
      revolución francesa, de la que había sido ferviente
      partidario desde el principio, estaba lo suficientemente
      consolidada
      como para que pudiera regresar a Francia de su exilio en Gran
      Bretaña. Por esta época, los clubes jacobinos se
      multiplicaban por el país, y su número
      ascendía ya
      a 152.
    
El 9 de agosto, el
      capitán
      Robert Gray estaba de regreso en Boston con el Columbia, procedente de
      China.
      Había regresado por el este, con lo que se convirtió
      en
      el primer norteamericano en dar la vuelta al mundo.
    
El 14 de agosto Suecia y Rusia
      firmaron la paz de Varela.
      El
      rey Gustavo III no logró apoderarse de ningún
      territorio
      ruso, pero puso fin a la intervención rusa en la
      política
      sueca. Además aumentó su reputación ante sus
      súbditos y su autoridad quedó reforzada, aunque las
      finanzas del país se resintieron un tanto.
    
El 2 de septiembre murió
      el
      teólogo Justinus Febronius.
    
En Francia, Necker
      presentó su dimisión como ministro de Estado y se
      retiró de la política.
    
El 28 de septiembre
      murió
      el príncipe Nicolás Esterházy, el protector
      de
      Michael Haydn, y su hijo Antonio
      decidió desmantelar la orquesta. Esto benefició a
      Haydn,
      pues fue el único modo en que pudo abandonar su
      "reclusión" en el palacio Esterházy.
    
En octubre, los indios miami, que habitaban al oeste
      del
      territorio de Ohio, atacaron y derrotaron a una unidad del
      ejército estadounidense. En los últimos años,
      los
      estadounidenses habían ido construyendo fortificaciones en
      territorio indio para reforzar la frontera con el Candadá
      británico, pero los indios las veían, no sin motivo,
      como
      una amenaza. Tras la derrota, se empezó a planear un
      contraataque, pues si la acción de los indios quedaba
      impune se
      producirían muchas más en el futuro.
    
François Babeuf inició la publicación de su
      propio periódico: Le
        correspondant picard, aunque sólo se
      mantendría
      durante unos meses.
    
El 24 de octubre el
      ejército austríaco tomó la ciudad de Namur y
      el 26 de octubre conquistaba
      Flandes.
    
Por esta época, la Asamblea Constituyente decidió
      que
      Francia no estaba
      en condiciones de prestar ayuda a España en una posible
      guerra
      contra
      Gran Bretaña a causa de la crisis
        de Nutka,
      ayuda con la que los españoles habían contado en
      todo
      momento. Ante
      este revés, el conde de Floridablanca se apresuró a
      negociar con los
      británicos para evitar un conflicto. El 29 de octubre tuvo lugar la convención de la bahía
        de
        Nutka, en la que se acordó que la costa occidental
      de
      Norteamérica estaría abierta al comercio tanto
      británico como español y que los barcos
      británicos
      que los españoles habían capturado serían
      devueltos, junto con unas indemnizaciones adecuadas. Los
      británicos exigieron también que España
      reconociera su soberanía sobre la bahía de Nutka,
      arguyendo que John Meares había comprado la zona al jefe
      Maquinna, cosa que no estaba clara en absoluto. En la
      práctica,
      los españoles siguieron teniendo el control sobre la zona.
    
El 7 de noviembre, el
      capitán Edward Edwards
      zarpó al mando del Pandora
      con la misión de recuperar el Bounty
      y capturar a los marineros amotinados que habían abandonado
      a su
      suerte al capitán Bligh.
    
Ese año murió el sultán Muhammad ibn Abd
      Allah
      de Marruecos, que fue sucedido por su hijo Al-Yazid. 
    
En diciembre, todos los
      Países Bajos estaban de nuevo bajo la autoridad
      austríaca, y así los Estados Unidos de
      Bélgica
      dejaron de existir tras apenas un año de su
      fundación.
    
El 4 de enero de 1791, los
      diputados del clero que formaban parte de la Asamblea
      constituyente
      fueron exortados a prestar juramento a las disposiciones de la Constitución civil del clero
      aprobada el año anterior, pero 80 obispos se negaron a
      ello. A
      partir del 7 de enero se
      iniciaron
      los juramentos en el resto del país, pero casi todos los
      obispos
      se negaron a prestar juramento. De este modo, el clero se
      dividió entre jurantes
      o constitucionales y refractarios. 
    
El 29 de enero, Mirabeau fue
      nombrado presidente de la Asamblea Constituyente.
    
El obispo de Pistoia, Scipione de'Ricci, tuvo que dimitir a causa
      de
      sus medidas josefinistas, a pesar del apoyo del gran duque de
      Toscana.
    
El escritor alemán Johann Gottfried Herder terminó
      su
      tratado Ideas sobre la
        filosofía de la historia de la humanidad, dividido
      en
      veinte libros en los que propugna el desarrollo de una filosofía de la historia,
      que daría sentido a todos los acontecimientos
      históricos.
    
Ese año suspendió pagos la Compañía neerlandesa
        de las
        Indias Orientales, que desapareció para siempre.
    
El rey Pomare I de Tahití abdicó en su hijo Pomare II, de diecisiete años, que fue coronado el 13 de febrero, pero su padre siguió ejerciendo de regente.
El 4 de marzo, Vermont fue
      admitido como decimocuarto Estado de los Estados Unidos. Se
      integró con los mismos derechos que los trece Estados
      fundadores.
    
El Papa Pío VI había adoptado una actitud vacilante ante la revolución francesa, que confundía al clero francés, hasta que el 10 de marzo publicó un breve pontificio en el que condenaba la Constitución civil del clero. Una parte de los eclesiásticos refractarios huyó a Roma y fue acogida por el Papa. Por su parte, la Asamblea constituyente decretó la anexión a Francia del estado pontificio de Aviñón.
El 17 de marzo, la Asamblea
      constituyente prohibió las asociaciones gremiales, de modo
      que
      cualquier ciudadano podía ejercer libremente cualquier
      profesión.
    
El 23 de marzo, el Pandora
      llegó a Tahití, tras haber doblado el cabo de
      Hornos.
      Cinco de los amotinados del Bounty se entregaron voluntariamente a
      lo
      largo del día, y otros nueve, que huyeron a las
      montañas,
      fueron capturados en las semanas siguientes. Los catorce fueron
      encerrados en una minúscula celda en el barco que fue
      conocida
      como la caja de Pandora.
      Los
      otros dos que Christian había dejado en Tahití
      habían muerto antes de la llegada del Pandora.
    
El 1 de abril zarpó una
      expedición británica con la misión de
      explorar la
      costa occidental norteamericana y supervisar el cumplimiento por
      parte
      de España de los acuerdos sobre la bahía de Nutka.
      Estaba
      dirigida por el capitán George
        Vancouver, al mando del Discovery,
      pero el reciente motín del Bounty hizo que el Almirantazgo
      decidiera acompañarlo del Chatham,
      un barco de guerra. Previamente, la expedición
      exploraría
      el océano Pacífico.
    
El 2 de abril murió
      repentinamente el conde de Mirabeau. Entre los bienes que el
      Estado
      había confiscado a la Iglesia se encontraba un edificio de
      estilo neoclásico que iba a convertirse en una iglesia
      dedicada
      a Santa Genoveva, la patrona de París, pero que finalmente,
      bajo
      el nombre de El Panteón,
      fue destinado a enterrar a los hombres ilustres. En su
      frontispicio se
      grabó la inscripción: Aux
        grands hommes la patrie reconnaissante (A los grandes
      hombres,
      la patria agradecida). Allí fue enterrado Mirabeau. Ese
      mismo
      año se trasladaron al Panteón los restos de
      Voltaire, en
      medio de una fastuosa ceremonia organizada por el pintor David.
      Por esa
      época estaba trabajando en un encargo monumental: un cuadro
      de
      10.67 x 10.97 metros titulado El
juramento
        del juego de la pelota, que nunca llegó a
      terminar.
    
En Polonia, los patriotas elaboraron una constitución de
      espíritu similar al que estaba elaborando la Asamblea
      francesa y
      fue aprobada el 3 de mayo.
      Proclamaba una monarquía constitucional hereditaria,
      derechos
      políticos para la burguesía, dos cámaras
      legislativas, y algunas medidas de protección a los
      campesinos.
      El rey Estanislao II no tuvo más opción que jurar a
      la
      Constitución.
    
El 8 de mayo, Edwards
      zarpó de Tahití con el Pandora en busca del Bounty.
    
El 6 de junio el Chatham llegó a Ciudad
      del
      Cabo, en el sur de África, y el 8
        de
        junio llegó el Discovery.
      
    
El 14 de junio la Asamblea
      constituyente promulgó una ley por la que se
      prohibían
      las asociaciones obreras, las coaliciones y las huelgas.
    
El 20 de junio, el rey Luis
      XVI
      de Francia decidió huir de París con su familia, con
      la
      ayuda del conde sueco Hans Axel
        de
        Fersen. Salieron disfrazados por la noche y el rey
      dejó
      una declaración en la que se quejaba del trato recibido y
      revocaba el asentimiento que se le había obligado a dar a
      todas
      las reformas revolucionarias. La fuga se descubrió la
      mañana del 21 de junio,
      y se
      acusó a La Fayette de haber colaborado. La Asamblea
      temió
      que Luis XVI pudiera recabar ayuda de algún sector del
      ejército francés o de alguna potencia europea, por
      lo que
      inmediatamente entabló contactos diplomáticos con
      los
      principales países europeos y envió comisionados que
      aseguraran que las tropas prestaran juramento a la Asamblea en vez
      de
      al rey. No obstante, Luis XVI fue descubierto en Varennes esa
      misma
      tarde, y escoltado de nuevo a París. Fue recibido en
      silencio,
      pues La Fayette había ordenado distribuir carteles por la
      ciudad
      que decían: El que
        aplauda al
        rey será azotado, el que lo insulte será ahorcado.
      
    
No se dejó de
      observar que, como el rey, muchos nobles estaban huyendo de
      Francia por
      miedo o disconformidad con la revolución, y se dictaron
      leyes
      contra quienes trataran de abandonar el país sin los
      debidos
      permisos. Hasta ese momento, la Asamblea había tratado de
      mantener que las reformas se estaban haciendo con el
      consentimiento del
      rey, pero eso ya era insostenible, con lo que empezaron a cobrar
      fuerza
      las tesis republicanas. Entre los nobles que habían huido
      de
      Francia se encontraban los hermanos del rey: el conde Carlos de
      Artois,
      que se había marchado a Gran Bretaña antes incluso
      de la
      toma de la Bastilla, y el conde Luis de Provenza, que se
      fugó al
      mismo tiempo que lo intentaba Luis XVI.
    
Así, el 15 de julio, en
      el
      aniversario de la toma de la Bastilla, los Cordeliers pidieron que
      Francia se
      convirtiera en una república. Desmoulins y Georges-Jacques Danton
      pronunciaron
      discursos exaltados. Como respuesta, el 16
        de julio se formó el Club
        des Feuillants, o Amigos
        de
        la Constitución, partidarios de una
      monarquía
      constitucional como la que proponía la Constitución
      que
      estaba redactando la Asamblea Constituyente. Entre ellos figuraba
      La Fayette.
    
El 17 de julio, los Cordeliers llevaron su
      petición republicana al Campo
de
        Marte, una explanada donde todavía se alzaba un
      altar
      construido para la conmemoración del año anterior.
      Allí empezó a reunirse una multitud para
      solidarizarse y
      firmar la petición. La Asamblea Constituyente ordenó
      disolver la manifestación, y el alcalde de París, Jean Sylvain Bailly,
      decretó
      la ley marcial, lo que permitía a las fuerzas del orden
      hacer
      uso de las armas. La Fayette intentó en vano dispersar a
      las
      masas y, finalmente, Bailly ordenó a la guardia nacional
      que
      disparara. Murieron unas cincuenta personas y varios centenares
      resultaron heridas. Las autoridades cerraron varios clubes
      políticos y varios periódicos, como el de Marat, que
      tuvo
      que esconderse, al igual que Desmoulins. Danton se fugó a
      Gran
      Bretaña. El duque Luis Felipe José de Orleans fue
      acusado
      de haber instigado la petición
del
        Campo de Marte. 
    
El emperador Leopoldo II, hermano de María Antonieta,
      estaba
      especialmente preocupado por la situación de la familia
      real
      francesa,
      y trató de organizar una conferencia entre los principales
      monarcas
      europeos para examinar las posibilidades de intervenir en su
      defensa.
      Sin embargo, sólo encontró una respuesta favorable
      en
      Rusia, Prusia y
      Suecia, así que optó por negociar con los Feuillants. 
    
Un irlandés llamado Theobald
Wolfe
        Tone fundó la Sociedad
de
        los irlandeses unidos, con el fin de aunar a
      católicos
      y protestantes en defensa de los intereses de Irlanda.
    
El 26 de julio Mozart tuvo su
      quinto hijo: Franz Xaver
        Wolfgang
        Mozart. Pocos días antes, el compositor
      había
      recibido la visita de un desconocido vestido de gris que le
      encargó la composición de un réquiem, por el
      que
      le pagaría una cuantiosa suma, a condición de que la
      obra
      fuera mantenida en el más absoluto secreto. Por aquel
      entonces,
      Mozart estaba trabajando en una ópera a instancias del
      actor,
      escritor y empresario Johann
        Joseph
        Schikaneder, autor del libreto. Se titulaba La flauta mágica, y es
      una
      extraña fábula impregnada de doctrina y propaganda
      masónica. Sin embargo, Mozart dejó de lado ambos
      proyectos para trasladarse a Praga, con el fin de componer otra
      ópera: La clemencia de
        Tito,
      para la coronación del emperador Leopoldo II como rey de
      Bohemia. Cuando estaba a punto de emprender el viaje, el
      desconocido
      misterioso se le apereció de nuevo preguntando por su
      encargo.
    
Coulomb envió a la Academia
de
        ciencias de París el último de una serie de
      siete tratados dedicados a la electricidad y el magnetismo. En
      ellos
      mostraba evidencias experimentales en favor de una ley de
      atracción y repulsión entre cargas eléctricas
      análoga a la que Newton había propuesto para la
      atracción gravitatoria.
    
Galvani publicó su libro De
        viribus electricitatis in motu musculari comentarius, que
      divulgó su teoría sobre la electricidad animal e
      interesó a numerosos investigadores. Entre ellos figuraba
      su
      amigo Alessandro Volta, que realizó diversos experimentos y
      se
      persuadió de que, en contra de lo que opinaba Galvani, la
      "electricidad animal" no era de naturaleza diferente de la 
      "electricidad metálica" estudiada hasta entonces por los
      físicos, sino que se trataba del mismo fenómeno.
    
El 17 de agosto, el Discovery y el Chatham zarparon de Ciudad
      del Cabo
      rumbo al Pacífico.
    
El rey Federico Guillermo II de Prusia casó a su hija Federica con el duque Federico de York, hijo del rey
      Jorge
      III de Gran Bretaña, y a su hija Guillermina con Guillermo
        Federico, hijo del
      príncipe Guillermo V de Orange-Nassau. El 22 de agosto, Federico Guillermo II
      firmó con el emperador Leopoldo II la declaración de
      Pillnitz, en la que
      denunciaban la
      situación interior de Francia e invitaban a los soberanos
      europeos a actuar urgentemente.
    
La isla de La Española estaba poblada por 30.000 blancos,
      30.000
      mestizos libres y 45.000 esclavos negros. La mitad occidental de
      la
      isla era francesa, y los blancos no aceptaban un decreto
      según
      el cual los mestizos tenían los mismos derechos que ellos,
      así que aprovecharon los desórdenes de la
      Revolución para romper las relaciones con Francia. Los
      negros,
      por su parte, veían que la igualdad de la Revolución
      no
      iba con ellos. Ese mismo día, al caer la noche,
      estalló
      una revuelta de esclavos, entre cuyos cabecillas pronto
      destacó François-Dominique
        Bréda,
      conocido como Toussaint
      por
      haber nacido el día de Todos los santos. Organizó a
      las
      bandas de esclavos evadidos hasta formar un ejército de
      4.000
      hombres.
    
El 29 de agosto el Pandora
      encalló en la gran barrera de coral. Se hundió a la
      mañana siguiente, cobrándose la vida de treinta y un
      tripulantes y cuatro prisioneros. El resto logró reunirse
      en una
      isleta de arena y, tras permanecer en ella dos noches, navegaron
      en
      cuatro botes hasta la isla de Timor. Tras numerosas vicisitudes,
      Edwards pudo regresar a Gran Bretaña junto con setenta y
      ocho
      hombres, de los ciento treinta y cuatro con que había
      zarpado.
    
El 6 de septiembre Mozart
      estrenó en Praga La
        clemencia
        de Tito. 
    
El 14 de septiembre se
      promulgó la Constitución
        francesa, que tenía como preámbulo la Declaración de los derechos
        del
        hombre y del ciudadano. El poder legislativo quedaba en
      manos de
      una Asamblea Legislativa
      elegida por
      los "ciudadanos activos",
      que
      eran los varones mayores de 25 años, que supieran leer y
      escribir y que pagaban un determinado nivel de impuestos directos.
      El
      poder judicial en manos de jueces elegidos bajo las mismas
      condiciones
      y el poder ejecutivo quedaba en manos del rey ("el rey de Francia por la gracia de
        Dios y
        la voluntad nacional"). El 29
        de
        septiembre el rey tuvo que jurar
      nuevamente la Constitución y la Asamblea Constituyente se
      disolvió.
    
El 30 de septiembre se
      estrenó en Viena La
        flauta
        mágica, de Mozart. El propio Schikaneder
      interpretó el papel de Papageno,
      un personaje popular del teatro vienés.
    
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