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A finales del año anterior se habían iniciado en Brest-Litovsk
      las conversaciones de paz entre Rusia y los imperios centrales. La
      ciudad estaba en territorio ruso (en Bielorrusia), pero en la zona
      ocupada por los alemanes, donde éstos tenían su cuartel general
      para el frente oriental. El máximo representante ruso era Trotsky.
      Entre los bolcheviques había opiniones divididas sobre el modo en
      que debía plantearse la negociación. Todos partían de la premisa
      de que la revolución socialista que había tenido lugar en Rusia
      tendría pronto sus réplicas en otros países europeos,
      especialmente en Alemania y Austria-Hungría, donde la situación de
      los trabajadores era peor. Los más radicales sostenían que las
      negociaciones no debían tener más finalidad que ganar tiempo para
      que el ejército rojo pudiera fortalecerse, porque una paz duradera
      entre un Estado capitalista y una república socialista era
      impensable. Además, en las negociaciones se pondría de manifiesto
      que el objetivo de las Potencias Centrales era satisfacer sus
      ambiciones territoriales, y esto ayudaría a inflamar a la clase
      obrera de estos países, pues sus miembros eran obligados a morir
      en una guerra que en nada les beneficiaba. En definitiva, los
      radicales aceptaban la negociación, pero se negaban a que se
      firmara ninguna clase de tratado.
    
Sin embargo, Lenin opinaba que, si bien la revolución socialista
      en Alemania era inminente, el gobierno del Kaiser era todavía muy
      fuerte, por lo que era imprescindible poner fin a la guerra aunque
      fuera a expensas de cesiones territoriales. La continuación de la
      guerra podría suponer la caída del gobierno socialista, mientras
      que cualquier cesión territorial podría compensarse más adelante
      cuando se produjeran las revoluciones socialistas en Europa. Por
      lo tanto, la política debía ser dilatar las negociaciones, pero si
      había riesgo de ruptura se debería firmar un tratado de paz en las
      condiciones que fueran necesarias.
    
Las negociaciones entre Rusia y los Imperios Centrales —tensas ya
      de por sí— se habían complicado ante la petición de la República
      de Ucrania de enviar su propia delegación. Los alemanes vacilaron
      ante la posibilidad de que Rusia se opusiera, pero finalmente
      Rusia permitió cruzar el frente a los delegados ucranianos, que
      llegaron a Brest-Litovsk el 1 de enero de
        1918, y fueron mejor recibidos por los alemanes que por
      los austro-húngaros, pues éstos temían que cualquier concesión a
      Ucrania diera lugar a reivindicaciones por parte de los muchos
      grupos étnicos que componían su imperio. Hay que tener presente
      que, si los Imperios Centrales tenían una situación de fuerza
      desde el punto de vista militar respecto a Rusia y Ucrania,
      también necesitaban llegar a un acuerdo lo antes posible para
      poder transportar tropas al frente occidental antes de que
      terminara el despliegue de las fuerzas estadounidenses y para
      obtener un abastecimiento alimenticio desde el Este, ya que el
      bloqueo aliado estaba agotando sus recursos. Su planteamiento era
      "paz a cambio de alimentos". 
    
Ese día se estrenó en Budapest "Donde canta la alondra",
      una opereta de Franz Lehár.
    
El 6 de enero se iniciaron formalmente
      las negociaciones con Ucrania en Brest-Litovsk.
    
En Alemania murió de un ataque al corazón el matemático ruso
      Georg Cantor.
    
Hacía una semana que el general Lavr Kornílov se había reunido
      con Alexéyev y Kaledin para colaborar en la organización del
      Ejército de Voluntarios. Tras unas delicadas negociaciones se
      llegó a un acuerdo en que los tres formarían un triunvirato en el
      que Kornílov estaría al frente del ejército, Alexéyev de la
      administración civil y las relaciones diplomáticas y Kaledin de
      los asuntos cosacos. Por esas fechas el Ejército de Voluntarios
      contaba con apenas 3.000 soldados, la mayor parte de los cuales
      eran antiguos oficiales del ejército ruso.
    
El presidente Wilson estaba tratando de proponer unas condiciones
      de paz para la guerra en Europa que ambos bandos pudieran aceptar
      como justas aunque fuera a regañadientes, y uno de los puntos más
      espinosos era si Alemania debía ceder a Francia Alsacia y Lorena,
      tal y como los nacionalistas franceses reclamaban. La opinión
      general entre los aliados era que Alsacia y Lorena eran unos
      territorios que Francia y Alemania se habían disputado a lo largo
      de la historia y que no había razones para no aceptar la soberanía
      alemana vigente antes de la guerra. Sin embargo, en Biarritz vivía
      todavía la emperatriz Eugenia, la viuda de Napoleón III, que tenía
      ya 92 años, y conservaba la
        carta que le escribió el Kaiser Guillermo I hacía casi medio
      siglo, donde decía en particular:
    
Es sólo esta consideración, y no el deseo de agrandar una patria cuyo territorio es suficientemente grande, lo que me fuerza a insistir en la cesión de territorios, que no tiene otro fin que el de hacer retroceder el punto de partida de los ejércitos franceses que, en un futuro, vendrán a atacarnos.
El Kaiser reconocía así que la ocupación de Alsacia y Lorena no
      había sido hecha por considerar que eran territorios alemanes,
      sino por meras consideraciones estratégicas. Eugenia hizo llegar
      la carta a Clemenceau y así se vio que la ineptitud del difunto
      Kaiser le había sobrevivido, pues con dicha carta Francia logró
      que los aliados reconocieran el derecho de Francia sobre Alsacia y
      Lorena. Así, el 8 de enero el
      presidente Wilson presentó en un discurso ante el Congreso
      estadounidense los catorce puntos en los que debía basarse
      un acuerdo de paz tras la guerra europea, y en ellos incluía la
      devolución a Francia de Alsacia y Lorena:
    
El primer punto se debía a que Lenin estaba publicando acuerdos
      diplomáticos secretos firmados por los gobiernos zaristas con
      otras potencias, para demostrar a los obreros del mundo que sus
      gobiernos eran inmorales y rapaces, y que debían ser derrocados.
      El sexto punto se debía a que Wilson presuponía que Rusia estaba
      evolucionando —turbulentamente— de un régimen absolutista a un
      régimen democrático. Wilson presentó estos puntos sin haber
      consensuado nada con los aliados, que los recibieron con
      escepticismo. Se cuenta que Clemenceau, al conocerlos, exclamó ¡El
        buen Dios sólo tenía diez! El punto decimotercero fue
      incluido en la lista gracias en gran parte al pianista y
      compositor polaco Ignacy Jan Paderewski, que llevaba un
      tiempo participando en las actividades del Comité Nacional
        Polaco en París, y se había entrevistado con Wilson y otras
      autoridades para promover el apoyo aliado a la independencia de
      Polonia.
    
Las sufragistas estadounidenses habían logrado ya que el sufragio
      femenino fuera legalizado en algunos Estados, y ahora emprendían
      una campaña para legalizarlo a nivel federal mediante una enmienda
      a la constitución. El 9 de enero el
      presidente Wilson apoyó la propuesta en la Cámara de
      Representantes y el 10 de enero fue aprobada por apenas un voto
      más de los dos tercios necesarios. El paso siguiente era la
      aprobación en el Senado.
    
Los representantes rusos en Brest-Litovsk reconocieron por
      primera vez a los delegados ucranianos como representantes de un
      país independiente. No dejaba de ser cierto que un ejército ruso
      estaba invadiendo Ucrania, pero no era para privarla de su
      independencia, sino para imponer en el gobierno a los
      bolcheviques, que no tenían otra forma de imponerse en el
      gobierno, ya que eran minoritarios, y eso era muy injusto.
    
El 13 de enero los ucranianos
      presentaron sus condiciones para firmar la paz: El reconocimiento
      de su derecho de autodeterminación, la firma de un tratado sin
      compensaciones de guerra y la anexión a la república ucraniana de
      la región de de Chełm o bien la autodeterminación de la
      población ucraniana en las regiones austrohúngaras de Galitzia,
      Rutenia y Bucovina. Los alemanes aceptaron las dos primeras
      condiciones y no vieron mal la cesión de Chełm, pero los
      austro-húngaros no aceptaban ninguna cesión territorial.
    
Los delegados para la Asamblea Constituyente Rusa seguían
      esperando en Petrogrado para poder constituirla según lo
      establecido, pero Lenin ya había afirmado que el interés de la
      revolución era superior a los derechos formales de la Asamblea
      Constituyente, de modo que
    
Todo intento directo o indirecto de considerar la cuestión de la Asamblea Constituyente desde un punto de vista formal, legal, dentro del esquema de la democracia ordinaria burguesa y sin tener en cuenta la lucha de clases y la guerra civil, sería una traición a la causa proletaria, y la adopción de los puntos de vista burgueses.
El 18 de enero hubo una manifestación
      pacífica en Petrogrado en defensa de la Asamblea, que fue
      dispersada a tiros por tropas bolcheviques. Finalmente, con unas
      horas de retraso, pudo inaugurarse la Asamblea. Correspondía al
      diputado de más edad ejercer provisionalmente la presidencia, pero
      un bolchevique ocupó la tribuna y presentó una "declaración de
        derechos del pueblo trabajador explotado", redactada por
      Lenin, e invitó a la Asamblea a que la suscribiese. El documento
      incluía la cesión de todo el poder a los sóviets,
      la abolición de la propiedad privada de la tierra, la
      nacionalización de la banca y el control de la industria por los
      obreros. Sin embargo, los diputados no se dejaron avasallar y
      procedieron a elegir un presidente. El socialrevolucionario Viktor
        Chernov derrotó por amplia mayoría a la candidata del
      gobierno, Mariya Spiridónova. Chernov trató de ser
      conciliador con los bolcheviques, pero otros diputados los
      criticaron más abiertamente, mientras estos, siempre leyendo
      textos de Lenin, afirmaron que no reconocían legitimidad a la
      Asamblea (siguiendo la política general de no reconocer como
      legítima ninguna institución que no fuera mayoritariamente
      bolchevique). La asamblea rechazó las propuestas bolcheviques y
      éstos finalmente abandonaron la reunión.
    
En Brest-Litovsk los ucranianos abandonaron su exigencia de la
      autodeterminación de Galitzia, Rutenia y Bucovina si
      Austria-Hungría aceptaba cambiar su situación administrativa
      dentro del imperio. Los austro-húngaros se negaron a aceptar esto
      para Rutenia, pero aceptaron el resto a condición de que se
      firmara rápidamente el tratado de paz. 
    
La primera reunión de la Asamblea Constiuyente rusa se había
      prolongado hasta altas horas de la madrugada, pero cuando los
      diputados trataron de reunirse de nuevo el 19
        de enero, se encontraron el edificio custodiado por una
      guardia armada con ametralladoras y artillería. El Comité
        Ejecutivo Central había decretado la disolución de la
      Asamblea.
    
El 20 de enero se llegó a un acuerdo
      preliminar con Ucrania en Brest-Litovsk y se suspendieron
      temporalmente las negociaciones para que los gobiernos respectivos
      pudieran ratificar lo acordado.
    
Ese día dos barcos de guerra otomanos burlaron el bloqueo aliado
      en el estrecho de los Dardanelos y salieron al Egeo. Uno chocó con
      una mina, pero sufrió daños leves y pudo continuar la misión, que
      era atacar la flota aliada anclada en una bahía de la isla de
      Imbros, en el Egeo. Allí logró su objetivo y dos barcos británicos
      resultaron hundidos. Sin embargo, en su retirada los barcos
      otomanos, perseguidos de cerca por barcos y aviones aliados, se
      metieron en un campo de minas. Uno resultó hundido y el otro logró
      dirigirse a tierra y encalló. Durante varios días resistió ataques
      de hidroaviones aliados, hasta que finalmente los turcos pudieron
      remorcarlo.
    
En Rusia se estaba celebrando el III Congreso de los Soviets
        de todas las Rusias, y el 25 de enero
      se adoptó el nombre de República Soviética de Rusia para
      el nuevo Estado ruso surgido de la revolución socialista, que
      hasta entonces no tenía ningún nombre oficial.
    
 Las tensiones políticas en Finlandia
      iban en aumento. Los conservadores habían cambiado la protección
      de la Rusia imperial por la de Alemania, y los socialdemócratas
      preparaban una revolución que prolongara la acaecida en Rusia el
      año anterior. Ambas facciones habían creado sus organizaciones
      paramilitares. Las socialdemócratas (a las que ya les sobraba la
      mitad del nombre) se autodenominaron Guardia Roja, y las
      conservadoras pasaron a ser conocidas como la Guardia Blanca.
      El Senado terminó reconociendo a la Guardia Banca como el Ejército
        Blanco Finlandés, lo que la convertía en una organización
      oficial, a diferencia de la Guardia Roja. Ambos bandos se fueron
      organizando hasta que el 26 de enero
      estalló la guerra civil. Los rojos dominaban la zona sur del país,
      de Este a Oeste, mientras que los blancos dominaban el resto (la
      zona azul en el mapa). La capital, Helsinki, estaba en territorio
      rojo, así que el Senado se trasladó a Vaasa.
Las tensiones políticas en Finlandia
      iban en aumento. Los conservadores habían cambiado la protección
      de la Rusia imperial por la de Alemania, y los socialdemócratas
      preparaban una revolución que prolongara la acaecida en Rusia el
      año anterior. Ambas facciones habían creado sus organizaciones
      paramilitares. Las socialdemócratas (a las que ya les sobraba la
      mitad del nombre) se autodenominaron Guardia Roja, y las
      conservadoras pasaron a ser conocidas como la Guardia Blanca.
      El Senado terminó reconociendo a la Guardia Banca como el Ejército
        Blanco Finlandés, lo que la convertía en una organización
      oficial, a diferencia de la Guardia Roja. Ambos bandos se fueron
      organizando hasta que el 26 de enero
      estalló la guerra civil. Los rojos dominaban la zona sur del país,
      de Este a Oeste, mientras que los blancos dominaban el resto (la
      zona azul en el mapa). La capital, Helsinki, estaba en territorio
      rojo, así que el Senado se trasladó a Vaasa. 
    
Ese mismo día se aprobó una versión modificada de la proclamación
      de independencia de Lituania de acuerdo con algunas directrices
      marcadas por Alemania. Estas concesiones fueron reprobadas por
      algunos miembros del Consejo de Lituania, algunos de los cuales,
      incluido su presidente, Antanas Smetona, dimitieron de sus
      cargos. El nuevo presidente pasó a ser Jonas Basanavičius.
      
    
El 28 de enero el Sóviet de
        Helsinki proclamó la República Socialista de los
        Trabajadores de Finlandia. 
    
Al sur de los cosacos del Don, al norte del Cáucaso, habitaban
      los cosacos del Kubán, que ese día se organizaron en una
      república independiente, la República Popular de Kubán.
      Mantuvo una relación tensa con los rusos blancos, impulsada por su
      oposición común a los bolcheviques, pero con fricciones debidas a
      que los blancos no aceptaban la desmembración del Imperio Ruso.
    
El 29 de enero unos 4.000 bolcheviques
      que avanzaban hacia Kiev se enfrentaron en Kruty con unos
      400 ucranianos, la mayor parte de los cuales eran estudiantes
      sacados de los colegios para formar precipitadamente un ejército
      con el que oponerse al avance ruso. Obviamente fueron aplastados.
      Al mismo tiempo en Kiev se producía una revuelta bolchevique en la
      fábrica de armas. Un representante del soviet de Kiev
      exigió a la Rada Central Ucraniana que se rindiera, y la Rada
      a su vez exigió la rendición de los sediciosos. Durante la noche
      se produjeron las primeras escaramuzas. Los bolcheviques contaban
      con la próxima llegada de los soldados rusos, que avanzaban hacia
      Kiev. El 30 de enero se declaró una
      huelga general en Kiev.
    
El 31 de enero París fue bombardeada
      por aviones alemanes, que arrojaron unas 14.000 bombas. Los
      ataques aéreos a la capital francesa se sucederían durante los
      meses siguientes.
    
El 1 de febrero llegaron de nuevo a
      Brest-Litovsk los delegados ucranianos, que habían sido retenidos
      unos días por el Ejército Rojo en su viaje. La situación de
      Ucrania era crítica, el gobierno había tenido que retirarse de
      Kiev hasta Zhitomir ante el avance imparable de los
      bolcheviques, así que las potencias centrales consideraron que
      estaban en condiciones de reforzar sus exigencias y plantearon un
      ultimátum con las condiciones siguientes: 1) el fin de la guerra y
      el establecimiento de relaciones diplomáticas, 2) la entrega por
      parte de Ucrania de un millón de toneladas de cereal y de otros
      alimentos, 3) la negociación posterior del resto de asuntos
      pendientes. Sin embargo, los ucranianos sabían lo mucho que los
      Imperios Centrales necesitaban los alimentos y se negaron a dejar
      para más adelante sus reivindicaciones. El 2
        de febrero presentaron un documento con más exigencias.
    
Para entonces la revuelta bolchevique en Kiev estaba extinguida
      salvo en su centro: la fábrica de armas. El 4
        de febrero los soldados leales al parlamento irrumpieron
      en ella y desalojaron sangrientamente a los trabajadores que se
      parapetaban en ella. 
    
En Suiza Robert Grimm, miembro del partido socialista
      suizo, organizó un comité de acción que agrupaba a algunos
      sindicalistas y miembros del ala izquierda del partido. Fue
      conocido como Comité de Olten, por la ciudad en la
      que se reunía, aunque quienes recelaban de la extrema izquierda
      decían que era un soviet. El comité negoció con el
      gobierno federal diversas cuestiones, como el precio de la leche.
    
El 5 de febrero las tropas
      bolcheviques llegaban a las puertas de Kiev. 
    
Mientras tanto el ejército otomano reanudaba su ofensiva contra
      los armenios iniciando un avance imparable.
    
Ese día se estrenaba en Madrid la zarzuela El niño judío,
      una de las más representativas del compositor Pablo Luna, cuya
      producción era muy abundante: ese mismo año estrenó también Los
        calabreses, El Aduar y Trini la clavelina. 
    
El 6 de febrero entró en vigor una ley
      por la que todos los varones británicos tenían derecho a voto
      desde los 21 años (sin ningún requisito sobre su patrimonio, al
      contrario que hasta ese momento) y las mujeres a partir de los 30
      años con ciertos requisitos. Por primera vez las mujeres
      británicas conseguían el derecho a voto.
    
El 7 de febrero los otomanos tomaban Kelkit
      a los armenios.
    
El 8 de febrero los bolcheviques
      tomaban Kiev.
    
El 9 de febrero se firmó el Tratado
        de Brest-Litovsk entre Ucrania y los Imperios Centrales. En
      él se establecía que la frontera con el Imperio Austro-Húngaro
      sería la existente antes de la guerra, se dejaba pendiente el
      trazado de una nueva frontera septentrional, ambas partes
      renunciaban a compensaciones de guerra y se comprometían a liberar
      a los prisioneros de guerra y Ucrania se comprometía a vender a
      los Imperios Centrales sus excedentes agrícolas e industriales
      antes de seis meses a unos precios que negociaría una comisión
      formada a tal efecto. En un anexo secreto el Imperio
      Austro-húngaro se comprometía a reorganizar los territorios de
      Galitzia y Bucovina con población ucraniana. De este modo Ucrania
      se convertía en el granero de los Imperios Centrales, y estaba
      implícito que Alemania se aseguraría de que dicho granero no
      quedara en manos rusas.
    
En Rumanía el primer ministro Ion Brătianu fue sucedido por el
      general Alexandru Averescu, que presidió un gabinete de
      crisis ante las malas perspectivas del curso de la guerra.
    
Ahora las negociaciones se centraron en Rusia, que hasta entonces
      había aprovechado las negociaciones con Ucrania para retrasar
      cualquier acuerdo, pero ante el ultimátum de los Imperios
      Centrales, el 10 de febrero Trotski se
      retiró sin llegar a ningún acuerdo, declarando que Rusia daba
      unilateralmente la guerra por concluida sin más. Inmediatamente
      los alemanes comunicaron que el armisticio terminaría una semana
      más tarde (porque existía el compromiso de avisar con una semana
      de antelación). Lenin trató de explicar a Trotski que el gobierno
      soviético ya estaba haciendo todo lo posible para explicar a los
      obreros europeos la situación, y que había que firmar un tratado a
      toda costa, pero Trotski consideró que la reanudación de la guerra
      podría ser la chispa definitiva que hiciera estallar la revolución
      socialista en Alemania.
    
Ese día murió el sultán otomano Abdul Hamid II, que había sido
      depuesto nueve años atrás.
    
Los bolcheviques habían enviado un ejército contra el Ejército de
      Voluntarios y los cosacos del Don, que en pocos días había
      capturado numerosas ciudades y avanzaban hacia la capital
      Novocherkask. Los voluntarios tuvieron que retirarse hasta Rostov.
      El 12 de febrero se suicidó Kaledin.
      Además de los combates, ambos bandos cometían toda clase de
      atrocidades.
    
El 13 de febrero los otomanos
      conquistaban Erzincan, en Armenia.
    
El 14 de febrero Rusia el gobierno
      ruso adoptó el calendario gregoriano, si bien la medida tardaría
      unos años en aplicarse en la zona oriental del país, no controlada
      entonces por los bolcheviques.
    
Alemania se había negado a reconocer la independencia de Lituania
      a pesar de las concesiones realizadas, y los representantes
      lituanos no habían sido admitidos en las negociaciones de
      Brest-Litovsk, así que los detractores de tales concesiones
      lograron convencer al resto de consejeros de que las eliminaran y
      el 16 de febrero se aprobó una nueva
      declaración de independencia que contó con el apoyo unánime de
      todos los consejeros salvo en algunos detalles menores de la
      redacción. Poco después la prensa alemana publicó la declaración,
      pero los alemanes prohibieron su publicación en Lituania.
    
El 18 de febrero 53 divisiones del
      ejército alemán iniciaron un ataque contra Rusia por tres frentes:
      en el Norte las tropas avanzaron desde Pskov hacia Narva,
      en el centro otra columna se dirigió hacia Smolensk y en el sur el
      ejército alemán entró en Ucrania hacia Kiev. El avance fue
      imparable. Bastaron 24 horas para que Trotski se convenciera de
      que su idea de prolongar la guerra había sido un nefasto error. El
      19 de febrero el Comité Central
      bolchevique envió un telegrama desde Petrogrado en el que aceptaba
      todas las exigencias que los alemanes habían planteado en
      Brest-Litovsk.
    
Pasada la estación de lluvias, los británicos salieron de
      Jerusalén para tomar Jericó, tras varios días de bombardeos
      aéreos, se inició el ataque de la infantería.
    
El 20 de febrero se recibió en
      Petrogrado la respuesta por la que los alemanes aceptaban la
      reanudación de las negociaciones de paz, pero sin que mediara un
      alto el fuego. El 21 de febrero los
      alemanes tomaban Minsk, al tiempo que el Sóviet de Minsk
      se autoproclamaba como el único poder legítimo en Bielorrusia.
    
Mientras tanto los británicos entraban en Jericó y comprobaban
      que la guarnición otomana había huido.
    
El 22 de febrero los otomanos entraban
      en Tercan. 
    
Ese día el Ejército de Voluntarios abandondaba Rostov y se
      retiraba hacia la estepa. El 23 de febrero
      el Ejército Rojo entraba en Rostov.
    
Aprovechando la retirada rusa y antes de que llegaran los
      alemanes, el 24 de febrero el Consejo
        Nacional de la República de Estonia proclamó la
      independencia del país y eligió un gobierno provisional presidido
      por Konstantin Päts. Mientras tanto los alemanes
      alcanzaban Zhitomir.
    
A finales del año anterior, el gobierno de Petrogrado había
      organizado un Comisariado Transcaucásico para gobernar la
      región del Cáucaso, que comprendía las provincias de Georgia,
      Armenia y Azerbaiyán. No estaban muy bien avenidas, pero para
      defenderse de los otomanos proclamaron la República
        Democrática Federal de Transcaucasia.  Mientras tanto
      los otomanos ocupaban el puerto de Trebisonda.
    
El 25 de febrero los bolcheviques
      entraron en Novocherkask, desde donde no tardaron en hacerse con
      el control de todo el territorio de los cosacos del Don.
    
En Costa Rica estalló una revuelta contra el dictador Federico
      Alberto Tinoco, que fue duramente reprimida.
    
El 2 de marzo los alemanes expulsaban
      a los rusos de Kiev.
    
 Pese a todo, las posiciones de los bolcheviques en
      Petrogrado estaban divididas, y Lenin, secundado por Trotski, tuvo
      que hacer un gran esfuerzo para que prevaleciera su criterio (para
      variar), y así el 3 de marzo Trotski
      firmó el tratado de Brest-Litovsk bajo unas condiciones
      mucho más duras que las propuestas inicialmente, una vez se había
      puesto de manifiesto la inutilidad absoluta del Ejército Rojo. Por
      el tratado, Rusia renunciaba a su soberanía sobre la extensa
      franja de territorio señalada en el mapa, cuya organización sería
      determinada en un futuro por Alemania y Austria-Hungría. Además,
      Rusia debía expulsar de sus aguas a los barcos de guerra de las
      potencias aliadas, limpiar de minas el mar Báltico y el mar Negro,
      e indicar las rutas de navegación seguras, reconocer la República
        Popular de Ucrania y abstenerse de toda acción militar
      contra ella, y retirar todo su ejército de Finlandia, Estonia y
      Livonia. También debía reconocer y respetar la independencia de
      Persia y Afganistán además de liberar los prisioneros de guerra,
      restablecer relaciones diplomáticas, etc.
Pese a todo, las posiciones de los bolcheviques en
      Petrogrado estaban divididas, y Lenin, secundado por Trotski, tuvo
      que hacer un gran esfuerzo para que prevaleciera su criterio (para
      variar), y así el 3 de marzo Trotski
      firmó el tratado de Brest-Litovsk bajo unas condiciones
      mucho más duras que las propuestas inicialmente, una vez se había
      puesto de manifiesto la inutilidad absoluta del Ejército Rojo. Por
      el tratado, Rusia renunciaba a su soberanía sobre la extensa
      franja de territorio señalada en el mapa, cuya organización sería
      determinada en un futuro por Alemania y Austria-Hungría. Además,
      Rusia debía expulsar de sus aguas a los barcos de guerra de las
      potencias aliadas, limpiar de minas el mar Báltico y el mar Negro,
      e indicar las rutas de navegación seguras, reconocer la República
        Popular de Ucrania y abstenerse de toda acción militar
      contra ella, y retirar todo su ejército de Finlandia, Estonia y
      Livonia. También debía reconocer y respetar la independencia de
      Persia y Afganistán además de liberar los prisioneros de guerra,
      restablecer relaciones diplomáticas, etc.
    
Asumiendo su responsabilidad, Trotski renunció a su cargo de
      comisario de relaciones exteriores.
    
El 4 de marzo Albert Gitchell,
      cocinero de la base militar de Fort Riley, en
      Kansas, fue dado de baja por la gripe. Fue el primer caso
      registrado de una epidemia de gripe como ninguna hasta entonces.
      Una semana después había un centenar de soldados enfermos, y el
      virus se había extendido hasta el Estado de Nueva York. A los
      pocos días el número de enfermos en Fort Riley se había
      quintuplicado.
    
El 5 de marzo un escuadrón naval
      alemán desembarcó en las islas Åland, al sur de
      Finlandia, donde Suecia había enviado ya tropas para proteger a la
      población de habla sueca ante la guerra civil finlandesa.
    
El 6 de marzo se inauguró el séptimo
      congreso del partido bolchevique, que oficialmente seguía siendo
      una facción del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia.
      Como lo de "demócrata" sonaba demasiado irónico, una de las
      decisiones del congreso fue el de cambiar su nombre por el de Partido
        Comunista Ruso, propuesto por Lenin meses atrás.
    
El tratado de paz era especialmente comprometedor para los
      integrantes de la Legión Checoslovaca, formada por
      emigrados checoslovacos en Rusia que habían solicitado al zar
      Nicolás II formar una legión con la que combatir al Imperio
      Austro-húngaro, del que Checoslovaquia formaba parte. En caso de
      ser capturados, no serían considerados como prisioneros de guerra,
      sino como traidores, por lo que serían fusilados, así que habían
      iniciado su retirada hacia Rusia, pero el 8 de
        marzo los alemanes, que seguían avanzando por Ucrania,
      llegaron a Bajmach, desde donde la legión estaba siendo
      transportada en ferrocarril y corría el riesgo de ser rodeada. 
    
Ese día se inició en Finlandia la batalla de Tampere, en
      la que los blancos pusieron bajo asedio la ciudad principal en
      poder de los rojos.
    
Desde Jericó los británicos habían empezado a desplegarse por la
      ribera occidental del valle del Jordán, y ahora los otomanos, con
      refuerzos alemanes, atacaban sus posiciones.
    
El 9 de marzo el Sóviet de Minsk
      proclamaba la República Popular Bielorrusa. 
    
El 10 de marzo se iniciaron en Bajmach
      los combates entre alemanes y checoslovacos, que se prolongaron
      varios días, hasta que salió el último tren que evacuó a los
      checoslovacos.
    
El 12 de marzo Lenin trasladó a Moscú
      el gobierno soviético por razones de seguridad militar (Petrogrado
      estaba demasiado cerca de la frontera con Alemania) y se instaló
      en el Kremlin.  La redacción del diario Pravda
      se trasladó también a la nueva capital, y desde ese momento se
      convirtió en la publicación oficial del Partido Comunista Ruso.
    
Los franceses iniciaron un nuevo ataque contra los búlgaros en
      Monastir, en Macedonia.
    
Los otomanos ocuparon Erzuzum, pese a que los armenios la
      habían defendido desesperadamente.
    
Los británicos habían logrado un avance significativo hacia el
      norte en el frente del valle del Jordán, que finalmente quedó
      estabilizado.
    
El 13 de marzo murió el compositor
      ruso César Cui. Se había quedado ciego dos años atrás, pero había
      seguido dictando partituras de pequeñas piezas.
    
El 14 de marzo se celebró el Cuarto
        Congreso de los Sóviets de todas las Rusias, que
      ratificó el tratado de Brest-Litovsk con la oposición de los socialrevolucionarios
        de izquierda, que era la rama más a la izquierda del Partido
      Socialrevolucionario, que hasta el momento había apoyado a los
      bolcheviques. La ratificación supuso una ruptura que hizo que los
      socialrevolucionarios de izquierdas se retiraran del Consejo
        de Comisarios del Pueblo (el gobierno ruso), aunque
      permanecieron en el Comité Ejecutivo Central, y en otras
      instituciones.
    
En Trebisonda se iniciaron negociaciones entre el Imperio Otomano
      y la República Democrática Federal de Transcaucasia, si bien ésta
      no era reconocida como Estado por los turcos.
    
También el primer ministro rumano, el general Averescu, estaba
      negociando la paz con los Imperios Centrales, pero ante las duras
      exigencias que éstos imponían, Averescu presentó su dimisión el 15 de marzo, y fue sucedido por el político
      conservador Alexandru Marghiloman, que (previamente
      sobornado por Alemania) se había opuesto a la entrada de Rumanía
      en la guerra.
    
El 16 de marzo los cosacos del
        Terek formaron la República Soviética del Terek, que
      se opuso a las repúblicas de los cosacos del Don y del Kuban. 
    
España no acababa de recuperarse de la crisis política y
      económica del año precedente. Una huelga de funcionarios derribó
      al gobierno de García Prieto y los militares amenazaban con
      imponer un gabinete, así que la noche del 20
        de marzo el rey Alfonso XIII reunió a los principales
      políticos liberales y conservadores y les amenazó con abdicar si
      no se ponían de acuerdo para formar un gobierno de concentración
      nacional.
    
Tras el éxito de su intervención en Champaran, Ghandi fue llamado
      a mediar en otro conflicto entre campesinos indios y el gobierno
      británico, esta vez en Kheda. También allí se había
      extendido la hambruna, y los campesinos pidieron al gobierno que
      se les eximiera del pago de impuestos ese año. El gobierno de
      Bombay se negó a aceptar tal cosa, y amenazó con confiscar las
      tierras de quienes no pagaran sus impuestos. Ghandi se dedicó a
      explicar a todos su estrategia de no violencia, que fue empleada
      de forma inquebrantable: los campesinos no pagaron los impuestos,
      sus propiedades fueron confiscadas, y quienes no tenían
      propiedades fueron arrestados. Quienes se atrevieron a comprar las
      tierras confiscadas fueron excluidos de toda relación social.
      Finalmente el gobierno británico tuvo que rectificar y devolvió
      todas las tierras confiscadas, a la vez que eximía durante dos
      años a la población del pago de impuestos.
    
Tan pronto como Rusia presentó su rendición, Alemania se dispuso
      a trasladar sus fuerzas al frente occidental, pues comprendía que
      su única opción para ganar la guerra era romper el frente y rodear
      a los británicos antes de que los Estados Unidos desplegaran
      plenamente sus recursos materiales y humanos. La ofensiva se
      inició el 21 de marzo, en la batalla de
      Sant Quintín. En un frente de 60 km, ante las líneas
      británicas, los alemanes emplearon gas mostaza, cloro, gas
      lacrimógeno junto con la artillería tradicional. En cinco horas se
      dispararon tres millones y medio de bombas. Después avanzó la
      infantería, que obligó a los británicos a retroceder.
    
Ese mismo día los británicos intentaron cruzar el Jordán en Hijla.
      Varios nadadores trataron de cruzar el río llevando cuerdas con
      las que construir un puente, y los primeros murieron bajo el fuego
      otomano, pero finalmente se logró consolidar una cabeza de puente
      con cadenas de acero sujetas a los árboles. Al anochecer un
      batallón había cruzado el río y había consolidado una cabeza de
      puente.
    
El 22 de marzo se formó el gobierno de
      concentración nacional que había exigido Alfonso XIII, y que fue
      presidido por Antonio Maura. 
    
El 23 de marzo Alemania reconoció la
      independencia de Lituania, pero continuó obstaculizando todos los
      intentos de creación de una administración independiente.
    
El avance alemán en el frente occidental continuaba imparable. El
      24 de marzo Bapaume tuvo que ser
      evacuado y fue tomado por los alemanes al día siguiente. Los
      británicos estaban totalmente desorganizados.
    
El 25 de marzo el Sóviet de Minsk
      proclamaba la independencia de la República Popular Bielorrusa
      (que, como Ucrania, estaba en la práctica bajo tutela alemana).
    
Los británicos tomaron Es Salt, unos 24 km al noreste de
      la cabeza de puente establecida en el Jordán.
    
Ese día murió el compositor francés Claude Debussy.
    
El 27 de marzo los británicos atacaron Amán.
Un grupo de unos cincuenta antiguos militantes de una división de
      caballería del ejército zarista, ya desarticulada, como muchas
      otras, había acudido a Bakú, la capital de Azerbaiyán,
      para asistir a los funerales de un antiguo compañero de armas. El
      30 de marzo se disponían a embarcar para
      salir de la ciudad cuando los bolcheviques trataron de arrestarlos
      y desarmarlos. Hay distintas versiones sobre las causas de esta
      decisión. Unas dicen que los bolcheviques recibieron informes
      infundados de que los militares estaban preparando una rebelión,
      mientras que otras apuntan a tensiones entre armenios y azeríes,
      pero el caso fue que se inició un enfrentamiento armado que duró
      varios días. También hay indicios de que los bolcheviques
      provocaron el incidente para tener una excusa para deshacerse de
      sus adversarios políticos y reforzar su control sobre la ciudad.
      El conflicto tuvo una vertiente religiosa, pues los militares eran
      musulmanes y contaban con el apoyo de la población musulmana (de
      etnia turca), mientras que los bolcheviques que se habían hecho
      con el gobierno de Azerbaiyán eran rusos o armenios. El resultado
      fue una sangrienta matanza en la que los musulmanes se llevaron la
      peor parte.
    
El ataque a Amán resultó catastrófico y finalmente los soldados
      británicos recibieron órdenes de retirarse. Se contaron más de
      1.300 bajas. Los británicos tuvieron que abandonar Es Salt y
      replegarse hasta el Jordán. Era la primera derrota que sufrían los
      británicos en Palestina.
    
Hasta ese momento, la aviación militar británica estaba dividida
      en dos instituciones: el Real Cuerpo Aéreo, que dependía
      del ejército, y el Real Servicio Aéreo Naval, que dependía
      de la marína. El 1 de abril ambos se
      unieron para formar la Fuerza Aérea Real (Royal Air
        Force).
    
El 3 de abril unos 10.000 soldados
      alemanes atacaron Hanko, al oeste de Helsinki. 
    
El ataque alemán en Francia no estaba dando los resultados
      deseados. Ciertamente, el frente había avanzado unos 60 km, pero
      no se había logrado romper las líneas aliadas. Franceses y
      británicos habían logrado reaccionar y el avance alemán era cada
      vez más lento y poco efectivo. El 4 de abril
      tuvo lugar la batalla del Avre, en la que los alemanes
      trataron de acercarse a Amiens. Sin embargo, los británicos
      contuvieron el ataque y el 5 de abril
      los alemanes tuvieron que abandonar. Así terminó la primera
      ofensiva alemana del año. Los alemanes habían capturado 3.100 km2
      de terreno, pero no habían logrado ningún éxito estratégico
      significativo. Las bajas fueron de más de 200.000 hombres, frente
      a 180.000 bajas británicas y 77.000 francesas.
    
Los representantes de la República Democrática Federal de
      Transcaucasia aceptaron en la conferencia de Trebisonda el tratado
      de Brest-Litovsk, por el que Rusia había cedido al Imperio Otomano
      una parte de sus territorios, pero esto no fue aceptado por el
      gobierno de la república, así que las negociaciones se
      interrumpieron. Como consecuencia, los turcos reanudaron las
      hostilidades y no tardaron en recuperar el terreno que poseían
      antes del inicio de la guerra.
    
El 6 de abril el ejército blanco
      finlandés entró en Tampere, donde tomó 10.000 prisioneros.
      Mientras tanto nuevas divisiones alemanas llegaban a Finlandia. El
      7 de abril tomaron Loviisa.
      En el frente occidental iniciaron una nueva ofensiva, esta vez en
      Estaires, cerca de la frontera con Bélgica.
    
En el tratado de Brest-Litovsk Rusia había cedido al Imperio
      Otomano los territorios de Kars, Akhaltsikhe y Adjaria, poblados por armenios
      y georgianos. En vista de que Rusia no estaba en condiciones de
      defender sus intereses, el 9 de abril
      la República Democrática Federal de Transcaucasia declaró su
      independencia de Rusia para desvincularse de dicho acuerdo, y se
      dispuso a negociar por su cuenta con los turcos. A su vez, la
      República Democrática de Moldavia aprobó su anexión a Rumanía.
    
 Tras varios días de bombardeo, la infantería alemana inició su
      avance en Estaires, y el 10 de abril en
      Messines. Los británicos tuvieron que retirarse una vez
      más.
    
El 11 de abril alemanes y otomanos iniciaron un ataque contra la cabeza de puente británica en el Jordán.
Habiendo recibido refuerzos cosacos, Kornílov había puesto cerco
      a la ciudad de Ekaterinodar. El 12 de
        abril preparó para el día siguiente un ataque que muchos
      de sus oficiales consideraron suicida y, en efecto, lo fue, pues
      Kornílov murió en combate el 13 de abril.
      El mando pasó a Antón Denikin, que suspendió el ataque y
      ordenó la retirada abandonando a los heridos.
    
Los bolcheviques aprovecharon su posición de fuerza en Bakú tras
      la matanza de musulmanes para proclamar la Comuna de Bakú.
      La ciudad tenía una gran importancia estratégica a causa de sus
      pozos petrolíferos, que resultaban vitales para el gobierno Ruso,
      y en efecto, una de las primeras medidas de los bolcheviques fue
      la nacionalización de la industria petrolera de Bakú.
    
Ese día el ejército alemán tomó Helsinki. Para entonces la mayor
      parte del gobierno rojo había huido ya hacia Petrogrado.
    
Charlie Chaplin no había renovado su contrato con la Mutual Films
      Company, pues su prioridad era tener libertad para emplear el
      tiempo (y el dinero) que considerara necesario para cada película,
      sin presiones de la productora, y por eso el año anterior había
      firmado un contrato con la distribuidora First National
        Exhibitors' Circuit por el que recibiría la astronómica
      cifra de un millón de dólares por ocho películas. Con ese dinero
      se había levantado su propio estudio cerca de Sunset
        Boulevard, en Los Ángeles, con toda clase de instalaciones
      para la producción cinematográfica. Su primera película de esta
      etapa fue Vida de perro, estrenada el 14
        de abril y con una duración de 33 minutos. First
        National había sido fundada el año anterior, y recientemente
      había estrenado Tarzán de los Monos, la primera película
      sobre el personaje de Burroughs, y tal vez la que más fielmente ha
      seguido la novela.
    
Recientemente se había instalado un nuevo estudio cinematográfico
      en Sunset Boulevard. Lo habían fundado cuatro hermanos polacos,
      hijos de un zapatero judío que había emigrado con ellos a los
      Estados Unidos hacía casi treinta años. Se llamaban Hirsz,
        Aaron, Szmul y Itzhak Wonskolaser, pero al
      llegar a los Estados Unidos habían cambiado sus nombres por los de
      Harry, Albert, Sam y Jack Warner. Hacía ya catorce
      años que habían organizado un negocio de exhibición de películas,
      y ahora fundaban la Warner Bros. Pictures. 
    
Roscoe Arbuckle había tenido algunos problemas de salud,
      relacionados con su peso y su adicción a la bebida. Faltó poco
      para que le amputaran una pierna a causa de una infección. Ya
      recuperado había fundado su propia productora, Comique,
      que estaba teniendo un gran éxito, pero ahora Arbuckle traspasó
      sus responsabilidades en la compañía a Buster Keaton para aceptar
      un contrato de la Paramount por tres millones de dólares a cambio
      de rodar 18 películas en tres años.
    
El Tribunal de Justicia Centroamericano terminó
      disolviéndose. El año anterior Nicaragua había comunicado de daba
      por concluido el acuerdo que lo había formado y los países
      restantes terminaron desvinculándose también.
    
El 19 de abril los alemanes tomaron Lahti,
      con lo que dividieron en dos el territorio finlandés controlado
      por los rojos.
    
El 21 de abril el Barón Rojo
      fue abatido cerca del Somme por el disparo de un soldado de
      infantería. Manfred von Richthofen estaba a punto de cumplir los
      25 años. Los británicos le organizaron un entierro y fue sepultado
      en el mismo lugar donde cayó. Como epitafio le pusieron: Aquí
        yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de
        honor. Que descanse en paz. 
    
Ese día los alemanes tomarón Hyvinkää, en Finlandia y el 22 de abril Riihimäki.
Mientras los franceses seguían combatiendo contra los búlgaros en
      Monastir, los británicos iniciaron otro ataque en Macedonia, esta
      vez en el lago Doiran. El ataque empezó con cuatro días de
      bombardeo en los que se lanzaron unas 100.000 bombas. No obstante,
      la artillería búlgara contra las posiciones aliadas se mantuvo
      ininterrumpida día y noche.
    
En Petrogrado se estrenó la Primera Sinfonía de
      Prokófiev, conocida como Sinfonía Clásica, porque imita el
      estilo de Haydn y Mozart.
    
El 26 de abril los alemanes tomaron Hämeenlinna
      en Finlandia.
    
Los búlgaros rechazaron el ataque británico en el lago Dorian, de
      modo que el 27 de abril los británicos
      estaban en el punto de partida.
    
El 28 de abril murió en la cárdel
      Gavrilo Princip, el responsable del atentado de Sarajevo que había
      desencadenado la guerra. En su confinamiento había sido sometido a
      constantes torturas, como la de tenerlo encadenado al techo por su
      brazo derecho, de modo que apenas podía tocar el suelo con las
      puntas de los pies. El brazo lo tenía fracturado y finalmente se
      lo tuvieron que amputar por la gangrena. No recibía visitas, pues
      ni su familia sabía dónde estaba. Había intentado suicidarse en
      alguna ocasión, pero finalmente murió de tuberculosis (o al menos
      ésa es la versión oficial).
    
Los terratenientes y empresarios ucranianos aprovecharon la
      ocupación alemana del país para derrocar al gobierno socialista.
      Ese día el general Pavló Skoropadski dio un golpe de
      Estado, y la resistencia fue tan escasa que los alemanes no
      tuvieron necesidad de intervenir en su apoyo, a pesar de que
      estaban dispuestos a ello. El Congreso de la Liga de los
        Terratenientes, que  había reunido en Kiev a unos 6.500
      delegados, exigió el cese de los experimentos sociales y el 29 de abril proclamó a Skoropadski hetmán,
      que para el caso venía a ser lo mismo que dictador. Así la
      República Popular Ucraniana se convirtió en el Estado Ucraniano,
      cuyo gobierno anuló las leyes socialistas proclamadas por la Rada.
      En la práctica Skoropadski se convirtió en un títere de los
      alemanes. El mismo día que formó gobierno los alemanes prohibieron
      las huelgas bajo pena de muerte.
    
El segundo ataque alemán terminó como el primero: habían ganado
      algo de terreno, pero no habían logrado romper el frente aliado.
      La llegada de refuerzos franceses, estadounidenses y portugueses
      terminó por estabilizar de nuevo el frente y finalmente el alto
      mando alemán dio por terminada la ofensiva. Habían ganado un
      terreno difícil de defender, pues era un saliente que podía ser
      atacado por tres lados.
    
El Comité Ejecutivo Central de Todas las Rusias había decidido trasladar al zar Nicolás II desde Tobolsk hasta Moscú, donde Trostky planeaba realizar un gran juicio público contra él. Por ello su presidente, Yákov Sverdlov, un hombre de confianza de Lenin, encargó a Vasili Yákovlev que se hiciera cargo de la familia real y la llevara sana y salva hasta Moscú. Pero cerca de Tobolsk estaba Ekaterimburgo, donde residía el radical Filipp Goloshchokin, que estaba al frente del Soviet de los Urales, y que aspiraba a hacerse con el zar para juzgarlo o encarcelarlo allí mismo. Yákolev trató de dar un rodeo para evitar Ekaterimburgo, pero esto hizo pensar a Goloshchokin que trataba de ayudar al zar a huir a Japón, y tras amenazar a Moscú con perseguirlo (y tal vez ejecutar al zar sin más) Sverdlov, temiendo que el asunto se le escapara de las manos, acordó con Goloshchokin que ordenaría a Yákolev llevar al zar a Ekaterimburgo a cambio de que garantías de que ni el zar ni su familia sufrirían daño alguno. El 30 de abril llegaron Nicolás II y su esposa, la zarina Alejandra. El zarévich Alexis estaba demasiado enfermo para viajar y se quedó un tiempo en Tobolsk con sus hermanas Olga, María, Tatiana y Anastasia.
 La región entre el mar Caspio y China estaba
      poblada por diferentes etnias turcas, sometidas al dominio ruso
      desde hacía casi dos siglos. Al norte estaban los kazajos,
      que eran principalmente nómadas. Dos años atrás habían
      protagonizado una revuelta contra el gobierno ruso que fue
      sofocada con sangre. Se dice que murieron unos 200.000 kazajos, y
      que unos 100.000 emigraron a China, donde aún viven sus
      descendientes. A finales del año anterior se había reunido un Congreso
        de Todos los Kazajos que decidió proclamar la independencia
      de Kazajistán, con capital en Alash Kala.
La región entre el mar Caspio y China estaba
      poblada por diferentes etnias turcas, sometidas al dominio ruso
      desde hacía casi dos siglos. Al norte estaban los kazajos,
      que eran principalmente nómadas. Dos años atrás habían
      protagonizado una revuelta contra el gobierno ruso que fue
      sofocada con sangre. Se dice que murieron unos 200.000 kazajos, y
      que unos 100.000 emigraron a China, donde aún viven sus
      descendientes. A finales del año anterior se había reunido un Congreso
        de Todos los Kazajos que decidió proclamar la independencia
      de Kazajistán, con capital en Alash Kala. 
    
Al sur se encontraba la región del Turkestán (el mapa muestra el
      Turkestán ruso, pero la región histórica continúa más allá de la
      frontera china). En ella se situaban varios estados sometidos a
      Rusia: el kanato de Jiva, el emirato de Bujará, y el kanato de Kokaland,
      pero desde principios de siglo existía una corriente nacionalista
      que aspiraba a unir políticamente el Turkestán. Lenin respaldó
      esta corriente y pronto los bolcheviques ganaron gran influencia
      en la zona, de modo que se organizó la República Socialista
        Soviética Autónoma del Turkestán. Sin embargo,
      algunos de los musulmanes que se habían rebelado contra Rusia dos
      años atrás mantuvieron su revuelta contra los bolcheviques. Eran
      conocidos como los Basmachi. A ellos se unió el emir de
      Bujará, Alim Khan, que era descendiente directo de Genghis
      Khan, y que hasta entonces había gobernado como monarca absoluto
      en lo tocante a las cuestiones internas de su emirato, a pesar de
      su integración en el Imperio Ruso.
    
Los británicos intentaron por segunda vez penetrar en la ribera
      oriental del Jordán. Esta vez atacaron Shunet Nimrin. La
      caballería ligera retomó Es Salt, pero pronto se inició el
      contraataque alemán y otomano.
    
El 3 de mayo los británicos decidieron
      abandonar de nuevo sus posiciones en la ribera oriental del
      Jordán, que se habían vuelto insostenibles. Por un momento
      llegaron a perder el control sobre sus cabezas de puente, pero el
      4 de mayo fueron recuperadas. 
    
El Partido Socialrevolucionario se había convertido en la
      principal fuerza socialista rusa que desaprobaba la dictadura
      bolchevique. Durante los últimos meses había tratado de
      contrarrestar a los bolcheviques consiguiendo que sus miembros
      elegidos como representantes en los distintos soviets del
      país, pero los bolcheviques disolvían y desautorizaban a todos los
      soviets en los que perdían la mayoría, con lo que los
      socialrevolucionarios se convencieron de que era imposible
      combatir a los bolcheviques por medios democráticos, y así el 7 de mayo en un consejo celebrado en Moscú
      acordaron organizar un levantamiento. 
    
Ese día se firmó el tratado de Bucarest entre Rumanía y las
      Potencias Centrales. Rumanía tuvo que ceder parte de su territorio
      a Bulgaria y arrendar sus pozos petrolíferos a Alemania durante 90
      años. El rey Fernando I se negó a firmar el tratado, pero su gesto
      no tuvo ninguna relevancia práctica, pues bastó con la aprobación
      del parlamento. Por otra parte, las Potencias Centrales
      reconocieron la incorporación a Rumanía de la región de Besarabia,
      que Rusia había arrebatado años atrás al Imperio Otomano. Un
      sector de los dirigentes de Besarabia no quería depender de la
      Rusia soviética, así que había propuesto su anexión a Rumanía, que
      había sido vista con buenos ojos por las Potencias Centrales,
      pues, con Rumanía derrotada, Besarabia entraba en su zona de
      influencia. Así, los ejércitos alemán y austro-húngaro habían
      ocupado la región ahuyentando el peligro de una invasión rusa.
    
El 8 de mayo los británicos volvieron
      a atacar a los búlgaros en Macedonia, junto al lago Dorian, pero
      cuatro oleadas sucesivas fueron rechazadas y finalmente los
      británicos tuvieron que suspender el ataque tras haber sufrido
      muchas bajas.
    
Un submarino alemán torpedeó a un barco mercante británico frente
      a las costas de Argelia. El buque se incendió y empezó a hundirse.
      Formaba parte de un convoy custodiado por un buque estadounidense
      y otro británico, que inmediatamente arremetieron contra el
      submarino. Parece ser que uno de ellos logró embestirlo antes de
      que se hubiera sumergido suficientemente, y luego se arrojaron
      cargas de profundidad. El combate quedó registrado como de
      resultado incierto, pero nunca más se supo del submarino, por lo
      que finalmente se concluyó que había sido destruido ese día.
    
El 9 de mayo el general cosaco Aleksandr
        Dútov capturó la ciudad de Alexandrov Gay, donde
      hizo enterrar vivos a unos 2.000 soldados del Ejército Rojo y más
      de 700 habitantes de la ciudad fueron ejecutados. Dútov fue uno de
      los más destacados practicantes del "terror blanco", con
      ejecuciones masivas de soldados enemigos, desertores o simples
      campesinos que se negaban a incorporarse al ejército o a entregar
      suministros.
    
El 11 de mayo se iniciaron en Batum
      (en Georgia) nuevas negociaciones entre el Imperio Otomano y la
      República Democrática Federal de Transcaucasia. Los turcos
      aumentaron sus exigencias respecto a las que habían presentado en
      Trebisonda.
    
Al margen de la República Democrática Federal de Transcaucasia,
      el año anterior se había formado otro estado independiente que
      ahora se erigía en república con el nombre de República de las
        Montañas del Cáucaso Septentrional.
    
La legión checoslovaca no se llevaba muy bien con los
      bolcheviques. Sus miembros se habían presentado voluntarios en el
      ejército zarista para luchar contra el Imperio Austro-Húngaro, y
      los bolcheviques habían firmado la paz. Ahora habían negociado un
      acuerdo con los bolcheviques para que les permitieran viajar hacia
      el Este para ser evacuados a los Estados Unidos, pero en el
      trayecto se multiplicaban los roces. El 14 de
        mayo los checoslovacos detuvieron un tren húngaro en Chekiábinsk
      y dispararon a un soldado que había matado a un checo de una
      pedrada. El gobierno bolchevique local ordenó arrestar a algunos
      de los checoslovacos y ordenó su ejecución, pero los legionarios
      tomaron la ciudad y desde ese momento su avance dejó de ser
      pacífico, sino que ocupaban las ciudades que encontraban a su
      paso, y a su vez las entregaban a las facciones opuestas a los
      bolcheviques que, a pesar de no estar muy organizadas, eran
      conocidas como "los blancos", por oposición a los rojos.
    
En Viena se celebró un congreso del Partido Obrero Alemán,
      un partido de izquierdas minoritario fundado a principios de siglo
      que, entre otras cosas, decidió cambiar su nombre por el de Partido
        Nacionalsocialista Obrero Alemán. Como su nombre
      indicaba, su ideario combinaba elementos socialistas y
      nacionalistas. Entre los primeros se encontraba su propuesta de
      nacionalizar las grandes propiedades, y entre los segundos estaba
      su énfasis en que los beneficios económicos del país debían
      revertir casi exclusivamente sobre la población alemana. Esto
      excluía principalmente a los judíos, pero para reorientar el
      antisemitismo en términos positivos, los nacionalsocialistas
      adoptaron una teoría antropológica que llevaba ya bastante tiempo
      gestándose y que había complacido a sectores nacionalistas
      imperialistas tanto británicos como alemanes, e incluso franceses,
      en las últimas décadas. Según esta teoría, la raza germánica era
      tan antigua o más que la raza semítica judía. Los alemanes eran arios,
      y su virtuosa raza, que los alemanes puros conservaban íntegra, al
      contrario que otros pueblos, como los del sur de Europa, se
      remontaba hasta Asia y la India. Así, más que como antisemitas,
      los nacionalsocialistas se definían como proarios.
      Eligieron un símbolo que representaba a la raza aria, que provenía
      de antiguas tradiciones indias: la esvástica o cruz
        gamada. Como lema del partido se adoptó la frase: El
        bien común antes que el bien individual. 
    
El 16 de mayo la guerra civil
      finlandesa se dio por concluida, con la victoria aplastante de los
      conservadores, apoyados por los alemanes. Se había cobrado unas
      37.000 víctimas, de las cuales sólo unas 10.000 murieron en
      combate. El resto murió como consecuencia de campañas de terror
      llevadas a cabo por ambos bandos o en los campos de prisioneros,
      donde las condiciones eran deplorables.
    
Los cosacos del Don lograron expulsar a los bolcheviques de
      Novocherkask y el 18 de mayo fundaron
      la República del Don y eligieron como presidente a Piotr
      Krasnov. El combate a los bolcheviques fue acompañado de un
      régimen de terror por el que unos 45.000 hombres fueron fusilados
      o ahorcados.
    
Los turcos ya habían ocupado todo el territorio en el Cáucaso
      acordado en el tratado de Brest-Litovsk, pero desde la caída de
      Rusia habían llegado a la conclusión de que sus intereses ya no
      coincidían con los alemanes, y pasaron a actuar por su cuenta. El
      ejército otomano, bajo el mando de Enver Bajá, entró en la parte
      rusa de Armenia por tres puntos, internándose en territorios que
      no habían estado bajo la soberanía turca desde hacía varios
      siglos. Gran parte de los armenios que vivían en territorio
      otomano habían sido exterminados hacía poco, y el resto había sido
      evacuado hasta la Armenia rusa. Sin más terreno al cual retirarse,
      los armenios decidieron presentar batalla, y formaron un ejército
      integrado por toda clase de voluntarios, desde campesinos hasta
      sacerdotes. Hasta los niños se dedicaron a labores auxiliares. Los
      turcos llegaron sin encontrar resistencia hasta Karakilisa,
      pero el 21 de mayo se encontraron con
      una tenaz resistencia en Sardarapat y en Aparan. 
    
El 23 de mayo llegaron a Ekaterimburgo
      los hijos del zar Nicolás II.
    
El 24 de mayo los turcos, ante la
      desesperada resistencia de los armenios, tuvieron que retirarse de
      Sardarapat y de Aparan. El 25 de mayo
      unos 6.000 armenios se enfrentaron a unos 10.000 turcos en
      Karakilisa. Los combates se prolongaron durante varios días.
      Viendo que Rusia no podía ofrecer ninguna ayuda a la República
      Transcaucásica frente al ataque turco, el 26
        de mayo Georgia decidió separarse de la República
      Democrática Federal de Transcaucasia, para iniciar inmediatamente
      negociaciones con Alemania en busca de protección a la vez que
      agilizaba el diálogo con los turcos en Batum (con mediación
      alemana) para fijar las fronteras de su territorio.
    
La campaña francesa contra Monastir terminó en un rotundo
      fracaso. Los búlgaros recuperaron el escaso territorio que habían
      perdido, aunque la ciudad siguió sufriendo la presión aliada
      durante los meses siguientes.
    
El 27 de mayo los alemanes iniciaron
      su tercer ataque del año en el frente occidental. Esta vez
      amenazaban con un avance sobre París, con lo que esperaban que los
      aliados desviaran tropas de otros lugares del frente para proteger
      la capital francesa, y así debilitar otros puntos por donde
      pudieran finalmente romper definitivamente la línea defensiva
      aliada. El lugar elegido fue el río Aisne, y empezaron con un
      bombardeo en el que se lanzaron unas 4.000 piezas de artillería,
      seguidas de gas venenoso. Al mando estaba el general Ludendorff,
      aunque nominalmente figuraba el príncipe Guillermo, el
      heredero del Kaiser Guillermo II. Tomados por sorpresa, los
      aliados no pudieron evitar que los alemanes avanzaran unos 40 km
      hasta alcanzar el Aisne en seis horas. Al anochecer ganaron 15 km
      más.
    
Juho Kusti Paasikivi fue nombrado presidende del Senado de
      Finlandia, y como tal asumió las funciones de primer ministro.
    
El 28 de mayo se firmaba el tratado de
      Poti entre Georgia y Alemania, por el que, a cambio de
      numerosas concesiones militares y económicas, Alemania se
      comprometía secretamente a defender la integridad territorial de
      Georgia. Mientras tanto Armenia y Azerbaiyán se separaban en
      repúblicas independientes.
    
Los turcos se retiraron de Karakilisa. Aunque habían exterminado
      la población de la ciudad (unas 4.000 personas), los oficiales
      otomanos comprendieron que no estaban en condiciones de
      enfrentarse a un pueblo que no tenía nada que perder luchando
      hasta la muerte, y mucho menos si Georgia se les unía, así que
      sugirieron al gobierno que tratara de llegar a un acuerdo con las
      repúblicas del Cáucaso.
    
Ese día los estadounidenses realizaron su primera ofensiva en el
      frente occidental. Se trataba de una pequeña maniobra de
      entrenamiento, consistente en tomar un pequeño saliente del frente
      alemán en Cantigny. Aunque de pequeña envergadura y de
      escasa relevancia global, la operación resultó un éxito rotundo,
      tanto en la toma de Cantigny como en la resistencia a los
      contraataques alemanes subsiguientes.
    
El 29 de mayo el ejército griego, con
      apoyo francés y bajo la dirección del general francés Adolphe
        Guillaumat, inició un ataque contra las posiciones búlgaras
      en Skra-di-Legen. 
    
El 30 de mayo los alemanes habían
      capturado unos 50.000 soldados aliados en su ofensiva en el Aisne
      y seguían avanzando imparables hacia París. Los franceses habían
      sufrido unas 98.000 bajas y los británicos unas 29.000, pero las
      bajas alemanas eran iguales o superiores, de modo que, una vez
      más, estaban adquiriendo territorio nuevo a cambio de un
      debilitamiento insostenible a largo plazo.
    
Georgi Plejánov había sido trasladado a Finlandia por su esposa
      después de que dos ex ministros fueran asesinados por un grupo de
      militares en el sanatorio en el que se encontraba. Allí murió y su
      cuerpo fue trasladado a Petrogrado, donde recibió honores durante
      varios días.
    
Durante la guerra, los aliados habían recibido informaciones valiosas de una asociación revolucionaria checa dirigida por Tomáš Garrigue Masaryk. Dos años atrás había viajado a Francia para convencer a los aliados de la necesidad de desmembrar Austria-Hungría, luego había estado en Rusia (antes de la revolución) para apoyar a las legiones checoslovacas, y finalmente había marchado a los Estados Unidos, donde se había reunido con otros nacionalistas checos y eslovacos para convencer a los Estados Unidos de que apoyaran a una futura Checoslovaquia independiente. El 31 de mayo se firmó finalmente el Acuerdo de Pittsburg, que establecía la creación de un estado checoslovaco independiente, que adoptaría un régimen republicano democrático y que recibiría la protección estadounidense.
Mientras tanto los búlgaros huían de Skra-di-Legen derrotados por
      los griegos. La batalla fue la primera intervención decisiva de
      Grecia en la guerra.
    
Los bolcheviques habían disuelto hacía unos meses la duma de
      Siberia, pero algunos de sus diputados mencheviques habían formado
      en Novonnikoláyevsk un gobierno provisional clandestino.
      Al principio no había tenido ninguna relevancia, pues diversos
      intentos de rebelión contra la supremacía de los bolcheviques
      habían fracasado estrepitosamente, pero la revuelta de la legión
      checoslovaca había cambiado la situación, pues los checoslovacos
      estaban acabando uno tras otro con los soviets siberianos.
      Así, finalmente el 1 de junio el Gobierno
        Provisional de la Siberia Autónoma salió de la
      clandestinidad y convocó una asamblea constituyente para Siberia.
    
Los alemanes abrieron una brecha en el frente occidental por el
      bosque Belleau, y dos divisiones estadounidenses fueron
      llevadas a marchas forzadas a contener su avance. El 3 de junio los marines los obligaron a
      retroceder en la salida del bosque y éstos se atrincheraron en la
      llamada colina 204. Los estadounidenses repelieron durante
      varios días varios intentos alemanes de continuar su avance, hasta
      que llegaron refuerzos franceses.
    
Mientras tanto los alemanes estaban llegado a poco más de 50 km
      de París, pero ya no parecían imparables. Los soldados estaban
      agotados, les faltaban suministros y habían sufrido demasiadas
      bajas.
    
Ese día murió el presidente panameño Ramón Maximiliano Valdés.
      Tras un par de presidentes provisionales, ese mismo año asumió el
      cargo Belisario Porras.
    
El 4 de junio el Imperio Otomano firmó
      el tratado de Batum con Armenia, Georgia y Azerbaiyán, en virtud
      del cual las tres repúblicas cedían al Imperio Otomano un extenso
      territorio de población musulmana a cambio de la paz.
    
El 6 de junio los aliados habían
      logrado detener el avance alemán sobre París. Mientras tanto, los
      estadounidenses atacaron las posiciones alemanas en la colina 204
      del bosque Belleau. Por la tarde habían ocupado la colina, y en
      una segunda fase se dispusieron a internarse en el bosque. Ese día
      los marines contaron más de un millar de bajas, pero lograron
      consolidar una posición en el bosque.
    
El virrey de la India invitó a Ghandi a una reunión en Delhi, en
      la que le pidió que fomentara el alistamiento de indios en el
      ejército. Ghandi accedió. En una "Llamada al alistamiento",
      escribió: "Para llegar a esa situación tenemos que ser capaces
        de defendernos a nosotros mismos, es decir, ser capaces de
        llevar armas y usarlas".  
    
El gobierno de Azerbaiyán no controlaba una parte de su
      territorio, la comuna de Bakú, que seguía en manos de los
      bolcheviques leales a Moscú. Ese día el Ejército Rojo inició una
      ofensiva contra Ganja desde Bakú, y los azeríes
      solicitaron la ayuda del Imperio Otomano, pues según el tratado de
      Batum éste se había comprometido a ofrecer ayuda militar cuando
      fuera requerida. En su avance, el Ejército Rojo asesinaba a
      cuantos musulmanes encontraba a su paso.
    
El 7 de junio el Gobierno Provisional
      de la Siberia Autónoma se trasladó a Omsk. Ante la falta
      de personal cualificado, tuvo que apoyarse en gran medida en
      antiguos funcionarios zaristas. 
    
Los socialrevolucionarios clandestinos de Samara habían
      solicitado la ayuda de la legión checoslovaca para librarse de los
      bolcheviques y el 8 de junio los dos
      mil guardias rojos fueron expulsados de la ciudad por unos ocho
      mil checos. Entonces se formó un Comité de Miembros de la
        Asamblea Constituyente, más conocido como Komuch,
      por sus iniciales en ruso, y que estaba formado, como indicaba su
      nombre, por cinco diputados de la asamblea desmantelada por los
      bolcheviques. El Komuch actuó como gobierno de Rusia
      paralelo al de Moscú. Se consideraba a sí mismo un gobierno
      revolucionario, mientras que el de Moscú era
      contrarrevolucionario. Los sectores más conservadores de la zona
      prefirieron apoyar al gobierno provisional de Siberia. El gobierno
      de Kazajistán colaboró tanto con el Komuch como con el
      gobierno provisional de Siberia en su oposición a los
      bolcheviques.
    
El 10 de junio llegó a Tiflis,
      la capital de Georgia un ejército alemán con la misión de proteger
      al país de los bolcheviques rusos y se celebró un desfile conjunto
      de tropas alemanas y georgianas. Mientras tanto se producía un
      ataque otomano, pero Berlín amenazó con retirar todo apoyo a los
      turcos frente a los aliados, y así los turcos no tardaron en
      aclarar que en realidad sólo estaban de paso, camino de
      Azerbaiyán.
    
Ese día murió el compositor italiano Arrigo Boito. Dejó inacabada
      una ópera titulada Nerone. 
    
Con la ayuda alemana, los ucranianos lograron expulsar
      definitivamente a los rusos de su territorio, y el 12 de junio Rusia se vio obligada a firmar
      un tratado de paz con el gobierno ucraniano.
    
Ese día el Komuch decretó la reprivatización de los
      bancos y permitió el comercio libre, tratando de contentar a las
      clases medias, a la vez que mantenía otras medidas socialistas,
      como la jornada laboral de ocho horas, la prohibición de que las
      fábricas pudieran ser cerradas por sus dueños, etc. Este intento
      de contentar a todos no contentaba a nadie, y la popularidad del Komuch
      decaía a gran velocidad.
    
El 13 de junio se formó el ejército
        siberiano. 
    
Los socialrevolucionarios de izquierda habían ido aproximándose a
      los mencheviques, de modo que su unión amenazaba con arrebatar la
      mayoría a los bolcheviques en el V Consejo de los Soviets,
      así que el 14 de junio los bolcheviques
      acordaron expulsar a los mencheviques y a los
      socialrevolucionarios de izquierda del Comité Ejecutivo Central de
      Todas las Rusias, que además recomendó a los demás soviets
      que imitaran la decisión. En muchas ciudades los mencheviques
      habían obtenido la mayoría en las elecciones a los soviets,
      que a su vez debían enviar sus delegados al V consejo, y al
      conocerse la expulsión se produjeron protestas ciudadanas. Como
      respuesta el gobierno declaró la ley marcial, arrestó a unos
      cuantos trabajadores y fusiló a algunos de ellos.
    
El 15 de junio el Imperio
      Austro-Húngaro lanzó un ataque junto al río Piave con el que
      pretendía acabar definitivamente con toda resistencia italiana.
      Sin embargo, Italia contaba con una doble ventaja: por una parte,
      ahora estaba al mando de sus tropas el general Armando Diaz y, lo
      que era aún más decisivo, el general Luigi Cardona ya no estaba al
      mando. Diaz había cambiado drásticamente las estrategias de
      combate y además había logrado enterarse de la fecha exacta en la
      que el enemigo iba a iniciar el ataque, así que la artillería
      italiana se adelantó y empezó a disparar contra unas trincheras
      atestadas de austro-húngaros, lo que provocó una gran cantidad de
      bajas antes incluso de que empezara la operación por la parte
      austro-húngara. No obstante, siguieron adelante con el plan
      trazado y cruzaron el Piave por un frente de 24 km. Sin embargo,
      poco después el Piave se desbordó, de modo que unos 20.000
      soldados murieron ahogados y otros quedaron aislados expuestos al
      fuego italiano.
    
Alemania estaba saboteando todo intento de desarrollar la
      soberanía de Estonia. El 16 de junio
      arrestó a Konstantin Päts, que había sido elegido jefe de
      Estado.
    
El 19 de junio el ejército italiano
      inició su contraataque frente a los austro-húngaros y causó
      abundantes bajas. En otro punto franceses y británicos detuvieron
      el avance austro-húngaro provocando unas 40.000 bajas más. El 20 de junio los austro-húngaros recibieron
      la orden de retirada.
    
Las dificultades de abastecimiento que sufría Alemania la habían
      llevado a saquear a su aliada Bulgaria, a la que trataba como una
      colonia. Berlín ya no enviaba armas ni ropa, y los funcionarios
      búlgaros recibían sobornos a cambio de permitir que los soldados
      alemanes saquearan las reservas de alimentos y se las llevaran a
      Alemania. Esto provocó una crisis que obligó a dimitir al primer
      ministro, Basil Radoslavov, que el 21
        de junio fue sucedido por Aleksandar Malinov, que
      intentó negociar la paz con los aliados en Suiza, pero éstos
      desconfiaron de sus intenciones y las negociaciones no
      prosperaron. Luego Malinov intentó negociar con el presidente
      Wilson, pero tampoco tuvo éxito.
    
El Ejército de Voluntarios había alcanzado ya los 20.000 hombres.
      El 22 de junio Antón Denikin se lanzó
      con 9.000 de ellos a una campaña que resultó bastante fructífera
      pese a su inferioridad numérica respecto a los bolcheviques.
    
El 23 de junio los aliados habían
      recuperado todo el territorio al sur del Piave. 
    
El 26 de junio los marines
      estadounidenses expulsaron definitivamente a los alemanes del
      bosque Belleau. Contaron casi 10.000 bajas, entre ellos 1.800
      muertos.
    
El 29 de junio la legión checoslovaca
      tomó el control de Vladivostok, donde arrestó a los miembros del soviet
      local. La ciudad quedó bajo la autoridad del Gobierno Provisional
      de la Siberia Autónoma.
    
El Consejo de Lituania llevaba varios meses sopesando una
      estratagema para evitar la obstrucción alemana a que el país se
      organizara como un Estado independiente. En lugar de una
      república, que era su idea inicial, proclamarían una monarquía
      constitucional con un rey alemán. El candidato fue elegido con
      mucho cuidado. Debía ser alemán, pero no demasiado (es decir, no
      debía pertenecer a la casa de Hohenzollern, la dinastía del Kaiser).
      Se pensó en el duque Guillermo de Urach, emparentado con
      la casa real de Württemberg e hijo de una tía del príncipe Alberto
      I de Mónaco. El 1 de julio una
      delegación lituana le planteó la posibilidad de convertirse en rey
      de Lituania y la aceptó sin dudarlo.
    
Tras varios días de combate, el ejército otomano derrotó al
      Ejército Rojo en Goychay e inició su avance hacia Bakú.
    
El 3 de julio murió el sultán otomano
      Mehmed V, que fue sucedido por su hermano Mehmed VI. 
    
Los alemanes del frente occidental estaban agotados tras sus
      últimos ataques a gran escala, así que los aliados empezaron a
      planear sus propios ataques. El primero lo ejecutaron unos 7.000
      británicos, australianos y estadounidenses en Le Hamel.
      Esa noche iniciaron un bombardeo y, escudándose en la oscuridad el
      ruido de la artillería, sesenta tanques avanzaron sin ser
      descubiertos. Cuando ya era 4 de julio
      se inició el ataque propiamente dicho, y Le Hamel fue tomada en 93
      minutos, cuando el tiempo previsto era de 90 minutos. Fue una
      batalla a pequeña escala, pero los aliados ensayaron con éxito
      nuevas técnicas para abordar las trincheras enemigas.
    
En Moscú se inauguró el V Congreso de los Soviets de Todas
        las Rusias. Los bolcheviques tenían la mayoría, en parte por
      las trabas que habían puesto a la elección de representantes de
      otros partidos y en parte porque muchos de los delegados
      bolcheviques que acudieron no habían sido elegidos más que por la
      cúpula bolchevique. El enfrentamiento entre los
      socialrevolucionarios y los bolcheviques fue agrio, y la actitud
      de los bolcheviques fue intimidatoria. Por ejemplo, los
      socialrevolucionarios consideraban que Rusia no debía permitir que
      Alemania ocupara Ucrania, pero Trotski hizo aprobar una resolución
      por la que se podía fusilar a quienes se opusieran a ello.
    
La rendición de Rusia ante Alemania y la intervención alemana en
      Finlandia alarmó a los aliados, que temían que Alemania pudiera
      obtener importantes recursos bélicos rusos, así que Francia y Gran
      Bretaña, que no reconocían al gobierno bolchevique, entraron en
      contacto con rusos "blancos", que no tardaron en solicitar ayuda
      militar. Entre los contactos aliados en Rusia estaba el
      socialrevolucionario Borís Sávinkov, que pertenecía a una
      organización blanca llamada Unión para la Defensa de la Patria
        y la Libertad (una de las muchas que se habían formado para
      oponerse a los bolcheviques). Frustrados por los continuos
      sabotajes bolcheviques a todo intento democrático de oponerse a
      ellos, los socialrevolucionarios decidieron poner en práctica
      cuanto antes métodos alternativos que habían planeado y aprobado
      tiempo atrás. Sávinkov fue encargado de organizar un alzamiento
      simultáneo en las ciudades de Yaroslavl, Rybinsk, Kostroma
      y Murom. El propio Sávinkov dirigiría el alzamiento en
      Rybinsk, donde había un importante arsenal de artillería, el de
      Yaroslavl correría a cargo del coronel Perjurov, y el
      coronel Gopper se ocuparía de Kostroma. Sin embargo, el
      problema principal de los blancos era su desunión. Había muchas
      organizaciones que rivalizaban entre sí. Los mencheviques de
      Yaroslavl simpatizaban con la iniciativa socialrevolucionaria,
      pero siguieron las instrucciones de su comité central y no
      participaron. Gopper había tenido que abandonar su intento en
      Kostroma por falta de apoyo y se había trasladado a Yaroslavl con
      sus pocos partidarios. Con muchos menos hombres de lo esperado, el
      5 de junio los seguidores de Perjurov
      tomaron el centro de Yaroslavl, pero sólo una pequeña parte de la
      guarnición se unió a ellos.
    
Por otro lado los socialrevolucionarios pusieron en práctica un
      plan más audaz en Moscú. El 6 de julio
      dos de ellos, pertenecientes a la Checa, se presentaron en
      la embajada alemana y solicitaron ver al embajador, el conde Wilhem
        von Mirbach, y en cuanto fueron recibidos lo asesinaron a
      tiros. El plan era que, ya que no podían hacer que Rusia declarara
      la guerra a Alemania, trataban de que Alemania declarara la guerra
      a Rusia. En cuanto supo la noticia, Lenin corrió a la embajada
      para disculparse por el asesinato tratando de calmar a los
      alemanes. Para su horror, descubrió que los socialrevolucionarios
      dominaban la Checa en Moscú, pero aseguró a los alemanes
      que podía resolver el problema. Lenin encargó a Trotski que
      aplastara la rebelión (era una rebelión, porque los
      socialrevolucionarios habían reivindicado el asesinato como una
      decisión acordada por el partido y para evitar represalias habían
      tomado un rehén en la sede de la Checa, donde se había
      reunido el comité central del partido). 
    
Mientras tanto la legión checoslovaca tomaba Ufá para el
       Komuch.
    
A los bolcheviques les costó reunir fuerzas con las que
      enfrentarse a los socialrevolucionarios, pues la mayoría de los
      militares consideraban que era un conflicto político en el que no
      querían inmiscuirse. Finalmente lograron reunir al regimiento que
      custodiaba el Kremlin y partes de otros regimientos. Se organizó
      un ataque para esa noche, pero fue un fracaso porque era domingo,
      y la fiesta de san Juan Bautista, así que muchos soldados no se
      presentaron. Finalmente, el 7 de julio
      a mediodía pudo lanzarse un ataque contra la sede de la Checa.
      
    
Al mismo tiempo, los bolcheviques de Petrogrado se organizaron
      para neutralizar una posible revuelta socialrevolucionaria:
      desarmaron soldados, arrestaron a la delegación
      socialrevolucionaria del Soviet de Petrogrado, cerraron
      periódicos socialrevolucionarios, etc. Casi nadie sabía lo que
      estaba pasando, porque desde Moscú se había procurado que no
      trascendiera lo que estaba ocurriendo en la capital rusa. Allí,
      los socialrevolucionarios atrincherados en la sede de la Checa
      habían resistido los primeros asaltos, pero cuando los
      bolcheviques empezaron a usar artillería y ametralladoras, los
      defensores empezaron a desertar y los que quedaron levantaron una
      bandera blanca. Trece socialrevolucionarios miembros de la Checa
      fueron ejecutados sin juicio.
    
El alzamiento revolucionario de Rybinsk había sido sofocado al
      poco tiempo, con lo que la situación de Perjurov en Yaroslavl se
      hizo más crítica.
    
La república soviética del Terek se unió con otras dos repúblicas
      soviéticas formadas ese año para constituirse en la República
        Soviética del Norte del Cáucaso, que mantuvo relaciones
      ambiguas con la vecina República de las Montañas del Cáucaso
      Septentrional, y que no tardó en ser tomada y disuelta por las
      tropas de Denikin.
    
El 9 de julio se reanudó el V
        Congreso de los Soviets, suspendido por el alzamiento
      socialrevolucionario. Los representantes socialrevolucionarios no
      fueron admitidos, se aprobaron las acciones del gobierno para
      aplastar la revuelta y se acordó expulsar de todos los soviets
      a los socialrevolucionarios que no condenaran la actuación de su
      comité central. No obstante, la orden que se dio en la práctica
      fue la de expulsar a todos los socialrevolucionarios,
      independientemente de lo que condenaran o dejaran de condenar.
    
El 10 de julio fueron expulsadas de Murom
      las fuerzas de la Unión para la Defensa de la Patria y la
      Libertad, tras dos días de combates, pero, en Yaroslavl, Perjurov
      confiaba todavía en la llegada de refuerzos aliados. Mientras
      tanto los bolcheviques bombardeaban sus posiciones y recibían cada
      vez más refuerzos.
    
Lenin había decidido que la mejor forma de evitar todo intento de
      formación de una nueva asamblea constituyente era que el V
        Congreso de los Soviets hiciera el trabajo sin perder el
      tiempo consultando a nadie, y así antes de su clausura se aprobó
      la Constitución Sovietica. Ésta renombraba al país como la
      República Socialista Federativa Soviética de Rusia,
      y afirmaba que los trabajadores eran los gobernantes de Rusia, de
      acuerdo con el principio marxista de la dictadura del
        proletariado. También afirmaba que los trabajadores formaban
      una alianza política con los campesinos con igualdad de derechos.
      Ahora bien, esto era política-ficción en todos los sentidos. La
      constitución establecía que todos los hombres y mujeres mayores de
      18 años que no tuvieran trabajadores a su cargo ni ingresos
      empresariales podían votar representantes para los soviets
      locales, pero mientras los soviets de trabajadores podían
      enviar un representante al Consejo de los Soviets por cada
      25.000 electores, los de campesinos podían enviar un representante
      por cada 125.000. Las razones para esta discriminación eran
      obvias: los bolcheviques tenían más partidarios entre los
      trabajadores urbanos que entre los campesinos. De hecho, uno de
      los últimos puntos de enfrentamiento entre bolcheviques y
      mencheviques antes de que éstos fueran apartados de las
      instituciones soviéticas había sido la denuncia de que los
      bolcheviques pretendían crear unos "comités de los pobres"
      que debían encargarse de recoger el grano entre los agricultores,
      pero que en la práctica se iban a usar para quitar poder a los soviets
      de campesinos. La solución de reducir el valor de su voto fue más
      elegante. El Congreso de los Sóviets representaba el poder
      legislativo, pero entre congreso y congreso éste quedaba en manos
      del Comité Ejecutivo Central Panruso, mientras que el
      poder ejecutivo quedaba en manos del Consejo de Comisarios del
        Pueblo, o Sovnarkom. La alianza teórica entre
      trabajadores y campesinos quedaba reflejada en un símbolo que
      aparecía en la portada de la constitución y que se convertiría
      desde entonces en signo de identidad de Rusia y del Partido
      Comunista Ruso: una hoz superpuesta a un martillo (el serp i
        molot, en ruso).
    
El 14 de julio los otomanos y los
      alemanes iniciaron un ataque sbre Abu Tellul, que
      constituía un saliente en el frente británico en la ribera del
      Jordán. Sin embargo, la operación resultó un fracaso que minó
      considerablemente el prestigio que los alemanes tenían ante sus
      aliados turcos.
    
Ese día llegó a Moscú la respuesta alemana tras el asesinato de
      su embajador. Alemania exigía que se admitiera el envío de tropas
      alemanas a Moscú para proteger su embajada. El gobierno ruso
      negoció y logró finalmente un acuerdo por el que la embajada
      alemana sería protegida por mil guardias rojos junto con
      trescientos soldados alemanes desarmados y de paisano.
      Posiblemente Alemania no puso objeciones a dicho acuerdo porque en
      ese momento su atención estaba puesta en el frente occidental,
      donde el 15 de julio Ludendorff 
      lanzó un nuevo ataque a gran escala. El plan era concebido en
      principio como una gran maniobra de distracción: un ataque en el
      Marne para aligerar Bélgica de tropas aliadas y terminar ocupando
      toda Bélgica en un ataque subsiguiente. Los aliados pudieron
      frenar el avance alemán en Reims, pero los alemanes empezaron a
      construir puentes sobre el Marne bajo el fuego de los pocos
      enemigos que habían resistido el ataque previo de la artillería y
      el gas. Por la noche tenían ya varias cabezas de puente en Dormans.
      
    
La legión checoslovaca se estaba aproximando a Ekaterimburgo, sin
      saber que allí estaba la familia imperial en arresto domiciliario.
      Su objetivo era consolidar su dominio sobre el ferrocarril
      transiberiano, pero los bolcheviques pensaron que trataban de
      rescatar al zar y el 16 de julio
      enviaron un telegrama a Moscú pidiendo permiso para ejecutar al "verdugo
        coronado", como era conocido Nicolás II por esas fechas. La
      respuesta afirmativa llegó firmada por Yakov Sverdlov, y se
      especula sobre si la orden provino de Lenin. Esa noche se informó
      al zar de que Ekaterimburgo se había vuelto insegura y que por
      ello iban a ser trasladados inmediatamente. La familia empleó
      media hora en vestirse y luego, pasada la medianoche, ya el 17 de julio, fueron conducidos a una
      habitación en un semisótano donde se les dijo que tenían que
      esperar a que llegara un camión. Se encontraban allí el zar
      Nicolás II, su esposa Alejandra, su hijo el zarevich Alexis, sus
      hijas, las grandes duquesas Olga, Tatiana, María y Anastasia,
      el médico Yevgueni Botkin, dos cocineros y una camarera,
      que formaban parte de la servidumbre del zar. La zarina se quejó
      de que no hubiera ninguna silla y les llevaron dos. En una se
      sentó Alejandra y Nicolás II sentó en la otra a su hijo Alexis.
      Los demás permanecieron de pie. Unos instantes más tarde entró en
      la habitación, revólver en mano, Yákov Yurovski, el
      hombre de confianza de Lenin encargado de la custodia del zar y su
      familia, seguido de un pelotón de ejecución integrado por 17
      agentes de la Cheka. Yurovski dijo:
    
Nicolás Alexandrovich, dado que tus
        parientes continúan atacando a la Rusia soviética, el Comité
        Ejecutivo de los Urales ha decidido ejecutarte. 
    
El zar se volvió hacia su familia, luego se giró de nuevo y dijo:
      ¿qué?, ¿qué? Yurovski repitió rápidamente lo mismo, levantó
      su pistola y disparó al pecho de san Nicolás II, —la
      Iglesia Ortodoxa consideró más tarde que el zar había cometido
      suficientes atrocidades en vida como para no desentonar en el
      santoral— y luego a la cabeza de Alexis. La zarina empezó a
      santiguarse, pero no pudo acabar, pues el resto de hombres armados
      empezó a disparar, y los disparos continuaron varios minutos hasta
      que todas las víctimas hubieron caído. Luego fueron rematados con
      las bayonetas. Al amanecer los cuerpos fueron trasladados en
      camiones hasta las afueras de la ciudad, donde los cadáveres
      fueron desfigurados con fuego y ácido antes de enterrarlos.
    
Perjurov abandonó Yaroslavl por mar con parte de sus hombres,
      aunque otros siguieron resistiendo el asedio de los bolcheviques.
    
Ante la acometida alemana, los aliados aceptaron que todas sus
      actuaciones fueran dirigidas por un único comandante en jefe, que
      fue el general francés Ferdinand Foch. Éste había logrado
      estabilizar el frente del Marne y estaba preparando un
      contraataque a gran escala. El 18 de julio
      se inició la batalla de Soissons, en la que más de 345.000
      soldados aliados (franceses, británicos y estadounidenses) con 350
      tanques y gran número de aviones se enfrentaron a 234.000
      alemanes, que contaban ya con 230 tanques y una aviación
      considerable. Mientras tanto los estadounidenses terminaban de
      limpiar de alemanes el bosque Belleau con la toma de Château-Thierry.
      
    
La ofensiva alemana en el Marne estaba yendo mucho peor que las
      anteriores. El 20 de julio Ludendorff
      ordenó la retirada ante un ataque aliado mucho mejor organizado.
      Se cuenta que unas semanas atrás los aliados habían esposado a la
      muñeca de un hombre fallecido de neumonía un maletín con falsos
      planes de ataque estadounidenses, y habían dejado el cuerpo en un
      coche que parecía haberse salido de la carretera junto a un puente
      controlado por los alemanes. Es posible que parte de la ventaja
      aliada en la batalla del Marne se debiera a que los alemanes
      habían manejado información totalmente equivocada sobre los planes
      aliados. El frente occidental volvió aproximadamente a la misma
      posición donde se encontraba a principios de año.
    
El 21 de julio un submarino alemán
      atacó la costa de Orleans, en Massachusetts. Hundió un
      remolcador, pero, por lo demás, los torpedos que lanzó contra la
      costa no causaron daños.
    
Ese día los bolcheviques tomaban Yaroslavl. 
    
 Desde hacía meses, Trotski estaba dedicado a
      reorganizar el Ejército Rojo para hacer frente a las distintas
      fuerzas que, desorganizadamente, se oponían a la dictadura
      bolchevique. Como los militares más experimentados eran los
      antiguos oficiales zaristas, Trotski no dudó en confiarles el
      mando, pero manteniéndolos vigilados de cerca por comisarios
      políticos de confianza, sin cuya firma no era válida ninguna
      orden. Decretó reclutamientos forzosos de campesinos y tomó
      represalias contra quienes trataban de eludirlos. Puso especial
      hincapié en acabar con las faltas de disciplina que se habían
      hecho habituales tras la revolución. Los desertores eran
      fusilados, al igual que los soldados que desobedecían órdenes. En
      ocasiones se formaron regimientos con desertores capturados y se
      les aplicó la decimatio, una técnica romana de
      "persuasión" consistente en formar grupos de diez soldados
      desertores, elegir uno a suertes y ordenar a los otros nueve que
      mataran al agraciado. Trotski viajaba en un tren blindado de un
      punto a otro del frente para supervisar constantemente el
      funcionamiento del ejército.
Desde hacía meses, Trotski estaba dedicado a
      reorganizar el Ejército Rojo para hacer frente a las distintas
      fuerzas que, desorganizadamente, se oponían a la dictadura
      bolchevique. Como los militares más experimentados eran los
      antiguos oficiales zaristas, Trotski no dudó en confiarles el
      mando, pero manteniéndolos vigilados de cerca por comisarios
      políticos de confianza, sin cuya firma no era válida ninguna
      orden. Decretó reclutamientos forzosos de campesinos y tomó
      represalias contra quienes trataban de eludirlos. Puso especial
      hincapié en acabar con las faltas de disciplina que se habían
      hecho habituales tras la revolución. Los desertores eran
      fusilados, al igual que los soldados que desobedecían órdenes. En
      ocasiones se formaron regimientos con desertores capturados y se
      les aplicó la decimatio, una técnica romana de
      "persuasión" consistente en formar grupos de diez soldados
      desertores, elegir uno a suertes y ordenar a los otros nueve que
      mataran al agraciado. Trotski viajaba en un tren blindado de un
      punto a otro del frente para supervisar constantemente el
      funcionamiento del ejército.
    
Por esas fechas la legión checoslovaca entró en Ekaterimburgo, y
      Trotski escribió en su diario:
    
Mi siguiente visita a Moscú tuvo lugar tras la caída de Ekaterimburgo. Hablando con Sverdlov le pregunté de pasada: "¿Y dónde está el zar?", "Todo ha terminado", respondió. "Le han pegado un tiro". "¿Y dónde está su familia?", "Y a su familia con él". "¿A todos?", pregunté aparentando algo de sorpresa, "A todos", respondió Yakov Sverdlov. "¿Cuál es el problema?". Estaba esperando a ver mi reacción. Yo no respondí nada. "¿Y quién tomó la decisión?", pregunté. "Lo decidimos aquí. Ilych [Lenin] consideraba que no debíamos dejar a los blancos un estandarte vivo alrededor del cual pudieran agruparse, especialmente en las circunstancias actuales.
Éste es uno de los principales testimonios que vinculan a Lenin
      con el asesinato de la familia imperial.
    
El 22 de julio el Komuch
      decretó que los terratenientes podían reclamar las tierras que
      habían sido sembradas antes de que se las confiscaran los
      bolcheviques. Esto les granjeó aún más la oposición del
      campesinado. La escasez de dinero llevó al gobierno a aumentar los
      impuestos y a emitir más papel moneda, lo que provocó la
      consecuente inflación. Los campesinos se negaban a vender su
      producción a cambio de una moneda sin valor, por lo que hubo que
      racionar el pan en las ciudades.
    
El 25 de julio El general Vladímir
        Kápel, leal al Komuch, tomó Simbirsk. 
    
El ejército otomano se acercaba cada vez más a Bakú, y Stepán
        Shaumián, que presidía la comuna, intentó promulgar medidas
      extraordinarias de reclutamiento, pero el soviet las
      rechazó. En su lugar, el soviet era partidario de pedir
      ayuda a los británicos, a lo que Shaumián se oponía. 
    
El 30 de julio los otomanos llegaron a
      las puertas de Bakú, pero los bolcheviques seguían sin estar
      dispuestos a solicitar ayuda británica, a pesar de que la ayuda
      prometida desde Moscú seguía sin llegar. Como el soviet,
      secundado por la población, seguía abogando por la petición de
      ayuda, Shaumián reaccionó siguiendo el "manual del perfecto
      dictador bolchevique": Emitió una proclama en la que acusaba al
      proletariado local de haberse dejado engañar por los
      socialrevolucionarios, mencheviques y armenios, y disolvió el soviet.
      Sin embargo, terminaron siendo arrestados y, ante las amenazas de
      Moscú, se les permitió salir de Bakú por mar rumbo a Astracán,
      junto con otros 600 refugiados armenios que huían de los turcos.
      Sin embargo, la tripulación del barco decidió cambiar su destino y
      dirigirse a Petrovsk, que estaba controlada por los
      blancos. Allí, en un control de pasaportes, uno de los
      bolcheviques, Anastas Mikoyan, fue separado del resto por
      tenencia de armas. Una vez reconocido como uno de los comisarios
      de la comuna de Bakú, en un interrogatorio se le ofreció el trato
      de salvar su vida a cambio de identificar a sus compañeros entre
      los refugiados armenios. Así lo hizo, los 26 comisarios fueron
      ejecutados y a Mikoyan se le permitió marchar, y se encargó de
      pintar lo sucedido ante sus camaradas bolcheviques de otra forma
      más decorosa para su persona.
    
El 31 de julio se formó en Bakú la Dictadura del Caspio Central, integrada por socialrevolucionarios rusos y nacionalistas armenios. Una Conferencia de Comités Fabriles aprobó mayoritariamente una moción por la que reconocía al nuevo gobierno y condenaba por traidores a los comisarios detenidos que habían huido finalmente. Así Bakú dejó de acatar órdenes de Moscú y declaró su lealtad a la Asamblea Constituyente Rusa. Inmediatamente se solició ayuda a los británicos para resistir a los otomanos.
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              Primera Guerra Mundial |