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Emiliano chamorro Vargas fue elegido presidente de
      Nicaragua, y el 1 de enero de 1917 tomó
      posesión del cargo.
    
Ese día se encontró el abrigo de Rasputín y, por la tarde, apareció su cadáver en el río. Posteriormente corrió el rumor de que la autopsia había revelado que Rasputín murió ahogado, de modo que ni el veneno, ni los disparos, ni otros golpes habían logrado acabar con él, pero no hay nada de cierto en eso.
El 4 de enero, un día después del
      entierro de Rasputín, sin que mediara juicio alguno, el zar
      Nicolás II envió al exilio a su primo Demetrio y a Félix Yusúpov.
      El 5 de enero la policía recibió
      órdenes de detener toda investigación sobre la muerte de Rasputín.
      Si éstas hubieran proseguido, tal vez se hubiera puesto de
      manifiesto la participación en el asesinato del servicio secreto
      británico. Un agente secreto llamado Oswald Rayner afirmó
      posteriormente haber presenciado el asesinato. Rayner y Yusúpov se
      habían conocido en la universidad de Oxford, se hallaba en
      Petrogrado cuando ocurrieron los hechos, y hay constancia de que
      se vieron varias veces en las semanas previas al asesinato, la
      última justo la víspera. A los británicos no les faltaban motivos,
      pues Rasputín estaba presionando al primer ministro Shtiúrmer para
      que llegara a un acuerdo unilateral con Alemania para terminar la
      guerra.
    
Mientras tanto un ejército ruso de unos 40.000 hombres atacaba el
      frente de Riga, (la capital de la provincia rusa de Letonia)
      defendido por unos 25.000 alemanes en la primera de las que fueron
      conocidas como "batallas de Navidad", (porque, según el
      calendario juliano vigente en Rusia, la fecha era 23 de
      diciembre). De hecho, los alemanes fueron tomados por sorpresa
      porque pensaron que los rusos estarían celebrando la Navidad. Los
      rusos cortaron inadvertidamente las alambradas alemanas por varios
      puntos y tomaron la primera línea defensiva alemana.
    
El 7 de enero los rusos rompieron la
      segunda línea defensiva alemana en Riga y crearon una brecha de
      unos 7 km.
    
El 9 de enero se reunió la Duma (el
      parlamento ruso) por primera vez tras las vacaciones navideñas, y
      el primer ministro Trepov fue sucedido por el príncipe Nikolái
        Golitsyn, que en vano había solicitado al zar no recibir tal
      "honor". Sin embargo, Nicolás II estaba lejos de Petrogrado,
      dirigiendo la guerra, y era la zarina Alejandra quien tomaba las
      decisiones políticas. Durante el poco más de un año que ostentaba
      la regencia, Rusia había tenido cuatro primeros ministros, cinco
      ministros del interior, tres ministros de asuntos exteriores, tres
      de guerra, tres de transporte y cuatro de agricultura, y ninguno
      había permanecido en el cargo el tiempo suficiente como para
      hacerse responsable de nada.
    
Un ejército británico atacó la ciudad de Rafa, en la
      península del Sinaí, donde había una guarnición de unos 2.000
      otomanos. Tras varias horas de asalto, lograron penetrar en la
      ciudad con relativamente pocas bajas.
    
El 10 de enero murió Buffallo Bill. El
      rey Jorge V de Gran Bretaña, el Kaiser Guillermo II y el
      presidente Woodrow Wilson enviaron presentes al conocer su muerte.
    
Los rusos no aprovecharon la ventaja obtenida en Riga, en parte
      porque faltaron refuerzos y porque un regimiento siberiano se
      amotinó y se negó a entrar en combate. Los alemanes sí que
      desplegaron una potente contraofensiva, pero el 11 de enero la batalla tuvo que ser
      suspendida porque las temperaturas habían bajado hasta los 38
      grados bajo cero. Para entonces los alemanes habían logrado
      recuperar las cuatro quintas partes del territorio que habían
      tenido que ceder inicialmente a los rusos. Éstos habían perdido
      unos 13.000 hombres. En cuanto a los amotinados, 92 de los
      instigadores fueron condenados a muerte, y otros enviados a
      Siberia.
    
Ese día se declaró un incendio en una fábrica de municiones de
      Nueva Jersey. Durante las cuatro horas siguientes estalló cerca de
      medio millón de bombas que destruyeron la fábrica por completo. No
      hubo ningún muerto gracias a la intervención de la telefonista Theresa
        Louise McNamara, que en lugar de huir tuvo la sangre fría de
      contactar una por una con cada una de las plantas de cada edificio
      de la fábrica y gritar un aviso de alerta para que los
      trabajadores escaparan. En un manicomio cercano, más de 900
      enfermos mentales llegaron a la conclusión de que estaba llegando
      el fin del mundo, y los médicos responsables lograron controlar la
      situación distribuyendo grandes cantidades de helado, frutas y
      golosinas. Luego se reunió a todos los enfermos y se les explicó
      que la guerra en Europa había terminado y que lo que habían oído
      eran grandes cañones que disparaban para celebrarlo. Las
      investigaciones apuntaron a un acto de sabotaje alemán.
    
La pujanza del ejército británico en la ofensiva del Somme
      llevada a cabo el año anterior había sorprendido a los alemanes,
      que hasta entonces habían subestimado la importancia de los
      británicos en la guerra terrestre. Debilitar a Gran Bretaña se
      convirtió en objetivo prioritario, y por ello el alto mando alemán
      se mostraba partidario de reanudar la guerra submarina sin
      restricciones. Era casi seguro que eso arrastraría a la guerra a
      los Estados Unidos, pero confiaban en que un bloqueo a Gran
      Bretaña la dejaría fuera de combate antes de que los Estados
      Unidos pudieran movilizar sus efectivos. No obstante, los alemanes
      trataron de jugar una baza más. El 16 de enero
      Arthur Zimmermann, el ministro alemán de asuntos
      exteriores, envió un telegrama al embajador alemán en México, Heinrich
        von Eckardt, para que propusiera al presidente Venustiano
      Carranza declarar la guerra a los Estados Unidos (en caso de que
      éstos se la declararan a Alemania, cosa que el telegrama daba por
      probable) y que a cambio Alemania aportaría abundante ayuda
      financiera y el apoyo para que, en una futura conferencia de paz,
      México recuperara los territorios de Arizona, Nuevo México y
      Texas.
    
Pero los servicios de inteligencia británicos interceptaron el
      mensaje y lograron descifrarlo parcialmente. La información era
      valiosísima, pero había dos problemas: uno era que si la hacían
      pública los alemanes descubrirían que sus códigos habían sido
      rotos y los cambiarían, pero lo más grave era que los Estados
      Unidos permitían a los alemanes el uso de sus líneas telegráficas,
      por lo que técnicamente los británicos habían obtenido el mensaje
      espiando a los Estados Unidos. El telegrama iba dirigido en
      primera instancia a la embajada alemana en Washington, desde donde
      tenía que ser transmitido a México. Así, los británicos
      infiltraron un agente en la Ciudad de México, que logró una copia
      del mensaje cuando fue recibido.
    
A sus 25 años, el aviador Manfred von Richthofen fue condecorado
      por haber derribado 16 aviones enemigos, y fue puesto al frente de
      un escuadrón, muchos de cuyos pilotos habían sido entrenados por
      él mismo. Von Richthofen adquirió entonces la costumbre de pintar
      de rojo los aviones que pilotaba, para intimidar al enemigo con su
      fama. Por ello empezó a ser conocido como el Barón Rojo. 
    
El 18 de enero los británicos tomaron
      Yanbu, en Arabia.
    
La situación en Rusia era precaria. La inflación ponía a los
      alimentos y la leña fuera del alcance de gran parte de la
      población. Hacía tiempo que los obreros no podían comprar huevos,
      leche, carne o fruta. Las huelgas se sucedían una tras otra, y
      eran reprimidas por la policía. El 22 de
        enero, el aniversario de los acontecimientos del domingo
        sangriento que habían tenido lugar hacía ya doce años, unos
      150.000 trabajadores de Petrogrado (aproximadamente el 40% del
      total) se declararon en huelga. Lo más preocupante para las
      autoridades fue que muchos soldados animaban a los huelguistas.
    
El presidente Wilson pronunció un discurso en el Senado en el
      que, en referencia a la guerra europea, pidió una "paz sin
        Victoria", es decir, un regreso a la situación política que
      se daba antes de que estallara la guerra. Ésa fue la directriz de
      sus intentos de negociación con los beligerantes, pero ningún
      bando quería eso. Para empezar, Francia consideraba irrenunciable
      la recuperación de Alsacia y Lorena, entre Gran Bretaña y Francia
      se habían apoderado de casi todas las colonias alemanas y daban
      por hecho que se las repartirían, y otros países habían entrado en
      la guerra del lado aliado a cambio de recompensas territoriales a
      expensas de las potencias centrales, así que los aliados tenían
      muchas deudas territoriales que pagar y cobrarse. Por su parte,
      las potencias centrales también aspiraban a anexionarse sus
      conquistas en el frente oriental, y el Imperio Otomano aspiraba a
      recuperar parte del territorio que había ido perdiendo
      paulatinamente por la rapiña de las potencias occidentales.
    
Ese día se estrenó Charlot en la calle de la paz,
      un cortometraje de Charlie Chaplin. El actor cuidaba cada vez más
      la realización de sus películas y exigía más tiempo a la
      productora para cada una de ellas. Ese año estrenó además Charlot
        en el balneario, El inmigrante y El
        aventurero. Según una estadística, nueve de cada diez
      personas que acudían a una fiesta de disfraces lo hacían
      disfrazadas de Charlot. 
    
El 27 de enero un golpe de Estado
      derrocó al presidente costarricense Alfredo González Flores, que
      fue sustituido por su Secretario de Guerra y Marina, Federico
        Alberto Tinoco Granados, que a continuación se organizó su
      propio partido político y sus propias elecciones (sin más
      candidatos), y se hizo elegir presidente por una abrumadora
      mayoría de votos.
    
El 31 de enero Alemania anunció
      que atacaría con su flota submarina a todo barco de cualquier
      nacionalidad que intentara introducir mercancías en Gran Bretaña.
      El 3 de febrero los Estados Unidos
      rompieron las relaciones diplomáticas con Alemania.
    
Los senussi tuvieron que enfrentarse con coches blindados
      británicos y finalmente fueron expulsados de Egipto, hacia Libia.
    
El 5 de febrero John J. Pershing
      estaba de regreso en los Estados Unidos sin haber logrado su
      propósito de capturar a Pancho Villa en México.
    
Ese día dimitió el primer ministro griego Spyrídon Lámpros, a
      causa del bloqueo que los aliados estaban imponiendo a Grecia. Fue
      sucedido por Aléxandros Zaimis. 
    
En Kuwait murió el jeque Jaber II Al-Sabah, que fue sucedido por
      su hermano Salim Al-Mubarak Al-Sabah. 
    
El 8 de febrero algunos sindicalistas
      fueron detenidos en Petrogrado porque estaban organizando una
      manifestación ante la Duma para exigirle que tomase el poder.
    
El 13 de febrero los británicos
      iniciaron una campaña en el centro de la península del Sinaí con
      el objetivo de expulsar hasta Palestina al resto de tropas
      otomanas que permanecían en el desierto.
    
El 19 de febrero el secretario de la
      embajada estadounidense en Londres tuvo la primera noticia del telegrama
        Zimmermann. Al día siguiente fue informado el embajador, que
      a su vez informó al gobierno estadounidense. 
    
El 21 de febrero estalló una revuelta en Servia contra la ocupación búlgara. Varios cientos de rebeldes dirigidos por Kosta Pećanac se concentraron junto al río Toplica y se apoderaron de las ciudades de Prokuplje y Kuršumlija.
Para entonces apenas quedaban ya soldados otomanos en el Sinaí.
    
Dos años atrás los ingenieros estadounidenses Herbert Kalmus
      y Daniel Frost Comstock habían fundado en Boston la Technicolor
        Boston Picture Corporation, con la finalidad de explotar un
      sistema para grabar películas en color. Ese día hicieron la
      primera demostración de su sistema en el Instituto Americano
        de Ingenieros de Minas. 
    
El 23 de febrero los británicos dieron un nuevo paso en su avance hacia Bagdad y, bajo el mando del general Frederik Stanley Maude, derrotaron a los otomanos en Kut. Éstos presentaron batalla con 17.000 hombres, de los cuales 9.000 fueron hechos prisioneros, y la mayor parte de los restantes resultaron muertos o heridos.
Para reforzar el frente occidental, debilitado como consecuencia
      de la campaña del Somme, los generales Paul Hindenburg y Erich
        Ludendorff habían puesto en marcha la construcción de la que
      sería conocida como línea Hindenburg, un frente altamente
      fortificado de 160 km de longitud y que había sido construido por
      medio millón de civiles alemanes y prisioneros de guerra rusos.
      Contaba con una red de fortalezas, alambradas, túneles para el
      movimiento de tropas, trincheras profundas y puestos de mando. El
      24 de febrero se produjo la retirada a
      la nueva línea defensiva y el territorio intermedio fue arrasado,
      siguiendo una política de tierra quemada.
    
Ese día los británicos recuperaron Kut.
    
El 27 de febrero se celebraba la
      primera sesión anual de la Duma (respecto del calendario juliano)
      y unos 84.000 trabajadores se declararon en huelga, secundados por
      los estudiantes.
    
El 1 de marzo el gobierno estadounidense publicó en la prensa el telegrama Zimmermann.
El 2 de marzo estalló una huelga en la
      fábrica Putílov, la mayor planta industrial de Petrogrado,
      que empleaba a más de 30.000 obreros.
    
El presidente Wilson firmó la ley de Jones-Shafroth,
      que había sido aprobada por el Congreso a finales del año
      anterior, en virtud de la cual Puerto Rico se convertía en un
      territorio "organizado, pero no incorporado". Los puertorriqueños
      conseguían así una ciudadanía estadounidense restringida, que no
      los autorizaba, por ejemplo, a votar en las elecciones
      presidenciales. La ley establecía un gobierno autónomo para Puerto
      Rico, con su Senado y su Cámara de Representantes, si bien el
      gobernador y el presidente de los Estados Unidos podían vetar
      cualquier ley aprobada por la legislatura local.
    
En Haití los estadounidenses disolvieron la Asamblea Nacional y
      designaron una comisión para redactar una nueva constitución. Por
      otra parte, los estadounidenses habían descubierto que las leyes
      haitianas estipulaban que los campesinos podían trabajar en la
      construcción de carreteras en sustitución del pago de un impuesto
      por usarlas, así que iniciaron un programa de construcción de
      carreteras en el que el régimen de trabajo de los haitianos se
      diferenciaba en poco de la esclavitud.
    
Aunque, tras la publicación del telegrama Zimmermann, los
      diplomáticos alemanes y mexicanos habían denunciado que se trataba
      de una falsificación británica encaminada a meter a los Estados
      Unidos en la guerra, y buena parte de la opinión pública estaba
      dispuesta a creerlo, el 3 de marzo
      el propio Arthur Zimmerman confirmó desde Berlín la autenticidad
      del telegrama, y trató de justificarse en un intento de
      restablecer las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.
      Sin embargo, el efecto fue nefasto para Alemania, pues la opinión
      pública estadounidense, que hasta entonces sólo podía decirse que
      era levemente hostil hacia Alemania, se inflamó en su contra.
    
Un ejército francés logró liberar Agadez del asedio de los tuareg
      de Kaocen. 
    
El 4 de marzo Woodrow Wilson inició su
      segundo mandato como presidente de los Estados Unidos. En la nueva
      legislatura que se inauguraba ese día se sentó por primera vez una
      mujer en la Cámara de Representantes, Jeanette Rankin, de
      Montana.
    
El 5 de marzo Maude reanudó su marcha
      hacia Bagdad. 
    
Como consecuencia de la huelga, las autoridades rusas decidieron
      cerrar la fábrica Putílov, con lo que todos sus trabajadores se
      quedaron de repente sin empleo. El 8 de marzo
      se celebraba el Día Internacional de la Mujer, y la
      ocasión sirvió para reunir a grupos diversos que protestaban por
      motivos variados. A primeras horas de la mañana unas siete mil
      hilanderas de una fábrica textil se declararon en huelga y fueron
      visitando otras fábricas, de modo que unas horas después el número
      de huelguistas era ya de 20.000. Los trabajadores despedidos de la
      fábrica Putílov se les unieron, y al mediodía eran ya 50.000. Por
      la tarde se les unieron obreros metalúrgicos y de las fábricas de
      municiones. Al anochecer había ya unos 90.000 huelguistas y
      empezaron a oírse las primeras consignas políticas, principalmente
      demandando el fin de la guerra y el derrocamiento del zar. Se
      produjeron algunos saqueos en tiendas de comestibles, pero la
      policía pudo restaurar el orden.
    
Mientras tanto los británicos llegaban a las afueras de Bagdad.
    
En Berlín murió el conde Ferdinand von Zeppelin. La compañía 
      Luftschiffbau Zeppelin, dedicada a la construcción y
      explotación comercial de dirigibles, pasó a ser dirigida por uno
      de los capitanes que pilotaban sus aeronaves, Hugo Eckener.
      
    
El 9 de marzo Petrogrado se despertó
      en paz, pero poco después más de cuarenta mil obreros se habían
      concentrado para avanzar en manifestación hacia el centro de la
      ciudad, que la policía y el ejército había mantenido hasta
      entonces libre de incidentes. Para ello tenían que cruzar el río Nevá,
      pero los puentes estaban custodiados por la policía y el ejército.
      Sin embargo, el río estaba helado y la muchedumbre cruzó sobre el
      hielo evitando los puentes. Los manifestantes sumaban ya unas
      200.000 personas, y los cosacos enviados para contenerlos no
      hacían gran cosa.
    
Hasta entonces las protestas habían surgido y crecido de forma
      espontánea, dirigidas por agitadores independientes y, sobre todo,
      por las mujeres, que encabezaban todas las manifestaciones y se
      ganaban la simpatía de los soldados asegurando que sólo reclamaban
      comida. Los socialistas se habían opuesto a las manifestaciones,
      pero finalmente el 10 de marzo los
      bolcheviques se unieron a las protestas y empezaron a
      organizarlas. Finalmente se produjeron disturbios serios con la
      policía. Un jefe de escuadrón fue bajado de su caballo por la
      muchedumbre y asesinado con su propio revólver. Se empezaron a
      producir asaltos a comisarías de policía. A mediodía se produjo un
      cambio decisivo: los cosacos se pusieron de parte de los
      manifestantes y empezaron a enfrentarse a la policía. El zar
      Nicolás II se encontraba lejos, en Bielorrusia, desde donde envió
      la orden de que al día siguiente los disturbios fueran sofocados
      por cualquier medio, descartando toda forma de negociación.
    
Los otromanos habían resistido un primer ataque británico al sur
      de Bagdad el día anterior, pero un asalto repentino los obligaba
      ahora a retirarse, evacuar la ciudad y formar un nuevo frente al
      norte de la misma.
    
El 11 de marzo el geneal Maude entró
      en Bagdad sin encontrar resistencia y allí capturó a unos 9.000
      soldados otomanos cuyo grado de desorganización les había impedido
      presentar batalla. Ahora media Mesopotamia estaba ya bajo control
      británico.
    
Ese día era domingo, y Petrogrado amaneció empapelada con
      proclamas del gobernador de San Petesrburgo, en las que se
      amenazaba con enviar al frente a todos los huelguistas y con
      dispersar con las armas cualquier futura manifestación. Se habían
      instalado ametralladoras en los cruces de las calles principales
      de la ciudad y los soldados custodiaban los edificios más
      importantes. Sin embargo, los trabajadores volvieron a marchar
      hacia el centro de la ciudad, y esta vez fueron dispersados por
      las ametralladoras. Sin embargo, algunas compañías se amotinaron
      al recibir la orden de disparar contra los manifestantes.
    
Durante la madrugada, algunos soldados lograron organizarse y
      ponerse de acuerdo para desobedecer futuras órdenes de abrir fuego
      contra los trabajadores. El 12 de marzo
      algunos oficiales que trataban de huir al ver que no controlaban a
      sus tropas fueron asesinados, mientras algunos soldados se unían a
      los obreros. Al mediodía el centro de Petrogrado estaba tomado de
      nuevo por los manifestantes, y la resistencia de los soldados era
      cada vez menor. Finalmente los rebeldes tomaron un arsenal en el
      que se hicieron con 40.000 fusiles, 30.000 pistolas y 400
      ametralladoras. Más tarde los rebeldes tomaron otro arsenal y una
      fábrica de municiones. El gobierno había ordenado la disolución de
      la Duma, pero los diputados se negaron a acatar la orden y
      formaron un comité provisional que se declaró a sí mismo
      como el nuevo gobierno del Imperio Ruso. Sin embargo, al mismo
      tiempo los sindicalistas habían organizado una asamblea que esa
      noche constituyó el Soviet de Petrogrado, que se arrogó la
      misma función. Unos 60.000 soldados apoyaban ya a los
      revolucionarios. Su primer presidente fue el menchevique Nikolái
        Chjeidze, y el vicepresidente fue Aleksandr Kérenski,
      que había sido diputado en la Duma hacía algunos años.
    
Mientras tanto los búlgaros, apoyados por los austro-húngaros,
      iniciaron una operación contra Pećanac.
    
Por su parte los franceses atacaron las fortificaciones
      búlgaro-alemanas cercanas a Monastir.
    
El 13 de marzo el comité provisional
      de la Duma, con la ayuda de tropas rebeldes, hizo detener a los
      ministros zaristas y se hizo con el control de ministerio de
      transportes. Inmediatamente envió comunicados al resto del país
      para informar de que la Duma gobernaba ahora el Imperio. En
      distintos puntos del país surgieron nuevos comités
      revolucionarios, que ese mismo día tomaron el control de Moscú y
      de la base naval de Kronstadt, que controlaba el acceso
      por mar a Petrogrado.
    
Al norte de Bagdad seguía habiendo un importante contingente
      otomano que amenazaba la ocupación británica, así que Maude inició
      un despliegue de tropas para alejarlos.
    
El 14 de marzo el comité provisional
      de la Duma invitó al comité ejecutivo del Soviet de
      Petrogrado a una reunión de coordinación. En ella el Soviet
      aceptó dejar en el comité provisional la dirección política del
      país, pero se negó a entregar las armas y, más aún, publicó la Orden
        número 1, según la cual las órdenes del gobierno provisional
      sólo debían acatarse si no se oponían a las directrices del Soviet.
      Fue publicada en el periódico Izvestia (noticias), que
      había sido fundado la víspera por el Soviet.
    
Por estas fechas Georgi Plejánov estaba ya totalmente
      desprestigiado entre los socialistas más radicales: el padre del
      marxismo veía con horror las consecuencias de que sus teorías se
      llevaran a la práctica. Se oponía a la nacionalización de las
      tierras que reclamaban los campesinos, al menos sin compensar a
      los expropiados, aconsejaba moderación a los obreros y acusaba a
      los bolcheviques de anarquistas, bakuninistas y demagogos.
    
Los búlgaros recuperaron Prokuplje mientras los austro-húngaros
      ocupaban Kuršumlija, pero el servio Pećanac siguió dirigiendo una
      guerra de guerrillas.
    
El zar Nicolás II se había encaminado hacia Petrogrado para
      reunirse con su familia, a pesar de los consejos del alto mando
      militar. Pero a causa de varios sabotajes sólo logró llegar hasta
      Pskov. Allí recibió telegramas del general Mijaíl Alexéyev,
      que le comunicaban que había consultado a los principales mandos
      del ejército y éstos se mostraban favorables a que abdicara en su
      hijo, el zarévich Alejo, de trece años, bajo la regencia de su
      hermano, el gran duque Miguel Románov. Nicolás II se
      resignó a aceptar la sugerencia. El 15 de
        marzo recibió a dos representantes del comité provisional
      y les anunció su abdicación, si bien no en los términos que habían
      sido previamente planteados, pues los médicos le habían informado
      que, dado el mal estado de salud crónico del zarévich, no era
      previsible que viviera más de seis años, así que Nicolás II abdicó
      directamente en su hermano Miguel. Los delegados del comité no
      sabían si eso era legal, pero ante la urgencia de la situación
      aceptaron la decisión. Ese mismo día se formó un Gobierno
        Provisional Ruso con Georgi Lvov como primer
      ministro. Kérenski aceptó el puesto de ministro de justicia.
    
El 16 de marzo el gran duque Miguel
      anunció que sólo aceptaría la sucesión en el caso de que una nueva
      constitución monárquica fuera aprobada democráticamente. Al mismo
      tiempo instaba al pueblo ruso a acatar las resoluciones del
      Gobierno Provisional. La idea de que el gran duque se convirtiera
      en el nuevo zar había suscitado la protesta popular, pero su
      renuncia zanjó el asunto.
    
El Soviet de Petrogrado seguía ganando poder político. El
      17 de marzo contaba ya con 3.000
      delegados, 2.000 de los cuales eran soldados, pero estaba
      controlado por los 29 miembros del comité ejecutivo, de mayoría
      menchevique.
    
Mientras tanto en Kiev se constituía la Rada Central
        Ucraniana, bajo la presidencia de Mijáilo Jruchevsky,
      una asociación en la que participan políticos, militares,
      trabajadores, clérigos, estudiantes y diversas organizaciones
      culturales.
    
Aristide Briand fue sustituido como primer ministro francés por
      Alexandre Ribot.
    
El 19 de marzo el general Maude
      capturó Faluya a los otomanos, al oeste de Bagdad.
    
Durante el mes de marzo cinco barcos mercantes estadounidenses
      habían sido hundidos por submarinos alemanes. La indignación en
      los Estados Unidos no podía ser mayor, y a la cabeza de los que
      clamaban por la guerra estaba Roosevelt, que, en referencia a
      Wilson, dijo: Si no declara la guerra, yo mismo lo
        despellejaré vivo. El 20 de marzo
      Wilson reunió a su gabinete y el voto a favor de la guerra fue
      unánime.
    
El 22 de marzo Nicolás II pudo
      reunirse finalmente con su familia en el palacio de Tsárskoye
      Seló. Ese día los Estados Unidos fueron el primer país en
      reconocer la nueva república rusa, convencidos de que el país
      había pasado de un régimen absolutista a convertirse en una
      república democrática similar a los propios Estados Unidos.
    
El ejército británico en el Sinaí había penetrado ya en Palestina
      y el 26 de marzo atacaba la fortaleza
      de Gaza, como primer paso para capturar Jerusalén. Sin
      embargo, tuvieron que retirarse ante la defensa otomana. Pese a
      ello, los oficiales británicos presentaron la operación como un
      éxito, pues en efecto el frente había avanzado considerablemente.
    
El 27 de marzo Puccini estrenó en
      Montecarlo su ópera La golondrina, que no tuvo muy buenas
      críticas. Hubo quien la llamó "La traviata de los pobres",
      o "mal Lehàr". 
    
El 1 de abril se produjo el traspaso
      de soberanía de las Indias Occidentales Danesas, que pasaron a
      llamarse Islas Vírgenes Estadounidenses. El 2 de abril, una vez que Alemania ya no tenía
      la posibilidad de usarlas como base naval contra los Estados
      Unidos, Wilson se dirigió al Congreso para explicar que la actitud
      alemana había vuelto insostenible su política de neutralidad
      armada, y solicitó el permiso para declarar la guerra a Alemania.
      El 4 de abril el Congreso
      estadounidense aprobó la declaración de guerra y el 6 de abril, con la firma de Wilson, se hizo
      oficial. Wilson nombró comandante en jefe del ejército
      estadounidense al general Pershing.
    
Los británicos habían estado preparando cuidadosamente una nueva
      ofensiva en Francia. El objetivo eran los alrededores de Arras,
      y durante los meses anteriores se había procedido a excavar
      túneles que comunicaban distintos puntos del frente y que
      avanzaban hasta escasos metros de las líneas alemanas, listos para
      ser abiertos mediante explosivos en el momento oportuno.
      Finalmente, tras una semana de intenso bombardeo, el 9 de abril se inició el ataque.
    
El 10 de abril se produjo una nueva
      explosión en una fábrica de municiones estadounidense en
      Pennsylvania. Murieron 133 personas.
    
Mohandas Ghandi había logrado un gran ascendiente sobre sus
      compatriotas indios. Cada vez eran más los que se referían a él
      como Mahatma Gandhi, donde el título "Mahatma"
      significa "venerable". Ese día llegó a Champaran, con un
      equipo de abogados indios para ocuparse de una crisis que había
      estallado el año anterior. Allí decenas de miles de campesinos
      eran obligados a cultivar añil, la planta de la que se
      extrae el tinte del mismo nombre, en las posesiones de los grandes
      terratenientes británicos, cuando en la región se necesitaban
      plantaciones de alimentos. En medio de una hambruna, los
      gobernantes británicos elevaron los impuestos, y ello había
      provocado una revuelta. Uno de los campesinos había pedido a
      Ghandi que acudiera al lugar, y en cuanto tomó conocimiento de la
      situación, Ghandi elaboró una estrategia insólita en ese tipo de
      conflictos: fue conocida como Satyagraha, y consistía en
      la desobediencia civil masiva, sin violencia. Ghandi insistió en
      que ninguno de los rebeldes debía alentar a la independencia
      política, pues no había que enfocar el conflicto como un problema
      político, sino como una revuelta contra una tiranía abyecta en
      medio de una grave crisis de supervivencia. Ghandi aceptó la ayuda
      de otras partes de la India, pero insistió en que ninguna debía
      rebelarse contra el gobierno británico ni realizar ningún acto más
      allá de proclamar resoluciones de apoyo. Esto impediría que los
      británicos pudieran acusar a los rebeldes de traición.
    
Al mismo tiempo que los campesinos se negaban a seguir trabajando
      las tierras de los británicos, Ghandi organizó voluntarios que
      recababan relatos sobre las atrocidades cometidas por las
      autoridades y las deplorables condiciones de vida de los
      campesinos. Sus seguidores limpiaban las calles, construían
      escuelas y hospitales, 
    
El ataque aliado en Arras fue especialmente exitoso en Vimy,
      al norte, donde unos 170.000 británicos, mayoritariamente
      canadienses, lucharon contra unos 40.000 alemanes y el 12 de abril se hacían con la victoria. Unos
      4.000 alemanes fueron hechos prisioneros.
    
Las regiones de Estonia y el norte de Livonia (poblado
      mayoritariamente por estonios) se unificaron en una Provincia
        Autónoma de Estonia, con el consentimiento del gobierno
      Ruso, que eligió como gobernador provisional a Jaan Poska.
      
    
El 13 de abril llegó a Petrogrado
      Georgi Plejánov, donde fue aclamado por una multitud. Tenía ya 61
      años y estaba enfermo, pero no quiso perderse lo que consideraba
      que iba a ser el triunfo de la revolución socialista que siempre
      había estado esperando.
    
El 14 de abril murió en Varsivoa el
      doctor Zamenhof, padre del esperanto.
    
El 15 de abril los alemanes rompieron
      el frente británico en Lagnicourt, que estaba defendido
      por varias divisiones australianas, pero sucesivos contraataques
      lograron restaurar las posiciones iniciales.
    
Mientras los británicos combatían en el frente de Arras, el 16 de abril los franceses iniciaron una gran
      ofensiva paralela entre Soissons y Reims, conocida como la ofensiva
        Nivelle, por el general Robert Nivelle, que desde
      finales del año anterior era el comandante en jefe del ejército
      francés. Los franceses contaban con unos 850.000 hombres, que se
      enfrentaron a unos 682.000 alemanes.
    
La policía entregó a Ghandi una nota en la que se le ordenaba
      abandonar Champaran en el próximo tren, acusado de "causar
      disturbios". Ghandi contestó con un escrito en el que afirmaba que
      no abandonaría Champaran y que en su lugar aceptaría las penas que
      conllevara su desobediencia.
    
En Alemania se declaró una huelga masiva de los trabajadores de
      Berlín y otras ciudades industriales. Participaron unos 200.000
      obreros, influidos en gran parte por las noticias que llegaban
      sobre Rusia. No obstante, eran protestas mal organizadas y el
      gobierno no tuvo dificultad en sofocarlas.
    
Ese día Lenin llegó a Petrogrado tras un largo viaje desde Suiza
      facilitado por las autoridades alemanas, que sabían que era
      partidario de sacar a Rusia de la guerra. El 17
        de abril pronunció un discurso en una reunión de
      bolcheviques en el que expuso sus llamadas tesis de abril,
      que determinaban la dirección que debía seguir el partido
      socialista a su juicio. Lenin explicaba que había tenido lugar la
      primera etapa de la revolución, que había arrebatado el
      poder a la aristocracia para dárselo a la burguesía, pero que era
      necesario pasar a la segunda etapa, en la que el poder
      pasara al proletariado y a los campesinos pobres. Instaba a no dar
      apoyo alguno al gobierno provisional, al que tachaba de
      capitalista. Afirmaba que caer en un gobierno democrático sería un
      retroceso, y que en su lugar había que crear una República de
        los Sóviets, es decir, no dirigida por un parlamento, sino
      por una jerarquía de Soviets estructurados a distintos
      niveles, cada cual con representantes elegidos por el nivel
      inferior. Lenin urgía a realizar una reforma agraria, por la que
      todas las tierras serían confiscadas, nacionalizadas y explotadas
      bajo el control de los sóviets. Todos los bancos del país
      debían ser fundidos en un único banco nacional bajo el control de
      los sóviets. Por lo demás, había que poner fin a la guerra
      inmediatamente, cuyos fines eran imperialistas.
    
El 18 de abril Ghandi fue arrestado, y
      decenas de miles de indios se concentraron ante la cárcel en la
      que estaba recluido a la espera de juicio para exigir
      pacíficamente su liberación. En el juicio Ghandi explicó sus
      motivos para desobedecer las leyes voluntariamente junto con su
      disposición a acatar cualquier pena que se le impusiera. Esta
      actitud desconcertó al tribunal, que vaciló ante la posibilidad de
      encarcelarlo. Se le propuso liberarlo bajo fianza, pero Ghandi
      afirmó que no tenía quien pagara su fianza. Por la noche fue
      puesto en libertad y el gobernador retiró los cargos antes de que
      se dictara sentencia. Esto enfureció a los terratenientes
      británicos, que empezaron a difundir falsas acusaciones contra
      Ghandi. Las réplicas que éste envió a la prensa nunca fueron
      publicadas.
    
Franceses y británicos iniciaron un ataque conjunto contra Gaza,
      con tanques y bombas de gas. Tras un exitoso avance, el 19 de abril se inició un bombardeo contra la
      fortaleza. Sin embargo, después de haber tomado varias trincheras,
      cuando llegaron a estar en situación de lanzar un ataque
      definitivo, las fuerzas aliadas estaban demasiado agotadas para
      ello a causa de la fiera defensa otomana. Los contraataques no
      habían dejado ningún punto del frente susceptible de ser forzado
      con facilidad, así que la batalla terminó en un segundo fracaso.
      El frente palestino se estancó durante unos meses.
    
Aunque España era neutral, el presidente del consejo de
      ministros, el conde de Romanones, adoptaba una política claramente
      proaliada, y sufrió los ataques de la prensa conservadora, que era
      proalemana. Finalmente presentó su dimisión y fue sustituido por
      Manuel García Prieto.
    
El 20 de abril las tesis de abril
      de Lenin  fueron publicadas en el Pravda. 
    
El 22 de abril los británicos atacaron
      las posiciones búlgaras junto al lago Doiran, en
      Macedonia. Durante los cuatro primeros días, su artillería disparó
      unas 100.000 bombas sobre las posiciones enemigas.
    
El 23 de abril el general Maude tomó Samarra,
      donde se encontraba una estación ferroviaria de gran importancia
      estratégica para la defensa de Bagdad. La operación le costó
      18.000 bajas, sin contar las causadas por enfermedades diversas.
    
Ese día se estrenó El carnicero, un cortometraje de Fatty
      Arbuckle en el que intervino por primera vez un joven de 25 años
      llamado Joseph Frank Keaton, aunque tenía desde pequeño el
      sobrenombre de Buster Keaton. Desde los tres años había
      participado en comedias de vaudeville con sus padres, y en
      varias ocasiones algunos espectadores presentaron denuncias porque
      el niño recibía golpes, sufría caídas, era arrojado por sus
      padres, etc., pero Buster siempre mostraba a la policía que no
      tenía ninguna clase de herida o lesión. Sabía cómo caer o recibir
      impactos sin hacerse daño. Pronto se ganó la fama de ser "El
        niño al que no se le puede hacer daño", y de adulto confirmó
      que jamás había recibido daño alguno de sus padres, y que todas
      sus caídas y golpes eran pura técnica. De hecho, afirmó que se
      divertía tanto en el escenario que al principio se le escapaban
      risas cuando su padre lo golpeaba o lo arrojaba al suelo, pero que
      al ver que sus risas en esos contextos desvirtuaban la escena y el
      público se reía menos, se acostumbró a poner cara seria bajo
      cualquier circunstancia, y eso sí que resultaba gracioso.
      Últimamente su padre había caído en el alcoholismo y el negocio
      familiar como actores de teatro se había venido abajo, y por ello
      Buster se decidió a entrar en el mundo del cine. Al poco de
      iniciar su colaboración con Rosco Arbuckle se convirtió en su
      segundo director. Ese año coprotagonizaría también "Fatty en
        su casa", "Su noche de bodas" y "Coney Island".
      
    
La noche del 24 de abril la infantería
      británica inició su avance en el frente del lago Doiran, pero los
      búlgaros la rechazaron.
    
Tras un largo año al frente del gobierno portugués, el 25 de abril António José de Almeida fue
      sucedido nuevamente por Alfonso Augusto da Costa.
    
El 27 de abril los británicos habían
      vuelto a sus posiciones iniciales antes de iniciar el ataque en el
      lago Doiran, y los búlgaros se apresuraban a reconstruir sus
      defensas.
    
El 28 de abril los británicos
      obtuvieron una victoria en Arleux que permitió consolidar
      las posiciones tomadas por los canadienses en Vimy. No obstante,
      esto se logró a costa de muchas bajas y no fue considerado un
      éxito.
    
El 30 de abril Mascagni estrenó en
      Roma su opereta Lodoletta. 
    
El 1 de mayo Venustiano Carranza fue
      reconocido como presidente de México según una nueva constitución
      aprobada un mes antes, en la que se incorporaban tenuemente
      algunos de los objetivos de la revolución que había derrocado a
      Victoriano Huerta. Emiliano Zapata seguía resistiendo al gobierno,
      y en una contraofensiva recuperó ese año Jonacatepec,
        Yautepec, Cuautla, Miahuatlán, Tecala y Cuernavaca. 
    
El número de barcos hundidos por los submarinos alemanes en su
      bloqueo a Gran Bretaña había ido ascendiendo vertiginosamente
      desde febrero hasta alcanzar el máximo en el mes de abril, pero a
      partir de ahí los británicos empezaron a emplear la técnica de
      organizar convoyes integrados por un gran número de barcos
      mercantes escoltados. Así, aunque se acercaran los submarinos
      alemanes, a lo sumo eran capaces de hundir unos pocos barcos del
      convoy, y los daños globales eran mucho menores que si los barcos
      navegaban independientemente. Esta técnica hizo el bloqueo alemán
      mucho menos efectiva. La actividad de los submarinos
      austro-húngaros en el Mediterráneo también estaba siendo intensa,
      pero se vio limitada en parte con la llegada de 14 destructores
      japoneses, que empezaron a patrullar el Mediterráneo desde su base
      en Malta.
    
Tras haber reforzado el área alrededor de Arleux, el 3 de mayo los británicos iniciaron dos
      ataques simultáneos, uno dirigido contra el Wotanstellung,
      una de las principales fortificaciones alemanas, al mismo tiempo
      que los australianos atacaban en Bullecourt. El primer
      objetivo no pudo lograrse, y el ataque fue suspendido al día
      siguiente con muchas bajas. En cambio, el ataque en Bullecourt se
      prolongaría durante dos semanas.
    
Alekandr Kérenski cambió el puesto de ministro de justicia ruso
      por el de ministro de guerra, y el 4 de mayo
      sustituyó al general Alexéyev por Alekséi Brusílov como comandante
      en jefe del ejército ruso, a la vez que lo instaba a desarrollar
      una gran ofensiva que devolviera a los rusos la confianza en el
      gobierno, a la vez que cumpliera los acuerdos establecidos con los
      aliados. La mayor parte de las fuerzas políticas rusas respaldaban
      el proyecto, incluidos los mencheviques. Sólo los bolcheviques se
      oponían abiertamente a la guerra.
    
El 5 de mayo un ejército conjunto de
      franceses italianos y rusos inició un nuevo intento de romper el
      frente búlgaro en Macedonia, esta vez junto al rio Crna.
      La batalla se abrió con un intenso bombardeo que duró cuatro días.
    
El 7 de mayo se inauguró un congreso
      del partido socialista ruso en el que Lenin instó a que se
      preparase una nueva revolución sin ninguna vinculación con
      partidos no socialistas que permitiera aplicar las reformas
      previstas en sus tesis de abril. 
    
El 8 de mayo los británicos iniciaron
      una nueva carga de artillería en el lago Doiran e inmediatamente
      lanzaron a la infantería, pero cuatro ataques sucesivos fueron
      repelidos por los búlgaros. Los británicos desistieron de intentar
      nuevos ataques por el momento.
    
La ofensiva Nivelle no estaba dando los resultados previstos.
      Nivelle esperaba una victoria decisiva, pero el 9 de mayo el frente francés apenas había
      avanzado unos 7 kilómetros a costa de enormes bajas de magnitud
      similar a las sufridas por los alemanes, nada que pudiera
      considerarse decisivo.
    
Mientras tanto, tras un nuevo bombardeo, la infantería aliada
      inició su avance en frente del río Crna. Sólo los rusos lograron
      algún éxito momentáneo, pero al final del día los búlgaros habían
      recuperado sus posiciones iniciales.
    
El 10 de mayo Luigi Cadorna intentó
      por décima vez derrotar a los austro-húngaros en el río Isonzo.
    
El 13 de mayo unos niños pastores
      analfabetos que vivían en el pueblo portugués de Fátima
      anunciaron que habían visto en una encina a una mujer "más
      brillante que el Sol" que, naturalmente, no podía ser sino la
      Virgen María. Los niños eran Lucía dos Santos, de
      diez años, y sus primos Jacinta y Francisco Marto,
      de seis y nueve años. Todo apunta a que las visiones partían de
      Lucía, porque su primo sólo admitía ver a la Virgen, pero que no
      la oía (que era una buena forma de no tene que responder a
      preguntas sobre lo que decía) y Jacinta sí que afirmaba verla y
      oírla, pero era demasiado pequeña como para que toda contradicción
      pudiera atribuirse a su corta edad. La Virgen les instó a la
      oración y a acudir al mismo lugar cada més. Los padres de Lucía se
      mostraron escépticos, pero los de sus primos creyeron la historia.
    
El 14 de mayo una flota austro-húngara
      y alemana se lanzó contra la flota aliada (británica, francesa e
      italiana) que custodiaba el estrecho de Otranto, que comunica el
      mar Adriático con el Mediterráneo. Finalmente, ante la llegada de
      refuerzos enemigos, la flota aliada se retiró.
    
El 15 de mayo el servio Kosta Pećanac
      penetró en Bulgaria e incendió la ciudad de Bosilegrad.
      Después desapareció durante un tiempo, para reaparecer más tarde y
      volver a desaparecer. Poco a poco, los búlgaros acabaron con los
      pocos insurgentes servios que quedaban.
    
Philippe Pétain sustityó al general Nivelle como comandante en
      jefe del ejército francés.
    
El 17 de mayo los británicos habían
      expulsado a los alemanes de Bullecourt, lo que puso fin a la
      campaña de Arras. Globalmente era una victoria táctica, pero no
      condujo a ninguna ventaja significativa a largo plazo, y el coste
      en vidas humanas había sido elevado.
    
El 23 de mayo el presidente Li
      Yuanhong forzó la dimisión de Duan al descubrirse unos préstamos
      que había recibido en secreto de Japón. Duan huyó de la capital y
      varios militares abandonaron el gobierno en solidaridad.
    
Ese día murió en su exilio argelino la derrocada reina Ranavalona
      III de Madagascar. 
    
El 26 de mayo terminó la batalla de
      Monastir, en la que los búlgaros lograron recuperar todas las
      posiciones que los franceses habían tomado en la primera fase de
      la campaña. Los franceses mantuvieron el control sobre Monastir,
      pero la ciudad había recibido más de 20.000 bombas que habían
      destruido la mitad de su superficie. 
    
El 30 de mayo León Trotski llegó a
      Petrogrado, donde fue aclamado por una multitud. Pronto ingresó en
      el Sóviet de Petrogrado.
    
 El emperador Carlos I de Austria y Hungría reabrió
      el parlamento, que no se reunía desde antes de la muerte de
      Francisco José I, y se encontró con la Declaración de Mayo,
      una proclama de los diputados eslavos que reclamaban una nueva
      unidad territorial dentro del imperio formada por los territorios
      de habla eslava, que estaría en pie de igualdad con Austria y
      Hungría. Al mismo tiempo, políticos eslavos exiliados estaban
      formando un comité yugoslavo, que trataba de convencer a
      las potencias aliadas de que, en caso de ganar la guerra (o de un
      fin negociado) permitieran la formación de un Estado eslavo (al
      que llamaban Yugoslavia, derivado de jug, que
      significa sur). La propuesta en principio mal acogida, por el
      Imperio Austro-Húngaro, y los aliados se mostraban indecisos.
      Entre ellos sólo Italia estaba radicalmente en contra, pues le
      habían prometido territorios en la costa de Dalmacia, y no le
      gustaba la idea de un Estado eslavo fuerte que a la larga podría
      reinvindicar dichos territorios.
El emperador Carlos I de Austria y Hungría reabrió
      el parlamento, que no se reunía desde antes de la muerte de
      Francisco José I, y se encontró con la Declaración de Mayo,
      una proclama de los diputados eslavos que reclamaban una nueva
      unidad territorial dentro del imperio formada por los territorios
      de habla eslava, que estaría en pie de igualdad con Austria y
      Hungría. Al mismo tiempo, políticos eslavos exiliados estaban
      formando un comité yugoslavo, que trataba de convencer a
      las potencias aliadas de que, en caso de ganar la guerra (o de un
      fin negociado) permitieran la formación de un Estado eslavo (al
      que llamaban Yugoslavia, derivado de jug, que
      significa sur). La propuesta en principio mal acogida, por el
      Imperio Austro-Húngaro, y los aliados se mostraban indecisos.
      Entre ellos sólo Italia estaba radicalmente en contra, pues le
      habían prometido territorios en la costa de Dalmacia, y no le
      gustaba la idea de un Estado eslavo fuerte que a la larga podría
      reinvindicar dichos territorios.
    
El 3 de junio se reunieron en Leeds
      (en Gran Bretaña) alrededor de un millar de socialistas opuestos a
      la guerra, que expresaron su apoyo a los revolucionarios rusos e
      instaron a que una revolución similar se produjera en Gran
      Bretaña. La personalidad más destacada que intervino fue Bertrand
      Russell.
    
El 4 de junio se celebró la primera
      entrega de los premios Pulitzer, cuya organización había
      sido encargada en su testamento por Joseph Pulitzer a la
      Universidad de Columbia (en Nueva York). Se concedieron en las
      categorías de Artículo editorial, Reportaje, Biografía e Historia,
      aunque estas categorías han ido variando (y multiplicándose) con
      el tiempo.
    
El 7 de junio los británicos iniciaron
      una nueva ofensiva en Messines, en Bélgica. 
    
El 8 de junio Cadorna dio por
      concluido su ataque. Había logrado un pequeño avance, a costa de
      150.000 bajas sobre un total de 400.000 hombres. De ellas, 35.000
      fueron muertos, frente a 17.000 del bando austro-húngaro.
    
El 10 de junio el general Luigi
      Cadorna debió de sorprender por completo a los austro-húngaros al
      atacar sus posiciones en un lugar alejado del río Isonzo. Esta vez
      atacaba el monte Ortigara, en el Trentino. 
    
El 11 de junio los alemanes dispararon
      por primera vez bombas de gas venenoso en Messines (hasta entonces
      sólo habían generado nubes de gas abriendo bidones y esperando a
      que el viento las empujara hacia las líneas enemigas).
    
Como todo intento de conciliación entre el rey Constantino I de
      Grecia y el gobierno que Venizélos había organizado en Salónica
      era definitivamente imposible, el Alto Comisario de los aliados en
      Atenas pidió al gobierno la renuncia del rey y de su heredero
      Jorge. Ese mismo día su segundo hijo Alejandro I, de 23
      años, fue reconocido como rey de Grecia, pero Constantino I no
      había abdicado, e incluso había explicado a su hijo que, aunque
      iba a ocupar el trono, no era el auténtico rey de Grecia. 
    
El año anterior habían cobrado auge en España unas "Juntas de
      Defensa" que agrupaban a militares que reclamaban distintas
      reivindicaciones sobre salarios, política de ascensos, etc. El
      gobierno de García Prieto había tratado de prohibirlas, pero éstas
      habían aumentado su presión y habían apelado al rey Alfonso XIII.
      Éste, que no deseaba perder su prestigio ante los militares, se
      puso de su parte y finalmente destituyó a García Prieto y puso en
      su lugar al conservador Eduardo Dato. Como los liberales tenían la
      mayoría en el Parlamento, Dato cerró las Cortes, suspendió las
      garantías constitucionales y censuró la prensa, al tiempo que
      legalizaba las Juntas de Defensa.
    
El 12 de junio Constantino I salió a
      escondidas de su palacio con su familia y embarcó hacia su exilio
      en Suiza.
    
El presidente chino, Li Yuanhong, había tratado de reforzar su
      posición frente a Duan Qirui y otros militares solicitando el
      apoyo del general Zhang Xun, pero éste, inesperadamente,
      entró en Pekin con su ejército el 14 de junio
      y anunció su intención de restaurar la monarquía Qing.
    
Ese día los alemanes se retiraron de Messines.
    
El gobierno estadounidense había aprobado una ley que obligaba a
      todos los hombres entre 21 y 30 años a registrarse para su posible
      alistamiento. Algunos grupos se opusieron a esta ley, entre ellos
      la Liga contra el alistamiento, fundada en Nueva York por
      el anarquista Alexander Berkman, que declaraba: "Nos oponemos
        al alistamiento porque somos internacionalistas,
        antimilitaristas y nos oponemos a todas las guerras financiadas
        por gobiernos capitalistas". Al principio, la liga actuó
      organizando concentraciones públicas, pero, ante la actuación
      policial que las saboteaba, cambió de estrategia y se centró en la
      distribución de panfletos propagandísticos. Finalmente el 15 de junio Berkman fue arrestado y puesto
      en libertad bajo fianza hasta el juicio. En éste se defendió a sí
      mismo apelando a la quinta enmienda:
    
¿Vais a proclamar ante el mundo que vosotros, que lleváis la libertad y la democracia a Europa, no tenéis libertad aquí, que vosotros que lucháis por la democracia en Alemania la suprimís aquí mismo, en Nueva York, en los Estados Unidos? ¿Vais a suprimir la libertad de expresión y la libertad en general en este país y todavía sostenéis que amáis tanto la libertad que estáis dispuestos a luchar por ella a cinco mil millas de distancia?
Fue condenado a la máxima pena: dos años de prisión, una multa de
      10.000 dólares y la posibilidad de ser deportado tras su salida de
      la cárcel.
    
El 19 de junio la Cámara de los
      Comunes británica reconoció el derecho de voto a las mujeres
      mayores de 30 años.
    
Lenin temía que la inminente ofensiva Kérenski podría
      cumplir su objetivo de reforzar al gobierno provisional, así que
      propuso organizar una manifestación armada en contra del gobierno.
      El congreso del partido bolchevique aprobó la difusión de una
      proclama a favor de la manifestación redactada por Iósif
        Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Stalin
      (de acero), que se había convertido en la mano derecha de Lenin.
      Durante esos días se estaba celebrando el Primer Congreso
        de los Sóviets de todas las Rusias, y el 21
        de junio había aprobado por amplia mayoría apoyar al
      gobierno de Lvov frente a los ataques bolcheviques. El Soviet
      de Petrogrado envió delegados a las fábricas y cuarteles para
      explicar la oposición del Soviet a la manifestación y
      contrarrestar la proclama bolchevique. La delegación bolchevique
      en el Congreso de los Sóviets informó a Lenin de la situación y,
      ante el temor de que los bolcheviques fueran expulsados del
      congreso y quedaran aislados políticamente, le sugirieron anular
      la convocatoria. Lenin dudó, y finalmente se enviaron delegados
      para comunicar la suspensión de la manifestación.
    
En Ucrania se celebró el Primer Congreso Militar Panucraniano,
      que el 23 de junio declaró la autonomía
      de la República Popular Ucraniana dentro de la República
      Rusa. Se creó una Secretaría General que fue reconocida
      por Kérenski como delegación en Ucrania del gobierno provisional
      ruso. La Rada Central Ucraniana pasó a desempeñar las funciones de
      un parlamento.
    
A pesar de que los bolcheviques habían anulado la manifestación
      armada que pretendían convocar pese a la oposición de los sóviets,
      en el Congreso de los Sóviets se planteó la necesidad de desarmar
      a los bolcheviques, pero la propuesta fue rechazada. El 25 de junio se aprobó una moción más
      moderada de prohibir manifestaciones futuras que no contaran con
      el respaldo del Soviet. Como muestra de conciliación con
      los bolcheviques, se aprobó también la convocatoria de una
      manifestación pacífica y desarmada.
    
Ese día llegaron a Francia las primeras tropas estadounidenses.
      Los mandos aliados querían usar las tropas estadounidenses como
      tropas de refuerzo, repartiéndolas entre distintas unidades, pero
      Pershing se negó rotundamente a ello, e insistió en que formarían
      sus propias unidades (básicamente porque sólo así podrían
      atribuirse el mérito en caso de victoria). Pero comprendió que sus
      hombres carecían de la experiencia que los franceses y británicos
      habían adquirido en más de dos años de combate, así que durante
      los primeros meses sólo fueron empleados en labores auxiliares,
      mientras eran entrenados sobre el terreno para la lucha en el
      frente. No obstante, la flota estadounidense estaba realizando
      labores cruciales de escolta a barcos de aprovisionamiento que
      anularon definitivamente la efectividad de los planes alemanes de
      bloqueo contra Gran Bretaña.
    
Mientras tanto los italianos lograban el control del monte
      Ortigara.
    
Tras la ocupación de Servia por parte de los austro-húngaros se
      habían iniciado nuevas diligencias sobre el atentado de Sarajevo.
      En última instancia, el plan de asesinar al archiduque Francisco
      Fernando había surgido del ahora coronel Dragutin
        Dimitrijević, conocido con el sobrenombre de Apis.
      Había ascendido al primer plano con el golpe de Estado que culminó
      con el asesinato del rey Alejandro I, catorce años atrás, y ahora
      era considerado una amenaza para su nieto y para los generales que
      lo apoyaban. Por ello, el gobierno servio cooperó con los
      austro-húngaros y, como no había pruebas disponibles, Dimitrijević
      y otros militares próximos a él fueron acusados de un ficticio
      intento de atentado contra el regente y condenados a muerte. El 26 de junio fueron fusilados. 
    
El rey Alejandro I de Grecia, que era un mero títere de los
      aliados, llamó a Eléftherios Venizélos y el 27
        de junio lo nombró primer ministro, de modo que su
      gobierno de Salónica se trasladó a Atenas. Así Alejandro I dejó de
      ser un títere de los aliados para convertirse en el títere de
      Venizélos. En principio no quiso asumir este papel, pero Venizélos
      lo amenazó con destituirlo y nombrar un consejo de regencia en
      nombre de su hermano Pablo, menor de edad. No obstante,
      los representantes de los aliados lograron calmarlo y Alejandro I
      conservó la corona.
    
El 29 de junio se inició la ofensiva
        Kérenski con un intensísimo bombardeo en el frente de
      Galitzia. Kérenski pasó el día arengando a las distintas unidades
      del ejército.
    
El 30 de junio Grecia declaró la
      guerra a las Potencias Centrales.
    
El 1 de julio se inició el avance de
      la infantería rusa en Galitzia.
    
Ese mismo día tuvo lugar la manifestación pacífica convocada por
      el Soviet de Petrogrado, en la que participaron unas
      400.000 personas, pero el Sóviet la había convocado en apoyo a la
      política del gobierno, mientras que los manifestantes llevaban
      pancartas con consignas bolcheviques de oposición a la guerra y al
      gobierno. En los días siguientes se convocaron manifestaciones
      similares en otras ciudades rusas.
    
En China, el general Zhang Xun anunció que el emperador Xuantong,
      que tenía entonces once años, volvía a ocupar el trono e instó al
      presidente Li Huanhong a que dimitiera y reconociera el
      nombramiento.
    
El Estado de Dakota del Sur prohibió las bebidas alcohólicas. Dos
      meses antes había hecho lo mismo el Estado de Nebraska.
    
El 2 de julio los rusos habían roto
      las líneas austro-húngaras y avanzaban en un frente de 60 km.
      Hicieron más de 18.000 prisioneros y tomaron varias
      fortificaciones.
    
El 3 de julio Li Huanhong huyó y se
      refugió en la embajada francesa, y luego en la japonesa. Antes
      había emitido un decreto por el que el vicepresidente Feng
        Guozhang se convertía en presidente en funciones, y además
      restableció a Duan Qirui como primer ministro. Ambos eran
      generales poderosos y Li esperaba que esta legitimación los
      llevara a combatir a Zhang Xun. El 5 de julio
      Duan se apoderaba de una estación ferroviaria a 40 km de la
      capital china. En los días siguientes diversos ejércitos
      republicanos fueron rodeando Pekín.
    
Diversas fuerzas políticas estaban presionando al gobierno
      español de Eduardo Dato para que restableciera el sistema
      democrático. De hecho, las reivindicaciones iban más allá, pues
      pedían reformas sustanciales del sistema político español (en el
      que liberales y conservadores seguían alternando en el poder de
      forma pactada). Entre estas fuerzas estaban los republicanos,
      dirigidos por Alejandro Lerroux, los reformistas,
      dirigidos por Melquiades Álvarez y los socialistas de
      Pablo Iglesias y Francisco Largo Caballero. Sin embargo,
      la iniciativa la tomó un nacionalista catalán, Francesc Cambó,
      que reunió en el Ayuntamiento de Barcelona a todos los diputados y
      senadores catalanes (aunque los 13 monárquicos no tardaron en
      abandonar la reunión) y declararon que Cataluña quería convertirse
      en una región autónoma dentro de España, reclamaron la apertura de
      las Cortes en calidad de asamblea constituyente para diseñar una
      constitución federal, y en caso de que el gobierno no aceptara sus
      reivindicaciones, invitaban a todos los parlamentarios españoles a
      reunirse en Barcelona.
    
Lawrence de Arabia había reunido un ejército formado por los
      beduinos de Auda Abu Tayi y algunos hombres cedidos por el
      emir Faiyal ibn Hussein (dirigidos por su primo Sherif Nasir)
      y el 6 de julio atacaron Aqaba,
      el último puerto que los otomanos controlaban en el mar Rojo, y se
      apoderaron de él.
    
El ejército ruso seguía avanzando, pero por aquel entonces
      empezaron los problemas. En algunas unidades los soldados
      discutían las órdenes y se negaban a prolongar el ataque. Otras
      unidades fueron más disciplinadas, y así el general Lavr
        Kornilov inició un ataque que el 8 de
        julio logró romper las líneas enemigas y capturar más de
      7.000 prisioneros. El 10 de julio los
      rusos tomaron Galich y cruzaron el Dniéster. Pero al mismo
      tiempo las unidades que desacataban las órdenes crecían en número.
      Varios comandantes informaron de que sus soldados no eran fiables,
      y algunos indicaban que los suyos sólo participarían en
      operaciones defensivas.
    
Alemania se había convertido en una dictadura militar en la que
      Hindenburg y Ludendorff ejercían un poder sin restricciones.
      Considerando que el canciller Theobald von Bethmann-Hollweg no era
      "adecuado", sugirieron al Kaiser que lo destituyera, éste les
      preguntó a quién considerarían "adecuado" y los militares le
      propusieron a Georg Michaelis, un completo desconocido
      para el Kaiser y para casi todo el mundo, pero cuya "idoneidad"
      consistía en que podría cumplir a la perfección el papel de
      canciller-títere en manos de los militares. El 13
        de julio Michaelis se convirtió en el nuevo canciller, el
      primer primer ministro alemán en 400 años que no tenía un título
      nobiliario.
    
Los generales chinos republicanos iniciaron un ataque general
      contra las posiciones de los monárquicos que defendían Pekín. Poco
      después el general Zhang Xun huía y las fuerzas monárquicas se
      rendían.
    
La Virgen de Fátima seguía acudiendo regularmente a su cita con
      los jóvenes pastores el día 13 de cada mes. En esta ocasión les
      reveló tres secretos que no debían contar a nadie. Para entonces
      el número de crédulos estaba aumentando y en los meses siguientes
      los niños acudieron a sus citas con la Virgen acompañados cada vez
      de más curiosos, que nunca veían ni oían nada. Naturalmente, entre
      las peticiones de la Virgen no podía faltar que se construyera una
      capilla en el lugar, destinada a convertirse en el centro de un
      próspero negocio del turismo de peregrinación.
    
El 15 de julio se paralizó la ofensiva
        Kérenski por el colapso del ejército ruso.
    
La guarnición del ejército ruso en Petrogrado era considerada por el gobierno provisional como una amenaza, y hacía ya tiempo que corrían rumores de proyectos de enviar al frente a parte de ella. El 16 de julio algunas de sus unidades se amotinaron ante esta posibilidad, y aunque no lograron el apoyo de muchas más, sí que recibieron el respaldo de numerosos trabajadores, entre ellos los 30.000 de la fábrica Putílov. El Sóviet de Petrogrado estaba reunido cuando tuvo noticias de las revueltas. Stalin declaró que los bolcheviques no tenían nada que ver, cosa que a muchos les costó de creer. En realidad era así, y fueron las bases bolcheviques las que trataron de convencer al comité central de que apoyara la revuelta, para evitar que la situación política terminara escapando a su control. Muchos bolcheviques habían pasado el día tratando de disuadir a los rebeldes, cuando se enteraron de que varios regimientos se dirigían a la sede del partido para preguntar de qué lado estaban. Ante semejante pregunta por parte de una muchedumbre armada, las dudas de la dirección bolchevique se disiparon. Desde ese momento dirigieron la actuación de los rebeldes, y los condujeron a la sede del Soviet de Petrogrado. A medianoche la sede estaba rodeada por unos sesenta mil manifestantes, que exigían que los sóviets se hicieran cargo del gobierno del país. La situación era tensa: la muchedumbre quería que los sóviets se hicieran con el poder, pero los dirigentes de los sóviets apoyaban al gobierno.
Unos días antes Lenin se había marchado de vacaciones a Finlandia
      (a un pueblo que estaba a cuatro horas de tren de Petrogrado).
      Ante el estallido de la revuelta, el comité central del partido
      bolchevique solicitó urgentemente su regreso, y el 17 de julio estaba de vuelta en Petrogrado.
      Ese día pronunció un discurso entre cuya audiencia estuvieron unos
      20.000 marinos de la base naval de Kronstadt. Lenin se mostró
      partidario de que los sóviets asumieran el poder, pero consideró
      absurdo forzarlos a hacerlo. Apoyó las consignas de los
      manifestantes, pero pidió moderación. Afirmó que el momento de
      tomar el poder todavía no había llegado.
    
Los manifestantes se dirigieron de nuevo a la sede del Soviet
      de Petrogrado, que envió a Víctor Chernov, a la sazón
      ministro de agricultura, a dialogar con ellos. Chernov fue
      retenido por la multitud, y sólo pudo ser liberado gracias a la
      intervención de León Trotski. Los ministros liberales, ante las
      presiones que el gobierno estaba sufriendo por parte de la extrema
      izquierda, presentaron su dimisión.
    
Con el matrimonio de la reina Victoria I de Gran Bretaña con
      Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, su hijo Eduardo VII se convirtió
      en el primer monarca británico de esta familia, cuyo nombre era
      demasiado alemán para un momento en que el país estaba en guerra
      contra Alemania, así que el rey Jorge V decretó que su dinastía
      pasaba a denominarse Casa de Windsor, en alusión al
      palacio en que residían los reyes británicos. Otros nobles
      británicos de ascendencia alemana siguieron su ejemplo, como los
      Battenberg, que cambiaron su apellido a Mountbatten. El
      Kaiser Guillermo II ironizó sobre esto anunciando su intención de
      asistir a una representación de la obra de Shakespeare Las
        alegres comadres de Sajonia-Coburgo-Gotha. 
    
El 18 de julio la fuerza de las
      manifestaciones había descendido considerablemente, en parte por
      la frustración y desorientación al ver que los sóviets se
      negaban a asumir el poder, en parte porque habían llegado a la
      capital soldados leales al gobierno provisional, y en parte
      porque, viendo que la revolución se desinflaba, el partido
      bolchevique se puso a la cabeza de los oponentes a los
      revolucionarios con la misma rapidez con la que se había puesto a
      la cabeza de sus partidarios. A partir de ese momento los actos
      violentos los protagonizaban principalmente los partidarios del
      gobierno y no sus detractores.
    
El depuesto emperador Iyasu V de Etiopía seguía asediado en
      Maqdala, pero finalmente logró escaparse y se dirigió a Wollo,
      donde intentó provocar una revuelta de campesinos.
    
El 19 de julio los alemanes y
      austríacos empezaron a contraatacar al paralizado ejército ruso,
      en cuyo seno las insubordinaciones eran cada vez más frecuentes.
    
A pesar de las presiones de Eduardo Dato, Ese día se celebró en
      Barcelona la reunión de parlamentarios españoles convocada por
      Francesc Cambó, pero la asamblea fue disuelta por el gobernador
      civil de Barcelona y todos los participantes fueron detenidos por
      la policía, aunque fueron liberados en cuanto salieron del
      edificio.
    
El primer ministro ruso, Georgi Lvov, recibió un programa de reformas acordado por el Primer Congreso Nacional de los Sóviets, pero lo consideró demasiado radical y el 20 de julio presentó su dimisión. Fue sustituido por Aleksandr Kérenski.
Para entonces el ejército alemán-austro-húngaro había avanzado
      sobre Galitzia y Ucrania aplastando completamente las líneas
      rusas.
    
El Comité Yugoslavo firmó con el gobierno servio la Declaración
        de Corfú, por la que se se marcaban el objetivo de
      formar un Reino de los servios, croatas y eslovenos que
      integraría a Servia y los territorios eslavos del Imperio
      Austr-Húngaro, con forma de monarquía parlamentaria bajo la
      soberanía del príncipe regente Alejandro de Servia.
    
El gobierno había retomado el control de Petrogrado y ahora
      emprendía un proceso de represión contra los bolcheviques. Muchos
      de sus dirigentes fueron arrestados. Contra Lenin se emitió una
      orden de busca y captura, pero el 21 de julio
      éste pasó a la clandestinidad y se instaló en una aldea a 30 km de
      la capital.
    
Jósef Piłsudski desconfiaba cada vez más, y no sin motivo, de las
      intenciones del gobierno alemán sobre el nuevo estado polaco que,
      de momento, existía sólo sobre el papel. Además, cada vez estaba
      menos claro que Alemania fuera a ganar la guerra, y Piłsudski no
      quería comprometerse con los perdedores. Las tensiones entre las
      Legiones Polacas y el gobierno alemán fueron en aumento hasta que
      se exigió a los soldados polacos que juraran lealtad al Kaiser
      Guillermo II. Entonces Piłsudski se negó a hacerlo y parte de sus
      soldados siguió su ejemplo. El 22 de julio
      Piłsudski fue encarcelado y los soldados que se negaron a prestar
      juramento fueron degradados y enviados al frente italiano. Sin
      embargo, una parte logró evadir las represalias y pasó a la
      clandestinidad en forma de una organización llamada Organización
        Militar Polaca, que empezó a realizar operaciones contra las
      guarniciones y líneas de aprovisionamiento alemanas y
      austro-húngaras.
    
Mientras tanto el ejército rumano, apoyado por el ruso, inició
      una operación en Mărăști con la intención de rodear al
      ejército alemán.
    
El 23 de julio los rumanos iniciaron
      un ataque contra los austro-húngaros que debía respaldar el ataque
      ruso, pero que en la práctica sirvió únicamente para cubrir la
      retirada del ejército ruso, que ya había retrocedido 240 km en
      unos pocos días.
    
El alistamiento de estadounidenses para luchar en Europa había
      dejado muchos puestos de trabajo vacantes, y ello estaba
      estimulando la emigración de negros hacia el norte, en busca de
      mejores condiciones laborales que las que podían obtener en los
      Estados sureños. Así, las comunidades negras en Estados del Norte,
      como en Nueva York, se estaban incrementando sensiblemente. Si en
      principio en estos Estados no había un sentimiento racista
      acusado, el hecho de que los negros aparecieran como mano de obra
      barata, y que fueran usados a menudo para romper huelgas, terminó
      por extender hacia el Norte las concepciones racistas que
      imperaban en el Sur. Unos meses atrás había habido incidentes
      violentos en St. Louis, en Illinois, contra trabajadores negros, y
      el 28 de julio W.E.B. Du Bois organizó
      en Nueva York una marcha silenciosa de unos 9.000 negros
      que manifestaron pacíficamente sus reivindicaciones de derechos
      civiles. Du Bois había organizado un campo de entrenamiento para
      que voluntarios negros pudieran entrar en el ejército como
      oficiales, y naturalmente se encontró con muchas trabas.
    
Ante la falta de disciplina en el ejército ruso, Kérenski, con el
      respaldo del Sóviet de Petrogrado, restauró la pena de
      muerte (abolida tras la revolución), con lo cual sólo logró
      aumentar el número de deserciones. El 29 de
        julio el primer ministro se reunió con los altos mandos
      militares para evaluar la situación. 
    
El 31 de julio británicos, franceses y
      belgas iniciaron un nuevo ataque conjunto en el frente occidental,
      en Ypres. 
    
El 1 de agosto terminó la batalla de Mărăști con una clara victoria del ejército rumano, que había penetrado unos 20 km en las líneas alemanas. Entre rusos y rumanos tomaron unos 2700 prisioneros alemanes, 70 cañones y mucho material bélico. La prensa occidental celebró la noticia.
En Petrogrado, Kérenski sustituyó a Brusílov por el general Lavr
        Kornílov como jefe supremo del ejército ruso. Por otra
      parte, envió a Nicolás II y su familia a Tobolsk, en
      Siberia, para su propia protección. Kérenski le dijo: "Los
        sóviets desean mi cabeza, después vendrán por usted y su
        familia". El zar trató de negociar su exilio en Gran
      Bretaña. Durante mucho tiempo se dijo que a ello se opuso
      radicalmente el primer ministro, David Lloyd George, pero parece
      ser que en realidad no hacía sino seguir las instrucciones del rey
      Jorge V. Tanto él como su esposa, la reina María (hija de un duque
      alemán) estaban realizando un esfuerzo enorme por distanciarse de
      sus parientes alemanes, y esto incluía el adoptar una actitud
      radicalmente opuesta a los modos autoritarios y prepotentes de los
      emperadores. Por el contrario, los monarcas británicos procuraban
      estar en contacto con el pueblo, visitaban fábricas, minas y otros
      lugares donde podían ser informados de los problemas de las clases
      más humildes, la reina organizaba la recogida de ropa usada para
      los soldados del frente, y en general estaban logrando que la
      sociedad británica estuviera muy satisfecha con sus reyes. Acoger
      en Gran Bretaña al zar Nicolás II, cuya fama de déspota
      despreciable estaba bien asentada en los países aliados, podría
      arruinar esa imagen cuidadosamente labrada, y el rey no quiso
      correr riesgos. Al fin y al cabo, el zar se había ganado a pulso
      sus problemas.
    
El 6 de agosto los alemanes
      contraatacaron en el frente rumano iniciando la batalla de Mărășești.
      Unos 245.000 soldados alemanes se enfrentaron a unos 218.000 rusos
      y rumanos. 
    
El presidente chino Li Yuanhong no quiso permanecer en el cargo,
      y traspasó el poder al general Feng Guozhang. Este mantuvo como
      primer ministro a Duan Qirui.
    
El 10 de agosto los británicos
      continuaron la ofensiva en Ypres. Capturaron una cantidad
      considerable de terreno, aunque casi todo se perdió tras el
      contraataque alemán. No obstante, retuvieron Westhoek. 
    
El 11 de agosto los franceses
      iniciaron los bombardeos preliminares a una nueva ofensiva en
      Verdun. 
    
Como Eduardo Dato seguía sin aceptar las reivindicaciones de
      reforma política, el 13 de agosto se
      inició una huelga general en España de carácter indefinido, que el
      gobierno se dispuso a reprimir con violencia.
    
El 14 de agosto el primer ministro
      chino, Duan Qirui, declaró la guerra al Imperio Alemán y al
      Imperio Austro-Húngaro. Su intención era que China pudera librarse
      del pago de la parte de la indemnización correspondiente a los
      imperios centrales que venía abonando desde la guerra de los
      bóxers. 
    
El 15 de agosto, cuatro divisiones
      canadienses atacaron la colina 70, cerca de la ciudad de Lens.
      La infantería avanzó protegida por la artillería, que a su vez era
      dirigida por observaciones desde el aire. Los contraataques
      alemanes fueron infructuosos.
    
Ismael Montes fue sucedido como presidente de Bolivia por José
        Gutiérrez Guerra. 
    
El 16 de agosto el general Lavr
      Kornílov se presentó en Petrogrado para presentar al primer
      ministro Kérenski una propuesta de reformas que en principio
      estaban destinadas a restaurar la disciplina en el frente, pero
      que daban pie a ser extendidas hasta el punto de dejar a Rusia
      bajo una dictadura militar. Kérenski no se atrevió a informar de
      las propuestas de Kornílov a todo su gabinete, pues sabía que
      supondrían el fin de las buenas relaciones con los sóviets. Por
      otra parte, Kornílov tenía el apoyo de los conservadores, y
      Kérenski trataba de nadar entre dos aguas. Para ello encargó al
      comisario Maximilian Filonenko que redactara una versión
      más suave de las propuestas de Kornílov que pudiera presentar
      cómodamente al consejo de ministros.
    
Los canadienses continuaron su avance, pero los alemanes
      contraatacaron con una nueva arma química: el gas mostaza.
      Al mismo tiempo se iniciaba una gran ofensiva en Langemarck
      con ocho divisiones británicas y dos francesas. Se desarrolló
      hasta el 18 de agosto, con resultado
      exitoso en el norte, mientras que en el sur los contraataques
      alemanes obligaron a retroceder al punto de partida. Ese día los
      alemanes lograron romper brevemente las líneas canadienses en la colina
        70 mediante el uso de lanzallamas, pero finalmente fueron
      repelidos.
    
Mientras tanto Luigi Cadorna volvió a la ortodoxia e hizo que sus
      tropas cruzaran de nuevo el río Isonzo.
    
Para entonces el gobierno español había aplastado casi en su
      totalidad la huelga general convocada por los progresistas, con un
      balance de 71 muertos, unos 200 heridos y unos 2.000 detenidos.
      Los principales instigadores fueron juzgados y condenados a cadena
      perpetua por el delito de dedición.
    
Las propuestas de Kornílov se filtraron a la prensa rusa, lo que
      dio lugar a grandes discusiones entre partidarios y detractores.
      El 19 de agosto Kornílov solicitó que
      el distrito militar de Petrogrado, hasta entonces bajo el control
      de Ministerio de Defensa, pasara a estar bajo su mando, aduciendo
      como razón la proximidad al frente. Al mismo tiempo empezó a
      ordenar que algunas unidades de su ejército se aproximaran a
      Petrogrado. Filonenko, en lugar de suavizar las propuestas de
      Kornílov, estaba incluyendo en su nueva redacción nuevas ideas del
      general, que incluían la militarización de las fábricas y
      ferrocarriles, la eliminación de los sóviets y la
      aniquilación de los bolcheviques.
    
El 20 de agosto se inició la ofensiva
      francesa en Verdun. 
    
Una vez asegurada la colina 70, los canadienses intentaron atacar Lens a partir del 21 de agosto, pero la artillería alemana frustró todos los planes y unos días más tarde se puso fin a la operación.
Entre los principales apoyos del general Kornílov en el entorno
      del gobierno estaba Boris Sávinkov, viceministro de
      defensa, quien trató de convencer a Kérenski para que presentara
      ante el consejo de ministros algunas de las propuestas de Kornílov
      que estimaba más urgentes. Al parecer Kérenski las consideraba
      apropiadas, pero sabía que los sóviets no las aceptarían y no se
      atrevía a llevarlas adelante. Entonces Sávinkov sugirió a Kornílov
      que las presentara él mismo ante el gobierno, en calidad de Jefe
      del Estado Mayor. Kornílov se mostró reticente a presentarse en
      Petrogrado, pues temía ser destituido y arrestado. Finalmente
      Sávinkov logró convencerlo y el 23 de agosto
      Kornílov se presentó en Petrogrado rodeado de guardaespaldas y se
      entrevistó con Kérenski y algunos de sus ministros. La entrevista
      fue tensa, pues Kérenski se negó a consentir que Kornílov
      presentaras sus propuestas ante su gabinete en pleno. Terminaron a
      gritos, donde cada uno acusaba al otro de llevar al país al
      desastre. Sávinkov presentó su dimisión.
    
Sintiéndose inseguro en su escondite cerca de Petrogrado, Lenin
      se marchó a Helsinki disfrazado de obrero.
    
El 25 de agosto se inauguró en el
      teatro Bolshói la Conferencia Estatal de Moscú, en la que
      el primer ministro Kérenski trató de explicar a las distintas
      fuerzas políticas la grave situación del país en un intento de
      convencerlas de la necesidad de abandonar de momento las
      posiciones extremas y adoptar medidas de coalición que permitieran
      superar la crisis. La conferencia era meramente informativa, y
      reunió a más de 2000 delegados de todas las esferas de la
      sociedad. Los bolcheviques la consideraron "contrarrevolucionaria"
      y se negaron a participar. Más aún, habían convocado una huelga
      para ese día que fue seguida por unos 400.000 trabajadores. La
      disposición de los representantes en la sala del teatro reflejaba
      fielmente su posición política: a la derecha estaban los
      representantes de la burguesía, banqueros, industriales y
      diputados, mientras que a la izquierda estaban los delegados de
      los sóviets y de los soldados. Los primeros eran
      partidarios de Kornílov y de la necesidad de aplicar medidas duras
      para restablecer el orden, los segundos estaban de acuerdo en la
      necesidad de restablecer el orden, pero consideraban que al mismo
      tiempo había que aplicar ciertas reformas. El número de
      representantes de cada facción era aproximadamente el mismo, pero
      hay que tener en cuenta que los miembros de la conferencia habían
      sido elegidos para representar a todos los sectores, sin que
      existiera ninguna proporción entre el número de representantes y
      el número de ciudadanos representados por ellos, sin contar además
      con la ausencia absoluta de la extrema izquierda. Kérenski
      pronunció un discurso en el que quiso moderar ambas posturas sin
      decantarse por ninguna, pero su intervención fue juzgada como
      excesivamente teatral y artificiosa.
    
El ataque francés en Verdun estaba siendo un éxito. El 26 de agosto el frente había avanzado hasta
      las afueras de Beaumont y habían capturado casi 10.000 prisioneros
      alemanes.
    
En la Conferencia Estatal de Moscú, los ministros fueron
      exponiendo los detalles concretos de los problemas que atravesaba
      el país junto con propuestas de medidas que podrían resolverlos si
      contaban con la cooperación de todas las fuerzas políticas. Esa
      tarde llegó a la ciudad el general Kornílov, que fue recibido
      calurosamente por sus partidarios en la estación. El 27 de agosto intervino en la Conferencia.
      Kérenski se había dirigido a él, primero a través de uno de sus
      ministros y luego personalmente por teléfono, para insistirle en
      que en la Conferencia se limitara a exponer la situación en el
      frente sin entrar en asuntos políticos. Para su alivio, la
      intervención de Kornílov fue moderada, pero no así las
      subsecuentes intervenciones de sus partidarios, que propusieron
      todo lo que él podría haber propuesto y no propuso: la disolución
      de los sóviets, el abandono de las medidas económicas
      socialistas, etc.
    
En Etiopía, la mayor parte de los generales que apoyaban a Iyasu
      V fueron derrotados. Iyasu V huyó al desierto con unos pocos
      seguidores.
    
La Conferencia Estatal de Moscú se clausuró el 28 de agosto. Kérenski pronunció un último
      discurso largo y errático que fue interrumpido por una gran
      ovación, que más que una muestra de apoyo fue más bien una exitosa
      estrategia para que dejara de hablar de una vez.
    
El 1 de septiembre, tras un bombardeo
      de tres horas, unos 60.000 alemanes empezaron a cruzar el río Jugla,
      cerca de Riga. Los alemanes usaron gas venenoso,
      lanzallamas y ataques aéreos, pese a lo cual los rusos lograron
      contener su avance durante más de un día. Sin embargo, el 3 de septiembre tomaban Riga y los rusos se
      retiraban a nuevas posiciones defensivas. 
    
El 5 de septiembre fueron fusilados
      cinco marineros alemanes que habían dirigido un motín. Hacía ya
      meses que se producían desórdenes en la flota alemana y el
      fusilamiento aumentó el descontento.
    
El 7 de septiembre los franceses
      iniciaron un nuevo avance cuyo objetivo era tomar hasta el último
      puesto desde donde los alemanes podían ver Verdun, y casi lo
      consiguieron, pero los alemanes lograron retener todavía los
      puestos de observación más alejados.
    
El 8 de septiembre terminó la batalla de Mărășești cuando ambos bandos quedaron agotados. Pero los alemanes habían sufrido 47.000 bajas, frente a las 27.000 de sus adversarios.
Durante los últimos días el general Kornílov había estado
      manteniendo conversaciones indirectamente con el primer ministro
      Kérenski, a través de la mediación de Vladímir Lvov, que
      tergiversó lo que ambos decían creando graves malentendidos.
      Kornílov trataba de convencer a Kérenski de la necesidad de
      proclamar la ley marcial en Petrogrado para perseguir y acabar con
      los bolcheviques y los sóviets. Durante las negociaciones,
      creía contar con el apoyo de Kérenski, pero éste, que en principio
      habría estado dispuesto a apoyar tales medidas, creía que Kornílov
      planeaba dar un golpe de Estado y derrocar al gobierno. Por ello,
      el 9 de septiembre envió un telegrama a
      Kornílov comunicándole su destitución a la vez que hacía público
      un llamamiento a los rusos para que le ayudaran a frustrar el
      golpe de Estado que planeaba Kornílov, y empezó a distribuir armas
      entre los obreros para que defendieran Petrogrado de los soldados
      de Kornílov. Éste, sin poder entender los motivos de su
      destitución, la interpretó como que el gobierno había sido
      secuestrado por los sóviets, y dio la orden a sus fuerzas
      de ocupar Petrogrado, pensando que Kérenski estaría de su parte
      una vez librado de las amenazas bolcheviques. Cuando la noticia
      del avance del ejército llegó a Petrogrado el Sóviet se
      decidió a respaldar al gobierno y envió agitadores al encuentro de
      los soldados, para convencerlos de que dejaran de obedecer a sus
      oficiales, mientras la guarnición de Petrogrado marchaba a
      sabotear las vías férreas. Los bolcheviques habían estado
      organizando en los últimos meses de forma clandestina un cuerpo
      paramilitar conocido como la guardia roja, que ahora salió
      a la luz pública y se formaron largas colas de obreros dispuestos
      a alistarse para defender la capital.
    
Ese día se estrenó "Sobre la valla", un cortometraje de
      Harold Lloyd, en la que interpreta por primera vez al "chico de
      las gafas", el personaje que le haría famoso, caracterizado por un
      sombrero de paja y unas grandes gafas sin cristales. Parece ser
      que su productor, Hal Roach, le había advertido que era
      demasiado guapo para hacer comedia sin alguna clase de disfraz.
      Hasta entonces había interpretado a personajes mal vestidos, al
      estilo de Chaplin, mientras que el nuevo "Harold" era un "buen
      chico" sin los elementos picarescos de Charlot. Si Charlot
      representaba la marginalidad, las peripecias del "chico de las
      gafas" eran las de un ciudadano medio, perfectamente integrado en
      la sociedad, que superaba las dificultades que se le presentaban
      desde su ingenuidad y su optimismo. Su coprotagonista en "Sobre
        la valla" era Bebe Daniels, que era también su
      compañera sentimental. Formaban la pareja más popular en las
      fiestas de Hollywood y a menudo participaban y ganaban en
      concursos de baile.
    
Sun Yat-sen había regresado a China, y el carácter dictatorial
      del gobierno de Pekín lo llevó a establecer un nuevo gobierno en
      Cantón, en el Sur. No obstante, su gobierno tampoco era
      democrático, sino que era también un gobierno militar en el que
      Sun ostentaba el título de Gran Comandante de las Fuerzas
        Armadas, que la prensa occidental tradujo por "generalísimo".
      Seis provincias del sur acataron la autoridad del gobierno de
      Cantón.
    
La guerra había despertado el sentimiento religioso en algunos
      escépticos, especialmente en Gran Bretaña y Francia. Un ejemplo
      fue H.G. Wells, que ese año publicó una novela titulada "El
        alma de un obispo". El arrebato le duró pocos años, tras los
      cuales se sentiría incómodo al recordar su "conversión"
      momentánea. En su descargo hay que decir que fue moderada: En El
        alma de un obispo sostuvo un cristianismo depurado de su
      mayor atentado contra la lógica y la matemática: denunció la Trinidad
      como un invento del concilio de Nicea.
    
Miguel de Unamuno publicó su novela Abel Sánchez. 
    
El 12 de septiembre la undécima
      batalla del Isonzo terminó por extenuación mutua de ambos bandos
      sin que los italianos hubieran logrado ninguna ventaja.
    
Alexandre Ribot fue sustituido como primer ministro francés por
      su ministro de guerra, el matemático Paul Painlevé. 
    
El 13 de septiembre se estrenó The
        gulf between, la primera película comercial en technicolor.
      Fue un fracaso, porque requería casi constantemente de un técnico
      que ajustara la proyección, así que la película tuvo una
      distribución limitada y los productores, Kalmus y Comstock,
      empezaron a buscar otra técnica más eficiente.
    
Como parte del plan de Kornílov para tomar el control de
      Petrogrado, algunos de sus oficiales se habían desplazado a la
      capital para fingir una revolución bolchevique, y a los soldados
      que marchaban sobre la ciudad se les había dicho que su misión era
      aplastar una revuelta, pero los oficiales no habían tenido ocasión
      de provocar nada, con el revuelo que había, así que cuando los
      enviados de los sóviets fueron explicando a los soldados
      que no había ninguna revuelta bolchevique, éstos depusieron las
      armas. Otras divisiones fueron detenidas por la guardia roja o por
      acciones de sabotaje, y la mayoría terminaron declarando su
      lealtad al gobierno de Petrogrado. Pronto Kornílov se vio sin más
      apoyo que el de unos pocos oficiales. El 14 de
        septiembre Kornílov se rindió y fue internado cómodamente
      en un monasterio junto con sus seguidores. Kérenski proclamó la República
        Rusa, y formó un directorio presidido por él mismo. Sin
      embargo, la derecha no le perdonaba que hubiera hecho fracasar el
      golpe de Estado, y la izquierda creía que había estado implicado.
      
    
El intento de golpe de Estado de Kornílov había llevado a las
      masas a desconfiar de la derecha, y consecuentemente los
      bolcheviques ganaron una popularidad que nunca habían tenido hasta
      entonces. Esto se tradujo en que fueron alcanzando la mayoría en
      los distintos sóviets del país, en los que hasta entonces
      habían sido minoritarios. El 18 de septiembre
      lograron la mayoría en el Sóviet de Moscú. Otro cambio
      significativo fue que los soldados rusos empezaron a desconfiar de
      sus oficiales, suponiéndolos conspiradores partidarios de
      Kornílov. Aumentaron las deserciones, e incluso hubo casos de
      soldados que arrestaron a oficiales, y en algunos casos los
      torturaron.
    
Lituania se encontraba entre los territorios que Alemania había
      arrebatado a Rusia en su avance en el frente oriental, y Alemania
      se había propuesto organizarla igual que la parte de la Polonia
      rusa, como un estado teóricamente independiente pero satélite de
      Alemania a todos los efectos. Ese día se inauguró la Conferencia
        de Vilna, en la que los lituanos decidirían (dentro de
      ciertos límites impuestos por Alemania) el futuro de su país.
    
El 20 de septiembre los británicos
      lanzaron un nuevo ataque general en Ypres, en la meseta Gheluvelt.
      La infantería utilizó una nueva técnica conocida como "salto de la
      rana": una oleada alcanzaba un objetivo y, mientras se detenía a
      consolidarlo, otra oleada se adelantaba para atacar el objetivo
      siguiente, y así sucesivamente. Gracias a un buen soporte tanto de
      la artillería como de la aviación, los resultados fueron buenos.
    
El 22 de septiembre se clausuró la
      Conferencia de Vilna, cuyos representantes habían hecho caso omiso
      de todas las presiones alemanas para que incluyeran en sus
      resoluciones una declaración de lealtad hacia Alemania. A ese
      respecto se adoptó la resolución siguiente, que a Alemania le
      pareció inaceptablemente vaga:
    
Si Alemania acepta proclamar el Estado de Lituania antes de la conferencia de paz, así como apoyar las necesidades de Lituania en la conferencia de paz, entonces la conferencia lituana, teniendo en cuenta que en condiciones normales de un estado de paz los intereses de Lituania no se inclinan tanto hacia el este [= Rusia] o al Sur [= Polonia] como hacia el oeste [= Alemania], reconoce la posibilidad de que el futuro Estado de Lituania entre en cierta relación, cuya naturaleza queda pendiente de determinar, con Alemania, sin perjuicio de su propio desarrollo independiente.
En consecuencia, Alemania no permitió que la resolución fuera
      publicada. Por otra parte, la conferencia de Vilna acordó la
      creación de un Consejo de Lituania, que sería un gobierno
      provisional encargado de establecer un Estado independiente
      lituano.
    
El 26 de septiembre los británicos se
      habían apoderado de todas las defensas alemanas en la meseta
      Gheluvelt. Desde allí se lanzaron sobre el bosque del Polígono,
      que tomaron el 27 de septiembre. 
    
Ese día se inauguró en Petrogrado la Conferencia
        Democrática, en la que representantes de las distintas
      fuerzas políticas trataron de llegar a un acuerdo para formar un
      nuevo gobierno y crear una asamblea constituyente. Los socialistas
      estaban mayoritariamente convencidos de que debían renunciar a
      toda alianza con los liberales, y estaban dispuestos a imponer un
      gobierno exclusivamente socialista. Los socialistas moderados
      veían dicha imposición como una forma de asegurar que se formara
      una asamblea constituyente que permitiera organizar un gobierno
      democrático, mientras que los bolcheviques veían en dicha maniobra
      una forma de transferir el gobierno a los sóviets que
      ahora controlaban.
    
En París murió el pintor Edgar Degas. 
    
El 28 de septiembre el Comité Central del partido bolchevique recibió dos cartas de Lenin (que seguía en la clandestinidad) en las que le instaba a abandonar todo intento de pactar con las demás fuerzas políticas y provocar un alzamiento bolchevique inmediato. Todas las circunstancias eran propicias: los bolcheviques controlaban un gran número de soviets del país, habían sido armados durante el intento de golpe de Kornílov y la guardia roja contaba con un enorme número de afiliados. Sin embargo, el Comité Central había logrado una buena avenencia con los socialistas moderados y desoyó a Lenin, el cual presentó su dimisión como miembro del Comité.
Los británicos atacaron la ciudad de Ramadi, al oeste de Bagdad.
      Emplearon tanques contra los que los otomanos no estaban
      preparados para luchar. Por la noche los otomanos trataron de huir
      sigilosamente, pero fueron capturados por la caballería británica.
      El 29 de septiembre el general Maude
      entraba en Ramadi.
    
El 3 de octubre Ghandi entregó al
      gobierno británico de la India un voluminoso y bien documentado
      informe en el que denunciaba la situación de los campesinos de
      Champaran y proponía algunas reformas.
    
Los británicos seguían adentrándose en Bélgica desde Ypres. El 4 de octubre tomaron Broodseinde. 
    
La Conferencia Democrática no logró llegar a ningún acuerdo
      significativo, y finalmente lo que se acordó fue que se formara un
      preparlamento, formado por una parte de los delegados de la
      Conferencia, y que Kérenski formara un nuevo gobierno de
      coalición, pero no se acordó ninguna competencia específica para
      el preparlamento, que en la práctica no pasaba de ser un órgano
      meramente consultivo. Kérenski formó su gobierno el 8 de octubre, y ese mismo día los
      bolcheviques lograban el control en el Sóviet de
      Petrogrado. 
    
El 9 de octubre los británicos
      atacaron Poelcappelle, pero los alemanes lograron mantener su
      línea defensiva.
    
Ese día murió el sultán Hussein Kamel de Egipto. Fue sucedido por
      su hermano Fuad I. 
    
El 12 de octubre los británicos
      atacaron las posiciones alemanas cerca de Passchendaele, y
      los alemanes nuevamente lograron resistir, pero a costa de tantas
      bajas que algunas divisiones que estaban destinadas a Italia
      tuvieron que ser redirigidas a Bélgica.
    
La flota alemana inició una ofensiva sobre las islas del golfo de
      Riga, bajo soberanía rusa
    
El 13 de octubre unas 70.000 personas
      acompañaban a Lucía dos Santos y sus primos para presenciar su
      sexta entrevista con la Virgen de Fátima. Algunos infelices
      deseosos de ver algo debieron de mirar al Sol demasiado rato,
      porque empezaron a gritar que veían "bailar el Sol". Gran parte de
      los presentes volvieron su mirada hacia el Sol, y al poco tiempo
      todos veían cosas anómalas (no todos lo mismo), efectos habituales
      en la sobreexposición de la retina a la luz solar, más el contagio
      psicológico propio de las histerias colectivas. Obviamente, el
      negocio de Fátima había encontrado con esto su golpe de efecto
      definitivo y una nueva aparición de la Virgen podría haber sido
      decepcionante y contraproducente, de modo que ya no hubo más.
    
El 14 de octubre se estrenó Cleopatra,
      la película más taquillera del año, producida por William Fox y
      protagonizada por Theodosia Burr Goodman, bajo el nombre
      artístico de Theda Bara, que fue uno de sus mayores
      éxitos. Le seguían en recaudación dos películas de Mary Pickford:
      Rebecca de Sunnybrook Farm y La pobre niña rica.
      Mary Pickford, Douglas Fairbanks y Charlie Chaplin recorrieron ese
      año los Estados Unidos vendiendo bonos de guerra.
    
Ese año tuvo lugar un juicio muy polémico en Francia. Una
      bailarina exótica y cortesana neerlandesa llamada Margaretha
        Geertruida Zelle, más conocida por su nombre artístico de Mata
        Hari, fue acusada de espionaje. Es difícil saber qué hay de
      cierto en todo lo que se dijo sobre ella. Estaba acostumbrada a
      vivir en el lujo que le proporcionaban sus numerosos amantes, pero
      tenía ya 41 años y es probable que aprovechara sus múltiples
      contactos para pasar algunas informaciones de unos a otros en un
      intento de seguir siendo considerada "importante" por unos y por
      otros, y seguir gozando así del lujo y las atenciones que hasta
      entonces había recibido, y también es probable que no fuera
      consciente de las graves repercusiones que el espionaje podía
      acarrearle. Mata Hari se creía segura por el gran número de
      "amistades" influyentes que tenía. Un militar británico declaró
      que Mata Hari le había revelado que era una espía francesa, y el
      agregado militar de la embajada alemana en Madrid envió unos
      telegramas a Berlín en los que se refería a Mata Hari como la
      espía alemana de nombre en clave H-21. No daba su nombre real,
      pero incluía información más que suficiente para que los franceses
      pudieran identificarla. Lo más destacado era que los telegramas
      estaban cifrados con una clave que los franceses conocían, los
      alemanes sabían que los franceses la conocían, pero los franceses
      no sabían que ellos lo sabían. En suma, todo apunta a que los
      alemanes querían que los franceses interceptaran los telegramas y
      les dieran crédito. Y así fue. Mata Hari fue arrestada bajo
      acusación de contraespionaje, fue juzgada en condiciones muy
      irregulares, sin que se aportara ninguna prueba concluyente de que
      tuviera relación alguna con los servicios de inteligencia
      alemanes, y el 15 de octubre fue
      fusilada. 
    
Ese día un destructor estadounidense encontró al sur de Irlanda
      un submarino alemán. Tras perseguirlo durante un tiempo, éste se
      volvió y lanzó un torpedo que causó destrozos en el barco, pero
      aun así los estadounidenses destrozaron la torre de cubierta del
      submarino y lo obligaron a retirarse.
    
La única colonia africana que resistía el ataque aliado era el
      África Oriental Alemana, donde, tras tres días de combate, un
      ataque británico en Mahiwa fue enérgicamente rechazado por
      unos 1.500 alemanes. Los británicos eran 4.900 y contaron unas
      2.700 bajas. 
    
El 18 de octubre el gobierno británico
      admitió la mayor parte de las recomendaciones del informe de
      Ghandi, que unos meses más tarde se tradujeron en una reforma
      legal.
    
El descontento con el gobierno de Kérenki, que no estaba haciendo
      nada para resolver los graves problemas que atravesaba Rusia, iba
      en aumento, a la par de la sensación general de que sólo un
      gobierno bolchevique fuerte podría tomar iniciativas provechosas.
      En este ambiente, Lenin se presentó finalmente en Petrogrado el 20 de octubre y los bolcheviques abandonaron
      el preparlamento. 
    
Mientras tanto los aliados atacaban de nuevo Passchendaele, ahora
      con cuatro divisiones canadienses, seis británicas, una
      australiana, dos francesas y una belga.
    
Los submarinos austro-húngaros también causaban estragos en el
      Mediterráneo. El más destacado fue el U-14, que era en realidad un
      submarino francés (el Curie) capturado dos años atrás y
      que ahora operaba bajo el mando del lugarteniente von Trapp. El 23 de octubre hundió un barco de transporte
      italiano, y era el undécimo que hundía ese año.
    
Ese día se inició el último episodio de la ofensiva Nivelle,
      con el ataque francés a las posiciones alemanas en La
        Malmaison. Durante los días previos, los franceses habían
      atacado las posiciones alemanas con su artillería y con bombas de
      gas. Ahora la infantería empezó a avanzar con el apoyo de 63
      tanques. Se desató una tormenta y algunos tanques quedaron
      atascados en el barro, pero otros llegaron hasta las líneas
      alemanas.
    
Para entonces los alemanes tenían ya el control completo sobre
      las islas del golfo de Riga.
    
Lenin se entrevistó con el Comité Central bolchevique, y logró
      que aprobase un alzamiento armado contra el gobierno, pero no se
      fijó una fecha, porque los dirigentes bolcheviques querían tratar
      el asunto en el próximo congreso de los sóviets. 
    
El frente que los austro-húngaros mantenían en Italia recibió
      finalmente refuerzos alemanes, y el 24 de
        octubre un ejército conjunto de ambos imperios lanzó un
      ataque en Caporetto contra las fuerzas del general Luigi
      Cadorna. Allí el general pudo demostrar que sus escasas dotes para
      organizar ataques eran superadas con creces por su pésima
      capacidad para organizar una defensa. Dio órdenes de resistir y
      lanzar contraataques imposibles de cumplir y con ello sólo logró
      desmoralizar a sus tropas. Los alemanes avanzaban rápidamente
      empleando técnicas totalmente desconocidas para los italianos.
    
Tras el fracaso y la represión que siguió al Alzamiento de
        Pascua en Irlanda el año anterior, los nacionalistas
      irlandeses estaban reorganizándose. El Sinn Féin, que
      había sido acusado injustamente de haber participado en la
      rebelión y había sufrido represalias por parte del gobierno
      británico, se había radicalizado. Tras el encarcelamiento de
      Griffith fue elegido presidente el parlamentario Éamon de
        Valera, que era abiertamente republicano (mientras que
      Griffith había defendido una monarquía dual al estilo
      austro-húngaro). El 27 de octubre, al
      mismo tiempo que tenía lugar en Dublín una convención del Sinn
        Féin, tuvo lugar también una reunión de unos 250
      revolucionarios irlandeses que organizaron un cuerpo de Voluntarios
        Irlandeses, que eligió a Valera como presidente.
    
El 28 de octubre las líneas italianas
      habían cedido y los alemanes tomaban la ciudad de Udine.
      Por primera vez en el curso de la guerra había tropas enemigas en
      territorio italiano. Cadorna ordenó organizar una nueva línea
      defensiva en el río Tagliamento. 
    
Tras el desastre de Caporetto, el 29 de
        octubre cayó el gobierno de Paolo Boselli, que fue
      sustituido por Vittorio Emmanuele Orlando. 
    
Los alemanes avanzaban en Italia a la misma velocidad que los
      italianos se retiraban, y no dejaban de hacer prisioneros. El 30 de octubre Cadorna tuvo que autorizar que
      sus tropas se pusieran a salvo cruzando el Tagliamento abandonando
      armas y prisioneros.
    
En Madrid se volvió a reunir la Asamblea de Parlamentarios que se
      había reunido meses antes en Barcelona, bajo la presidencia de
      Francesc Cambó. Ese mismo día Cambó fue llamado por el rey Alfonso
      XIII, y así tuvo la ocasión de proponer al monarca la formación de
      un gobierno de concentración que organizara algo totalmente
      novedoso en España: unas elecciones limpias. El rey accedió.
    
El estancamiento en el frente de Palestina llegó a su fin después
      de que los británicos hubieran reorganizado sustancialmente su
      ejército. El 31 de octubre expulsaron a
      los otomanos de Beerseba. 
    
La situación en Alemania era cada vez más crítica, el bloquo
      británico estaba causando estragos, la población estaba mal
      alimentada y estaban surgiendo brotes de escorbuto, tuberculosis y
      disentería. Los partidarios de poner fin a la guerra aumentaban
      día a día, y el parlamento aprobó una resolución que aceptaba
      ponerle fin aunque fuera sin recibir ninguna compensación ni
      anexión territorial por parte de los aliados. El canciller
      Michaelis se negó a firmarla y su impopularidad, ya bastante
      elevada puesto que era evidente su papel de canciller-títere, le
      forzó a dimitir, así que Hindenburg y Ludendorff tuvieron que
      cambiar de marioneta. En su lugar hicieron que el Kaiser Guillermo
      II nombrara al conde Georg von Hertling, un anciano de 76
      años, filósofo y conservador convencido de que Alemania tenía que
      conseguir una victoria indiscutible, tres características que lo
      volvían fácilmente manipulable por los militares.
    
El 1 de noviembre los británicos
      iniciaron por tercera vez un ataque contra Gaza y contra las
      guarniciones otomanas en las colinas de su alrededor.
    
Mientras tanto, en Francia, los alemanes se retiraban de La
      Malmaison.
    
Los británicos debieron de considerar que Palestina sería un
      territorio difícil de mantener a largo plazo, debido al gran valor
      religioso que tenían los santos lugares para los musulmanes a los
      que se la estaban arrebatando. Pero había otra cultura para la que
      dichos lugares tenía aún un valor mucho mayor, y además sus
      miembros eran en general mucho más ricos e influyentes que los
      musulmanes. El 2 de noviembre el
      ministro de asuntos exteriores británico, Arthur James
        Balfour, publicó una carta abierta a Lord Lionel Walter
        Rothschild,  banquero, zoólogo y activista del
      movimiento sionista. El texto decía:
    
Querido Lord Rothschild:
    
Tengo el placer de dirigirle, en nombre del gobierno de Su Majestad, la declaración siguiente de simpatía hacia las aspiraciones sionistas, que ha sido presentada al gobierno y aprobada:
El gobierno de Su majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de una patria nacional para el pueblo judío, y se esforzará en la medida de lo posible para facilitar el logro de este objetivo, donde debe entenderse claramente que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles o religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina ni a los derechos o al status político de los judíos residentes en cualquier otro país.
Le estaría agradecido si pusiera esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista.
Ese día se constituyó en Petrogrado el Comité Militar
        Revolucionario, según lo dispuesto unos días antes
      por el Sóviet de la capital rusa. Estaba formado por un
      sistema de comisarios que se ponían en contacto con las distintas
      unidades y departamentos de la guarnición de Petrogrado en
      principio con la función de supervisar su funcionamiento, pero el
      3 de noviembre estos comisarios
      iniciaron sus visitas y fueron confirmando que la mayor parte de
      las unidades ratificaban su lealtad al Sóviet frente al
      gobierno. Similarmente, los comisarios del Comité dieron
      instrucciones a los arsenales de no suministrar armas o municiones
      sin su permiso.
    
De acuerdo con lo acordado, el rey Alfonso XIII de España
      destituyó a Eduardo Dato y restituyó a Manuel García Prieto, que
      formó un gobierno de concentración, en el que entró también
      Francesc Cambó.
    
El zar Nicolás II era también el gran duque de Finlandia, y
      constituía teóricamente el único nexo entre Rusia y Finlandia. Con
      su abdicación sin sucesor, Finlandia ya no tenía ningún vínculo
      con Rusia. Como esto era más teórico que práctico (había varias
      guarniciones del ejército ruso en territorio finés) se constituyó
      un gobierno provisional que había entrado en negociaciones con el
      gobierno de Petrogrado y, basándose en los acuerdos adoptados (si
      bien distorsionándolos un poco) el parlamento finés redactó una
      resolución por la que se arrogaba todos los poderes legislativos,
      excepto los relacionados con la política exterior y asuntos
      militares. Sin embargo, el gobierno provisional no aceptó la
      resolución y disolvió el parlamento. Pero luego se habían
      celebrado nuevas elecciones en las que el gobierno provisional fue
      derrotado y el 5 de noviembre el
      Parlamento de Finlandia se arrogó finalmente todos los poderes
      legislativos, sin excepción.
    
Mientras tanto, los bolcheviques de Estonia, dirigidos por Jann
        Anvelt, dieron un golpe de Estado contra el gobernador
      Poska.
    
El 6 de noviembre los italianos
      tuvieron que retirarse aún más ante el avance alemán, hasta el río
      Livenza. Fue entonces cuando Cadorna fue destituido y
      sustituido por el general Armando Diaz. 
    
El gobierno ruso estaba cada vez más inquieto por las actividades
      del Sóviet de Petrogrado y, en particular, por el Comité
      Militar Revolucionario, que estaba tomando lentamente el control
      efectivo de la ciudad. Durante los días siguientes inició diversas
      maniobras para minar el poder del Sóviet: cerró un par de
      periódicos de defendían abiertamente el derrocamiento del
      gobierno, permitió que milicianos leales trataran de impedir la
      actuación del Comité, y Kérenski llegó a presentar un ultimátum al
      Comité para que renunciara al control que estaba ejerciendo sobre
      los soldados de la guarnición. Ante las presiones del gobierno, el
      Comité Militar Revolucionario respondía tomando más y más medidas
      para asegurarse el control de todos los centros estratégicos de la
      capital: la central telefónica, la central eléctrica, las
      estaciones de ferrocarril, etc. Sin embargo, todas sus medidas
      eran defensivas, encaminadas a asegurarse de que el 7 de noviembre se pudiera inaugurar, como
      estaba previsto, el Segundo Congreso de los Sóviets de todas
        las Rusias. Lenin seguía escondido en la ciudad, desesperado
      de ver cómo los bolcheviques tenían todos los medios para hacerse
      con el poder y, en cambio, no los empleaban. Aunque el Comité
      Central del partido bolchevique le había ordenado permanecer
      escondido, finalmente salió disfrazado, acompañado de un
      guardaespaldas, y se presentó en la sede del Sóviet de
      Petrogrado, que a la sazón estaba presidido por Trotski, uno de
      los que más empeño había puesto en hacerse con el control efectivo
      de la ciudad. Lenin logró convencer al Comité Militar
      Revolucionario de que, en vez de esperar a las decisiones del
      Segundo Congreso, era mejor presentar en éste como un hecho
      consumado que los bolcheviques tenían el control efectivo de
      Petrogrado para que los congresistas decidieran cómo usar ese
      control efectivo. Paulatinamente, los comisarios del Comité
      Militar Revolucionario se fueron poniendo al frente de todos los
      puntos relevantes de la ciudad, y al amanecer sólo el Palacio de
      Invierno, la sede del gobierno, escapaba a su control, aunque
      carecía de suministro eléctrico y de conexión telefónica, y los
      automóviles del palacio habían sido saboteados. El alto mando
      militar comunicó al gobierno que casi la totalidad de los soldados
      obedecían al Comité Militar Revolucionario. Kérenski logró
      encontrar un automóvil con el que salir de Petrogrado hacia el
      frente, en busca de tropas con las que someter a los bolcheviques.
      Mientras tanto Lenin se presentaba en el Sóviet de Petrogrado,
      donde recibió una gran ovación y desde allí emitió esta proclama:
    
¡A los Ciudadanos de Rusia!
El Gobierno provisional ha sido depuesto. El poder estatal ha pasado a manos del órgano del Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado, el Comité Militar Revolucionario, que dirige al proletariado y a la guarnición de Petrogrado.
¡Viva la revolución de los trabajadores, soldados y campesinos!
La causa por la que el pueblo ha luchado —la oferta inmediata de una paz democrática, la abolición de la propiedad de la tierra por los terratenientes, el control obrero de la industria y la creación de un Gobierno de los sóviets— ha quedado asegurada.
Comité Militar Revolucionario del Sóviet de Obreros y Soldados de Petrogrado
25 de octubre de 1917, 10:00 de la mañana.
Poco después se inauguraba el Segundo Congreso de los Sóviets
        de todas las Rusias. Los bolcheviques habían tratado de
      retrasar su apertura, pero finalmente los delegados forzaron la
      inauguración. Eran 670, entre ellos 300 bolcheviques y cerca de un
      centenar de revolucionarios que aprobaban el derrocamiento del
      gobierno. Se eligió una presidencia del congreso con Yuli Mártov a
      la cabeza.
    
Por la tarde Trotski anunció en una reunión del Sóviet de
      Petrogrado que el gobierno había caído, lo cual era cierto en
      cuanto a que el gobierno no tenía ya ningún control sobre la
      ciudad, pero seguía parapetado en el Palacio de Invierno. Se formó
      un doble anillo: uno interior para atacar el palacio y otro
      exterior para evitar posibles intentos de auxilio desde el
      exterior. Se entregó un ultimátum al gobierno con un plazo de 40
      minutos para rendirse. Transcurrido el plazo sin haber obtenido
      respuesta, los bolcheviques iniciaron el asalto. Al cabo de algo
      más de una hora parte de las tropas que defendían el palacio
      negociaron con los bolcheviques su rendición y se les permitió
      marcharse. Otro grupo hizo lo mismo algo más tarde. En el puerto
      de Petrogrado se encontraba el crucero Aurora, al que el
      gobierno había ordenado zarpar para alejar a su tripulación, en la
      que no confiaba, pero ésta se había amotinado y se había unido a
      los bolcheviques. Un disparo de su cañón de popa fue la señal
      convenida para iniciar el bombardeo del palacio de Invierno,
      aunque sólo dos o tres proyectiles impactaron en él, causando
      daños menores.
    
Cuando los delegados del Congreso de los Sóviets oyeron los
      cañonazos, una parte de ellos abandonó la reunión en señal de
      protesta y se unió a un grupo de unas 300 personas que partieron
      desde el ayuntamiento hacia el Palacio de Invierno cantando La
        Marsellesa en apoyo al gobierno. Sin embargo, a mitad de
      camino un grupo de marinos les cortó el paso y, tras una
      discusión, la manifestación regresó ordenadamente a su punto de
      partida.
    
Mártov propuso elegir un nuevo consejo de ministros con
      representación de los distintos partidos que integraban el
      Congreso de los Sóviets, pero Trotski desacreditó a los delegados
      que habían abandonado el congreso y a los partidarios de llegar a
      un acuerdo con ellos. Al ver que los bolcheviques radicales, con
      Trotski a la cabeza, se oponían a todo intento de conciliación
      entre las distintas familias socialistas, parte de los
      mencheviques abandonaron también la reunión, y Trotski aprovechó
      para arremeter también contra ellos. Lenin no estaba presente en
      el Congreso, pero se leyó esta propuesta suya, que fue aprobada
      casi por unanimidad:
    
El Gobierno soviético propondrá inmediatamente una paz democrática a todas las naciones y el establecimiento de un armisticio inmediato en todos los frentes. Asegurará el traspaso de la tierra de los terratenientes, de la Corona y de los monasterios a los comités campesinos sin compensación; protegerá los derechos de los soldados mediante la introducción de una democracia completa en el Ejército; establecerá el control obrero de la producción; asegurará la convocatoria de la Asamblea Constituyente en la fecha fijada; se encargará de abastecer de pan las ciudades y de productos básicos a los pueblos; garantizará a todas las naciones que pueblan Rusia un genuino derecho de autodeterminación. El Congreso decreta que todo el poder en las poblaciones pasará a los sóviets de los diputados de obreros, soldados y campesinos.
Tras haber perdido ante los británicos sus posiciones alrededor
      de Gaza, los otomanos se retiraron de la fortaleza.
    
Los socialistas que habían abandonado el Congreso de los Sóviets
      formaron un Comité para la Salvación de la Patria y la
        Revolución, que denunció la actitud de los bolcheviques y
      solicitó el apoyo de la población para formar un nuevo gobierno.
      Sin embargo, no pudieron ganarse el apoyo de los liberales, que
      seguían defendiendo la legitimidad del gobierno provisional.
    
Al anochecer pequeños grupos de sitiadores empezaron a entrar en
      el palacio. Los primeros fueron reducidos por los defensores, pero
      a medida que se iban haciendo más numerosos la situación se
      invirtió y fueron los defensores los que empezaron a verse
      reducidos.
    
A las dos de la mañana, ya del 8 de
        noviembre, los asaltantes entraban en la habitación en la
      que se encontraba reunido el gobierno y todos los ministros fueron
      arrestados, salvo Kárenski, que no se encontraba allí. Fueron
      conducidos a pie hasta la fortaleza de San Pedro y San Pablo,
      protegidos por una guadia especial de marinos y soldados, ya que
      la muchedumbre quería lincharlos. La toma del palacio se había
      hecho sin apenas resistencia ni derramamiento de sangre. Apenas
      murieron seis atacantes y ningún defensor.
    
El 9 de noviembre Kérenski tomó Gátchina
      sin resistencia y recibió algunos refuerzos, pero muchos menos de
      los que esperaba. Consiguió un par de aviones con los que lanzó
      octavillas sobre Petrogrado. Pero Lenin creía que las fuerzas de
      Kérenski eran mucho mayores.
    
Los bolcheviques habían logrado el control de algunas ciudades
      rusas, especialmente de las más industrializadas, donde ostentaban
      la mayoría en el sóviet local. Sin embargo, en Moscú la situación
      era más conflictiva. Dos días antes el comité militar
      revolucionario había tomado la central de telégrafos, la oficina
      de correos y el Kremlin, con su arsenal. Pero la mayoría de la
      población se mostraba tibia en su apoyo a los bolcheviques. El
      gobernador militar de Moscú, el coronel Riábtsev, exigió a
      los bolcheviques que entregaran el Kremlin y que disolvieran el
      comité militar relvolucionario. Ante su negativa, esa misma noche
      inició un ataque contra la fortaleza.
    
El 10 de noviembre terminó la batalla
      de Passchendale con una rotunda victoria aliada que dio por
      concluida la campaña de Ypres.
    
Las tropas de Kérenski se enfrentaron por primera vez a los
      bolcheviques y tomaron Tsárkoye Seló. Krasnov había logrado
      ahuyentar a los bolcheviques con su artillería ligera. Mientras
      tanto el Comité Militar Revolucionario organizaba la defensa de
      Petrogrado y enviaba hacia las posiciones de Kérenski a un
      ejército integrado por parte de la guarnición junto con guardias
      rojos, civiles y marinos. Por su parte, los mencheviques animaban
      a la declaración de huelgas en oposición al gobierno bolchevique y
      el Comité de Salvación de la Patria preparaba un alzamiento
      simultáneo al inminente ataque de Kérenski.
    
En Moscú, las tropas de Riabtsev arrebataron el Kremlin a los
      bolcheviques. Algunos de sus defensores fueron ametrallados. 
    
Dada la lentitud del avance de Kérenski, por falta de recursos,
      el 11 de noviembre se inició el
      alzamiento en Petrogrado, que contaba con unos 800 hombres, de los
      cuales 300 eran cadetes desarmados de varias academias militares.
      Siguiendo el plan previsto, se apoderaron de algunos vehículos
      blindados y de la central telefónica, donde capturaron al
      comisario de defensa, que se hallaba en el edificio realizando una
      inspección. Luego tomaron algunos edificios más. Sin embargo, no
      pudieron lograr el apoyo de soldados y obreros, y así los
      bolcheviques terminaron aislando a los rebeldes en los distintos
      edificios que habían ocupado. Unos diez mil guardias rojos se
      enfrentaron a unos centenares de rebeldes que terminaron
      rindiéndose. Una parte de los organizadores de la revuelta logró
      escapar hacia Gátchina para reunirse con Kérenski. Las tropas
      bolcheviques lincharon a algunos de los insurrectos.
    
El gobierno bolchevique de Petrogrado decretó la jornada laboral
      de ocho horas. 
    
En Moscú se acordó una tregua, de la que ambos bandos esperaban
      sacar partido con la llegada de refuerzos, pero sólo los
      bolcheviques recibieron los refuerzos esperados, pues controlaban
      gran parte de las ciudades del entorno de Moscú. Pronto llegaron
      2000 voluntarios de la provincia de Vladímir y 500 marinos de
      Petrogrado.
    
Ese día murió la derrocada reina Lili'uokalani de Hawai.
    
En las últimas tres décadas se había desarrollado un nuevo estilo
      musical en el sur de los Estados Unidos. Su origen estaba en el blues,
      que surgió en la segunda mitad del siglo XIX entre los esclavos
      negros que trabajaban en las plantaciones sureñas. De ahí
      derivaron varios estilos relacionados, como el ragtime en
      San Luis o el hot en Nueva Orleans. Con la abolición de la
      esclavitud, algunos negros empezaron a ganarse la vida como
      músicos, y finalmente su estilo interesó también a músicos
      blancos, que incorporaron nuevos recursos técnicos, y así surgió
      el dixieland en el delta del Misisipi. El año anterior, en
      el diario Times-Picayune de Nueva Orleans apareció la
      primera referencia conocida a este estilo musical con la palabra jazz,
      de origen incierto. Las bandas y cantantes de jazz de
      Nueva Orleans se concentraban en el barrio llamado Storyville,
      entre los que destacaban el cornetista Buddy Bolden, el
      clarinetista Big Eye Nelson, el trompetista Bunk
        Johnson, el contrabajista Pops Foster o los
      pianistas y cantantes Tony Jackson y Jelly Roll Morton,
      todos ellos negros. Las bandas solían tener hasta siete u ocho
      miembros. En general no ganaban lo suficiente como músicos y
      compaginaban su trabajo con otras actividades (eran albañiles,
      estibadores, obreros, etc.) La mayoría eran autodidactos. La
      música no era el único "atractivo" de Storyville, sino que también
      se concentraban en el barrio numerosos burdeles, cabarets, salas
      de baile, etc. y por ello eran el destino preferido de los marines
      de permiso en Nueva Orleans, y a menudo se veían implicados en
      peleas, robos e incluso homicidios. Tanto fue así que la Marina de
      los Estados Unidos ordenó el cierre del barrio. El  12 de noviembre se completó su desalojo y
      posteriormente fue demolido. Esto hizo que muchos músicos de jazz
      emigraran a otras ciudades, principalmente hacia Chicago y Nueva
      York, lo que marcó el inicio de la difusión del jazz por los
      Estados Unidos.
    
Ante las noticias de lo sucedido en Petrogrado, Kérenski intentó
      un ataque contra las fuerzas bolcheviques, veinte veces más
      numerosas. Ante el peligro de ser rodeados, sus hombres tuvieron
      que abandonar Tsárkoye Seló y retirarse a Gátchina. Durante la
      retirada parte de los soldados desertaron y se unieron a los
      bolcheviques.
    
El general Diaz logró frenar el avance alemán en el río Piave,
      tras haber reorganizado las fuerzas italianas en medio de los
      ataques alemanes. En total unos 270.000 soldados italianos habían
      caído prisioneros, y los que se habían librado habían abandonado
      al enemigo todo su material bélico. Los alemanes habían penetrado
      más de 100 km en territorio italiano. Mientras tanto, tropas
      francesas y británicas estaban empezando a llegar al frente
      italiano, para evitar que Italia pudiera terminar fuera de
      combate.
    
A Moscú llegaron otros 1200 marinos y guardias rojos, con lo que
      el comité militar revolucionario se sintió ya lo suficientemente
      fuerte como para romper la tregua esa noche.
    
Tras la toma de Gaza, los combates entre británicos y otomanos se
      habían prolongado al norte de la ciudad y, finalmente, el 13 de noviembre, el último ejército otomano
      que protegía Jerusalén se retiró para protegerse en la ciudad, que
      empezó a prepararse para resistir el inminente ataque británico.
    
El 14 de noviembre el descontento
      entre las tropas de Kérenski era tal que éste corría el riesgo de
      ser capturado por sus propios hombres y entregado a los
      bolcheviques, así que sus partidarios lo convencieron para huir
      disfrazado de marino. Krasnov fue capturado por los bolcheviques,
      pero fue liberado al poco tiempo tras prometer que no combatiría
      de nuevo contra ellos.
    
El 15 de noviembre un destacamento de
      guardias rojos tomó el Kremlin al asalto y linchó a algunos de sus
      defensores por la matanza que habían realizado cuando lo
      capturaron. Moscú no tardó en quedar bajo el control de los
      bolcheviques. En los meses siguientes el gobierno bolchevique de
      Petrogrado controlaba efectivamente una amplia franja de lo que
      había sido el Imperio Ruso alrededor de Moscú, desde Petrogrado
      hasta el mar Caspio. Ese día promulgó la declaración de los
        derechos de los pueblos de Rusia, que abolía la
      discriminación por nacionalidad y religión, y establecía el
      derecho de autodeterminación.
    
El 16 de noviembre Paul Painlevé fue
      sustituido como primer ministro francés por Georges Clemenceau.
      Era un belicista convencido. Desde primeros de año, el emperador
      Carlos I de Austria-Hungría estaba negociando en secreto la paz
      con el presidente de la república, Raymond Poincaré, el cual
      estaba dispuesto a hacer concesiones, pero Clemenceau se negó en
      redondo a toda paz negociada, asegurando que era una trampa
      tendida por Alemania. Por el contrario, se apresuró a tomar toda
      clase de medidas para que Francia pudiera resistir la guerra todo
      el tiempo que fuera necesario.
    
Alemania seguía tratando de modelar lo que llamaba Mitteleuropa,
      una cadena de estados satélites en el Este de Europa que
      consolidaría en la práctica la expansión territorial que estaba
      obteniendo hacia el este con el avance de sus tropas sin
      plantearla como una anexión que difícilmente podría justificar.
      Este plan incluía a Polonia, Lituania y también la parte de
      Letonia que había ocupado unos meses atrás. El 17
        de noviembre se constituyó el Consejo del Pueblo de
        Letonia, que debía organizar un gobierno Letón teórica, pero
      no prácticamente independiente.
    
Mijaíl Alexieyev había sido general en el ejército zarista
      ruso, y ahora llegaba a Novocherkassk, la capital de los
      cosacos del Don, donde recibió el apoyo de su dirigente, el
      general Alexéi Kaledin, para organizar un Ejército
        de Voluntarios con el que combatir a los bolcheviques. Ese
      mismo día se formó su primer escuadrón, pero el reclutamiento era
      lento. En las primeras semanas no contaba con más de cuatrocientos
      hombres. Los voluntarios no recibían paga alguna, sólo comida, y
      tenían que prestar servicio durante cuatro meses.
    
Ese día los británicos iniciaron el ataque contra Jerusalén.
    
Dos destructores estadounidenses encontraron en el océano
      Atlántico a un submarino alemán, lo obligaron a emerger lanzando
      cargas de profundidad, dispararon contra él hasta dejarlo incapaz
      de maniobrar y entonces se rindió. La tripulación fue hecha
      prisionera y el submarino fue hundido. Era la primera vez que un
      barco estadounidense hundía un submarino.
    
Suiza se mantenía neutral en la guerra, pero internamente estaba
      muy polarizada: la población francófona simpatizaba con los
      aliados y la germanófona con los imperios centrales. Esto había
      provocado algunas tensiones, e incluso algún conflicto diplomático
      por ataques sufridos a la embajada alemana, o porque algunos
      militares suizos fueron acusados de cooperar con los alemanes, o
      porque algunos diplomáticos suizos habían tratado de negociar una
      paz separada entre Rusia y Alemania. A estas tensiones se unía
      ahora la agitación de la extrema izquierda. Los jóvenes
      socialistas y los anarquistas improvisaron una fiesta para
      celebrar la revolución rusa, pero finalmente derivó en una pequeña
      revuelta en la que murieron tres manifestantes y un policía.
    
En Francia murió el escultor Auguste Rodin.
    
El 18 de noviembre murió de cólera el
      general Maude, que tuvo que ser sustituido en la campaña de
      Mesopotamia por el general William Marshall. 
    
El 20 de noviembre franceses y
      británicos iniciaron un ataque en Cambrai con la participación de
      476 tanques. Los resultados del primer día de combates fueron un
      éxito rotundo que fue celebrado con entusiasmo por la prensa
      aliada, pues el ataque por sorpresa había logrado atravesar la
      línea Hindenburg en varios puntos.
    
El 22 de noviembre la Rada ucraniana
      se concedió una mayor autonomía, sin romper su vinculación con
      Rusia.
    
Los bolcheviques habían tenido acceso a numerosos tratados
      secretos de la diplomacia europea firmados por el Imperio Ruso o
      bien acuerdos de los que éste había sido informado, y ahora se
      dedicaban a publicarlos para desprestigiar a los gobiernos
      capitalistas. El 23 de noviembre Izvestia
      y Pravda publicaron el Acuerdo Sykes-Picot, que
      era especialmente embarazoso para los aliados, pues suponía un
      reparto de Oriente Medio entre Gran Bretaña y Francia que
      contradecía las promesas que la Entente había hecho a sus
      aliados árabes, que aspiraban a la independencia. Unos días más
      tarde el texto fue reproducido por el Manchester Guardian.
      
    
Ese mismo día el gobierno bolchevique de Petrogrado abolió los
      títulos nobiliarios y rangos sociales. El 24
        de noviembre se aprobó el traspaso de las escuelas
      religiosas al comisariado de educación.
    
El gobierno tuvo que emitir un decreto para proteger a Georgi
      Plejánov, a quien su mujer había internado en un hospital de la
      Cruz Roja francesa.
    
Otro desengañado de la revolución fue Piotr Kropotkin. Había
      llegado a Petrogrado meses antes cargado de entusiasmo y entre
      aclamaciones, pero ahora afirmaba que los bolcheviques habían
      mostrado cómo no debía hacerse la revolución, mediante métodos
      autoritarios en lugar de liberales.
    
En la ciudad de Milwaukee, en el Estado de Wisconsin, una
      trabajadora social encontró una bomba junto a una iglesia
      católica, y tuvo a bien llevarla dentro para que la viera el cura.
      Éste la llevó a una comisaría de policía, y allí explotó. Murieron
      nueve policías y una mujer que estaba allí. No se llegó a
      esclarecer quién fue el autor del atentado (aparte de la
      valiosísima colaboración de la mujer y el cura, sin los cuales
      ningún anarquista habría soñado con meter una bomba en una
      comisaría de policía), pero se sospechó del anarquista italiano Luigi
        Galleani, que llevaba más de una década publicando en
      Vermont la revista Cronaca Sovversiva, en la que defendía
      ardientemente la Propaganda por el hecho. Alguien que lo
      conoció dijo de él: Si oyes hablar a Galleani, acabas
        dispuesto a disparar al primer policía que veas.  
    
El 25 de noviembre se realizaron las
      elecciones para la Asamblea Constituyente rusa. Se votaron listas
      cerradas (es decir, que se votaba a los partidos y no a los
      candidatos), y los resultados no se conocen con exactitud porque
      el gobierno de Lenin hizo lo posible por sabotear la elección. Al
      parecer, el partido Socialrevolucionario, liderado por
      Víctor Chernov, obtuvo la mayoría de los votos (un 41%), mientras
      que los bolcheviques apenas consiguieron el 23.5% de los votos.
      Los menos votados fueron los liberales y los mencheviques. El
      partido de Chernov defendía un programa muy similar al de Lenin,
      pero exento de su radicalismo y partidario de convertir a Rusia en
      una república democrática. Sus votantes eran principalmente los
      campesinos de las áreas rurales. Por el contrario, el partido
      bolchevique había obtenido la mayoría en los grandes centros
      urbanos y, sobre todo, entre los soldados, pues las dos terceras
      partes del ejército los apoyaba, así que Lenin contaba con fuerza
      suficiente para no dejarse amedrentar. No estando dispuesto a
      ceder el poder que había conseguido por algo tan nimio como haber
      perdido unas elecciones, redobló su empeño por sabotear la
      Asamblea Constituyente. El lema de los bolcheviques era "todo
        el poder para los sóviets" (desde que los sóviets eran
      bolcheviques, claro). Desde el momento en que se conocieron los
      resultados, los bolcheviques iniciaron una campaña de agitación
      entre obreros y soldados para contar con su apoyo cuando fuera
      necesario.
    
Como los alemanes en el África Oriental Alemana se estaban
      quedando sin suministros hasta un nivel alarmante, invadieron la
      colonia portuguesa de Mozambique, derrotaron a unos 900
      portugueses en Ngomano, capturaron a unos 700 y mataron o
      hirieron al resto, y saquearon la colonia apropiándose de gran
      cantidad de material que les permitió continuar la guerra contra
      los británicos en el norte. 
    
El 30 de noviembre los alemanes
      empezaron recuperar en Cambrai el terreno que habían perdido ante
      el ataque aliado. Ese día llegó a Francia una nueva división
      estadounidense, conocida como arco iris, porque contaba
      con soldados de todos los Estados. A su frente estaba el general Douglas
        MacArthur. 
    
Los ucranianos habían estado a la expectativa de lo que ocurría
      en Petrogrado, y finalmente, al constatar el sabotaje a la
      asamblea constituyente, decretaron que el gobierno bolchevique no
      era una autoridad legítima, y preparó la convocatoria de su propia
      asamblea constituyente.
    
El 5 de diciembre el gobierno
      bolchevique sustituyó los antiguos tribunales de justicia por
      otros nuevos nombrados por los sóviets.
    
En Portugal, una junta militar presidida por Sidónio Pais
      disolvió el congreso y obligó al presidente Bernardino Machado a
      abandonar el país.
    
La revolución rusa había desestabilizado la política finlandesa,
      donde las fricciones entre los socialdemócratas (apoyados por
      Lenin) y los conservadores no había dado lugar a una guerra civil
      por falta de armas, principalmente, pero ambos bandos estaban
      reuniendo armas a marchas forzadas. Hasta hacía unos meses, los
      conservadores se mantenían leales al gobierno ruso, mientras que
      los socialdemócratas eran independentistas, pero con el cambio
      político en Rusia la situación se había invertido: ahora eran los
      conservadores los más fervientes partidarios de la independencia y
      los socialdemócratas trataban tímidamente de desdecirse de su
      independentismo. El 6 de diciembre el
      senado (dominado por los conservadores) aprobó una declaración de
      independencia que los socialdemócratas no apoyaron, pero se vieron
      en la necesidad de aprobar poco después su propia declaración de
      independencia, que se distinguía en poco de la aprobada ya. El
      presidente del Senado, Pehr Evind Svinhufvud af Qvalstad
      empezó a actuar como primer ministro provisional.
    
Ese día todas las fuerzas políticas opositoras, desde los
      liberales hasta los mencheviques, fundaron en Petrogrado la Unión
        para la Defensa de la Asamblea Constituyente, con objeto de
      reforzar el apoyo popular a la asamblea constituyente que el
      gobierno bolchevique se había comprometido a convocar, de modo que
      ésta se convirtiera en la autoridad suprema en Rusia, en
      detrimento del gobierno provisional bolchevique.
    
El 7 de diciembre el Senado
      estadounidense aprobó por unanimidad la declaración de guerra a
      Austria-Hungría. La Cámara de Representantes la aprobó por 365
      votos contra 1.
    
Para entonces los alemanes habían recuperado todo el terreno
      perdido en Cambrai, excepto una pequeña sección de la línea
      Hindenburg que permaneció en poder de los aliados. No obstante,
      aunque la ofensiva no había tenido unos resultados significativos,
      y además se había cobrado unas 45.000 vidas en cada bando, había
      puesto de manifiesto que no era difícil romper la línea Hindenburg
      con la estrategia adecuada, de modo que un ataque futuro mejor
      preparado podría poner en jaque la resistencia alemana. Por su
      parte, los alemanes tuvieron que hacer un esfuerzo enorme para
      preparar sus líneas defensivas para posibles ataques con tanques.
    
El 8 de diciembre Sidonio Pais fue
      nombrado primer ministro de Portugal.
    
Rusia estaba negociando con las potencias centrales su salida de
      la guerra, y Rumanía, al verse sin el apoyo ruso, no tuvo más
      remedio que pedir un armisticio, que fue acordado en Focșani
      el 9 de diciembre, y prepararse para
      unas desventajosas negociaciones de paz.
    
Para entonces el ejército británico tenía casi rodeada Jerusalén,
      cuya única vía de comunicación con el exterior era el monte de los
      olivos, que permanecía bajo el control del ejército otomano, de
      donde fue expulsado al atardecer. Mientras tanto el alcalde de
      Jerusalén había entregado a los británicos una carta en la que
      rendía la ciudad. El texto decía:
    
Debido al rigor del asedio de la ciudad y al sufrimiento que este pacífico país ha sufrido por vuestros pesados cañones, y por miedo de que esas bombas mortíferas alcancen los santos lugares, nos vemos obligados a entregaros la ciudad a través de Husseins al-Husseini, el alcalde de Jerusalén, con la esperanza de que la protegeréis como nosotros la hemos protegido durante más de quinientos años.
Un año más, no hubo ceremonia de entrega de los premios Nobel.
      Ese año se concedieron tres de ellos:
    
Los químicos alemanes Otto Hann y Lise Meitner
      aislaron el último de los elementos químicos predichos por
      Mendeleiev, al que llamaron protactinio. En realidad
      cuatro años antes el polaco Kasimir Fajans había
      descubierto un isótopo del protactinio que se desintegraba
      rápidamente en uranio. El isótopo descubierto por Hann y Meitner
      era mucho más estable: hacen falta 32.000 años para que se
      desintegre la mitad de una muestra.
    
El 11 de diciembre el general Edmund Allenby entraba en Jersualén. Lo hizo a pie, en lugar de a caballo o en automóvil, en señal de respeto a la ciudad santa.
Mientras tanto el Comité Militar Revolucionario de Kiev, apoyado
      por Petrogrado, entregaba un ultimátum al gobierno ucraniano en el
      que exigía que todo el poder fuera transferido a los bolcheviques,
      bajo amenaza de destruir la ciudad. Al mismo tiempo un ejército
      del frente rumano fue desviado a Kiev para entregar el poder a los
      bolcheviques, pero los militares ucranianos pudieron desbaratar el
      plan sin apenas derramamiento de sangre.
    
Ese día estaba prevista la inauguración de la Asamblea
      Constituyente rusa, pero Lenin la pospuso alegando que no habían
      llegado a Petrogrado un número suficiente de delegados. Los
      partidarios de la asamblea organizaron una manifestación en su
      apoyo que convocó en el centro de la capital rusa a un gran número
      de personas (aunque las cifras varían según las fuentes, entre
      10.000 y 100.000) que por su aspecto debían de ser
      mayoritariamente de clases medias y altas. La mitad de los
      delegados para la asamblea presentes en la ciudad se reunieron e
      inauguraron una "asamblea oficiosa" que se reuniría diariamente
      hasta que hubiera el cuórum necesario para inaugurar la asamblea
      oficial. Sin embargo, el 12 de diciembre,
      cuando volvieron a reunirse, fueron expulsados del recinto y ya no
      se les volvió a permitir el acceso. Lenin estaba publicado una
      serie de escritos en los que desprestigiaba a la Asamblea
      Constituyente y afirmaba que debía limitarse a ratificar las
      disposiciones del gobierno, cuya autoridad era superior.
    
El 15 de diciembre Trotski firmó un
      armisticio con las potencias centrales, que entraría en vigor dos
      días después, para iniciar a su vez las conversaciones de paz
      encaminadas a que Rusia saliera de la guerra. Ese día la región
      rusa de Besarabia proclamó su independencia bajo el nombre de República
        Democrática de Moldavia.  (Besarabia era la parte del
      antiguo principado de Moldavia que Rusia había conquistado al
      Imperio Otomano. La parte que permaneció bajo dominio turco se
      independizó más tarde y se unió al principado de Valaquia para
      formar Rumanía.)
    
El 17 de diciembre se inauguró el Primer
        Congreso de los Sóviets de Diputados de Trabajadores, Soldados y
        Campesinos de Ucrania. Cuando los bolcheviques descubrieron
      que no eran la mayoría, trataron de que el Congreso no fuera
      considerado como un congreso, sino como un mero "encuentro". Su
      propuesta no fue aceptada y entonces los delegados bolcheviques
      abandonaron el congreso. Ese mismo día llegó un nuevo ultimátum,
      firmado por Lenin y Trotsky, que exigían la entrega del poder a
      los bolcheviques en 48 horas.
    
Ese día un submarino alemán hundió un destructor estadounidense
      cerca de Irlanda.
    
El 18 de diciembre se disolvió el Comité
        Militar Revolucionario de Petrogrado, pues sus funciones
      estaban siendo desempeñadas por los ministerios del nuevo gobierno
      y sus dirigentes estaban chocando en algunos asuntos con el propio
      gobierno.
    
En el Cáucaso la revolución soviética había formado el Comisariado
        Transcaucásico, que ese día firmó un armisticio con el
      Imperio Otomano. El Comisariado consideraba a su territorio como
      parte de Rusia, mientras que los otomanos lo consideraban una
      entidad independiente.
    
El Congreso estadounidense aprobó una resolución de enmienda a la
      constitución por la que se prohibía la elaboración, distribución,
      importación y venta de bebidas alcohólicas, que ahora pasaba a los
      distintos Estados para su ratificación. Ese año Indiana, Michigan
      y Florida, habían aprobado una ley estatal al respecto, y Montana
      lo haría una semanas más tarde.
    
El 19 de diciembre, el Congreso de los
      Sóviets de Ucrania condenó el ultimátum de Lenin y Trotsky.
    
El 20 de diciembre el gobierno ruso
      fundó la "Comisión Extraordinaria Panrusa para la lucha contra
        la Contrarrevolución y el Sabotaje", más conocida por sus
      iniciales en ruso como "la Checa", que era la sucesora del
      servicio de inteligencia zarista, cuyo objetivo era suprimir y
      liquidar por cualquier medio todo acto contrarrevolucionario o
      desviacionista, es decir, que no sólo había que exterminar a los
      contrarios a la revolución, sino también a los partidarios que no
      la concibieran exactamente igual que Lenin. Su máximo responsable
      fue Félix Dzerzhinski. 
    
El gobierno ucraniano comunicó a Petrogrado que no aceptaba el
      ultimátum y el gobierno bolchevique declaró la guerra a Ucrania.
    
El ejército británico cruzó por la noche el río Yarkon,
      con lo que aseguraba la comunicación entre Jerusalén y el puerto
      de Jafa. 
    
Un ejército bolchevique ruso había entrado en Ucrania, apoyado
      por los bolcheviques locales, que el 25 de
        diciembre proclamaron en Járkov la República
        Socialista Soviética de Ucrania. El 26
        de diciembre el ejército ruso tomó Járkov.
    
El 27 de diciembre los otomanos, tras
      haber recibido refuerzos, intentaron recuperar Jerusalén, pero
      fueron rechazados.
    
Sidonio Pais ocupó el cargo de Presidente en funciones de la
      República Portuguesa.
    
El 28 de diciembre los bolcheviques
      ucranianos inauguraron en Járkov el "verdadero" Congreso de
        los Sóviets de Ucrania. Se notaba que era el verdadero
      porque todos los delegados eran bolcheviques.
    
El 31 de diciembre el gobierno de Petrogrado reconoció en un decreto la independencia de Finlandia.
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