Una parte concretamente valiosa del fondo de la Biblioteca son los 260 carteles que proceden la mayoría de las recuperaciones de guerra, las confiscaciones posteriores, o los depósitos hechos cuando nuestra ciudad fue capital de la España republicana.

Esta colección de signo obviamente de izquierdas, si tenemos en cuenta la circunstancia histórica en la cual surge, es un valioso material con qué estudiar los valores estéticos, los aspectos políticos, las implicaciones personales, etc., así como el desarrollo de nuestras artes gráficas. La explosión cartelista que se dio durante la Guerra fue la respuesta a la necesidad de propaganda y estímulo en una confrontación eminentemente popular que requería de unos medios de expresión artística adecuados.

Estos carteles, procedentes de la Guerra Civil, permanecieron intactas en "el infierno" de la Biblioteca durante muchos años, circunstancia que ha favorecido su conservación.

Cartelistas de gran importancia, como Antonio y Arturo Ballester, Amster, Bardasano, Padial, Monleón, Wila o Renau, entre otros, se encuentran representados en esta colección.

Sus estilos son variados, desde los que introducen las máximas características pictóricas posibles, como Dubón, hasta los representativos de tendencias vanguardistas del momento, como Contreras.

La temática es variada, relacionada con las necesidades de la guerra (como la propaganda política o sindical, el antifascismo, el estímulo a la producción, etc.), expresión de las prioridades en la política de la República (cultura, sanidad, etc.).

Editados por las organizaciones políticas y sindicales (UGT, Socorro Rojo, CNT, etc.) o gubernamentales (Ministerio de Instrucción Pública, Dirección general de Bellas artes, etc.), la mayor parte fueron realizados en imprentas valencianas (Gráficas Ortega, Litografía J. Ariño, etc.).

Este fondo ha sido estudiado, entre otros, por los profesores Facundo Tomás, Javier Pérez Rojas y José Luis Alcaide.

En el año 2002 la Universidad organizó una exposición que tituló "Arte y propaganda", en ella se mostró gran parte de la colección; existe una base de datos, con apéndice documental, de aquella exhibición.

Además de esta colección, la biblioteca reúne un importante fondo de carteles realizados en Valencia, procedentes de los años que fue depositaria del Depósito legal.