Black, J.
A mediados del siglo XVIII, una contribución decisiva hizo cambiar el curso de las investigaciones sobre los nuevos fluidos elásticos: el descubrimiento del "aire fijo" por el médico Joseph Black (1728-1799) durante su estudio sobre un popular producto terapéutico conocido como "magnesia alba". Joseph Black había estudiado bajo la dirección de William Cullen (1710-1790) en la Universidad of Glasgow. Durante tres años ayudó a su maestro en el laboratorio y se familiarizó con los instrumentos y los productos químicos. Black también adquirió en sus anos de formación el interés por las aplicaciones médicas de la química, que fueron el origen de sus principales trabajos.
Después de trasladarse a Edimburgo, Black comenzó a investigar las propiedades de ciertos álcalis, atraído por el debate entre los profesores Robert Whytt (1714-1766) y Charles Alston (1683-1760) acerca del mejor modo de disolver las piedras de vejiga sin producir daños. Alston había sugerido el empleo de disoluciones de cal y, en el curso de sus investigaciones, analizó las transformaciones que sufría la piedra caliza cuando era calentada Finalmente, su tesis fue publicada a mediados de junio de 1754 y tuvo como objeto de estudio los remedios empleados para combatir la acidez de estómago, en particular, uno de ellos, la magnesia alba. Sin embargo, tal y como explicaba en otra carta a su padre, al concluir sus trabajos, Black se dio cuenta de que en sus investigaciones "pertenecían en gran medida a la química pura y muy poco a la medicina". Lo que Black no pudo ni siquiera suponer cuando escribió estas frases es que su trabajo estaba destinado a convertirse en una pieza clave de las transformaciones que sufriría la química en el último tercio del siglo XVIII. Sus análisis cuantitativos fueron un modelo que inspiraron la obra de Lavoisier a partir de 1772, aunque fueron poco conocidos en Francia antes de esa fecha.