GUÍA DE USO PARA UN LENGUAJE IGUALITARIO
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3. Género y sexo: usos normativos

El español es una lengua de género, es decir, que suele marcar el sustantivo y las palabras que se relacionan con él (adjetivos, artículos, demostrativos, algunos cuantificadores y algunos pronombres) con terminaciones que indican si se trata de una palabra femenina o masculina. Es lo que se denomina flexión de género

Sin embargo, eso no quiere decir que todas las palabras con marca de género indiquen una relación con el sexo masculino o femenino. El género es una marca gramatical y el sexo es un concepto que relaciona una palabra con una realidad que, solo en el caso de algunos seres animados, es masculina o femenina, y la presencia de esta marca informa de la diferencia sexual. Así,

zapatilla es una palabra de género femenino, pero no tiene sexo femenino, y reloj es de género masculino, pero no pertenece al sexo masculino.

En cambio,

mujer es una palabra de género femenino e indica una persona de sexo femenino y  yerno  es una palabra de género masculino e indica una persona de sexo masculino. 

  • Marcas de género

Las  marcas que presentan las palabras que tienen flexión de género y no se refieren a seres sexuados no derivan, pues, de la condición femenina o masculina de las entidades que designan. De hecho, en general, las distintas terminaciones dependen del origen de las palabras, que en nuestro caso suele ser el latín.

Si se trata de seres animados y, en especial, al designar a las personas, existen distintas posibilidades formales de expresar esa diferencia de género/sexo mediante distintos procedimientos.

En las palabras variables, se pueden presentar marcas de género para cada una de ellas, con sufijos como profesora/ profesor, alumna/alumno, bedel/bedela, actor/actriz, etc., o ser palabras distintas para cada sexo (heterónimos), como mujer/hombre, nuera/yerno, etc.

En las palabras invariables se encuentran formas comunes en cuanto al género que se distinguen por la concordancia que presentan las palabras que le acompañan, como el artículo, el adjetivo u otros determinantes, por ejemplo la periodista/el periodista, o bien palabras que tienen una forma única gramatical para los dos sexos (epicenos), como la persona o el personaje

  • Normativa

A continuación, indicamos las alternancias más habituales entre formas femeninas y masculinas referidas a personas según la normativa de la RAE, especialmente en profesiones, cargos, actividades, etc.:

a) Palabras acabadas en -o masculino y -a femenino: administrativo/a, médico/a, técnico/a, decano/a, alumno/a, matemático/a, informático/a, etc. Excepciones cultas: diácono-diaconisa. Dobletes: vampiro-vampira/vampiresa.

  • Pueden presentar algunas excepciones si se trata de palabras comunes, como el/la modelo, el/la piloto, o bien, si son resultados de acortamientos, como el gine(cólogo)/la gine(cóloga), el/la otorrino(laringólogo), etc.
   
b) palabras acabadas en -a que funcionan como comunes: el/la logopeda, el/la pediatra, el/la atleta, etc.   Excepciones: la modista/el modisto.
Dobletes: el poeta-la poeta/ la poetisa.

  • También son comunes en cuanto al género los sustantivos formados con el sufijo -ista: el/la periodista, el/la deportista, el/la comentarista, el/la sindicalista, etc.
   
c) palabras acabadas en -e que suelen funcionar como comunes: el/la estudiante, el/la gerente, el/la conserje, el/la amanuense.    
  • Palabras acabadas en -e para el masculino y con -esa, -isa o -ina para el femenino: alcalde/alcaldesa, sacerdote/sacerdotisa, héroe/heroína, etc.
  • Palabras acabadas en -e para el masculino y en -a para el femenino: jefe/jefa, sastre/sastra, etc.
   
  • Palabras terminadas en -ante o -ente, que suelen funcionar como comunes: el/la estudiante, el/la conferenciante, el/la dibujante, el/la paciente, etc.
  Cambios de significado:
el/la ayudante, común, pero la ayudanta, femenino.  

  • Palabras terminadas en -ante o -ente con terminación en -a para el femenino: presidente/presidenta, cliente/clienta, etc.
   

d) Palabras acabadas en -i o en -u, son comunes en cuanto al género: el/la maniquí, el/la iraní, el/la gurú.

e) Palabras acabadas en -y masculino y en -ina en femenino: rey/reina.

   
  • Palabras incorporadas actualmente acabadas en -y son comunes en cuanto al género: el/la yóquey.
   

f) Palabras que acaban en -or en masculino y en -a en femenino: escritor/escritora, profesor/profesora, compositor/compositora

   
  • Palabras que acaban en -or en masculino y en -triz en femenino: actor/actriz, emperador/emperatriz.
   

g) Palabras que acaban en -ar, -er, -ir o -ur, funcionan como comunes en cuanto al género: el/la auxiliar, el/la escolar, el/la militar, el/la líder, el/la canciller, el/la ujier,  el/la faquir, el/la augur.

   
  • Pueden presentar algunas excepciones: juglaresa, lideresa, choferesa, bachillera.
   

h) Palabras agudas que acaban en -n y en -s en masculino y en -a en femenino:  guardián/guardiana, bailarín/bailarina, marqués/marquesa.

  Excepciones: baronesa, histrionisa, el/la rehén, el la edecán.
  • Palabras llanas que acaban en -n y en -s  son comunes: el/la barman.
   

i) Palabras que acaban en -l o -z tienden a funcionar como comunes: el/la cónsul, el/la corresponsal, el/la timonel, el/la capataz, el/la juez, el/la portavoz.

  Tanto la juez y la bedel como la jueza y la bedela  están admitidas.

  • Palabras acabadas en -l o -z  presentan formas en –a en femenino en el uso actual: juez/jueza, aprendiz/aprendiza, concejal/concejala o bedel/bedela.
   

j) Palabras que acaban en otras consonantes funcionan como comunes: el/la chef, el/la médium, el/la pívot.

  Excepciones: abadesa, huéspeda.

Entre las palabras invariables, incluidas en las terminaciones anteriores, están las denominadas comunes en cuanto al género, que distinguen el género por su concordancia (el/la agente de policía). Podemos identificar diferentes grupos:

  • Palabras acabadas en -o, testigo
  •  Palabras acabadas en -a, atleta
  • Palabras acabadas en -e, conserje
  • Palabras acabadas en -i, -u maniquí, gurú
  • Palabras acabadas en -y, yóquey
  • Palabras acabadas en -ar, -er, -ir -ur, auxiliar, canciller, faquir, astur
  • Palabras acabadas en -l, -z, cónsul, portavoz
  • Palabras acabadas en otras consonantes, chef, médium, pívot.

Hay que tener en cuenta que, en estos casos, el artículo y otros determinantes indican si nos estamos refiriendo a un masculino o a un femenino, de manera que no existe ambigüedad posible: el agente de policía/ la agente de policía, una fiscal/ un fiscal, aquella terapeuta/ aquel terapeuta, un guardia jurado/ una guardia jurada

  • Palabras variables: heterónimos

Son palabras que no comparten la misma raíz en masculino y en femenino: padre/madre, hombre/mujer, yerno/nuera, etc.

  • Palabras invariables: epicenos y colectivos

También hay palabras que se refieren indistintamente a seres de ambos sexos (persona, víctima, personaje, figura, etc.; se denominan epicenos) o las que engloban a seres de un sexo o de otro porque designan un grupo (alumnado, humanidad, personal, etc.; son los nombres colectivos).  No hay que olvidar que la concordancia en estos casos se establece con el género de la palabra, no de la persona a quién se refiere:

Esa persona de la que te hablo, una mujer de unos 30 años, quedó aturdida por la noticia 

Esa persona de la que te hablo, un hombre de unos 30 años, quedó aturdida por la noticia

Si fuera necesario, se puede especificar mediante los términos masculino y femenino o varón y mujer.

Para simplificar las denominaciones gramaticales, se hablará en el resto de esta Guía de palabras variables y de invariables. Bajo la denominación de variables se encuentran las que presentan marcas de género y los heterónimos; en las palabras invariables se incluyen los comunes, los epicenos y los colectivos.

Tabla de terminaciones en masculino y femenino en español (consultar)

Selección de formas relativas a profesiones, cargos, condiciones y puestos de trabajo (consultar)