CUÉLLAR

NOMBRE: CUÉLLAR
COMARCA: TIERRA DE CUÉLLAR
PARTIDO JUDICIAL : Cuéllar
PROVINCIA : Segovia
SUPERFICIE: 274,2 km2
ALTITUD: 857
HABITANTES: 9071 : 7000 en el núcleo
GENTILICIO: Cuellarano
SIGNIFICADO: Lugar de abundantes colinas
DESPOBLADOS: Caxarejos, Pociague, Torre, Ovilo, Minguela, Aldehuela, El Caño, otros.

GEOGRAFÍA FÍSICA
Cuéllar es un municipio que se encuentra situado en la llanura castellana en los límites de la provincia de Segovia con Valladolid. Concretamente, el término municipal queda emplazado en la llamada Tierra de Pinares, en el valle del Cega. Limita al norte con la provincia de Valladolid, al sur con el Término de San Martín y San Mudrian, al oeste con San Cristóbal de Cuéllar y al este con Moraleja de Cuéllar, Frumáles, Sanchonuño y Gomezserracín. Lo que verdaderamente sorprende de su ubicación es que el término aparece rodeado de pinos, en un pintoresco “mar de pinares”. Carece de alturas topográficas considerables y la zona más elevada se sitúa justo al norte, con 860 metros de altitud. Por ello, el terreno es suave y poco escarpado. Aún así, la zona donde se asienta el núcleo principal de la población es la más pronunciada, consecuencia de las sinuosidades derivadas por un gran corte que divide el término municipal en dos y que se localiza precisamente en el núcleo poblacional. Por otra parte, abundan las fuentes y manantiales en todo el término municipal que se alimentan del Valle del Henar.

RECURSOS HÍDRICOS
Cuéllar se halla situada en la cuenca del Duero y dentro de ésta en la cuenca del río Cega que atraviesa la población de este a oeste. Este río se convierte en uno de los ejes principales de la actividad económica agrícola de Cuéllar, nace en la sierra de Guadarrama y desemboca en el Duero. Recoge el escaso aporte fluvial de otros pequeños tributarios como el Henar y el Cerquilla.

CLIMA
Presenta un clima continental típico de las latitudes de interior, con inviernos duros, largos y fríos y con veranos moderadamente cálidos o algo frescos. Presenta un régimen pluviométrico medio-alto que varía notablemente de un año a otro. El aislamiento provocado por los sistemas montañosos más próximos contribuye a aumentar la crudeza del frío invierno en todo su término.

GEOLOGÍA
El término de Cuéllar presenta tres zonas claramente diferenciadas desde el punto de vista geológico. La primera de ellas es la zona situada al sur del arroyo Cerquilla y al norte del término municipal entre Hénar y Cuéllar, con materiales procedentes del Cuaternario. La segunda zona presenta materiales procedentes del Mioceno pues predominan los terrenos arcillosos y las areniscas. Esta segunda zona se localiza en la parte superior de la cortada llegando hasta el arroyo Cerquilla. La tercera zona está compuesta de materiales pertenecientes al Pliocénico y se corresponde con las mayores altitudes topográficas del término -850m-.

VEGETACIÓN, FLORA Y FAUNA
El Pinus pinaster -resinero- es el verdadero rey y soberano de estas tierras. Todo Cuéllar aparece rodeado de estos pinos que son la especie más extendida en toda Europa. Todo este inmenso paraje natural es propiedad comunal y está celosamente protegido por sus habitantes. Las riberas del Cega están repletas de verdaderas maravillas de la naturaleza, chopos, sauces, avellanos, abedules componen el paisaje fundamental de este bello rincón segoviano. En menor medida podemos encontrar otras especies autóctonas como enebros, endrinos y madreselvas que otorgan un paisaje de color y luminosidad, digno de contemplación. Vegetación de ribera y cultivos de regadío en tierras bajas completan el paisaje ecológico del lugar.

En estas tierras segovianas podemos encontrarnos con el llamado Abejaruco -Merops apiaster-, ave de colores vivos que presenta en la parte dorsal colores parduzcos y amarillos. En el vientre mantienen un color azulado-verdoso, la garganta es amarilla y con un collar negro. La cola y las alas son verdosas. El pico es largo y curvado y mide unos 26 cms. Se alimentan de insectos a los que cazan en pleno vuelo. Es un ave gregaria que vive y anida en colonias. Otra de las aves que prolifera por el término es la Carraca -Coracias garrulus-; ave de color azulado turquesa que tiene el dorso pardo claro y con los bordes de las alas negros. Tiene un pico bastante grande y ligeramente curvado . Se alimenta de insectos, arañas y lagartijas. Es un ave solitaria y suele concentrarse en los pinares, aunque su número es escaso. En cuanto a la fauna marina son especialmente conocidas las truchas que transitan por el río Cega.

POBLACIÓN Y DEMOGRAFÍA
Durante los siglos bajomedievales Cuéllar llegó a contar con unas 2000 personas. Esta nada desdeñable cantidad fue posible gracias al auge económico de toda la comarca que se operó durante los siglos XIV y XV. Se sabe que Cuéllar contaba con 1735 habitantes en el año 1531 y que en 1591 ya contaba con 2839. La mayoría de la población era fundamentalmente agrícola y ganadera. Por encima de ellos se encontraban los hidalgos exentos de tributos que tenían su propio domicilio social y el sector clerical, francamente poderoso. Lo cierto es que las diferencias sociales en estos momentos eran importantes y evidentes, fruto de la propia estructura de la propiedad de una tierra, principalmente agrícola.

En 1751 la población había descendido de los 2839 de 1531 a 2194 habitantes. Esta caída demográfica se debió en gran medida a la depresión económica que castigó a la población cuellarana durante el siglo XVII y parte del siglo XVIII, similar a la depresión ocurrida en toda Castilla. Desde 1610 hasta 1675 se acusa un pronunciado descenso de los bautizos en la población. Es el momento de la despoblación de muchas aldeas y lugares de Cuéllar. Las malas cosechas provocaron crisis de subsistencia importantes y por tanto un aumento desmedido de la mortalidad. No existen pruebas fiables de la existencia de otros factores que incidieran en la mortandad de la población.

En 1784 la población cuellarana llegaba a 2642 almas lo que supone un aumento significativo con respeto a 1751 en el que había 2194 habitantes. Esta recuperación demográfica se debe en gran parte a la recuperación económica operada durante la segunda mitad del siglo XVIII, gracias al aumento de la producción derivado del cultivo de nuevas tierras comunales hasta ahora baldías o improductivas. Entre 1800 y 1825 la población aumentó hasta alcanzar los 3000 habitantes. En el año 1857 ya ascendían a 3617 almas y en el año 1898 eran 3899. Estas cifras demuestran el aumento importante y constante de la población durante todo el siglo XIX.

En el siglo XX el crecimiento de la población ha sido constante en términos generales, salvo el paréntesis de la guerra civil. En el año 1975 el número de habitantes era ya de 6699 y tres años más tarde tenía 7349. Este aumento de la población en los últimos tiempos se debe a la inmigración de los pueblos vecinos. En el censo de 1991 Cuéllar contaba con una población de 9071 personas y en la actualidad cuenta con 9283 habitantes.

SECTORES ECONÓMICOS
Cuéllar fue un importante centro productor y exportador de lana durante los últimos siglos de la Edad Media. Durante estos siglos Cuéllar destacó principalmente por sus viñedos, mientras que era deficitaria en cereales. En cuanto a la ganadería se sabe que Cuéllar era un importante centro productor y que este sector constituía la fuente principal de riqueza de la población durante el siglo XVI. Cuéllar se especializó en ovejas, cabras, vacas, cerdos y aves de corral.

A pesar de la supremacía de la ganadería, en el siglo XVI se produjo cierta inclinación hacia la agricultura como queda de manifiesto en las ordenanzas de 1546. Estas ordenanzas favorecieron en cierto modo la producción y el desarrollo agrícola. Son momentos en los que la producción de cereales crece y aumenta progresivamente en contraste con etapas productivas anteriores. Los cereales conviven con los viñedos en una proporción mayor. Se cultivaba azafrán, cáñamo y hortalizas cerca de la vega de los ríos Cerquilla y Cega. No obstante, este proceso de crecimiento se vio truncado con la crisis económica del siglo XVII que afectó notablemente a los cuellaranos. La Agricultura continuó siendo la fuente principal de riqueza durante el siglo XVIII.

En el siglo XIX aparecieron nuevos cultivos como la patata y la achicoria que remediaron en gran medida la pobreza y la carestía de alimentos de la población. Lo cierto es que el siglo XIX y principios del siglo XX fueron recesivos para Cuéllar. En la actualidad las mejoras tecnológicas han propiciado un desarrollo económico importante altamente intensivo y productivo. Cuéllar se ha convertido además en un importante centro industrial de la región en el que sobresale la producción de muebles, laminados plásticos, industria alimentaria y derivados de la resina. En el campo agrícola alternan los cultivos de secano con los regadíos y la ganadería se ha especializado en la producción equina, mular, avícola y ovina.

ENSEÑANZA
La ciudad cuenta con importantes centros escolares de EGB, varios institutos de Bachillerato y la Escuela de Formación Profesional. La Casa de la Cultura alberga numerosas obras de consulta para fines culturales capaz de atraer a un gran número de estudiantes y que cada vez cuenta con una mayor aceptación entre los vecinos.

PREHISTÓRIA Y ARQUEOLOGÍA
En la carretera de Cuéllar con destino a Cantalejo se encontró en el año 1967 dos piezas de silex pertenecientes al Paleolítico medio. Los hallazgos arqueológicos encontrados en el término demuestran que en Cuéllar existió un poblado celta, de una tribu vacea. En el Museo Arqueológico de Segovia se pueden admirar varios vasos trípodes de este periodo, denominado de la cultura de “Las Cogotas”. Sin embargo, faltan evidencias que atestigüen la presencia de los romanos en su término ; no así en poblaciones cercanas. A pesar de ello, Diego de Colmenares fue el primero que emparentó Cuéllar con la antigua Colenda romana, aunque este hecho no esté suficientemente probado. Personalidades de la talla de Sánchez Albornoz han otorgado un origen latino al término o Menéndez Pidal que le otorgó un origen románico frente a otros pueblos vecinos con un origen medieval probado. De los visigodos se han conservado tan sólo un broche y una estela circular con cruz, custodiadas en la actualidad en el Museo de Valladolid.

HISTORIA
Los musulmanes entraron en la cuenca del Duero en el año 1714. Este hecho provocó la huida de numerosos habitantes hacia las regiones norteñas más seguras. Es muy probable que Cuéllar quedara situada en la zona desierta o casi desértica de esta vasta región. A consecuencia de la batalla de Simancas en el año 939 fue repoblada por castellanos viejos a instancias de los condes de Monzón. Desde este momento Cuéllar sufrirá los avatares derivados de su posición fronteriza entre los dominios de los condes de Monzón y los del conde Fernán González. Sin embargo, los problemas para Cuéllar eran otros. En el año 977 las huestes de Almanzor arrasaron la población.

A finales del siglo XI se llevaría a cabo la definitiva repoblación a cargo del rey Alfonso VI y el conde Pedro Ansúrez. Estos repobladores se dedicaron a fortificar y amurallar la población en previsión de posibles ataques de los musulmanes. Fueron los momentos del nacimiento de la Comunidad de Tierra y Villa en la que Cuéllar se iba a convertir muy pronto en centro destacado de toda la comarca.

El rey Alfonso X el Sabio le otorgó el Fuero Real en el año 1256, momento en el que la población de Cuéllar ya contaba con varias aldeas incluidas en su término municipal. Estos privilegios regios pretendían potenciar el crecimiento poblacional y el desarrollo económico del término. Durante el siglo XIII y XIV han ocurrido importantes hechos históricos entre sus muros. Dña. María de Molina convocó Cortes en la ilustre villa de Cuéllar, en el año 1297 y Pedro I contrajo matrimonio en el año 1354 con Juana de Castro. En el año 1383 moría la esposa de Juan I de Castilla, la reina Leonor.

Numerosos nobles castellanos se disputaron sus dominios durante la primera mitad del siglo XV, hasta que pasó a propiedad de la familia de la Cueva en la segunda mitad de este mismo siglo. Beltrán de la Cueva, valido de Enrique IV, erigió el castillo que actualmente podemos admirar imponente coronando la población. Durante el siglo XVI la importancia de la villa fue decayendo progresivamente aunque continuó siendo cabeza de su comunidad y centro de toda la comarca.

Las Ordenanzas de 1546 regulaban la vida social y laboral del municipio. Estas normas eran principalmente derechos y obligaciones de agricultores y ganaderos en relación directa con la correcta convivencia entre los vecinos. La Casa ducal de Alburquerque era la que ostentaba el dominio señorial con cierta jurisdicción sobre todo el termino de Cuéllar. El siglo XVII y parte del siglo XVIII son siglos de malas cosechas y crisis económica importante para Cuéllar que provocó una importante reducción de la población.

No ocurrieron sucesos relevantes desde el punto de vista histórico durante los siglos siguientes. En la guerra de la Independencia Cuéllar se distinguió por su actuación contra los invasores. Las murallas de la ciudad se desmoronaron en el año 1842 provocando la desaparición de algunos importantes arcos y puertas de la misma. La Desamortización de Mendizabal sólo sirvió a los más avispados y las funciones de la Comunidad de Tierra y Villa se redujeron a la simple administración de los bienes comunales.

ARTE Y CULTURA
El siglo XIII fue un siglo importante desde el punto de vista artístico para Cuéllar. Se construyeron notables conventos y monasterios en su término, como los de San Francisco y Santa Clara. En sus alrededores se levantaron ermitas y pequeños santuarios para venerar a los santos locales como la de San Boal y Armedilla. Otras importantes ermitas fueron las de Luzmanes, San Cristóbal, el Henar, etc.

La convivencia de los cristianos nuevos con musulmanes y judíos hizo posible el desarrollo de barrios con unas particularidades propias y con una personalidad claramente definida. Los barrios de la morería y la judería crearon no sólo una forma peculiar de vida sino una arquitectura popular con sus propios rasgos y características. Todavía hoy en día se puede rememorar en una de las calles más típicas de Cuéllar, el barrio de la Morería, o el arco de la Judería que recuerda el lugar donde hicieron su vida los judíos. Cuéllar, junto con Sahagún y Arévalo han sido considerados como uno de los centros mudéjares de toda la meseta del Duero.

A pesar de la profusión del mudéjar en el interior de la población existen también importantes huellas del románico, del gótico, del renacimiento y del barroco. El siglo XVII fue un siglo de depresión económica y el siglo XVIII de lenta recuperación. En este último siglo se construyeron numerosas obras de estilo barroco, adaptando las iglesias mudéjares al nuevo estilo. El siglo XIX y XX se caracteriza por la decadencia económica, el deterioro y pérdida del património histórico-artístico, hundimiento de la antigua muralla, abandono y ruina de conventos, etc. Cuéllar fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1931.

EL CASTILLO DE CUÉLLAR
El Castillo de la población se construyó en el siglo XV a cargo de Beltrán de la Cueva, consejero del rey Enrique IV. El castillo es de planta rectangular y dispone de tres torres cilíndricas además de una cuadrada. En su interior sobresale la doble galería de arcos sobre columnas que rodean el patio y las inmejorables techumbres de sus dependencias. Actualmente se puede admirar en una de las torres la impresionante bóveda de crucería que recorre la antigua capilla. De este castillo partían los muros que rodeaban la ciudad medieval y a la que se accedía por las puertas de San Andrés y San Martín. De hecho en la actualidad se conservan casi intactas las murallas que rodean la antigua ciudadela. En el siglo XIX este castillo sirvió de cárcel y en el siglo XX ha tenido varios usos sociales -hospital- y culturales -sede docente para formación profesional-.

LAS MURALLAS
La población contaba con un doble recinto amurallado. El primero de ellos cerraba la ciudadela en la parte alta y el segundo arrancaba de éste hacia la población. Algunos especialistas señalan que posiblemente se levantaran sobre restos de antiguas fortificaciones romanas. Se conoce el perímetro de la muralla con toda exactitud puesto que hoy en día se conserva una buena parte de la primera, no así de la que rodeaba la ciudad de la que quedan escasos vestigios. Sobresale la puerta interior de San Basilio y el Arco de San Martín. Otras de menor importancia son las puertas del barrio de la Judería, el de Santiago, etc.

LA IGLESIA DE SAN MARTÍN
La Iglesia se levanta muy próxima al castillo. Dispone de tres naves y tres ábsides de estructura poligonal con una torre exenta o independiente. Es de estilo mudéjar y fue construida en pleno siglo XIII. Dispone de varias puertas con arquivoltas de medio punto que están enmarcadas por un alfiz. El ábside mayor aparece adornado con arquerías ciegas de medio punto y los ábsides laterales presentan unas ventanas de menor tamaño que el ábside mayor. Es propiedad particular y en la actualidad se encuentra practicamente abandonado. Fue declarado patrimonio artístico nacional en el año 1931.

LA IGLESIA DE SAN ESTEBAN
La Iglesia de San Esteban es de estilo mudéjar. De ella destaca su impresionante y bello ábside que está recorrido por franjas de arcos ciegos de medio punto al más puro estilo mudéjar. La esmerada utilización del ladrillo en exteriores le ha valido el calificativo de “románico de ladrillo” por la proximidad estilística con otros estilos en alza en esos momentos. En el presbiterio de la misma se guardan los sepulcros mudéjares donde se puede admirar la rica y variada decoración realizada a base de yeserías y otros elementos propios del mudéjar. Especial mención merecen los dos retablos de los que dispone la iglesia, ambos del siglo XVI. Fue declarada monumento artístico nacional en el año 1931.

EL ROMÁNICO
La Iglesia de San Andrés conserva dos portadas al más puro estilo románico castellano-leonés. Estas portadas son de piedra con arcos de medio punto y están situadas una al mediodía y otra a los mismos pies de la iglesia. Ésta se encuentra situada en la zona norte de la población. Dispone de tres naves y tres ábsides poligonales. Su interior alberga varias imágenes románicas de singular belleza como la imagen de la Virgen y el Cristo de San Gil. La antigua Iglesia de San Pedro, situada en la parte baja de Cuéllar, conserva una pequeña portada de estilo románico. Esta Iglesia servía de remate a la muralla medieval de la ciudad y consta que ya existía, incluso en el siglo XI. Otro importante monumento de ésta época es el antiguo palacio de Pedro I el Cruel situado en la calle del Colegio que ha sido declarado monumento artístico nacional en 1974.

EL GÓTICO
Cuéllar conserva importantes vestigios góticos en las Iglesias de San Miguel, San Pedro, Santo Tomé. Destaca también el arco de piedra que da acceso al antiguo hospital de la Magdalena y la pila bautismal de Santa Marina. Otros arcos importantes son los que dan acceso a varias propiedades particulares situados en las calles de la Morería y la del Duque de Alburquerque. En escultura sobresale la imagen de la Virgen del Rosario de Santo Tomé; la imagen de la Virgen de la Palma del Salvador; el Calvario y la imagen de la Rochela en la iglesia de San Andrés. En pintura destaca la obra de Juan Fernández que estuvo durante mucho tiempo en el Hospital de la Magdalena hasta su paso al Ayuntamiento de la ciudad.

SAN FRANCISCO Y SANTA CLARA
La población conserva también restos de antiguos monasterios de vital importancia en el devenir histórico de la villa, como el Convento de San Francisco o el Convento de Santa Clara. El primero fue fundado a mediados del siglo XIII y se convirtió en el panteón de la familia de la Cueva, duques de Alburquerque. Algunos señalan que en las obras intervinieron artistas de la talla de Gil de Hontañón. La portada que todavía se conserva es renacentista. Los valiosos sepulcros en alabastro de estilo renacentista que guardaba se encuentran hoy en Nueva York. El segundo fue fundado en pleno siglo XIII. Dispone de una iglesia de una sola nave en estilo gótico, conserva varias imágenes románicas y un retablo renacentista de singular belleza.

OTRAS IGLESIAS MUDÉJARES
Conserva el termino municipal restos de otras iglesias de estilo mudéjar, realizadas principalmente en el siglo XIII que están muy deterioradas por el paso del tiempo, como la de Santiago, Santa María de la Cuesta, el Salvador, Santa Marina, la Trinidad, Santo Tomé y San Miguel. Entre los edificios civiles más destacados sobresalen antiguas casas y palacios señoriales como la Casa de los Bazanes o palacio de Santa Cruz o las torres de San Andrés y San Basilio.

EL HOSPITAL DE SANTA MARÍA
A finales del siglo XV fue construido el Hospital de Santa María por orden de Gómez González, arcediano de Cuéllar. El Hospital destaca por su bella portada en la que aparecen varios escudos y una lápida con caracteres góticos.

EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL HENAR
El Santuario de Nuestra Señora del Henar fue construido en el año 1580 en un lugar donde se cuenta ocurrió una aparición de la Virgen a un pastor. Esta pequeña ermita fue reformada en dos etapas sucesivas durante los siglos XVII y XVIII ampliándose notablemente su interior. Dentro sobresalen la cúpula y las bóvedas por la calidad de sus pinturas. Se conserva en buen estado el retablo mayor, obra de Manuel García Codos de Peñafiel, de 1784. El camarín es la dependencia mejor conservada del Santuario. Contiene pinturas de José Micot, Antón Wolfaert y Willem Van Herp. Todos los años se realiza una santa romería al santuario, el domingo de San Mateo, septiembre.

PERSONAJES ILUSTRES
Uno de los personajes más ilustres de Cuéllar fue Gómez González, servidor de Benedicto XIII, Martín V o del rey Juan de Navarra. Destacó en el campo de las letras y ofreció notables muestras de generosidad a través de obras de caridad en favor de los más desprotegidos. Sus donativos se dirigieron principalmente al Hospital de la Magdalena y al Estudio de Gramática. A una avanzada edad decidió iniciarse como hombre religioso en Guadalupe y poco después en el monasterio de El Paular, donde falleció en el año 1444.

Otros personajes ilustres que nacieron en la villa fueron Juan Velázquez, persona influyente en la corte de Castilla y caballero de la Orden de Santiago. Este personaje albergó durante varios años en su hogar a San Ignacio de Loyola. Beltrán de la Cueva, vencedor en la Batalla de Villalar de 1521 y diplomático en Inglaterra, era asesor de Carlos I y Felipe II; el teólogo de Trento y obispo de Oviedo, Francisco de Orantes que acompañó en los últimos momentos de su vida a D. Juan de Austria; el humanista, hombre de letras y teólogo jesuíta Diego de Ledesma; el obispo de Oviedo Juan Torres Ossorio; los religiosos Matías de Cuéllar o el cardenal Bartolomé de la Cueva y Toledo, hermano de Beltrán de la Cueva que pudo haber sido elegido papa en el año 1559; el caballero mercedario Alonso Gómez de Encinas y el franciscano Antonio de Cuéllar.

En Cuéllar nació Diego Velázquez, conquistador de Cuba; Juan Grijalba, descubridor de gran parte del golfo mexicano; Gabriel de Rojas y otros famosos conquistadores. Nacido en Cuéllar es también el historiador y cronista Antonio de Herrera Tordesillas, primer historiador general de Indias; el pintor cuellarano Gabriel Cárdenas Maldonado; Diego del Corral, ilustre consejero real de Felipe III; el deán de Segovia D. Agustín Daza que realizó varias obras sociales para ayudar a los agricultores y ganaderos. Fundó también el Hospital de la Cruz. Otros cuellarános ilustres son Gregorio Fraile, Alfonsa de la Torre, Modesto Fraile, Fernando Velázquez o María de San José, Alonso Ruiz de Herrera y Alonso de Bazán.

FOLCLORE, FIESTAS Y TRADICIONES
Los encierros son los actos festivos de mayor renombre de las fiestas de Cuéllar. Algunos especialistas señalan que estos encierros ya existían en tiempos pasados e incluso señalan que ya existían antes de las ordenanzas de 1546. Estos encierros se desarrollan durante las fiestas de Nuestra Señora del Rosario que se celebran a finales de agosto, concretamente el último domingo del mes. Entre los actos más destacados sobresale la proclamación de la Corregidora mayor de las fiestas y los bailes típicos como la jota al ritmo de la dulzaina y el tamboril. Estas fiestas fueron declaradas de interés turístico en el año 1977. Otras fiestas importantes de Cuéllar son los carnavales de febrero y la festividad local de San Miguel. En la villa se realizan dos importantes ferias durante el año.

INVENTARIO
Castillo-palacio de Alburquerque
Ruinas de Iglesias mudéjares: San Martín, San Francisco
Arco de San Andrés
Hospital de la Magdalena
Iglesia de San Esteban
Arco de San Martín
Arco de la Judería
Paño de la muralla
Ábside mudéjar de Santiago
Torreón de Santiago
Ayuntamiento
Iglesia de San Miguel
Palacio mudéjar de Santa Cruz
Palacio de D. Pedro I el Cruel
Casa Parroquial
Pza de Santa Marina: Fuente y torre mudéjar de la antigua iglesia de Santa catalina
Antigua Iglesia y convento de la Trinidad
Iglesia de Santa María de la Cuesta
Iglesia del Salvador
Iglesia de San Pedro
Iglesia de la Concepción
Convento e Iglesia de Santa Clara

GASTRONOMÍA
En estas tierras castellano-leonesas conviene degustar un plato típico de carne recia, el lechazo asado. Este primer plato es propio de estas latitudes. Es propio de estas tierras porque la preparación y los cuidados en la realización en horno de leña le otorgan un carácter personal. Sin duda, los rigores del duro invierno segoviano son más llevaderos con platos de este tipo. Los corderos tienen fama de ser los mejores alimentados de toda Castilla y León. Existen costumbres más recientes que han hecho que se celebre la “Fiesta de la Chuleta” en alternancia con una actividad deportiva, en bicicleta. En temporada destacan los níscalos o robellones de los pinares de sus inmediaciones. También destacan las ensaladas de endivias, los embutidos, los quesos y las pastas y la famosa achicoria cullarana.

* El presente trabajo forma parte de una colección editorial mucho más extensa y ambiciosa, enfocada a medios prensa, en la que se pretendía rescatar la cultura y las tradiciones de nuestros pueblos, provincia por provincia y pueblo por pueblo; en este caso, a la provincia de Segovia para el Adelantado de Segovia. Año 1999.

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