Radiología y medicina física
La aplicación de fenómenos energéticos al tratamiento de las enfermedades es estudiada por una serie de disciplinas que se agrupan en lo que se llama “Terapéutica física”. Tiene dos niveles: uno de remedios naturales (el sol, el agua, el barro, el movimiento, etc.) y otro de técnicas “artificiales”.
El conjunto de técnicas “artificiales” de la terapéutica física fue iniciada por Johann G. Krüger (1744) con el uso de la electricidad estática, tras la invención de la botella de Leyden y las máquinas electrostáticas. La obra de Luigi Galvani (1737-1798) y Alessandro Volta (1745-1827) en la transición del siglo XVIII al XIX, significó un avance decisivo para la aplicación de la corriente continua o galvánica al tratamiento de las enfermedades así como para la electrofisiología.
Con la obra de Michael Faraday (1791-1867) comenzó la constitución de la electroterapia moderna. La figura más destacada en este campo fue la del francés Guillaume B.A. Duchenne (1806-1875), autor de De l’electrisation localisée et de son application à la physiologie, la pathologie et à la therapéutique (1855-1866). Otra aportación posterior digna de ser mencionada, es la de la aplicación de las corrientes de alta frecuencia de Jacques-Arsène d’Arsonval (1851-1940), que permite producir calor en el seno de los tejidos sin excitar la contracción muscular, base de la diatermia del alemán Carl Franz Nagelschmidt (1875- 1952), así como la diatermia de onda corta de Erwin Schliephake (1894-1995).
De gran importancia es el empleo de las radiaciones, tanto para el diagnóstico como para la terapéutica. El de los rayos X comenzó poco después de su descubrimiento por William Conrad Roentgen (1845 –1923) en 1895.
En el siglo XIX este contenido se estudiaba en la asignatura de “Terapéutica, materia médica y arte de recetar”. Algunas de ellas fueron introducidas por Amalio Gimeno y Vicente Peset Cervera.
Aparato magneto-eléctrico de los hermanos Bretón [+Pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño]
Tubo de rayos X. William David Coolidge ideó en 1913 este tubo de rayos X que lleva su nombre. Tiene un cátodo formado por una espiral de hilo de tungsteno arrollado en forma discoide y cóncava perpendicular al eje del tubo o en otra forma según el tubo. Esta espiral está dispuesta en el fondo de una pieza metálica cilíndrica de molibdeno cuyos bordes la cubren ligeramente, llamada pieza de concentración. Dicha espiral de tungsteno está unida por dos hilos de molibdeno a una pieza metálica que sale al exterior de la ampolla y se conectan a unos conductores de una corriente auxiliar de baja tensión para poner en incandescencia el cátodo. El anticátodo hace las veces de ánodo y es también de tungsteno, terminado en superficie plana con 45º de inclinación en el eje y frente del cátodo, y va unido a un vástago de molibdeno.[+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].
Tubo de rayos X modelo Bouwers. Construcciones Roentgen Ibéricas S:A: - CRISA. Serie nº 4140. Estos tubos, que no son más que modificaciones del tubo de Coolidge, tratan de evitar la radiación difusa. La radiación sale únicamente a través de una ventana redonda enfrentada al anticátodo, situada en la parte media. Lleva un sistema de refrigeración de agua.[+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].
Película radiográfica Films Pathè, de los años treinta del siglo XX [+ pulsar sobre las imágenes para verlas a mayor tamaño].
Película radiográfica Agfa-Röentgen, I.G. Fabenindustries Aktiengesellschaft de los años treinta del siglo XX [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño]
Guantes de protección (caucho, plomo y algodón) para la aplicación de rayos X [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño]
Cassetes planos para la realización de radiografías de Heyden y Novalux Super X [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].
Sala de rayos X de la consulta del prof. Carmena
Sala de Rayos X de la antigua consulta del Prof. D. M. Carmena, calle Cirilo Amorós, Valencia. Las imágenes fueron tomadas antes de su desmontaje para el traslado al Museo Historicomédico.
Rayos ultravioleta
Aparato de fototerapia con "luz de Finsen". Hanau. Periodo de entreguerras. La lámpara de Finsen significó un gran avance en relación con el raquitismo en las zonas con escasa radiación solar [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].
(Izquierda) Portada del Lehrbuch der Diathermie (3ª ed., 1926) de Franz Nagelschmidt
(Derecha) Portada del libro de Erwin Dchliephake, Kurzwellentherapie. Die medizinische Anwendung elektrischer Höchstfrequenzen (4ª ed., 1949).
Diatermia
Aparato de diatermia de Reiniger, Gebbert & Schall, del libro Lehrbuch der Diathermie (3ª ed., 1926) de Franz Nagelschmidt
Dos formas de aplicar la diatermia del libro Lehrbuch der Diathermie (3ª ed., 1926) de Franz Nagelschmidt
Equipo de electromedicina. Inductotermo, aparato para piretoterapia fundada en el principio de inducción electromagnética [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].
Aparato de diatermia. Electricidad Carlos Knappe (15) MESCO (15,1). Serie 15,1: 178352 [+ pulsar sobre la imagen para ver a mayor tamaño]
Detalle de la pate superior del Aparato Knappe. El mismo aparato se fabricó en España con el nombre de Penetrotón.
Electrochoque
Aparato portátil para la aplicación de pequeños electrochoques [+pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño]
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Selección de fuentes
Fuentes
García Donato, J.; García Donato, V., Manual de Diatermia, Valencia, Establecimiento tipográfico La Gutemberg, 1922.
Nagelschmidt, F., Lehrbuch der Diathermie, 3ª ed., Berlin, Verlag von Julius Springer, 1926..
Dchliephake, E., Kurzwellentherapie. Die medizinische Anwendung elektrischer Höchstfrequenzen, 4ª ed., Jena, Verlag von Gustav Fischer, 1949.
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