continuación: viene de la página 2

Órdenes arquitectónicos griegos.

El orden arquitectónico es el conjunto de cada soporte con su correspondiente techo que multiplicado por un módulo se repite en todo el edificio.

A) •  Orden dórico.

Es sólido y resistente. Posee formas geométricas y responde a la idiosincrasia militar de los helenos que hablan los dialectos dorios del griego.

El templo se levanta encima de tres gradas a cuyo conjunto se denomina krepis y la última de las cuales se llama estilóbato . La columna no posee basa de forma que el fuste apoya directamente en el estilóbato. El fuste es más grueso por la parte baja que por la alta. En época clásica (480 – 404 a.C.) el fuste es siempre más ancho por abajo. Esa parte más ancha es el éntasis que sirve de módulo con vistas a proporcionar la altura de las columnas, la altitud del entablamento y la anchura del templo. Unas estrías o aristas que forman canales recorren el fuste. Dichas aristas se unen y dan el perfil agudo al que se designa arista viva . A su vez unas pequeñas acalanaduras de idiosincrasia transversal se tallan en el fuste al que rematan. Constituyen el astrágalo .

El capitel lleva collarino , equino y ábaco . El collarino es una moldura talada en forma de anillo que sirve de base al capitel . En el arte clásico el collarino siempre se integra en el capitel . El equino es un disco plano circular en la parte baja que se transforma en un disco plano cuadrado en la parte alta cuya anchura se corresponde con el ábaco . Por último el ábaco es la parte alta del capitel con forma cuadrada.

El entablamento se erige sobre el capitel . Consta de arquitrabe (cuerpo horizontal totalmente liso), tenia (pequeña moldura de objetivo ornamental) y friso . Éste es el elemento más importante del entablamento . Ofrece una alternancia de elementos entre los que están encima de los capiteles y los que ocupan los intercolumnios (espacios que aparecen entre las columnas). Los primeros van divididos por surcos verticales ( triglifos ). Los segundos se encuentran ocupadas por las metopas . Triglifos y metopas pueden ser lisos o ir decorados ya con pinturas ya a base de relieves. Bajo los triglifos aparecen las régulas o molduras de piedra que recuerdan los clavos que unían las vigas transversales y longitudinales cuando los templos más primitivos (ninguno de ellos conservado) eran de madera.

Encima figura la cubierta . Su propósito es llevar el agua de lluvia lejos de los cimientos del santuario. Abarca la cornisa (moldura que intenta impedir que el agua resbale por la superficie) y el frontón . Éste comprende una moldura que supone el alargamiento de la cornisa en la parte inferior y el tímpano (espacio central con forma de triángulo cuyo interior se halla decorado con figuras). En la cornisa se colocan las tégulas e ímbrices a dos vertientes. Las tégulas son tejas planas, rectangulares, de gran tamaño y con sus bordes algo levantados. Las ímbrices son tejas curvas muy pequeñas que se usan para tapar la unión de dos tégulas . En la cubierta se ven antefixas y acróteras . Las primeras son figuras más o menos talladas que sirven de desagüe a las tégulas e ímbrices . Las segundas poseen una estricta finalidad decorativa y aparecen en los tres vértices del triángulo que constituye el frontón .