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Anteojo Terrestre
Tal y como se ha podido comprobar en el apartado anterior, el mayor inconveniente del anteojo de Kepler radica en el hecho de que la imagen final observada está invertida. Este hecho, que es poco relevante en la observación astronómica, inhabilita al anteojo de Kepler para la observación de objetos terrestres.
Una solución a este problema consiste en insertar una lente convergente que invierta la imagen intermedia sin introducir aumento adicional. La lente inversora, que en nuestro caso tiene una focal f ’I = 50 mm, se sitúa a una distancia f ’ob + 2 f ’I del objetivo. A continuación se coloca el ocular a una distancia 2 f ’I + f ’oc de la lente inversora.
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Al añadir la lente inversora se produce un aumento importante de la emergencia pupilar, lo que explica la posición del ojo en la figura anterior, y del tamaño del anteojo.
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En la siguiente figura se comprueba el efecto se produce en
la imagen al insertar una lente inversora.
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Como el campo visual del anteojo terrestre es muy limitado, es imprescindible el uso de oculares dobles. El ocular doble se construye añadiendo al ocular anterior una lente convergente, denominada lente de campo, que se sitúa en el plano focal objeto del ocular simple. En la siguiente animación se muestra cómo se modifica la imagen proporcionada por un telescopio terrestre al utilizar un ocular constituido por dos lentes.
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