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A pesar de que el gobierno republicano la había dado por perdida,
      Madrid seguía resistiendo la presión de las fuerzas nacionales.
      Los comunistas habían popularizado el lema ¡No pasarán!,
      que se había hecho famoso en Verdún durante la Primera Guerra
      Mundial. En España existía desde hacía décadas la tradición de
      celebrar el año nuevo comiendo doce uvas al son de las campanadas
      del reloj, y los madrileños solían reunirse para ello en la plaza
      de la Puerta del Sol. El 1 de enero de 1937,
      los nacionales le dieron un aire macabro a esta tradición lanzando
      doce obuses sobre la Puerta del Sol desde un cerro de la Casa de
      Campo.
    
Alemanes e italianos reprochaban a Franco sus escasos progresos,
      y cada vez presionaban más para asumir el control de las
      operaciones militares. En una ocasión, Franco le replicó a un alto
      oficial italiano:
    
Al fin y al cabo, se han enviado aquí tropas italianas sin pedir mi autorización. Primero me dijeron que venían compañías de voluntarios para incorporarse a los batallones españoles. Luego me pidieron que formaran por su cuenta batallones independientes y consentí. Después llegaron oficiales de alta graduación y generales para mandarlos, y por fin empezaron a llegar unidades ya constituidas. Ahora usted quiere obligarme a permitir que luchen juntas a las órdenes de del general Roatta, cuando mis planes eran muy diferentes.
Franco se oponía a las prisas de sus aliados: En una guerra
        civil, es preferible una ocupación sistemática del territorio,
        acompañada por una limpieza necesaria, a una rápida derrota de
        los ejércitos enemigos que deje al país infectado de
        adversarios. 
    
Unos meses atrás la armada del gobierno vasco había capturado el
      mercante alemán Palos en lo que Alemania consideraba que
      eran aguas internacionales (internacionalmente el límite de las
      aguas nacionales se establecía en tres millas, pero España
      insistía en que el límite de sus aguas era de cinco millas). Como
      España no se lo devolvía, ese día un acorazado alemán secuestró el
      vapor español Aragón a la altura de Almería.
    
Después de haber "ganado" unas elecciones por 107.201 votos
      contra 100, Anastasio Somoza tomó posesión como presidente de
      Nicaragua. Paulatinamente fue instalando a familiares suyos en
      puestos relevantes de la administración y del ejército. No
      prohibió los partidos políticos, pero el suyo, el Partido
        Liberal Nacionalista, terminó siendo el único relevante.
    
El 3 de enero los nacionales iniciaron
      un nuevo intento de rodear Madrid tomando Las Rozas y Villafranca
        del Castillo. La mayor resistencia la encontraron ante
      varios batallones de las Brigadas Internacionales.
    
Otro barco de guerra alemán capturó un mercante español y, como
      el gobierno republicano seguía sin devolver el mercante apresado
      el año anterior, éste y el Aragón fueron entregados al
      bando nacional después de haber liberado a las tripulaciones.
    
Hitler había organizado un concurso entre las empresas alemanas
      para adjudicar un proyecto de fabricación de un coche sencillo de
      calidad que pudiera estar al alcance de la mayoría de los
      alemanes, aunque fuera mediante un plan de ahorro viable, un
      automóvil que sería conocido como Volkswagen (el coche del
      pueblo). La propuesta ganadora fue la de un ingeniero austriaco
      que trabajaba para la Mercedes y que se llamaba Ferdinand
        Porsche. Aunque la idea inicial era delegar la producción en
      alguna compañía privada ya existente, finalmente se decidió crear
      una nueva compañía con financiación pública para producir el
      diseño de Porsche. Así, el 4 de enero
      se constituyó la compalía Volkswagen. 
    
Los nacionales, continuando su avance envolvente sobre Madrid,
      tomaron Villanueva del Pardillo, donde las Brigadas
      Internacionales retrocedieron desordenadamente. Luego ocuparon Majadahonda.
      
    
Ese día Bilbao sufrió un intenso bombardeo que provocó tres muertos y varios heridos, además de grandes destrozos. La aviación republicana logró derribar cuatro aviones enemigos. Uno de los pilotos alemanes cayó en manos de una multitud que lo linchó y lo arrastró por las calles. Como represalia, un batallón de milicianos socialistas amotinados asesinó a 224 presos políticos en Bilbao. Pero, a diferencia de lo que sucedía en otros lugares, el gobierno vasco reaccionó debidamente el ejército intervino y logró salvar la vida a más de un centenar de presos, 61 personas fueron detenidas por su responsabilidad en los asesinatos, de las cuales seis fueron condenadas a muerte. Ocho batallones fueron retirados del frente para reforzar la seguridad en Bilbao. Aunque las sentencias de muerte no llegaron a ser ejecutadas, a los socialistas y comunistas vascos se les quitaron las ganas de cometer en Bilbao las atrocidades que los caracterizaban en el resto del país.
El 5 de enero una brigada republicana
      en fase de instrucción trató de recuperar Las Rozas con la ayuda
      de tanques soviéticos, pero no logró su objetivo.
    
El 6 de enero, tras un intenso
      bombardeo, Luis Orgaz, apoyado con tanques, logró avanzar por el
      perímetro madrileño hasta tomar la carretera de La Coruña en su km
      13. Con ello los nacionales completaban su avance hacia el norte y
      a partir de ese momento podían girar hacia el este.
    
El 7 de enero, Manuel de Irujo,
      ministro sin cartera del Partido Nacionalista Vasco en el gobierno
      republicano, presentó un informe ante el consejo de ministros en
      el que se leía que en el "territorio leal",
    
todas las iglesias se han cerrado al culto, el cual ha quedado total y absolutamente suspendido [...] en las iglesias han sido instalados depósitos de todas clases, mercados, garajes, cuadras, cuarteles, refugios [...] una gan parte de los templos en Cataluña, con carácter de normalidad, se incendiaron, [...] los altares, imágenes y objetos de culto, salvo muy contadas excepciones, han sido destruidos, los más con vilipendio. [...] todos los conventos han sido desalojados y suspendida la vida religiosa en los mismos [...] sus edificios, objetos de culto y bienes de todas clases fueron incendiados, saqueados, ocupados o derruidos. [...] Sacerdotes y religiosos han sido detenidos, sometidos a prisión y fusilados sin formación de causa por miles, hechos que, si bien amenguados, continúan aún, no tan sólo en la población rural, donde se les ha dado caza y muerte de modo salvaje, sino en las poblaciones. Madrid y Barcelona y las restantes grandes ciudades suman por cientos los presos en sus cárceles sin otra causa conocida que su carácter de sacerdote o religioso.
 Irujo pidió al resto de los miembros del gobierno de Largo
      Caballero que aprobaran el restablecimiento de la libertad de
      conciencia y de la libertad de cultos reconocidas en la
      constitución, pero su propuesta fue rechazada por unanimidad
      porque la opinión pública lo desaprobaría, dado el alineamiento de
      la Iglesia Católica con el bando nacional.
    
León Trostki fue deportado de Noruega y se instaló en México con
      su esposa, gracias a las gestiones realizadas por el pintor Diego
        Rivera ante el presidente Lázaro Cárdenas. El 9 de enero fue recibido en el puerto de
      Tampico por la esposa de Rivera, la pintora y poetisa Frida
        Kahlo, y desde allí viajó a la Ciudad de México en el tren
      presidencial. Acogiendo a Trotski en su casa, Rivera tuvo ocasión
      de poner en práctica su ideología comunista, no sólo
      conscientemente al asilar en su casa al bolchevique sanguinario
      caído en desgracia, sino también inconscientemente, pues pronto su
      mujer pasó a engañarlo con su huésped.
    
A costa de grandes esfuerzos, las tropas de Orgaz habían tomado diez kilómetros de la carretera de La Coruña, hasta la misma entrada de Madrid. La ciudad pasaba por uno de sus momentos más críticos.
Un par de intentos por parte de orgaz de penetrar en Madrid habían sido rechazados, hasta que el 11 de enero, en medio de una densa niebla, los republicanos iniciaron un contraataque reforzados por las Brigadas Internacionales y por los tanques soviéticos dirigidos por el general Dimitri Pávlov.
Cruceros nacionales iniciaron una serie de bombardeos sobre el
      puerto de Málaga.
    
Diez miembros de la Guardia de Hierro rumana habían marchado a
      España a participar en la guerra civil. Su intención era regresar
      como héroes de la lucha contra el comunismo, para potenciar su
      partido, pero el 13 de enero dos de
      ellos, Ion Moţa y Vasile Marin, murieron
      luchando en Majadahonda, apenas quince días después de haber
      entrado en combate. Poco después toda la expedición volvió a
      Rumanía con los dos cadáveres.
    
El 14 de enero el mismísimo Queipo de Llano subió a uno de los cruceros que bombardeaban Málaga, para destacar la cooperación entre el Ejército y la Marina.
Los combates en Madrid continuaron hasta el 15
        de enero, cuando ambos bandos empezaron a fortificar sus
      posiciones.
    
El 17 de enero Queipo de Llano inició
      una ofensiva terrestre contra la provincia de Málaga con la
      colaboración del CTV (Corpo di Truppe Volontarie) italiano.
      El avance concluyó ese día con la toma de Marbella. 
    
Unos días atrás, Solidaridad Obrera, el periódico del
      sindicato anarquista CNT, había denunciado la "descabellada idea
      de enviar las reservas de oro al extranjero", y el 20 de enero el gobierno republicano publicó
      una nota oficiosa en la que afirmaba que la reserva de oro
      continuaba en España.
    
Ese día se inició el segundo mandato de Franklin D. Roosevelt
      como presidente de los Estados Unidos.
    
Desde el inicio de la guerra civil, las Patrullas de Control de
      los anarquistas catalanes habían iniciado un proceso de expansión
      por los territorios rurales forzando la colectivización de las
      tierras. En la localidad tarraconense de La Fatarella,
      esta colectivizació no había encontrado oposición mientras que
      realizó sobre las tierras expropiadas a los grandes
      terratenientes, pero los anarquistas querían que los pequeños
      propietarios entregaran también sus tierras, y ahí se toparon con
      la misma oposición que los bolcheviques se habían encontraro en
      Rusia. El 22 de enero representantes de
      diversas organizaciones socialistas y campesinas se reunieron para
      enfrentarse a los anarquistas, y acordaron no ir a trabajar al
      campo durante dos días.
    
El 23 de enero se inició un segundo
      juicio en Moscú contra 17 altos cargos comunistas, que fueron
      acusados de sabotaje industrial y espionaje bajo la dirección de
      Trotski. Todos los acusados, previamente torturados y drogados, se
      habían declarado culpables de las acusaciones formuladas contra
      ellos, y sus declaraciones en el juicio estaban acordadas de
      antemano. Trece de ellos fueron condenados a muerte, y los otros
      cuatro a trabajos forzados. Entre los que se salvaron de la muerte
      rápida estaba Karl Radek, que había proporcionado una de
      las confesiones más sustanciosas. Radek era escritor y periodista,
      y es probable que a los pocos días de entrar en el gulag
      se planteara algunas posibles modificaciones para un ensayo que
      había escrito seis años atrás, titulado "Esclavitud
        capitalista vs. la organización socialista del trabajo". 
    
El 24 de enero dos miembros del
      sindicato anarquista FAI se presentaron en el ayuntamiento de La
      Fatarella para forzar a que uno de ellos fuera reconocido como
      alcalde. Sin embargo, los campesinos se concentraron en la plaza,
      se abalanzaron sobre los anarquistas y los desarmaron. Por la
      tarde unos representantes de la FAI acudieron al pueblo para
      negociar la liberación de los anarquistas, y lograron llevárselos
      consigo.
    
Al amanecer del 25 de enero un
      centenar de miembros de la FAI se presentaron a las afueras de La
      Fatarella y enviaron un aviso para que ancianos, mujeres y niños
      salieran del pueblo, y que se entregaran todas las armas que
      hubiera en el pueblo. No hubo resistencia, los anarquistas tomaron
      el control del pueblo y todos los campesinos que fueron
      considerados fascistas (es decir, no anarquistas) fueron
      fusilados, 34 en total.
    
El 29 de enero se estrenó Sólo se
        vive una vez, dirigida por Fritz Lang y protagonizada por
      Henry Fonda. Se la considera una de las primeras películas de cine
      negro, de la que hubo que suprimir unos 15 minutos por su
      inusitada violencia. Fonda estrenó otras dos películas ese año.
    
Las tropas rebeldes que habían secuestrado en Xi'an a Chiang
      Kai-shek seguían a la expectativa de lo que sucediera en Nankin,
      donde Chiang había hecho arrestar a Zhang Xueliang. El 2 de febrero hubo un intento de revuelta en
      Xi'an de los oficiales más izquierdistas, que trataron de forzar
      un conflicto con Nankin, pero los comunistas no lo apoyaron y, por
      el contrario, Zhang estaba cooperando con el gobierno nacionalista
      para poner fin a la crisis. Su única exigencia era que terminara
      la guerra civil para que todos los chinos pudieran enfrentarse a
      la invasión japonesa. En estas condiciones, Chiang se vio
      moralmente obligado a aceptar.
    
El primer ministro japonés Kōki Hirota presentó su dimisión por disensiones con su ministro de la Guerra, y fue sucedido por el comandante Senjūrō Hayashi.
El avance de Queipo de Llano hacia Málaga había hecho afluir a la
      ciudad un gran número de refugiados, que fueron alojados en la
      catedral. El 3 de febrero se inició el
      avance sobre la capital. Mientras tanto la marina republicana
      atacaba un acorazado británico frente a la costa de Gibraltar al
      que había confundido con un crucero nacional.
    
El 5 de febrero los tanques italianos
      empezaron a marchar hacia Málaga desde el norte. En la ciudad
      cundió el pánico y, sin apenas recursos, los milicianos empezaron
      a evacuar a la población hacia el este siguiendo la costa.
    
Terminado el recuento definitivo, ese día las autoridades
      soviéticas firmaron el acta definitiva de recepción del oro
      español.
    
Después de quince años preparando cuidadonsamente el terreno para
      ello, Turquía incluyó finalmente en su constitución el principio
      de laicidad. 
    
El 6 de febrero los nacionales
      iniciaron una nueva acometida contra Madrid, con la División
      Reforzada de Madrid, compuesta por uno 19.000 hombres bajo el
      mando del general Orgaz. Se inició así la Batalla del Jarama,
      conocida con este nombre porque los republicanos establecieron su
      línea defensiva a lo largo del río Jarama. Al principio
      los defensores no contaban con más de 3.000 hombres, y en las
      primeras 48 horas sufrieron unas 1.800 bajas.
    
Los italianos ocuparon Vélez-Málaga,  y el 7 de febrero llegaban a los suburbios de
      Málaga. Las Brigadas Internacionales fueron enviadas al frente del
      Jarama, a pesar de no estar todavía prepadadas.
    
El 8 de febrero los nacionales
      entraron en Málaga. La ciudad estaba destrozada, en parte por los
      bombardeos previos de los nacionales, en parte porque los
      anarquistas habían arrasado el barrio de la alta burguesía.
      Decenas de miles de malagueños habían emprendido la huida hacia
      Almería por una carretera costera que los nacionales no habían
      bloqueado, pero que estaba completamente a su merced. Pronto se
      inició un bombardeo por mar y por aire en la que murieron entre
      3.000 y 5.000 civiles. La represión entre los que se habían
      quedado en la ciudad no fue menos drástica. Se calcula que hubo
      unos 4.000 fusilados.
    
Franco se estaba haciendo cada día más beato. En Málaga los
      nacionales se apoderaron del "brazo incorrupto de Santa
        Teresa", que permanecería al lado del general durante el
      resto de su vida.
    
Ese día las primeras tropas del gobierno nacionalista chino
      entraron en Xi'an, con lo que se puso fin definitivamente a la
      rebelión que se había producido en la ciudad.
    
El 12 de febrero los nacionales
      tomaron dos puentes sobre el río Jarama que los republicanos
      habían mantenido intactos con la intención de emplearlos en un
      ataque, frustrado por la acometida enemiga. Habían colocado cargas
      explosivas para hacerlos estallar en caso de emergencia, pero
      fallaron y apenas produjeron daños al estallar.
    
A partir del 13 de febrero fue el
      general soviético Dimitri Pávlov el que se hizo cargo de la
      defensa de Madrid.
    
En Bucarest fueron enterrados con todos los honores Ion Moţa y
      Vasile Marin,  con la asistencia de los embajadores de
      Alemania, España, Italia, Japón y Portugal. La popularidad de la
      Guardia de Hierro iba en aumento, y el rey Carlos II trató de
      negociar con Codreanu y le propuso nombrarlo primer ministro a
      cambio de que le cediera el mando en la Guardia de Hierro.
      Codreanu se negó y, por el contrario, aumentó sus ataques al
      monarca, especialmente por su relación con Magda Lupescu.
    
Barcelona fue bombardeada por mar por primera vez, por un barco
      italiano que provocó 18 muertes. Cuatro personas que presuntamente
      habían hecho señales desde un edificio para orientar el bombardeo
      fueron detenidas y fusiladas. El 14 de febrero
      otro buque italiano bombardeó Valencia, la capital republicana. Se
      produjeron 25 muertos y numerosos heridos.
    
Para conmemorar la victoria electoral del Frente Popular, el 16 de febrero la Falange Española celebró
      una quema de urnas en Córdoba y en Sevilla.
    
La empresa francesa Dupont patentó en los Estados Unidos
      una nueva fibra sintética que podía sustituir a la seda y era
      mucho más barata. Fue denominada nylon. 
    
El príncipe Humberto de Italia, el heredero del rey Víctor Manuel
      III, acababa de tener su primer hijo varón, y para celebrarlo, el
      gobernador general del África Oriental Italiana, Rodolfo Graziani,
      había anunciado que el 19 de febrero
      distribuiría limosnas entre los pobres en Adís Abeba. Tras la
      oportuna ceremonia, ante una gran multitud de necesitados, el
      propio Graziani y otras personalidades empezaron a distribuir las
      limosnas. Entonces, dos jóvenes eritreos llamados Abraha
        Deboch y Mogus Asgedom, empezaron a arrojar granadas
      hacia el lugar donde estaban Graziani y sus acompañantes. Llegaron
      a lanzar unas diez antes de huir en medio de la confusión. Parece
      ser que un taxista llamado Simeyon Adefres los ayudó a
      escapar, y posiblemente fue quien les suministró las granadas.
      Hubo varios muertos y heridos. Entre los heridos estaba el propio
      Graziani. Una de las granadas estalló cerca de donde se encontraba
      y en el hospital le tuvieron que extraer 365 fragmentos. Por su
      parte, los carabineros italianos respondieron a las granadas
      disparando indiscriminadamente sobre los pobres que habían acudido
      por la limosna prometida.
    
Unas horas más tarde Guido Cortese, una de las
      autoridades italianas presentes en el suceso, dio la orden
      siguiente:
    
Camaradas, hoy es el día en que debemos mostrar nuestra devoción hacia nuestro virrey reaccionando y destruyendo a los etíopes durante tres días. Durante tres días os doy carte blanche para destruir y matar y hacer lo que queráis con los etíopes.
Y así fue, durante el resto del día y los dos siguientes, los
      italianos mataron etíopes, quemaron sus casas y cometieron toda
      clase de atrocidades al grito de Duce! Duce! y al más
      paradójico de Civilità italiana! 
    
El 21 de febrero los seguidores del
      mariscal Edward Rydz-Śmigły fundaron en Polonia un partido
      político con el nombre de Campo de Unidad Nacional, cuyos
      representantes llevaban siempre consigo retratos de Rydz-Śmigły y
      de Piłsudski.
    
Terminados los tres días permitidos de matanzas, los italianos
      habían asesinado a unos 30.000 etíopes sólo en Adís Abeba. Los
      responsables del atentado permanecieron ocultos en el monasterio
      de Debre Libanos y luego pudieron huir hasta el Sudán
      británico, pero una tribu local, recelosa de los extranjeros,
      acabó asesinándolos. La represión italiana no terminó ahí, sino
      que Graziani ordenó que miles de etíopes de todas las clases
      sociales fueran arrestados y enviados a campos de concentración,
      con orde expresa de que recibieran la alimentación mínima
      indispensable para sobrevivir.
    
El 23 de febrero fue hallado un cuerpo
      femenino sin cabeza ni brazos en una playa en la costa del lago
      Erie. La cabeza nunca fue encontrada. El crimen había sido
      cometido unos pocos días antes.
    
Si Hitler y Mussolini no estaban muy contentos con la forma en
      que Franco conducía la guerra, es fácil imaginar qué opinaba
      Stalin sobre la torpeza, la descoordinación y la indisciplina que
      imperaban en las filas republicanas y que hacían imposible
      cualquier estrategia global contra el enemigo. El 24 de febrero prohibió el envío a España de
      más voluntarios soviéticos, aunque mantuvo a sus representantes
      políticos. Evidentemente, con el oro español en Moscú, lo que le
      interesaba a Stalin es que los republicanos tuvieran la máxima
      necesidad de gastarlo comprando a los soviéticos material de
      guerra y otros suministros, para lo cual era bueno que les fuera
      mal en la guerra, y además no había necesidad de verter sangre
      soviética inútilmente.
    
En Etiopía, el Ras Desta Damtew había sufrido una grave derrota
      en la batalla de Gogetti, donde perdió a prácticamente
      todos sus seguidores. Aunque durante unos días logró eludir la
      persecución italiana, finalmente fue capturado y ejecutado.
    
Tras detener el avance nacional, los republicanos habían
      intentado una contraofensiva en el frente del Jarama, pero el 27 de febrero el frente se había
      estabilizado y habían cesado los combates. Ambos bandos hicieron
      obras de fortificación para consolidar sus posiciones. Los
      republicanos habían perdido terreno, pero habían frustrado la
      maniobra envolvente de los nacionales. Se calcula que en la
      batalla del Jarama habían muerto más de 6.000 nacionales y más de
      9.000 republicanos, de entre los cuales unos 2.500 pertenecían a
      las brigadas internacionales.
    
El gobierno republicano prohibió el periódico anarquista Nosotros,
      que era especialmente crítico. El 28 de
        febrero se prohibió a los policías pertenecer a partidos
      políticos o sindicatos. Eran las primeras medidas encaminadas a
      restablecer su autoridad, desacatada por un gran número de
      organizaciones políticas y sindicales que actuaban con total
      independencia.
    
El 1 de marzo Kyösti Kallio
      tomó posesión como presidente de Finlandia. El cargo de primer
      ministro pasó a ocuparlo Aimo Cajander.
    
El 2 de marzo se estrenó Horizontes
        perdidos, dirigida por Frank Capra, en la que unos viajeros
      occidentales encuentran una utópica ciudad perdida en el Himalaya
      cuyos habitantes no conocen la violencia.
    
El 4 de marzo la Generalidad de Cataluña creaba el Cuerpo de Seguridad Interior a la vez que ordenaba la disolución de las Patrullas de Control anarquistas, las cuales no atendieron la orden y continuaron aplicando su política de terror bajo la dirección de Josep Asens Giol. Los milicianos realizaban detenciones arbitrarias, que a menudo terminaban con el asesinato de los detenidos, así como "expropiaciones privadas", que eran simplemente robos.
Ese día tuvo lugar la gala de entrega de los premios de la
      Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas. El premio a la
      mejor película fue para El gran Ziegfeld, el premio al
      mejor director lo recibió Frank Capra por El secreto de vivir, 
      el premio al mejor actor fue para Paul Muni por La
        historia de Louis Pasteur, y el premio a la mejor actriz fue
      para Luise Rainer, por El gran Ziegfeld. 
    
El 5 de marzo el buque nacional Canarias
      atacó frente a las costas de Vizcaya a un convoy formado por
      destructor José Luis Díez y tres barcos pesqueros armados
      con cañones que protegían a un mercante cargado con moneda acuñada
      en Bayona. El Canarias avistó primero a uno de los
      pesqueros, al que disparó y le provocó un incendio, cinco muertos
      y doce heridos. Después de perseguirlo un trecho, el Canarias
      se volvió contra el mercante, abrió fuego, lo que causó cuatro
      muertos civiles (una mujer y tres niños) tras lo cual el mercante
      izó la bandera blanca. Luego el Canarias se enfrentó al resto de
      la escolta: uno de los pesqueros huyó y el otro presentó batalla y
      resultó hundido. El destructor republicano no participó en la
      batalla porque su comandante dijo que se había producido una
      avería y se retiró a Burdeos. El lendakari José Luis Aguirre se
      quejó al gobierno republicano de la "vergonzosa huida" del José
        Luiz Díez (que desde hacía tiempo era conocido en Bilbao
      como "Pepe, el del Puerto", por lo poco que se hacía a la
      mar. Los 20 supervivientes del pesquero hundido fueron condenados
      a muerte, pero el comandante del Canarias intercedió por
      ellos ante Franco y logró que fueran puestos en libertad por el
      valor mostrado en el combate. No sucedió lo mismo con los
      pasajeros y los tripulantes del mercante, que fueron encarcelados
      y algunos fusilados.
    
Tras el éxito de la toma de Málaga, Franco había
      ordenado a Queipo de Llano que no continuara su avance hacia
      Almería, y que en su lugar atacara el norte de Córdoba con el fin
      de rescatar a los sitiados en el Santuario de Nuestra Señora de la
      Cabeza. El 6 de marzo se iniciaron las
      primeras operaciones en Los Pedroches. 
    
Un judío fue abatido por un terrorista árabe mientras rezaba ante
      el muro de las lamentaciones. Unas horas más tarde el Irgón
      disparó contra un árabe.
    
Mussolini había publicitado en grande los éxitos del Corpo di
        Truppe Volontarie en Málaga, y los oficiales italianos
      habían presentado a Franco un plan de ataque en Guadalajara, con
      el fin de atacar Madrid por un nuevo frente, desde el noreste. La
      operación se inició el 8 de marzo con
      un bombardeo sobre el frente republicano. La niebla y la lluvia
      dificultaron el avance planeado y así, aunque los nacionales
      rompieron las líneas defensivas republicanas, sólo pudieron
      avanzar 12 km.
    
Ese día el Canarias capturó al Mar Cantábrico, un
      mercante que había sido enviado a Nueva York por el gobierno
      republicano para adquirir material de guerra: once aviones,
      alimentos, ropa y otros suministros. Es probable que la empresa
      que vendió el material fuera una empresa fantasma soviética. Poco
      después de que el Mar Cantábrico hubiera salido de los
      Estados Unidos entró en vigor una ley que prohibía, entre otras
      cosas, el suministro de armas a España. El Mar Cantábrico
      trató de hacerse pasar por un mercante británico, y cuando fue
      atacado por el Canarias envió un mensaje de socorro
      manteniendo esa falsa identidad. Acudieron varios destructores
      británicos que se pusieron en contacto por radio con el buque,
      pero cuando oyeron el inglés que hablaba la tripulación, se
      retiraron y dejaron que el Canarias se llevara su presa al
      puerto de El Ferrol. 
    
Ese día se publicó El camino a Wigan Pier, una novela
      autobiográfica de George Orwell en la que cuenta sus experiencias
      durante un viaje por el norte de Inglaterra, que se centra en las
      condiciones de vida de la clase obrera y defiende las tesis
      políticas del socialismo democrático. Por aquel entonces Orwell
      seguía en España. Había sido ascendido a cabo y destinado al
      relativamente tranquilo frente de Aragón, donde se sorprendió de
      la continua escasez de municiones, comida y leña.
    
En Córdoba, las tropas de Queipo de Llano llegaron a Villanueva
        del Duque y el 10 de marzo
      entraron en Alcaracejos.
    
Ese día fue fusilado el genetista Izrail Agol, la primera víctima
      mortal de Trofim Lysenko. Éste había sido puesto al frente de la Academia
        de Ciencias Agrícolas de la Unión Soviética y se le había
      encomendado la misión de erradicar la propagación de ideas dañinas
      entre los científicos soviéticos.
    
El 11 de marzo los italianos lograron
      el retroceso de las Brigadas Internacionales en Guadalajara, pero
      seguía habiendo niebla y lluvias intensas que dificultaban
      enormemente el avance, así como el uso de los tanques. El apoyo
      aéreo era también imposible en esas condiciones.
    
El 12 de marzo las Brigadas
      Internacionales lanzaron una contraofensiva contra las tropas
      italianas, prácticamente atascadas por el fango en Guadalajara. La
      aviación destruyó un puente que cortó la línea de avituallamiento
      enemiga.
    
La Generalidad de Cataluña, que había imitado el decreto del
      gobierno republicano que prohibía la afiliación política de los
      policías, aprobaba ahora una orden en la que exigía la entrega de
      armas largas y explosivos a los grupos que no estuvieran bajo
      autoridad militar.
    
Ese día se estrenó Un asunto de familia, una comedia de
      bajo presupuesto protagonizada por Lyonel Barrymore que resultó un
      éxito inesperado, especialmente por Andy Hardy, un
      personaje secundario interpretado por Mickey Rooney. Esto le valió
      el papel protagonista en El hijo del héroe. 
    
El 13 de marzo los italianos,
      desmoralizados, se vieron obligados a retroceder, mientras la
      aviación republicana destruía sus tanques y camiones.
    
Serguéi Eisenstein había estado trabajando en una película
      titulada El prado de Bezhin, que trataba sobre un joven
      agricultor que trata de oponerse a su propio padre, porque éste
      trataba de sabotear la cosecha anual. Sin embargo, tras varios
      incidentes con las autoridades comunistas, el 17
        de marzo Borís Shumyatsky, a la sazón al frente
      de la Dirección General de Cine, ordenó la paralización
      definitiva del proyecto y, en un artículo en Pravda,
      explicó su decisión aduciendo que era una difamación contra el
      campo soviético y un ejemplo de "formalismo" que debía ser
      eliminado, así como que el director estaba desperdiciando el
      dinero y los recursos del Estado.
    
El 18 de marzo los italianos tuvieron
      que abandonar Brihuega ante la posibilidad de ser rodeados. Para
      entonces ya habían perdido la mayor parte de su material de
      guerra.
    
El 19 de marzo el papa Pío XI publicó
      su encíclica Divini Redemptoris, en la que condena el
      comunismo. Al margen de los argumentos doctrinales, el papa
      denuncia así la situación en España:
    
También en las regiones en que, como en nuestra queridísima España, el azote comunista no ha tenido tiempo todavía para hacer sentir todos los efectos de sus teorías, se ha desencadenado, sin embargo, como para desquitarse, con una violencia más furibunda. No se ha limitado a derribar alguna que otra iglesia, algún que otro convento, sino que, cuando le ha sido posible, ha destruido todas las iglesias, todos los conventos e incluso todo vestigio de la religión cristiana, sin reparar en el valor artístico y científico de los monumentos religiosos. El furor comunista no se ha limitado a matar a obispos y millares de sacerdotes, de religiosos y religiosas, buscando de un modo particular a aquellos y a aquellas que precisamente trabajan con mayor celo con los pobres y los obreros, sino que, además, ha matado a un gran número de seglares de toda clase y condición, asesinados aún hoy día en masa, por el mero hecho de ser cristianos o al menos contrarios al ateísmo comunista. Y esta destrucción tan espantosa es realizada con un odio, una barbarie y una ferocidad que jamás se hubieran creído posibles en nuestro siglo. Ningún individuo que tenga buen juicio, ningún hombre de Estado consciente de su responsabilidad pública, puede dejar de temblar si piensa que lo que hoy sucede en España tal vez podrá repetirse mañana en otras naciones civilizadas.
Y así la situación en Rusia:
Es cierto que en Rusia ha contribuido no poco a sacudir a los hombres y a las instituciones de una larga y secular inercia y que ha logrado con el uso de toda clase de medios, frecuentemente inmorales, algunos éxitos materiales; pero no es menos cierto, tenemos de ello testimonios cualificados y recentísimos, que de hecho ni siquiera en el campo económico ha logrado los fines que había prometido, sin contar, por supuesto, la esclavitud que el terrorismo ha impuesto a millones de hombres. Hay que repetirlo: también en el campo económico es necesaria una moral, un sentimiento moral de la responsabilidad, los cuales, ciertamente, no tienen cabida en un sistema cerradamente materialista como el comunismo. Para sustituir este sentimiento moral no queda otro sustitutivo que el terrorismo que presenciamos en Rusia, donde los antiguos camaradas de conjuración y de lucha se eliminan mutuamente; terrorismo que, por otra parte, no consigue contener, no ya la corrupción de la moral, pero ni siquiera la disolución del organismo social.
La región de Dersim, en Turquía, habitada por varias
      tribus kurdas, era una de las que se había mostrado más reticente
      a las reformas administrativas y sociales impulsadas por el
      gobierno. Los actos de desobediencia eran frecuentes, en especial
      en lo tocante al pago de impuestos. Ello había dado lugar a
      diversas acciones por parte del gobierno, incluyendo una ley de
      reforma administrativa que cambió el nombre de la provincia al de
      Tunceli, y que estableció planes de reasentamiento forzoso
      para dispersar a los más reticentes a lo largo del país. A
      primeros de año el gobernador local había recibido una carta de
      protesta contra la ley, pero, según fuentes kurdas, los emisarios
      que le llevaron la carta fueron arrestados y ejecutados. La noche
      del 20 de marzo un grupo de kurdos
      dirigidos por Seyid Riza destruyó un puente, dando inicio
      así a una revuelta. En una carta dirigida a los británicos,
      atribuida al propio Riza, aunque esto es dudoso, se explica así
      los motivos de la rebelión:
    
El gobierno ha tratado de asimilar al pueblo kurdo durante años, oprimiéndolos, prohibiendo las publicaciones en kurdo, persiguiendo a los que hablan kurdo, deportando forzosamente a la gente de regiones fértiles del Kurdistán a zonas no cultivadas de Anatolia, donde muchos han muerto. Las cárceles están llenas de no combatientes, intelectuales son fusilados, ahorcados o exiliados a lugares remotos. Tres millones de kurdos piden vivir en libertad y en paz en su propio país.
El gobierno republicano español había organizado, en colaboración
      con la Cruz Roja, la evacuación de niños para que no tuvieran que
      sufrir de cerca la guerra. Durante todo el periodo bélico se
      terminarían enviando unos 20.000 niños a Francia, unos 5.000 a
      Bélgica, unos 4.000 a Gran Bretaña, unos 800 a Suiza, unos 455 a
      México y unos 100 a Dinamarca. El 21 de marzo
      salieron de Valencia los primeros 72 del total de 2.895 niños que
      tuvieron un destino más inquietante: la Unión Soviética.
      Teóricamente debían tener entre cinco y doce años, pero en algunos
      casos se falsearon las edades.
    
Para ese día (domingo de ramos) los Cadetes de la República
      puertorriqueños habían organizado en Ponce una
      manifestación pacífica, en teoría para conmemorar la abolición de
      la esclavitud, pero también para protestar por el encarcelamiento
      de Pedro Albizu Campos y otros de sus dirigentes. Los cadetes
      habían obtenido del alcalde de Ponce todos los permisos
      requeridos, pero cuando el gobernador estadounidense de la isla,
      el general Blanton C. Winship, se enteró de la
      convocatoria, ordenó la suspensión de los permisos, y esto sucedió
      apenas antes del inicio de la manifestación, sin que los
      convocantes recibieran notificación alguna. Apenas se hubo
      iniciado, mientras una banda de música tocaba el himno nacional,
      la policía abrió fuego indistintamente contra manifestantes y
      viandantes, matando hombres, mujeres y niños. En total hubo al
      menos 17 muertos y más de 200 heridos. Aunque la matanza fue
      denunciada incluso en el Congreso de los Estados Unidos, la
      investigación subsiguiente no tuvo ninguna consecuencia.
    
En las cerca de 11.000 iglesias católicas alemanas se leyó la
      encíclica Mit brennender Sorge, escrita en alemán por el
      papa Pío XI y distribuida en secreto para evitar que el gobierno
      nazi pudiera impedir su difusión. Su contenido se centraba
      principalmente en la represión del catolicismo en alemania, pero
      en ella se condenaba la doctrina nazi, aunque de forma moderada.
      Por ejemplo, sobre el racismo dice:
    
Si la raza o el pueblo, si el Estado o una forma determinada del mismo, si los representantes del poder estatal u otros elementos fundamentales de la sociedad humana tienen en el orden natural un puesto esencial y digno de respeto, con todo, quien los arranca de esta escala de valores terrenales elevándolos a suprema norma de todo, aun de los valores religiosos, y, divinizándolos con culto idolátrico, pervierte y falsifica el orden creado e impuesto por Dios, está lejos de la verdadera fe y de una concepción de la vida conforme a esta.
Hitler se puso furioso cuando fue informado. Doce imprentas fueron confiscadas, cientos de personas fueron encarceladas o enviadas a campos de concentración. La prensa alemana no mencionó la encíclica, el 22 de marzo la Gestapo registró cada iglesia y se apoderó de todas las copias que pudo hallar. Sin embargo, el gobierno nazi no emprendió ninguna acción a gran escala contra la Iglesia Católica, en parte para no enturbiar sus relaciones con Austria ni con la España franquista. Pese a todo, se dio gran publicidad a unos juicios por inmoralidad contra 37 franciscanos, y luego otros 170 fueron arrestados y juzgados en secreto por la vieja acusación de "corromper a la juventud". Nada de esto tuvo un gran efecto propagandístico, pues en total hubo 74 religiosos condenados, sobre un total de más de cien mil que había en el país, luego nada apuntaba hacia la pretendida corrupción moral del clero que el Estado quería señalar.
Ante los repetidos fracasos en los intentos de tomar Madrid,
      Franco expuso a sus generales una nueva estrategia, según la cual
      el frente de Madrid pasaría a ser defensivo, mientras que los
      esfuerzos principales se realizarían en el frente Norte bajo la
      dirección del general Mola.
    
El 23 de marzo los italianos habían vuelto a sus posiciones iniciales anteriores a la ofensiva en Guadalajara. Mussolini destituyó a la mayoría de los oficiales italianos, pero aumentó su empeño en España con el fin de lograr alguna victoria que eclipsara una derrota tan humillante. Franco había contribuido en parte a la derrota italiana evitando cualquier apoyo de sus tropas, y así ahora pudo ordenar que en lo sucesivo el Corpo di Truppe Volontarie sólo intervendría cuando lo requiriera el Estado Mayor (nacional), sin darles ocasión de volver a tomar la iniciativa. Los alemanes, por su parte, analizaron minuciosamente las causas de la derrota italiana para aprender de ella.
La derrota de los nacionales en Guadalajara suponía la primera
      victoria destacada de los republicanos, y contribuyó a elevar la
      moral de sus combatientes. La prensa internacional de izquierdas
      habló de "la primera victoria contra el fascismo", pero en
      realidad no fue nada decisivo. Los republicanos no habían ganado
      territorio, y las pérdidas materiales y humanas de los nacionales
      eran pequeñas con respecto al total de sus efectivos.
    
Harold Lloyd vendió el terreno de su estudio, la Harold Lloyd
        Motion Picture Company, a la Iglesia de Jesucristo de
        los Santos de los Últimos Días, que pretendían continuar la
      tradición de ficción cómica que había iniciado Lloyd con la
      construcción de un nuevo templo mormón. A sus 44 años, Lloyd
      retenía los derechos de autor de casi todas sus películas, lo cual
      le generaba unos enormes ingresos. Su trabajo como actor se había
      convertido en una actividad secundaria para él. Ahora se dedicaba
      a criar perros, jugar al balonmano, a viajar, y a otras
      curiosidades, como la fotografía en color y en tres dimensiones.
      Buster Keaton produjo tres cortos ese año.
    
El 26 de marzo Robert Goddard logró
      que uno de sus modelos de cohete alcanzara la máxima altitud de má
      de 2.500 metros.
    
Ese día William Henry Hastie se convirtió en el primer
      negro que ocupó un puesto de juez federal en los Estados Unidos,
      en el distrito de las Islas Vírgenes.
    
Ante la resistencia republicana, Queipo de Llano había ordenado
      la retirada paulatina de sus fuerzas en la campaña de Córdoba.
      Finalmente, el 27 de marzo los
      republicanos lanzaron a su vez una ofensiva que les permitió
      recuperar Valsequillo, La Granjuela y Los
        Blázquez. 
    
Ante los esfuerzos de la Generalidad de Cataluña por controlar
      los sindicados anarquistas y las Patrullas de Control, ese día los
      consejeros anarquistas presentaron su dimisión (aunque unas
      semanas más tarde se reincorporarían al gobierno).
    
Nikolái Yezhov acusó a Guénrij Yagoda, su predecesor al frente de
      la policía secreta soviética, de haber permitido que las huestes
      de conspiradores que se ocultaban debajo de cada piedra del país
      se infiltraran en la NKVD, así que el 29 de
        marzo Yagoda fue arrestado. A lo largo del mes siguiente
      fueron arrestados sus colaboradores principales.
    
El 31 de marzo se inició la Campaña
      del Norte, siguiendo las nuevas directrices establecidas por
      Franco. Las tropas de Mola iniciaron su avance hacia el oeste
      desde Gipúzcoa y Álava, con el apoyo de la Armada. Al amanecer,
      cuatro bombarderos y nueve cazas italianos aparecieron en Durango,
      donde lanzaron 80 bombas y seguidamente los cazas ametrallaron a
      la población. Por la tarde, mientras se estaban llevando a cabo
      labores de rescate y de identificación de cadáveres, reaparecieron
      ocho bombarderos y quince cazas que repitieron la operación, esta
      vez lanzando más de 70 bombas. En Durango no había ningún objetivo
      militar, por lo que el bombardeo no tuvo más finalidad que
      aterrorizar a la población civil. En total murieron más de 250
      personas, muchas de las cuales estaban asistiendo a misa a primera
      hora de la mañana. Ese mismo día también fue bombardeada Elorrio.
      El lendakari Aguirre pidió al gobierno de Valencia que le enviaran
      cuatro destructores, tres submarinos y aviación.
    
Mientras la aviación italiana actuaba en el norte, la legión
        Cóndor alemana bombardeó Jaén el 1 de
        abril. También era una ciudad sin valor estratégico. El
      ataque causó más de 150 muertos y unos 250 heridos. Como
      represalia, durante los días siguientes milicianos del Frente
      Popular empezaron a sacar presos de las cárceles para fusilarlos
      en las tapias del cementerio, sin ninguna clase de juicio o
      autorización. En total asesinaron a más de 120 presos.
    
El 2 de abril Durango fue bombardeada
      de nuevo, esta vez en presencia de una comisión internacional
      compuesta por británicos y franceses que evaluaba los daños
      producidos durante el bombardeo anterior. El cónsul británico en
      Bilbao afirmó que el ataque superaba con mucho, por su saña y
      encono, a los bombardeos que él había visto durante la Gran
      Guerra.
    
Mahmut Muhiti era uno de los generales de Sheng Shicai, el
      gobernador de la provincia china de Xinjiang. Descontento con la
      cada vez mayor influencia soviética en la provincia, terminó
      huyendo de Kashgar con unos pocos hombres a la India. Su
      huida dio lugar al alzamiento en las ciudades de Yengi Hissar,
      Yarkand y Artush, donde todos los oficiales y
      consejeros prosoviéticos fueron asesinados. Se formó entonces un
      gobierno turco rebelde encabezado por Kichik Akhund Sijiang
      y Abdul Niyaz Sijiang. Sheng Shicai estaba llevando a cabo
      su propia purga de comunistas asesorado por la NKVD soviética, y
      la rebelión la intensificó. Entre los 435 conspiradores
      trotskistas que fueron arrestados se encontraba Hoja-Niyaz. Poco
      después se le pierde el rastro. No se sabe si fue ejecutado por
      los comunistas al año siguiente o unos años más tarde por Chiang
      Kai-sheck.
    
El 4 de abril la aviación italiana
      bombardeó de nuevo Durango, mientras la armada republicana
      bombardeaba Ceuta.
    
El rey Alfonso XIII de España había donado un millón de pesetas a
      la causa franquista, y había escrito a Franco lamentando la poca
      prioridad que se daba a la restauración de la monarquía, pero
      Franco le respondió diciendo que el rey difícilmente llegaría a
      desempeñar un papel en el futuro, en vista de sus errores pasados.
    
El 5 de abril se estrenó El niño y
        el elefante, una película británica basada en un relato de
      Rudyard Kipling en la que causó sensación su joven protagonista,
      un niño indio de trece años llamado Selar Shaik Sabu, y
      que fue conocido simplemente como Sabu.
    
La flota nacional trató de bloquear los puertos republicanos del
      Cantábrico, pero Gran Bretaña y Francia no reconocieron el
      bloqueo. Así, el 6 de abril, cuando un
      mercante británico que se dirigía a Bilbao fue interceptado por un
      buque de guerra nacional, tres destructores británicos acudieron
      al lugar y los nacionales comprendieron rápidamente lo justo y
      necesario que era permitir el paso del mercante.
    
El 10 de abril se estrenó La mujer
        marcada, oficialmente una historia de ficción sin ningún
      parecido intencional con ningún hecho real, pero que en realidad
      se basaba en el proceso que había llevado a la cárcel a Lucky
      Luciano. Estaba protagonizada por Bette Davis y Humphrey Bogart, y
      fue una de las películas que lanzó a la fama al actor. Ese año
      había participado en siete películas con papeles en general
      bastante discretos.
    
Mussolini había recomendado a Franco crear un partido único, a
      imitación del partido fascista italiano, pero los intentos de
      Nicolás Franco en ese sentido no habían prosperado. El 11 de abril Franco encomendó el proyecto a
      Serrano Suñer.
    
Como consecuencia de la revuelta en Xinjiang, el cónsul general
      soviético, Garegin Apresoff, fue llamado a Moscú, donde
      fue fusilado el 12 de abril por su
      participación en el típico complot fascista-trotskista contra
      Stalin y por haber intentado derrocar a Sheng Shicai.
    
La aviación republicana trató de atacar la Academia de Caballería
      de Valladolid, pero la mayor parte de las bombas cayó en los
      edificios cercanos, entre ellos una escuela. Hubo 30 muertos y un
      centenar de heridos.
    
El 13 de abril el gobierno vasco
      inició un contraataque ante la ofensiva de los nacionales y logró
      recuperar algunas posiciones. Para entonces el frente de Córdoba
      se había estabilizado, lo que acabó con toda posibilidad de
      rescatar el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza.
    
Manuel Hedilla, el líder de la Falange Española, se oponía a los
      intentos de creación de un partido único, pues esto suponía la
      unificación de la Falange con el otro partido de peso en el
      movimiento franquista, el partido carlista. Sin embargo, había
      dirigentes falangistas partidarios de dicha unión, los cuales
      habían designado unilateralmente en Salamanca una nueva dirección
      del partido encabezada por el general Sancho Dávila, Agustín
        Aznar y José Moreno. La noche del 16 de abril Hedilla les envió pelotones
      armados que fueron recibidos a balazos. Murieron un guardaespaldas
      de Hedilla y otro de uno de los disidentes.
    
Ese día se estrenó el largometraje Laurel y Hardy en el
        Oeste. 
    
El 17 de abril Hedilla convocó el
      Consejo Nacional de la Falange donde se votó el cargo de Jefe
      Nacional provisional (hasta que pudiera ser ocupado de nuevo por
      José Antonio Primo de Rivera, cuya muerte seguía mantenida en
      secreto por las autoridades franquistas).
    
Ese día se estrenó La caza del pato de Porky, un episodio
      de las Looney Tunes protagonizado por el cerdito Porky
      en el que apareció por primera vez un personaje que lo igualaría
      en fama: el pato Lucas. 
    
El 18 de abril la Legión Cóndor
      bombardeó Bilbao, y en pocos minutos murieron 67 personas, entre
      ellas varias mujeres y niños. Uno de los aviones fue derribado por
      cazas republicanos. 
    
El 19 de abril se celebró Consejo
      Nacional de la Falange y Manuel Hedilla fue el candidato a Jefe
      Nacional más votado, con 10 votos de 24. Esa misma noche Franco
      anunció por radio el decreto de unificación de la Falange Española
      de las JONS con la Comunión Tradicionalista (el partido carlista),
      para formar la Falange Española Tradicionalista y de las
        Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, cuyo nombre
      reflejaba fielmente lo heterogéneo y artificial de la unificación
      y estaba pidiendo a gritos un nombre más compacto, que resultó ser
      el de Movimiento Nacional. Hedilla estuvo presente durante
      el comunicado de Franco y no mostró en principio oposición alguna,
      consciente de lo que ello le hubiera supuesto. Incluso informó en
      la sede de Falange que la unificación respetaba esencialmente el
      programa falangista con cambios mínimos.
    
El Parlamento británico había ratificado su negativa a reconocer
      el bloqueo que los nacionales querían imponer a los puertos
      españoles del Cantábrico, pero a pesar de ello el gobierno
      británico había recomendado a cinco mercantes que terminaran su
      viaje en la costa francesa y se abstuvieran de entrar en aguas
      españolas. Por su parte, el lendakari vasco José Luis Aguirre
      había asegurado que los mercantes serían protegidos si decidían
      llegar hasta Bilbao y la mañana del 20 de
        abril uno de ellos entraba en Bilbao sin problemas entre
      aclamaciones de la multitud, transportando 3.600 toneladas de
      alimentos.
    
Ese día entró en vigor un acuerdo de Gran Bretaña, Francia,
      Alemania e Italia, que se asignaron distintas zonas de la costa
      española para supervisar el tráfico mercante e impedir el
      suministro de material bélico, de acuerdo con el Tratado de No
      Intervención. En realidad, los controles no fueron nada efectivos,
      en parte porque Italia y Alemania no iban a poner obstáculos a la
      entrada de su propio material bélico, y en parte porque los
      controles sólo afectaban a los países firmantes del pacto, y
      bastaba usar barcos con bandera de otros países para burlar todos
      los controles.
    
Mola inició un nuevo avance sobre la parte occidental de
      Guipúzcoa, que todavía estaba en manos de los republicanos. Los
      defensores terminaron huyendo desordenadamente y el frente se
      hundió. Los nacionales tomaron Elgueta y el 21 de abril ocuparon el monte Tellamendi.
      
    
El 22 de abril Valencia la aviación
      italiana bombardeó Valencia y Mahón.
    
Desde la proclamación del Eje Roma-Berlín Mussolini había dejado
      de prometer ayuda militar a Austria frente al expansionismo
      alemán, y ahora hablaba de mera protección política, aunque apenas
      un mes más tarde el ministro de asuntos exteriores italiano ya
      admitía abiertamente la posibilidad de que Austria acabara
      integrándose en Alemania.
    
En Hungría fue ilegalizado el Partido de la Voluntad Nacional, y
      su líder, Ferenc Szálasi, trató de revivir una antigua alianza de
      partidos de extrema derecha llamada Partido Nacionalsocialista
        Húngaro, pero fue condenado a tres años de cárcel.
    
El decreto de unificación había cogido por sorpresa tanto a los
      falangistas como a los carlistas, pero poco a poco iban surgiendo
      disidencias. El pretendiente carlista, Javier I, lo rechazó de
      plano, así como el principal dirigente del partido carlista,
      Manuel Fal Conde, que estaba exiliado en Portugal. Manuel Hedilla
      terminó manifestando su oposición y se negó a aceptar el cargo de
      Consejero Nacional que le ofreció Franco, por lo cual fue detenido
      el 25 de abril acusado de incitación al
      desorde y rebelión. Poco después fue condenado a muerte por un
      tribunal militar, pero la pena le fue conmutada por la de prisión.
      Pese a todo, la oposición que hubo a la unificación puede
      considerarse de orden menor, y se calmó con 1.521 detenciones
      seguidas de 288 condenas de distinta magnitud. Franco designó a Raimundo
        Fernández-Cuesta como sucesor de Hedilla al frente de la
      Falange. No obstante, quien detentó el poder real fue Ramón
      Serrano Suñer. No es arriesgado conjeturar que José Antonio Primo
      de Rivera no habría aprobado la unificación, que suponía el
      principio del fin del ideario fascista (medidas como la
      redistribución de la tierra o la nacionalización de la Banca
      pasaron al olvido), pero quien sí que la aceptó alegremente fue su
      hermana, Pilar Primo de Rivera, que siguió al frente de la Sección
      Femenina de la Falange.
    
Entre los principales intercesores en favor de Hedilla y otros
      falangistas detenidos estuvo el general Yagüe, que en un discurso
      en Burgos dijo:
    
Para darle a la unificación calor humano, para que ésta sea sentida y bendecida en todos los lugares, hay que perdonar. Perdonar, sobre todo. En las cárceles hay, camaradas, miles y miles de hombres que sufren prisión. Y, ¿por qué? Por haber pertenecido a algún partido o a algún sindicato. Entre esos hombres hay muchos honrados y trabajadores, a los que con muy poco esfuerzo, con un poco de cariño, se les incorporaría al Movimiento. Hay que ser generosos, camaradas. Hay que tener el alma grande y saber perdonar. Nosotros somos fuertes y nos podemos permitir ese lujo. Yo pido a las autoridades que revisen expedientes y revisen penas. Que lean antecedentes y que vayan poniendo en libertad a esos hombres para que devuelvan a sus hogares el bienestar y la tranquilidad, para que podamos empezar a desterrar el odio, para que cuando venimos a predicar estas cosas grandes de nuestro credo no veamos ante el público sonrisas de escepticismo y acaso miradas de odio, porque tened en cuenta que en el hogar donde hay un preso sin que haya habido delito tiene que anidar el odio.
Estas palabras no gustaron nada a Franco, y Yagüe fue retirado
      temporalmente del mando.
    
Mientras tanto fuerzas de la Generalidad de Cataluña arrebataban
      a las patrullas obreras anarquistas el control de las aduanas de
      la frontera con Francia, mientras la Guardia Civil y la Guardia de
      Asalto fueron enviadas a diversas localidades para quitar a las
      organizaciones obreras el control de la policía. En Barcelona la
      Guardia de Asalto procedió a desarmar obreros en las calles. Se
      temía que en cualquier momento estallara la guerra entre el
      gobierno catalán y los comunistas, y a su vez, los comunistas se
      llevaban cada vez peor con los anarquistas, e incluso dentro de
      los comunistas estaba la división entre el Partido Comunista de
      España, devoto de Stalin, y el Partido Obrero de Unificación
      Marxista, que censuraba la dictadura de Stalin y era a su vez
      acusado de Trotskista. Cada parte recelaba de las demás y todas se
      dedicaban a acumular armas en secreto y fortificar sus sedes.
    
El 26 de abril los nacionales tomaron
      Éibar, en Guipúzcoa, ya en la frontera con Vizcaya.
      Mientras tanto se producía el bombardeo que más repercusión
      tendría de entre todos los sucedidos durante la Guerra Civil
      Española. Un bombardero alemán y tres italianos aparecieron sobre
      la ciudad de Guernica, en Vizcaya, y causaron unos pocos
      destrozos. Después intervinieron otros bombarderos alemanes
      escoltados por cazas, pero la oleada más intensa tuvo lugar a las
      seis de la tarde, a cargo de 19 bombarderos alemanes que lanzaron
      tanto bombas explosivas como incendiarias. Los cazas realizaban
      vuelos rasantes para ametrallar a los que huían. La humareda de
      los incendios hizo que los últimos bombarderos tuvieran que lanzar
      sus cargas a ciegas. La escuadra de la Legión Cóndor estaba bajo
      el mando de Wolfram von Richthofen, primo del famoso
      piloto Manfred von Richthofen (el Barón Rojo).
    
La presencia en Bilbao de varios periodistas internacionales
      permitió al gobierno republicano usar el bombardeo de Guernica
      como denuncia de los excesos del fascismo. Se dijo que el número
      de víctimas fue de 1.645 muertos y 889 heridos, si bien
      estimaciones más modernas rebajan los muertos a menos de 300, que
      en cualquier caso supone un 5% de la población. Hitler consideró
      positiva la propaganda que se dio al bombardeo de Guernica, pues
      tenía interés en que los demás países se sintieran intimidados por
      el poderío militar alemán, mientras que Franco se vio en una
      situación incómoda y trató de culpar a los propios republicanos de
      la destrucción de Guernica (negando incluso la presencia de
      aviones alemanes en España). El hecho de que los nacionales
      trataran de ocultar su responsabilidad hace que no se sepa a
      ciencia cierta quién ordeno el bombardeo y con qué finalidad. Se
      discute si fue ordenada por Franco, por Mola, si fue iniciativa de
      los alemanes o si los alemanes se extralimitaron cumpliendo
      órdenes.
    
Entre los anarquistas más feroces que operaban en Cataluña estaba
      Antonio Martín Escudero, conocido por su cojera como "El
        Cojo de Málaga" (que era el nombre de un cantante de
      flamenco de la época con el que no debe ser confundido). Se había
      hecho con la alcaldía del pueblo pirenaico de Puigcerdá, y
      mientras forzaba la colectivización, mantenía su ganado privado.
      Después de que se le arrebatara el control de las aduanas, trató
      de tomar al asalto el pueblo de Bellver de Cerdana, donde
      murió en un enfrentamiento el 27 de abril.
      
    
Los nacionales combatían ya a las puertas de Durango. Los
      defensores terminaron retirándose hacia Bilbao tratando de formar
      una línea defensiva dentro de la localidad, que fue ocupada por
      los carlistas el 28 de abril. 
    
Ese día Mussolini inauguró en Roma los estudios cinematográficos
      Cinecittà, en los que ese mismo año se rodaron 19
      películas, entre ellas Escipión el Africano y El feroz
        Saladino. 
    
El 30 de abril los nacionales toman Bermeo,
      en Vizcaya.
    
El acorazado España, perteneciente a la flota nacional,
      entró en un campo minado por los propios nacionales cerca de
      Santander, chocó con una mina que mató a cinco hombres y empezó a
      hundirse. La tripulación fue rescatada por el destructor Velasco,
      que tuvo que abandonar un carguero que acababa de capturar para
      adentrarse en el campo minado y socorrer a los marineros en medio
      de un ataque de la aviación republicana.
    
Los sindicatos UGT y CNT acordaron suspender las celebraciones
      del 1 de mayo en Barcelona, para evitar
      los que de otro modo habrían sido inevitables incidentes entre
      anarquistas y facciones comunistas que podrían haber desencadenado
      una guerra civil particular.
    
Ese día una brigada de unos 2.200 hombres bajo el mando de Pedro
        Martínez Cantón, tras un bombardeo, logró entrar en el
      santuario de Nuestra Señora de la Cabeza en un asalto en el que el
      capitán Cortés resultó herido y a consecuencia de lo cual murió el
      2 de mayo. Los guardias civiles y otros
      combatientes fueron llevados presos a Valencia, mientras que sus
      familiares fueron alojados en diversas casas de la comarca.
    
Ese día Indalecio Prieto, a la sazón ministro de Marina y Aire,
      telefoneó a la Generalidad de Cataluña desde Valencia, y el
      telefonista que recibió la llamada en Barcelona (un anarquista) le
      replicó que en Barcelona no había gobierno, sino sólo un comité de
      Defensa. Ese mismo día Manuel Azaña telefoneó a Lluís Companys, el
      presidente de la Generalidad, y la conversación fue interrumpida
      por otro telefonista, que les indicó que las líneas debían usarse
      con fines más importantes que una mera charla entre ambos
      presidentes. Quedaba claro que los anarquistas catalanes estaban
      al corriente de todas las conversaciones telefónicas que mantenía
      el gobierno (y eran tan estúpidos como para hacerlo notar). La
      Generalidad decidió intervenir, y el 3 de mayo
      unos 200 policías dirigidos por el consejero de Orden Público, el
      socialista Eusebio Rodríguez Salas, ocuparon el edificio
      de la Compañía Telefónica. Los anarquistas dispararon contra los
      policías, Rodríguez Salas pidió refuerzos y acudieron dos jefes de
      las Patrullas de Control, uno de los cuales era el propio Josep
      Asens, que convenció a los defensores de que entregaran sus armas,
      lo cual hicieron después de vaciar sus cargadores disparando por
      las ventanas.
    
El tiroteo provocó una oleada de rumores y falsas informaciones
      que se difundieron por la ciudad, y el resultado fue que cada uno
      de los grupos de poder sacó sus armas ocultas y empezó a formar
      barricadas y combatir a los demás sin saber por qué exactamente.
      El Partido Socialista Unificado de Cataluña y el Gobierno
      controlaban una zona de la ciudad, los anarquistas otra, pero el
      mayor avispero era el centro, donde las sedes de los distintos
      partidos estaban relativamente próximas. En el edificio de la
      Compañía Telefónica la policía controlaba la primera planta y los
      anarquistas las plantas superiores, pero acordaron una tregua para
      que las comunicaciones (vitales para la guerra) no fueran
      interrumpidas.
    
El 4 de mayo la guerra en Barcelona se
      había organizado en dos bandos, que esencialmente reunía por un
      lado a los anarquistas que pretendían imponer la revolución social
      al mismo tiempo que se combatía "a los fascistas" y, por otro
      lado, el gobierno de la Generalidad, que se oponía a la revolución
      social y consideraba que había que centrar todos los esfuerzos en
      ganar la guerra. Los socialistas, que eran la izquierda más
      moderada, apoyaban al gobierno, el Partido Comunista de España
      también apoyaba al gobierno, pero no por una cuestión de
      moderación, sino porque seguía las directrices de Stalin, que
      consideraba prioritario ganar la guerra, para lo cual lo mejor era
      aparentar lealtad a las instituciones democráticas, para
      posteriormente imponer la dictadura comunista. En cambio, el
      Partido Obrero de Unificación Marxista, que también era comunista,
      tras unos momentos de indecisión terminó apoyando a los
      anarquistas. No obstante, hay que señalar que los dirigentes
      anarquistas (algunos de los cuales formaban parte del gobierno de
      la Generalidad) habían perdido todo el control sobre sus bases, y
      se esforzaban por convencer a los insurrectos de que depusieran
      las armas. Algunas de las columnas anarquistas que combatían en
      Aragón se plantearon marchar a Barcelona, y otras a Madrid (para
      combatir allí a los comunistas), pero fueron disuadidas en parte
      por mediante mensajes por radio de los dirigentes anarquistas, en
      parte porque el jefe de la aviación republicana amenazó con
      bombardearlos si marchaban a alguna parte. Hacia las cinco de la
      tarde la policía abatió a varios anarquistas en las calles de
      Barcelona. Fue entonces cuando el POUM empezó a manifestarse a
      favor de los anarquistas.
    
El 5 de mayo Lluís Companys y el resto
      del gobierno de la Generalidad trató de negociar con los
      insurrectos. Las calles seguían repletas de trincheras. La policía
      detuvo a los escritores anarquistas italianos Camillo Berneri
      y Francesco Barbieri, los cuales no sobrevivieron al
      interrogatorio. La revuelta se contagió a otras localidades
      catalanas. En Tortosa hubo unos 30 anarquistas muertos. Por la
      noche Companys aceptó en una conversación telefónica con Largo
      Caballero el envío de fuerzas desde Valencia para restaurar el
      orden.
    
El lendakari Aguirre tomó el mando de todas las operaciones
      militares vascas. Ordenó movilizar a todos los hombres capaces de
      combatir o de construir fortificaciones, y así llegó a disponer de
      70.000 soldados, pero no tenía armas para todos.
    
El 6 de mayo los anarquistas catalanes
      se hicieron con una pieza de artillería con la que mataron a
      varios miembros de la Guardia Nacional Republicana. Mientras tanto
      el gobierno de la República organizó una fuerza de unos 5.000
      hombres que partieron de Madrid y de Valencia hacia Barcelona. Por
      la noche dos destructores y un acorazado llegaron al puerto
      cargados de hombres armados.
    
La aviación alemana bombardea el monte Sollube, donde se
      concentra el grueso de la resistencia vasca al avance nacional.
    
Ese día el dirigible Hindenburg se disponía a aterrizar
      en Nueva Jersey después de haber cruzado el Atlántico y tras
      varias horas a la espera de que amainara una tormenta que impedía
      la maniobra. Cuando estaba apunto de completar el aterrizaje se
      observaron en la cola chispas de fuego de San Telmo, tras las
      cuales se declaró un incendio en la popa que no tardó en
      transmitirse a todo el aparato. Los pasajeros tuvieron que saltar
      desde una altura de 15 metros. Para lo espectacular del accidente,
      las víctimas fueron relativamente pocas: 36 pasajeros de 61 y 13
      tripulantes de 22. Muchos se salvaron gracias a la rotura de los
      depósitos de agua que les libró de las llamas. En un principio el
      Hindenburg se diseñó para ser llenado con helio, pero a
      causa de los embargos comerciales que aún sufría Alemania fue
      modificado para emplear hidrógeno, que, al contrario que el helio,
      es altamente inflamable. No obstante, los ingenieros alemanes
      tenían gran experiencia en el manejo seguro del hidrógeno, con el
      que nunca había tenido ningún accidente, hasta el punto de que
      habían incluido en el Hindenburg una sala de fumadores
      (con las debidas precauciones). Tras la investigación posterior,
      Hitler ordenó terminar con la flota de dirigibles comerciales.
    
El 7 de mayo llegaron a Barcelona los
      Guardias de Asalto enviados por el gobierno, después de haber
      puesto orden en Tarragona y en Reus. Por el camino habían tenido
      que hacer frente a varios grupos locales de anarquistas, que
      volaban puentes, carreteras y ferrocarriles para impedir su
      avance.
    
Fred Astaire y Ginger Rogers estrenaron ¿Bailamos?, con
      música de George Gershwin. La película tuvo el mayor presupuesto
      con el que la pareja había contado hasta entonces y, aunque obtuvo
      beneficios, no fueron tantos como los de las películas
      precedentes. Con todo, las películas Astaire-Rogers eran una de
      las mayores fuentes de ingresos de la RKO.
    
Para el 8 de mayo la revuelta
      anarquista ya estaba sofocada. Las tropas gubernamentales habían
      desarmado y detenido a numerosos miembros de los sindicatos CNT,
      FAI y del POUM. A partir de ese momento, los comunistas del PCE,
      en colaboración con los agentes soviéticos presentes en España, se
      propusieron eliminar por completo al POUM.
    
Los nacionales tomaron el monte Sollube, desde donde se
      encuentran en posición ventajosa para atacar las defensas de
      Bilbao. Ese día llegaron a Bilbao 45 cazas enviados por el
      gobierno republicano, pero la falta de aeropuertos bien defendidos
      y la poca experiencia de los pilotos hizo que casi todos fueran
      destruidos.
    
Unos 400 estudiantes turcos que se habían trasladado de Xinjian a
      la universidad de Taskent, en la Unión Soviética, fueron
      arrestados una noche por la NKVD y fusilados sin juicio.
    
Ese día se estrenó El príncipe y el mendigo,
      protagonizada por Errol Flynn, una de sus típicas películas de
      acción. No obstante, el actor había pedido a la Warner que le
      permitieran interpretar papeles de otro tipo, y poco antes había
      estrenado con éxito el drama La luz verde y poco después
      estrenaría también el melodrama Otra aurora y la comedia El
        ejemplar perfecto. 
    
El 11 de mayo se estrenó con gran
      éxito Capitanes intrépidos, basada en la novela de Rudyard
      Kipling y dirigida por Victor Fleming, en la que Freddie
      Bartholomew consiguió otro de sus papeles más destacados después
      de David Copperfield. El reparto lo completaban Spencer
      Tracy y Lionel Barrimore, y también intervenía Mickey Rooney.
    
Bilbao era bombardeada casi a diario. El 12
        de mayo la aviación alemana incendió varios depósitos de
      combustible. Los vascos hicieron un esfuerzo por recuperar el
      monte Sollube, pero fue en vano.
    
Ese día fue coronado el rey Jorge VI de Gran Bretaña. Su madre,
      la reina María, fue la primera reina madre británica que asistió a
      una coronación.
    
El 13 de mayo los ministros comunistas
      del gobierno republicano, Jesús Hernández y Vicente
        Uribe, amenazaron con dimitir si Largo Caballero, que además
      de Presidente del Consejo de Ministros era ministro de la Guerra,
      no dejaba este último cargo (desde la caída de Málaga los
      comunistas lo hacían responsable de las continuas derrotas
      republicanas) y no disolvía el POUM. Este ataque contra Largo
      Caballero contó con el apoyo del también socialista Indalecio
      Prieto.
    
Ese día un barco británico fue alcanzado por una mina en aguas
      internacionales al sur de Almería. La explosión provocó ocho
      muertos y nueve heridos. El barco quedó inmovilizado, y los
      heridos tuvieron que ser transportados por un acorazado
      republicano. El Almirantazgo británico protestó ante el general
      Franco y pidió una indemnización, pero Franco respondió que la
      mina era republicana. No obstante, los nacionales abandonaron
      inmediatamente las labores de minado.
    
El 15 de mayo tres aviones italianos
      sometieron a Valencia a un intenso bombardeo que causó 33 muertos.
    
Incapaz de encontrar apoyos suficientes, Largo Caballero presentó
      su dimisión como Presidente del Consejo de Ministros del gobierno
      republicano, y el 17 de mayo Manuel
      Azaña nombró en su lugar a Juan Negrín, perteneciente al sector
      prietista del partido socialista. Formó un gobierno en el que
      conservaba la cartera de Hacienda que había ocupado hasta
      entonces, y nombró a Indalecio Prieto ministro de la Guerra.
      Además había un tercer ministro socialista, dos comunistas, uno
      del Partido Nacionalista Vasco y otro de Esquerra Republicana de
      Catalunya. El ministro vasco era Manuel de Irujo, que ocupó la
      cartera de Justicia y consiguió terminar con las persecuciones a
      los católicos. La mayoría de los sacerdotes encarcelados fue
      puesta en libertad.
    
Entre los simpatizantes del POUM que de repente habían
      descubierto que eran fascistas sin saberlo se encontraba George
      Orwell, que un mes atrás había regresado a Barcelona desde el
      frente de Aragón para tratar de que lo enviaran a Madrid con las
      Brigadas Internacionales. Testigo de las mentiras que la prensa
      comunista estaba lanzando contra el POUM, desistió de unirse a las
      Brigadas y volvió al frente aragonés, donde el 20
        de mayo una bala le atravesó la garganta sin perforarle
      la carótida por milímetros, así que tuvo que ser transportado a
      Lérida y unos días más tarde de nuevo a Barcelona.
    
Las investigaciones sobre el atentado cometido contra Graziani
      condujeron a los italianos al monasterio de Debre Libanos,
      y algunos indicios hacían sospechar que los monjes habían estado
      al tanto de las intenciones de los dos muchachos antes del
      atentado. Cuando Graziani fue informado, su reacción fue ordenar
      la matanza de todos los monjes, y así se hizo. Los italianos
      mataron a todos los que se encontraban en el monasterio: 297
      monjes y 23 laicos. Eran más de lo habitual, porque precisamente
      ese día celebraban la fiesta de su patrón, san Tekle Haymanot.
      
    
El gobierno vasco había recibido el destructor y los dos
      submarinos que le había prometido el gobierno republicano, pero el
      lendakari Aguirre no estaba nada satisfecho con ellos. Ya había
      manifestado en un telegrama al gobierno que los oficiales del
      barco parecían "fácilmente sobornables por facciosos", con lo que
      podría repetirse lo sucedido con el José Luis Díez, que
      había huido a Francia en lugar de presentar combate. El 25 de mayo comunicó a Indalecio Prieto que
      el comandante del barco era adicto a la cocaína y frecuentaba cabarets,
      mientras en el buque reinaba la indisciplina. El nuevo comandante
      de José Luis Díez no era más de fiar. En cuanto a los
      submarinos, uno se había quedado en Santander y no se había movido
      de allí en las últimas semanas. El segundo estaba comandado por un
      militar ruso, que había tenido que desembarcar a nueve miembros de
      la tripulación por indisciplina.
    
El gobierno de Negrín empezó a cumplir con sus compromisos con
      los comunistas, y ese día ilegalizó al sindicato anarquista FAI.
    
Ese día se inauguró la Exposición Universal de París. A ambos
      lados de la torre Eiffel se alzaban los dos pabellones más
      espectaculares, el de Alemania y el de la Unión Soviética. El
      pabellón español estuvo a cargo del gobierno republicano.
    
El 26 de mayo aviones soviéticos
      bombardearon el puerto de Palma de Mallorca, y alcanzaron a un
      mercante armado italiano provocando la muerte de seis oficiales.
      En el puerto había también un barco alemán que, aunque no fue
      alcanzado, sirvió de pretexto para que Alemania se sumara a las
      protestas que el gobierno italiano presentó ante el gobierno
      republicano español, el cual se vio obligado a reconocer una zona
      de seguridad en el puerto de Mallorca que no sería bombardeada.
    
Ese día Egipto ingresó en la Sociedad de Naciones.
    
Ya eran muchos los países que disponían de una tecnología de
      radiodetección más o menos avanzada. Los resultados eran tan
      impresionantes que los investigadores no tenían dificultades en
      obtener cuantiosas subvenciones por parte de sus respectivos
      gobiernos. Esa noche se hizo una demostración ante el Secretario
      de Guerra de los Estados Unidos: un bombardero fue detectado en la
      oscuridad e inmediatamente fue iluminado por un foco.
    
El 28 de mayo el periódico del Partido
      Obrero de Unificación Marxista, La Batalla, fue prohibido.
      Valencia sufrió ese día otro intenso bombardeo que causó 20
      muertos.
    
En México estalló una huelga de trabajadores petroleros, después
      de que los empresarios (en su mayoría extranjeros) se hubiesen
      negado a aceptar las condiciones que pedían los sindicatos,
      principalmente la firma de un convenio colectivo, semana de 40
      horas y el pago de salarios completos en caso de enfermedad.
    
Una vez resuelta la crisis monárquica, Stanley Baldwin decidió
      retirarse de la política y fue sucedido por el conservador Neville
        Chamberlain, que a sus 68 años era el segundo político
      británico que ocupó con más años el cargo de primer ministro en el
      siglo XX. No era muy conocido para el público. La última medida
      que tomó Baldwin antes de dejar su cargo fue subir el sueldo a los
      parlamentarios y conceder un sueldo al jefe de la oposición. El
      sueldo de los parlamentarios no había cambiado desde hacía 26
      años.
    
El 29 de mayo dos cazas republicanos
      pilotados por aviadores soviéticos bombardearon en el puerto de
      Palma de Mallorca al acorazado alemán Deutschland,
      creyendo que estaban atacando al crucero republicano Canarias.
      El gobierno español, para encubrir a la Unión Soviética, que no
      quería bajo ningún concepto entrar en guerra con Alemania, emitió
      una comunicación en la que afirmaba que los pilotos eran españoles
      y que atacaron al acorazado en respuesta a un ataque. Hitler se
      puso furioso cuando conoció la noticia, y propuso bombardear
      Valencia, pero sus asesores lo convencieron para que eligiera un
      puerto de menor envergadura. Su ministro de Asuntos Exteriores
      necesitó seis horas para calmarlo.
    
Barcelona sufrió ese día el primer bombardeo aéreo de gravedad,
      que causó 64 muertos y 88 heridos.
    
La caída de Bilbao parecía sólo cuestión de tiempo, y el gobierno
      republicano hizo un esfuerzo por aliviar la presión que los
      nacionales estaban ejerciendo sobre el norte mediante una ofensiva
      en Segovia, donde el frente estaba estabilizado sobre la sierra de
      Guadarrama desde los primeros días de la guerra civil. Al amanecer
      del 30 de mayo, tras un bombardeo
      aéreo, la infantería republicana atacó Cabeza Grande y La
        Cruz de la Gallega. El avance republicano fue muy lento, y
      los nacionales lo resistieron bien, sobre todo tras recibir
      refuerzos desde Madrid. El general Varela se trasladó a Segovia
      para dirigir la defensa.
    
Mientras tanto Alemania e Italia comunicaban al Comité de No
      Intervención que dejaban de colaborar en la vigilancia de las
      costas españolas mientras no se dieran garantías de que no se
      repetirían sucesos como el ataque al Deutschland. 
    
Kichik Akhund tomó la ciudad de Kashgar al frente de 1.500
      milicianos musulmanes.
    
El 31 de mayo un acorazado y cuatro
      destructores alemanes aparecieron ante las costas de Almería y
      efectuaron 275 disparos durante una hora, sin que las baterías
      costeras pudieran hacer nada, pues no tenían alcance suficiente.
      En cambio, la ciudad de Almería sí que sufrió graves daños. El
      ataque causó 19 muertos y 55 heridos, así como la destrucción de
      35 edificios. Se trataba de la respuesta alemana al incidente del
      Deutschland. Al contrario de lo que sucedió, por ejemplo,
      en el ataque aéreo a Guernica, los barcos alemanes actuaron bajo
      bandera alemana, sin pretender que el ataque pasara por un ataque
      del bando nacional. Indalecio Prieto propuso bombardear como
      respuesta a la flota alemana en el Mediterráneo, lo que supondría
      la guerra con Alemania, lo cual podría tal vez arrastrar a otras
      potencias europeas. Sin embargo, terminó imponiéndose la postura
      opuesta, defendida por Juan Negrín y por el presidente Azaña, que
      no consideraban oportuno internacionalizar la guerra. De hecho, no
      descartaban que en tal caso Gran Bretaña y Francia hubieran
      continuado con su política de apaciguamiento hacia Alemania y
      hubieran permanecido neutrales. Los comunistas también se oponían,
      pues no creían que la Unión Soviética se dejara arrastrar a la
      guerra. Así pues, las protestas españolas ante el ataque se
      cursaron únicamente por vía diplomática, y no tuvieron ningún
      efecto.
    
Los republicanos lograron tomar Cabeza Grande, mientras que
      Varela mantuvo las posiciones nacionales en La Granja. 
    
El 1 de junio los republicanos
      trataron de tomar el cerro de Matabueyes, pero los
      nacionales recibieron más refuerzos y se hicieron con el control
      del aire, de modo que al final recuperaron Cabeza Grande y
      siguieron conservando La Granja.
    
La indisciplina de las tripulaciones de los destructores
      republicanos Císcar y José Luis Díez era cada vez
      más notoria, hasta que el 2 de junio el
      lendakari Aguirre las hizo arrestar y sus integrantes fueron
      empleados en labores de fortificación. Sin embargo, los problemas
      de indisciplina continuaron con las nuevas tripulaciones.
    
Los republicanos lanzaron una nueva acometida sobre Cabeza Grande
      y Matabueyes con infantería, tanques y artillería, pero fueron
      rechazados.
    
El general Mola se había alarmado por el ataque republicano en
      Segovia, ante la posibilidad de que pudiera obstaculizar su avance
      sobre Bilbao (y ésa era su intención). El 3 de
        junio insistió en volar desde Pamplona hasta Valladolid
      para supervisar las operaciones a pesar de que el tiempo era poco
      propicio. Su avión se estrelló en Alcocero (Burgos) en
      medio de una tormenta. Su muerte beneficiaba obviamente a Franco,
      pues, desaparecidos Sanjurjo y Mola, ya nadie podía disputarle el
      liderazgo del bando nacional. El mando del Ejército del Norte pasó
      al presidente de la Junta Técnica del Estado, el general Fidel
      Dávila, al frente de la cual fue sustituido por el general Francisco
        Gómez-Jordana. 
    
El rey Eduardo VIII de Gran Bretaña (ahora duque de Windsor) se
      casó en Francia con Wallis Simpson. El rey Jorge VI había
      prohibido a los miembros de la familia real que asistieran a la
      ceremonia. Jorge VI había establecido que su hermano mantuviera el
      tratamiento de "Su alteza real", cosa que éste no había pedido,
      pero también estableció explícitamente que esto no era extensivo a
      su esposa ni a su eventual descendencia. Eduardo VIII llamaba
      continuamente por teléfono a su hermano para pedirle que le
      concediera a su esposa el mismo tratamiento y, ya de paso, para
      pedir dinero, hasta que finalmente Jorge VI ordenó que no le
      pasaran las llamadas. Eduardo VIII pretendía regresar a Gran
      Bretaña tras haber pasado un par de años en Francia, pero Jorge
      VI, con el apoyo de su madre, le amenazó con retirarle toda
      subvención en caso de que regresara sin permiso.
    
El 4 de junio el gobierno republicano
      publicó una orden por la que se disolvían las patrullas de control
      (anarquistas), que debían entregar todo su armamento y sus placas
      de identificación. Muchos de sus miembros pasaron a la
      clandestinidad o marcharon al frente.
    
Para entonces los republicanos ya habían regresado a sus
      posiciones iniciales antes de la ofensiva de Segovia y el frente
      quedó estabilizado de nuevo.
    
Senjuro Hayashi fue sucedido por Fumimaro Konoe al frente
      del gobierno japonés, quien intentó en vano someter a los
      militares, que cada vez actuaban con mayor independencia. Para
      ello se mostró más belicista contra China que muchos militares.
    
El 6 de junio se encontró otro cadaver
      decapitado en Cleveland. Fue la única víctima negra del asesino de
      los torsos de Cleveland, y había sido asesinada un año antes. La
      cabeza fue encontrada y se la pudo identificar como Rose
        Wallace. 
    
El 7 de junio murió a los 26 años la
      actriz Jean Harlow, debido a una insuficiencia renal. Dejó sin
      acabar el rodaje de Saratoga, junto a Clark Gable, que
      tuvo que ser completada rodando algunas escenas con una doble que
      aparecía de espaldas. La película se estrenó unas semanas más
      tarde y la avalancha de admiradores que quisieron ver su último
      trabajo la convirtieron en una de las más taquilleras del año. 
    
El 8 de junio Raimundo Díaz
        Pacheco, uno de los cabecillas de los Cadetes de la
      República puertorriqueños, intentó atentar contra el juez Robert
        Archer Cooper, al que consideraba responsable de la condena
      de Albizu Campos y otros nacionalistas. El intento falló y Díaz
      Pacheco fue arrestado junto con otros nueve colaboradores. Todos
      ellos fueron condenados a penas de cárcel.
    
El gobierno republicano promulgó un decreto por el que se
      ilegalizaban las colectividades rurales que habían organizado los
      anarquistas.
    
Ese día se estrenaron en Frankfurt los Carmina Burana,
      una colección de 24 poemas medievales de un manuscrito encontrado
      en el monasterio de Benediktbeuern a los que puso música
      el compositor Carl Orff. Las autoridades nazis vacilaron a
      la hora de aprobar su música, pero el éxito que cosechó ayudó a
      que se decantaran por apoyarla y presentar a Orff como uno de los
      grandes compositores alemanes contemporáneos. Se ha discutido
      mucho sobre si Orff sentía mayor o menor simpatía por los nazis,
      si colaboró con ellos o simplemente les sobrevivió.
    
La huelga de los trabajadores petroleros mexicanos estaba
      afectando seriamente a la economía nacional. El combustible
      escaseaba y el gobierno pidió a los sindicatos que levantaran la
      huelga y llevaran sus reclamaciones ante la Junta Federal de
      Conciliación y Arbitraje. Los sindicatos accedieron y el 9 de junio terminó la huelga.
    
El 11 de junio los hermanos Marx
      estrenaron Un día en las carreras, su segunda película con
      la Metro Goldwyn Mayer, dirigida también por Sam Wood, y
      que tuvo el mismo éxito que la anterior, Una noche en la
        ópera. En ella intervenía también Maureen O'Sullivan.
    
El general Dávila reanudó la ofensiva contra Bilbao que había
      iniciado Mola. Empezó con un intenso bombardeo por parte de la
      artillería, acompañada de ataques aéreos de la Legión Cóndor y la
      Aviación Legionaria italiana. Los defensores vascos terminaron
      retirándose para replegarse en el llamado Cinturón de Hierro,
      un sistema de defensas cuya construcción se había iniciado hacía
      seis meses a imitación de la Línea Maginot francesa. En
      ella habían trabajado trece arquitectos, doce ingenieros
      industriales, dos ingenieros de minas, un ingeniero agrónomo, tres
      aparejadores, dieciséis contratistas y unos 8.500 trabajadores,
      todos bajo la dirección del capitán de ingenieros Alejandro
        Goicoechea, que hacía cuatro meses había huido al bando
      enemigo, de modo que los nacionales contaban ahora con toda la
      información sobre la estructura y debilidades del Cinturón de
      Hierro. Al anochecer estaban ya ante él, y conocían un sector que
      todavía se encontraba prácticamente desprotegido. Los defensores,
      por el contrario, crédulos ante la información que difundía el
      gobierno republicano, estaban convencidos de que el Cinturón era
      prácticamente inexpugnable. Los bombardeos se prolongaron durante
      toda la noche.
    
El gobierno republicano preparó una ofensiva de distracción en un
      intento de frenar el ataque sobre Bilbao y dar tiempo a los vascos
      de reforzar sus defensas. Se trataba de atacar la ciudad de
      Huesca, y para tal fin se había trasladado desde Madrid una de las
      brigadas internacionales, bajo el mando del escritor húngaro Béla
        Frankl, que había participado en la guerra civil rusa. En la
      Unión Soviética era conocido como Máté Zalka, mientras que
      en España se hacía llamar Paul Lukács. Ese día, mientras
      inspeccionaba el frente, le alcanzó un obús que lo mató en el
      acto. Fue reemplazado por el general Kléber.
    
Pero España no era el lugar donde más peligraba la vida de los
      militares soviéticos. Ese día se celebró en Moscú un juicio
      secreto contra ocho altos militares soviéticos, entre ellos el
      mariscal Mijaíl Tujahevski, más un noveno que se suicidó
      antes de que empezaran las investigaciones. Los cargos eran
      principalmente de complicidad con Alemania. Una de las virtudes
      más envidiables de la Unión Soviética era la rapidez de su
      justicia. No hacía un mes que Tujachevski había sido arrestado, el
      juicio se celebró en un día y poco después de la medianoche, ya el
      12 de junio, todos los acusados estaban
      ya condenados y debidamente fusilados. La persecución de los
      familiares de los acusados —para evitar que pudieran hacer
      declaraciones molestas— llevó un poco más de tiempo, en ese punto
      la justicia soviética todavía tenía que perfeccionarse. También se
      celebró un juicio a puerta cerrada en Ufá contra antiguos
      socialrevolucionarios, pues a finales del año anterior Yezhov
      había "descubierto" que se habían organizado de nuevo para llevar
      a cabo una gran insurrección. Unas seiscientas personas habían
      sido detenidas en los últimos meses.
    
Entre los miltares ejecutados estuvo el jefe de las Fuerzas
        Soviéticas de Defensa Aérea, y el físico Pavel Kondratyevich
        Oshchepkov, que estaba al frente de las investigaciones
      sobre radiodetección, fue condenado a 10 años de trabajos forzados
      en un gulag. No obstante, aunque las purgas paralizaron
      temporalmente las investigaciones sobre radiodetección en la Unión
      Soviética, a medio plazo las beneficiaron, pues la mayor parte de
      quienes consideraban que la radiodetección no tenía futuro y que
      obtaculizaban los avances estuvieron entre los purgados.
    
Durante el juicio a Tujachevski, el poeta Boris Pasternak recibió
      un escrito que la Unión de Escritores Soviéticos estaba enviando a
      todos sus socios para que firmaran una petición de pena de muerte
      para todos los acusados en el juicio. Pasternak se negó a firmar
      pese a las presiones que recibió, y terminó dirigiendo un escrito
      a Stalin en el que afirmaba que él —Pastarnak— no podía
      autoerigirse en juez sobre la vida y la muerte de otros. Pasternak
      estaba convencido de que no tardaría en ser arrestado, pero la
      reacción de Stalin fue tachar su nombre de una lista de
      "ejecutables". Se dice que dijo: No toquéis a éste, que vive
        en las nubes. 
    
Un segundo ataque nacional rompió el Cinturón de Hierro. Los
      defensores se retiraron y los nacionales lo atravesaron. Al
      difundirse la noticia, los defensores atrincherados en el resto de
      la línea fortificada se retiraron también. La inexpugnabilidad del
      Cinturón había durado menos de dos días.
    
Mientras tanto se iniciaba el ataque republicano sobre Huesca con
      una intervención moderada de la artillería. La artillería y las
      ametralladoras de los nacionales rechazaron el avance republicano
      tanto en Huesca como en Chimillas. 
    
Ese día Francisco Gómez-Jordana firmó un documento con el
      embajador alemán por el que el gobierno franquista se comprometía
      a suscribir con Alemania un convenio comercial, informarle de los
      contactos económicos con otros Estados y darle el trato de nación
      más favorecida.
    
Ese día se estrenó con gran éxito Tormenta a la vista,
      una comedia romántica británica protagonizada por Vivien Leigh,
      una joven actriz de 24 años que ya había protagonizado otras cinco
      películas anteriormente, y Rex Harrison, de 29 años, para
      el cual era la primera película que protagonizaba.
    
El 13 de junio las desmoralizadas
      tropas vascas que quedaban fuera del perímetro del Cinturón de
      Hierro fueron trasladadas al interior de Bilbao. El gobierno vasco
      se retiró a la aldea de Trucíos, mientras en la capital
      vasca se formaba una Junta de Defensa de Bilbao. 
    
El 14 de junio se enfrentaron en
      Huesca las aviaciones nacional y republicana, con alrededor de un
      centenar de aviones entre ambos bandos.
    
El coronel Antonio Ortega Gutiérrez, direcgtor general de
      Seguridad de la Generalidad del gobierno republicano, comunicó a Jesús
        Hernández, el ministro de Educación y Sanidad (comunista),
      que el agente soviético Aleksándr Orlov le había indicado que
      debía detenerse a todos los dirigentes del POUM. Hernández se fue
      a hablar directamente con Orlov, quien le aseguró que existían
      pruebas de que los "trotskistas" estaban suministrando información
      al enemigo. Además, el gobierno no debía ser informado porque el
      ministro de Gobernación era amigo de algunos líderes del POUM.
    
Mientras tanto, en la Generalidad de Cataluña se formaba un nuevo
      gobierno del que se había expulsado a los anarquistas.
    
El 15 de junio el ejército vasco logró
      abrir una vía por la que evacuar a la población civil de Bilbao
      hacia Santander.
    
Mientras tanto el gobierno republicano ilegalizaba al POUM. El 16 de junio se clausuró su sede y sus
      dirigentes fueron arrestados. El principal de ellos, Andrés
        Nin, fue separado del resto y no se volvió a saber de él. Se
      sospecha que fue conducido a Alcalá de Henares, donde los
      soviéticos tenían una cárcel particular. Entre los que se
      sintieron amenazados por la persecución contra el POUM estaba
      George Orwell, que temiendo por su vida abandonó España. Más
      adelante escribiría:
    
La guerra de España y otros acontecimientos ocurridos en 1936-1937 cambiaron las cosas, y desde entonces supe dónde me encontraba. Cada línea en serio que he escrito desde 1936 ha sido escrita, directa o indirectamente, contra el totalitarismo y a favor del socialismo democrático como yo lo entiendo.
El lendakari Aguirre nunca había llegado a reconocer el mando del general Francisco Llano de la Encomienda, y a primeros de més el gobierno republicano le había enviado un sustituto, el general Mariano Gamir, libre de toda sospecha de ser comunista o anarquista, y así Aguirre aceptó ponerlo al frente de los 40.000 hombres con que contaba el ejército vasco. Sin embargo, recibió información según la cual Gamir tenía órdenes de destruir la industria bilbaína si no podía defenderla. Dados los precedentes de Irún y San Sebastián, Aguirre encargó a algunas divisiones leales que impidieran cualquier clase de sabotaje por parte de Gamir, así como que escoltaran hasta el frente a unos 2.000 presos políticos, para que pudieran pasar al bando enemigo con seguridad.
El ejército republicano lanzó un nuevo ataque en Huesca sobre los
      pueblos de Alerre y Chimillas, pero fue rechazado con
      energía.
    
El 17 de junio cayeron unas 20.000
      bombas sobre Bilbao mientras continuaba la evacuación. Los
      nacionales entraron en la ciudad y pronto controlaron toda la
      orilla derecha del río Nevión, que no tardaron en cruzar.
    
La armada republicana perdió su único acorazado, el Jaime I, a
      causa de una explosión interna mientras estaba siendo reparado en
      Cartagena. Hubo 300 muertos y más de 200 heridos.
    
El 19 de junio los nacionales entraron
      en una Bilbao desierta. La república perdía así uno de sus centros
      mineros e industriales más importantes. El gobierno vasco se
      trasladó a Santander y posteriormente a Barcelona. A partir de ese
      momento el interés de los vascos por la guerra se redujo
      drásticamente. De los 20.000 soldados que fueron evacuados de
      Bilbao, al cabo de unos meses sólo quedaban 6.000. No está claro
      si los demás abandonaron el combate o se unieron a los nacionales.
    
Gran Bretaña y Francia habían convencido a Alemania y a Italia
      para que se reintegraran al Comité de No Intervención y volvieran
      a patrullar las zonas que les habían sido asignadas en la costa
      española. Para ello les reconocieron el derecho de una potencia a
      tomar represalias en caso de sufrir un ataque como el que había
      sufrido el Deutschland (lo que legitimaba el bombardeo de
      Almería por parte de la flota alemana), aunque la potencia
      afectada debía consultar antes con las otras tres. Ese día
      Alemania denunció que uno de sus cruceros había sido atacado a la
      altura de Orán por torpedos que no habían dado en el blanco. No
      obstante, ni Gran Bretaña ni Francia dieron crédito a las
      afirmaciones alemanas, y esto provocó la suspensión de las
      reuniones del Comité.
    
Ese día fue ejecutado en una cárcel de Moscú el filósofo Jan
        Sten, que había sido arrestado unos meses antes por orden
      directa de Stalin, acusado de "idealista menchevizante".
      En términos más claros, el crimen de Sten era haber dado clases
      semanales a Stalin sobre filosofía de Hegel hacía ya una década y
      no haber conseguido que Stalin entendiera nada. Mejor dicho,
      parece ser que Stalin sí que tuvo la inteligencia necesaria para
      comprender que si no le encontraba sentido a la filosofía de Hegel
      era porque la filosofía de Hegel es un sinsentido, y probablemente
      fusiló a Sten por habérselo ocultado.
    
Tras la caída de Bilbao se ordenó al cese de la ofensiva de
      Huesca. El 20 de junio el frente volvió
      a la posición inicial. En dos semanas los republicanos habían
      sufrido alrededor de un millar de bajas.
    
El gobierno del Frente Popular en Francia había provocado una
      fuga de capitales que había hecho disminuir sensiblemente las
      reservas de oro del país. El año anterior el gobierno de Léon Blum
      había tenido que devaluar el franco y las subidas de precios
      habían provocado nuevas huelgas. A partir de ese momento la
      preocupación de la derecha se convirtió en una oposición abierta
      al gobierno, que enfatizó el fracaso de sus medidas económicas.
      Hacía unos meses que Blum había paralizado su programa de reformas
      y finalmente dimitió el 22 de junio.
      Fue sucedido por el hasta entonces ministro de Estado, Camille
        Chautemps, que reanudó las reformas, aunque a un ritmo más
      lento.
    
En España los nacionales avanzaron sin apenas resistencia sobre
      la parte occidental de la provincia de Vizcaya y tomaron Baracaldo,
      Sestao, Portugalete y Santurce. 
    
La anarquista Federica Montseny había dejado su ministerio con la formación del gobierno de Negrín. Ahora inició una campaña con la pregunta ¿Dónde está Nin?, que corrió de boca en boca, ante el paradero desconocido del comunista Andrés Nin. Negrín defendió públicamente la versión según la cual Nin había sido liberado de su arresto por "sus amigos de la Gestapo", y la réplica de los comunistas estalinistas a "¿Dónde está Nin?" fue "En Salamanca o en Berlín" (es decir, en la capital franquista o en la alemana). Sin embargo, lo absurdo de esta explicación apunta a que Negrín sabía qué había sucedido realmente. Se conjetura que Nin murió ese día en Alcalá de Henares: después de haber sido torturado, fue desollado vivo por orden de Orlov. La base de esta conjetura son declaraciones posteriores de Orlov en las que trató de responsabilizar a un cierto agente soviético de cuya existencia no hay constancia alguna. De lo que existen pocas dudas es de que la muerte de Nin fue ordenada desde Moscú. El gobierno republicano prefirió mirar hacia otro lado para no incomodar a sus aliados soviéticos.
En la Unión Soviética se estaba realizando una depuración en masa del propio PCUS. En lo que llevaba de año habían sido expulsados unos 20.500 afiliados, algunos de los cuales empezaban a ser arrestados. Para echar más leña al fuego, en el pleno del comité central inaugurado el 23 de junio Yezhov anunció la existencia de una gran conspiración contra la dirección del partido de trotskistas, zinovistas y derechistas que pretendían restaurar el capitalismo. La NKVD presentó a los centros regionales un sistema de cuotas de traidores que debían ser identificados y represaliados.
El 25 de junio los nacionales realizaron un nuevo avance sobre Vizcaya, tomando Las Encartaciones, Galdames, Güeñes y Gordejuela.
Ese día se estrenó Wee Willie Winkie, una nueva película
      protagonizada por Shirley Temple y dirigida por John Ford, basada
      en un relato de Rudyard Kipling. A Ford no le hacía ninguna gracia
      trabajar con niños, pero su opinión sobre Temple cambió durante el
      rodaje, pues quedó impresionado por las dotes interpretativas de
      la joven actriz. Terminaron siendo buenos amigos.
    
El húngaro Béla Kun se había opuesto abiertamente a varias
      directrices estalinistas, como a la política de formación de
      frentes populares en varios países europeos, y finalmente, el 28 de junio, fue arrestado por la NKVD como
      sospechoso de trotskista.
    
El 29 de junio una banda de árabes
      atacó un autobús entre Jerusalén y Tel Aviv y mató a un judío. El
      30 de junio otros dos judíos fueron
      asesinados cerca de Karkur. Unas horas más tarde el Irgún
      tomó represalias.
    
El 1 de julio, con la toma de Carranza,
      Trucíos y Lanestosa, los nacionales completaron la
      ocupación de Vizcaya.
    
El pastor Martin Niemöller había ido pasando gradualmente de su
      admiración hacia Hitler a convertirse en uno de los fundadores de
      la Iglesia Confesante. Ese día fue arrestado por los nazis. La
      Iglesia Confesante fue  prohibida y pasó a la clandestinidad,
      mientras varias facultades de teología eran cerradas.
    
Los irlandeses aprobaron por un estrecho margen (56.5% de los
      votos) una nueva constitución, a la que se oponían los unionistas
      (partidarios de mantener los vínculos con Gran Bretaña en el seno
      de la Commonwealth), los democratacristianos y los
      laboristas. Sus partidarios, encabezados por Éamon de Valera, eran
      los nacionalistas del Fianna Fáil y los republicanos. El texto
      reconocía una "posición especial" a la Iglesia Católica, aunque
      sin otorgar al catolicismo el status de religión del
      Estado, y "protegía a la familia" con medidas como la prohibición
      del divorcio. Dos años atrás había entrado en vigor una ley que
      prohibía los anticonceptivos.
    
La aviación republicana había bombardeado en los últimos días
      Sevilla, Ávila, Talavera y Salamanca y, como represalia, el 5 de julio Franco ordenó bombardear
      Valencia.
    
Los republicanos pusieron en marcha una ofensiva con la intención
      de aislar a las tropas nacionales que amenazaban Madrid. Empezaron
      con un ataque de distracción en el frente aragonés, cerca de
      Albarracín, donde, por sorpresa, rompieron el frente y se
      dirigieron hacia la ciudad. Esa misma noche se inició un ataque
      contra Brunete, cerca de Madrid. Aprovechando la oscuridad
      de la noche, numerosas fuerzas republicanas traspasaron el frente.
      Al amanecer del 6 de julio la aviación
      y la artillería bombardearon diversas posiciones nacionales, entre
      ellas el cuartel general de Navalcarnero. Luego un avance
      permitió rodear la ciudad de Brunete, cuya guarnición se rindió
      hacia el mediodía. Los republicanos hicieron 250 prisioneros. Los
      nacionales habían sido cogidos por sorpresa, pero pronto
      reaccionaron. El general Varela se hizo cargo personalmente del
      mando y trajo efectivos del frente norte. El avance republicano se
      vio frenado.
    
En Cleveland se encontró otro cadáver decapitado pocos días
      antes. La cabeza nunca fue encontrada ni la víctima (un varón)
      pudo ser identificada.
    
El 7 de julio los republicanos tomaron Albarracín, salvo dos reductos donde se atrincheraron simpatizantes de los nacionales: el cuartel de la Guardia Civil y la Catedral. En Madrid ocuparon Villanueva de la Cañada, pero fueron rechazados en Villanueva del Pardillo y en Villafranca del Castillo. Franco ordenó detener la ofensiva en el Norte (donde el plan era atacar Santander) para concentrarse en Madrid.
La comisión encabezada por Lord Peel creada para investigar las
      causas de la inestabilidad en Palestina emitió un informe en el
      que concluía que la situación era insostenible. Explicaba que el
      proyecto del mandato de la Sociedad de Naciones en Palestina no
      había podido precedir el incremento masivo de la inmigración
      judía, debida entre otras cosas a las restricciones a la
      inmigración en los Estados Unidos junto con la llegada del
      gobierno Nacional Socialista en Alemania y las presiones
      económicas que estaban sufriendo los judíos polacos. Añadía que "el
        impacto continuado de una raza altamente inteligente y
        emprendedora, respaldada por grandes recursos económicos, sobre
        una comunidad indígena comparativamente pobre, a un nivel
        cultural diferente, puede producir con el tiempo reacciones
        graves". No obstante, el informe refutaba la tesis árabe de
      que los judíos habían adquirido las mejores tierras de la zona,
      pues la mayor parte de la tierra que ahora alberga
        naranjos era de dunas de arena o pantanos y carecía de cultivos
        cuando fue comprada. Por el contrario, concluía que la
      escasez de tierras se debía principalmente al crecimiento de la
      población árabe. Como conclusión establecía un esbozo detallado de
      partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío. El
      estado judío abarcaría el 20% del territorio palestino bajo la
      administración británica.
    
Esa noche se produjo un tiroteo por causas desconocidas durante
      unas maniobras de la guarnición japonesa en Běipíng. Un soldado
      japonés se dio por desaparecido y, aunque apareció poco después,
      el coronel japonés Matsui, que al parecer no fue informado
      del regreso del soldado, pidió permiso al alcalde de Běipíng para
      entrar a buscarlo en la ciudad amurallada de Wanping. Éste
      se negó y propuso formar una comisión mixta para investigar lo
      sucedido, pero mientras tanto, ya el 8 de
        julio, los japoneses intentaron entrar en Wanping por la
      fuerza, aunque fueron rechazados. A las dos de la madrugada, el
      alcalde de Wanping, Wang Lengzhai, se trasladó solo al
      campamento japonés para negociar, y los japoneses insistieron en
      que se les tenía que permitir entrar en la ciudad para investigar.
      Mientras tanto acudían a la zona tropas de ambos bandos. Poco
      después de que Wang regresara a Wanping, cuando aún no eran las
      cinco de la mañana, los japoneses atacaron el puente de Marco
        Polo (llamado así por los occidentales porque lo había
      descrito Marco Polo), pero los chinos lograron mantener sus
      posiciones.
    
Los combates en Madrid continuaron indecisos, con sucesivos avances y retiradas de ambos bandos. El 9 de julio los nacionales consiguieron organizar sus fuerzas en el frente de Albarracín. Los nacionales asediados en la ciudad resistían sin agua ni víveres.
La diplomacia china y japonesa se puso en acción para resolver el
      conflicto que había surgido en el puente de Marco Polo, y llegaron
      al acuerdo de que el ejército japonés debía presentar disculpas,
      pero el general al mando de la guarnición japonesa en
      
      Běipíng, Masakazu Kawabe, se negó a aceptar las órdenes de
      sus superiores y ordenó bombardear Wanping.
    
El 10 de julio las Brigadaas Internacionales ocuparon Villanueva del Pardillo, donde tomaron 500 prisioneros, a la vez que se hicieron con abundante material bélico.
El 11 de julio los republicanos
      tomaron Villafranca del Castillo. Mientras tanto los nacionales
      recibían refuerzos. Para entonces llegaba el grueso de la Legión
      Cóndor, así como más escuadras italianas, con los cazas y
      bombarderos más modernos.
    
El compositor George Gershwin había empezado a sufrir ese año
      dolores de cabeza, mareos y desmayos, hasta que entró en coma y se
      le diagnosticó un tumor cerebral. La casa blanca envió dos
      destructores para que lo llevaran desde su yate hasta donde
      pudiera atenderle un reputado neurólogo, pero antes de que pudiera
      ser transportado, los médicos locales consideraron que era
      imprescindible operarlo de inmediato, y murió poco después, sin
      haber salido del coma, el 11 de julio,
      a los 38 años.
    
A principios de año, el pintor Pablo Ruiz Picasso, había recibido
      en su domicilio en París a una delegación del gobierno republicano
      español que le propuso pintar un gran mural para el pabellón
      español en la Exposición Universal que iba a celebrarse en la
      capital francesa. Durante varios meses, el pintor no realizó
      ningún progreso sobre dicho encargo, y sólo después de que le
      llegaran noticias del bombardeo de Guernica encontró en ella la
      inspiración para el proyecto. Aunque la obra estava terminada
      hacía ya un mes, el Guernica fue expuesto al público por
      primera vez el 12 de julio. Se trata de
      un óleo sobre lienzo de 3.50 metros de alto por 7.80 de largo, y
      está pintado en una escala de grises, sin otros colores y que se
      ha convertido en un icono del arte del siglo XX.
    
Ese día se estrenó en Moscú el Concierto para Piano de
      Aram Jachaturián. 
    
George Orwell había tenido que huir de España ante la amenaza de
      que los comunistas lo condenaran por fascista. De hecho lo
      hicieron, aunque en su ausencia, pues el 13 de
        julio se presentaron cargos en Valencia contra distintos
      miembros y simpatizantes del POUM y entre los acusados de
      "trotskistas rabiosos" estaba Orwell. Unos meses más tarde, en
      referencia al juicio que lo condenó a él y a otros marxistas de
      los que eran nazis sin saberlo (un cartel de propaganda comunista
      mostraba una cabeza de un miembro del POUM que se quitaba una
      máscara y se le veía una esvástica pintada en la cara), declaró
      que no era sino una consecuencia de los juicios trostkistas
      soviéticos, basados en toda clase de mentiras que desde el
      principio habían circulado en la prensa comunista. En Gran Bretaña
      se encontró con dificultades para publicar trabajos en los que
      relataba su experiencia en España. Recibió ataques de la prensa
      comunista británica, que pudo frenar amenazando con querellarse.
    
El general boliviano Germán Busch Becerra, que había derrocado a
      José Luis Tejada, forzó la dimisión de David Toro y asumió
      personalmente la presidencia.
    
El 14 de julio los nacionales
      reconquistaron Albarracín.
    
Ese día los japoneses volvieron a bombardear Wanping, lo que
      constituyó una de las muchas violaciones de la tregua que se había
      establecido mientras continuaban las negociaciones.
    
El 15 de julio el general Miaja ordenó
      el fin de la ofensiva en Madrid. A partir de ese momento, las
      fuerzas republicanas debían pasar a defender las posiciones
      ocupadas.
    
Ese día el gobierno de Franco firmó una declaración conjunta con
      Alemania en la que ambas naciones se comprometían a ayudarse
      mutuamente mediante el intercambio de materias primas, alimentos y
      manufacturas. El 16 de julio España se
      comprometió además a pagar la deuda de guerra en marcos a un 4% de
      interés. Para esas fechas los nacionales habían ocupado todas las
      posiciones perdidas en Albarracín, pero aprovecharon el impulso de
      su avance para atacar posiciones que los republicanos controlaban
      desde antes de la ofensiva.
    
Cary Grant había protagonizado dos películas no muy destacadas,
      una con Columbia Pictures (Cuando estás enamorado)
      y otra con la RKO (El brindis de Nueva York). Ambas
      productoras habían aceptado que el actor rodara una tercera
      película para el productor Hal Roach, que fue distribuida por la Metro
        Goldwyn Mayer con el título de Topper, una comedia
      que resultó un gran éxito de taquilla.
    
El 17 de julio Yezhov y más de un
      centenar de sus colaboradores en el NKVD recibieron la orden de
      Lenin por su "éxito sobresaliente desde la dirección de los
        órganos del NKVD en el cumplimiento de los encargos
        gubernamentales". 
    
El 18 de julio los nacionales
      iniciaron su contraataque en Madrid. La Legión Cóndor abatió 21
      aviones republicanos y se hizo con el control del espacio aéreo.
      No obstante, pese al gran despliegue de medios, el resultado sólo
      fue una pequeña ganancia de terreno. Los republicanos resistieron
      con energía.
    
Con motivo del aniversario del alzamiento, Alejandro Lerroux
      envió a Franco desde su exilio en Portugal un mensaje de adhesión.
    
El 19 de julio Tarragona fue
      bombardeada por tres aviones italianos, que causaron 51 muertos y
      104 heridos.
    
Ese día se inauguró en Munich la "Exhibición de Arte
        Degenerado", en la que se mostraban 650 obras de artistas
      alemanes confiscadas por los nazis en diversos museos del país. El
      día anterior Hitler había pronunciado un discurso en el que
      declaraba una guerra inexorable a la desintegración cultural. El
      arte degenerado se definía como el de las obras que insultan
        el sentimiento alemán o destruyen o confunden las formas
        naturales o simplemente revelan la ausencia de una capacidad
        manual y artística adecuada. Las obras aparecían junto a
      rótulos como "La locura convertida en método", "La Naturaleza
        vista por mentes enfermas", etc. Un millón de personas
      visitó la exposición en las primeras seis semanas. Un crítico
      estadounidense dijo: "Probablemente hay muchas personas en
        Boston —amantes del arte— que apoyarían a Hitler en esta purga
        en particular". 
    
El 20 de julio Yezhov presentó una
      orden de actuación contra la población de etnia alemana que
      residía en la Unión Soviética, que, como no podía ser de otro
      modo, estaba colaborando con la Gestapo con fines de sabotaje y
      espionaje.
    
El mes anterior el rey Faruq I de Egipto había cumplido 17 años,
      pero los musulmanes consideran que los niños nacen con un año, con
      lo que el monarca tenía ahora 18 años y ya era mayor de edad. Ese
      día tuvo lugar en El Cairo su coronación, cuyos desfiles y
      exhibiciones de fuegos artificiales superaron los de la coronación
      del rey Jorge VI de Gran Bretaña que había tenido lugar dos meses
      antes. Para la ocasión había ordenado que bajaran las tarifas de
      los vapores del Nilo, y así más de dos millones de campesinos
      acudieron a la celebración. En un discurso dijo:
    
Los pobres no son responsables de su pobreza, sino los ricos. Dad a los pobres lo que merecen sin necesidad de que lo pidan. Un rey es un buen rey cuando los pobres de su tierra tienen derecho a vivir, cuando los enfermos tienen derecho a ser curados, cuando los tímidos tienen derecho a vivir tranquilos y los ignorantes tienen derecho a aprender.
El discurso lo había escrito uno de sus tutores, el poeta Ahmen
        Hassanein, con la intención de socavar al partido Wafd.
      
    
Ese día murió el inventor italiano Guglielmo Marconi.
    
Los combates en Madrid continuaban sin grandes resultados, bajo
      un calor que afixiaba a los combatientes. Los nacionales habían
      logrado concentrar más de 60 baterías al sur de Brunete y con su
      apoyo el 24 de julio lograron romper
      definitivamente el frente en esa zona. Un contraataque republicano
      apoyado por tanques soviéticos no logró frenar su avance. Al
      atardecer los nacionales retomaban Brunete.
    
El 25 de julio, Barcelona contó 22
      muertos a consecuencia de un bombardeo.
    
Junto a Langfang (entre
      
      Běipíng y Tianjin) se produjo un nuevo choque entre tropas chinas
      y japonesas.
    
La fotógrafa alemana Gerta Pohorylle se había distanciado de su
      pareja, Endre Friedman, y había empezado a usar su propio
      pseudónimo, Gerda Taro, mientras que Friedman se había
      quedado con el de Robert Capa. En plena retirada republicana en
      Brunete, mientras viajaba en el estribo del coche de un convoy
      perseguido por aviones enemigos que volaban a baja altura, cayó al
      suelo y fue atropellada por un tanque. Murió el 26 de julio, a pocos días de cumplir los 27
      años. Para entonces el frente madrileño se había estabilizado de
      nuevo. La batalla de Brunete fue una de las más sangrientas de
      toda la guerra. Los republicanos habían contado unos 20.000
      muertos, y los nacionales un total de 17.000 muertos y heridos.
      Las pérdidas republicanas no compensaban en absoluto la pequeña
      franja de terreno adicional que terminaron dominando. Las Brigadas
      Internacionales habían sufrido también un gran desgaste. Los dos
      batallones estadounidenses tuvieron que fundirse en uno solo, y
      algunas brigadas se amotinaron.
    
Aviones japoneses bombardearon Langfang, al tiempo que una
      brigada japonesa trataba de entrar en
      
      Běipíng para "proteger a los ciudadanos japoneses".
    
A lo largo de ese mes se dictaron las sentencias contra los
      "chicos de Scottsboro", cuyos juicios habían tenido que repetirse.
      Algunos fueron declarados inocentes, mientras que otros fueron
      condenados por violación a penas entre 20 y 105 años de cárcel.
      Sólo uno fue condenado a muerte, pero el gobernador de Alabama le
      conmutó la pena por la de cadena perpetua.
    
Vladímir Miliutin era el último miembro del primer
      gobierno que había formado Lenin que seguía vivo y en libertad en
      la Unión Soviética, aparte de Stalin, pero eso cambió el 27 de julio, cuando fue arrestado acusado de
      "desviacionismo de derecha". 
    
Unos 800 soldados chinos bajo el mando del general Sung
        Che-yuan rodearon Tungzhou, la capital del projaponés
      Consejo Autónomo de Hebei Oriental. El comandante japonés les
      ordenó deponer las armas y, ante su negativa, los japoneses
      salieron al ataque y no tardaron en acorralar a los chinos contra
      los muros de la ciudad. Sin embargo, los chinos se negaron a
      rendirse, y esto impresionó a los soldados, también chinos, aunque
      entrenados por los japoneses, de Hebei Occidental. Éstos se
      negaron a atacar a sus compatriotas y, como represalia, el 28 de julio los japoneses bombardearon sus
      barracones. 
    
Aunque en ningún momento se había declarado una guerra, las
      hostilidades entre China y Japón se habían convertido ya en lo que
      se conoce como la Segunda Guerra Sino-japonesa. Ese día
      tres brigadas japonesas atacaban
      
      Běipíng, pero fueron rechazadas.
    
La Asamblea Nacional de Estonia aprobó una nueva constitución
      basada en un borrador de Konstantin Päts, la cual establecía un
      Parlamento bicameral que a su vez elegía al presidente. La nueva
      constitución entraría en vigor al año siguiente, y entre tanto
      Päts ejercería de Presidente-Regente.
    
El 29 de julio unos 5.000 soldados
      chinos se rebelaran contra los japoneses y asesinaron no sólo a un
      gran número de militares, sino también a unos 260 civiles
      japoneses que residían en Tungzhou, incluyendo mujeres y niños.
    
El 30 de julio los chinos se retiraron
      de Tianjin, que fue ocupada por los japoneses.
    
Yezhov presentó ante el politburó la orden sobre la operación
      dirigida a la represión de los antiguos kulaks, criminales y otros
      elementos antisoviéticos. A primeros de mes Stalin había
      presentado un escrito al politburó en el que acusaba de crímenes
      contra el Estado a los antiguos kulaks (pequeños
      terratenientes) que habían sido liberados tras haber cumplido sus
      condenas, así que se planeó que fueran arrestados de nuevo.
      También se fijaron cuotas regionales de cuántos había que detener
      para ser ejecutados y cuántos para ser llevados de nuevo a campos
      de trabajo. Algunos centros regionales excedieron las cuotas para
      agradar a las autoridades centrales.
    
Vito Genovese, temiendo ser arrestado por el asesinato de Ferdinand Boccia, huyó a Italia y Lucky Luciano, desde la cárcel, lo sustituyó por Frank Costello. La mafia prosperaba con máquinas de juego, apuestas ilegales, etc. Al contrario de Genovese, Costello no quiso implicarse en el tráfico de drogas.
Freya Madeleine Stark, hija de un británico y una
      italiana, de 44 años, llevaba diez años explorando Arabia y el
      Oriente Medio. Había publicado tres libros en los que describía
      sus experiencias: Esbozos de Bagdad, El valle de los asesinos
      y Las puertas meridionales de Arabia. Ahora estaba en
      Kuwait, sobre el que escribiría:
    
La pobreza se ha instalado en Kuwait más duramente desde mi última visita, hace cinco años, tanto en el mar, donde el comercio de perlas continúa en declive, como en tierra, donde el bloqueo impuesto por Arabia Saudí está dañando a los comerciantes.
Ahora una compañía británica descubría petróleo en el país.
    
Finalmente, los monjes tibetanos encontraron la reencarnación del Dalái Lama, un niño de dos años llamado Lhamo Dondhup, en la provincia de Amdo. La región estaba controlada por el señor de la guerra Ma Bufang, en nombre del gobierno de Chiang Kai-shek. Cuando la noticia llegó a sus oídos, hizo que el niño fuera trasladado con su familia a Xining. Ma pidió al regente Jamphel Yeshe Gyaltsen que le confirmara que se trataba del nuevo Dalái Lama, pero éste le dijo que todavía tenía que llevarlo a Lhasa para hacerle algunas pruebas junto a otros candidatos. El regente sabía que si reconocía al niño como Dalái Lama, el gobierno chino insistiría en escoltarlo hasta Lhasa con tropas, y eso sería un problema. Por su parte, Ma Bufang se negaba a dejar que el niño partiera si no era confirmado como el legítimo Dalái Lama. Tras algunas negociaciones, Ma aceptó que el niño partiera a cambio de un rescate. El regente logró reunir la suma exigida, pero Ma sólo permitió que el niño fuera trasladado hasta Kumbum. Para dejarlo ir a Lhasa le pidió otra suma adicional de la que los monjes no disponían.
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