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El 1 de octubre de 1942 un comando
compuesto por 60 soldados australianos atacó una base japonesa en
Mubo (Nueva Guinea) y mató a unos 50 japoneses.
Submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses (Tosei
Maru y Yomei Maru) ante las costas de Japón. Otro
submarino torpedeó un barco de transporte de tropas japonés (Lisbon
Maru) cerca de la costa china, sin saber que en él viajaban,
además de 700 soldados japoneses, unos 1.800 prisioneros de guerra
británicos, capturados tras la caída de Hong Kong. Viajaban en
condiciones inhumanas, hacinados, sin apenas oxígeno, y muchos
sufrían disentería. Los soldados japoneses abandonaron la nave,
pero cerraron las escotillas dejando encerrados a los prisioneros
mientras el barco se escoraba.
Dragaminas rumanos hundieron un submarino soviético en el mar
Negro.
Tras un largo periodo de estancamiento se dio por concluida la
batalla de Rzhev. El lugar había hecho honor a su nombre de "la
picadora de carne", pues allí habían muerto más de 300.000
soldados soviéticos, frente a unos 70.000 alemanes. Los soviéticos
apenas habían ganado unos palmos de terreno.
Un grupo de chetniks acompañados de soldados italianos
llegaron a la aldea croata de Gata. Los chetniks
se encontraron primero con un grupo de mujeres que transportaban
leche y les abrieron la garganta con cuchillos. Luego rodearon la
aldea e iniciaron una carnicería, en la que mataron desde un niño
de nueve meses hasta una anciana de 87 años, 96 personas en total,
mediante técnicas como la consabida de arrojar al aire niños de un
año para ensartarlos con las bayonetas.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Empire
Tennyson) y otro neerlandés (Achilles) en el Atlántico.
Patrullas australianas en Nueva Guinea descubrieron que los
japoneses habían abandonado Ioribaiwa, y el 2
de octubre se lanzaron en su persecución hacia el norte.
Mientras tanto el Lisbon Maru seguía hundiéndose
lentamente, y los prisioneros lograron romper algunas de las
escotillas, pero al lugar habían acudido otros barcos japoneses
desde los cuales los soldados ametrallaban a los que llegaban a la
cubierta, y también a los que lograban saltar al agua. Luego, al
parecer, se olvidaron de que eran japoneses y emperzaron a ayudar
a los náufragos, e incluso permitieron que algunos pescadores
chinos hicieran otro tanto. En total murieron unos 800
prisioneros.
Los británicos capturaron Anstirabe, en Madagascar.
La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la
Guayana Francesa. Otro submarino alemán hundió un carguero
panameño (Aneroid) cerca de la Guayana Británica, y un
tercero hundió un carguero estadounidense (Alcoa Transport)
cerca de la isla Trinidad.
El 3 de octubre un submarino japonés
pudo evacuar algunos enfermos de la isla Goodenough, a la vez que
proporcionó suministros para el resto (275 soldados, la mayoría
enfermos de malaria). Otro submarino hundió un carguero soviético
(Mikoyan) en el golfo de Bengala. Un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Kinkai Maru)
cerca de la costa de Japón.
Wernher von Braun trabajaba al frente de un equipo de ingenieros
en un laboratorio secreto en Peenemünde, en la costa
báltica alemana. Tras tres ensayos fallidos, el ese día logró un
gran éxito al lanzar un cohete propulsado por combustible líquido
que alcanzó una altura de más de 85 km, lo que hoy se consideran
los límites de la atmósfera terrestre.
Ese día abrió sus puertas la Hollywood Canteen, un club
para soldados en servicio organizado por Bette Davis con la ayuda
de Cary Grant y la Warner Bros, en el que cualquier hombre
o mujer de uniforme podía comer y beber gratis, y disfrutar de
espectáculos a cargo de estrellas de Hollywood.
En Arkansas se abrió un nuevo "Centro de reubicación" de
japoneses estadounidenses.
Esa noche un comando formado por 12 agentes especiales británicos
desembarcó en la isla de Sark, perteneciente a las
llamadas Islas del Canal, cerca de la costa francesa, en el canal
de la Mancha. Sin ser descubiertos, entraron en la casa de una
aldeana, que les informó de que había unos 20 alemanes en un hotel
cercano. Ya el 4 de octubre, un guarda
en la puerta del hotel fue pasado a cuchillo silenciosamente y
luego encontraron cinco alemanes en el interior (ningún oficial)
que fueron sacados a la calle. La mayoría iba en pijama, pero a
uno lo encontraron desnudo y no le permitieron vestirse. Les
ataron las manos para reducir el número de hombres necesarios para
custodiarlos y volvieron al hotel por más. El prisionero que
estaba desnudo salió corriendo y chillando, y los otros empezaron
a revolverse. Tres intentaron huir (no está claro si se habían
desatado las manos o no) y dos de ellos fueron abatidos. El que
quedaba accedió a ser llevado a Gran Bretaña sin oponer
resistencia. Aunque otros alemanes fueron alertados, los
británicos lograron escapar sin bajas.
Un submarino estadounidense hundió un carguero jappnés (Setsuyo
Maru) cerca de las costas de Japón.
Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Caribstar)
en la desembocadura del Orinoco.
Un submarino japonés hundió un petrolero estadounidense (Camden)
cerca de la costa de Oregón.
El 5 de octubre aviones británicos y
estadounidenses hundieron tres submarinos alemanes, dos al
suroeste de Groenlandia y otro entre Groenlandia e Islandia. Un
submarino alemán hundió un carguero estadounidense (William A.
McKenney) cerca de Venezuela.
Los chetniks, en colaboración con el ejército italiano, dieron comienzo a la operación alfa, para acabar con los dos brigadas de partisanos en Croacia. Convergieron hacia la zona desde tres puntos distintos, llevando consigo tanques y artillería.
En París fue fusilado Pierre Rebière.
Tras la huelga de actores que había tenido lugar en Noruega el
mes de mayo, el teatro Trøndelag, en la ciudad de Trondheim,
había venido programando obras con sátiras, a veces subliminales,
a veces explícitas, contra las autoridades nazis. Su director, el
actor Henry Gleditsch, habia recibido ya varias
advertencias hasta que, finalmente, con motivo de algunas
revueltas en Mahavatn y sabotajes organizados por la
resistencia noruega en Glomfjord y Malm, el 6 de octubre fue declarada la ley marcial y
los nazis aprovecharon para arrestar al Gleditsch y ejecutarlo ese
mismo día, junto con otras ocho personas. El estado de emergencia
duró seis días y 34 personas fueron ejecutados en total. El teatro
Trøndelag fue "nazificado" y el público lo sometió entonces
al mismo boicot que afectaba ya a los demás teatros.
Los partisanos croatas estimaron que se les venían encima entre
1.200 y 1.500 soldados italianos y entre 3.000 y 3.500 chetniks,
mientras que ellos eran unos 300, así que huyeron antes de que
llegaran preguntando por ellos.
Un avión estadounidense hundió un submarino japonés en el mar del
Coral. Otro submarino hundió un petrolero estadounidense (Larry
Doheny) cerca de la costa de Oregón.
El 7 de octubre los marines
estadounidenses en Guadalcanal volvieron a atacar a los japoneses
en dirección al río Matanikau. Unos 200 soldados japoneses fueron
acorralados contra el río en su orilla oriental, cerca de la
desembocadura. Otras fuerzas trataron de acudir en su ayuda, pero
la artillería estadounidense les impidió cruzar el río.
Submarinos estadounidenses hundieron un barco de transporte de
tropas japonés (Maninoue Maru) cerca de Rabaul y un
carguero (Senkai Maru) cerca de Nueva Guinea. Un submarino
japonés hundió un carguero británico (Manon) cerca de la
India.
En Noruega se ordenó el arresto de todos los judíos varones de
más de 14 años en la región de Trondheim.
La propaganda alemana había difundido la noticia de que dos de
los alemanes capturados por los británicos en Sark habían sido
asesinados con las manos atadas. También se dijo que otro tanto
había sucedido en Dieppe. Ese día Hitler incluyó una nota en el
parte diario a la Wehrmacht:
En el futuro, todas las tropas terroristas y de sabotaje, británicas y de sus cómplices, que no actúen como soldados, sino como bandidos, serán tratados como tales por las tropas alemanes y serán eliminados sin piedad durante el combate, dondequiera que se presenten.
Los italianos bombardearon la ciudad croata de Prozor por
tierra y por aire en busca de partisanos.
Submarinos alemanes hundieron tres cargueros británicos (Ilse,
Jessie Maersk y Sheafwater) de un convoy en el mar
del Norte, otro (Andalucia Star) cerca de Liberia y otro
más (Boringia), y otro estadounidense (Chickasaw City)
y otro panameño (firethorn) cerca de Ciudad del Cabo.
El 8 de octubre algunos marines
lograron cruzar a la orilla occidental del Matanikau sin que los
japoneses lo advirtieran. Por otra parte, unos 150 japoneses
supervivientes de la bolsa que había quedado aislada en la orilla
oriental trataron de cruzar también y pillaron desprevenidos a dos
pelotones estadounidenses, que no esperaban verse atacados desde
la orilla oriental. Se produjo un combate cuerpo a cuerpo en el
que murieron 12 marines y 59 japoneses. Los japoneses que
sobrevivieron lograron cruzar el río y llegar a territorio amigo.
En Nueva Guinea, los australianos que perseguían a los japoneses
tomaron contacto con ellos por primera vez en una escaramuza al
sur de Myola.
El Armia Krajova (Ejército Nacional) era la principal
organización de resistencia polaca, y en las primeras horas del
día ocho grupos de cinco miembros cada uno llevaron a cabo la operación
Wieniec (guirnalda), que consistió en volar distintas vías
férreas y paralizaron así el tráfico ferroviario en los
alrededores de Varsovia durante casi 12 horas. Para evitar
represalias, trataron de aparentar que los responsables habían
sido guerrilleros soviéticos llegados al país por aire.
Los italianos y los chetniks entraron en Prozor.
Mihailović dio instrucciones a sus comandantes en la zona de que
se centraran en acabar con los partisanos comunistas tratando de
ganarse, en la medida de lo posible, el favor del resto de croatas
y musulmanes. También afirmó que, cuando hubieran acabado con los
comunistas sería el momento de liquidar a la ustacha.
Una radio alemana anunció que los hombres capturados en Dieppe el
pasado mes de agosto habían sido esposados como respuesta a que
los comandos que habían atacado Sark habían maniatado a los
alemanes que habían capturado. El Ministerio de Guerra británico
respondió que los prisioneros de guerra capturados en Dieppe no
habían sido maniatados y que si los alemanes no desataban a sus
prisioneros, los prisioneros de guerra alemanes retenidos en
Canadá serian a su vez encadenados.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Lupa)
ante la costa de Túnez.
Ese día se estrenó Los tigres voladores, protagonizada
por John Wayne, que trata sobre una unidad de pilotos voluntarios
que había luchado en China antes de la entrada de los Estados
Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Era una película de
propaganda con escaso rigor histórico, pero que fue un éxito de
crítica y de taquilla tanto por su argumento, como por sus escenas
de acción, como por sus efectos especiales. Wayne estrenaría un
total de siete películas ese año. Además de Piratas del
caribe, producida por la Paramount, estrenó el western
Indomable y el drama Odio y pasión con la Universal,
ambas junto a Marlene Dietrich y Randolph Scott, y otras
tres con una productora (Republic Pictures) que hasta
entonces se había especializado en películas del oeste, como Dama
por una noche o En la vieja California, pero que
ahora había encontrado un filón en las películas bélicas, como la
propia Los tigres voladores, y también Reunión en
Francia, cuya trama está relacionada con la resistencia
francesa.
Submarinos alemanes hundieron cargueros británicos (City of
Athens, Clan Mactavish y Sarthe), otro
estadounidense (Swiftsure), otro neerlandés (Gaasterkerk)
y dos griegos (Pantelis y Koumoundouros) cerca de
la costa Atlántica sudafricana. Uno de los submarinos resultó
hundido por un destructor británico. Otro carguero británico (Corbis)
fue hundido en la costa índica sudafricana. Otro más (Glendene)
ante la costa de Liberia y un carguero estadounidense (John
Carter Rose) en el Caribe.
El 9 de octubre los estadounidenses
atacaron a los japoneses en la orilla occidental del Matanikau y
atraparon una bolsa en la que la artillería causó muchas bajas.
Otro grupo fue atrapado en un barranco y fue prácticamente
exterminado. Por la noche los estadounidenses se retiraron a la
orilla oriental del río. En total, los marines habían matado unos
700 japoneses, frente a unas bajas de 65 estadounidenses.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Hachimanzan
Maru) cerca de la costa japonesa.
Stalin suprimió los comisarios políticos en el Ejército Rojo. Los
oficiales recuperaban así el mando militar pleno.
Viena fue clasificada como judenfrei.
Submarinos británicos hundieron un carguero italiano (Alga)
y un petrolero alemán (Kreta) en el Mediterráneo. La
aviación hundió otro carguero italiano (Dandolo).
Los submarinos alemanes que operaban en la costa africana
hundieron dos cargueros estadounidenses (Coloradan y Examelia)
otro belga (Belgian Fighter) y otro británico (Oronsay).
En otros puntos resultaron hundidos un carguero canadiense (Carolus),
otro británico (Pennington Court) y otro neerlandés (Flensburg).
El 10 de octubre los australianos
recuperaron Myola sin encontrar resistencia y continuaron
avanzando. Un total de 1.882 australianos perseguían a 986
japoneses. Durante los días siguientes se produjeron una serie de
enfrentamientos entre Myola y Templeton's Crossing.
Un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Tonan
Maru) cerca de Nueva Guinea.
Hitler había tenido que admitir que sus ejércitos no podrían
hacerse con los pozos petrolíferos del Cáucaso antes del invierno,
por lo que había decidido que si no podían ser suyos no serían de
nadie, y había dado órdenes a la Luwtwaffe de que
atacara Grozny. Los bombardeos provocaron columnas de humo
que se elevaron hasta más de 5 km de altura. Tres cargueros (Balajlava,
Kamisi y Lepse) y un destructor soviético (Komitern)
resultaron hundidos por la aviación alemana. Un submarino
soviético hundió un carguero rumano (Carpati) en el mar
Negro.
Un submarino británico hundió un carguero italiano (Enrichetta)
cerca de la costa griega.
Submarinos alemanes hundieron un barco británico de pasajeros y
otro de transporte de tropas (Duchess of Atholl y HMT
Orcades) cerca de la costa africana.
En un campo de prisioneros en Bowmanville (Canadá), un
grupo de prisioneros de guerra alemanes, la mayoría oficiales de
alta graduación, se amotinaron ante el anuncio de que 100 de ellos
iban a ser esposados en correspondencia con el trato de los
alemanes estaban dando a los comandos capturados en Diepe. Unos
400 amotinados se atrincheraron en una sala de ocio armados con
palos, barras metálicas y otras armas de fabricación propia. Los
guardias no intervinieron a la espera de refuerzos.
A las 8:00 del 11 de octubre un convoy
japonés formado por dos portahidroaviones y seis destructores bajo
el mando del contraalmirante Takatsugu Jōjima zarpó de las
islas Shortland, situadas en la parte septentrional del
archipiélago de las islas Salomón, para llevar tropas y otros
suministros a Guadalcanal. A las 14:00 zarpó otra flota formada
por tres cruceros y dos destructores bajo el mando del
contraalmirante Aritomo Gotō con la misión de bombardear
el campo de aviación estadounidense en Guadalcanal. Mientras tanto
el campo recibía dos oleadas sucesivas de aviones japoneses
procedentes de Rabaul. Una primera formada por 17 Zeros
seguida de otra con 30 Zeros y 45 bombarderos. El
resultado fue de un bombardero derribado, junto a dos cazas
estadounidenses, pero, por lo demás, los ataques apenas causaron
daño alguno. A las 14:45 aviones estadounidenses avistaron el
convoy de Jōjima, pero no el de Gotō, que le seguía.
Los japoneses ignoraban que unos días atrás había zarpado de
Nueva Caledonia un convoy con 2.837 marines estadounidenses rumbo
a Guadalcanal, y que una flota formada por cuatro cruceros y cinco
destructores bajo el mando del contraalmirante Norman Scott
estaba apostada junto a la isla de Rennell, al sur del
archipiélago de las Salomón, para escoltar el convoy cuando se
acercara a Guadalcanal. Al recibir el aviso, Scott se dirigió a
interceptar la flota japonesa. Zarpó a las 16:07, con lo que
calculaba que el encuentro con la flota enemiga se produciría al
anochecer. Hasta entonces, los estadounidenses no habían ganado a
los japoneses ninguna batalla nocturna.
A las 22:00 la flota de Scott se encontraba al noroeste de
Guadalcanal. A las 22:30 Jōjima informaba a Gotō por radio de que
no había naves estadounidenses en la zona. A las 22:33, las
inexistentes naves estadounidenses adoptaron la posición de
batalla. A las 23:30 los radares detectaron a la flota japonesa a
unos 25 km. Los japoneses no disponían de radar, así que siguieron
sin advertir la presencia enemiga. Sin embargo, debido a un error
al interpretar una orden de Scott, los barcos estadounidenses no
estaban donde Scott creía, y éste llegó a la conclusión de que los
barcos detectados por el radar eran los de su propia flota, cuando
en realidad eran los de Gotō. Similarmente, cuando los japoneses
pudieron avistar la flota de Scott, a las 23:43, Gotō creyó que se
trataba de la flota de Jōjima. El puro azar hizo que la flota de
Scott "cruzara la T", es decir, que estuviera situada
perpendicularmente al avance de la flota enemiga, que es la
posición más ventajosa posible para un combate naval. A las 23: 45
la distancia entre ambas flotas era de 4.5 km y los vigías
japoneses aseguraron que los barcos que veían eran
estadounidenses, pero Gotō se mostró escéptico. A las 23:46 uno de
los cruceros solicitó permiso para atacar y también fue un
malentendido la respuesta afirmativa de Scott. El caso es que el
crucero abrió fuego y todos los demás barcos hicieron lo mismo,
incluso el barco en el que se encontraba Scott, para sorpresa de
éste, casi tanta como la de Gotō. Todo el fuego alcanzó al Aoba,
que iba a la cabeza de la flota japonesa y que fue alcanzado por
unos 40 proyectiles que dañaron sus sistemas de comunicaciones,
inutilizaron dos torretas de artillería y su sistema director de
tiro principal. Varios proyectiles de grueso calibre atravesaron
el puente de mando sin estallar, pero a su paso mataron a varios
hombres e hirieron mortalmente a
Gotō.
Mientras tanto, Scott seguía sin estar seguro de no estar
atacando a sus propios barcos y a las 23:47 ordenó un alto el
fuego que no todos sus barcos acataron. Luego ordenó a unos de sus
barcos que hiciera señales de identificación y, al comprobar dónde
estaba, a las 23:51 ordenó que se reanudara el ataque. El Aroba
viró para eludir el fuego y esto expuso al barco siguiente, el
crucero Furutaka. A las 23:49 fueron alcanzados sus tubos
lanzatorpedos y se desencadenó en él un gran incendio que permitió
afinar la puntería a los barcos estadounidenses. Mientras tanto
fue localizado el destructor Fubuki a 1.3 km y, tras una
andanada de artillería, empezó a hundirse. Los dos barcos
restantes, el Kinugasa y el Hatsuyuki, habían
virado en sentido contrario y no habían sido avistados. Durante el
combate dos destructores estadounidenses, el Farenholt y
el Duncan, resultaron dañados y se pusieron a resguardo
tras los otros barcos.
Un carguero italiano (Una) fue hundido por un submarino
británico cerca de la isla de Capri, en la costa italiana.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Agapenor
y Waterton) y uno panameño (El Lago) en el
Atlántico. Un submarino japonés hundió otro soviético cerca de la
costa del Estado de Washington en el Pacífico.
A las 0:10 del 12 de octubre, mientras
la flota estadounidense perseguía a la flota japonesa del
contraalmirante
Gotō (que no tardaría en morir), dos proyectiles del Kinugasa
provocaron una explosión en el crucero Boise, que mató a
casi 100 hombres y desató un incendio, pero también abrió una vía
de agua que lo extinguió antes de que pudiera alcanzar la
santabárbara. El Boise se retiró y el Kinugasa
continuó combatiendo contra otros barcos hasta que a las 00:20 la
flota japonesa escapó completamente del alcance de la
estadounidense y cesó el combate. A las 2:28 se hundió el Furutaka,
con lo que el balance total fue de un crucero y un destructor
hundidos, mientras que la única pérdida estadounidense fue el
destructor Duncan, que se había hundido poco antes que el
Furutaka. Mientras tenía lugar la batalla, la flota de
Jōjima había cumplido su misión de desembarcar los soldados y el
material bélico que transportaba y, durante el regreso, se había
enterado de lo que había sucedido y había enviado cuatro
destructores, el Shirayuki, el Murakumo, el Asagumo
y el Natsugumo para ayudar al Kinugasa y al Furutaka.
Pero al amanecer empezaron a llegar aviones estadounidenses que,
en varios ataques sucesivos, acabaron hundiendo al Murakumo
y al Natsugumo, con lo que las pérdidas totales de los
japoneses fueron de tres destructores y un crucero hundidos (más
otro dañado), unos 400 muertos y 111 prisioneros. Los
estadounidenses contaron 163 muertos.
Las fuerzas japonesas en las islas Salomón estaban bajo el mando
del general Harukichi Hyakutake, que llevaba un tiempo
proyectando un ataque terrestre a las posiciones estadounidenses
en Guadalcanal, pero desde el momento en que los estadounidenses
habían expulsado a los japoneses del margen oriental del río
Matanikau, consideró que era necesario atacar por dos frentes,
para lo cual ordenó que 7.000 hombres bajo el mando del teniente
general Masao Maruyama marcharan por la selva hasta
situarse al sur de las posiciones enemigas. Ese mismo día una
compañía de ingenieros empezó a abrir un sendero que fue conocido
como la carretera Maruyama.
La Luftwaffe bombardeó de nuevo los pozos petrolíferos de
Grozny, en el Cáucaso. Sin embargo, los pozos principales eran los
de Baku, que estaban fuera del radio de alcance de la aviación
alemana.
Policías alemanes y auxiliares ucranianos rodearon el gueto de la ciudad ucraniana de Mizocz, poblado por unos 1.700 judíos, con el propósito de liquidarlo. Los judíos se rebelaron y se produjo un estado de confusión en el que aproximadamente la mitad pudo escapar.
Patrulleras finlandesas hundieron un submarino soviético en el
golfo de Finlandia.
La policía irlandesa arrestó a Hugh McAteer, uno de los
principales cabecillas del IRA, que fue condenado a 15 años de
cárcel por traición.
Un submarino alemán fue hundido mediante carguas de profundidad
por un avión británico al suroeste de Islandia. Otros submarinos
hundieron un carguero estadounidense (Steel Scientist) y
otro británico (Stornest) en el Atlántico.
Una vez llegaron refuerzos al campo de Bowmanville, los
canadienses, armados con peligrosos bates de béisbol, entraron en
la sala donde se habían parapetado los amotinados. Tras varias
horas de lucha cuerpo a cuerpo, los canadienses empezaron a
sospechar que los bates no eran lo más apropiado y pasaron a usar
mangueras de agua y gases lacrimógenos, hasta que los amotinados
se rindieron. No obstante se produjeron algunos incidentes
aislados: a un guardia le fracturaron el cráneo con un tarro de
mermelada, un prisionero agarró a un guardia y otro le disparó dos
tiros desde una torreta de vigilancia, aunque no lo mató. Otro
prisionero fue herido por una bayoneta, pero sobrevivió.
Finalmente 126 prisioneros fueron trasladados a otro campo.
El 13 de octubre llegó con éxito a
Guadalcanal el convoy estadounidense que Scott tenía que proteger.
Al mismo tiempo, otro convoy japonés salió de las islas Shortland
hacia Guadalcanal. Constaba de seis cargueros escoltados por ocho
destructores y transportaba 4.500 soldados, una compañía de
tanques y diversos suministros adicionales. Al mismo tiempo, dos
buques de guerra, Kongō y Haruna, salieron de Truk
escoltados por un crucero y nueve destructores con la misión de
bombardear el aeropuerto estadounidense.
Esa noche, un submarino japonés se presentó de nuevo en la isla
Goodenough, pero un avión aliado lanzó una bengala y el submarino
se marchó rápidamente.
Los siete miembros del comando británico que habían sido
capturados en Glomfjord el mes anterior fueron llevados a la Oficina
Central de Seguridad del Reich, controlada por las SS, y
allí fueron interrogados uno a uno.
Submainos británicos hundieron un petrolero alemán (Languste)
y un carguero italiano (Loreto) en el Mediterráneo. En el
segundo estaban siendo transportados 130 prisioneros indios que
murieron en el naufragio.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Ashworth)
y dos noruegos (Fagersten y Senta) del convoy SC
104 en el Atlántico Norte. Otro hundió un carguero británico
(Empire Nomad) cerca de la costa sudafricana.
A la 1:33 del 14 de octubre y durante
1 hora y 23 minutos, el Kongō y el Haruna
bombardearon el aeropuerto estadounidense de Guadalcanal dañando
gravemente sus dos pistas, incendiando casi todos los depósitos de
combustible y destruyendo 48 de los 90 aviones presentes. Murieron
41 hombres, entre ellos 6 pilotos. Después la flota japonesa
regresó a Truk. A pesar de que los daños fueron graves, el
personal del aeropuerto pudo poner en servicio una de las pistas
en pocas horas y no tardaron en llegar 37 aviones para reemplazar
los que se habían perdido. Ese mismo día pudieron despegar dos
oleadas de aviones que atacaron al convoy japonés que se dirigía a
la isla, pero no causaron daños graves. A medianoche el convoy
llegó a Tassafaronga, en Guadalcanal, y empezó a
descargar, mientras cruceros japoneses bombardeaban de nuevo el
aeropuerto estadounidense, pero esta vez sin causar daños graves.
Submarinos estadounidenses hundieron tres cargueros japoneses (Shunko
Maru, Sumiyoshi Maru y Takusei Maru) en el Pacífico.
La aviación estadounidense hundió además tres transportes (Azumasan
Maru, Kyusu Maru y Sasago Maru).
Un ataque masivo en Stalingrado permitió a los alemanes llegar
hasta el Volga y dividir en dos un ejército soviético, retenido en
una franja de 1 km de grosor en la orilla occidental del Volga. La
Luftwaffe arrojó ese día 550 toneladas de bombas. La
aviación soviética sólo estaba en condiciones de realizar vuelos
nocturnos, que no hacían mella en las líneas enemigas.
Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Jacobus
Fritzen) cerca de la costa sueca. Otro resultó hundido por
la aviación finlandesa en el golfo de Finlandia. Un tercer
submarino se hundió en el mar Negro tras haber impactado con una
mina.
El crucero alemán Komet había regresado a Alemania tras
una exitosa campaña por el océano Índico, y recientemente había
vuelto a zarpar, pero fue descubierto cuando trataba de atravesar
el canal de la Mancha y terminó hundido por torpederas británicas.
Los alemanes lograron sofocar la revuelta del gueto de Mizocz.
Los supervivientes, así como los huidos que habían podido ser
capturados (alrededor de un millar en total) fueron llevados a un
barranco aislado y asesinados uno a uno. El procedimiento era el
"habitual" en estos casos: las víctimas eran obligadas a
desnudarse, luego eran llevadas en grupos de cuatro o cinco,
obligadas a tumbarse sobre los cadáveres de las víctimas
anteriores y allí recibían un tiro en la nuca. Naturalmente, entre
las víctimas había mujeres y niños.
Por esas fechas se promulgó una orden por la que cada empresa
belga debía seleccionar al 10% de sus trabajadores para marchar
forzosamente a Alemania, a trabajar en condiciones de
semiesclavitud.
Ese día se constituyó el Ejército Insurgente Ucraniano,
la rama militar de la Organización de Nacionalistas
Ucranianos, cuyo objetivo era conseguir la independencia de
Ucrania, lo cual significaba expulsar del país a soviéticos y
alemanes y, ya de paso, también a polacos y a cualquier otra etnia
que no fuera propiamente ucraniana. En teoría, su líder era Stepán
Bandera, pero seguía preso en Sachsenhausen, con lo que poco podía
dirigir.
Torpederas alemanas hundieron un carguero británico (Georges
Balfour) en el mar de Norte.
Submarinos alemanes hundieron cinco barcos más del convoy SC
104, uno estadounidense (Susana), dos británicos (Empire
Mersey y Southern Empress), uno griego (Nellie)
y otro yugoslavo (Nikolina Matkovic). Pero el ataque más
destacado de ese día se había producido a las primeras horas de la
mañana, cuando un submarino alemán torpedeó un transbordador
canadiense (SS Caribou) en el Golfo de San Lorenzo.
Murieron 57 militares, 49 civiles y 31 tripulantes, incluyendo el
capitán del barco y sus dos hijos.
El 15 de octubre la aviación
estadounidense de Guadalcanal atacó al convoy japonés que estaba
desembarcando en Tassafaronga y destruyó tres cargueros. A
medianoche el resto del convoy zarpó después de haber descargado
todo el personal y unos dos tercios de los suministros. Cruceros
japoneses volvieron a bombardear el aeropuerto estadounidense,
pero tampoco lograron gran cosa. La aviación japonesa hundió un
destructor estadounidense (USS Meredith). Murieron 180 de
sus 261 tripulantes.
Los ocho pilotos estadounidenses que habían sido capturados en
China por los japoneses tras la operación Doolittle hacía
ya medio año habían sido juzgados en Tokio, acusados de haber
ametrallado a civiles. Fue un juicio de los "prácticos", en el que
no se permitió ninguna forma de defensa a los acusados para no
prolongar el trámite innecesariamente ni se consideró necesario
que la acusación aburriera al tribunal presentando pruebas
concluyentes de los delitos juzgados. Sí se respetó, no obstante,
lo esencial del asunto, a saber, que todos los acusados fueran
condenados a muerte. Sin embargo, el primer ministro, Hideki Tojo,
se opuso a tal medida porque los estadounidenses podrían tomar
represalias sobre los prisioneros japoneses. El emperador Hirohito
zanjó la cuestión conmutando la pena de cinco de los acusados por
la de cadena perpetua. Los otros tres fueron fusilados ese día. El
presidente Roosevelt calificó a los japoneses de bárbaros y
depravados (se ignora por qué escogió adjetivos pensados —en
principio— para calificar a seres humanos).
Para esa fecha los alemanes ya habían aniquilado la bolsa de soldados soviéticos que habían formado en Volkhov y habían recuperado todo el terreno que habían ganado los soviéticos salvo una pequeña cabeza de puente cerca de Moskovkaya Dubrovka, en el frente de Leningrado. De los 190.000 hombres que los soviéticos habían destinado a la operación, unos 40.000 habían muerto o habían sido capturados, y otros 73.000 estaban heridos o enfermos. Los alemanes habían sufrido unas 26.000 bajas.
Los nazis no habían identificado a los responsables de la operación
Wieniec, pero eso no era algo especialmente relevante para
ellos. Ese día ejecutaron como respuesta a 39 presos de la cárcel
de Pawiak y ahorcaron en público a otros 50.
Ese mismo día liquidaron el gueto de Brześć. Unos 16.000 judíos
fueron sacados del gueto para su "reubicación" en unas zanjas
excavadas en las afueras de la ciudad. Unos pocos cientos
(débiles, policías, personal médico, niños del orfanato y los
ancianos de una residencia) fueron "reubicados" allí mismo. Unos
pocos centenares lograron esconderse, y luego fueron rastreados
por policías polacos, bielorrusos o ucranianos. Cuando los
encontraban, o bien les disparaban en el acto, o bien los
encarcelaban, y finalmente fueron enviados en tren al campo de Baranowicze.
En Vilna, los judíos no aptos para el trabajo habían sido
segregados a un "gueto pequeño" que por esas fechas era también
liquidado. En el "gueto grande" quedaban unos 20.000 judíos, de
los cuales unos 8.000 estaban en la clandestinidad.
Los chetniks aplicaron estrategias no muy diferentes
cuando asesinaron entre 500 y 2.500 croatas y musulmanes
(incluyendo ancianos, mujeres y niños) por haber albergado y
ayudado a partisanos. Varios pueblos de los alrededores de Prozor
fueron incendiados.
Tras una serie de pequeños "ataques molestos" esporádicos, esa
noche Colonia fue bombardeada por 289 aviones británicos.
La escolta del convoy SC 104 mantuvo a raya a los submarinos
alemanes, e incluso un destructor llegó a hundir uno de ellos,
aunque a su vez resultó gravemente dañado. Un submarino alemán
hundió un carguero británico (Newton Pine) de otro convoy.
El 16 de octubre las tropas del
teniente general Maruyama empezaron a recorrer la "carretera
Maruyama" según el plan previsto para tomar el aeropuerto
estadounidense en Guadalcanal.
En Nueva Guinea los japoneses detuvieron el avance australiano en
Templeton's Crossing.
Robert Daniel Murphy era el cónsul estadounidense en
Argel, y había estado tanteando a los oficiales franceses para
tratar de determinar cuáles apoyarían la Operación Antorcha,
el proyecto de invasión de Marruecos y Argelia. En general, sus
conclusiones fueron muy positivas, y había llegado a entenderse
con varios oficiales, entre ellos el general Charles Mast,
el comandante en jefe de las fuerzas francesas en Argel. Sin
embargo, estos oficiales, antes de confirmar su apoyo definitivo,
pidieron una entrevista secreta con oficial estadounidense de alta
graduación. Por ello el teniente general Eisenhower reunió en
Londres a cinco miembros de su equipo y, tras haberles informado
de todo esto, organizó la Operación Mástil (en inglés Flagpole,
porque Mast significa mástil en francés), por la que los
presentes, encabezados por el mayor Mark Wayne Clark,
formarían la delegación secreta que se entrevistaría con Mast en
Argelia. Por otra parte, a través de la resistencia francesa, los
aliados también habían entrado en contacto en Francia con el
general Henri Giraud (entonces bajo arresto domiciliario en
Toulon). Éste, a pesar de ciertas reticencias iniciales, había
aceptado cooperar con la Operación Antorcha a condición de
que sólo participaran en ella tropas estadounidenses (no
británicas ni de la Francia libre, pues muchos militares franceses
estaban resentidos con los británicos y con De Gaulle desde el
ataque a Mers-el-Kébir) y de que él mismo u otro oficial francés
estaría al mando de la operación. Giraud también autorizó al
general Mast como representante suyo en Argelia.
La escolta del convoy SC 104 logró hundir un submarino alemán y
dañar gravemente a otro. A partir de esa noche el convoy quedó
dentro del radio de alcance de la aviación británica y así pudo
llegar hasta su destino en Liverpool sin sufrir más ataques. En
otros puntos del Atlántico, submarinos alemanes hundieron un
carguero británico (Primrose Hill) y otro noruego (Trafalgar).
En Nueva York se estrenó el ballet Rodeo, de Aaron Copland.
Hacía ya trece años que el dibujante Paul Houlton Terry
había fundado su propia empresa de animación, Terrytoons,
y ahora estrenaba un cortometraje con un personaje que durante un
tiempo pasó desapercibido, pero que finalmente se convertiría en
una de sus creaciones más famosas, una parodia de Superman
llamada Súper Ratón.
El 17 de octubre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Holland Maru) ante las costas japonesas. La aviación estadounidense hundió un destructor japonés (Oboro) cerca de Alaska.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire
Chaucer) cerca de la costa sudafricana.
Por esas fechas un médico alemán llamado Sigmund Rascher
presentaba en un congreso en Nuremberg dos ponencias tituladas Prevención
y tratamiento de la congelación y Calentamiento tras la
congelación hasta el punto de peligro, en las que expuso
interesantes resultados que podrían ayudar al tratamiento de
soldados, marinos y pilotos que hubieran sufrido hipotermia, algo
relativamente frecuente durante la guerra. Sin embargo, el
"interés" de los resultados se esfumaba por una parte por el nulo
rigor científico en que se basaban y, sobre todo, por la forma en
que se habían obtenido. Rascher los había realizado en el campo de
concentración de Dachau, donde casi 300 víctimas habían
participado en casi 400 experimentos en los que eran congeladas
mediante técnicas como tenerlos desnudos a la intemperie durante
14 horas, o manteniéndolos durante 3 horas en un tanque de agua
helada, y después calentadas de nuevo por las técnicas más
variadas, desde las más brutas, como inmersión en agua hirviendo,
hasta las más variopintas, como situar a la víctima entre dos
mujeres desnudas. (Obviamente, la mayoría de las víctimas acababan
muriendo.) Al parecer, Rascher era sólo una pantalla, pues el
"cerebro", valga la contradicción, de tales experimentos era al
parecer el cirujano Erich Hippke, el médico jefe de la Luftwaffe,
que logró que su nombre nunca fuera vinculado con tales prácticas.
Posteriormente Rascher había pasado a investigar otro asunto de
interés militar: los efectos del cambio brusco de presión que
sufrían los pilotos que volaban a gran altura y se veían obligados
a realizar un aterrizaje forzoso. Las víctimas destinadas a estos
experimentos eran introducidas en cámaras de presión donde la
presión podía ser alterada rápidamente y el aire enrarecido para
que tuviera poco oxígeno. De nuevo, la mayoría de las pruebas
terminaban con la muerte de las víctimas. Todas ellas habían sido
condenadas a muerte por los nazis, pero Himmler le sugirió a
Rascher que a las que sobrevivieran se les podría conmutar la pena
de muerte por la de cadena perpetua, pero Rascher respondió que no
veía motivo para ello.
Rascher no era un caso aislado. Otras "eminencias médicas" que
trabajaban en Dachau eran Hermann Becker-Freyseng y Konrad
Schäfer, que acaban de publicar un trabajo titulado Sed
y alivio de la sed en situaciones de emergencia en el mar,
basado en experimentos en los que a unos 40 prisioneros se les
obligó a beber agua de mar, y en algunos casos se les inyectó
directamente en vena, para luego administrar (a la mitad de ellos)
una droga experimental cuyos efectos fueron estudiados a través de
biopsias del hígado sin anestesia. Todas las víctimas murieron, y
la conclusión principal de los experimentos fue que la droga
experimental era tóxica.
En Ravensbrück se encontraba Karl Gebhardt, que era el
médico que había atendido a Reinhard Heydrich tras el atentado que
le acabó costando la vida y había rechazado el consejo de Theodor
Morell, el médico personal de Hitler, de suministrar a
Heydrich sulfonamida (un antibiótico). El caso fue que
Heydrich murió de una infección y, aunque nadie le dijo
explícitamente a Gebhardt que eso es lo que pasa cuando no se
suministran antibióticos si hay riesgo de infección, Gebhardt se
había propuesto demostrar científicamente que la sulfonamida eran
inútil contra la gangrena, y en ello estaba: rompiendo e
infectando piernas a prisioneros para gangrenarlas y luego ver qué
pasaba con sulfonamida y sin ella. Eso sí, para evitar
conclusiones erróneas, los pacientes tratados con sulfonamida no
recibieron apenas tratamiento de enfermería, mientras que los
tratados sin ella recibieron más atención. Así salió la conclusión
correcta que demostraba la gran intuición médica de la que estaba
dotado Gebhardt. Por otro lado, también se dedicaba a arrancar
cuidadosamente miembros a prisioneros (vivos, por supuesto) para
tratar de implantárselos a soldados mutilados.
En el campo de Buchenwald estaba Karl Genzken, que
investigaba vacunas contra el tifus, la viruela, el cólera y otras
enfermedades contagiosas, lo cual estaría muy bien si no fuera
porque luego provocaba las epidemias para ver si las vacunas eran
efectivas, pero "el maestro", fue ampliamente superado por "su
aprendiz", su ayudante Herta Oberheuser, que se dedicaba a
simular heridas de guerra provocando cortes y heridas y luego
restregando en ellas clavos oxidados, madera, cristales, serrín,
etc. para luego tratarlas con sulfonamida. También practicaba
trasplantes de huesos, músculos y nervios (obviamente sin éxito),
para lo cual mataba niños con inyecciones de barbitúricos para
luego extraerles los órganos vitales.
El 18 de octubre los japoneses
lanzaron 15 obuses de largo alcance sobre el aeropuerto
estadounidense de Guadalcanal. Desde primeros de mes habían
desembarcado en la isla unos 15.000 soldados, con lo que en total
contaban con 20.000, el doble de las tropas estadounidenses
presentes en la isla según las estimaciones japonesas, aunque en
realidad había 23.000 estadounidenses.
Los británicos tendieron una emboscada en Andramanalina a
las tropas francesas en Madagascar, aprovechando un valle con
forma de U. Los franceses sufrieron muchas pérdidas y unos 800
soldados acabaron rindiéndose.
Tras haber mantenido muchas deliberaciones con oficiales y
abogados, Hitler promulgó la que se conoció como Orden de los
Comandos, de la que se imprimieron únicamente 12 copias que
fueron distribuidas con instrucciones expresas de que bajo ningún
concepto debían caer en manos enemigas. El texto empezaba con un
pasaje humorístico en el que Hitler acusaba a los británicos de
violar la convención de Ginebra, para luego ordenar:
De ahora en adelante, todos los hombres que actúen contra las tropas alemanas en las llamadas incursiones de comandos en Europa o en África serán eliminados hasta el último hombre. Esto se hará con independencia de que sean soldados de uniforme o saboteadores con o sin armas; o de que estén luchando o tratando de escapar; y es igualmente irrelevante que hayan entrado en acción desde barcos, aviones o si hubieran descendido en paracaídas. Incluso si estos individuos, al ser descubiertos, mostraran claramente su intención de entregarse como prisioneros, no se les debe conceder ninguna clase de perdón. En estas situaciones se informará al cuartel general para que desde allí se informe al Alto Mando.
Luego se precisaba, entre otras cosas, que la orden no se
aplicaba a soldados capturados en el campo de batalla en el
transcurso de operaciones usuales, ataques o desembarcos a gran
escala o lanzamientos masivos de paracaidistas, ni a los
capturados en el mar tras una batalla naval ni a los pilotos que
se lanzaran en paracaidas cuando su avión fuera a estrellarse.
Esto era una forma de decir que los nazis nunca se rebajarían al
nivel de los japoneses, pero, aun así, Hitler era consciente de
que la orden podría causar rechazo en muchas instancias de su
ejército.
Un submarino británico, que operaba bajo bandera noruega, después
de haber sido transferido al ejército noruego en el exilio, hundió
un carguero alemán (Libau) cerca de la costa noruega.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Trekieve)
y otro noruego (Hai Hing) en el océano Índico, cerca de la
costa africana. En el Atlántico hundieron un carguero
estadounidense (Angelina).
El 19 de octubre un regimiento formado por 1.200 soldados japoneses bajo el mando del coronel Akinosuke Oka cruzó sin ser visto el río Matanikau y trató de ocupar las colinas situadas en la orilla oriental.
El mayor Clark y sus acompañantes zarparon de Gibraltar en un
submarino rumbo a Argelia.
La presencia de las tropas estadounidenses en Islandia habían
resultado mucho más beneficiosas de lo que nadie hubiera
imaginado. Antes de la guerra, Islandia era una de las regiones
más pobres de Europa, y ahora se estaba convirtiendo en una de las
más ricas, debido a la inyección de dinero y de actividad que
habían traído los estadounidenses. El paro en Reykjavik había
desaparecido por completo. Esto había dado alas al movimiento
independentista, que desde hacía un siglo reivindicaba la
desvinculación completa del país respecto de Dinamarca y que hasta
entonces apenas había tenido fuerza. De hecho, desde el final de
la Primera Guerra Mundial Islandia era prácticamente autónoma,
tenía su propia constitución y su conexión con Dinamarca era una
mera unión personal a través del rey Cristián X, que sólo se
traducía en que la política exterior de ambos países era
determinada por el gobierno danés. Ese día se celebraron
elecciones parlamentarias en las que el Partido por la
Independencia fue el más votado (38.5%).
Un submarino de la Francia Libre hundió un carguero noruego (Nordland)
cerca de la costa noruega.
Un submarino británico hundió un destructor (Giovanni da
Verrazzano) y un carguero italiano (Beppe) en el
Mediterráneo.
Una redada policial en Irlanda terminó con la captura de un
miembro del IRA, Maurice O'Neill, pero uno de los
detectives murió durante el enfrentamiento.
Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (Steel
Navigator) y otro británico (Rothley) en el
Atlántico.
Tras varios ataques frustrados por parte de los australianos, el
20 de octubre los japoneses se vieron
forzados a retirarse de Templeton's Crossing y los australianos
presionaban ahora hacia Eora.
Submarinos japoneses hundieron tres cargueros japoneses (London
Maru, Ryunan Maru y Yamafuji Maru) en el Pacífico.
Eslovaquia había estado deportando judíos a Alemania de forma
ininterrumpida durante los últimos siete meses. Hitler, al conocer
un discurso del presidente Jozef Tiso en el que justificaba las
deportaciones, había dicho: Es interesante cómo este curita
católico nos envía a los judíos. En total, casi 60.000
judíos habían sido deportados, pero en ese momento los envíos
cesaron. No se conoce el motivo exacto, pero se sabe que dos meses
antes el primer ministro Vojtech Tuka había señalado en una
reunión que la economía eslovaca no podía permitirse la pérdida de
una porción tan grande de la población del país. Probablemente, la
Iglesia Católica tuvo alguna influencia en este cambio, dado que
el presidente Tiso era sacerdote católico. Un enviado del papa, el
arzobispo Giuseppe Burzio, aseguró a Tiso que los alemanes estaban
asesinando a los judíos deportados y Tuka se había visto obligado
a cambiar de postura.
La Luftwaffe hundió un petrolero británico (Scalaria)
en el mar Rojo.
Un submarino británico hundió en el Mediterráneo un carguero
italiano (Titania) que estaba siendo remolcado tras haber sufrido
un ataque aéreo el día anterior. Otro hundió otro carguero
italiano (Lero) en el Egeo.
La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la
costa irlandesa.
El 21 de octubre un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Nichicho Maru)
ante la costa de Formosa.
Un submarino finlandés hundió otro soviético en el mar Báltico.
Debido a varios informes que lo describían como brutal a
intratable, Pierre Nouailhetas fue destituido como gobernador de
la Somalia francesa y sustituido por Christian Raimond Dupont.
Un bombardero británico hundió un barco de transporte alemán (Palatia)
ante la costa noruega. En él viajaban unos 1.000 prisoneros de
guerra, mayoritariamente soviéticos, de los cuales murieron 915.
Ese día se estrenó el musical Por mi chica y por mí, la
primera película en la que Judy Garland, a sus 20 años,
interpretaba un papel de adulta y no de adolescente. Su pareja fue
un joven bailarín de 30 años llamado Eugene Curran Kelly,
que era más conocido como Gene Kelly. Dos años antes había
sido descubierto en Broadway por un productor de la Metro-Goldwyn-Mayer
y ésta era su primera aparición en la pantalla. El resultado fue
la duodécima película más taquillera del año.
El 22 de octubre los australianos
llegaron hasta Eora, donde los japoneses se habían parapetado con
una doble línea defensiva.
Esa noche dos destructores transportaron 640 marines australianos
a la isla de Goodenough (con lo que doblaban en número a los
japoneses presentes en ella). Uno de ellos desembarcó sus tropas a
las 23:00. No encontraron rastro de japoneses y empezaron a
avanzar en su búsqueda. Al poco tiempo estalló una intensa
tormenta que dificultó sus movimientos.
Un submarino japonés hundió un carguero británico (Ocean
Vintage) cerca de la costa de Omán.
Antes del amanecer, el mayor Clark y sus cuatro acompañantes
habían abandonado el submarino que los transportaba ante la aldea
pesquera de Cherchell, a 132 km de Argel, donde se
encontraron con el general Mast y con el cónsul Murphy. Allí se
cerró el acuerdo de cooperación, pero los estadounidenses fueron
informados de que, aunque el ejército y la aviación francesas eran
en general favorables a una invasión estadounidense del Norte de
África, la marina se opondría. Mientras tanto, los aliados seguían
en contacto con el general Giraud, que exigía que el desembarco en
el norte de África coincidiera con otro en el sur de Francia.
Eisenhower descartó esto como imposible, pero Robert Murphy
consideró más oportuno decirle a Giraud que así sería.
La edad de alistamiento en Gran Bretaña se redujo a los 18 años.
100 aviones británicos bombardearon Génova.
Un submarino alemán hundió dos cargueros británicos (Donax
y Winnipeg II) de un convoy en el Atlántico. Por otra
parte, la aviación británica hundió otro submarino en el mar de
Noruega.
Ese día se estrenó La extraña pasajera, protagonizada por
Bette Davis. Era lo que se consideraba una "película para
mujeres", un proyecto por el que Davis no había mostrado mucho
entusiasmo hasta que la convencieron de que las audiencias
femeninas necesitaban dramas románticos para distraerse de la
realidad de sus vidas.
El 23 de octubre el teniente general
Maruyama, con algo de retraso respecto del plan previsto, trataba
de disponer sus tropas para el ataque al sur del aeropuerto
estadounidense en Guadalcanal. Su presencia no había sido
detectada por los estadounidenses. En vista de que Maruyama
necesitaba un poco más de tiempo, el general Hyakutake retrasó
para el día siguiente la ofensiva que, en un principio, estaba
prevista para ese día, pero, sin haber sido advertidos del cambio,
dos batallones de infantería junto con nueve tanques se lanzaron
contra los marines estadounidenses en la desembocadura del
Matanikau. Los tanques no tardaron en ser destruidos por la
artillería antitanque. Por otra parte, cuatro batallones de
artillería estadounidenses lanzaron más de 6.000 proyectiles
contra los atacantes provocando numerosas bajas en las filas
japonesas.
A las 3:30 desembarcaron en la isla de Goodenough las tropas que
llegaban en el segundo destructor, de modo que las posiciones
estimadas de los japoneses quedaban entre ambos puntos de
desembarco. A las 6:00 capturaron una ametralladora japonesa. Dos
pelotones que avanzaban hacia el sur entraron en combate con los
japoneses. A las 8:30 las tropas que habían desembarcado unas
horas antes se encontraron con granadas de mano que caían sobre
ellos por la ladera de una colina, mientras que otros se
encontraron bajo un fuego intenso y preciso. Inmediatamente
retrocedieron para ponerse a cubierto. Los combates se prolongaron
a lo largo del día sin que los aliados pudieran avanzar, pero
durante la noche los japoneses abandonaron la isla en dos
barcazas, para llegar a la vecina isla de Fergusson. En el
enfrentamiento habían sufrido 20 muertos y 15 heridos, mientras
que los aliados contaron 13 muertos y 19 heridos. Unos cuatro
japoneses quedaron abandonados en la isla. Uno sería capturado
poco después por los nativos, otros dos morirían de malaria y otro
lograría permanecer escondido durante más de medio año.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Seikyo
Maru) ante la costa japonesa.
Tras tres días de combates, diez batallones italianos y dos de la
Ustacha expulsaron a los partisanos yugoslavos de la ciudad de Livno.
Mihailović recibió un informe de un dirigente chetnik
según el cual en Prozor habían matado a más de 2.000 croatas y
musulmanes. Y añadía: Nuestros soldados volvieron
entusiasmados. Los italianos no estaban cómodos con sus
socios, y amenazaron con suspender toda colaboración, e incluso
tomar represalias, si las matanzas no cesaban inmediatamente.
Las primeras víctimas de la Orden de los Comandos de
Hitler fueron los siete miembros del comando británico capturados
en Glomfjord, en Noruega, que habían sido trasladados al campo de
Sachsenhausen y ese día fueron fusilados.
Un primer intento de asalto contra Eora se había saldado con 34
muertos y varios heridos entre las fuerzas australianas, y no se
veían posibilidades de éxito. Por el contrario, los japoneses
recibieron refuerzos.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kenun
Maru) ante la costa japonesa.
Habiendo completado con éxito la Operación Flagpole, el
mayor Clark y su equipo embarcaron de nuevo en el submarino que
los había llevado a Argelia y al día siguiente estaban ya de
regreso en Londres.
En El Alamein, los zapadores de Montgomery habían tardado un poco
más de lo previsto en crear el pasillo en el campo de minas
alemán, pero a las 2:00 los primeros 500 tanques empezaron a
avanzar. A las 4:00 llegaban al campo de minas, pero levantaron
tanta arena que la visibilidad era nula y los tanques se
atascaron. Ninguno logró abrirse paso. Los zapadores seguían
teniendo problemas. Había dos campos de minas sucesivos, ambos más
anchos de lo esperado. Al amanecer se había limpiado un paso en el
primero, pero el fuego alemán impedía acabar de abrirlo en el
segundo. Además, los tanques que trataban de cruzar el primer paso
se atascaban, pues era tan estrecho que bastaba con que uno se
estropeara para que el resto no pudiera avanzar, y los atascos los
convertían en blanco fácil para la artillería alemana.
Rommel seguía en Alemania, reponiéndose de una infección
hepática. El oficial al mando en El Alamein, el general Georg
Stumme, estaba siguiendo escrupulosamente las disposiciones que
había dejado Rommel en caso de ataque. Como tenía pocos recursos,
prohibió usar la artillería contra la vanguardia británica para
mantener suficientes reservas de municiones para cuando fueran más
necesarias. Ese día salió en coche hacia el frente acompañado del
coronel Andreas Büchting para evaluar la situación. Al
contrario que Rommel, Stumme viajaba sin escolta, y en un momento
dado en que atravesaba un llano expuesto al fuego distante
enemigo, Büchting recibió un tiro en la cabeza, Stumme saltó del
vehículo y se mantuvo a cubierto sujeto en un lateral mientras el
conductor sacaba el coche del alcance del fuego enemigo, pero
cuando se volvió Stumme ya no estaba allí. Al día siguiente fue
encontrado muerto a un lado del camino sin ninguna herida. Al
parecer le había dado un ataque al corazón. Cuando se informó a
Berlín de la situación, Hitler ordenó que Rommel estuviera ya
recuperado por completo de su enfermedad y que regresara a Egipto
ipso facto.
La aviación británica mantenía a raya a las fuerzas alemanas a la
espera de que los tanques pudieran avanzar. Por la tarde se
produjo un primer enfrentamiento entre tanques, unos 100 en total,
de los cuales la mitad había sido destruida al anochecer, pero las
posiciones de ambos bandos permanecían inalteradas. La aviación
del Eje logró destruir un convoy de 25 vehículos aliados que
llevaban combustible y municiones, provocando un incendio que duró
toda la noche. Un oficial propuso cancelar el ataque, pero
Montgomery insistió en que sus planes estaban para cumplirse.
La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de las
islas Azores. Otro submarino hundió un carguero británico (Holmpark)
en el Atlántico, cerca de las islas Barbados.
En Guadalcanal las tropas de Maruyama estaban cayenndo como
moscas sin obtener ningún progreso, pero, por motivos que se
desconocen, alguien informó a Hyakutake de que el aeropuerto
estadounidense había sido tomado, y así lo cominicó a su vez
Hyakutake a sus superiores en Rabaul, en un mensaje enviado a las
0:50 del 25 de octubre. Sólo a las 3:00
el coronel Masajiro Furimiya logró llegar a las líneas de
defensa estadounidenses al frente de dos compañías. La mayoría de
sus hombres murieron en el intento, pero cerca de un centenar
formó una bolsa dentro del perímetro estadounidense. A las 3:30 el
ataque fue suspendido y los japoneses se retiraron a la selva para
probar mejor fortuna la noche siguiente. Sólo quedó la bolsa del
coronel Furimiya, que fue siendo destruida poco a poco a lo largo
del día. Maruyama había perdido unos 1.500 hombres en su primer
ataque, frente a 60 estadounidenses muertos. A las 4:30 Hyakutake
informó a Rabaul de que la noticia de la ocupación del aeropuerto
había sido errónea.
A lo largo del día 82 cazabombarderos japoneses atacaron las
posiciones estadounidenses, mientras una flota formada por un
crucero y tres destructores alejaba a cualquier barco
estadounidense que tratara de acercarse a Guadalcanal. A las 10:53
uno de los cañones costeros dañó gravemente al destructor Akatsuki
y la aviación estadounidense obligó a alejarse a los tres
destructores. Tras haber recibido la falsa noticia de la captura
del aeropuerto, otra flota japonesa, formada por el crucero Yura
y cinco destructores, había sido enviada a Guadalcanal para apoyar
a las tropas terrestres, pero los aviones estadounidenses atacaron
constantemente al Yura hasta que se hundió a las 21:00.
Para entonces, once cazabombarderos japoneses habían sido
derribados, frente a dos cazas estadounidenses.
El portaaviones Enterprise, que había sido dañado dos
meses atrás, había regresado a las islas Salomón tras una rápida
reparación en Pearl Harbor. Ahora, encabezando una flota junto al
portaaviones Hornet bajo el mando del contraalmirante Thomas
Kinkaid, andaba en busca de la flota japonesa. En total la
flota contaba con los dos portaaviones, un acorazado, 6 cruceros,
14 destructores y 136 aviones. La flota japonesa, por su parte,
también estaba buscando a la estadounidense. Estaba dividida en
tres grupos. El primero constaba del portaaviones Jun'yō,
junto con 2 acorazados, 4 cruceros y 10 destructores; el segundo
constaba de los portaaviones Shōkaku, Zuikaku y Zuihō
junto con un acorazado y 8 destructores; el tercero constaba de 2
acorazados, 4 cruceros y 7 destructores. Un quinto portaaviones
había tenido que retirarse por un incendio accidental en la sala
de máquinas. Kinkaid se encontraba cerca de las Islas Santa Cruz
cuando, a las 11:03 recibió un informe de que un avión había
detectado la flota japonesa un poco más allá del radio de acción
de sus aviones. Inmediatamente puso rumbo hacia ella a toda
máquina y a las 14:25 lanzó sus aviones, pero los japoneses habían
visto los aviones que los habían descubierto, así que se habían
retirado y seguían sin estar al alcance de la aviación, por lo que
los pilotos tuvieron que regresar al barco sin haber encontrado
nada.
Mientras tanto los marines habían redistribuido sus fuerzas en
Guadalcanal en previsión de un nuevo ataque por tierra esa misma
noche. En efecto, Maruyama lanzó diversos ataques, pero ninguno
tuvo éxito. Las bajas fueron muy numerosas y sólo algunos grupos
pequeños de soldados japoneses pudieron penetrar las defensas, lo
que simplemente se tradujo en que murieron un poco más lejos.
En El Alamein el frente alemán permanecía inamovible. Por otra
parte, las fuerzas del Eje estaban lanzando contraataques en
distintos lugares en busca de un punto débil en las defensas
aliadas y no habían sacado nada de provecho. Montgomery
redistribuyó en parte sus tropas para concentrar los esfuerzos en
puntos concretos. Al anochecer un ataque aliado terminó
desastrosamente, con la muerte de unos 500 hombres. A esas horas
Rommel llegaba a El Alamein. En su viaje desde Alemania había
hecho escala en Roma para pedir más combustible y suministros. Los
informes que recibió al tomar el mando no eran muy alentadores:
muchas bajas a consecuencia de los incesantes ataques aéreos,
muchos tanques perdidos... y el más reciente era que a medianoche
una división australiana había atacado un saliente del frente
cerca de la costa y había aislado a una porción de soldados
alemanes, que habían terminado rindiéndose (en total, 240
prisioneros). Así se habían apoderado de una pequeña colina de
gran valor estratégico.
Los alemanes habían ofrecido una elevada recompensa por el resistente francés Pierre Georges y, a consecuencia de la denuncia de un agricultor, la policía lo sorprendió en Creux-de-l'Alouette junto con tres compañeros, que fueron arrestados. Él, en cambio, logró huir con una herida en la cabeza.
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Primero)
en el Atlántico.
A las 3:00 del 26 de octubre las
tropas del coronel Oka atacaron las posiciones de los marines en
el río Matanikau, donde una vez más los japoneses cayeron como
moscas ante la artillería enemiga. Sólo a las 5:00 un batallón
logró tomar una colina, pero a las 6:00 los marines ya la habían
recuperado y los japoneses se retiraron dejando unos 300 muertos,
frente a 14 muertos estadounidenses y 32 heridos. En vista del
éxito, a las 8:00 el general Hyakutake suspendió el ataque y
ordenó la retirada de todas las fuerzas japonesas. En total, las
pérdidas japonesas fueron de casi 3.000 muertos, además del
hundimiento del Yura y la pérdida de 14 aviones. Las bajas
estadounidenses fueron de unos 80 muertos.
Mientras tanto aviones exploradores de las flotas japonesa y
estadounidense en el Pacífico habían estado tratando de encontrar
la flota enemiga. A las 6:45 fueron aviones estadounidenses los
que avistaron los barcos japoneses, mientras que a las 6:58 fueron
los japoneses los que avistaron la flota del Hornet. Ambos
bandos compitieron por ser el primero en atacar. Los japoneses
fueron los primeros en lanzar 64 aviones a las 7:40. A esa misma
hora dos aviones exploradores estadounidenses dañaron el Zuihō
con sus bombas inutilizando su pista de despegue. A las 8:30 el Shōkaku
lanzó 24 aviones más, y a las 8:40 el Zuikaku lanzó otros
20. En total, 110 aviones estaban de camino hacia la flota
estadounidense. Con veinte minutos de retraso respecto de los
japoneses, los estadounidenses también habían lanzado sus aviones
en pequeñas oleadas y precisamente a las 8:40 la primera oleada de
15 aviones se cruzó con los aviones enemigos que volaban en
sentido contrario. Nueve cazas japoneses pasaron al ataque y
cuatro fueron derribados, frente a cinco estadounidenses, más
otros dos que resultaron dañados y tuvieron que regresar al Enterprise.
A las 8:50 la primera oleada de aviones estadounidenses se
dispuso a atacar a la flota japonesa cuando tres cazas japoneses
obligaron a los cazas estadounidenses a apartarse de los
bombarderos que debían proteger, con lo que éstos pasaron a atacar
sin escolta y fueron a su vez atacados por otros doce cazas, que
derribaron dos bombarderos y dañaron otros dos, que tuvieron que
retirarse. Los restantes atacaron el Shōkaku y le
provocaron daños graves. El destructor Teruzuki también
sufrió algunos daños.
La segunda oleada de aviones estadounidenses no encontró ningún
portaaviones y atacó un crucero, aunque no le provocó daños. Las
oleadas siguientes atacaron otro crucero, el Chikuma, que
terminó fuera de combate. A las 8:52 los aviones japoneses
avistaron el Hornet y se prepararon para el ataque. Los
aviones estadounidenses derribaron algunos de ellos y a las 9:09
las baterías antiaéreas del Hornet empezaron a disparar. A
las 9:12 una bomba cayó sobre la cubierta de vuelo del Hornet
y atravesó tres cubiertas antes de estallar matando a 60 hombres.
Inmediatamente una segunda bomba mató a 30 hombres y abrió un
boquete de más de tres metros de diámetro. Una tercera bomba cayó
cerca de donde había caído la primera y no mató a nadie, pero
causó más daños. A las 9:14 el piloto de un bombardero japonés en
llamas logró que el aparato cayera sobre el Hornet matando
a 7 hombres y provocando un incendio. Mientras tanto llegó una
nueva oleada de torpederos que paralizaron los motores del
portaaviones. Cuando éste se detuvo, un avión japonés dañado se
estrelló intencionadamente sobre el portaaviones provocando un
incendio cerca de los depósitos de combustible para los aviones. A
las 9:20 los aviones japoneses se retiraron y tres destructores
ayudaron con sus mangueras a apagar los incendios, que sobre las
10:00 estaban controlados.
Los aviones que tendrían que haber aterrizado en el Hornet
estaban haciéndolo en el Enterprise, pero cuando éste
estuvo completo, mientras los radares anunciaban que una nueva
oleada de aviones japoneses estaba de camino, los aviones que
llegaban sin apenas combustible empezaron a realizar amerizajes de
emergencia. Uno se estrelló al amerizar cerca del destructor USS
Porter, y cuando éste se dispuso a rescatar a los
tripulantes, recibió el impacto de un torpedo, probablemente
lanzado por accidente del avión estrellado, y resultó hundido.
Los aviones japoneses que regresaban a sus portaaviones avistaron
el Enterprise, por lo que, suponiendo que el Hornet
se estaba hundiendo, la nueva oleada se lanzó sobre el segundo
portaaviones. El ataque empezó a las 10:08. De los 19 aviones
atacantes, 12 fueron derribados, pero el Enterprise
recibió dos impactos graves. Unos 20 minutos después llegaron 16
torpederos, de los cuales tres fueron derribados y un cuarto
dañado, pero el piloto se estrelló deliberadamente sobre el
destructor Smith, matando a 57 tripulantes y desatando un
gran incendio. Tras haber atacado al Enterprise y a otros
de los barcos de su escolta, a las 10:53 los aviones se retiraron.
De los 16 que habían llegado sólo quedaban 7. Entonces el Enterprise
pudo recibir algunos aviones más antes de que llegara una nueva
oleada de aviones enemigos. Esto sucedió a las 11:21, cuando
llegaron 17 aviones del Jun'yō, que infligieron daños
leves al portaaviones, a un acorazado y a un crucero, pero 11 de
los 17 aviones atacantes fueron derribados.
A las 11:45 Kinkaid ordenó al Enterprise que se retirara del
combate. Mientras lo hacía recibió a 57 de los 73 aviones que
seguían en el aire. Los restantes tuvieron que amerizar y las
tripulaciones fueron rescatadas por los barcos de escolta.
Los portaaviones Zuikaku y Jun'yō empezaron a
recibir a los aviones que regresaban y sólo entonces los mandos
japoneses comprendieron las pérdidas que habían sufrido. Los pocos
pilótos que regresaban estaban tan impactados por la resistencia
que se habían encontrado que muchos no podían ni hablar
coherentemente. Los portaaviones dañados, Zuihō y Shōkaku,
se retiraron y a las 13:06 los otros dos lanzaron nuevas oleadas
de aviones, 24 aparatos en total. A las 14:45 el Hornet
estaba siendo remolcado y reparado, pero a las 15:20 llegaron los
aviones japoneses y a las 15:23 el barco recibió un impacto
decisivo que obligó a la tripulación a abandonarlo. Sus restos se
hundirían poco después de la medianoche. Por la noche el Jun'yō
y el destructor Teruzuki fueron bombardeados por aviones
estadounidenses.
El balance total fue, por la parte estadounidense que el Hornet
y el destructor Porter habían sido hundidos, el Enterprise
y otros dos destructores habían resultado dañados y se habían
perdido 81 aviones de un total de 136. Los muertos ascendían a
266. Por la parte japonesa, dos destructores y un crucero habían
resultado gravemente dañados y habían perdido 99 de 203 aviones,
así como más de 400 hombres, entre ellos 148 pilotos
experimentados que eran irreemplazables (los estadounidenses sólo
habían perdido 26 pilotos, pues muchos habían sido rescatados de
los aviones derribados). El almirante Nagumo, que había estado al
mando del Shōkaku, analizó así el resultado:
Esta batalla fue una victoria táctica, pero una derrota estratégica para Japón [...] Considerando la gran superioridad de la capacidad industrial de nuestro enemigo, debemos ganar cada batalla abrumadoramente para ganar esta guerra. Ésta última, aunque una victoria, no ha sido, desgraciadamente, una victoria abrumadora.
En efecto, las pérdidas de pilotos japoneses eran más significativas. De los 765 pilotos bien entrenados que habían participado en el ataque a Pearl Harbor, al menos 409 habían muerto. El Zuikaku, aunque indemne, tuvo que marchar a Japón para reponer los aviones perdidos, y también por falta de pilotos, por lo que el Jun'yō era el único portaaviones japonés que quedó en la zona.
Esa noche un submarino evacuó a las tropas japonesas que, tras
más de un día de viaje en lanchas, habían llegado el día anterior
a la isla de Fergusson.
Un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Keizan
Maru) al norte de Japón.
Un submarino soviético hundió un carguero finlandés (Betty H.)
cerca de la costa finlandesa.
En El Alamein Rommel había conseguido administrar sus escasos
recursos con su habitual virtuosismo y todos los intentos de
Montgomery de lograr algún avance parecían condenados al fracaso.
Los tanques británicos tuvieron que retroceder. Churchill, al ser
informado de la situación, esclamó: ¿De verdad es imposible
encontrar un general capaz de ganar una batalla? Sin
embargo, Montgomery todavía podía jugar con la falta de recursos
de Rommel. Esa noche la aviación británica hundió dos petroleros
italianos, el Tergestea y el Proserpina, cerca de
Tobruk, lo que ponía fin a toda esperanza de Rommel de recibir
combustible a tiempo. Rommel anotó en su diario que con ello la
batalla estaba perdida. De cara a desarrollar una estrategia de
desgaste, Montgomery redujo los efectivos a lo largo del frente
para crear unidades de reserva.
Un submarino británico hundió además un carguero italiano (Arca)
cerca de la costa turca.
En Noruega la policía empezó a arrestar a todos los judíos
varones del país, cuyos bienes eran automáticamente confiscados.
En la primera semana unos 300 judíos fueron enviados a campos de
concentración, principalmente a Berg.
Submarinos alemanes hundieron cos cargueros británicos, uno (Anne
Hutchinson) en la costa índica sudafricana y otro (Anglo
Maersk) en el océano Atlántico, cerca de las islas Canarias.
El 27 de octubre las tropas
supervivientes de Maruyama empezaron a recorrer el camino de
vuelta sin alimentos.
Los australianos iniciaron un nuevo ataque sobre Eora.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Hokuango
Maru) frente a la Indochina Francesa.
Un submarino finlandés hundió otro soviético en el mar Báltico.
En el Alamein, Rommel lanzó a lo largo del día ataques sucesivos
para recuperar un puesto avanzado que la infantería de Montgomery
había capturado la noche anterior, pero todos fueron en vano y
perdió más de 50 blindados. Los británicos sufrieron 72 bajas.
Para entonces a Rommel le quedaban 114 tanques, casi la mitad de
los que tenía al principio de la batalla. Los italianos tenían
algunos más, aunque de mala calidad (los llamaban ataúdes
metálicos), mientras que Montgomery contaba con unos 800, y muchos
de ellos eran potentes tanques Sherman estadounidenses.
Un avión británico hundió un submarino alemán al sur de Islandia.
Submarinos alemanes hundieron dos barcos del convoy HX 212,
un carguero estadounidense (Gurney E. Newlin) y otro
británico (Sourabaya) y dos cargueros británicos (Pacific
Star y Stentor) del convoy SL 125.
El 28 de octubre el mayor Horii ordenó
la retirada de Eora y se dispuso a defender las cabezas de playa
de Buna y Gona.
Ese día se estrenó en Munich Capriccio, una ópera de
Richard Strauss.
Rommel hizo un nuevo intento de tomar la iniciativa con un ataque
intenso, pero fue detenido por la artillería enemiga. A partir de
ese momento sólo pudo mantenerse a la defensiva. La aviación
británica hundió cerca de Grecia otro petrolero italiano (Luisiano),
lo que frustraba un nuevo intento de abastecer a Rommel de
combustible. Cuando recibió la noticia Rommel dijo a sus
oficiales: Nos va a resultar imposible abandonar la batalla.
No tenemos gasolina suficiente para tal operación. Sólo tenemos
una opción y es luchar hasta el final en El Alamein. Para
entonces a Rommel le quedaban 81 tanques y a los italianos 197, y
Montgomery estaba al corriente, gracias a que los británicos no
tenían dificultad en interceptar y descrifrar los mensajes
enemigos.
Ese día se cumplía el vigésimo aniversario de la Marcha sobre
Roma que había llevado a Mussolini al poder. Sin embargo, el
duce no hizo ninguna aparición en público. Hacía más de un
año que no se dejaba ver.
Submarinos alemanes hundieron un carguero noruego del convoy HX
212 (Kosmos II) y otros dos británicos del convoy SL
125 (Hopecastle y Nagpore).
Clark Gable fue admitido en el Ejército de los Estados Unidos con
el grado de lugarteniente segundo. Se le concedió el
derecho a dejarse crecer de nuevo su característico bigote, que
había tenido que afeitarse cuando se alistó.
Desde Eora, el 29 de octubre los
australianos continuaron avanzando hacia Kokoda por tres caminos
diferentes.
La orden de que todos los ejércitos soviéticos tuvieran una
"compañía de bloqueo" encargada de disparar a los soldados que
huían del frente fue anulada, en vista de que no contribuía
precisamente a exacerbar el patriotismo de las tropas.
Mongomery estaba preparando un gran ataque en el sector
septentrional del frente, pero, observando los movimientos de
tropas de Rommel, dedujo que éste había adivinado sus intenciones
y se preparaba para resistir, así que cambió el objetivo del
ataque procurando aparentar lo contrario, programando un ataque
por el norte. Esto lo llevó a interrumpir su ofensiva mientras
reorganizaba sus fuerzas.
Las matanzas masivas de judíos que estaban perpetrando los nazis
empezaban a conocerse en Occidente. Ese día se celebró en Londres
un acto de condena en el que intervinieron políticos y clérigos
británicos. Churchill envió un mensaje de apoyo.
Un submarino alemán hundió un barco de pasajeros británico (MV
Abosso) a su paso por las Azores. A pesar de que era un
barco lento, viajaba sin escolta desde Ciudad del Cabo con
destino a Liverpool, y llevaba 393 personas a bordo, incluyendo 10
mujeres con niños. Los pasajeros eran 149 militares y 61 civiles.
En total murieron 362 de sus ocupantes.
Otro submarino hundió dos cargueros británicos (Laplace y
Ross) cerca de la costa atlántica sudafricana.
El convoy SL 125 perdió otro carguero británico (Corinaldo).
El convoy HX 212 perdió otros tres barcos, uno británico (Barrwhin),
otro canadiense (Bic Island) y otro estadounidense (Pan-New
York). A partir de ese punto pudo ser escoltado por la
aviación y no hubo más pérdidas hasta su llegada a Liverpool.
Un avión estadounidense hundió un submarino japonés en el Pacífico, cerca de la costa de Ecuador.
El 30 de octubre los australianos
entraban en Alola, donde recibieron suministros lanzados desde el
aire.
Tropas alemanas capturaron a los 48 milicianos soviéticos que
todavía resistían en las minas de Adzhimushkay. En total, unos
10.000 habían sucumbido en el asedio.
La Luftwaffe hundió un petrolero soviético (Komitern)
en el delta del Volga.
Dando por hecho de Stalingrado no tardaría en rendirse, Hitler
dejó su cuartel general ucraniano conocido como "El hombre
lobo" para regresar a La guarida del Lobo, en
Alemania.
Cinco destructores británicos hundieron con cargas de profundidad
un submarino alemán en el Mediterráneo Oriental.
Los bombardeos alemanes sobre Gran Bretaña habían disminuido
considerablemente tanto en frecuencia como en intensidad, pero esa
noche 30 aviones bombardearon Canterbury con una intensidad que
hacía tiempo que no se veía.
Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (West
Kebar) cerca de las Barbados.
El convoy SL 125 perdió seis barcos ese día (los
cargueros británicos Baron Vernon, Brittanny, Bullmouth,
Président Doumer, Silverwillow y Tasmania). A partir
de ese punto el convoy recibió más barcos de escolta, así como
protección aérea y pudo llegar ya a Liverpool sin más pérdidas. La
RAF hundió dos submarinos alemanes en el Atlántico.
Esa noche Montgomery envió tropas australianas que ocuparon una
carretera que dejó bajo amenaza un saliente del frente alemán en
el sector septentrional. El 31 de octubre
Rommel trató de desalojarlos mediante un contraataque en el que se
llegó al combate cuerpo a cuerpo, pero no logró recuperar el
terreno perdido.
Un submarino alemán hundió dos cargueros británicos (Empire
Guidon y Reynolds) cerca de la costa índica
sudafricana. Otro (Aldington Court) fue hundido en la costa
atlántica sudafricana, y un cuarto (Marylyn) no lejos de la
costa brasileña.
Entre la 1:00 y las 6:00 del 1 de noviembre
ingenieros de la Marina estadounidense tendieron tres puentes
sobre el río Matanilkau, en Guadalcanal. A las 6:30 unos 36
cañones en tierra más tres buques de guerra empezaron a bombardear
la orilla occidental del río, conjuntamente con la aviación
mientras la infantería cruzaba los puentes. En total, unos 4.000
marines se enfrentaban a unos 1.000 soldados japoneses. En muchos
puntos la resistencia japonesa fue mínima, pero en otro los
estadounidenses sufrieron muchas bajas y se vieron obligados a
retroceder hacia el río, si bien tras recibir refuerzos el
retroceso se detuvo. Al acabar el día, el oficial al mando, el
mayor Merrit A. Edson, planeó un movimiento para rodear a los
japoneses.
Un submarino soviético hundió un carguero finlandés (Agnes)
ante la costa alemana.
Rommel hizo un nuevo intento de desalojar a los australianos de
sus posiciones, pero el intento sólo se tradujo en más pérdidas de
hombres y equipo. La aviación británica hundió otros dos barcos
italianos que debían abastecer a Rommel (Tripolino y Ostia).
Esto no era casual. Los británicos podían descifrar todas las
comunicaciones del Eje y hacía ya meses que interceptaban el 70%
de los barcos que trataban de llegar al norte de África. Los
únicos suministros que recibía el Afrika Korps los llevaba
la Luftwaffe desde Creta, pero eran muy limitados. Ya sólo
le quedaban 90 tanques, mientras que los aliados seguían contando
con 800, pues reponían sus bajas. Era ya obvio que la batalla
estaba perdida y Rommel empezó a planear una retirada a Fuka,
situada unos 80 km más al oeste. Ese día Montgomery lanzó su nueva
ofensiva, que empezó con siete horas de bombardeo aéreo seguidas
de cuatro y media de artillería.
Submarinos alemanes hundieron un barco de transporte de tropas
británico (Mendoza) ante la costa índica de
Sudáfrica,y un carguero británico (Elmdale) y otro
estadounidense (George Thatcher) en el océano Atlántico.
El 2 de noviembre los marines
estadounidenses tuvieron éxito en su plan de acorralar a buena
parte de los japoneses desplegados junto al río Matanikau, y la
artillería estuvo bombardeándolos todo el día, lo que provocó un
gran número de bajas.
El ala derecha de lo que quedaba de las fuerzas de Maruyama se
estaba retirando hacia el este bajo el mando del general Toshinari
Shōji. Como apoyo, cinco destructores se dirigían a la
zona para desembarcar 300 soldados de refuerzo. Sin embargo, los
estadounidenses habían interceptado las comunicaciones japonesas y
sabían que el desembarco iba a producirse. Con la mayoría de sus
hombres luchando el la zona oeste (en la otra orilla del
Matanikau), el general Vandegrift sólo pudo enviar un batallón
bajo el mando del lugarteniente Herman Henry Hanneken, que
llegó a la zona al anochecer. Cruzó el río Metapona y
dispuso a sus hombres en una franja de casi 2 km cara a la playa,
para esperar el desembarco.
Las fuerzas australianas llegaron a Kokoda y se encontraron con
que los japoneses la habían abandonado. Así retomaron el
aeropuerto, que ayudó considerablemente al transporte de
suministros.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Gifu
Maru) cerca de las Filipinas.
Tropas rumanas tomaron Nakchik, en el Cáucaso. En dos
días habían capturado unos 10.000 prisioneros soviéticos.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire
Gilbert) en el mar de Barents.
Los alemanes disolvieron el pequeño gueto de Marcinkonys,
en Polonia, que albergaba a algo más de 300 judíos, que habían
recibido la orden de presentarse a las 8:00 para ser transportados
a un campo de trabajo. A esa hora se presentaron 15 alemanes que,
un poco más tarde, dispararon contra todos los presentes, no se
sabe si fue a causa de algún intento de revuelta o sin causa
alguna. Luego registraron el gueto, matando a todo el que veían y
destruyeron cinco escondites con granadas de mano. Algunos
lograron escapar, pero fueron rastreados por los alrededores. Se
calcula que unos 46 sobrevivieron a la guerra.
A la 1:05 Montgomery hizo avanzar a su infantería. Al principio
avanzó sin apenas oposición. Los ingenieros lograron abrir cinco
pasos en el campo de minas y ello permitió a los tanques
cruzarlos. Sin embargo, la resistencia alemana fue enérgica y las
pérdidas fueron enormes. De un total de 400 tanques implicados en
el atauqe, 230 fueron destruidos o capturados por los alemanes. No
obstante, las pérdidas alemanas también fueron ingentes: ya sólo
quedaban 35 tanques y la artillería antitanque se había reducido a
la tercera parte. Rommel comunió a Berlín su situación junto con
su intención de retirarse.
La aviación británica hundió un crucero italiano (Zara) y
un mercante (Brioni) cerca de la costa libia.
Submarinos alemanes hundieron ocho cargueros británicos (Dalcroy,
Empire Antilope, Empire Leopard, Empire Sunrise, Hartington,
Maritima, Mount Pelion y Parthenon) y uno griego (Rinos)
del convoy SC 107, que había salido de Terranova con
destino a Liverpool. Otro hundió un cargero canadiense (Rose
Castle) y otro de la Francia Libre (P.L.M. 27),
también cerca de Terranova.
En el Atlántico Sur resultaron hundidos un carguero griego (Aegeus)
y otro británico (Llandilo). Ante la costa de Brasil se
hundió un barco de pasajeros neerlandés (Zaandam), en el
que murieron 134 de las 299 personas a bordo, entre ellas
supervivientes de varios hundimientos anteriores. No muy lejos del
lugar un submarino italiano hundió otro carguero británico (Empire
Zeal).
En las primeras horas del 3 de noviembre
el desembarco japonés en Guadalcanal se produjo casi 1 km más al
este del lugar donde Hanneken había dispuesto sus tropas. Éste
observó el desembarco, pero permaneció escondido a la espera de
que los japoneses se acercaran. Antes del amanecer, una patrulla
japonesa descubrió a los estadounidenses y se inició el combate.
Mientras tanto, al oesde del Matanikau, sobre las 6:30 un grupo
de japonese trató de escapar de la bolsa en la que estaban
acorralados, pero los marines los obligaron a retroceder. A partir
de las 8:00 y durante unas cuatro horas, la artillería fue
aniquilando la bolsa. No hubo supervivientes.
Hanneken estaba sufriendo muchas bajas y no lograba contactar con
su base para pedir refuerzos, así que tuvo que ordenar la retirada
y sus tropas cruzaron de nuevo el Metapona. A las 14:45 pudo
finalmente contactar con sus superiores e informar de la
situación. El general Vandegrift poseía documentos incautados a
los japoneses que hablaban de una ataque masivo por el este.
Desconociendo que los japoneses habían abandonado ese plan, creyó
que las tropas con las que se había enfrentado Hanneken eran la
avanzadilla de la invasión, por lo que ordenó a las tropas que
estaban atacando al oeste del Matanikau que regresaran a la base
para enfrentarse al inexistente, pero inminente, desembarco
japonés. Los japoneses habían perdido unos 400 hombres en el
Matanikau, frente a 71 bajas estadounidenses.
Mientras tanto las tropas del general Shōji se estaban acercando
a los refuerzos que tenían que unirse a ellas. Horas más tarde, 31
aviones estadounidenses atacaban a Shōji causando cerca de un
centenar de muertos en sus filas. Por error también atacaron a las
fuerzas de Hanneken, dejando algunos muertos y heridos.
Submarinos estadounidenses hundieron tres cargueros japoneses (Chikugo
Maru, Sagami Maru y Tekkai Maru) en el Pacífico.
Rommel recibió este mensaje:
Al mariscal de campo Rommel. El pueblo alemán y yo mismo estamos siguiendo la heroica lucha en Egipto con plena confianza en su liderazgo y en el coraje de las tropas germano-italianas bajo su mando. En la situación en la que se encuentra no puede haber otro pensamiento sino el de mantenerse firme, no ceder ni una yarda más de terreno y lanzar cada cañón y cada hombre a la batalla. Considerables refuerzos aéreos están en camino. El Duce y el Comando Supremo están haciendo el máximo esfuerzo para enviarle los medios necesarios para continuar la lucha. Su enemigo, a pesar de su superioridad, también debe de estar apurando su capacidad. No sería la primera vez en la historia en la que una voluntad firme ha triunfado sobre batallones mayores. En cuanto a sus tropas, no puede mostrarles otro camino que no sea el que conduce a la victoria o a la muerte.
Adolf Hitler.
Al mismo tiempo llegó un mensaje similar de Mussolini. La
reacción de Rommel fue ordenar la retirada para esa noche. Una
fracción de sus tropas "permanecería firme" para permitir la
maniobra del resto. Luego escribió a Hitler para confirmarle que
mantendría sus posiciones.
Submarinos alemanes hundieron otros dos cargueros británicos (Empire
Lynx y Jeypore) y otro estadounidense (Hahira)
del convoy SC 107. Otro hundió cinco barcos de un convoy
que se dirigía a Cuba (TAG 18), dos cargueros y un
petrolero británico (Dagomba, Gypsum Express y RFA
Thorshavet), otro canadiense (Chr. J. Kampmann) y
otro panameño (Leda). En la costa sudafricana resultaron
hundidos un carguero estadounidense (East Indian, en el
Atlántico) y otro brasileño (Porto Alegre, en el Índico).
El 4 de noviembre marines
estadounidenses empezaron a llegar a donde se encontraban las
tropas de Shōji, tanto por tierra como por mar. Dos cruceros y un
destructor bombardearon las posiciones de Shōji provocando un gran
número de bajas.
Una vez el aeropuerto de Kokoda quedó asegurado y puesto en
funcionamiento, y tras haber recibido suministros por aire, los
australianos continuaron persiguiendo a los japoneses y volvieron
a enfrentarse a ellos en Oivi. Eran unos 3.700
australianos contra unos 2.800 japoneses, pero la artillería
japonesa era más potente.
En Yalta, en Crimea, ante la posibilidad de que la ciudad fuera
tomada por los alemanes, la NKVD mató a todos los presos de todas
las cárceles.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Trekieve)
y otro noruego (Hai Hing) cerca de Mozambique.
En el Alamein las fuerzas de Montgómery atravesaron por varios
puntos el frente alemán y amenazaron con rodear las tropas del
Eje. No obstante, el avance era lento porque los campos de minas
tenían que ser cruzados por las estrechas vías abiertas. Tres
divisiones blindadas italianas fueron rodeadas y aniquiladas.
Otras se internaron en el desierto sin agua ni provisiones, con lo
que no tardaron en rendirse. Aunque ya estaba en retirada, Rommel
seguía solicitando a Hitler el permiso para ello, y finalmente lo
recibió esa noche.
De Francia salió un nuevo convoy de 1.000 judíos con destino a
Auschwitz. Sólo sobrevivirían 5 de ellos.
El convoy SC 107 perdió tres barcos más a manos de los
submarinos alemanes, dos cargueros británicos (Daleby y Hatimura)
y otro neerlandés (Hobbema). Sin embargo, el submarino que
había hundido a éste último resultó hundido a su vez cuando
explotó el Hatimura. Otro submarino alemán hundió un
carguero británico (William Clark) cerca de Groenlandia. Un
submarino italiano hundió un carguero griego (Andreas)
cerca de Brasil.
Un submarino japonés se hundió cerca de Alaska cuando trataba de
sumergirse ante un ataque aéreo. Por accidente una escotilla había
quedado abierta.
El 5 de noviembre se produjo el
encuentro entre las tropas de Shōji y las que habían desembarcado
dos días antes. En total eran unos 3.500 hombres, tantos como
japoneses, o tal vez algunos más. Mientras tanto los
estadounidenses maniobraban para rodearlos.
La central eléctrica de Stalingrado se colapsó.
En el Cáucaso, los alemanes tomaron Alagir.
Un submarino finlandés embistió y hundió otro soviético en el mar
báltico.
La aviación alemana hundió un carguero británico (Chulmleigh)
y otro soviético (Dekabrist) en el mar de Groenlandia.
Los británicos recibieron a un enviado del gobernador de
Madagascar, Armand Annet, solicitando los términos de su
rendición.
Un avión estadounidense hundió un submarino alemán al norte de
Islandia.
Henri Giraud embarcó esa noche en un submarino británico junto
con su hijo y otros tres oficiales franceses. Como Giraud había
declarado que no quería relación alguna con los británicos y no
había ningún submarino estadounidense en 5.000 km a la redonda, el
HMS Seraph se convirtió por unos días en el USS Seraph,
y sus tripulantes británicos recibieron órdenes de hablar con
acento estadounidense tomando como referencia las voces de los
actores de las películas de Hollywood. Al parecer, Giraud notó la
farsa, pero una vez en el submarino ya no estaba en condiciones de
protestar y no dijo nada. Había dejado uan carta dirigida a Pétain
en la que afirmaba que Francia no debía mantenerse como
espectadora del conflicto y se declaraba liberado de su juramento
de no poner trabas a la actuación del gobierno de Vichy.
La situación en El Alamein era caótica. Las tropas alemanas
estaban dispersas y las británicas se dispersaron a su vez al
tratar de perseguirlas. La aviación británica no podía bombardear
apenas en ninguna parte a riesgo de dañar a las tropas británicas.
Una división armada se había separado durante la noche de sus
vehículos de apoyo y al amaneces se había quedado sin combustible.
En diversos combates, los británicos destruyeron 14 tanques
alemanes y 29 italianos y capturaron unos 1.000 prisioneros ese
día. Rommel llegó a Fouka, pero no vio factible establecer una
posición defensiva y continuó su retirada hacia Marsa Matruh.
El convoy TAG 18 perdió dos barcos más, un petrolero
estadounidense (Meton) y otro noruego (Astrell).
Otros submarinos alemanes hundieron además dos cargueros
británicos (La Cordillera y New Toronto) en el
Atlántico.
El 6 de noviembre dos compañías de
marines bajo el mando del teniente coronel Evans Carlson
desembarcaron en la costa de Guadalcanal y se lanzaron en busca de
las tropas de Shōji.
Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Elbing IX)
en el mar Báltico. Un submarino alemán hundió un carguero
británico (Empire Sky) en el mar de Barents.
En Ambalavao se firmó un armisticio entre los británicos
y las tropas de Armand Annet, el gobernador de Madagascar.
Las tropas de Rommel seguían huyendo y perdiendo tanques y
artillería en su huida. Los británicos ocuparon Fuka y su campo de
aviación, mientras que la aviación estadounidense destruyó un
carguero italiano en Tobruk (Etiopia) y un petrolero en
Bengasi (Portofino). No obstante, los italianos habían
podido desembarcar 4.000 toneladas de combustible en Bengasi que
esperaban a las fuerzas de Rommel. De momento, en Marsa Matruh,
las distintas unidades alemanas se peleaban por la escasa gasolina
disponible.
Otros 1.000 judíos fueron deportados desde Francia hasta
Auschwitz. Sólo sobrevivirían 4 de ellos.
En el océano Atlántico, submarinos alemanes hundieron dos
cargueros británicos (Arica y Ocean Justice) y el
barco de pasajeros City of Cairo, provocando la muerte de
104 de las 311 personas a bordo. El submarino emergió entre los
botes salvavidas y su capitán, Karl-Friedrich Merten,
preguntó a los ocupantes de uno de ellos por el nombre del barco,
su cargamento y si llevaba prisioneros de guerra. Luego les indicó
el rumbo hacia la costa más cercana y se despidió diciendo: Buenas
noches y lamento haberles hundido.
Ese día se estrenó Crimen a medianoche, una comedia de
misterio protagonizada por Abbott y Costello. Ambos cómicos fueron
proclamados las estrellas más taquilleras del año. Recientemente
habían realizado una gira por el país para vender bonos de guerra.
Se calcula que lograron recaudar 85 millones de dólares.
Los japoneses habían resistido varias acometidas australianas en
Oivi, pero el 7 de noviembre los
australianos siguieron un camino paralelo hacia Gorari
para flanquear a sus adversarios.
En Guadalcanal la patrulla de Carlson encontró una misión
cristiana que había sido saqueada por los japoneses poco antes,
donde habían matado a dos de los misioneros. Acelerando la marcha
dieron con un pequeño grupo de japoneses que hirieron al guía
nativo que encabezaba la columna. Los marines devolvieron el fuego
y mataron a dos japoneses y ahuyentaron al resto.
Un submarino japonés hundió un carguero estadounidense (USS
Majaba) en la desembocadura del río Tenaru, en Guadalcanal.
Un destructor alemán hundió un petrolero soviético (Donbass)
en el mar de Barents.
Esa noche las últimas fuerzas de alemanas salieron de Marsa
Matruh mientras Rommel trataba de organizar una defensa en Sidi
Barrani que permitiera a sus tropas continuar su retirada hacia
Sollum sin ser molestadas.
La aviación aliada bombardeó Burdeos y destrozó un carguero
alemán (Elsa Essberger).
Henri Giraud llegó a Gibraltar, donde fue informado de que, en
contra de lo que le habían asegurado, la invasión del norte de
África no quedaría bajo su mando, sino que sería dirigida por el
general Eisenhower (era absurdo que pudiera tener el mando alguien
que no estaba al corriente de todo el entramado de la operación).
El desembarco estaba previsto para el día siguiente, pero Giraud,
a pesar de lo atareado que estaba Eisenhower en esos momentos,
insistió en sostener una larga discusión con él, dificultada
además por la necesidad de intérpretes. Eisenhower le ofreció el
mando de las tropas francesas en el norte de África, pero Giraud
se negó a participar en la operación en términos distintos de los
que había acordado con Murphy (de los que Eisenhower no tenía
noticia alguna).
Esa noche, de acuerdo con lo establecido por los servicios de
inteligencia estadounidenses, un grupo de unos 400 resistentes
franceses ocuparon los lugares estratégicos de Argel y capturaron
en su domicilio al general Alphonse Juin, que estaba al
mando de las fuerzas francesas del Norte de África. Allí acudió el
cónsul estadounidense, Robert Murphy, que entregó a Juin una carta
del presidente Roosevelt en la que pedía al Ejército de África
francés que se uniera a las fuerzas estadounidenses para liberar
la metrópolis. Juin, furioso, rechazó la oferta, y entonces hizo
una revelación que sorprendió a los presentes: dijo que a quien
deberían entregar esa carta no era a él, sino al almirante
François Darlan, comandante en jefe del Ejército Francés, que ese
mismo día se había presentado en la ciudad para visitar a su hijo,
que estaba hospitalizado, enfermo de poliomielitis.
Darlan, al observar los movimientos de la resistencia, se había
dirigido a la casa de Juin, y allí fue capturado también. Murphy
le entregó la carta de Roosevelt y su reacción fue idéntica a la
de Juin. Henri d'Astier, que estaba al mando de los
resistentes que rodeaban la casa de Juin, se marchó tras haber
informado a ambos militares de que estaban arrestados. Entonces
Darlan convenció a Murphy para que le permitiera enviar una carta
al Almiranazgo, bajo palabra de que no tendría ningún carácter
militar. Sin embargo, entre líneas dejaba clara una orden de
oponerse al desembarco inminente. Además, pedía que se enviara un
telegrama a Pétain sin codificar, lo que implicaba que los
alemanes lo interceptarían y conocerían inmediatamente los planes
aliados (es probable que no hubieran tenido prisa en decodificar
un mensaje cifrado procedente de sus medio aliados franceses).
Murphy aceptó ingenuamente, pero el resistente que debía enviar el
mensaje se detuvo en el cuartel general de la resistencia y allí
le dijeron que era mejor no enviarlo. Sin embargo, media hora más
tarde, de nuevo con el consentimiento de Murphy, Darlan envió una
segunda carta que no fue interceptada.
Mientras tanto, en Casablanca, el general Antoine Béthouart
había rodeado con sus hombres la casa del general Charles
Noguès, la máxima autoridad al mando, pero éste pidió
refuerzos por teléfono y Béthouart fue detenido. Además reveló el
desembarco previsto para el día siguiente y ello permitió a Noguès
prevenir a las baterías costeras.
En Orán las acciones previstas de la resistencia habían estado
peor organizadas y habían contado con medios insuficientes, así
que ni siquiera llegaron a ponerse en práctica.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros estadounidenses (La
Salle y Nathaniel Hawthorne) y tres británicos (Lindenhall,
Glenlea y Roxby) en el océano Atlántico.
El 8 de noviembre otras tres compañías
de marines desembarcaron en Guadalcanal con la misión de
incorporarse a la patrulla de Carlson.
El gobernador de Madagascar, Armand Annete, se entregó a los
británicos. Ahora los aliados dominaban una posición de gran valor
estratégico para controlar la ruta hacia la India y Persia.
Hitler fue ese día a Munich, a celebrar, como cada año, el
aniversario del Putsch de Munich, y en su discurso afirmó
que Stalingrado estaba ya en manos alemanas, salvo por unos
pequeños focos de resistencia.
Rommel llegaba a Sollum, pero con apenas 2.000 soldados alemanes
y otros tantos italianos, aunque contaba con una reserva de otros
3.000 alemanes y 500 italianos. Sólo le quedan 11 tanques panzer,
más otros 10 italianos. Tenía al menos la suerte de que los
británicos avanzaban muy lentamente y no llegaban a tiempo para
atacar en los grandes pasos, donde podrían provocar un gran número
de bajas.
La Operación Antorcha, se inició, según lo previsto, con
un desembarco simultáneo de tropas británicas y estadounidenses en
Safi, Casablanca, Port Lyautey, Orán y Argel. La
fuerza occidental, que desembarcó en Marruecos, estaba bajo el
mando del mayor George Smith Patton, y contaba con 35.000
hombres y unos 100 barcos que habían llegado directamente de los
Estados Unidos. La fuerza central, que desembarcó en Orán, contaba
con 39.000 hombres bajo el mando del mayor Lloyd Fredentall,
que habían llegado de Gran Bretaña. Finalmente, la fuerza
occidental, que desembarcó en Argel, contaba con 33.376 hombres
bajo el mando del teniente general Kenneth Arthur Noel
Anderson, de los cuales 20.000 no desembarcaron, sino que
eran una reserva para invadir Túnez en una segunda fase.
El desembarco en Safi se produjo con relativa facilidad. Contó
con 6 transportes escoltados por 8 barcos de guerra que, en un
principio, no abrieron fuego pensando que no habría resistencia,
pero cuando las baterías costeras empezaron a disparar,
devolvieron el fuego. Además, la aviación destruyó un convoy de
camiones que trataba de reforzar las defensas. Por la tarde Safi
se había rendido y 6.400 marines habían desembarcado. Sólo
quedaron algunos focos aislados de resistencia que se prolongarían
durante un par de días.
El desembarco en Casablanca, el principal puerto en el Atlántico
controlado por la Francia de Vichy, se repartió entre varios
puntos cercanos de la costa. Hubo uno en Fedala, al este
de la ciudad, donde no hubo incidentes y, desde allí, las tropas
marcharon hacia Casablanca. Más hacia el este hubo otro desembarco
en Port Lyautey, cerca de Rabat, donde los franceses
tenían una fortaleza y una base aérea. La guarnición de la
fortaleza no era muy numerosa, pero ofreció resistencia. Los
intentos aliados por llegar a un acuerdo y suspender el combate
fueron rechazados, pero la mayor parte de los soldados franceses
simpatizaba con los aliados, y sólo necesitaban una orden de alto
el fuego que no llegaba.
A Casablanca, propiamente dicha, llegaron 2 portaaviones, 1
acorazado, 4 cruceros, 14 destructores y 15 barcos de transporte
de tropas. En el puerto se encontraba una flota francesa compuesta
por 1 acorazado, 1 crucero, 9 destructores, 11 dragaminas y 11
submarinos. De nuevo, los aliados no abrieron fuego ante la
posibilidad de que el desembarco no recibiera oposición, pero a
las 7:00 las baterías costeras empezaron a actuar, a la vez que
llegaban aviones franceses y que zarpaban cinco submarinos. Los
barcos de guerra aliados contestaron y no tardaron en silenciar
las baterías y en ahuyentar a los aviones. Cuando volvieron, se
enfrentaron en un duelo aéreo con los aviones estadounidenses en
el que siete aviones franceses y cuatro o cinco estadounidenses
fueron derribados. Diez barcos civiles que estaban en el puerto
acabaron hundidos. Tres submarinos (Amphitrite, Oréade y La
Psyché) fueron destruidos antes de que pudieran zarpar. A
las 9:00 varios barcos de guerra franceses salieron del puerto
bajo una cortina de humo. La batalla se prolongó hasta el
mediodía, y el balance fue de seis destructores franceses
encallados o hundidos (Albatros, Boulonnais, Brestois, Fougueux,
Frondeur, Milan y Tornade), un crucero encallado (Primauguet)
y cinco submarinos hundidos. Varios barcos de guerra
estadounidenses fueron dañados, pero ninguno de gravedad. Sólo
cuatro transportes resultaron hundidos, pero las bajas fueron de
apenas unos 174 muertos. Los franceses contaron 462 muertos y unos
200 heridos. El combate obstaculizó el desembarco. Al final del
día habían tocado tierra menos de 8.000 hombres.
En Orán hubo dos desembarcos al oeste de la ciudad, otro al este
y otro de menor volumen (dos barcos y 393 soldados de infantería)
que debía acceder directamente al puerto de Orán para tomar el
control de instalaciones valiosas e impedir así que fueran
destruidas. Ésta última era realmente una misión suicida, pues en
el puerto había 31 barcos franceses, además de las baterías
costeras. Ambos barcos acabaron hundidos, las bajas fueron del 90%
y los supervivientes se rindieron al cabo de dos días.
El desembarco al este, en Arzew, se produjo sin
contratiempos. Los franceses fueron pillados por sorpresa y no
tardaron en rendirse. Desde la playa los marines se dirigieron a
un fuerte cercano y unoas horas más tarde lo habían tomado. Al
oeste desembarcó el propio Eisenhower, también sin incidentes
reseñables. En el tercer punto de desembarco, situado entre los
dos anteriores, la situación fue algo peor, debido a que, como en
Casablanca, tuvo lugar una batalla naval que se prolongó hasta el
día siguiente. Ese día dos destructores franceses (Tornade
y Tramontane) encallaron y dos submarinos (Acteon y
Argonaute) resultaron hundidos. Entre tanto, paracaidistas
estadounidenses tomaban dos aeropuertos cercanos.
En Argel hubo también tres puntos de desembarco, dos al oeste y
otro al este de la ciudad. Al igual que en Orán, también hubo un
intento de desembarcar algunas tropas en el propio puerto de Argel
(un total de 622 tropas, transportadas en los destructores HMS
Malcom y HMS Broke), y también resultó un fracaso,
aunque menos catastrófico que el intento en Orán. Ambos barcos
fueron dañados gravemente y el Broke se hundiría dos días
más tarde, mientras estaba siendo remolcado. Por lo demás, sólo
hubo 22 muertos y 55 heridos, y toda la infantería que logró
desembarcar fue capturada. Por lo demás, la resistencia francesa
fue mínima y los desembarcos se produjeron sin contratiempos
graves, salvo por el hecho de que resultó bastante desorganizada,
de modo que algunos equipos acabaron en playas distintas a las de
los soldados que debían ocuparse de ellos. Esto retrasó la marcha
sobre la propia ciudad de Argel. No obstante, los estadounidenses
tomaron rápidamente el aeropuerto más importante de Argel y otro
fue ocupado por la resistencia, lo que privó a los franceses de
apoyo aéreo.
El retraso de la entrada aliada en Argel comprometió a la
resistencia, que no estaba preparada para mantener sus posiciones
indefinidamente, Pero, como sabían que era una mera cuestión de
tiempo, optaron por mostrarse dispuestos a rendirse a las
autoridades de Vichy, pero dilatando todo lo posible las
negociaciones y la liberación de los numerosos rehenes que tenían
en su poder. A la vez, los resistentes trataban de ganarse el
apoyo de los policías y las unidades de soldados con las que
trataban. En un momento dado se anunció que Giraud estaba hablando
en Radio Argel. En realidad era un miembro de la resistencia que
leía un discurso del general, pues éste no había consentido en
participar en la operación y seguía en Gibraltar. El discurso
terminó con el lema: Un solo objetivo: la victoria, tras
el cual la policía entonó espontáneamente la Marsellesa. Mientras
las fuerzas de Vichy se limitaban a combatir-negociar con la
resistencia, los estadounidenses llegaron a los suburbios de la
ciudad y empezaron a penetrarla. Por la noche, estimando que la
resistencia era inútil, Darlan ordenó el alto el fuego. A partir
de ese momento el desembarco pudo completarse sin oposición alguna
y los aliados se hicieron con un puerto intacto, en el que las
instalaciones no habían sido destruidas. No obstante, la orden de
Darlan sólo se extendía a Argel, pero no a Orán ni a Marruecos,
donde los combates continuaron.
Los británicos hicieron que su agente doble Garbo (Juan
Pujol) enviara a los alemanes información verídica y valiosa sobre
la Operación Antorcha, pero aunque estaba fechada con
anterioridad al inicio de la operación, hicieron que el avión que
la transportaba se retrasara de modo que llegó a los alemanes
cuando ya no era útil. Pujol recibió una carta en la que se leía:
Lamentamos que llegaran demasiado tarde, pero sus últimos
informes eran magníficos. Estas tretas eran frecuentes. En
una ocasión, Pujol alegó que su (inexistente) agente en Liverpool
se había puesto enfermo justo en el momento en que podría haber
informado de un importante movimiento de buques de guerra. Para
darle fuerza a la excusa, finalmente el agente "murió" y se
publicó un obituario. Los alemanes tragaron el anzuelo hasta el
punto de que le concedieron una pensión a la viuda del agente
fallecido.
Destructores estadounidenses hundieron un carguero alemán (Annelise
Essberger) en el Caribe.
Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (West
Humhaw), dos británicos (Capo Olmo y D'Entrecasteaux)
y otro noruego (Maloja) en el océano Atlántico, así como
otro panameño (Plaudit) en la costa índica sudafricana.
El 9 de noviembre los estadounidenses
atacaron por todas parte a las tropas de Shōji en Guadalcanal,
pero en su cerco había un agujero por el que los japoneses
empezaron a escapar.
La "crisis del telegrama" desatada por la lacónica
respuesta del rey Cristián X de Dinamarca a la efusiva
felicitación de Hitler dos meses atrás obligó a dimitir al primer
ministro Wilhelm Buhl, que fue sucedido por el hasta
entonces ministro de asuntos exteriores Erik Scavenius. Alemania
también había sustituido sus representantes en Dinamarca por otros
más autoritarios.
Tras la invasión del África Francesa, Hitler preguntó al gobierno
francés si está dispuesto a luchar junto a Alemania contra los
anglosajones. Laval le respondió que era necesaria una reunión
para discutirlo, y Hitler lo convocó en Munich para el día
siguiente.
Torpederos alemanes hundieron un carguero noruego (Fidelio)
en el mar del Norte.
Esa noche 213 aviones bombardearon Hamburgo.
Un petrolero alemán (Margot) fue hundido en Nantes durante un bombardeo aliado.
El destacamento que Rommel había dejado en Sidi Barrani para
cubrir su retaguardia fue arrollado esa noche y tropas
neozelandesas marchaban ya hacia Sollum.
Otros 1.000 judíos fueron deportados desde Francia hacia
Auschwitz. Sólo sobrevivirían 15.
Un submarino italiano (Granito) fue hundido por otro
británico cerca de Sicilia.
En Port Lyautey los estadounidenses habían desembarcado y tenían
asegurado todo el terreno alrededor de la fortaleza francesa, pero
ésta seguía resistiendo.
El intenso oleaje obstaculizaba las labores de desembarco en
Casablanca. A las tropas en tierra les faltaba toda clase de
suministros, por lo que no podían avanzar hacia la ciudad.
En Orán la flota estadounidense hizo encallar un destructor
francés (Epervier). Poco después la ciudad se rindió a los
estadounidenses, aunque antes los franceses hundieron sus barcos,
un estructor (Typhon), tres submarinos (Ariane, Danae y Diane),
además de varios cargueros.
Mientras tanto, tropas alemanas entraban en Túnez desde Libia sin
oposición por parte del ejército francés.
Finalmente, Henri Giraud consintió en volar hasta Argel desde
Gibraltar, pero el intento por parte de los estadounidenses de que
los franceses lo aceptaran como comandante supremo fracasó por
completo. Un discurso emitido por radio no tuvo efecto alguno.
Ese día Canadá, Cuba y México rompieron sus relaciones
diplomáticas con la Francia de Vichy.
Un submarino alemán desembarcó en New Carlisle, en
Canadá, a Werner von Janowski, que pasó la noche en un
hotel de la localidad. Allí despertó las sospechas del hijo del
gerente, Earle Annet Jr. Al cabo de tres horas, von
Janowski dejó el hotel y anduvo hacia la estación. Annet lo siguió
y se sentó a su lado mientras esperaba su tren, con lo que tuvo
ocasión de confirmar sus sospechas y alertó a un policía, que se
montó en el tren mientras éste arrancaba. Entonces localizó al
sospechoso y, cuando le pidió que le abriera sus maletas dijo: No
será necesario. Soy un oficial alemán que sirve a su país como
usted sirve al suyo. Sin embargo, von Janowski no dudó mucho
en dejar de servir a su país, y a partir de ese momento actuó como
agente doble, transmitiendo información falsa a los alemanes.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Nurmahal)
y otro noruego (Nidarland) en el Atlántico.
El 10 de noviembre un submarino
japonés fue hundido por un destructor estadounidense cerca de las
islas Salomón. Un submarino estadounidense hundió también un
carguero (Venice Maru) cerca de la costa japonesa.
Laval se entrevistó con Hitler, el cual lo recibió con desprecio.
Ya no le pedía la colaboración francesa, pues ya había dado la
orden de invadir la Francia Libre. Simplemente le exigió que
Francia pusiera a disposición del Eje los puertos de Túnez y
Bizerta.
Winston Churchill anunció la victoria en El Alamein. Dijo: Esto
no es el fin. Ni siquiera es el principio del fin, pero tal vez
es el fin del principio. Las pérdidas alemanas Alamein
habían sido de 25.000 muertos o heridos y 30.000 prisioneros
(20.000 italianos y 10.000 alemanes). Los británicos contaron
2.350 muertos, 8.950 heridos y 2.260 desaparecidos. Mientras tanto
Montgomery atacaba en Sollum, expulsando así a los alemanes de
Egipto.
Una escuadra de 28 bombarderos italianos fue trasladada a Túnez.
En Port Lyautey los estadounidenses entraron finalmente en la
fortaleza francesa y pusieron fin a toda resistencia. Tras esto
pudieron ocupar el aeropuerto. Las bajas aliadas habían sido de 79
hombres. Las francesas fueron muy superiores.
El Jean Bart era un destructor francés que no estaba
terminado de construir, pero que había entrado en combate dos días
antes en Casablanca. Ahora, tras algunas reparaciones de
emergencia volvió a atacar a dos destructores estadounidenses
hasta que fue hundido por la aviación.
Submarinos alemanes hundieron un destructor británico (HMS
Martin) y un carguero (Garlinge) ante la costa de
Argelia.
Los estadounidenses necesitaban encontrar urgentemente un oficial
francés que pudiera ser reconocido como máxima autoridad por los
franceses del norte de África, para que el desembarco aliado no
fuera visto como una invasión. Su apuesta por el general Giraud
había sido un fracaso, y en de Gaulle ni se podía pensar (podría
aceptarlo la resistencia, pero nunca la armada). Entonces, una
opción que a priori se podría haber descartado por absurda
empezó a cobrar fuerza: Darlan. Era la máxima autoridad militar
del gobierno de Vichy, su hoja de servicios era la del perfecto
colaborador de los nazis, pero, por otro lado, ningún militar
francés cuestionaba su autoridad. Eisenhower se reunió con él y
ese mismo día Darlan ordenaba el alto el fuego a todas las tropas
francesas en África, mientras continuaba negociando con
Eisenhower. Al parecer, a Darlan le preocupaba que el "traidor"
Giraud pudiera acabar al mando del África Francesa.
Esa noche un ejército alemán salió del extremo sur de la Francia
ocupada y avanzó hacia el este paralelamente a la frontera con
España. Al mismo tiempo, otro ejército partía de la Francia
Central hacia Vichy, para luego dirigirse a Toulon. Un ejército
italiano ocupó la Riviera Francesa y una división italiana
desembarcó en Córcega.
Al conocer la noticia, Darlan declaró que la ocupación alemana lo
liberaba de su lealtad hacia el gobierno de Vichy. Entonces juró
lealtad a los aliados a cambio de que fuera reconocido como Alto
Comisionado del África Septentrional Francesa. Eisenhower aceptó.
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (K.G. Meldahl)
en la costa índica de Sudáfrica. Otro hundió dos cargueros
británicos (Cerinthus y Start Point) cerca de las
islas Cabo Verde. Un submarino italiano hundió un carguero
estadounidense (Marcus Whitman) también en el Atlántico.
Ese día se estrenó Camino a Marruecos, la tercera entrega
de la serie de comedias musicales "Camino a...",
protagonizada por Bing Crosby, Bob Hope y Dorothy Lamour. Fue la
cuarta película más taquillera del año.
El 11 de noviembre los
estadounidenses cerraron el agujero por el que se les estaban
escapando las tropas de Shōji en Guadalcanal, pero ya sólo
atraparon a unos 500 soldados. Las cinco compañías de Carlson se
lanzaron tras el resto, separándose para barrer la zona y pronto
varias de ellas se enzarzaron en combate. Al final del día
contaban 10 bajas, y estimaban que habrían matado a unos 120
japoneses.
El día anterior Vandegrift había enviado tropas más allá de la
orilla occidental del Matanikau, pero desde hacía varios días
estaban desembarcando tropas japonesas en la zona, así que, tras
haber llevado a cabo pequeños avances, Vandegrift ordenó que todas
las fuerzas se retiraran a la orilla oriental del Matanikau.
A punto de ser rodeados, los japoneses se retiraron de Oivi. Un
regimiento no recibió la orden y tuvo que huir cuando ya era
tarde, a costa de cuantiosas bajas. En total los japoneses
contaron 430 muertos y 400 heridos, frente a 121 australianos
muertos y 225 heridos. Inmediatamente se reanudó la persecueción
hacia el norte.
Dos cruceros japoneses (Aikoku Maru y Hokoku Maru)
atacaron a un petrolero británico (Ondina) en el océano
Índico. Sin embargo, el Ondina estaba armado con un cañón
que, con un tiro certero, provocó una gran explosión en el Hokoku
Maru. El barco tuvo que ser abandonado y el otro destructor
se centró en rescatar a los náufragos. El Ondina aprovechó
la ocasión para escapar, pero luego el Aikoku Maru, mucho
más rápido, se lanzó en su persecución. El Ondina se había
quedado sin municiones, por lo que su capitán, al verse bajo el
fuego enemigo, izó la bandera blanca, detuvo los motores y ordenó
evacuar el barco. Pero, claro, ya se sabe que Dios hizo a los
japoneses para que los nazis y los comunistas pudieran parecer
gentes de bien. En lugar de hundir el barco, dispararon a los
botes salvavidas, si bien no hicieron mucho daño (sólo mataron a
un marinero e hirieron gravemente a otros tres), porque luego el
barco se alejó de nuevo para seguir rescatando náufragos del Hokoku
Maru. Algunos marineros del Ondina (el capitán había
muerto) se atrevieron a subir de nuevo al barco, y, observando que
los motores estaban intactos, crearon nuevas vías de agua para
equilibrarlo y pudieron continuar el viaje hasta Ceilán.
Un submarino japonés hundió un carguero estadounidense (Edgar
Allan Poe) cerca de Nueva Caledonia.
La traición de un oficial de policía permitió a los alemanes
capturar a Kostas Perrikos, un oficial de las fuerzas
aéreas griegas, y otros miembros de la Unión Panhelénica de
Jóvenes Combatientes, responsables del atentado contra la
sede de la Organización Patriótica Nacional Socialista del pasado
mes de septiembre.
Los tanques alemanes llegaban a la costa mediterránea francesa.
Paul Reynaud, el que fuera primer ministro de Francia durante la
invasión alemana, había permanecido hasta entonces encarcelado en
el sur de Francia y ahora los alemanes lo llevaron al campo de
concentración de Sachsenhausen. Alemania no estaba en condiciones
de reemplazar a todo el aparato estatal francés, pero la policía
quedó bajo el mando de la Gestapo.
Con el avance alemán, unos 50.000 soldados franceses se habían
replegado sobre Toulon, donde permanecía la flota francesa. El
gobierno de Vichy dio órdenes a los responsables de la base naval
(los almirantes Gabriel Paul Auphan y Jean de Laborde)
de no permitir la entrada de tropas extranjeras en las
instalaciones de la marina o en los propios barcos y, en caso de
que las negociaciones fracasaran, la flota debía ser hundida.
Un convoy con 745 judíos salió de Francia hacia Auschwitz. Sólo
sobrevivirían 2 de ellos.
Tropas aliadas desembarcaron en Bujía, en Argelia, al este de
Argel. El Eje había invadido Túnez, y los aliados trataban de
crear líneas de comunicaciones que les permitieran entrar en Túnez
lo antes posible.
Ese día los británicos retomaban Bardia, ya en Libia. Un convoy
británico llegó a Malta desde Alejandría y oficialmente se anunció
el fin del bloqueo que hasta entonces había sufrido la isla. La
base aérea británica en Malta había sido fundamental para privar a
Rommel de suministros, que a su vez había sido la causa esencial
de la derrota del Afrika Korps. Ahora que la costa egipcia
estaba de nuevo bajo control aliado, el abastecimiento de la isla
quedaba garantizado.
Submarinos alemanes continuaron atacando la flota aliada en el
norte de África. En Fedala hundieron un transporte, con lo que
murieron unos 100 de los 358 soldados a bordo. Otro transporte fue
hundido cerca de Orán, pero en este caso sólo hubo cuatro bajas.
En Casablanca también hubo ataques, pero ningún barco resultó
hundido. Un barco de transporte de tropas neerlandés fue hundido
también cerca de Gibraltar, igualmente con pocas bajas. Por su
parte, la aviación aliada hundió también un submarino francés (Sidi
Ferruch) en Fedala y un carguero alemán (Thessalia)
cerca de Bengasi. Además, un submarino británico hundió un barco
de abastecimiento de submarinos (Benghazi) cerca de la
costa de Cerdeña.
Obedeciendo la orden de Darlan, Casablanca se rindió a los estadounidenses cuando todavía faltaba por desembarcar el 75% de los suministros.
Esa noche nueve soldados británicos desembarcaron en Plouézec,
en la Bretaña francesa, con la misión de capturar a algunos
alemanes para interrogarlos. Sin embargo, fueron descubiertos por
unos centinelas y, después de un tiroteo en el que murieron varios
alemanes, tuvieron que retirarse.
Seis meses atrás, Franco había escrito una carta a Juan de Borbón
en la que afirmaba que la "revolución nacional" que
encarnaba su régimen entroncaba con la "revolución
totalitaria" de los Reyes Católicos y de Felipe II, a la que
contraponía las decadentes monarquías posteriores. Sin embargo,
poco después obligaba a abandonar el país a algunos monárquicos
civiles destacados que servían de enlace entre Juan de Borbón y
los generales monárquicos. Ahora un periódico suizo publicaba unas
declaraciones de Juan de Borbón en las que manifestaba su
seguridad en que la monarquía sería restaurada en España y que
serviría para reconciliar a todos los españoles.
Al mismo tiempo, el general Kindelán se entrevistaba con Franco
para pedirle, en su nombre, y en el de los demás generales
monárquicos (al menos seis) que proclamase la monarquía y se
declararse regente. También señaló que el Ejército no podía
aceptar que su Generalísimo fuera al mismo tiempo el jefe de un
partido, la Falange, cuya acción consideraban nefasta para el país
(en alusión a los esfuerzos del ministro falangista José
Asensio por que España entrara en la guerra). Franco
respondió conciliador. Negó la existencia de ningún compromiso
formal con el Eje, afirmó que no deseaba permanecer más de lo
necesario en un cargo que cada día encontraba más desagradable,
así como que veía a Juan de Borbón como su sucesor. Sin embargo,
unos meses más tarde cesó a Kindelán como capitán general de
Cataluña y lo nombró director de la Escuela Superior del Ejército,
de modo que no tenía mando directo sobre tropas.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (City of
Ripon) cerca de la Guayana Británica y otro neerlandés (Veerhaven)
cerca de Brasil. Un submarino británico (HMS Unbeaten)
desapareció cerca de la costa atlántica francesa, probablemente
hundido por error por un avión de la RAF.
El 12 de noviembre las tropas de Shōji
encerradas en Guadalcanal fueron exterminadas. Las bajas
estadounidenses fueron de 40 muertos. Shōji emprendió una larga
marcha a través de la selva para rodear las posiciones
estadounidenses y llegar a la orilla occidental del Matanikau,
perseguido por la patrulla de Carlson. Ese día Carlson entró en la
aldea de Asamana, donde sorprendió y mató a varios
japoneses. Había indicios de que las tropas de Shōji habían tomado
el lugar como punto de reunión, así que se apostaron en los
alrededores y a lo largo del día mataron a 25 soldados que se
dirigían al lugar.
Mientras tanto un gran convoy japonés se dirigía hacia
Guadalcanal. Constaba de 11 barcos de transporte con capacidad
para 7.000 soldados con su equipamiento y provisiones
correspondientes, escoltados por 12 destructores bajo el mando del
contralmirante Raizō Tanaka. Por delante marchaban 2
acorazados (Hiei y Kirishima), 10 cruceros y 4
destructores bajo el mando del vicealmirante Hiroaki Abe,
con la misión de destruir el aeropuerto estadounidense y
garantizar así la seguridad del resto del convoy. La aviación
estadounidense detectó el convoy y permitió prepararse para el
ataque. El oficial al mando era el almirante Daniel Callaghan,
que contaba con 5 cruceros y 8 destructores.
La región de Zamość fue elegida como banco de prueba para
el plan de germanización de Polinia. En los meses siguientes unos
110.000 polacos serán deportados a campos de concentración,
mientras unos 30.000 niños serán separados de sus familias para
ser germanizados en el seno de familias alemanas. A la ciudad
llegaron arquitectos, decoradores, ingenieros, etc., dispuestos a
convertirla en una ciudad alemana modélica.
Italia y Alemania organizaron un puente aéreo por el que empezaron a transportar cantidades ingentes de tropas y suministros a Túnez.
Paracaidistas aliados ocuparon el aeropuerto de Bona, en
Argelia, y poco después el puerto. Desde Argel, Darlan lanzó un
llamamiento a la flota francesa en Toulon para que zarpara y se
uniera a la Francia Libre.
Submarinos alemanes hundieron un destructor británico (HMS
Hecla) cerca de Gibraltar, tres transportes estadounidenses
en Fedala y otro británico en Bujía. Por otra parte, corbetas
británicas hundieron un submarino alemán en Orán.
Un submarino alemán hundió un carguero panameño (Buchanan)
en el Atlántico.
El 13 de noviembre, poco después de la
medianoche, las flotas japonesa y estadounidense se avistaron
mutuamente en Guadalcanal. Había luna nueva y la oscuridad era
total. Tanto Abe como Callaghan dudaron en atacar, y ello hizo que
ambas flotas acabaran entremezclándose. A la 1:48 el Hiei
y el destructor Akatsuki iluminaron el crucero USS
Atlanta con reflectores, y entonces varios barcos
estadounidenses empezaron a disparar. En poco tiempo el Akatsuki
explotó y se hundió, pero antes había disparado sobre el Atlanta,
cuyos motores se averiaron y quedó a la deriva. Se interpuso en la
línea de fuego de otro crucero estadounidense que disparó sobre él
por error aumentando los daños. Los barcos japoneses también
abrieron fuego y dañaron el destructor USS Cushing. Luego
el Hiei volvió a encender sus reflectores y ello lo
convirtió nuevamente en blanco de la flota enemiga. El puente de
mando sufrió desperfectos y Abe resultó herido. Entonces el Hiei
y otros tres barcos atacaron al USS San Francisco y murió
la mayor parte del personal del puente de mando, incluido el
almirante Callaghan. El San Francisco logró dañar al Hiei
y se puso a cubierto. Otros barcos japoneses encontraron al Cushing
a la deriva y lo hundieron. Poco después explotaba y se hundía
también el destructor USS Laffey, seguido del USS
Barton y del USS Monssen. Los cruceros USS
Portland y USS Juneau resultaron dañados. El
destructor Amatsukaze se acercó al San Francisco
para terminar de hundirlo, pero no se dio cuenta de que se le
acercaba un crucero que disparó sobre él y lo obligó a retirarse
envuelto en una cortina de humo. Dos destructores estadounidenses
divisaron al mismo tiempo al destructor Yudachi, lo
atacaron desde dos direcciones distintas y lo dañaron gravemente.
A las 2:26, tras unos 40 minutos de combate, ambos bandos se
retiraron. A los estadounidenses les quedaba un crucero y un
destructor en buenas condiciones (el Helena y el Fletcher)
y otros cuatro cruceros y dos destructores dañados. En cambio, Abe
contaba con un acorazado, un crucero y cuatro destructores. Tenía
el camino despejado para atacar el aeropuerto estadounidense y
obtener así una victoria decisiva, pero, tal vez por no tener una
información fiel de sus bajas y las de su enemigo, optó por
retirarse. A las 3:00 el convoy que seguía a la flota de Abe
recibió órdenes de retroceder y quedar a la espera de nuevas
órdenes.
Al amanecer tres barcos dañados japoneses (el Hiei, el Yudachi
y el Amatsukaze) se encontraron relativamente cerca de
otros tres barcos dañados estadounidenses (el Portland, el
Atlanta y el Aaron Ward). El Amatsukaze fue
atacado por aviones, pero pudo escapar. El Yudachi,
abandonado, fue hundido por el Portland, mientras que el Hiei
fue atacado repetidamente por aviones procedentes de Guadalcanal,
de Espíritu Santo y del portaaviones Enterprise, que
acababa de regresar de Nueva Caledonia, donde había sido reparado
de los daños sufridos en la batalla de las islas Santa Cruz. Abe
pasó al destructor Yukizake y el Hiei se hundiría
unas horas más tarde. El Atlanta se hundió mientras se
dirigía a puerto y el Juneau fue hundido por un submarino.
En total, las bajas estadounidenses habían sido de 1.439 hombres,
mientras que las japonesas estaban entorno a los 700.
Una columna japonesa se dirigía hacia Asamana, y allí fue
recibida por la patrulla de Carlson, que mató a una gran parte y
dispersó al resto.
En Nueva Guinea, los australianos llegaron a Wairopi, donde los
japoneses en retirada tuvieron que abandonar gran parte de su
artillería, munición y otros suministros para cruzar el río
Kumusi, cuyos puentes habían sido destruidos.
Bandas ucranianas asesinaron a 50 polacos en Lutsk,
aunque no hay evidencias de que la matanza hubiera sido
premeditada.
Rommel pretendía salvar más de 9.000 toneladas de equipamiento
que tenía en Tobruk, pero los británicos la tomaron ese día. No
obstante, a guarnición alemana eludió un intento de Montgomery de
rodearla y pudo escapar hacia Bengasi con pocas bajas.
El almirante Darlan fue reconocido oficialmente como Alto
Comisionado del África Septentrional y Occidental Francesa. Giraud
fue nombrado comandante en jefe de las tropas francesas, a las
órdenes de Darlan. A de Gaulle ni se le nombró. Darlan afirmaba
que gobernaba en nombre de Pétain y movilizó a las fuerzas del
África Francesa para "liberar al mariscal".
Tropas aliadas se desplazaron por tierra en Argelia hasta el
aeropuerto de Djedjelli. Submarinos alemanes hundieron un
destructor neerlandés (Isaac Sweers) cerca de Argel y dos
cargueros británicos (Maron y Lalande) cerca de
Orán. Por su parte, la aviación británica hundió un submarino
alemán al oeste de Gibraltar.
Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (Excello)
y otro británico (Luise Moller) cerca de la costa índica de
Sudáfrica.
El Almirante Yamamoto, que estaba al mando de la flota japonesa
relevó a Abe del mando (y poco después forzaría su retiro) y
ordenó inmediatamente nuevas operaciones. En primer lugar, el
vicealmirante Gunichi Mikawa fue enviado a atacar el
aeropuerto de Guadalcanal con seis cruceros y seis de los
destructores que estaban sirviendo de escolta a los transportes.
Dos de los cruceros alcanzaron el aeropuerto el 14 de noviembre y lo bombardearon durante 35
minutos, hasta las 2:30, pero los daños, aunque notables, no
fueron graves. Al amanecer, los aviones estadounidenses
bombardearon a los barcos en retirada, hundieron el crucero Kinugasa
y dañaron gravemente al Maya. Luego se dirigieron contra
los transportes japoneses que seguían esperando el momento de
acceder a Guadalcanal, hundieron seis de ellos y dañaron otro más,
que tuvo que volver a su base. Quedaban cuatro transportes que
avanzaron hacia Guadalcanal, pero luego se quedaron a la espera de
los resultados de un nuevo ataque planeado para esa noche.
En efecto, una nueva flota llegaba al aeropuerto bajo el mando
del vicealmirante Nobutake Kondō. Contaba con el
acorazado Kirishima, cuatro cruceros y nueve destructores, varios
de ellos supervivientes del combate de la noche anterior. Los
estadounidenses también habían reunido, algo improvisadamente, una
flota formada por dos acorazados y cuatro destructores bajo el
mando del almirante Willis Augustus Lee. El radar localizó
la flota enemiga y se inició un combate en el que los destructores
USS Walke y USS Preston no tardaron en ser
hundidos, mientras que el USS Benham y el USS Gwin
fueron gravemente dañados. Destras de los destructores estaban los
dos acorazados, el USS Washington y el USS South
Dakota. El primero se encontró con el destructor japonés más
avanzado, el Ayanami, y logró incendiarlo. El South
Dakota sufrió mientras una serie de fallos eléctricos, en
parte debidos a una negligencia de un ingeniero. Así se quedó sin
radar, sin radio y con parte de su armamento inutilizado. Se
dispuso a seguir al Washington, pero cuando llegaron a la
zona en la que estaban los destructores dañados, el Washington
giró de modo que los destructores quedaron entre él y la flota
japonesa, mientras que el South Dakota se vio obligado a girar en
sentido contrario para no chocar contra el Benham. El
resultado fue que quedó ante la flota japonesa iluminado por las
llamas del Benham. Inmediatamente fue el blanco de los
reflectores japoneses y luego de sus cañones y torpedos.
En Guadalcanal la patrulla de Carlson aniquiló un campamento de
15 exploradores japoneses.
La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de Orán y
otro cerca de Argel. La aviación alemana hundió un barco de
pasajeros británico (Narkunda) cerca de Bujía. Un submarino
británico hundió un carguero italiano (Scillin) cerca de la
costa de Túnez. El barco transportaba 814 prisioneros de guerra
aliados (aunque sólo había espacio para unos 300). El submarino
pudo rescatar a 27 prisioneros de guerra y a 35 italianos
(incluyendo el capitán del barco) antes de que llegaran barcos
italianos y se viera obligado a retirarse.
De Gaulle y sus seguidores estaban indignados con el acuerdo al
que Eisenhower había llegado con Darlan, al igual que los
resistentes que habían preparado el desembarco aliado en Argel. En
una sesión secreta en la Cámara de los Comunes, Churchill
argumentó el Eisenhower había hecho lo correcto, y que, incluso si
no era del todo correcto, había supuesto que los fusiles franceses
pasaran de apuntar a los aliados a apuntar al Eje. "Lamento
tener que mencionar algo así, pero para un soldado hay una
diferencia muy grande entre que alguien dispare su arma contra
él o contra el enemigo". Roosevelt también tuvo que dar
explicaciones en su país y, como Churchill tenía más labia que él,
le pidió consejo, y finalmente usó las palabras que el primer
ministro le recomendó: el acuerdo era "un recurso temporal
justificado únicamente por las exigencias de la guerra".
Ese día fue ejecutado el terrorista del IRA Maurice O'Neill, tras
haber sido condenado a muerte por un tribunal militar irlandés.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Warwick
Castle) y otro panameño (Scapa Flow) en el Atlántico.
La batalla naval proseguía en Guadalcanal. El 15
de noviembre el South Dakota estaba siendo
destrozado bajo el fuego enemigo y a las 0:17 tuvo que retirarse
del combate con su armamento y sus comunicaciones inutilizadas y
varios incendios en cubierta. Pero, mientras la flota japonesa
disparaba al South Dakota, no advirtió cómo se acercaba el
Washington. Hasta el momento había permanecido inactivo
porque no estaba seguro de cuál de los barcos que detectaba era el
South Dakota, pero con el resplandor de la batalla quedó
claro, y entonces atacó al crucero Kirishima,
inutilizándolo y dejándolo en llamas. A las 00:25 el almirante
Kondō ordenó a todos sus barcos que se reunieran y destruyeran los
barcos estadounidenses restantes, pero el Gwin y el South
Dakota ya se habían retirado y el Benham había sido
hundido por los propios estadounidenses, mientras que nadie sabía
dónde estaba el Washington (los japoneses no tenían
radares). El Washington se había alejado para atraer hacia
sí la flota enemiga y alejarla de lso barcos dañados. Cuando lo
localizaron, los japoneses lo persiguieron durante un tiempo, sin
lograr dañarlo. A la 1:04 Kondō ordenó la retirada. A las 2:00 los
japoneses hundieron el Ayanami, pues era imposible
llevarlo a puerto y a las 3:25 se hundió el Kirishima. El
balance fue de 242 estadounidenses y 249 japoneses muertos. Los
estadounidenses habían perdido tres destructores y el acorazado
USS Dakota tenía daños que lo habían inutilizado para el combate,
pero que eran fáciles de reparar. Por su parte, los japoneses
habían perdido un acorazado y un destructor, y no habían destruido
el aeropuerto de Guadalcanal, que había sido el objetivo de su
misión.
Los cuatro transportes que les quedaban a los japoneses
desembarcaron a las 4:00, y los destructores que los escoltaban se
marcharon imediatamente a posiciones más seguras. A las 5:55 la
aviación estadounidense empezó a atacar el punto de desembarco y
el destructor USS Meade destruyó los cuatro transportes
que todavía estaban siendo descargados. Unos 1.900 soldados
japoneses murieron, y muchos de los que desembarcaron se habían
quedado sin alimentos ni municiones.
En tierra, Carlson movió su campamento principal a Asamana, pero
para entonces las tropas de Shōji ya se habían alejado de la zona
y en los días siguientes sólo cazaron a unos pocos japoneses
perdidos.
En Timor seguía habiendo unos 1.000 guerrilleros australianos y
neerlandeses, pero los japoneses habían ido reforzando sus tropas
y ya eran unos 12.000. Su mayor preocupación era cortar la
colaboración de los colonos portugueses (teóricamente neutrales)
con los australianos, pero todas las medidas represivas no hacían
sino aumentar las simpatías de los portugueses hacia los
guerrilleros. Por otra parte, los portugueses presionaban a los
aliados a que evacuaran mujeres y niños de la isla, y unos 300
pudieron salir.
Las tropas de Montgomery retomaban Derna, en Libia. La RAF ocupó
rápidamente el aeropuerto de Martuba, con lo que mejoró su
corbertura a los convoyes hacia Malta.
La RAF hundió un submarino alemán cerca de Argel. La
vanguardia británica cruzó la frontera de Argelia con Túnez y
ocupó Tabarka.
Ese domingo las campanas de todas las iglesias británicas
voltearon para celebrar la victoria en El Alamein. Era el primer
día en que se oían campanas desde 1940.
Pétain recibió a los almirantes Laborde y Auphan. En privado,
Auphan trató de convencer a Laborde de que zarparan con la flota
para unirse a los aliados, pero Laborde se negó a obedecer
cualquier orden que no proviniera del gobierno. Poco después
Auphan presentó su dimisión.
Un submarino alemán hundió un pequeño portaaviones británico (HMS
Avenger) y un barco de transporte de tropas al oeste de
Gibraltar. Otro hundió un carguero británico (King Arthur)
cerca de la isla de Trinidad. Un destructor británico hundió un
submarino alemán cerca de la costa portuguesa.
El 16 de noviembre los australianos
lograron finalmente cruzar el río Kumusi para continuar la
persecución de los japoneses hacia Buna y Gona, apenas a 40 km de
distancia.
Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés en el
Pacífico. Murieron 228 soldados y 18 tripulantes.
Paracaidistas británicos bajo el mando del teniente coronel James
Hill descendieron cerca de la ciudad argelina de Béja,
y al aproximarse a ella fueron bien recibidos por la guarnición
francesa. Luego aviones alemanes bombardearon la ciudad, pero
causaron pocos daños.
Un cazasubmarinos alemán hundió un submarino griego (Tritón)
en el Egeo. Un submarino británico hundió un petrolero italiano (Abruzzi)
en el Mediterráneo, otro hundió un carguero alemán (Hans Arp)
ante Bengasi. Destructores británicos hundieron un submarino
alemán ante las costas de Casabanca.
Fritz Pfeffer era un dentista judío alemán que había
emigrado a los Países Bajos después de la Noche de los
cristales rotos. Cuando la burocracia frustró su intento de
salir del país, empezó a buscar un lugar donde esconderse, y entre
otras personas, preguntó a una de sus pacientes, Miep Gies,
que, junto con su esposo Jan, era la única que conocía el
escondite de Otto Frank y su familia. Miep lo consultó con Otto y
éste accedió a acoger a Pfeffer, cuyos conocimientos de medicina
resultaron útiles. Para acomodarlo, Margot Frank tuvo que pasar a
dormir con sus padres, mientras que su hermana Ana (de trece años)
tuvo que compartir su habitación con el dentista de 53, y pronto
descubrieron que no se aguantaban el uno al otro. Él era judío
ortodoxo, ella no le daba tanta importancia a la religión, él la
consideraba una maleducada y ella a él un presuntuoso.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Clan
Mactaggart) y otro irlandés (Irish Pine) en el océano
Atlántico.
El 17 de noviembre submarinos
estadounidenses hundieron un transporte japonés (Oregon Maru)
cerca de las Filipinas y un carguero (Nissei Maru) al sur
de Java.
Los paracaidistas británicos en Béja se trasladaron hasta Sidi
N'Sir, donde los franceses tampoco opusieron resistencia,
pero había tropas alemanas por los alrededores.
En Túnez se produjo un desembarco de tropas alemanas bajo el
mando del general Walther Nehring, y el comandante militar
francés en Túnez, el general Georges Barré, se retiró a
las montañas y estableció una línea defensiva dispuesto a no dejar
pasar a los alemanes. Mientras tanto los paracaidistas británicos
tomaban Gafsa.
La aviación británica atacó un submarino alemán cerca de Argel y
una escotilla resultó dañada, lo que le impidió sumergirse y el
capitán hizo señales indicando que se rendía. Un destructor
recibió órdenes de acudir a apoderarse del submarino, pero entre
tanto cinco aviones británicos que desconocían la situación
bombardearon el submarino y lo hundieron. Murieron 32 tripulantes
y sobrevivieron otros 17.
Submarinos alemanes atacaron al convoy ON 144 en el Atlántico y
hundieron dos de sus barcos, un carguero británico (Widestone)
y otro griego (Mount Taurus). Otro submarino hundió un
carguero británico (City of Corinth) cerca de la isla de
Trinidad.
El 18 de noviembre los estadounidenses
atacaron de nuevo a los japoneses al oeste del río Matanikau, en
Guadalcanal.
Los británicos alcanzaron
Djebel Abiod, en Túnez, donde por primera vez se
encontraron con 400 paracaidistas alemanes y 17 tanques.
Desde Sidi N'Sir los paracaidistas británicos se habían
desplazado hacia Mateur. Al amanecer vieron pasar un
convoy alemán de carros blindados. Por si regresaba, pusieron
minas en la carretera y ocultaron un mortero. En efecto, el convoy
regresó, el vehículo que iba en cabeza hizo explotar una mina y
los restantes fueron destrozados con fuego de mortero, granadas y
las minas. Varios alemanes murieron y el resto fue apresado. Una
segunda patrulla se encontró con un contingente alemán más
numeroso y sufrió algunas bajas.
Un submarino británico hundió un petrolero italiano (Giulio
Giordani) en el Mediterráneo.
Esa noche la RAF bombardeó Berlín.
El convoy ON 144 perdió cuatro barcos más, cerca de
Groenlandia, dos cargueros estadounidenses (Parismina y Yaka),
un petrolero británico (President Sergent) y una corbeta
noruega de la escolta. Cerca de la costa americana, los submarinos
alemanes hundieron un petrolero estadounidense (Brilliant),
un carguero británico (Tower Grange) y otro noruego (Tortugas).
El 19 de noviembre los australianos
empezaron a atacar Buna y Gona. En Buna había más de 2.000
japoneses, mientras que en Gona habría más de 800. Entre ambas
posiciones había una tercera guarnición en Sanananda.
Ese día los soviéticos iniciaron la Operación Urano, con
el objetivo de rodear las fuerzas del Eje que atacaban
Stalingrado. Contaban con más de un millón de soldados, casi 900
tanques, 13.000 piezas de artillería y 1.500 aviones. El plan
pretendía aprovechar que las tropas rumanas que protegían los
flancos del ejército alemán eran mucho más débiles y estaban muy
inferiormente equipadas, por lo que el ataque se inició en los
puntos del frente defendidos por los rumanos. A las 7:20 la
artillería atacó durante 80 minutos las posiciones rumanas del
extremo septentrional del frente. A las 7:30 empezaron a volar los
primeros cohetes Katyusha. El efecto fue devastador. Se
interrumpieron las líneas de comunicación, los depósitos de
municiones fueron destruidos, los puntos de observación avanzados
quedaron despedazados y muchos soldados rumanos empezaron a huir
hacia la retaguardia. A las 8:50 empezaron a moverse la infantería
y los tanques soviéticos. Los rumanos repelieron los dos primeros
asaltos, pero la falta de armamento antitanque permitió a los
soviéticos atravesar las defensas enemigas hacia el mediodía.
Varias divisiones rumanas se retiraron desorganizadamente. Los
alemanes subestimaron el ataque y enviaron menos de 100 tanques
con pocas reservas de combustible. Ese día los soviéticos
capturaron 27.000 rumanos.
Esa noche 34 soldados británicos iniciaron una misión cuyo objetivo era sabotear una planta química noruega productora de agua pesada. Fueron transportados en dos planeadores remolcados por otros tantos aviones, pero el aterrizaje fue catastrófico. El primer avión perdió mucho tiempo debido a una avería en el sistema que debía recibir una señal que indicaba el punto de aterrizaje, luego se rompió el cable que sujetaba el planeador y éste fue lanzado sin control, con lo que terminó estrellándose. De los 17 hombres a bordo, tres murieron en el choque. El avión, con poco combustible, tuvo que volver a Gran Bretaña creyendo que el planeador se había estrellado en el mar. El segundo avión soltó también de mala manera su planeador y poco después se estrelló contra una montaña. Sus tripulantes murieron en el acto. El planeador cayó en círculo y también se estrelló. Siete hombres murieron y los otros diez sufrieron heridas de distinta gravedad.
Torpederas alemanas hundieron dos barcos británicos (Birgitte
y HMS Ullswater) y otro noruego (Lab) en el canal
de la Mancha.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Scottish
Chief) ante la costa índica sudafricana y otro noruego (Gunda)
ante la costa de Mozambique.
Ese día se estrenó Bailando nace el amor, la segunda
película protagonizada por Fred Astaire y Rita Hayworth, y que
repitió el éxito de la anterior. Aunque Hayworth tenái buena voz,
la productora impuso que en las canciones fuera doblada por la cantante
Nan Wynn. Hayworth había protagonizado también ese año el
musical Mi chica favorita, también con gran éxito.
El 20 de noviembre la patrulla de
Carlson regresó por barco a su base en Espíritu Santo. Shōji
continuó su retirada. Había salido con casi 3.000 hombres y sólo
llegaron unos 800. Del resto, algunos habían muerto por
incursiones estadounidenses y la mayoría por falta de alimentos y
por enfermedades tropicales. Éstas también habían afectado a los
hombres de Carlson. Además de 16 muertos y 17 heridos en combate,
225 habían contraido enfermedades de diversa gravedad.
En Stalingrado los soviéticos empezaron a atacar las posiciones
rumanas en el extremo meridional del frente. Nuevamente los
alemanes vieron cómo los rumanos cedían sus posiciones. Un
contraataque alemán costó a los soviéticos 50 tanques, pero no
detuvo su avance. Los alemanes trataron de reorganizar sus tropas,
pero no tenían combustible suficiente. Además una tormenta de
nieve dificultaba seriamente las operaciones de ambos bandos.
Submarinos alemanes hungieron un carguero estadounidense (Pierce
Butler) y otro griego (Corinthiakos) en el océano
Índico.
Los comandos británicos que se habían estrellado en Noruega
fueron protegidos por los habitantes de la zona, pero, como
necesitaban tratamiento médico, finalmente se entregaron a los
alemanes pensando que serían tratados como prisioneros de guerra.
Sin embargo, no contaban con la reciente Orden de los
Comandos, en virtud de la cual no tardaron en ser fusilados.
Rommel había decidido que no estaba en condiciones de defender
Bengasi y la había abandonado tras haber arrasado las
instalaciones portuarias. Ahora las tropas de Montgomery entraban
en la ciudad.
En Túnez, el día anterior el general Nehring exigió al general
Barré que le permitiera cruzar un puente en Medjez el Bab,
pero Barré, apoyado por los paracaidistas británicos, se opuso. Se
inició entonces un combate en el que, tras dos acometidas
frustradas, los alemanes terminaron retirándose, pero se
mantuvieron en Medjez.
Entre gritos de júbilo llegó a Malta un convoy procedente de
Alejandría que no había sufrido más bajas que daños graves en uno
de los destructores que lo escoltaban y cinco aviones perdidos.
Ninguno de los cuatro cargueros había sufrido daño alguno y los
ataques del Eje habían sido escasos.
Los alemanes detuvieron al mariscal Weygand y lo internaron en un
castillo en Austria. Unas semanas antes había mantenido una
conversación con Pierre Laval, cuya reacción a la invasión alemana
había sido multiplicar sus esfuerzos por hacer la pelota a Hitler.
Weygand le había dicho: Señor Laval, tiene usted en contra al
95% de los franceses, y éste replicó: Diga más bien al
98%, pero yo velaré por ellos a su pesar.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Grangepark)
y otro noruego (Prins Harald) al oeste de Gibraltar.
En Stalingrado los soviéticos habían penetrado 50 km en el frente alemán por distintos puntos. Los rumanos estaban siendo aniquilados poco a poco en batallas aisladas y los soviéticos empezaban a entrar en contacto con los flancos de las tropas alemanas. En lugar de ordenar una retirada, el 21 de noviembre Hitler ordenó que sus tropas adoptaran una posición defensiva "en todas direcciones", que era poco más o menos lo mismo que dejarse rodear.
En Argelia, tropas francesas y los paracaidistas de Hill atacaron
a un grupo de soldados alemanes e italianos acampados en una
colina. Al llegar a la cima se encontraron con que había además
tres tanques italianos. Hill sacó su revolver y, junto a unos
pocos paracaidistas se subió al primer tanque, disparó por las
ventanillas de observación e intimidó a los ocupantes para que
salieran y se rindieran. La táctica funcionó también con el
segundo tanque, pero la tripulación del tercero disparó por la
ventanilla hiriendo a Hill en el pecho. El combate prosiguió y los
aliados lograron la victoria. Hill se salvó gracias a que recibió
rápidamente asistencia médica.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Empire
Sailor y Empire Starling) y uno neerlandés (Bintang)
en el océano Atlántico. Otro submarino fue hundido por la aviación
británica al sur de Groenlandia.
El 22 de
noviembre los soviéticos cerraron el cerco en Kalach,
donde la guarnición alemana estaba compuesta principalmente por
personal de intendencia que desconocían la magnitud del ataque.
Los guardas que custodiaban el puente sobre el Don se encontraron
con dos tanques alemanes que se dirigían hacia ellos y que, cuando
estuvieron cerca, los volaron (eran dos tanques que los soviéticos
habían capturado). Luego los soviéticos entraron en la ciudad,
expulsaron a los alemanes, continuaron su avance y finalmente
entraron en contacto con las fuerzas que llegaban desde el sur.
Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Alcoa
Pathfinder) cerca de Mozambique.
En Túnez, una brigada de tanques italianos obligó a los aliados a
abandonar Gafsa.
Un submarino alemán hundió un carguero brasileño (Apalóide)
cerca de la isla de Trinidad.
En Nueva Guinea, el mayor Horii había tratado de anticiparse a los
australianos llegando a Buna en una balsa junto a unos pocos
hombres. En un momento dado la balsa se había estrellado contra
unos árboles y Horii había tomado una canoa que había encontrado
en la orilla, pero ésta fue arrastrada al mar durante una tormenta
y el 23 de noviembre murió ahogado.
En Guadalcanal las tropas estadounidenses habían encontrado una
firme resistencia al oeste del Matanikau y no estaban haciendo
muchos progresos. Por esas fechas se formó un frente estable.
Varios ejércitos soviéticos más entraron en contacto hasta
asegurar el cerco a más de 250.000 soldados del Eje en un área de
50 x 40 km. En su interior quedaba el Sexto Ejército
alemán, bajo el mando del general Friedrich Paulus, parte del Cuarto
Ejército Panzer y los restos del Tercer y Cuarto
Ejército rumano. Las tropas que habían quedado fuera del
cerco huían desesperadamente para no quedar atrapadas.
Submarinos japoneses hundieron dos cargueros británicos (Cranfield
y Tilawa) en el océano Índico.
En Libia los alemanes e italianos se retiraban de Agedabia
hasta Mersa Brega perseguidos por la aviación británica.
Para detener el avance británico los zapadores alemanes minaron la
zona y enterraban también cascos metálicos para confundir a los
detectores de minas. La tensión entre Rommel y sus superiores iba
en aumento. Mussolini quería retener la parte noroccidental de
Libia y Hitler estaba de acuerdo, mientras que Rommel quería
replegarse a Túnez lo antes posible. Sostenía que mantener su
posición era necesario un suministro de combustible y municiones
del que carecía, así como más apoyo aéreo. Sin embargo, todos los
recursos del Eje estaban siendo desviados hacia Túnez para
contrarrestar la invasión aliada.
Submarinos británicos hundieron dos cargueros italianos (Fertilia
y Luigi Favorita) en el Mediterráneo.
Submarinos alemanes hundieron un petrolero estadounidense
(Caddo), dos cargueros británicos (Benlomond y Goolistan)
y otro soviético (Kuznets Lesov) en el océano Atlántico.
El 24 de noviembre la aviación
estadounidense y australiana hundió un destructor japonés (Hayashio)
cerca de la costa de Nueva Guinea.
Las tropas alemanas no atrapadas en Stalingrado cruzaron el Don y
volaron los puentes para contener al ejército soviético. Luego
trataron de levantar defensas a la desesperada. Los soviéticos,
por su parte, levantaron una doble línea defensiva, tanto hacia
adentro de la bolsa como hacia afuera. El mariscal de campo Erik
von Manstein aconsejó a Hitler que no ordenara al Sexto
Ejército un intento de romper el cerco, porque él podría
romperlo mejor desde fuera. A esto se unió que Göring aseguró que
la Luftwaffe podría abastecer a los cercados mientras
tanto, una afirmación más que pretenciosa, dada la magnitud de la
bolsa. Wolfram von Richthofen, que estaba al mando de la Luftwaffe
en la zona y sabía que eso era imposible, trató de oponerse, pero
Hitler lo vio viable y así, durante el mes siguiente, el Sexto
Ejército recibió menos del 20% de sus necesidades diarias.
Mientras tanto, unos 95.000 soldados soviéticos atacaban el
frente alemán mucho más al norte, con la intención de capturar la
ciudad de Velikiye Luki.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Dorington
Court) y otro griego (Mount Helmos) ante la costa de
Mozambique.
Un grupo de tanques británicos había logrado infiltrarse tras las
líneas del Eje en Túnez y atacó el aeropuerto de Djedeida,
destruyendo más de 20 aviones. Como carecían de apoyo suficiente,
los británicos se retiraron hasta Chouigui.
Tras el éxito de la Operación Urano, el 25 de noviembre los soviéticos lanzaron la Operación
Marte con el objetivo de formar otra gran bolsa de soldados
alemanes en el saliente de Rzhev, la tradicional picadora
de carne (comunista). El principio no fue bueno, pues el
mal tiempo impidió despegar a los aviones que debían apoyar el
ataque terrestre, y la artillería inicial no fue nada precisa. El
avance de la infantería el primer día fue muy inferior al
previsto. Los tanques alemanes y la artillería antitanque
despacharon bien a los tanques soviéticos.
Como respuesta a un ataque previo de los partisanos, los
italianos bombardearon la ciudad croata de Primošten,
donde murieron 80 personas.
En Albania surgió un Frente Nacional que se oponía tanto
a los comunistas como a los monárquicos como a los italianos que
colonizaban el país. Simpatizaría con los nazis (por su
anticomunismo) si no fuera porque eran aliados de los italianos
invasores. Entre sus fundadores estaba el escritor Midhat
Frashëri, que treinta años atrás había sido uno de los
firmantes de la declaración de independencia de Albania respecto
del Imperio Otomano.
Esa noche se llevó a cabo en Grecia la Operación Harling,
en la que participó un comando de 12 soldados británicos que
habían descendido en paracaídas hacía casi un més y 138 miembros
de la resistencia griega, de los cuales 86 pertenecían al Ejército
Popular de Liberación Nacional, dirigido por Aris Velujiotis. El
objetivo era volar un puente para interrumpir las comunicaciones
entre Atenas y Salónica, el cual estaba protegido por 80 soldados
italianos. Dos equipos de ocho guerrilleros resistentes cortaron
la vía férrea y las líneas telefónicas en ambas direcciones
mientras unos 100 guerrilleros se enfrentaron a los italianos.
Tras algunos retrasos y algunos imprevistos, el puente fue volado.
Mientras tanto un tren que traía refuerzos italianos había sido
interceptado. Luego todos los atacantes interrumpieron los
combates y se alejaron con sólo cuatro heridos.
La aviación aliada hundió un carguero alemán (Erika Hendrik
Fisser) cerca de la costa noruega.
Un submarino británico (HMS Utmost) fue hundido por un
torpedero italiano cerca de Malta.
El ataque a Djedeida había pillado a Nehring por sorpresa, por lo
que decidió retirarse de Medjez el Bab durante la noche para
levantar nuevas defensas en Djedeida, apenas 30 km de la capital
tunecina.
En Australia eran frecuentes los disturbios entre los soldados
australianos y los estadounidenses. Las causas de fondo eran
múltiples: los soldados estadounidenses estaban mejor pagados,
recibían mejores suministros (que incluían bebidas alcohólicas,
cigarrillos, chocolate y otros "lujos") y eran cortejados por
todos los comerciantes locales ávidos de dólares. Por otra parte,
muchos estadounidenses tenían un pobre concepto de la valía de los
soldados australianos. Incluso MacArthur hablaba en sus informes
de "victorias estadounidenses" cuando eran estadounidenses y de
"victorias de los estadounidenses y los aliados" cuando eran
principalmente australianas. Recíprocamente, los australianos
también consideraban que el desempeño en el combate de los
estadounidenses no estaba a la altura de su prepotencia. El caso
era que cada noche se producían unas 20 peleas entre
estadounidenses y australianos. La tarde del 26
de noviembre un policía militar estadounidense, Anthony
E. O'Sullivan, quiso arrestar en Brisbane a un soldado
estadounidense borracho que estaba hablando con tres australianos.
Si los estadounidenses caían mal a muchos soldados australianos,
la policía militar caía mucho peor. Los australianos gritaron
groserías al policía invitándole a marcharse, éste levantó su
porra, pero los otros se lanzaron sobre él antes de que pudiera
usarla. Entonces otros policías militares acudieron, luego se
sumaron soldados y algunos civiles australianos y los policías,
superados en número, se retiraron llevándose a O'Sullivan herido.
Mientras tanto, cerca de un centenar de australianos la
emprendieron contra una cantina estadounidense, lanzando botellas
y piedras y rompiendo sus cristales. Hacia las 20:00 unas 5.000
personas estaban envueltas en una pelea callejera generalizada. La
policía militar empezó a armarse con pistolas y se produjeron
algunos tiroteos que dejaron varios heridos. A las 22:00 la
multitud se había dispersado, dejando la planta baja de la cantina
arrasada.
Debido a la amenaza estadounidense, los japoneses llevaban diez
días abasteciendo a sus tropas en Guadalcanal mediante submarinos,
pero la capacidad de éstos era insuficiente. Algunas unidades en
el frente llevaban seis días sin recibir suministros, e incluso
algunas las cercanas a la costa contaban sólo con la tercera parte
de los necesarios. En vista de ello, la Marina japonesa se vio
obligada a planear nuevas entregas con destructores.
Un carguero italiano (Algertino) fue hundido ante la costa
de Libia por la aviación aliada.
Tras la retirada alemana, los británicos ocuparon Medjez el Bab y
desde allí avanzaron hasta Tebourba. Mientras tanto otro
ataque británico más al norte cayó en una emboscada y terminó con
149 bajas.
Los alemanes deportaron a 532 judíos de la región de Oslo con
destino a Auschwitz al tiempo que la orden de arresto que hasta
entonces pesaba únicamente sobre los judíos varones se hacía
extensiva a mujeres y niños.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Barberrys
y Ocean Crusader) y uno noruego (Indra) en el
Océano Atlántico.
Ese día se estrenó una de las películas más carismáticas de todos
los tiempos: Casablanca, dirigida por Michael Curtiz y
protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. Las críticas
de la época fueron buenas, pero no espectaculares. Fue la novena
película más taquillera del año.
La tarde del 27 de noviembre más de
500 soldados australianos se reunieron de nuevo en Brisbane
gritando consignas contra los estadounidenses. Un grupo de
soldados armados con porras atacaron a unos 20 policías militares
estadounidenses, que formaron una línea y sacaron sus pistolas. Un
oficial australiano intervino y convenció a los estadounidenses de
que era mejor que se fueran a otra zona. Luego la multitud marchó
ante el cuartel general de MacArthur profiriendo maldiciendo todo
lo maldecible. Las peleas continuaron en las calles durante unas
horas. Las autoridades militares tomaron medidas para atajar el
asunto y ya no volvieron a darse incidentes de tal magnitud.
Oficialmente hubo un muerto y seis heridos de bala, además de
incontables heridos de menor gravedad, pero es difícil saber los
daños reales porque la censura silenció lo ocurrido y la prensa
sólo dio una información muy vaga sobre la "Batalla de
Brisbane". Algunos testimonios hablan de soldados
estadounidenses apaleados hasta la muerte.
Los soviéticos, a pesar de las cuantiosas pérdidas humanas
habituales, habían logrado cortar todos los accesos terrestres a
Velikiye Luki, encerrando así a la guarnición alemana, que estaba
compuesta por unos 7.000 soldados. Éstos recibieron la orden de
mantener la posición a toda costa, mientras se reunían fuerzas
para romper el cerco.
El destructor Léopard de la Francia Libre que había
llegado desde la isla Maricio desembarcó unos 60 hombres en la
isla de Reunión, cerca de Madagascar, los cuales se apoderaron sin
encontrar gran resistencia de la ciudad de Saint-Senis.
Por la tarde, un gobernador designado por de Gaulle fue aclamado
por la población. La resistencia de los funcionarios leales a
Vichy no duró mucho y fueron destituidos. Allí se encontraba
exiliado Duy Tân, el que fuera emperador de Vietnam, que tenía
entonces 35 años. Había colaborado con la resistencia contra las
fuerzas de Vichy y tras la liberación se unió a la tripulación del
Léopard como oficial de radio.
Un submarino alemán hundió un crucero estadounidense (Jeremiah
Wadsworth) ante la costa índica de Sudáfrica.
A las 4:00 grupos de combate alemanes entraron en Toulon y se
dirigieron al puerto con órdenes de hacerse con el control de la
flota francesa. En el camino encontraron escasa resistencia. A las
4:30 entraron en Fort Lamalgue y arrestaron al almirante André
Marquis (que había sucedido a Auphan tras la dimisión de
éste), sin embargo, no pudieron evitar que Marquis diera la orden
de hundir la flota. La orden llegó al almirante Laborde, que estab
a bordo del acorazado Strasbourg. Laborde dio las órdenes
pertinentes, incluida la de abrir fuego contra toda persona no
autorizada que se acercara a los barcos. Hacia las 5:00 los
alemanes empezaron a ametrallar los submarinos franceses. Algunos
zarparon para hundirse en mar abierto, pero algunos huyeron. Los
alemanes tardaron en encontrar el acceso a los muelles, y entonces
se encontraron con temibles funcionarios franceses que les pedían
papeles. Esto los retrasó hasta que a las 5:25 llegaron tanques
que no necesitaban papeles para abrirse paso. Entonces el Strasbourg
lanzó la orden de hundimiento a toda la flota. A las 6:45 alemanes
y franceses luchaban ante el Strasbourg y el crucero Foch.
Un oficial francés resultó muerto y cinco marineros resultaron
heridos. Cuando los cañones de los barcos empezaron a disparar
contra los tanques, los alemanes pidieron negociar. Un oflcial
alemán pidió a Laborde que entregara el Strasbourg y
Laborde respondió que el Strasbourg estaba ya hundido.
Poco a poco se fueron oyendo explosiones en un barco tras otro.
Los alemanes abordaron el crucero Dupleix, pero el capitán
ordenó hacer estallar las cargas para hundirlo y, cuando el barco
estuvo en llamas, alemanes y franceses salieron corriendo juntos.
En total, los franceses hundieron 77 barcos, incluyendo 3
acorazados, 7 cruceros, 15 destructores, 13 torpederos, 6
corbetas, 12 submarinos, 9 patrulleras, 19 barcos auxiliares, 1
buque-escuela, 28 remolcadores y 4 grúas. Cuatro submarinos
llegaron a puertos aliados. Los alemanes pudieron apoderarse de
tres destructores desarmados, cuatro submarinos gravemente dañados
y tres barcos civiles. El Alto Mando de la Marina Alemana quedó
decepcionado por la pérdida, pero Hitler consideró un éxito la
operación, puesto que los barcos no habían caído en manos de los
aliados. Los soldados franceses concentrados en Toulon tomaron
posiciones defensivas, pero los alemanes los invitaron a
dispersarse y se dispersaron. Ahora Alemania controlaba
directamente toda Francia.
En Túnez los alemanes lanzaron un fuerte ataque desde Djedeida
contra las posiciones británicas.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Clan
Madfadyen) y otro neerlandés (Polydorus) en el
Atlántico.
El 28 de noviembre submarinos alemanes
hundieron un carguero griego (Evanthia) ante la costa de
Mozambique y un barco de transporte de tropas británico (RMS
Nova Scotia) ante la costa índica sudafricana, en el que
murieron 858 de las 1.052 personas a bordo. Por otra parte, un
destructor australiano y otro neerlandés hundieron un carguero
alemán (Ramses) en el océano Índico.
Los británicos contaban ya 30 heridos y 86 prisioneros en
Djedeida. Un intento de aliviar la presión alemana mediante un
ataque a la ciudad terminó en fracaso con la pérdida de cinco
tanques.
La Luftwaffe destrozó un destructor británico (HMS
Ithuriel) ante la costa de Argelia y un carguero noruego (Selbo)
ante la costa de Sicilia. Por otra parte, destructores británicos
hundieron un submarino italiano (Dessiè) en la misma zona.
Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (Alaskan)
ante la costa brasileña y otro británico (Empire Cromwell)
ante la isla de Trinidad.
El 29 de noviembre el crucero alemán Michel
hundió un carguero estadounidense (Sowokla) cerca de
Madagascar.
Un carguero griego (Argo) fue hundido en el Mediterráneo por un
submarino italiano. Un carguero italiano (Sirio) fue
hundido cerca de Trípoli por la aviación aliada.
En Túnez 540 paracaidistas británicos bajo el mando del teniente coronel John Dulton Frost fueron lanzados cerca de un aeropuerto que los alemanes habían abandonado. Tras el aterrizaje quedaron dispersos, pero no econtraron oposición. Pronto ocuparon el aeropuerto y por la noche salieron hacia el aeropuerto de Oudna, que era el objetivo de su misión.
Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Tjileboet)
en el océano Atlántico.
Los estadounidenses interceptaron un mensaje por el que
descubrieron que la noche siguiente una flota de ocho destructores
trataría de aprovisionar a las fuerzas japonesas en Guadalcanal.
Inmediatamente se preparó una operación para interceptarlos, en la
que participarían cinco cruceros y cuatro destructores. Así, el 30 de noviembre a las 23:06 los radares de
la flota estadounidense empezaron a detectar los barcos enemigos.
A las 23:12 los japoneses avistaron la flota estadounidense. A las
23:16, el contraalmirante Tanaka, que estaba al frente de la flota
japonesa, ordenó que la flota se dispusiera en formación de
combate. A las 23:20 los destructores estadounidenses lanzaron un
total de 20 torpedos. Luego lanzaron bengalas y se apartaron para
dejar paso a los cruceros, que a las 23:21 empezaron a disparar.
Casi todos los disparos que dieron en el blanco lo hicieron sobre
el destructor Takanami, que acabó en llamas, pero los
demás barcos japoneses apenas sufrieron daños y no tardaron en
contraatacar. A las 23:23 empezaron a lanzar sus torpedos. A las
23:27 un crucero estadounidense (Minneapolis) fue alcanzado por
dos torpedos que causaron daños graves. Poco después fue alcanzado
otro crucero (New Orleans), donde murieron 183 de sus
tripulantes. A las 23:39 otro más (Pensacola) fue alcanzado
y sufrió un incendio en el que murieron 125 marineros. A las 23:48
cayó otro crucero más (Northampton), aunque para entonces
Tanaka ya había dado la orden de retirada.
Esa nohe la Armada Australiana logró desembarcar tropas
neerlandesas en Timor a la vez que recogía a 190 soldados y 150
civiles portugueses. Sin embargo, una de las corbetas fue hundida
por la aviación japonesa y murieron unas 100 personas a bordo.
En Yokohama, un petrolero alemán (Uckermark) estalló
accidentalmente y destruyó tres barcos cercanos: el crucero alemán
Thor, el carguero alemán Leuthen y el carguero
japonés Unkai Maru.
El crucero alemán Thor fue destruido por una explosión
accidental en Yokohama.
Submarinos alemanes hundieron un carguero griego (Cleanthis)
y un barco británico de transporte de tropas (Llandaff Castle)
cerca de Mozambique.
En Túnez, las tropas de Frost se aproximaron al aeropuerto de
Oudna y descubrieron que había sido abandonado. Sin embargo,
pronto fueron atacados por los tanques y la aviación alemana. El
ataque fue repelido, pero Frost se retiró a una zona más fácil de
defender, a la espera de refuerzos.
El resistente francés Pierre Georges fue capturado en un control
policial en Paris. Después de haber recibido una paliza en una
comisaría de policía, fue entregado a los alemanes.
Ese día Mickey Rooney estrenó La doble vida de Andy Hardy,
en la que un personaje secundario es interpretado por una joven de
20 años que había adquirido cierta fama como nadadora. Se llamaba
Esther Williams y ésta era su primera película.
A la 1:00 del 1 de diciembre la flota
japonesa localizó el Takanami, el único barco que no había
respondido a los mensajes por radio, pero la presencia de barcos
enemigos impedía cualquier operación de rescate, así que fue
abandonado. A la 1:30 una explosión mató a muchos de sus
tripulantes, incluyendo a muchos de los que ya habían abandonado
el barco, entre ellos a su capitán. A las 3:04 se hundía el Nothampton,
de modo que el balance total de la batalla del día anterior fue de
un destructor japonés hundido frente a un crucero hundido y otros
cuatro dañados. Aunque la victoria era indudablemente japonesa, el
hecho fue que los suministros no fueron descargados.
En Túnez los alemanes y los italianos lanzaron una contraofensiva
contra las tropas británicas que habían invadido el territorio
desde Argelia.
En Francia surgió una nueva organización de la resistencia, la Organicación
de Resistencia del Ejército, dirigida por el general Aubert
Frère, que reconocía al general Giraud como máximo dirigente
francés, y no se llevaba bien con las organizaciones supeditadas a
de Gaulle. A lo largo del año los grupos de resistencia franceses
llevaron a cabo 278 acciones de sabotaje, frente a los 168
bombardeos llevados a cabo por la aviación aliada.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Trevalgan)
cerca de la isla de Trinidad.
El primer ministro griego, Geórgios Tsolákoglu, había perdido la
poca popularidad que le quedaba cuando intentó enviar ciudadanos
griegos a trabajar a Alemania, como estaban haciendo los gobiernos
de Francia y otros países ocupados. El 2 de
diciembre Tsolákoglu fue destituido y sustituido por el
vice primer ministro, Konstantínos Logothetópoulos, quien
anunció que 80.000 griegos serían enviados a Alemania. Las
protestas que se produjeron obligaron a retirar el plan.
Un submarino alemán hundió un carguero panameño (Amarylis)
en la costa índica sudafricana.
Mussolini seguía deprimido, pero se dirigió a la multitud en el Palazzo
Venezia en Roma, tras año y medio sin aparecer en público.
Esa noche se produjeron sucesos que no le ayudarían a recuperarse.
Un convoy de cuatro barcos de transporte de tropas escoltados por
tres destructores y dos torpederos se dirigía a Túnez cargado de
suministros para Rommel, que incluían 1.766 soldados de refresco,
698 toneladas de carga, 4 tanques, 32 vehículos y 12 piezas de
artillería. Contra él se dirigió una flota británica compuesta por
tres cruceros y dos destructores. Se entabló una batalla en la que
los cuatro barcos de transporte resultaron hundidos (KT 1,
Aventino, Puccini y Aspromonte), dejando más de 2.000
muertos, así como uno de los destructores de la escolta (Folgore).
Otro destructor resultó gravemente dañado por una explosión en las
bodegas donde se almacenaba la munición (118 muertos) y los dos
torpederos también sufrieron graves desperfectos. La flota
británica no sufrió daños. Sin embargo, unas horas más tarde
sufrió un ataque sin apenas consecuencias de la aviación italiana
y luego otro de la aviación alemana que hundió uno de los
destructores británicos (HMS Quentin).
Otra flota británica localizó un segundo convoy italiano (el Convoy
C) y hundió dos de sus barcos, un carguero (Veloce) y
un torpedero (Lupo). Por otra parte, submarinos británicos
hundieron un carguero italiano (Sacro Cuore) cerca de Libia
y otro francés (Sainte Marguerite II) cerca de San Remo.
El presidente Roosevelt recibió un mensaje que decía "El
navegador italiano ha tocado tierra en el nuevo mundo". Era
la clave que indicaba que se había logrado por primera vez llevar
a cabo una reacción nuclear en cadena. Lo había logrado un equipo
de la universidad de Chicago bajo la dirección de Enrico Fermi.
Un submarino alemán hundió un barco de pasajeros estadounidense (Coamo)
en el océano Atlántico. Murieron 186 de las personas a bordo,
incluyendo 133 tripulantes. Otros hundieron un carguero británico
(City of Bath) y otro noruego (Beholt).
El 3 de diciembre los japoneses
hicieron un nuevo intento de abastecer Guadalcanal con
destructores, pero la aviación estadounidense hundió casi todos
los suministros y sólo llegó a tierra una ínfima parte.
Un submarino japonés hundió un petrolero noruego (Belita)
en el océano Índico.
Rommel se presentó en Berlín, pero para entonces Hitler y
Mussolini ya habían asumido la necesidad de abandonar Libia, así
que empezaron los preparativos de la maniobra. Mientras tanto,
Montgomery, que seguía tenía presente el virtuosismo que había
demostrado Rommel en organizar contraataques por sorpresa, había
detenido su ofensiva para reorganizar sus efectivos y evitar
contratiempos.
Ahora era la aviación británica la que atacaba al Convoy C
italiano. Tres cargueros (Audace, Menes y Palmaiola)
resultaron hundidos.
Una torpedera alemana hundió un destructor británico (HMS
Penylan) en el canal de la Mancha.
Submarinos alemanes hundieron tres cargueros británicos (Empire
Dabchick, Solon II y Wallsend) en el océano
Atlántico.
El 4 de diciembre la aviación
estadounidense bombardeó por primera vez la Italia continental y
hundió un crucero (Muzio Attendolo) en el puerto de
Nápoles.
Ese día se estrenó El cisne negro, una película de
aventuras dirigida por Henry King y protagonizada por Tyrone Power
y Maureen O'Hara. Para entonces, Power se había alistado en la
marina y estaba recibiendo entrenamiento.
El 5 de diciembre los japoneses
atacaron de nuevo al Hubalahap, en las Filipinas, pero
tampoco lograron ningún resultado efectivo.
Un nuevo convoy británico llegó a Malta procedente de Port Said
sin que hubiera sufrido ningún ataque relevante, con lo que la
isla quedó abastecida para varios meses. Definitivamente, el
bloqueo había sido anulado.
Las fuerzas del Eje habían hecho retroceder a los británicos en
Túnez casi hasta su punto de partida.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Teesbank)
en el océano Atlántico.
En el campo de concentración de estadounidenses japoneses en
Manzanar (California) se habían producido tensiones internas
debido a la escasez de azúcar. El líder de la Liga de
Ciudadanos Japoneses Estadounidenses había recibido una
paliza por parte de seis hombres enmascarados. Ese día un cocinero
japonés, Harry Ueno, fue trasladado a otro campo bajo
sospecha de haber estado relacionado con la agresión, pero más de
3.000 internos se congregaron para protestar y, tras unas
negociaciones, Ueno pudo regresar.
El 6 de diciembre la RAF bombardeó
Eindhoven, en los Países Bajos.
Un submarino británico hundió otro italiano (Porfido) ante
la costa de Argelia.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Henry
Stanley) y otro neerlandés (Serooskerk) en el océano
Atlántico.
Varios cientos de internos del campo de Manzanar se congregaron
para protestar por el regreso de Ueno, y la policía militar les
lanzó gases lacrimógenos. Un grupo lanzó un camión sin conductor y
entonces la policía disparó. Un chico de 17 años murió al instante
y un hombre de 21 años fue herido en el abdomen y murió días
después. Otros nueve prisioneros resultaron heridos, así como un
policía militar, a consecuencia del rebote de una bala.
El 7 de diciembre 12 destructores
japoneses intentaron por tercera vez llevar suministros a
Guadalcanal, pero fueron alejados por torpederas estadounidenses.
Por esas fechas los japoneses perdían unos 50 hombres al día en
Guadalcanal a causa de la malnutrición, enfermedades y ataques
aliados.
Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Hino
Maru No 3) en el mar del Sur de China.
Un submarino alemán hundió un carguero griego (Saronicos)
ante la costa de Mozambique.
Esa noche se puso en marcha la Operación Frankton. Diez
marines británicos salieron de un submarino en cinco canoas cerca
del estuario del río Garona con la misión de remar por él durante
la noche, ocultándose durante el día, hasta llegar al puerto de
Burdeos y poner bombas lapa en los barcos anclados en él. En
realidad tenían que haber sido seis canoas, pero una se dañó al
sacarla del submarino y sus tripulantes tuvieron que quedarse en
él. El tiempo no era bueno y una de las canoas se perdió. Sus dos
ocupantes murieron de hipotermia. Las olas de metro y medio
volcaron otra canoa, cuyos ocupantes pudieron sujetarse a las
otras para ser remolcados a tierra. Finalmente tres canoas
desembarcaron cerca de St. Vivien du Medoc, la cuarta se
había distanciado de ellas y terminó hundiéndose. Sus ocupantes,
el teniente John MacKinnon y el marine James Conway
fueron hospedados unos días en una granja, y luego salieron
tratando de llegar hasta España.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Peter Maersk)
en el océano atlántico. No muy lejos del lugar, otro hundía un
barco de pasajeros (Ceramic) con 657 personas a bordo bajo
una intensa tormenta. El oleaje volcó varios de los botes
salvavidas. A la mañana siguiente el submarino regresó para
comprobar si el barco se había hundido. Los ocupantes de un bote
salvavidas hicieron señales de petición de auxilio. El capitán del
submarino había ordenado preparativos para rescatar al capitán del
barco, pero la tormenta seguía siendo intensa y en esas
circunstancias ordenó que rescataran al primer náufrago que
encontraran, y el afortunado fue el zapador Eric Munday,
que, aunque convertido en prisionero de guerra, fue el único
superviviente del naufragio.
La noche del 8 de diciembre torpederas
estadounidenses hundieron un submarino japonés que trataba de
abastecer Guadalcanal.
La invasión aliada de Irán había provocado una crisis
alimentaria. Ese día hubo disturbios en Teherán. Grupos de
estudiantes tomaron el edificio del Parlamento, las tiendas de los
alrededores fueron saqueadas y la casa del primer ministro, Ahmad
Qavam, fue incendiada.
El crucero alemán Michel hundió un carguero griego (Eugenie
Livanos) cerca de Madagascar.
Durante el día el sargento Samuel Wallace y el marine Robert
Ewart, mientras permanecían ocultos en Francia en el
transcurso de la Operación Frankcton, fueron capturados en Grave
Point. Los otros cuatro miembros del equipo reanudaron su
marcha al caer la noche y avanzaron 35 km en 6 horas.
El puerto español de Algeciras se encuentra justo delante del
Peñón de Gibraltar. El mismo día en que Italia entró en guerra,
comandos británicos sabotearon y hundieron el Olterra, un
petrolero italiano que se encontraba entonces en Algeciras. En los
últimos meses había sido reflotado para repararlo vendérselo a un
naviero español, aunque eso era sólo una fachada para una
operación secreta de la marina italiana, de la que no tenía
conocimiento el gobierno español. Se trataba de convertir el barco
en una base de "torpedos humanos", es decir, de torpedos que
serían guiados por submarinistas hasta objetivos en Gibraltar. Los
torpedos habían sido introducidos de contrabando en España
separados en piezas. Y finalmente el Olterra estaba listo
para entrar en acción.
Dos días atrás habían llegado a Gibrarltar varios barcos que
habían participado en la Operación Antorcha, entre ellos
un acorazado, un crucero, dos portaaviones y varias unidades de
escolta. En las primeras horas del día tres torpedos humanos
salieron del Olterra, cada uno dirigido por dos hombres.
El primero llegó a Gibraltar a las 2:15 y sus tripulantes trataban
de encontrar una brecha en la red de acero que protegía la entrada
al puerto cuando fueron alcanzados por una carga de profundidad de
las que lanchas británicas lanzaban cada tres minutos precisamente
para recibir a esa clase de visitantes. Los cuerpos de los dos
italianos serían recuperados unos días más tarde. El segundo
torpedo fue divisado por un foco y varios cazasubmarinos salieron
en su búsqueda.Los dos tripulantes optaron por hundirlo y
esconderse en un carguero estadounidense que estaba en el puerto.
Allí se quitaron sus trajes de buzo y luego se entregaron a las
autoridades británicas y afirmaron que habían llegado en
submarino. El tercer torpedo se encontró con que lo estaban
buscando por la alarma que había causado el anterior y volvió a su
base.
Submarinos alemanes atacaron al convoy HX 217 al sur de
Groenlandia. Uno de ellos chocó contra otro mientras maniobraba y
se hundió. Otro fue hundido por cargas de profundidas por la
aviación británica, y otros dos lograron hundir un carguero
estadounidense (James McKay) y un petrolero británico (Empire
Spenser).
El 9 de diciembre los australianos
expulsaron a los japoneses de Gona, en Nueva Guinea. Ese día el
general Vandegrift fue sustituido por el general Alexander
Patch al frente de las tropas estadounidenses en
Guadalcanal.
Torpederas estadounidenses hundieron un submarino japonés ante
Guadalcanal. Murieron 89 de sus tripulantes y sólo se salvaron
cuatro, que lograron llegar a tierra a nado.
Ese día se estrenó en Perm con gran éxito el ballet Gayaneh,
de Aram Jachaturián, que incluye la archiconocida "Danza del
sable". El compositor fue galardonado con un Premio del
Estado Soviético, pero devolvió el importe con la petición de que
se empleara en la construcción de un tanque para el Ejército Rojo.
Las pruebas de Wernher von Braun y sus cohetes no iban muy bien.
Tras el éxito conseguido hacía dos meses, un nuevo intento había
sufrido una avería en vuelo y los siguientes habían ido de mal en
peor, sin pasar de los 14 km de recorrido. Ese día lanzó otro
prototipo que estalló tras haber recorrido unos 100 metros.
Un submarino alemán destruyó un destructor británico (HMS
Porcupine) cerca de Orán. La aviación italiana hundió una
corbeta británica (HMS Marigold) y un carguero francés (Mascot)
en el Mediterráneo, mientras que un submarino británico hundió un
carguero alemán (Süllberg) cerca de Túnez.
El convoy HX 217 perdió un carguero británico (Charles
L D) a manos de los submarinos alemanes. Otro submarino
hundió otro carguero (Nigerian) cerca de Trinidad.
El 10 de diciembre submarinos
estadounidenses hundiero un petrolero y dos cargueros japoneses (Kamoi
Maru, Genzan Maru y Shingo Maru) cerca de Japón.
El frente en Túnez se estabilizó al este de Medjez el-Bab. Los
británicos contaban ya 1.000 desaparecidos (la mayoría prisioneros
de guerra), 73 tanques perdidos, otros 432 vehículos y 70 piezas
de artillería.
El 11 de diciembre once destructores
japoneses trataron de abastecer Guadalcanal por cuarta vez, pero
torpederas estadounidenses lograron hundir el Teruzuki, el
barco en el que se encontraba Tanaka, que resultó herido.
Nuevamente, sólo una pequeña parte de los suministros pudo ser
entregada. Tanaka fue relevado del mando.
Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Johore
Maru) en el Pacífico.
Montgomery lanzó una nueva ofensiva en El Agheila contra los
restos del Afrika Korps. Rommel empezó a poner en práctica
su plan de retirada hacia Túnez.
Un submarino alemán hundió un destructor británico (HMS Blean)
cerca de Orán.
Finalmente los cuatro supervivientes de la Operación Frankton
habían llegado al puerto de Burdeos. Allí colocaron las bomba lapa
en los barcos que encontraron y luego se retiraron. Mientras tanto
Wallace y Ewart, tras haber pasado por largos interrogatorios sin
confesar nada, fueron fusilados de acuerdo con la Orden de los
Comandos, a pesar de que habían sido capturados vistiendo
uniforme.
Marlene Dietrich, Randolph Scott y John Wayne habían estrenado
unos meses atrás el western El usurpador, y ahora repetían
la combinación con Pittsburgh. Fue un éxito de taquilla,
aunque la crítica lo calificó de rutinario y predecible.
El 12 de diciembre unos pocos
japoneses lograron infiltrarse tras las líneas estadounidenses en
Guadalcanal y destruyeron un avión y un camión cisterna del
aeropuerto antes de retirarse.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Gyukozan
Maru) cerca de la costa japonesa.
Erik von Manstein inició un ataque al frente del Cuarto
Ejército alemán con la misión de rescatar al Sexto
Ejército rodeado en Stalingrado. La operación se llamó Tormenta
de Invierno. Sus efectivos eran bastantes menos de los que
había solicitado, pero pilló por sorpresa a los soviéticos y no
tuvo dificultad en arrollar a la infantería soviética y capturar
intacta su artillería. Los soviéticos se apresuraron a reforzar
las poblaciones situadas frente a la zona de avance alemán.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Gull)
ante la costa de Mozambique.
Los alemanes liquidaron el gueto de Łuck, ejecutando a
sus más de 25.000 ocupantes. Sólo unos pocos lograron escapar. Un
grupo de judíos se atrincheró en una antigua escuela, y a los
alemanes les costó todo el día vencer su resistencia.
Unos 18.000 judíos, principalmente ancianos, fueron deportados de
Theresienstadt a otros campos, donde la mayoría fue asesinada
inmediatamente.
Un submarino italiano lanzó un grupo de hombres rana y "torpedos
humanos" contra el puerto de Argel. Un carguero británico (Ocean
Vanquisher) y otro noruego (Berta) resultaron
hundidos y un petrolero (Armatan), un carguero (Empire
Centaur) y un barco estadounidense de transporte de tropas
resultaron dañados. Por otra parte, 16 submarinistas italianos
fueron capturados.
Una torpedera italiana hundió un submarino británico (P222)
ante la costa de Capri.
En Libia Montgomery envió una división australiana con la misión
de rodear a las fuerzas del Eje y cortarles la retirada.
Torpederas alemanas hundieron cuatro cargueros británicos (Avonwood,
Glen Tilt, Knitsley y Lindisfarne) y uno noruego (Marianne)
de un convoy en el mar del Norte.
A partir de las 7:00 empezaron a explotar las bombas lapa que
habían sido colocadas la noche anterior sobre los barcos del
puerto de Burdeos. Los resultados fueron modestos: seis barcos
resultaron dañados, aunque sólo uno de gravedad. Los cuatro
marines supervivientes habían hundido sus canoas y se disponían a
atravesar Francia hasta la frontera española, pero dos de ellos,
el cabo Albert Frederic Laver y el marine William
Mills, fueron capturados por la gendarmería, que los entregó
a los alemanes. Los dos restantes, el mayor Herbert George
Hasler y el marine William E. Sparks, lograron
contactar con la resistencia francesa.
El general Agustín Muñoz Grandes, que Franco había enviado al
frente de la División Azul, se había entrevistado con Hitler
tiempo atrás y, a través del intérprete español, Franco se enteró
de que, al parecer había causado muy buena impresión al Führer.
Parece ser que Hitler pensaba que Muñoz Grandes apoyaba con
entusiasmo la idea de que España entrara en la guerra, y ello
podría hacer interesante que pudiera sustituir a Franco al frente
del gobierno español. Por ello ahora Franco ordenaba la
sustitución de Muñoz Grandes por el general Emilio
Esteban-Infantes.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Empire
Hawkbill y Ripley) en el océano Atlántico.
El 13 de diciembre las tropas de von
Manstein derrotaron a un ejército soviético de tanques, tras lo
cual cruzaron el río Alksay. Entonces se inició una gran
batalla con tanques cerca de la pequeña aldea cosaca de Verkhne-Kumskiy.
Al precio de cuantiosas bajas materiales y humanas, los soviéticos
pudieron devolver a los alemanes a las orillas del Alksay, pero
los alemanes conservaron la aldea y sus cabezas de puente.
La aviación británica hundió un carguero alemán (Theano)
ante la costa noruega.
La aviación italiana detectó el intento de Montgomery de rodear a
las tropas de Rommel. Éste quiso entonces atacar a las unidades
australianas, pero no disponía de combustible suficiente. Los
italianos contuvieron un ataque británico que había contado con 80
tanques y por la noche lanzaron un contraataque tras el cual los
australianos se retiraron dejando 22 tanques y 2 carros blindados
ardiendo.
Una corbeta británica hundió un submarino italiano (Corallo)
cerca de Bujía. La aviación británica hundió un carguero italiano
(Foscolo) en el Mediterráneo.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (City of
Bombay) y otro sueco (Scania) en el océano Atlántico.
El 14 de diciembre los australianos
entraron en Buna, apoyados por siete tanques, pero los japoneses
seguían conservando su cabeza de playa en la zona.
La aviación estadounidense hundió un carguero japonés (Canberra
Maru) en Guadalcanal.
Varios ataque soviéticos contra las posiciones alemanas en
Verkhne-Kumskiy habían fracasado y von Manstein estaba avanzando
hacia el río Myshkova, aunque tuvo que tomar un tiempo
después de la batalla para reorganizar sus tropas y reparar
algunos tanques.
Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Sawahloento)
en la costa índica de Sudáfrica.
Etiopía se unió oficialmente a los aliados.
Submarinos británicos hundieron un petrolero (Castelverde)
y dos cargueros italianos (Delfin y Honestas) en el
Mediterráneo. Otro carguero (Caucaso) fue hundido por la
aviación. Un submarino alemán hundió un carguero británico (Edencrag)
cerca de Argel.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Orfor) y
otro sueco (Etna) en el océano Atlántico.
El 15 de diciembre cinco soldados
japoneses realizaron una incursión en el aeropuerto estadounidense
en Guadalcanal y destruyeron varios aviones. El general Patch
consideró que estas incursiones ponían de manifiesto un riesgo
inaceptable, y se propuso expulsar definitivamente a los japoneses
de la isla. El primer paso sería expulsarlos de una colina cercana
que los estadounidenses habían bautizado como monte Austen.
En Nueva Guinea, los japoneses fueron definitivamente expulsados
de Buna.
Tras diez días de combate, los partisanos yugoslavos retomaron a
la Ustacha la ciudad de Livno.
En Libia los australianos habían logrado situarse al oeste de las
fuerzas de Rommel y bloquear la carretera por la que huían, pero
estaban muy dispersos y Rommel pudo dividir sus tropas en pequeños
grupos que lograron colarse entre los huecos que dejaban las
posiciones australianas, burlando así el cerco. Más adelante
Rommel señalaría que Montgomery no tenía que haber lanzado su
ataque en El Agheila hasta que los australianos no hubieran estado
en condiciones de cortarles la retirada.
Un destructor británico y otro griego obligaron a emerger a un
submarino italiano (Uarsciek) con cargas de profundidad y,
tras un combate en superficie, lo capturaron. Más tarde se hundió
mientras era remolcado. Un submarino británico hundió un carguero
italiano (Sant'Antioco) en el Mediterráneo. La Luftwaffe
hundió un carguero británico (Hannah Møller)
cerca de Bengasi.
Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (Alcoa
Rambler) y otro egipcio (Star of Suez) en el océano
Atlántico. Otro submarino fue hundido por un guardacostas
estadounidense. Por su parte, barcos británicos hundieron un
carguero alemán (Germania) cerca de la costa atlántica
española.
El 16 de diciembre un submarino
estadunidense hundió dos cargueros (Genzan Maru y Shingo
Maru) de un convoy japonés en el Pacífico.
Los soviéticos habían planeado una Operación Saturno
similar a la Operación Urano para aislar la vanguardia de
las tropas alemanas en el Cáucaso, pero la acometida alemana en la
Operación Tormenta de Invierno había obligado a modificar
los planes a otros menos ambiciosos, y así, ese día se puso en
marcha la Operación Pequeño Saturno, en la que dos
ejércitos soviéticos atacaron desde el norte al Octavo
Ejército italiano.
Himmler promulgó un decreto por el que los gitanos y miembros de
otros clanes balcánicos de origen no alemán debían ser enviados a
Auschwit, como los judíos, a menos que hubieran servido en la Wehrmacht.
Esa noche una compañía estadounidense atacó Maknassy, 249
km al sur de la ciudad de Túnez, y capturó 21 prisioneros
italianos.
El primer ministro polaco en el exilio, el mariscal Władysław
Sikorski, informó en Nueva York sobre un documento hecho público
una semana antes en el que se descibía la magnitud del genocidio
judío en Polonia.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (East
Wales y Observer), otro belga (Emile Francqui)
y un petrolero noruego (Bello) en el Atlántico.
El 17 de diciembre un batallón
estadounidense bajo el mando del teniente coronel William C.
Wright, empezaba a ascender por el monte Austen, en
Guadalcanal.
Mientras tanto cuatro brigadas británicas cruzaban la frontera de
la India y entraron en Birmania, donde pronto se encontraron con
la oposición japonesa.
Tres cuerpos de tanques soviéticos penetraron el frente alemán en
Stalingrado y uno de ellos inició entonces una incursión hacia el
aeropuerto de Tatsinkaya, que era la base principal de
operaciones de la Luftwaffe en la zona.
Un submarino británico hundió un destructor italiano (Aviere)
cerca de Bizerta, en Túnez.
En un pleno de la Cámara de los Comunes británica, el Secretario
de Asuntos Exteriores, Anthony Eden, leyó el comunicado siguiente,
que fue publicado por los principales periódicos del mundo libre:
Los gobiernos de Bélgica, Checoslovaquia, Grencia, Yugoslavia, Luxemburgo, los Países Bajos, Noruega, Polonia, la Unión Soviética, el Reino Unido y de los Estados Unidos, así como del Comité Nacional Francés, han recibido numerosos informes procedentes de Europa según los cuales las autoridades alemanas, no satisfechas con haber denegado a las personas de raza judía en todos los territorios sobre los que ha sido extendido su bárbaro gobierno los más elementales derechos humanos, ahora están llevando a cabo la intención a menudo manifestada por Hitler de exterminar la población judía de Europa.
Los judíos están siendo transportados desde todos los países ocupados, en condiciones de horror y brutalidad estremecedoras, hasta la Europa del Este. En Polonia, que se ha convertido en el principal matadero nazi, los guetos establecidos por el invasor alemán están siendo vaciados sistemáticamente de todos los judíos excepto de unos pocos trabajadores altamente cualificados necesarios para las industrias bélicas. De todos ellos no se ha vuelto a saber nada. A las personas sanas se las hace trabajar hasta morir lentamente en campos de trabajo. A los débiles se les deja morir de hambre o por las enfermedades, o son asesinados en ejecuciones masivas. El número de víctimas de estas sangrientas crueldades se calcula en varios cientos de miles de hombres, mujeres y niños completamente inocentes.
Los gobiernos mencionados anteriormente y el Comité Nacional Francés, condenan en los términos más enérgicos posibles esta política brutal de exterminio a sangre fría. Y declaran que tales sucesos sólo pueden fortalecer la determinación de todos los pueblos amantes de la libertad de derrocar la bárbara tiranía hitleriana. Y así reafirman su resolución solemne de asegurar que los responsables de tales crímenes no escaparán al castigo y de continuar con las medidas prácticas necesarias para este fin.
En general, estas noticias fueron acogidas con escepticismo, como
exageraciones de la propaganda de guerra, o como el producto de
rumores infundados, pues la mayoría de la gente no podía creer que
pudiera haber seres con cromosomas humanos y que estuviran
haciendo lo que los nazis estaban haciendo. Cada vez aumentaban
más las presiones sobre el papa Pío XII para que condenara estos
hechos, algo que se resistía a hacer arguyendo que unas
declaraciones suyas en tal sentido podrían poner en peligro a
millones de católicos en los territorios ocupados por los nazis.
Esa misma noche los nazis llevaron a cabo una redada en la
iglesia católica y el monasterio de las Hermanas de los Pobres
en Słonim, donde judíos evadidos del gueto liquidado unos meses
antes se escondían en áticos, establos, almacenes e invernaderos.
Varios cientos de polacos católicos fueron capturados y ejecutados
al día siguiente siguiendo el mismo sistema empleado con los
judíos, entre ellos el cura de la parroquia, Adam Sztark.
Un submarino alemán hundió un destructor británico (HMS
Firedrake) en el océano Atlántico.
El 18 de diciembre las fuerzas
estadounidenses entraron en combate con las japonesas en el monte
Austen, pero estaban agotados y deshidratados como consecuencia
del viaje por la densa selva, y no pudieron vencer la resistencia
japonesa.
Un submarino estadounidense hundió un crucero japonés (Tenryū)
cerca de Nueva Guinea.
La ofensiva de la Operación Pequeño Saturno había logrado
crear una pequeña brecha en el frente italiano. Von Manstein
empezó a considerar que su flanco izquierdo quedaba amenazado y
que, en esas circunstancias, no podía continuar con su misión de
rescatar el ejército de Paulus aislado en Stalingrado. Manstein
sugirió entonces a Hitler que ordenara a Paulus que presionara
también desde su lado para romper el cerco, pero Hitler se negó.
Un submarino alemán hundió un destructor británico (HMS
Partridge) ante la costa de Orán. En el Atlántico otros
submarinos hundieron un carguero británico (Bretwalda) y
otro griego (Oropos).
El 19 de diciembre, tras un bombardeo
aéreo, el lugarteniente Wright estaba inspeccionando la zona
cuando fue abatido por el fuego de unas ametralladoras japonesas
camufladas. Mientras esperaban la llegada de un nuevo oficial al
mando, las tropas se tuvieron que defender de tiradores japoneses
inflitrados en sus posiciones.
Las tropas de von Manstein lograron cruzar el río Myshkova, pero
en otros puntos del frente el ejército soviético frustraba todos
los intentos alemanes de avanzar. Manstein envió a uno de sus
oficiales a Stalingrado a informar a Paulus de la situación.
Paulus coincidió con Manstein en que la mejor opción era que sus
hombres trataran de romper el cerco, pero cuando se enteró de que
Hitler pensaba lo contrario, comprendió que era inviable. El caso
era que ese mismo día las fuerzas de Manstein había llegado a
situarse a apenas 48 km de las de Paulus. La Luftwaffe
alcanzó ese día el mayor éxito de su campaña de abastecimiento,
transportando 262 toneladas de suministros a la bolsa de
Stalingrado en 154 vuelos.
Los italianos en el Cáucaso tuvieron que retroceder a nuevas
posiciones defensivas.
Hitler recibió a Pierre Laval, el primer ministro francés, a
quien le reprochó la incapacidad de su gobierno para mantener el
orden público en Francia.
El 20 de diciembre un submarino
estadounidense hundió otro japonés en el Pacífico.
La picadora de carne había hecho honor a su nombre y la Operación
Marte terminó en un estrepitoso fracaso para el Ejército
Rojo. Los alemanes habían recuperado casi todo el terreno perdido,
y las bajas soviéticas eran de unos 100.000 muertos y unos 235.000
heridos, y además habían perdido unos 1.600 tanques. Las bajas
totales alemanas eran de unos 60.000 hombres.
Un submarino alemán hundió un petrolero británico (Otina)
al oeste de Irlanda.
El 21 de diciembre un submarino alemán
hundió un carguero británico (Montreal City) cerca de
Terranova.
El 22 de diciembre un submarino
estadounidense hundió un carguero japonés (Teifuku Maru) en
el Pacífico.
Unos 25.000 italianos y 1.500 alemanes habían quedado encerrados por el ejército soviético cerca de Chertkovo. No era un lugar muy agradable para permanecer sin buenos suministros, pues en esas fechas las temperaturas solían llegar a los 50 grados bajo cero. Los cercados trataron de encontrar una salida por todos los medios, pero no lo tenían fácil. La artillería soviética atacaba por todas partes y no había medios para atender a los heridos. Algunos grupos de italianos se entregaron, pero la mayoría resistió. Un comisario político soviético se presentó en tres ocasiones a solicitar la rendición. En las dos primeras la respuesta fue negativa, aunque unos pocos italianos prefirieron acompañarlo para entregarse como prisioneros de guerra. A la tercera oferta de rendición vez un alemán mató tanto al soviético como a los negociadores italianos, respuesta que los soviéticos interpretaron como un no. Ese día los soviéticos capturaron 4.500 prisioneros.
Arvid Harnack y Harro y Libertas Schulze-Boysen, los cabecillas
de la Orquesta Roja, fueron ahorcados en Berlín tras haber
sido condenados por alta traición. Mildred Harnack fue condenada a
seis años de cárcel, pero Hitler se dio cuenta de que el juicio no
había sido justo en su caso (pues no la había condenado a muerte
también) y ordenó que se repitiera.
Las fuerzas británicas lanzaron un gran ataque contra las
posiciones alemanas en Túnez y lograron un avance significativo.
Si alguien se paraba a observar a los niños de cualquier colegio
estadounidense, no era raro que pudiera verlos de pie con el brazo
derecho levantado con la palma hacia abajo saludando a la bandera
nacional. Si la escena le llevara a uno a dudar de si no estaría
contemplando una reunión de las Juventudes Hitlerianas,
sólo necesitaba esperar unos segundos para comprobar cómo, a
medida que los niños recitaban el juramento de lealtad, las palmas
de sus manos giraban para ponerse con la palma hacia arriba. Era
el saludo Bellamy, pero la idea de que, a primera vista (y
en las fotografías), pudiera confundirse con el saludo romano
adoptado por los nazis resultaba cada vez más molesta, así que ese
día el Congreso modificó una ley aprobada unos meses antes en
virtud de la cual se fijó que la forma en que los civiles o
militares retirados mostrarían su respeto a la bandera durante el
juramento de lealtad o la interpretación del himno nacional sería
llevando la mano derecha sobre el pecho, a la altura del corazón.
La ley reconocía por primera vez oficialmente el juramento de
lealtad, pero con un texto ligeramente modificado:
Juro lealtad a la bandera de los Estados Unidos de América y a la república que representa, una nación indivisible con libertad y justicia para todos.
El 23 de diciembre los tanques
soviéticos que avanzaban hacia el aeropuerto de Tatsinkaya había
alcanzado la cercana Skassirskaya. Von Manstein desistió
ya definitivamente de todo intento de rescatar al ejército de
Paulus.
Un contraataque del Eje en Túnez devolvió a los británicos a sus
posiciones iniciales.
Los estadounidenses habían continuado su avance por el monte
Austen sin encontrar apenas resistencia japonesa, hasta que
finalmente el 24 de diciembre fueron
detenidos en la ladera de una colina ante la mayor fortaleza
levantada por los japoneses en la isla, conocida como Gifu
(el nombre de una región de Japón) y que estaba defendida por unos
800 hombres.
Tras media hora de bombardero de artillería, los soviéticos
lanzaron su ataque definitivo sobre los alemanes e italianos
rodeadodos en Chertkovo, pero éstos continuaron resistiendo
incluso en combates cuerpo a cuerpo. Mientras tanto los tanques
soviéticos llegaban al aeropuerto de Tatsinkaya, donde los pilotos
de la Luftwaffe no contaban con más protección que unos cuantos
soldados rumanos. En menos de una hora despegaron 124 aviones que
se desplazaron a Novocherkassk, mientras que más de 70
aviones acabaron en llamas.
Los alemanes llevaron al cementerio a un grupo de judíos del
gueto de Mińsk y los asesinaron. Ya sólo quedaban unos 400.
François Darlan se disponía a entrar en su despacho en el Palacio
de Verano, donde tenía su cuartel general, cuando un joven
de 20 años llamado Fernand Bonnier de La Chapelle sacó una
pistola y le disparó dos tiros, uno en la cara y otro en el pecho,
y luego otro en el muslo de un capitán de fragata que lo
acompañaba. Los presentes redujeron a al asesino, que no parecía
preocupado por las consecuencias que pudiera ocasionarle su
actuación. Bonnier pertenecía a la resistencia francesa y había
colaborado en el golpe previo al desembarco aliado unas semanas
antes.
En su mensaje de Navidad, difundido por radio, el papa Pío XII
hizo una alusión a "los centenares de miles de personas que,
sin ninguna culpa por su parte, y tal vez por el meero hecho de
su nacionalidad o de su raza, han sido abocados a la muerte o a
una exterminación progresiva". Las autoridades nazis no
tardaron en anunciar que "el papa se ha hecho portavoz de los
judíos, criminales de guerra".
El 25 de diciembre aviones
estadounidenses bombardearon Rabaul. Submarinos estadounidenses
hundieron dos cargueros japoneses en el Pacífico (Banshu Maru
No 2 y Tokiwa Maru No 1).
En Chertkovo unos pocos soldados italianos había logrado evadir
el cerco soviético y llegar a la ciudad. Entre los restantes, hubo
más de 10.000 muertos, unos 5.000 heridos o víctimas del frío y
más de 10.000 prisioneros.
En Túnez los británicos tuvieron que retirarse hasta Medjez ante
la falta de munición y la precaria posición en la que se
encontraban.
En Argel un juicio sumarísimo condenó a muerte a Fernand Bonnier.
La defensa solicitó clemencia, pero Henri Giraud se negó a
posponer la ejecución, que fue fijada para el día siguiente. Ello
era contrario al sistema legal vigente de la Francia de Vichy.
Torpederos italianos hundieron un submarino británico ante la
costa de Túnez.
El embajador estadounidense en el Vaticano le dijo al papa que su
mensaje de Navidad no había estado a la altura de las
expectativas, a lo cual el pontífice le respondió que, al hablar
de atrocidades, no podía haber mencionado a los nazis sin haber
mencionado igualmente a los bolcheviques, y que a su juicio eso no
habría complacido tampoco a los aliados. Por otra parte, si bien
el papa tenía en eso toda la razón, no es menos cierto que, al
hablar de atrocidades, también habría tenido que mencionar a los
croatas católicos, como "El hermano Satán", el franciscano
Miroslav Filipović, que para celebrar la Navidad en el campo de
concentración de Stara Gradiška ordenó una misa, y luego un acto
en el que, tras haber matado a dos presos con un cuchillo mientras
un judío tenía que cantar, ordenó a éste que se le acercara y lo
apuñaló también en el pecho y en la garganta. Después ató a 56
judíos bosnios y empezó a golpearlos con un hacha hasta hacerlos
caer en un pozo. Para rematar la ceremonia (nunca mejor dicho)
asesinó a 40 aldeanos bosnios disparándoles en la cabeza. Luego se
sentó y declaró que se había hecho justicia.
Por otro lado, también hay que destacar la labor de los curas y
monjas católicos de Bélgica, que estaban ocultando a grandes
cantidades de judíos. Un 40% de la población judía belga estaba
escondida, principalmente al amparo de gentiles. Muchos otros
habían aceptado ser deportados a lo que creían que eran trabajos
forzosos en Alemania, cuando en realidad iban a campos de
exterminio en el este de Europa. Unos 16.000 judíos habían sido
deportados en 17 convoys.
Un submarino italiano hundió un carguero filipino (Doña Aurora)
ante la costa brasileña.
Ese día se estrenó Las mil y una noches, una película de
aventuras protagonizada por Sabu Dastagir, y la primera película
que la Universal rodaba en color en los últimos 12 años. Fue un
gran éxito de taquilla, aunque las críticas fueron tibias. El
papel de Scheherezade lo interpretó una actriz dominicana
llamada María África Gracia Vidal, aunque había adoptado
el nombre artístico de María Montez. Había empezado su
carrera cinematográfica dos años antes, pero éste fue su primer
papel destacado, y pronto sería conocida como La reina del
Technicolor. El papel del califa Harún al-Rashid lo
interpretó Jon Hall, cuyo primer papel protagonista lo
había obtenido recientemente en una película de ciencia ficción
titulada El agente invisible.
La única colonia africana francesa que resistía a los aliados era
Somalia, pero finalmente, ante la caída de Madagascar y el paso
del resto de África a la Francia Libre, el 26
de diciembre el gobernador Dupont presentó su rendición.
A las 7:30 de la mañana fue fusilado Fernand Bonnier. La rapidez
en la ejecución de la sentencia desató muchos rumores sobre quién
podía haber estado detrás del asesinato de alguien tan molesto
para los aliados como había sido el almirante Darlan, que fue
sucedido por Giraud como máxima autoridad del África Septentrional
y Occidental Francesa.
Destructores británicos hundieron un submarino alemán al noroeste
de Irlanda.
El general soviético Andréi Vlásov había recibido en su
cautiverio la visita del capitán Wilfried Strik-Strikfeldt,
que había luchado contra los bolcheviques en la guerra civil rusa.
Fue a su encuentro porque sus carceleros nazis habían detectado
cierta aversión hacia Stalin en Vlásov y, en efecto,
Strik-Strikfeldt logró convencer a Vlásov de que encabezara un Movimiento
de Liberación de Rusia (de liberación del comunismo,
naturalmente). Vlásov escribió un memorándum en el que razonaba la
conveniencia de una estrecha colaboración entre la Alemania nazi y
los rusos antiestalinistas, a raíz del cual Goebbels lo mandó
llevar a Berlín y el 27 de diciembre se
formó el Ejército Ruso de Liberación, al menos sobre el
papel (y sobre los planfletos firmados por Vlásov que fueron
esparcidos por el frente), porque Hitler no estaba dispuesto bajo
ningún concepto a armar a los soviéticos. Fue un concepto
que existió sólo a efectos de fomentar la deserción de oficiales y
soldados soviéticos y de conseguir la colaboración de muchos
prisioneros de guerra. Este ejército fantasma llegó a disponer de
1.5 millones de soldados, algunos de los cuales fueron enviados al
frente únicamente en calidad de tropas auxiliares, sin actividad
bélica propiamente dicha.
En las primeras horas del día un submarino alemán había detectado
al convoy ON 154 en el Atlántico, y a lo largo del día
varios submarinos hundieron cinco de sus barcos, cuatro cargueros
británicos (Empire Union, King Edward, Melrose Abbey y Scottish
Heather) y uno neerlandés (Soekaboemi). Uno de los
submarinos fue a su vez hundido por la escolta del convoy. Otro
submarino hundió un carguero británico (Oakbank) ante la
costa brasileña.
La noche del 28 de diciembre la mayor
parte de las tropas estadounidenses destinadas en la isla de
Goodenough fueron transportadas a Nueva Guinea para participar en
la batalla de Buna. No obstante, los pocos efectivos que
permanecieron en la isla hicieron creer a los japoneses que su
número era mucho mayor. Disponían de varios troncos apuntando al
cielo como si fueran cañones antiaéreos, de falsas alambradas, y
hasta de un falso hospital. También encendían fuegos como si
estuvieran cocinando para un gran número de soldados y enviaban
mensajes en clave fácilmente descifrables.
Submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses (Choyo
Maru y Omi Maru) en el océano Pacífico.
En Birmania, los japoneses frustraron un intento británico de
tomar la ciudad de Rathedaung.
El grupo A del ejército alemán (el que atacaba el Cáucaso)
recibió órdenes de retirarse para reforzar al grupo A en el frente
de Stalingrado.
Un submarino británico hundió un carguero alemán (Gran) en
el Mediterráneo.
El teniente John MacKinnon y el marine James Conway, mientras
trataban de llegar a España tras su fracasada participación en la
operación Frankton, fueron detenidos por la gendarmería francesa,
que los envió a a Burdeos, donde se encontraron con sus camaradas
Laver y Mills.
El convoy ON 154 fue víctima de un ataque submarino
masivo. Siete cargueros británicos (Baron Cochrane, Empire
Wagtail, Empire Shackleton, Lynton Grange, Melmore Head, Ville
de Rouen y Zarian), uno noruego (Norse King)
y otro belga (President Francqui) resultaron hundidos. Otro
submarino hundió el carguero británico Treworlas, también
en el Atlántico.
El 29 de diciembre fracasó un intento
estadounidense de flanquear el Gifu, dejando tras de sí 53
muertos, 129 heridos y 131 enfermos.
Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Haichan
Maru) en el mar de Java.
El general Mohan Singh del Ejército Nacional Indio había llegado perspicazmente a la conclusión de que los japoneses no tenían ningún interés en contribuir a la formación de una India independiente, sino más bien de emplear a los indios en su lucha contra los británicos. Los japoneses, más perspicazmente aún, se habían dado cuenta, así que lo destituyeron y lo pusieron bajo custodia de la policía militar japonesa.
Submarinos británicos hundieron dos cargueros italianos en el
Mediterráneo (Marte y Torquato Gennari). La
aviación hundió un tercero (Iseo) cerca de Argelia.
El 30 de diciembre un submarino
estadounidense hundió un transporte (Hitesu Maru) y un carguero
japonés (Hissho Maru) en el Pacífico. La aviación hundió
otro carguero (Tomiura Maru) en el puerto de Rabaul.
Henri Giraud había ordenado una nueva investigación sobre el
asesinato de Darlan y ahora ordenaba el arresto de 27 cabecillas
de la resistencia francesa en Argel, entre ellos Henri d'Astier,
que habían participado en el golpe previo al desembarco aliado y a
los que se suponía fuertemente implicados en el asesinato. Giraud
había mantenido a los principales colaboradores de Darlan y no
había hecho ningún amago de depuración de los militares que se
habían mostrado leales al régimen de Vichy, lo cual tal vez
contribuyó a mantener la lealtad hacia los aliados del África
Francesa. Tampoco derogó ninguna ley promulgada en Vichy. Así, por
ejemplo, siguió estando prohibido el acceso de los judíos al
ejército francés.
Submarinos alemanes hundieron un carguero noruego (Ingerfem)
y otro polaco (Paderewski) en el Atlántico. Otro hundió uno
de los barcos de la escolta del convoy ON 154 (HMS
Fidelity).
Hacía casi cinco años que el clarinetista de jazz Benny
Goodman había saltado a la fama y desde entonces había
enlazado un éxito tras otro. Ese día dio un concierto en el teatro
Paramount de Nueva York y en un momento dado subió al
escenario, como estrella invitada, un cantante de 27 años, hijo de
padres italianos, cuya popularidad había ido aumentando
vertiginosamente en ese mismo periodo, cuando, en sus propias
palabras "se armó la de Dios". Una horda de quinceañeras entró en
estado de histeria. Desde entonces, el joven Frank Sinatra
tuvo que aguzar el ingenio para escapar de sus admiradoras, a las
que no parecía importarles que que llevara tres años felizmente
casado.
La Armada japonesa llevaba un tiempo presionando para abandonar
Guadalcanal, a lo que el Ejército se oponía firmemente.
Finalmente, el 31 de diciembre, el Alto
Mando japonés, con la aprobación del emperador Hirohito, ordenó la
evacuación y el establecimiento de una nueva línea defensiva en
las islas Salomón centrada en Nueva Georgia.
La aviación alemana había detectado unos días atrás al convoy JW
51B, en el que 14 barcos mercantes llevaban suministros a la
Unión Soviética, y poco después una flota formada por 2 cruceros y
6 destructores había salido para interceptarlo. El convoy tenía a
su vez una escolta de 6 destructores y otros cinco barcos menores.
A las 8:20 uno de los destructores británicos divisó tres
destructores alemanes a lo lejos, y poco después otro avistó al Almirante
Hipper. Se inició entonces la Batalla del mar de
Barents. El Almirante Hipper dañó gravemente al
destructor Onslow, en el que viajaba el capitán Robert
Sherbrooke, que resultó herido y tuvo que transferir el
mando al Obedient. Luego el Almirante Hipper atacó
al dragaminas Bramble, al que destrozó con su armamento
superior y luego se volvió hacia el Obedient y el Achates
dejando en manos de un destuctor acabar con el Bramble,
que no tardó en hundirse. El Achates estaba creando una
cortina de humo para proteger a los mercantes, y recibió graves
años, a pesar de lo cual siguió con su cortina de humo hasta que
se hundió.
Mientras tanto, otra flota británica, formada por dos cruceros (HMS
Sheffield y HMS Jamaica) y dos destructores, estaba
acudiendo a la zona. Los cruceros se acercaron al Almirante
Hipper sin ser detectados y abrieron fuego contra él a las
11:35 y dañaron dos de sus salas de calderas, lo que redujo
drásticamente su velocidad. Dos destructores alemanes confundieron
al Sheffield con el Almirante Hipper (era de noche
en el Ártico) y trataron de situarse en formación junto a los
barcos británicos. El resultado de haber buscado malas compañías
fue que uno de ellos (Friedrich Eckholdt) acabó partido en
dos. El segundo crucero alemán disparó contra los mercantes, pero
la cortina de humo hizo que no recibieran ningún daño. Al mediodía
ambas partes se separaron y el convoy continuó tranquilamente su
marcha. Todos los mercantes llegaron a su destino.
Los alemanes nunca llegaron a advertir que dos cruceros se habían
sumado al combate y Hitler estaba indignado de que dos cruceros
pesados hubieran sido derrotados por meros destructores. Dio la
orden de que los principales barcos de guerra alemanes fueran
enviados al desguace, por inútiles. El almirante Erich Raeder,
comandante supremo de la Kriegsmarine, presentó su
dimisión, Hitler la aceptó y lo sustituyó por el almirante Karl
Dönitz, hasta entonces al mando de la flota submarina. Dönitz
convenció a Hitler para que anulara su orden de desguazar la flota
alemana. Además ordenó que a partir de entonces los ataques a los
convoyes enemigos se hicieran únicamente mediante submarinos.
En el Mediterráneo, un submarino británico hundió un carguero italiano (Maddalena) ante las costas tunecinas.
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